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Los pesticidas orgánicos tienen la función de controlar y eliminar las plagas que
pueden atacar nuestra huerta. Estos insecticidas, al ser orgánicos, no contaminan
el suelo, los cursos de agua y las plantas que cultivamos. Los pesticidas orgánicos
son aquellos que en su elaboración sólo se utilizan insumos naturales. Una buena
parte de los pesticidas orgánicos se realizan en base a extractos de plantas. Las
plantas más utilizadas para la realización de pesticidas orgánicos caseros son el
tabaco, la cebolla y el ajo. Otra parte importante de los pesticidas orgánicos se
fabrican en base a hongos o bacterias que matan la plaga sin afectar a los
alimentos de la huerta (Olguín, 2014).
FORMA DE ACCIÓN
Para Di Vicenzo (2016) los modos de acción de los insecticidas han sido
clasificados por el Comité de acción de resistencia a los insecticidas (IRAC por sus
siglas en inglés, que es la traducción de Insecticide Resistance Action Comittee)
en 29 categorías, de las cuales cada una afecta un mecanismo diferente de la
plaga. Este grupo trabaja a nivel internacional, representado por IRAC
International, y por grupos formados en distintos países.
De igual forma menciona que otra característica de los insecticidas es que pueden
diferenciarse de acuerdo a la forma en la que interceptan el objetivo, es decir, la
plaga. Por un lado existen insecticidas “de contacto”. Estos afectan a los
individuos de la plaga cuando toman contacto directo con ellos. Por otro lado,
existen también insecticidas sistémicos; estos a diferencia de los anteriores, logran
penetrar en la planta por lo cual al momento que el individuo ingiera una parte de
ella, el mismo comenzará a funcionar. Conocer estas formas de acción nos
permitirá tomar decisiones al momento de aplicar el insecticida. Debido a que los
insecticidas de contacto precisan llegar directamente a la plaga será necesaria
una mayor cantidad de gotas al momento de aplicar el producto, ya que precisará
de una mayor cobertura. Por el contrario, los insecticidas sistémicos podrán
aplicarse utilizando un menor número de gotas, ya que lo que se precisa es que
las mismas puedan llegar al cultivo y no específicamente a la plaga. En general se
recomiendan coberturas de 50-70 gotas/m2 en el caso de insecticidas de contacto
contra 20-30 gotas/m2 utilizando insecticidas sistémicos.
Emplear métodos orgánicos para controlar las plagas del huerto o jardín en lugar
de sustancias químicas agresivas, equivale a un entorno más sano tanto para
nosotros, como para las plantas, insectos y animales que nos rodean. Los
controles de plagas mediante métodos orgánicos no intentan eliminar todos los
insectos, ya que esto descompensaría el equilibrio natural de vida en el huerto. No
todos los insectos son enemigos de los cultivos. Algunos insectos son
polinizadores, otros ayudan a descomponer la materia orgánica y otros se
alimentan de los insectos dañinos, con lo que a veces llegan a erradicar el
problema sin que tengamos que intervenir. Es muy importante aprender a
reconocer la plaga y/o el daño que causa para poder controlarla. En algunos casos
el insecto es tan pequeño que nuestra mejor herramienta de diagnóstico es el
daño causado a la planta. Hay que hacer notar que el hecho de que un producto
sea natural, no quiere decir que sea inocuo, aunque sí es cierto que son menos
dañinos (o nada dañinos) para el medio ambiente que la mayoría de los productos
comerciales sintéticos (Francisco, 2013).
MODO DE USO
USOS:
1. Tratamiento pre-siembra en los suelos.
2. Aplicaciones foliares.
3. Inoculante para semillas y trasplantes.
4. Inoculante para cultivos de vivero y plantas de maceta.
5. Inoculante para hortalizas, frutales, vegetales, flores, forrajes,
cereales y cultivos inundados como el arroz.
6. Inoculante para hacer varios tipos de abonos.
7. Inoculante parta renovar aguas residuales y aguas de superficie
contaminada (estanques).
APLICACIÓN:
ACEITE DE HIGUERILLA
ACEITE DE PIÑÓN
De acuerdo a Díaz et al. (2013), citado por Escobar (2015) la planta del piñón
(Jatropha curcas) es una planta que crece en regiones tropicales y subtropicales
Es una planta de crecimiento rápido, con una altura de 4 a 6 metros. Las semillas
del piñón tienen propiedades oleaginosas, conteniendo entre un 20 hasta un 40%
de aceite. El aceite de J. curcas contiene diferentes cantidades de ésteres de
forbol, los cuales tienen diversas aplicaciones en la industria actual. Los ésteres
son derivados de los ácidos carboxílicos, compuestos orgánicos con uno o
más grupos carboxilos, estos provienen de los hidrocarburos. Dentro de la
amplia gama de los ésteres, se encuentran los ésteres de forbol, los cuales
son diterpenos que contienen 20 átomos de carbono formados por cuatro
unidades de isopreno (Saetae y Worapot 2009) y que están presentes en la
semilla del piñón (J.curcas). Estos compuestos presentan alta toxicidad en los
cotiledones, el embrión, el tegumento y la testa. Generalmente los ésteres
de forbol presentan una resistencia a altas temperaturas (aproximadamente
160°C).
TRAMPAS
Los tipos varían según el cultivo principal. Se puede usar una especie o variedad
diferente al cultivo principal, o la misma especie en una etapa de crecimiento
diferente. Lo más importante en la selección de plantas-trampa es que sean más
atractivas para las plagas que el cultivo principal. Por ejemplo, si se desea utilizar
la misma especie cuando el cultivo principal esté brotando, se puede usar plantas
trampa que estén en floración, puesto que son más atractivas a las plagas.
Resulta pertinente, una vez obtenidos los resultados del estudio, configurar las
conclusiones correspondientes para definir el contexto particular y general del
estudio, enfocado en los datos obtenidos para su mejor comprensión, análisis y
desarrollo posterior.