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Recibido: 10/02/2010
Evaluado y admitido: 10/03/2010
Abstract: Two crosses, dated from the Early Middles Ages, (1101-1153), who promoted a new interpretation of the Oviedo
are preserved in the treasure of Oviedo cathedral. One of them crosses: the Cruz de los Ángeles as an acheiropoieton, linked to
was donated by Alfonso II (808), the other by Alfonso III the renewed fashion that revived the Lignum Crucis shrines in
(908). Both of them are cruces gemmatae, the model of which the shape of a crux gemmata between two angels; the Cruz de
was the Golgotha cross. The oldest sources do not mention the la Victoria, which became the king’s banner in the battle of
Oviedo crosses but they later became the emblems of Asturias, Covadonga.
linked to legendary events. In this article, I will try to explain
how their new symbolic meanings could be related to the Keywords: Cruz de los Ángeles, Cruz de la Victoria, crux
process of the important diocesan activities undertaken in the gemmata, Pelagius of Oviedo, Godsmith’s work, Pre-
Oviedo cathedral mainly by the intelligent bishop Pelagius romanesque art, Romanesque art.
D
urante los siglos xi y xii, muchas institucio- la memoria de su diócesis y, con ella, la de Asturias. Y
nes eclesiásticas europeas transformaron su lo hizo a través de un impresionante conjunto literario
memoria preservando el recuerdo de algunos de naturaleza fundamentalmente histórica recogido en
acontecimientos del pasado, pero también olvidando el Liber Testamentorum Ecclesiae Ouetensis y el Corpus
o manipulando otros. En este proceso, muchos mate- pelagianum.
riales resultaron útiles: crónicas, diplomas, objetos o
edificios antiguos cambiaron de significado para ser
incorporados a nuevos discursos o utilizados en defensa La Cruz de los Ángeles
de nuevos intereses.1 También en la sede catedralicia de
Oviedo se realizaron operaciones de esta naturaleza y, La Cruz de los Ángeles fue, como es sabido, ofrecida
así, una antigua ciudad romana, Lucus Asturum, se con- por el rey Alfonso II en el año 808, según la informa-
virtió en sede episcopal católica de fundación vándala ción que figura en la propia pieza:3
a la vez que se dotaba de prestigiosos orígenes a una
colección de reliquias de procedencia dudosa.2 En este † svsceptvm placide maneat hoc in honore di
artículo se analizarán, desde ese punto de vista, dos de ♥ adefonsvs hvmilis servvs xri
los objetos más importantes conservados en la catedral, qvisqvis avferre presvmserit mihi
y de qué modo cambiaron su significado en el siglo fvlmine divino intereat ipse ♥
xii. Aunque hubo seguramente otras intervenciones, nisi libens vbi volvntas dederit mea
anteriores y posteriores, el obispo Pelayo de Oviedo hoc opvs perfectvm est in era dcccxlvi
(1101-1153) fue sin duda la gran personalidad que creó, ♥ hoc signo tvetvr pivs ♥
partiendo de algunos interesantes materiales previos, ♥ hoc signo vincitvr inimicvs ♥
25
Cruz de los Ángeles. Tesoro de la catedral de Oviedo (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)
derla ni astil procesional,4 tampoco es posible que se Su uso debió de variar con el tiempo, pues en el siglo
colocara sobre el altar, pues en la liturgia hispánica xii la Historia silense la describe colocada en el altar de
tal disposición estaba prevista única y episódicamente la iglesia de San Salvador:7
con ocasión de las ceremonias del Viernes Santo.5 H.
Schlunk supuso que la cruz se agarraría por el brazo Verum, pro magnitudine miraculi, angelica
inferior, a la manera en que lo hace el obispo del famoso crux in medium proferatur. Dum enim
mosaico de Justiniano en San Vital de Rávena, para quadam die supradictus Adefonsus, castus
desfilar en ocasiones solemnes, conservándose el resto et pius rex, casu haberet in manu pondus
del tiempo guardada en el tesoro.6 splendidissimi auri et quosdam lapides
preciosos, cepit cogitare ad opus Dominici
4
H. Schlunk: «Las cruces de Oviedo. Contribución…», o. cit., p. 43. H.
altaris quomodo inde crux fieri possent. In
Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto de la Vera Cruz en el reino asturiano, eadem itaque santa deuociones existente post
Oviedo, 1985, pp. 15-27.
5
A. P. Bronisch: Reconquista y guerra santa. La concepción de la guerra en
participationem corporis et sanguinis Christi,
la España cristiana desde los visigodos hasta comienzos del siglo xii, Universidad more solito ad regiam curiam, manu aurum
de Granada, 2006, pp. 233-236 (Reconquista und Heiliger Krieg. Die Deutung
des Krieges im christlichen Spanien von des Westgoten bis ins frühe 12.Jahundert,
tenente, prandendi causa iam pergebat, cum
1998). Este episodio litúrgico en M. Férotin : Le Liber Ordinum en usage dans
l’ église wisighotique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle,
París, 1904, col. 193-194 (reed., Roma, 1996). 7
J. Pérez de Urbel y A. González Ruiz-Zorrila (ed. crítica e introducción):
6
H. Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto…, o. cit., p. 23. Historia Silense, Madrid, 1959, pp. 139-140.
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Basílica de Santa Pudenziana (Roma). Mosaico del ábside (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)
ecce duo angeli in figura peregrinorum, irradiabat; vnde aperte constat intelligi, eam
fingentes se artifices esse, ei aparuerunt, qui diuino non humano studio factam fuisse.
illico tradidit eis aurum et lapides designata Quod audiens deuotissimus rex, relictis ferculis,
mansione, in qua sin hominum impedimento cum perpeti gradu cucurrit, atque pro tanto
operari possent. Ceterum res mira videtur et beneficio, ut decebat, cum laudibus et hympnis
post apostoles nostri inusitata temporibus. Deo gratias agens, eandem venerabilem crucem
Siquidem, in ipsa eadem morula prandii, rex super altare santi Saluatoris reuerenter posuit.
ad se reuersus, quibus personis aurum dederit
inquirit, ac statim vnum post alium legatum, Esta es una disposición que ya no sorprende en este
ut perciperent quid ignoti artifices agerent momento, pues a partir del siglo xi se encuentran cruces
missitare cepit. Iam ministri domui fabrice enjoyadas sobre el altar, como muestra la miniatura del
apropinquabant, cum subito tanta lux totam Liber Vitæ de Winchester que representa al rey Canuto y a
domum interius circumfulgebat, quod vt ita su esposa entregando una cruz al New Minster (ca. 1030).8
licam non domus manufacta, sed solis ortus En el pasaje de la Silense, además, aparece por primera
pre nimia claritate videretur. Introspicientibus vez desarrollada la encantadora leyenda que convirtió la
autem per fenestram qui missi fuerant, ablatis
8
London, British Library, ms. Stowe 944, f. 6. E. Temple: Anglo-saxon
angelicis magistris, sola crux, ad effectum manuscripts 900-1066, Londres, 1976 (A survey of manuscripts illuminated in
ducta, in medio posita, domum illam ut sol the British Isles, vol. ii), pp. 95-96.
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Capsella Vaticana. Museo Sacro della Biblioteca Apostolica (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)
para el Liber Testamentorum, y entre 113219 y 115320 por bajo un arco en cuyo trasdós se apoya una pareja de
lo que respecta al Corpus pelagianum, no resulta fácil ángeles. 21 Pero ni cualquiera de las muchas cruces
establecer a quién le corresponde la prioridad en la atri- gemmatæ conservadas o representadas son necesaria-
bución angélica, si bien podemos suponer que Pelayo mente la de los Ángeles o de la Victoria, como advir-
estaría más interesado que el monje facundino en dotar tiera P. Henriet,22 ni los ángeles en esa posición han
de orígenes milagrosos a una pieza custodiada en el de ser interpretados más que como una transposición,
tesoro de su catedral. probablemente ornamental, de una composición carac-
En fin, pelagiana o facundina, la leyenda es sin duda terística de las tablas de cánones, solución visible en el
una creación del siglo xii, habiendo fracasado todos los evangeliario Arenberg, por ejemplo.23
intentos de atribuirle una cronología anterior.
Los partidarios de este adelanto se apoyan espe-
21
El Codex Vigilanus de la Biblioteca de El Escorial, de 976, es uno de
cialmente en algunas representaciones altomedievales ellos. Más ejemplos en Carlos Cid Priego: «¿Existió miniatura prerrománica
hispánicas en las que puede verse una cruz enjoyada asturiana?», Liño, núm. 1 (1980), p. 132; «Las joyas prerrománicas de la Cámara
Santa de Oviedo en la cultura medieval (continuación)», Liño, núm. 10 (1991),
pp. 21 y 26, entre otros.
22
P. Henriet: «Mille formis daemon. Usages et fonctions de la croix dans
19
F. J. Fernández Conde: «230. Corpus pelagianum», en Orígenes, o. cit., l’Hispania des ixe-xie siècles», en T. Deswarte y P. Sénac (dirs.): Guerre, pou-
pp. 357-358. voirs et idéologies dans l’Espagne chrétienne aux alentours de l’an mil. Actes du
20
E. Jerez: «Arte compilatoria pelagiana. La formación del Liber croni- colloque international organisé par le Centre d’Études Supérieures de Civilisation
corum», en A. Arizaleta (ed.): Poétique de la chronique. L’ écriture des textes Médiévale Poitiers-Angoulême, septembre 2002, Turnhout, 2005, pp. 163-181.
historiographiques au Moyen Âge (péninsule iberique et France), cnrs-Université 23
Nueva York, Pierpont Morgan Library, ms. 869, f. ii v., de ca. 990-1000.
de Toulouse-Le Mirail, 2008, p. 86. E. Temple, o. cit., pp. 74-75.
29
Las cruces gemmatæ proceden en último término de dos ángeles en pie desempeñando funciones de guardia
la que presidía el Gólgota, desnuda cuando la vio la pe- de honor. Esta variante procede de nuevo del conjunto
regrina Egeria24 y más tarde recubierta de oro y piedras del Gólgota, donde se representaba en el desaparecido
preciosas. Aunque no unánimemente, suele conside- mosaico de la capilla de Adán, probablemente realizado
rarse que el revestimiento fue costeado por Teodosio II, algo después de 614.31 El ejemplo conservado más an-
en el año 420. Es muy posible, en consecuencia, que el tiguo parece ser el tallado en el bello cáliz vítreo de la
mosaico del ábside de la iglesia de Santa Pudenziana de colección Dumbarton Oaks (Washington),32 en el que
Roma, quizá igualmente ejecutado en 420, muestre un la cruz se sitúa bajo baldaquino. En algunos casos, como
trasunto de la cruz del Gólgota.25 A causa de su relación en la llamada Capsella Vaticana (610-614),33 los ángeles,
con el Calvario, la mayor parte de las cruces enjoyadas igual que los del capitel del claustro de la catedral, se
son estaurotecas, una función probablemente también inclinan humildes delante de la cruz.
desempeñada por la Cruz de los Ángeles.26 Los de Oviedo no parecen, sin embargo, corres-
La cruz de Oviedo se muestra en la actualidad entre ponder a una cronología temprana, y no deja de resultar
dos ángeles que se inclinan adorándola. Estos comple- significativo que los hasta ese momento desconocidos
mentos escultóricos son evidentemente modernos, pero personajes hayan entrado en escena, con gran aparato
reproducen otros más antiguos, de impreciso origen me- además, precisamente en el siglo xii, a la vez que ma-
dieval aunque anteriores sin duda al siglo xiv, pues se sivas importaciones de objetos bizantinos volvían a
representan en un capitel del claustro de la catedral de poner de actualidad en la diócesis de Lieja el antiguo y
Oviedo correspondiente a esa época localizado por C. casi olvidado tema de los ángeles adorando la crux gem-
Cid Priego.27 Como tantos otros del repertorio cristiano, mata.34 Las cruces recubiertas de pedrería usadas como
el tema tiene su origen en la iconografía de exaltación del estaurotecas, especializadas por tanto para relicarios de
emperador y se basa en los monumentos dedicados al la Vera Cruz, se ponen de nuevo de moda: en 1070 se
charisma victorioso de éste en los que dos nikai en vuelo fecha la de Osnabrück, en el siglo xii la de Fritzlar,
sostienen su imago clipeata.28 Desde finales del siglo iv hacia 1180 la de Rouen (ca. 1180).35 Aún más tardías,
puede encontrarse una cruz sustituyendo al retrato en las de doble travesaño de Aachen (ca. 1230)36 o Astorga
los monumentos imperiales,29 pasando más adelante a (siglos xii-xiii).37 Esta fue para el obispo Pelayo una
incorporarse esta imagen al repertorio carolingio.30 excelente ocasión, que no desaprovechó, de actualizar
Desde principios del siglo vii, además, la crux gemmata, el significado de una cruz antigua y bella que, casi por
ya sin clípeo que la rodee, puede estar flanqueada por casualidad, la marea bizantina sacó por fin del silencio
documental.
24
C. Morris: The Sepulchre of Christ and the Medieval West. From the
begining to 1600, Oxford University Press, 2005, p. 84. Según Egeria: «Et
postmodum de Anastasim usque ad Crucem cum ymnis ducitur episcopus, 31
L. Arad: «The Holy Land Ampulla of Sant Pere de Casserres-A Liturgical
simul et omnis populus uadet. […] Et post hoc denuo tam episcopus quam and Art-Historical Interpretation», Miscel·lània Litúrgica Catalana, núm. 15
omnis turba uadent denuo post Crucem et ibi denuo similiter fit sicuti it (2007), p. 71.
ante Crucem», en A. Arce (ed. y trad.): Itinerario de la virgen Egeria (381-384), 32
P. Verdier, o. cit., p. 100. Una buena reproducción en el catálogo en
Madrid, 1996, p. 260. línea del museo: <http://museum.doaks.org/Obj27167?sid=1927&x=2704
25
Un resumen, con bibliografía, de estos problemas en C. Morris, o. cit., 52&port=2616>.
pp. 83-84. 33
G. Noga-Banai: The Trophies of the Martyrs. An Art Historical Study of
26
H. Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto…, o. cit., p. 43. Early Christian Silver Reliquiaries, Oxford University Press, 2008, p. 162.
27
C. Cid Priego: «Las joyas prerrománicas…», o. cit., p. 19. 34
P. Verdier, o. cit., pp. 97-121.
28
Un desarrollo de este problema en P. Verdier: «Les staurothèques mo- 35
Ornamenta Ecclesiae. Kunst und Künstler der Romanik in Köln, 2 katalog,
sanes et leur iconographie du Jugement dernier», Cahiers de Civilisation Mé- Colonia, 1985, H27, pp. 103-104; H29, p. 112; H30, p. 113.
diévale, núm. xvi/2 (abril-junio 1973), pp. 100-101. 36
K. Hoffmann (ed.): The Year 1200. A Centennial Exhibition at the Me-
29
S. MacCormack: Art and Ceremony in Late Antiquity, University of tropolitan Museum of Art, I, Catalogue, The Metropolitan Museum of Art,
California Press, 1981, pp. 57-59. 1970, núm. 126, pp. 120-123.
30
Evangeliario de Lorsch, P. Lasko: Ars Sacra. 800-1200, Yale University 37
E. Fernández González: Artes suntuarias en la catedral de Astorga: culto y
Press, 1972, pp. 50-52 (trad. esp.: Arte sacro. 800-1200, Madrid, 1994). reliquias hasta los inicios del gótico, Astorga, 2004, pp. 56-57 (Cuadernos, 21).
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La Cruz de la Victoria
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