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Aristóteles – B.

El ser y el ente

Y lo mismo que su lógica, así también su metafísica ha señalado al espíritu


un camino que hasta el día de hoy ha tenido seguidores; sin embargo,
él no usa formalmente la palabra «metafísica» sino «filosofía primera» o
«sabiduría». El término «metafísica» se halla por primera vez en Nico-
lás de Damasco, peripatético del tiempo de Augusto. Es posible que lo
hubiera empleado ya el discípulo inmediato de Aristóteles, Eudemo de
Rodas. Dijimos anteriormente (pág. 179) que se ha de descartar un senti-
do puramente bibliotecario. Que el met£, ÿpör, trans, no debe entenderse
como sublimación a un mundo enteramente aparte, como Hume y Kant
afirmaron en su crítica de la metafísica, y ya antes, los Padres de la Iglesia
y algunos escolásticos habían sugerido, se deduce de los comentadores de
la metafísica de la escuela de Ammonio. Por tanto podría suceder hoy que,
al querer fijar el sentido de la palabra «metafísica», diéramos al met£ el falso
sentido de total separación.
Interpretaciones aristotélicas. ¿Qué entiende por metafísica Aristóteles
mismo? Concibe una ciencia que no investiga ya regiones particulares
del ser, como por ejemplo la medicina o la matemática, sino que va al
mismo ser en general, al ser que se encuentra en todas las cosas, es decir,
al ser como tal, en cuanto ser, y con él investiga también las cosas que a
este ser, tomado así en general, le corresponden.
Ser en cuanto tal. «Hay una ciencia que considera al ser en cuanto tal
(t’ ◊n Œ ‘n) y todo lo que esencialmente le conviene» (Met. G, 1; 1003a
21). Metafísica es, pues, ciencia del ser, ontología. Todas las ciencias hablan
constantemente del ser y presuponen además una serie de conceptos
que inmediatamente se relacionan con él, por ejemplo, las ideas de identi-
dad, oposición, diversidad, género, especie, todo, parte, perfección, unidad,
necesidad, posibilidad, realidad, etcétera (cf. Met. D). Todo hombre que
cultiva una ciencia cualquiera, no ésta ni aquélla, necesita estos conceptos.
Son por ello algo enteramente general, algo que se da con el ser en cuanto
tal. Pero ningún cultivador de una ciencia particular se ocupa de investigar
estos conceptos universales y necesarios a todos. Todos los presuponen sin
recelo ninguno. Por eso es preciso una ciencia que investigue científicamente
estos conceptos universalísimos y de uso común, el ser y sus propiedades;
ésta será la «filosofía primera».
Lo primero y lo causal. Porque este ser generalísimo sirve de base a todas
las zonas del ser y a todos los seres o entes particulares, y porque viven,
por así decirlo, todos de él, Aristóteles puede también definir la metafísica
como la ciencia de las primeras cosas y de las causas (t¶ prÓta kaà aátia,
Met. A, 2).
«Teología». En una tercera caracterización de la metafísica dice Aristóteles
que la filosofía primera es la ciencia del ser inmóvil y separado (perà cwrist¶
kaà ¢kÖnhta); sería la ciencia de Dios, del motor inmóvil, de la primera

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