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Láser

Un láser es un dispositivo que usa la emisión inducida o estimulada, la cual es un


efecto de la mecánica cuántica, para generar un haz de luz coherente tanto
espacial como temporalmente.

La coherencia espacial es la capacidad que tendrá un haz para permanecer con


un pequeño tamaño al transmitirse por el vacío en largas distancias y la
coherencia temporal es la capacidad para concentrar la emisión en un rango
espectral muy estrecho.

Los láseres se clasifican según la naturaleza de su medio activo o material del


cual está compuesto, en este caso se hablará de un láser de cascada cuántica,
cuyo medio activo es un material semiconductor

Láser de cascada cuántica


Es un dispositivo semiconductor láser que convierte energía eléctrica en radiación
electromagnética en el espectro infrarrojo, cuya longitud de onda del haz emitido
puede ser diseñada para oscilar en el rango 3-300 micrómetros y dependiendo de
dicha longitud de onda, la potencia óptica obtenida oscila normalmente entre los
mili watts (mW) y decenas de vatios (10W).

La núcleo teórico de base para el funcionamiento del láser de cascada cuántica


fue propuesto en la década del 1970 por F. Kazarinov y R. A. Suris. En enero de
1994, un grupo de científicos e ingenieros en los Laboratorios Bell de Nueva York
a cargo de Federico Capasso y de Alfred Y. Cho reportó la primera realización de
un dispositivo láser de cascada cuántica, el cual emitió radiación en la longitud de
onda de 4 micrómetros. Luego de dos décadas de desarrollo, el LCC se ha
establecido hoy en día (2014) como una fuente de luz láser para longitudes de
onda 3-300 micrómetros muy exitosa, ofreciendo una serie de ventajas con
respecto a otras fuentes de radiación electromagnética en este rango de
frecuencias.

Funcionamiento

El láser de cascada cuántica funciona con inyección eléctrica; bajo un determinado


potencial eléctrico, la inversión de población es realizada cuando niveles
energéticos de la banda de conducción se alinean de una forma determinada,
estos niveles energéticos se repiten de forma periódica a lo largo de toda la
estructura del láser formando, desde el punto de vista energético, una serie de
“cascadas” o “escalones energéticos”; un electrón, al recorrer una a una estas
cascadas energéticas, genera quantos de luz, fotones, en cada uno de estos
saltos energéticos.
Distribución de niveles energéticos en un láser de cascada cuántica. Las flechas
rojas representan saltos energéticos de electrones. Las flechas ondeadas
representan la emisión de quantos de luz.

Aplicaciones

En la actualidad las aplicaciones de este tipo de láser se distribuyen


principalmente en 3 grandes grupos:

El primer grupo es la detección de gases orgánicos: representa el mayor y


más prometedor espectro de aplicaciones de este dispositivo optoelectrónico;
sistemas de detección de gases que utilizan el láser de cascada cuántica han sido
creados, siendo la detección fotoacústica uno de los más comunes. Ejemplos de
gases detectados con el LCC son metano (CH4), monóxido de carbono (CO),
dióxido de carbono (CO2), y óxido de nitrógeno (NO2).
El segundo grupo de aplicaciones explota las dos ventanas infrarrojas de
transmisión atmosférica para longitudes de onda en el rango 3-5 y 8-12
micrómetros. Potenciales aplicaciones para la transmisión de señales con cero
atenuación están siendo investigadas.
El tercer grupo es la simulación de objetos calientes, la cual incluye la
calibración de cámaras térmicas; y aplicaciones militares como contramedidas de
infrarrojos.

Existen otro tipo de aplicaciones para estos láser, pero apenas están en la etapa
de investigación, por lo cual no son tenidas en cuenta, pero si se puede mencionar
que dentro del campo de la investigación de la física mecánica cuántica, estos
constituyen una gran herramienta que ayuda a entender un poco más sobre el
campo de la radiación electromagnética.

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