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LA VIRTUD, TEMA COMUN ENTRE LOS CLASICOS GRIEGOS, PERO DIVERGENTE.

Por: Luis Alfredo Garavito Benítez

Como estudiante y además principiante en estos avatares de la filosofía, agradezco al

profesor Iván Darío Carmona, que me haya dado la oportunidad de hacer este ejercicio de

reflexión, acerca de estos tres grandes hitos de la filosofía de occidente, que sin duda

alguna, son los que echaron las bases de toda la estructura de lo que hoy se conoce

como Filosofía occidental. Realizar este ejerció es una prueba en el crisol, puesto que

como se dice en el común decir, “a nadar se aprende nadando”. Filosofar se aprende

filosofando. En este sentido estamos abiertos al aprendizaje a través del ensayo- error.

Sin más preámbulo ¡vamos, manos a la obra!.

En occidente, como ya se dijo, no se pude hablar de virtud sin que se tenga que hablar de

estos tres grandes maestros de la filosofía. Ahora bien, qué entendía cada uno de ellos

por virtud, no es fácil, puesto que entre ellos existe un parentesco pedagógico que

establece una relación maestro-discípulo, que hace que las diferencias entre sus

conceptos, no sea fácil de diferenciar, sin embargo, en medio de estas dificultades, vamos

a intentar hacerlo.

En su orden comencemos con Sócrates. Este pensador tiene como punto central de su

pensamiento, la esencia del hombre, la que radica en el alma humana, y la que identifica

con la razón. Por eso hablar de virtud desde la perspectiva de Aristóteles, hay que

referirse a la razón, es decir, al conocimiento. Por eso para Aristóteles la tarea principal

del hombre, es el cuidado de del alma, para que de esta manera alcance la virtud, y el

cuidado del alma no es otra cosa que conocerse así mismo. Cultivar la razón. El concepto

de conocimiento de Aristóteles no es solamente teórico, si no también práctico, es decir


debe haber armonía entre la teoría y la práctica. Es algo así, que quien no tiene la

suficiente claridad teórica, la práctica se le enreda, en cambio, quien tiene la suficiente

claridad teórica, la práctica se le facilita. Creo yo que esto es lo quiere decir el profesor

Iván Darío Cardona cuando escribe: “La virtud en Sócrates tiene como característica el

ser un conocimiento y comprenderse así misma como una unidad, es decir, el hombre

que desea un actuar justo, equilibrado, una vida en la mesura, debe empezar por construir

un conocimiento de la virtud, camino de acceso al modelo de la acción, esto es, el

conocimiento de sí mismo con toda sus implicaciones de autodominio y cuidado de

sí”.(Cardona, 2006). Vistas las cosas así, se puede decir que la virtud es para Aristóteles

el conocimiento de sí, para un buen actuar, para un actuar correcto.

Para Platón la virtud es un concepto polisémico, es decir, que la virtud para Platón tiene

diferente significados, pero que a la vez se articulan entre sí. En un primer momento la

virtud para Platón significa sabiduría, un tanto en el sentido socrático, pero en un orden

superior que entiende el conocimiento como conocimiento del bien. Y entiende a este bien

como la suma de todas las virtudes particulares tales como la justicia, el valor, la piedad

etc. Para este filósofo, la virtud se fundamenta en el conocimiento del bien.

Otro concepto de virtud que encontramos en Platón, es el concepto de virtud como

purificación del alma, que consiste en considerar que el alma hay que desprenderla del

cuerpo, para que pueda ascender al mudo de las ideas, que es el mundo perfecto y de

esta manera el alma se perfecciona, y al perfeccionarse el alma, se perfecciona el

hombre. Si embargo, Platón admite que una vida buena, es decir, una vida virtuosa, es

una vida donde los placeres del cuerpo, también hay que aceptarlos, pero con cierta

moderación. En este sentido, lo que entiendo es que, para Platón, en este contexto, la

virtud consiste en que el alma es la vigilante, de las acciones del cuerpo. De que el
cuerpo, que es el depositario de las pasiones, se convierta en un instrumento útil para que

el hombre busque el bien mediante sus acciones.

Por último, en esta gama de conceptos que se encuentran en el pensamiento platónico,

acerca de la virtud, se puede considerar la virtud como armonía. Se entiende por armonía

la simbiosis de la razón, el bien, el amor y la belleza. El hombre que conoce el bien y la

belleza, a través de la razón, si no ama, difícilmente puede ser virtuoso.

Muchos estudiosos de Platón, coinciden en afirmar que es difícil saber en realidad qué

entendía este filósofo por virtud, puesto que en cada uno de sus diálogos habla de

algunas virtudes en particular y desde perspectivas distintas. Por eso lo que estoy

diciendo aquí, es algo atrevido, puesto que no he hecho una lectura juiciosa de las obras

del autor en cuestión. Sin embargo me parece válido, como ejercicio académico.

En cuanto a lo que entiende por virtud, Aristóteles, es conveniente partir del hecho de que

en la cultura occidental, se reconoce a Aristóteles como el padre de la ética, puesto que

es él quien sistematiza todo lo que los griegos habían discutido acerca del ser y del hacer

humano. En el contexto ético, Aristóteles afirma que el hombre siempre actúa buscando

un fin, busca un telos y que ese fin es la felicidad. Quiere decir esto, que la felicidad se

identifica con el bien supremo. En este marco de referencia, es que este filósofo concibe

la virtud como un modo de pensar y de sentir, que se ubica en el justo medio entre el

exceso y el defecto. Ahora, este justo medio puede ser conocido por la razón y quien

conoce este justo medio, se reconoce como sabio, es decir virtuoso. Esto es lo que uno

lee en la Ética a Nicomaqueo. Según lo planteado, la felicidad consiste en obrar en la

vida, de conformidad a la razón y quien actué de esta marera, será virtuoso.

Aristóteles dice que hay dos clases de virtudes: las virtudes intelectuales y las virtudes

morales. Las primeras son aquellas que hacen que el conocimiento humano sea
excelente. De estas virtudes, Aristóteles le da mucha importancia la prudencia, porque

dice que es la que permite al hombre, atinar desde la razón qué es lo correcto y lo

adecuado en el ámbito práctico de la conducta.

Las segundas ayudan a perfeccionar el carácter, el modo de ser y de comportarse de las

personas. Estas virtudes son estables, hábitos internalizados, que permanentemente le

ayudan al hombre a elegir lo más correcto y conveniente, que siempre es un término

medio, entre acciones o actitudes extremas racionalmente establecidas. Es la Prudencia,

la más grande delas virtudes, la sabiduría práctica, la que ayuda a determinar el término

medio.

Como se ve, estos tres grandes pensadores se interesaron por el estudio del hombre y

muy especialmente de cómo es que este debe vivir su existencia. Todos coinciden en que

la virtud es la mejor manera de vida del humano y por tanto tienen algunas cosas en

común al respeto. Por ejemplo: que la virtud tiene como fundamento la razón; que la virtud

es aprendible y por tanto es enseñable; que es el hábito el mejor método para aprender

las virtudes; que las virtudes tienden siempre hacia un fin. Sin embargo tienen algunas

diferencias en el abordamiento del tema, tales como: Para Sócrates y Platón las virtudes

tienen un vínculo con lo divino, para Aristóteles, tienen un vínculo más con la razón. Para

Aristóteles la virtud es producto de la autonomía del sujeto, mientras que para Sócrates y

Platón, la virtud es producto de la subjetividad, que trasciende hacia un mundo ideal.

Muchas otras cosas habría que decir acerca de lo que entendieron estos clásicos del

mundo griego, de la virtud, pero para efectos de este trabajo, creo que es suficiente.

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