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La Criminología es una ciencia joven, al igual que muchas otras que nacieron en el
siglo XVIII y XIX, pero a comparación con otras, la Criminología ha tenido que
avanzar a paso lento debido a los diferentes obstáculos que se le han presentado,
principalmente por los grupos de control de la sociedad que siguen cediendo al
Derecho Penal las tareas que son propias de la Criminología, como la prevención
de conductas antisociales, seguridad pública, procuración y administración de
justicia, y ejecución penal; y aunque nuestra ciencia ha obtenido científicamente un
conjunto de conocimientos referentes a la explicación y prevención de aquellas
conductas que atentan y dañan el bien común, le sigue costando mucho ser
reconocida como uno de los principales medios para la prevención y control social.
Por otro lado, a la par en nuestro país había un cambio inimaginable en materia
legislativa como: la Ley de los Consejos Tutelares, o la Ley de Normas Mínimas
para la Readaptación Social de Sentenciados, Ley Orgánica de la Procuraduría de
los Tribunales de Justicia, entre otras; también avances en infraestructura tales
como reclusorios, hospitales, centros de menores o las Islas Marías, por eso y más
se vio la necesidad de crear una institución que asumiera la capacitación y
desarrollo de los estudiosos para crear políticas penales y preventivas verdaderas,
políticas a base de ciencia, disciplina e investigaciones científicas rigurosas. Se
intentó emanar dicha institución en la UNAM donde hubo por un corto lapso una
escuela de personal penitenciario y policía científica (criminalistas) que había
proyectado Alfonso Quiroz Cuarón. No fue hasta el 21 de junio 1976 que nace de
manera oficial el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), misma que
trabajaría tres ramas: Criminología, disciplinas jurídico-penales y Criminalística. No
fue sorpresa el gran prestigio nacional e internacional que logro al cabo de algunos
años de formar a agentes del Ministerio Publico, juzgadores, miembros de las
corporaciones policiacas y penitenciarias, catedráticos e investigadores.
LA IMPORTANCIA DE LA CRIMINOLOGÍA
Ahora podremos visualizar los resultados de una inclusión del criminólogo por parte
del Estado. Trabajando en conjunto sin duda alguna se podrá combatir el drama
social de la delincuencia y sus hechos más atroces de manera inteligente.