ENSAYO: COMUNICACIÓN ASERTIVA.

“No es lo que dices, sino como lo dices”

En la actualidad, la frase anterior tiene un gran peso en nuestra convivencia diaria,

ya que a pesar de que estamos todo el tiempo comunicándonos a través de las redes
sociales, suena absurdo que la mayoría de nuestros problemas sean por no saber utilizar las
palabras correctas, con la persona adecuada, en el momento indicado… algunos de esos
conflictos van desde pronunciar un SI demasiado rápido o un NO demasiado tarde, hasta
reaccionar de manera agresiva o simplemente no decir nada por temor a que los demás se
ofendan.

Ante este panorama, una de las soluciones más efectivas podría ser, poner en práctica la
comunicación asertiva que no es nada sencillo, ya que involucra una serie de habilidades
que van desde la expresión clara de ideas y sentimientos hasta saber pedir, saber negarse,
ser flexible, saber negociar para conseguir lo que se quiere y por sobre todo, respetar los
derechos de los demás, es decir, encontrar ese punto medio, ese delicado equilibrio para no
caer ni en la pasividad, ni en la agresividad.

A diario nos damos cuenta de que existen muchos tipos de personas, desde aquellas que
sobrevaloran sus opiniones dejando de lado o despreciando las de los demás, también
aquellos que evitan mostrar sus sentimientos o pensamientos por temor a ofender o ser
rechazados, hasta aquellas personas que manifiestan apertura hacia las opiniones de los
demás y que se muestran respetuosos, flexibles y que tratan de evitar los conflictos, estos
últimos representan una minoría, ya que no todas las personas pueden ser claras, concisas,
concretas, correctas, coherentes, completas y amables, que son elementos importantes para
una comunicación asertiva.
La asertividad es una cualidad a la cual se hace mucha referencia últimamente, debido a
que ofrece muchas ventajas, porque a través de ella podemos ser francos y directos,
diciendo lo que se desea expresar, sin herir sentimientos ni menospreciar la valía de los
demás, solo defendiendo los propios derechos de manera justa y respetuosa.

Desde mi rol como maestra es sumamente benéfico poner en práctica esta habilidad, ya
que me da la oportunidad de darme a entender mejor con mis alumnos sin que ellos se
sientan menospreciados y al mismo tiempo, ellos aprenden a ser así, recordando que los
profesores somos ejemplo a seguir y que mejor que desde pequeños puedan ser capaces de
expresarse de manera efectiva y aprendan a defender sus derechos a través de la
negociación respetuosa.

Desde el puesto directivo, aplicar este tipo de comunicación con mis compañeros maestros,
me permite poder tener mayor reciprocidad en varios aspectos como: apertura, empatía,
confianza, entre muchos otros que son de gran utilidad para poder entender y aceptar
puntos de vista para negociar y conseguir el beneficio común ante cualquier situación que
se presente.

Y desde mi ámbito personal que va muy de la mano con el sindical, me ayuda a ser mejor
en todos los roles en los que me desempeñe y desde cada uno de ellos, ser capaz de
negociar y luchar por conseguir que se hagan valer mis derechos como profesional y como
persona para poder lograr la reivindicación justa del magisterio y con ello conseguir el
bienestar propio que es tan necesario para obtener una mejor calidad de vida. Alguna vez
creí que era muy utópica esta forma de pensar, pero hoy creo que puede llegar a ser una
realidad por el despertar de conciencias que está ocurriendo en nuestra sociedad y porque
no considero que sea una mera casualidad el hecho de conocer a personas optimistas que
creen que aún estamos a tiempo de mejorar.