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El origen de las leyendas de la Cruz de los

Ángeles y la Cruz de la Victoria (catedral


de Oviedo): cruces gemmatæ al servicio de
la propaganda episcopal
Raquel Alonso Álvarez
Universidad de Oviedo

Recibido: 10/02/2010
Evaluado y admitido: 10/03/2010

Territorio, Sociedad y Poder, nº 5, 2010 [pp. 23-33] d


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Resumen: En el tesoro de la catedral de Oviedo se conservan obispo Pelayo (1101-1153). Sería este inteligente prelado
dos cruces altomedievales, donadas respectivamente el promotor de una nueva lectura de estas piezas: la Cruz
por Alfonso II en 808 y por Alfonso III en 908. Las dos de los Ángeles como acheiropeiton, aprovechando la nueva
corresponden al tipo de crux gemmata que toma como oleada de importaciones bizantinas que puso de moda una
modelo la colocada en el Gólgota, y sobre ambas guardan vez más los relicarios del Lignum crucis en forma de cruces
silencio igualmente las fuentes contemporáneas. Años enjoyadas entre ángeles, y la Cruz de la Victoria, convertida
más tarde, sin embargo, acabaron por asociarse a sucesos en emblema regio en la batalla de Covadonga.
legendarios y se convirtieron en emblemas de Asturias.
En este artículo se propone una interpretación de estos Palabras clave: Cruz de los Ángeles, Cruz de la Victoria,
significados en relación con la gran operación de prestigio crux gemmata, Pelayo de Oviedo, orfebrería, prerrománico,
diocesano llevada a cabo en Oviedo especialmente por el románico.

Abstract: Two crosses, dated from the Early Middles Ages, (1101-1153), who promoted a new interpretation of the Oviedo
are preserved in the treasure of Oviedo cathedral. One of them crosses: the Cruz de los Ángeles as an acheiropoieton, linked to
was donated by Alfonso II (808), the other by Alfonso III the renewed fashion that revived the Lignum Crucis shrines in
(908). Both of them are cruces gemmatae, the model of which the shape of a crux gemmata between two angels; the Cruz de
was the Golgotha cross. The oldest sources do not mention the la Victoria, which became the king’s banner in the battle of
Oviedo crosses but they later became the emblems of Asturias, Covadonga.
linked to legendary events. In this article, I will try to explain
how their new symbolic meanings could be related to the Keywords: Cruz de los Ángeles, Cruz de la Victoria, crux
process of the important diocesan activities undertaken in the gemmata, Pelagius of Oviedo, Godsmith’s work, Pre-
Oviedo cathedral mainly by the intelligent bishop Pelagius romanesque art, Romanesque art.

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El origen de las leyendas de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria

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urante los siglos xi y xii, muchas institucio- la memoria de su diócesis y, con ella, la de Asturias. Y
nes eclesiásticas europeas transformaron su lo hizo a través de un impresionante conjunto literario
memoria preservando el recuerdo de algunos de naturaleza fundamentalmente histórica recogido en
acontecimientos del pasado, pero también olvidando el Liber Testamentorum Ecclesiae Ouetensis y el Corpus
o manipulando otros. En este proceso, muchos mate- pelagianum.
riales resultaron útiles: crónicas, diplomas, objetos o
edificios antiguos cambiaron de significado para ser
incorporados a nuevos discursos o utilizados en defensa La Cruz de los Ángeles
de nuevos intereses.1 También en la sede catedralicia de
Oviedo se realizaron operaciones de esta naturaleza y, La Cruz de los Ángeles fue, como es sabido, ofrecida
así, una antigua ciudad romana, Lucus Asturum, se con- por el rey Alfonso II en el año 808, según la informa-
virtió en sede episcopal católica de fundación vándala ción que figura en la propia pieza:3
a la vez que se dotaba de prestigiosos orígenes a una
colección de reliquias de procedencia dudosa.2 En este † svsceptvm placide maneat hoc in honore di
artículo se analizarán, desde ese punto de vista, dos de ♥ adefonsvs hvmilis servvs xri
los objetos más importantes conservados en la catedral, qvisqvis avferre presvmserit mihi
y de qué modo cambiaron su significado en el siglo fvlmine divino intereat ipse ♥
xii. Aunque hubo seguramente otras intervenciones, nisi libens vbi volvntas dederit mea
anteriores y posteriores, el obispo Pelayo de Oviedo hoc opvs perfectvm est in era dcccxlvi
(1101-1153) fue sin duda la gran personalidad que creó, ♥ hoc signo tvetvr pivs ♥
partiendo de algunos interesantes materiales previos, ♥ hoc signo vincitvr inimicvs ♥

Desconocemos cualquier otro tipo de detalle acerca


1 
El mejor estudio sobre este problema en P. Geary: Phantoms of Remem-
brance. Memory and Oblivion in the End of the First Milenium, Princeton
de su uso o función primitivos, que hasta el momento
University Press, 1994, passim, pp. 7 y 176, especialmente. permanecen sin aclarar. Sin enganches para suspen-
2 
Para las reliquias, R. Alonso Álvarez: «Patria uallata asperitate moncium.
Pelayo de Oviedo, el archa de las reliquias y la creación de una topografía
regia», Locus amœnus, núm. 9 (2007-2008), pp. 17-29. El problema de Lucus 3 
H. Schlunk: «The crosses of Oviedo», The Art Bulletin, núm. xxxii (1950)
en R. Alonso Álvarez: «El Corpus pelagianum y el Liber Testamentorum Ec- (reed. y trad.: «Las cruces de Oviedo. Contribución a la historia de la orfebre-
clesiae Ouetensis. Las “reliquias del pasado” de la catedral de Oviedo y su uso ría en el norte de España en los siglos ix y xi», en C. García de Castro Valdés
propagandístico en la obra del obispo Pelayo de Oviedo», en preparación. [ed.]: Estudios sobre la orfebrería del reino de Asturias, Oviedo, 2008, p. 49).

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Cruz de los Ángeles. Tesoro de la catedral de Oviedo (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)

derla ni astil procesional,4 tampoco es posible que se Su uso debió de variar con el tiempo, pues en el siglo
colocara sobre el altar, pues en la liturgia hispánica xii la Historia silense la describe colocada en el altar de
tal disposición estaba prevista única y episódicamente la iglesia de San Salvador:7
con ocasión de las ceremonias del Viernes Santo.5 H.
Schlunk supuso que la cruz se agarraría por el brazo Verum, pro magnitudine miraculi, angelica
inferior, a la manera en que lo hace el obispo del famoso crux in medium proferatur. Dum enim
mosaico de Justiniano en San Vital de Rávena, para quadam die supradictus Adefonsus, castus
desfilar en ocasiones solemnes, conservándose el resto et pius rex, casu haberet in manu pondus
del tiempo guardada en el tesoro.6 splendidissimi auri et quosdam lapides
preciosos, cepit cogitare ad opus Dominici
4 
H. Schlunk: «Las cruces de Oviedo. Contribución…», o. cit., p. 43. H.
altaris quomodo inde crux fieri possent. In
Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto de la Vera Cruz en el reino asturiano, eadem itaque santa deuociones existente post
Oviedo, 1985, pp. 15-27.
5 
A. P. Bronisch: Reconquista y guerra santa. La concepción de la guerra en
participationem corporis et sanguinis Christi,
la España cristiana desde los visigodos hasta comienzos del siglo xii, Universidad more solito ad regiam curiam, manu aurum
de Granada, 2006, pp. 233-236 (Reconquista und Heiliger Krieg. Die Deutung
des Krieges im christlichen Spanien von des Westgoten bis ins frühe 12.Jahundert,
tenente, prandendi causa iam pergebat, cum
1998). Este episodio litúrgico en M. Férotin : Le Liber Ordinum en usage dans
l’ église wisighotique et mozarabe d’Espagne du cinquième au onzième siècle,
París, 1904, col. 193-194 (reed., Roma, 1996). 7 
J. Pérez de Urbel y A. González Ruiz-Zorrila (ed. crítica e introducción):
6 
H. Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto…, o. cit., p. 23. Historia Silense, Madrid, 1959, pp. 139-140.

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El origen de las leyendas de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria

Basílica de Santa Pudenziana (Roma). Mosaico del ábside (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)

ecce duo angeli in figura peregrinorum, irradiabat; vnde aperte constat intelligi, eam
fingentes se artifices esse, ei aparuerunt, qui diuino non humano studio factam fuisse.
illico tradidit eis aurum et lapides designata Quod audiens deuotissimus rex, relictis ferculis,
mansione, in qua sin hominum impedimento cum perpeti gradu cucurrit, atque pro tanto
operari possent. Ceterum res mira videtur et beneficio, ut decebat, cum laudibus et hympnis
post apostoles nostri inusitata temporibus. Deo gratias agens, eandem venerabilem crucem
Siquidem, in ipsa eadem morula prandii, rex super altare santi Saluatoris reuerenter posuit.
ad se reuersus, quibus personis aurum dederit
inquirit, ac statim vnum post alium legatum, Esta es una disposición que ya no sorprende en este
ut perciperent quid ignoti artifices agerent momento, pues a partir del siglo xi se encuentran cruces
missitare cepit. Iam ministri domui fabrice enjoyadas sobre el altar, como muestra la miniatura del
apropinquabant, cum subito tanta lux totam Liber Vitæ de Winchester que representa al rey Canuto y a
domum interius circumfulgebat, quod vt ita su esposa entregando una cruz al New Minster (ca. 1030).8
licam non domus manufacta, sed solis ortus En el pasaje de la Silense, además, aparece por primera
pre nimia claritate videretur. Introspicientibus vez desarrollada la encantadora leyenda que convirtió la
autem per fenestram qui missi fuerant, ablatis
8 
London, British Library, ms. Stowe 944, f. 6. E. Temple: Anglo-saxon
angelicis magistris, sola crux, ad effectum manuscripts 900-1066, Londres, 1976 (A survey of manuscripts illuminated in
ducta, in medio posita, domum illam ut sol the British Isles, vol. ii), pp. 95-96.

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fechado habitualmente en el siglo xi pero en el que es


fácil ver la mano del prelado ovetense,10 se menciona la
«crux ibi monstratur opere angelico fabricata»,11 fórmula
muy semejante a la «crux ibi monstratur opere angelico
fabricata spectabile modo» del Liber Testamentorum12
y de las interpolaciones a la Adefonsii Tertii Chronica
incluidas en el Corpus pelagianum.13
La Historia Silense es una obra problemática en varios
aspectos. En primer lugar, a pesar de su nombre, se
cree que fue escrita por un monje de Sahagún rela-
cionado con Alfonso VI y Urraca. Aunque frecuentaba
Cruz de los Ángeles. Capitel del claustro de los mismos círculos regios que Pelayo, suele insistirse en
la catedral de Oviedo (C. Cid Priego) la absoluta falta de relación entre ambos,14 algo bastante
difícil de creer por cierto. Además, aunque el texto se
fecha habitualmente entre 1110 y 1118,15 algunos autores
son partidarios de retrasar su cronología hasta 1140-
1158.16 Puesto que las obras de Pelayo se han situado en
una amplísima horquilla que va de ca. 110917 a 113018

under King Alfonso VI, 1065-1109, University of Pennsylvania Press, 1988, p.


330. B. F. Reilly: The Kingdom of León-Castilla under King Alfonso VII, 1126-
1157, University of Pennsylvania Press, 1998, pp. 30-33. Como contrapunto,
intenta reivindicar la honestidad de Pelayo E. Fernández Vallina: «El obispo
Pelayo de Oviedo. Su vida y su obra», en Liber Testamentorum Ecclesiae Ove-
tensis, Barcelona, 1995, pp. 233-401. Un buen resumen con bibliografía en S.
Barton y R. Fletcher («selected sources translated and annotated by»): The
Reconstrucción del desaparecido mosaico del ábside World of the Cid. Chronicles of the Spanish Reconquest, Manchester University
Press, 2000, pp. 65-74.
de la capilla de Adán, en el Gólgota (según L. Arad) 10 
R. Alonso Álvarez: «Patria uallata…», o. cit., p. 23.
11 
F. J. Fernández Conde: La Iglesia de Asturias en la Alta Edad Media,
Oviedo, 1972, p. 161.
12 
M. J. Sanz Fuentes: «Transcripción», en Liber Testamentorum, núm.
ofrenda regia en un prodigioso acheiropoieton fabricado 4, p. 461.
13 
J. Prelog: Die Chronik Alfons’III Untersuchung und kritische Edition der
por dos ángeles que, para conservar el incógnito, se vier Redaktionen, Frankfurt am Main/Berna/Cirencester (ru), 1980, p. 98
habrían presentado al rey bajo apariencia de orfebres. (Series III, History, Paleography and Numismatics, 134).
14 
J. Pérez de Urbel y A. González Ruiz-Zorrila, o. cit., pp. 68-71 y 80.
Además de en el citado pasaje, referencias a esta eje- 15 
Ibídem.
cución se encuentran en algunos otros textos del siglo xii, 16 
Un resumen del problema en M. Huete Fudio: La historiografía latina
medieval en la península ibérica (siglos viii-xii: fuentes y bibliografía), Univer-
todos ellos ligados al siempre sospechoso obispo Pelayo sidad Autónoma de Madrid, 1997, p. 56.
de Oviedo.9 En el manuscrito llamado de Valenciennes, 17 
Para una cronología temprana, E. E. Rodríguez Díaz: «Estudio codico-
lógico», en Liber Testamentorum, p. 36. También M. J. Sanz Fuentes: «Estudio
paleográfico», en Liber Testamentorum, pp. 132-143. De entre 1100 y 1120,
9 
Para esta figura sigue siendo imprescindible la obra de F. J. Fernández quizá sobre una idea anterior, E. Fernández Vallina: «El obispo Pelayo de
Conde: El Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo, Roma: Publica- Oviedo», o. cit., p. 233, datación que más adelante parece aceptar M. J. Sanz
ciones del Instituto Español de Estudios Eclesiásticos, 1971 (Monografías, Fuentes: «41. Liber Testamentorum», en Isidro Gonzalo Bango Torviso (ed.):
17). El mismo autor revisó más adelante algunas características del obispo: Maravillas de la España medieval. Tesoro sagrado y monarquía. 1. Estudios y
«El obispo don Pelayo. Reorganización eclesiástica y señorial en la diócesis de catálogo, Madrid, 2001, pp. 121-122, al situar prudentemente la composición
Oviedo/Uviéu», en Orígenes: arte y cultura en Asturias. Siglos vii-xv, Barcelona, de la pieza entre 1109 y 1122.
1993, pp. 347-353. Le siguen R. A. Fletcher: The Episcopate in the Kingdom of 18 
F. J. Fernández Conde: El Libro de los Testamentos…, o. cit., pp. 87-88.
León in the Twelfth Century, Oxford University Press, 1978, pp. 73-74; B. F. J. Fernández Conde: «229. Libro de los Testamentos», en Orígenes…, o. cit.,
F. Reilly: The Kingdom of León-Castilla under Queen Urraca, University of p. 355. De ca. 1118 según J. Williams: «Liber Testamentorum», en The Art of
Pennsylvania Press, 1982, p. 341; B. F. Reilly: The Kingdom of León-Castilla Medieval Spain a.d. 500-1200, Nueva York, 1994, pp. 295-297 .

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El origen de las leyendas de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria

Capsella Vaticana. Museo Sacro della Biblioteca Apostolica (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)

para el Liber Testamentorum, y entre 113219 y 115320 por bajo un arco en cuyo trasdós se apoya una pareja de
lo que respecta al Corpus pelagianum, no resulta fácil ángeles. 21 Pero ni cualquiera de las muchas cruces
establecer a quién le corresponde la prioridad en la atri- gemmatæ conservadas o representadas son necesaria-
bución angélica, si bien podemos suponer que Pelayo mente la de los Ángeles o de la Victoria, como advir-
estaría más interesado que el monje facundino en dotar tiera P. Henriet,22 ni los ángeles en esa posición han
de orígenes milagrosos a una pieza custodiada en el de ser interpretados más que como una transposición,
tesoro de su catedral. probablemente ornamental, de una composición carac-
En fin, pelagiana o facundina, la leyenda es sin duda terística de las tablas de cánones, solución visible en el
una creación del siglo xii, habiendo fracasado todos los evangeliario Arenberg, por ejemplo.23
intentos de atribuirle una cronología anterior.
Los partidarios de este adelanto se apoyan espe-
21 
El Codex Vigilanus de la Biblioteca de El Escorial, de 976, es uno de
cialmente en algunas representaciones altomedievales ellos. Más ejemplos en Carlos Cid Priego: «¿Existió miniatura prerrománica
hispánicas en las que puede verse una cruz enjoyada asturiana?», Liño, núm. 1 (1980), p. 132; «Las joyas prerrománicas de la Cámara
Santa de Oviedo en la cultura medieval (continuación)», Liño, núm. 10 (1991),
pp. 21 y 26, entre otros.
22 
P. Henriet: «Mille formis daemon. Usages et fonctions de la croix dans
19 
F. J. Fernández Conde: «230. Corpus pelagianum», en Orígenes, o. cit., l’Hispania des ixe-xie siècles», en T. Deswarte y P. Sénac (dirs.): Guerre, pou-
pp. 357-358. voirs et idéologies dans l’Espagne chrétienne aux alentours de l’an mil. Actes du
20 
E. Jerez: «Arte compilatoria pelagiana. La formación del Liber croni- colloque international organisé par le Centre d’Études Supérieures de Civilisation
corum», en A. Arizaleta (ed.): Poétique de la chronique. L’ écriture des textes Médiévale Poitiers-Angoulême, septembre 2002, Turnhout, 2005, pp. 163-181.
historiographiques au Moyen Âge (péninsule iberique et France), cnrs-Université 23 
Nueva York, Pierpont Morgan Library, ms. 869, f. ii v., de ca. 990-1000.
de Toulouse-Le Mirail, 2008, p. 86. E. Temple, o. cit., pp. 74-75.

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Las cruces gemmatæ proceden en último término de dos ángeles en pie desempeñando funciones de guardia
la que presidía el Gólgota, desnuda cuando la vio la pe- de honor. Esta variante procede de nuevo del conjunto
regrina Egeria24 y más tarde recubierta de oro y piedras del Gólgota, donde se representaba en el desaparecido
preciosas. Aunque no unánimemente, suele conside- mosaico de la capilla de Adán, probablemente realizado
rarse que el revestimiento fue costeado por Teodosio II, algo después de 614.31 El ejemplo conservado más an-
en el año 420. Es muy posible, en consecuencia, que el tiguo parece ser el tallado en el bello cáliz vítreo de la
mosaico del ábside de la iglesia de Santa Pudenziana de colección Dumbarton Oaks (Washington),32 en el que
Roma, quizá igualmente ejecutado en 420, muestre un la cruz se sitúa bajo baldaquino. En algunos casos, como
trasunto de la cruz del Gólgota.25 A causa de su relación en la llamada Capsella Vaticana (610-614),33 los ángeles,
con el Calvario, la mayor parte de las cruces enjoyadas igual que los del capitel del claustro de la catedral, se
son estaurotecas, una función probablemente también inclinan humildes delante de la cruz.
desempeñada por la Cruz de los Ángeles.26 Los de Oviedo no parecen, sin embargo, corres-
La cruz de Oviedo se muestra en la actualidad entre ponder a una cronología temprana, y no deja de resultar
dos ángeles que se inclinan adorándola. Estos comple- significativo que los hasta ese momento desconocidos
mentos escultóricos son evidentemente modernos, pero personajes hayan entrado en escena, con gran aparato
reproducen otros más antiguos, de impreciso origen me- además, precisamente en el siglo xii, a la vez que ma-
dieval aunque anteriores sin duda al siglo xiv, pues se sivas importaciones de objetos bizantinos volvían a
representan en un capitel del claustro de la catedral de poner de actualidad en la diócesis de Lieja el antiguo y
Oviedo correspondiente a esa época localizado por C. casi olvidado tema de los ángeles adorando la crux gem-
Cid Priego.27 Como tantos otros del repertorio cristiano, mata.34 Las cruces recubiertas de pedrería usadas como
el tema tiene su origen en la iconografía de exaltación del estaurotecas, especializadas por tanto para relicarios de
emperador y se basa en los monumentos dedicados al la Vera Cruz, se ponen de nuevo de moda: en 1070 se
charisma victorioso de éste en los que dos nikai en vuelo fecha la de Osnabrück, en el siglo xii la de Fritzlar,
sostienen su imago clipeata.28 Desde finales del siglo iv hacia 1180 la de Rouen (ca. 1180).35 Aún más tardías,
puede encontrarse una cruz sustituyendo al retrato en las de doble travesaño de Aachen (ca. 1230)36 o Astorga
los monumentos imperiales,29 pasando más adelante a (siglos xii-xiii).37 Esta fue para el obispo Pelayo una
incorporarse esta imagen al repertorio carolingio.30 excelente ocasión, que no desaprovechó, de actualizar
Desde principios del siglo vii, además, la crux gemmata, el significado de una cruz antigua y bella que, casi por
ya sin clípeo que la rodee, puede estar flanqueada por casualidad, la marea bizantina sacó por fin del silencio
documental.
24 
C. Morris: The Sepulchre of Christ and the Medieval West. From the
begining to 1600, Oxford University Press, 2005, p. 84. Según Egeria: «Et
postmodum de Anastasim usque ad Crucem cum ymnis ducitur episcopus, 31 
L. Arad: «The Holy Land Ampulla of Sant Pere de Casserres-A Liturgical
simul et omnis populus uadet. […] Et post hoc denuo tam episcopus quam and Art-Historical Interpretation», Miscel·lània Litúrgica Catalana, núm. 15
omnis turba uadent denuo post Crucem et ibi denuo similiter fit sicuti it (2007), p. 71.
ante Crucem», en A. Arce (ed. y trad.): Itinerario de la virgen Egeria (381-384), 32 
P. Verdier, o. cit., p. 100. Una buena reproducción en el catálogo en
Madrid, 1996, p. 260. línea del museo: <http://museum.doaks.org/Obj27167?sid=1927&x=2704
25 
Un resumen, con bibliografía, de estos problemas en C. Morris, o. cit., 52&port=2616>.
pp. 83-84. 33 
G. Noga-Banai: The Trophies of the Martyrs. An Art Historical Study of
26 
H. Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto…, o. cit., p. 43. Early Christian Silver Reliquiaries, Oxford University Press, 2008, p. 162.
27 
C. Cid Priego: «Las joyas prerrománicas…», o. cit., p. 19. 34 
P. Verdier, o. cit., pp. 97-121.
28 
Un desarrollo de este problema en P. Verdier: «Les staurothèques mo- 35 
Ornamenta Ecclesiae. Kunst und Künstler der Romanik in Köln, 2 katalog,
sanes et leur iconographie du Jugement dernier», Cahiers de Civilisation Mé- Colonia, 1985, H27, pp. 103-104; H29, p. 112; H30, p. 113.
diévale, núm. xvi/2 (abril-junio 1973), pp. 100-101. 36 
K. Hoffmann (ed.): The Year 1200. A Centennial Exhibition at the Me-
29 
S. MacCormack: Art and Ceremony in Late Antiquity, University of tropolitan Museum of Art, I, Catalogue, The Metropolitan Museum of Art,
California Press, 1981, pp. 57-59. 1970, núm. 126, pp. 120-123.
30 
Evangeliario de Lorsch, P. Lasko: Ars Sacra. 800-1200, Yale University 37 
E. Fernández González: Artes suntuarias en la catedral de Astorga: culto y
Press, 1972, pp. 50-52 (trad. esp.: Arte sacro. 800-1200, Madrid, 1994). reliquias hasta los inicios del gótico, Astorga, 2004, pp. 56-57 (Cuadernos, 21).

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El origen de las leyendas de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria

La Cruz de la Victoria

Exactamente cien años más tarde, en 908, un mo-


narca asturiano, Alfonso III en esta ocasión, entregaba
una nueva cruz enjoyada a la Iglesia de Oviedo. La
inscripción que la recorre nos proporciona su datación
exacta, así como información acerca del lugar en que
fue ejecutada, el castillo de Gauzón:38

svsceptvm placide maneat hoc in


honore di qvod offervnt
famvli xpi adefonsvs princes et scemena
regina ♥
qvisqvis avferre hoc donaria nostra
presvmserit
fvlmine divino intereat ipse ♥
hoc opvs perfectvm et concessvm est
santo salvatori ovetensi sedis ♥
hoc signo tvetvr pivs ♥ hoc signo
vincitvr inimicvs ♥
et operatvm es in castello gavzon anno
regni nsi xliiº Cruz de la Victoria. Tesoro de la catedral de
discvrrente era dccccxlvi a♥ Oviedo (fotografía de Lorenzo Arias Páramo)

En este caso sí sabemos que su uso fue original-


mente procesional,39 aunque, al igual que la Cruz de aparecen en Ambrosio de Morales y Tirso de Avilés.42
los Ángeles, carece de referencias documentales con- Un documento iconográfico, sin embargo, sugiere un
temporáneas una vez considerado falso el diploma del origen medieval para el tema.
908 que parece describirla.40 En el manuscrito 2805 conservado en la Biblioteca
Su denominación alude a la leyenda según la cual el Nacional de España, una copia de fines del siglo xii del
alma de madera de la pieza habría sido la cruz enar- Corpus pelagianum, la Adefonsi tertii chronica, solo se
bolada por el príncipe Pelayo en la batalla de Cova- copia fragmentariamente a partir de Mauregato43 y en
donga, que marcó el inicio de la insurrección cristiana ella no aparece, por tanto, el príncipe Pelayo. Su figura
contra los invasores musulmanes. Las referencias lite- se trata, sin embargo, unos folios antes, en la Chronica
rarias más antiguas no son anteriores al siglo xvi41 y Albendensia, reproducida en este caso de manera más o
menos literal.44 Al llegar al capítulo correspondiente al
38 
H. Schlunk: «Las cruces de Oviedo. Contribución…», o. cit., p. 85. Ordo gotorum obetensium regum, la inicial de la primera
39 
Ibídem, p. 77.
40 
Publica y critica el documento A. C. Floriano: Diplomática española del
periodo astur (718-910), t. ii, Oviedo, 1951, núm. 192, pp. 362-372. Lo consi- 42 
A. de Morales: Viaje a los reinos de León, Galicia y Principado de Asturias,
dera una falsificación del siglo xii o del xiii. Faborable a la autenticidad del Madrid, 1765, pp. 68 y 77-78 (reed., Oviedo, 1977). T. de Avilés: Armas y
diploma aunque aceptando interpolaciones en el ajuar, Valdés Gallego: «La linajes de Asturias y antigüedades del Principado, Oviedo, 1991, p. 170.
donación otorgada a San Salvador de Oviedo en el año 908», Boletín del Real 43 
F. 37v. y ss.
Instituto de Estudios Asturianos, núm. 150 (1997), pp. 243-260 44 
F. 10r.-36r. La versión original en J. Gil Fernández, J. L. Moralejo y J. I.
41 
H. Schlunk: Las cruces de Oviedo. El culto…, o. cit., p. 36. P. Henriet, Ruiz de la Peña (intr., ed., trad, n. y estudio preliminar): Crónicas asturianas,
o. cit., p. 168. Universidad de Oviedo, 1985, pp. 153-188.

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Territorio, Sociedad y Poder. Revista de Estudios Medievales / nº 5, 2010 [pp. 23-33]

En el scriptorium de Oviedo se compensó la sequedad


de la crónica con el poder de la imagen al representar
en la P inicial al rey Pelayo en la batalla de Covadonga.
Que esta representación, la más antigua conservada del
caudillo asturiano, haya pasado hasta el momento prác-
ticamente desapercibida se debe a la errónea identifi-
cación del personaje con su homónimo, nuestro obispo
de Oviedo.47 El texto, sin embargo, no deja lugar a
dudas:48 «Primum in Asturias Pelagius regnauit in Ca-
nonicas […]».
Por el astil de la P, que arranca de un dragón,
ascienden los musulmanes, ataviados como guerreros
convencionales, sin que ningún detalle identifique su
credo. Los soldados intentan alcanzar la parte superior
donde la figura del caudillo, en el interior del alvéolo de
la letra, emerge tras una estructura arquitectónica, una
fortificación quizá. Detrás de él, un montón de piedras
recuerda las armas que, según la Adefonsi tertii chronica,
se usaron en la lucha.49 Pelayo va ataviado como rey,
con una corona que responde a modelos miniados de
finales del siglo xi, por ejemplo la que lleva el monarca
Cruz de la Victoria. Alma de madera. Estado en entronizado en el centro de una de las tablas lunares del
1942 (fotografía de Horacio Rivera Álvarez) ms. 17 del St. John’s College, de Oxford (f. 27v.), de ca.
1080-1100.50 De las iluminaciones hispánicas inmedia-
tamente posteriores desaparecerán estos repertorios un
palabra,45 Primum, adquiere un espléndido desarrollo tanto fantasiosos. Coronas del tipo descrito no se en-
independiente. En el texto se describe de esta manera cuentran ni en el tumbo A de Santiago de Compostela
la victoria obtenida por los resistentes asturianos ante (1129-1134)51 ni en el Libro de las estampas de la catedral
los invasores musulmanes:46 de León (ca. 1200), estudiado por Fernando Galván.52

Et postquam a Sarracenis Spania occupata 47 


Á. Sicart, Pintura medieval: la miniatura, Santiago de Compostela, 1981,
est, iste [Pelagius] primum contra eis sumsit pp. 91-93. Le sigue M. S. Álvarez Martínez: El Románico en Asturias, Gijón,
reuellionem in Asturias, regnante Iuzep in 1999, p. 300. La escena se utiliza como portada de P. Henriet (dir.), À la
recherche de légitimités chrétiennes. Représentations de l’espace et du temps dans
Cordoba, et in Iegione cibitate Sarracenorum l’Espagne médiévale (ix e-xiiie siècle), Lyon, 2003. La imagen se identifica aquí
iussa super Astures procurante Monnuzza. correctamente, pero en los estudios del volumen no se hace a ella ninguna
otra referencia.
Sicque hab eo hostis Ismahelitarum cum 48 
bne ms 2805, fol. 23 r. El texto, según la Chronica Albendensia: Primum
Alcamene interficitur et Oppa episcopus capitur in Asturias Pelagius rg. in Canicas (…). J. Gil Fernández, J. L. Moralejo, J.
I. Ruiz de la Peña, o. cit., p. 173.
postremoque Monnuzza interficitur. Sicque ex 49 
J. Gil Fernández, J. L. Moralejo, J. I. Ruiz de la Peña, o. cit., p. 129.
tunc reddita est libertas populo Xpiano. 50 
C. M. Kauffmann, Romanesque Manuscripts. 1066-1190, London, 1975,
núm 9, pp. 56-57.
51 
Á. Sicart, op. cit., p. 46-64. S. Moralejo Álvarez, “La miniatura en los
45 
F. 23r. tumbos A y B”, Los tumbos de Compostela, Madrid, 1985, pp. 45-62.
46 
J. Gil Fernández, J. L. Moralejo, J. I. Ruiz de la Peña, o. cit., p. 173. La 52 
F. Galván Freile, La decoración miniada en el Libro de las Estampas
copia pelagiana es prácticamente idéntica, con diferencias irrelevantes. Puede de la catedral de León, Universiad de León, 1997, pp. 53-56 para las coronas
cotejarse en bne ms 2805, fol. 23r. representadas en el códice, pp. 90-91, la cronología de éste.

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El origen de las leyendas de la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria

Este arcaísmo sugiere una inspiración del pintor en un


códice anterior, quizá el original ejecutado en el scrip-
torium ovetense.
El príncipe asturiano sostiene una cruz en la mano
izquierda a la que señala con el índice de la derecha,
manifestándose de esta manera inequívocamente el
protagonismo del objeto.
No creo arriesgado identificar la pieza representada
en el bne ms. 2805 con el núcleo lígneo de la Cruz de la
Victoria, retrotrayendo, por tanto, el origen de la leyenda
a época de Pelayo de Oviedo. En los dos casos los brazos
son desiguales, más largo el vertical, y de remate trilo-
bulado, y el gesto realizado por el caudillo, señalando
con el dedo la cruz, indica la relevancia del objeto.
La capacidad simbólica y evocadora que aún hoy con-
servan los principales emblemas asturianos, las cruces
de Oviedo, es con toda probabilidad una creación del
siglo xii, obra, principalmente, del gran prelado que
fue el obispo Pelayo. Al frente de una diócesis cada vez
más alejada de los centros de poder, el obispo supo ac-
tualizar su antiguo patrimonio dotándolo de un nuevo
significado e incorporándolo a un renovado discurso
mediante el que resistió la pérdida de protagonismo
de la antigua sede regia. Estrictamente contemporáneo
de Suger de Saint-Denis (m. 1151), los dos pusieron su
talento literario al servicio de las instituciones que ri- «Primum in Asturias Pelagius regnauit in
gieron, y los dos fueron capaces de aprovechar las joyas Canonicas», Corpus pelagianum, bne, ms.
altomedievales que conservaban en sus iglesias para au- 2805, f. 23r. Pelayo en la batalla de Covadonga
mentar su prestigio. sosteniendo la Cruz de la Victoria

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