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Trabajo Cohecho

Sentencia 39156

En ese orden, se tiene que el artículo 407 del Código Penal


tipifica así el delito de cohecho por dar u ofrecer:

"El que dé u ofrezca dinero u otra utilidad a servidor público, en los


casos previstos en los dos artículos anteriores, incurrirá…".

En primer lugar, y para responder las observaciones


hechas por el defensor del doctor DIEGO PALACIO
BETANCOURT, debe observarse que entre todas las especies de
cohecho, ésta es la única que no requiere sujeto activo
cualificado. La razón es muy simple si se tiene en cuenta que se
pretende proteger la administración pública de
comportamientos corruptores de terceros.

Así lo sostuvo la Corte Constitucional en sentencia C-709


de 1996:

“Las normas que estructuran el delito de cohecho en sus diferentes


modalidades tienen como sustrato un valor moral y ético en cuanto
persiguen una finalidad útil a la comunidad, como es la de combatir
los fenómenos de corrupción asociados a las acciones que ponen a
precio la función pública, es decir, la venta concluida entre un
particular y un servidor público de un acto u omisión perteneciente al
haz de funciones o competencias que en desarrollo de aquélla le han
sido asignadas y para los cuales el ordenamiento jurídico no autoriza
una contraprestación”.
La jurisprudencia de la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia, en sentencia de única instancia del 6 de
mayo de 2009 (rad. 23.924), también se refirió a esta clase de
delitos contra la administración pública, así:

“En términos generales, sobre las diferentes modalidades del delito


de cohecho, en tanto que corresponde a una de las especies de
atentados a la administración pública, la jurisprudencia de la Sala ha
sostenido reiterada y pacíficamente que la tipificación de las
diferentes especies de cohecho protegen el bien jurídico de la
administración pública con todos los valores que la integran, “esto es,
el normal desenvolvimiento de las funciones estatales, el prestigio, la
fidelidad, el decoro, los deberes y la disciplina que cada cargo público
entraña”, pues todos ellos son indicativos de la “irreprochabilidad e
insospechabilidad” que debe caracterizar la actuación de los
servidores públicos”.

De ahí que las razones de política criminal que llevaron al


legislador a elevar a categoría de delito aquellos
comportamientos tendientes a dañar el espíritu y la rectitud que
se espera de los servidores públicos, con ofrecimientos o
prebendas que hagan ceder los intereses superiores de la
comunidad, por los que debe velar Estado, frente a los de quien
ofrece guiado por su mera conveniencia, permiten concluir que
para la comisión del delito de cohecho por dar u ofrecer resulta
indiferente si la iniciativa corruptora proviene de un particular o
de un servidor público.

Obsérvese al respecto que en esta específica modalidad de


cohecho, quien da u ofrece “dinero u otra utilidad” no lo hace de
manera espontánea, sino con un fin específico: que el servidor
público corrompido realice cualquiera de las conductas
descritas en el artículo mencionado, esto es: i) “retardar u omitir
un acto propio de su cargo” o “ejecutar uno contrario a sus
deberes oficiales” (cohecho propio) o ii) llevar a cabo un “acto
que deba ejecutar en el desempeño de sus funciones” (cohecho
impropio). Es decir, esta modalidad representa el otro extremo
de la cadena corruptora de la administración pública.
Esta especie delictiva, a diferencia de muchas otras, que
también afectan a la administración pública, no es unilateral,
sino bilateral, pues de un lado está quien hace la oferta para
corromper y, de otro, quien accede a ello y traiciona su
compromiso de hacer respetar la constitución y la ley y de
actuar de manera transparente, honesta y eficaz.

En todo caso, la persona que ofrece tiene un especial interés en


el asunto en el que debe intervenir o resolver el servidor público
destinatario de la oferta, quien, por lo mismo, tiene capacidad y
poder de decisión al respecto.

No se trata, en contraste, de la disponibilidad que tenga


quien ofrece, pues el tipo no exige al agente corruptor
demostrar la capacidad o intención de cumplir, porque el
mero ofrecimiento, para los fines perseguidos por la norma,
es en sí mismo punible.
La disponibilidad que permite discernir si se está o no
frente a esta específica modalidad de cohecho, es la
valoración positiva de que el agente corrompido estaba en
condiciones de ejecutar o de omitir lo pedido, porque
precisamente el acto de corrupción que entraña el ofrecer
dádivas o cualquier otro provecho a un servidor público
tiene que ver con las consecuencias o efectos vinculantes
que resultan del interés de quien ofrece, los cuales son de la
competencia o el poder de decisión de quien se deja
corromper.
Por ello, cuando la ley se refiere al servidor público que “acepta”
los ofrecimientos o dádivas corruptoras, está exigiendo como
presupuesto de la conducta la existencia de un acuerdo de
voluntades entre quien ofrece y quien acepta, no siendo
indispensable que el servidor público a quien estaba dirigida la
oferta la rechace, o que habiéndola aceptado, posteriormente el
oferente no le cumpla.
En el primer caso, sólo cometería cohecho quien ofreció,
mientras que en el segundo habrían incurrido en el delito tanto
el agente corruptor como el corrompido, pues el primero
actualizó el tipo penal con el mero ofrecimiento y el segundo con
la simple aceptación.

En la segunda hipótesis, esto es, cuando se da, el delito de


cohecho se comete en ese mismo acto tanto por quien da como
por quien recibe.
Del mismo modo, la dinámica propia de la forma de
ejecución de este ilícito no requiere una inmediatez entre el acto
demandado por el oferente corruptor y el cumplimiento de la
canonjía por la que se vende la función pública; inclusive no se
precisa que el acto demandado sea en sí mismo de contenido
ilícito1.

DIEGO PALACIO BETANCOURT

A este ex funcionario la Fiscalía le imputó coautoría en el delito


de cohecho por dar u ofrecer en relación con YIDIS MEDINA, en
lo que concierne a la designación de CARLOS CORREA
MOSQUERA en la dirección de la Clínica Primero de Mayo, y
con respecto a TEODOLINDO AVENDAÑO CASTELLANOS, el
ofrecimiento de una notaría y contratos para la nuera en el
Ministerio que él dirigía.

Ofrecimientos a YIDIS MEDINA PADILLA

Dirección de la Clínica Primero de Mayo

Mediante Resolución N° 297 del 3 de junio de 2004, el ingeniero


químico farmacéutico CARLOS CORREA MOSQUERA fue

1 CSJ-SP-, 10 de diciembre de 2002, rad. 18.095.


encargado de la Dirección de la la Unidad Hospitalaria Clínica
Primero de Mayo, de la Empresa Social del Estado Francisco de
Paula Santander, cargo en el cual tomó posesión el 23 de junio
del mismo mes y año.2
Frente a este nombramiento, el doctor DIEGO PALACIO
BETANCOURT ha sostenido enfáticamente que no tenía
injerencia en las Juntas Directivas de las Empresas Sociales del
Estado, razón por la cual es imposible atribuirle participación
en la designación de CARLOS CORREA MOSQUERA en la
dirección de la clínica Primero de Mayo.

Su defensor, por su parte, argumentó que no es factible que en


una llamada de escasos tres minutos de duración, su defendido
pudiera haberse referido a ese tema con la congresista YIDIS
MEDINA.

Contrario a ello, encuentra la Sala que la forma en que se


presentaron los hechos terminan por otorgarle la razón a la
sindicación que ha hecho YIDIS MEDINA en relación con este
cargo, según ella ofrecido por el doctor ALBERTO VELÁSQUEZ
ECHEVERRI, con el compromiso de hacer lo pertinente para
que el Ministro del ramo dispusiera lo que a él le correspondía.

(…)

2 Folios 132 y 133, cuaderno original N° 16.


Todo lo anterior permite corroborar lo sostenido por YIDIS
MEDINA en la indagatoria rendida en la Corte, en las
declaraciones en la Procuraduría y en este mismo asunto
durante la investigación y el juicio, en el sentido de que dicho
nombramiento fue uno de los ofrecimientos que el doctor
DIEGO PALACIO le hizo el 2 de junio de 2004, a cambio de que
ella apoyara al día siguiente con su voto, el proyecto de
reelección presidencial.

Ofrecimientos a TEODOLINDO AVENDAÑO

La acusación concluyó que el 2 de junio de 2004 el doctor


DIEGO PALACIO BETANCOURT buscó al representante
TEODOLINDO AVENDAÑO en sus oficinas del Congreso, para
solicitarle su apoyo al proyecto de reelección presidencial
ofreciéndole a cambio una Notaría y contratos para su nuera
VANIA CONSTANZA CASTRO BARONA, y no para hablar de
temas de salud como ellos lo alegaron.

Como se reseñó atrás, las particulares circunstancias que


rodearon el encuentro así lo indican y lo corrobora la secuencia
de acontecimientos ocurridos con posterioridad a la votación
llevada a cabo en las sesiones del 3 y 4 de junio de 2004 en la
Comisión Primera Constitucional Permanente de la Cámara de
Representantes, pues la forma en que TEODOLINDO
AVENDAÑO accedió, en 2005, a una notaría recién creada y la
vinculación contractual, a mediados del mismo año, de VANIA
CONSTANZA CASTRO con el Ministerio de Protección Social,
permiten concluir con certeza que esos espacios burocráticos
representaron el pago posterior a los ofrecimientos hechos el 2
de junio de 2004 en la oficina 415B.

Una Notaría en Bogotá

TEODOLINDO AVENDAÑO negó enfáticamente haber recibido


ofrecimientos por parte de altos funcionarios del Gobierno, a
cambio de contribuir con su ausencia para que el proyecto de
Acto Legislativo que daba paso a la reelección presidencial no se
hundiera, hecho que para entonces se advertía inminente, dado
que él junto con YIDIS MEDINA, el 1º de junio de 2004, en la
reunión celebrada en la casa de la representante CLARA
PINILLOS, firmaron una proposición de archivo.

En este sentido, la tesis del doctor PALACIO BETANCOURT


consistente en que YIDIS MEDINA mintió porque la creación de
notarías y la designación de notarios no son funciones del
Ministro de Protección Social, no deja de apoyarse en una
rigurosidad que apenas en apariencia pudiera tener respaldo en
las regulación legal de las funciones de esa Cartera Ministerial,
pues si bien es cierto que son otras las autoridades competentes
en el tema notarial, no puede desconocerse que la dinámica y
secuencia en que se cumplieron los hechos demostrados en este
asunto, obedecen a una estrategia utilizada por los miembros
del Gobierno encargados de corromper la intención de voto de
TEODOLINDO AVENDAÑO CASTELLANOS y YIDIS MEDINA
PADILLA, como quedó demostrado atrás, es decir, que se trató
de un acuerdo de voluntades con un fin común alcanzado
mediante la distribución de funciones.

Recuérdese al respecto que los tres involucrados en este proceso


eran altos funcionarios del Gobierno que tuvieron permanente
contacto con el Palacio de Nariño durante los días cruciales del
primer debate en la Cámara de Representantes del proyecto de
reelección, esto es, 2 y 3 de junio; los cargos ofrecidos
dependían de una u otra manera de decisiones directas del
Ejecutivo, o incluso de ellos mismos como miembros del
Gobierno, o pertenecían a entidades adscritas a la Presidencia
de la República o a la Cartera que cada uno de los aquí
involucrados dirigía, o sobre las que aquellos tenían injerencia.

En suma, en todos los casos se trataba de cargos de entidades


de nivel nacional, respecto de los cuales el Gobierno
indudablemente tenía no solo poder de decisión, sino de
jerarquía frente a quienes dirigían las entidades
correspondientes, lo cual explica la posibilidad real de tener a
su alcance la información acerca de las vacantes existentes en
la base de datos que se manejaba desde la Secretaría General
de la Presidencia de la República.
(…)

Adicional a lo anterior, no está de más recordar que por aceptar


esta clase de ofrecimientos hechos por el Ministro PALACIO
BETANCOURT para que omitiera un acto propio de sus
funciones, TEODOLINDO AVENDAÑO fue condenado3 como
autor del delito de cohecho propio, en concurso con el de
enriquecimiento ilícito de particular, por haberse demostrado en
grado de certeza que la fuente del incremento patrimonial
verificado en la suma de $ 200.604.000, fue el mencionado
delito contra la administración pública.

Por último, no sobra señalar que si bien es claro que el Ministro


de Protección no intervino en el nombramiento de LUIS CAMILO
O´MEARA como notario 67 de Bogotá, porque entre sus
funciones no se encuentra la de designar ese tipo de cargos, lo
cierto es que el ofrecimiento estaba respaldado por la actitud
mancomunada previamente y, de todas maneras, que se
cumpliera o no, dependía exclusivamente del Gobierno del cual
el hacía parte, cuya continuidad se propuso apoyar
decididamente con su ilícito proceder.

Recuérdese al respecto que para efectos de la materialización


del verbo rector del delito de cohecho por ofrecer, basta con que
se haga el ofrecimiento, independientemente de que el

3 Del 3 de junio de 2009.


destinatario lo acepte, de que se le cumpla o no
inmediatamente, como se explicó al comienzo de esta decisión,
porque de quien se requiere esa condición es del funcionario
corrompido, ya que de otra manera no sería posible obtener el
resultado pretendido por quien corrompe. Basta que al
destinatario de la oferta, en forma transable, se le presente
como razonable la concreción de la propuesta.

Contratos para VANIA CONSTANZA CASTRO BARONA

Este fue otro de los ofrecimientos que, según la acusación, el


doctor DIEGO PALACIO le hizo a TEODOLINDO AVENDAÑO
para que se ausentara de la sesión del 3 de junio de 2004
llevada a cabo en la Comisión Primera Constitucional, cuando
se iniciaba el trámite en primera vuelta del proyecto de
reelección presidencial inmediata.

Tal hecho ha sido igualmente negado por sus protagonistas. Sin


embargo, las explicaciones dadas para demostrar que esa
contratación no tuvo como origen la conducta asumida el 3 de
junio de 2004 por TEODOLINDO AVENDAÑO, devienen frágiles
y poco creíbles a la hora de confrontarlas con las reglas de la
sana crítica y, por el contrario, conducen a concluir que no es
más que el intento por ocultar la verdad de lo ocurrido.
Al igual que los anteriores eventos, a esa conclusión confluyen
las circunstancias concomitantes y posteriores a la sesión del 3
de junio de 2004, difíciles de desligar de los motivos por los que
TEODOLINDO AVENDAÑO no estuvo presente a la hora de
votar.
(…)
Por todo lo anterior, entonces, se proferirá sentencia de condena
en contra del doctor DIEGO PALACIO BETANCOURT, pues,
como quedó expuesto, se demostró en grado de certeza que él
en su condición de Ministro de Estado hizo ofrecimientos
burocráticos a YIDIS MEDINA PADILLA y a TEODOLINDO
AVENDAÑO CASTELLANOS, para que la primera apoyara con
su voto el proyecto de reelección presidencial inmediata y, el
segundo, omitiera hacerlo, ausentándose del recinto del
Congreso el 3 de junio de 2004.

SABAS EDUARDO PRETELT DE LA VEGA

El doctor SABAS PRETELT DE LA VEGA y su defensor han


sostenido reiteradamente que YIDIS MEDINA mintió porque dio
versiones diferentes y, cuando grabó la entrevista con DANIEL
CORONELL, no mencionó ofrecimiento alguno de parte del
Ministro del Interior y de Justicia.

Este argumento que constituye la base neural de su


defensa, no cuenta con soporte probatorio que lo respalde, de
modo que la acusación no resulta antojadiza ni revanchista
como parece ha entendido el doctor PRETELT el cumplimiento
de la labor investigativa de la Fiscalía, en un distorsionado
concepto de sus derechos como alto funcionario de Estado,
pues sus argumentos y actitud procesal no permiten conclusión
diferente.

En efecto, en la entrevista grabada con DANIEL


CORONELL YIDIS MEDINA refirió a SABAS PRETELT DE LA
VEGA como el primer funcionario que la buscó y le pidió que
votara a favor de la reelección afirmando que “la negociación la
hizo SABAS PRETELT y el mismo Presidente de la República”.

Asimismo, en todas sus intervenciones judiciales, bien en


calidad de investigada o de testigo, ha señalado sin ambages a
quienes contribuyeron a materializar las prebendas prometidas
para que apoyara el proyecto de reelección presidencial
inmediata que se tramitó en el Congreso en 2004, refiriéndose
en todas las ocasiones al entonces Exministro del Interior y de
Justicia como un personaje que desempeñó un papel definitivo
en ese convencimiento, basado en ofrecimientos burocráticos,
como efectivamente quedó demostrado capítulos atrás.

Por ello, las declaraciones dadas a la justicia y a los medios de


comunicación en 2004, luego de surtirse en la Comisión
Primera el debate que culminó en la madrugada del 4 de junio
de ese año, son coherentes con el compromiso asumido con el
Gobierno para ocultar el ilícito pacto sellado en los salones del
Palacio de Nariño y en las oficinas del Congreso de la República;
y de igual modo, su decisión en 2008 de contar la verdad, es
congruente con las razones que determinaron el rompimiento de
las buenas relaciones que su voto positivo le había dejado con
altos funcionarios del Gobierno de entonces.

Del mismo modo, como suele ocurrir en los acuerdos


cimentados en propósitos turbios y de desconfianza mutua, no
fueron motivos nobles y altruistas los que determinaron a YIDIS
MEDINA a destapar lo que a voces se intuía desde 2004, pues
cuando dejó de tener las influencias que antes podía ejercer,
porque quienes le ofrecieron ya no le daban el trato especial y
de preferencia que ella creyó iba a tener por mucho tiempo, se
sintió engañada.

En este sentido, no puede perderse de vista que la


publicación en 2008 de la entrevista dada por ella en agosto de
2004 al periodista DANIEL CORONELL, ocurrió después de la
declaración que YIDIS MEDINA concedió al periódico El
Espectador sobre su participación en el trámite del proyecto de
reelección, lo cual dio lugar al último acercamiento de ella con
el doctor SABAS PRETELT DE LA VEGA desde Italia, donde
fungía como embajador.
Por ello, luego de resultar fallida la mediación intentada a través
de HERNANDO ANGARITA para que le permitieran el dominio
absoluto de los espacios burocráticos que ella entendió como
suyos indefinidamente4, autorizó la publicación de la entrevista
que se encontraba en secreto desde 2004 y decidió enfrentar al
Gobierno que, según ella, le había dado la espalda.

Igualmente nótese que si bien los doctores SABAS PRTELT DE


LA VEGA y HERNANDO ANGARITA FIGUEREDO reconocieron
las comunicaciones y los encuentros, dando cada uno
explicaciones opuestas, ponderadas las mismas al amparo de
las reglas del sentido común y de la experiencia, no es posible
atenderlas.

En relación con YIDIS MEDINA PADILLA

La acusación le atribuyó al doctor SABAS EDUARDO


PRETELT DE LA VEGA haberle ofrecido a YIDIS MEDINA
PADILLA un cargo para su amigo CÉSAR GUZMÁN y una
notaría en Barrancabermeja.

Cargo para CESAR GUZMÁN

En los relatos ofrecidos bajo la gravedad del juramento y en su


diligencia de indagatoria, YIDIS MEDINA fue coherente y precisa

4 Lo cual se advierte en las reiteradas expresiones utilizadas por YIDIS MEDINA relativas
a “yo lo nombre”¸ ”a mi me la dieron” “me quitaron”, etc.
en manifestar que después de aceptar los ofrecimientos que le
hicieron en el Palacio de Nariño, el propio Presidente de la
República le dio la orden de cumplirlos al doctor ALBERTO
VELÁSQUEZ ECHEVERRI, y el doctor SABAS PRETELT DE LA
VEGA le ratificó que todo se le daría, pues el Gobierno requería
de su ayuda para continuar sus políticas una vez habilitada la
reelección presidencial que ella contribuiría a concretar con su
voto positivo.
Lo anterior permite evidenciar que en la medida en que los
funcionarios del Gobierno dispusieron de todo lo necesario o
gestionaron o intervinieron para complacer burocráticamente a
YIDIS MEDINA, hicieron suyos los ofrecimientos a ésta para
inclinar hacia los intereses del Gobierno el voto que definiría la
suerte del proyecto de Acto Legislativo que permitiría la
reelección presidencial inmediata, de modo que el actuar de
cada uno de los involucrados en este asunto actualizó el verbo
rector ofrecer que tipifica el delito de cohecho, toda vez que,
como se ha venido demostrando, los cargos a los que se le
prometió acceder le fueron dados posteriormente y de manera
paulatina, de acuerdo a la disponibilidad existente en cada una
de las entidades, o del trámite necesario para su creación, como
ocurrió con las notarías.

En ese orden, tan claro era que el actuar de los tres


acusados en este asunto era mancomunado y determinado por
un fin común, que CÉSAR inicialmente iba a ser nombrado en
la Red de Solidaridad Social, sólo que no fue posible dado que el
hecho se conoció en Barrancabermeja y podía despertar
suspicacias muy cercanas a la realidad -que fuera el pago a
YIDIS por el voto-, motivo por el cual con ese cargo finalmente
fue beneficiado JAIRO ALFONSO PLATA, como se verá más
adelante.
(…)
El doctor SABAS PRETELT DE LA VEGA, al igual que su
defensor, alegó en la audiencia pública que ese nombramiento
no puede servir de fundamento para atribuirle el delito de
cohecho por dar u ofrecer, porque el propio CÉSAR GUZMÁN
aseguró que no habló personalmente con él para esos efectos y
que renunció porque se decepcionó del sueldo.

En ese sentido, el argumento de que CÉSAR nunca se hubiera


contactado personalmente con él doctor SABAS PRETELT, tiene
un peso apenas aparente a su favor, porque si bien la premisa
inicial es verdadera, la segunda no emerge como consecuencia
de la primera, por la sencilla razón de que los acercamientos y
los acuerdos burocráticos se hicieron entre YIDIS MEDINA
PADILLA y miembros del Gobierno, siendo él uno de ellos. Así
las cosas, el contacto directo entre los beneficiados y quienes se
encargaron de convencer a la congresista con ese tipo de
ofrecimientos, no resultaba en modo alguno necesario.
Al contrario, la relación existente entre las personas nombradas
en los diferentes cargos y YIDIS MEDINA PADILLA, así como el
contacto que ésta tenía con el Ministro del Interior y de Justicia
-el cual surgió a raíz de los acercamientos que hizo con ella con
motivo del tema de la reelección presidencial-, sólo permite
concluir que los cargos correspondían a un pago acordado
previamente y que la efectividad de sus gestiones para
obtenerlos se dio gracias a la venta que hizo de su función, a
cambio de hacerse a espacios burocráticos que antes no había
tenido, como lo expresó CESAR GUZMÁN en declaración
rendida en la Procuraduría General de la Nación.

Una Notaría en Barrancabermeja

Reglas de la experiencia y análisis probatorio… bla bla bla

Una Notaría para TEODOLINDO AVENDAÑO

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