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sobre el 'bullying'
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Qué hacer en caso de maltrato físico, tipos de acoso, edades en las que
se sufre, qué podemos hacer para solucionarlo...Resolvemos todas tus
dudas.
También te puede interesar: Un 25% de los niños españoles sufren o
han sufrido 'bullying'
Todo el mundo conoce o ha oído hablar del bullying o acoso escolar, pero
exactamente, ¿se conocen todos los tipos de acoso?¿Se conoce qué es
exactamente el bullying?
Podríamos definir elbullying como un tipo de violencia o maltrato, tanto físico
como psicológico reiterado en el tiempo. Las personas que lo ejercen son
menores y lo hacen sobre otro menor del entorno.
Bullying físico
Otra de las formas de bullying físico que existe es el acoso sexual, aunque este
suele ser poco frecuente en el entorno colegial.
Bullying psicológico
Este tipo de acoso, al contrario que el físico, se suele dar más entre las niñas.
Atacan, sobre todo, contra la dignidad del menor para aislarlo socialmente. Si en
el físico se usaban los golpes, las patadas o los puñetazos, en el bullying
psicológico las formas frecuentes en las que se presenta son las burlas, los
desprecios, coacciones, se ridiculiza al menor, etc. Esta forma de acoso se va
haciendo más intensa con el tiempo pudiendo derivar en bullying físico.
El ciberacoso
Una nueva modalidad de acoso escolar que ha surgido -y tiene un gran auge-
debido a la proliferación del uso de las tecnologías en niños, así como
el aumento de la utilización de las redes sociales.
Como hemos comentado anteriormente, si el bullying tiene lugar en el entorno
de las redes sociales lo llamamos ciberacoso. Este ha aumentado
considerablemente, debido al auge de las nuevas tecnologías.
Es una forma silenciosa de acosar porque nadie en principio debe saber lo que
estás haciendo. Además, en este entorno es más sencillo realizar el acoso
porque las redes sociales han fomentado este ambiente de violencia en los
niños.
Pese a que todos los niños son susceptibles de sufrir bullying, la etapa de mayor
riesgo es la que va desde los nueve hasta los catorce años porque los niños no
han madurado aún psicológicamente.
Por otro lado, el acoso escolar es como un iceberg, donde solo vemos y nos
damos cuenta de algunos casos. Otros muchos no son detectados, por esta
razón es complicado hablar de cifras exactas de niños acosados.
Intentando trazar un perfil general, que no tiene por qué ser norma, estos niños
suelen ser sensibles, cariñosos, tímidos, etc. Por desgracia, el acoso escolar es
más frecuente en niños con diversidades funcionales como el síndrome
de Asperger o los que tienen síndrome de Down.
Para ello, lo mejor es hablar con los niños a diario, saber su día a día en el
colegio, pero no solo sus resultados académicos, sino también con quién juega,
a qué, etc. Es importante favorecer la confianza de nuestros hijos en nosotros.
Es importante observarles y ver su conducta: si la modifica y se aísla, si es
menos comunicativo o se irrita con facilidad, debemos vigilarle y saber qué es lo
que ocurre y cuál es la causa de este cambio.
Podemos contactar con un psicólogo para que vaya siguiendo la evolución del
niño, así como de un pediatra, para conocer su salud física.
En un caso muy grave, el niño probablemente tenga que ser atendido por un
psiquiatra, aunque serán los profesionales quienes decidan esto.
Soluciones
En el caso de que el acoso haya sido físico, debemos acudir al pediatra para
que se traten las lesiones y denunciar. Esto es muy importante porque
aunque sean menores quiénes ejercen el acoso, no se puede tolerar
la violencia. Además, si se denuncia y se destapa al agresor o agresores,
podremos llegar a conseguir que éstos se rehabiliten.
El bullying se relaciona con las dinámicas de abuso de poder, en las cuales una
persona humilla a otra para sentirse superior, valiéndose de todo tipo de
herramientas de agresión como las burlas, los insultos y los maltratos físicos. El
resultado es que la víctima se sienta temerosa de sus agresores y los evite.
Actualmente, el bullying ha empezado a presentarse incluso en los medios
virtuales, con una modalidad nueva llamada ciberbullying o, en español,
ciberacoso. Este tipo de bullying se vale de las redes sociales y de otros recursos
tecnológicos para hostigar a la víctima.
Vea también Ciberbullying.
Por otro lado, hay que apuntar que cuando las situaciones de acoso tienen lugar
fuera del entorno escolar, pues suceden en el trabajo (grooming) o en otros
ámbitos, o simplemente se presentan como episodios aislados de abuso, no es
correcto emplear el término bullying, que se refiere específicamente al acoso
escolar. En dichos casos, lo correcto sería hablar simplemente de intimidación,
acoso, abuso, vejación o violación.
Trastornos de la alimentación.
Irritabilidad.
Depresión.
Ansiedad.
Dolor de cabeza.
Falta de apetito.
En muchos casos, las víctimas deben ser conducidas a terapia para tratar las
marcas psicológicas dejadas por la agresión.