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Hechos probados.
El 06 de diciembre de 1990, 270 trabajadores sufrieron una serie de despidos arbitrarios en virtud a una ley con
efecto retroactivo que los destituía por haber participado en una manifestación. El 06 de julio de 1994 se
interpuso la denuncia ante la Comisión y el 16 de enero de 1998 se demandó ante la Corte.
Derechos demandados
Artículos 15 (Derecho de Reunión), 16 (Libertad de Asociación), 8 (Garantías Judiciales), 9 (Principio de
Legalidad e Irretroactividad) y 25 (Protección Judicial).
Fundamentos
Estado de emergencia
El estado panameño nunca declaró encontrarse en estado de emergencia ante la Secretaría General de la OEA
y realizó declaraciones contradictorias con este alegato en el trámite del proceso, por lo que no puede ser
atendido (fundamentos 93 y 94).
Artículo 1.1 (Obligación de respetar los derechos y adoptar disposiciones de derecho interno)
La Corte considera que la aplicación retroactiva de la Ley 25 pone en evidencia que el estado no ha adoptado
medidas de derecho interno tendientes a garantizar el ejercicio pleno de los derechos reconocidos en la
Convención (fundamentos 181 a 184).
Recomendaciones
La Corte señala que no tiene competencia para analizar las violaciones de procedimiento o actuaciones
contrarias a la buena fe del estado en relación al procedimiento seguido ante la Comisión dado que éste,
precisamente, constituye uno de los presupuestos para habilitar la competencia de la Corte respecto a la
materia de fondo (fundamentos 190 a 193).
Indemnización
La Corte señala que el Estado debe reponer a los trabajadores en sus puestos o similares, sin perjuicio de las
indemnizaciones a que hubiere lugar (fundamentos 203 y 204).
Daño material
Señala que se debe calcular teniendo en cuenta el tiempo de desempleo, e incluir todos los pagos y beneficios
laborales a que hubiere lugar (fundamento 205).
Daño moral
La Corte reitera que, en muchos casos, una sentencia declarando fundada la demanda puede ser considerada
una forma de indemnización; pero señala que, en este caso, no obstante, el daño provocado por un despido
arbitrario es de tal magnitud que debe ser reparado de manera sustitutiva, mediante el pago de una obligación
pecuniaria (fundamentos 206 y 207).
Costas y gastos
La Corte toma en cuenta los gastos del proceso seguido en la jurisdicción interna, como los gastos devengados
del procedimiento ante la Comisión y el proceso ante la Corte (fundamentos 208 y 209).
Puntos Resolutivos
La Corte resuelve que el estado violó todos los derechos invocados, menos el derecho de reunión; por lo que
debe pagar una indemnización y otras modalidades de resarcimiento (fundamento 214).
Cumplimiento de la Sentencia
Competencia para supervisar el cumplimiento de la sentencia
Dado el cuestionamiento de la competencia de la Corte realizado por el Estado, ésta realiza una serie de
precisiones respecto a la interpretación de su propia competencia para la supervisión del cumplimiento de las
sentencias. Tomando como escenario uno en el cual la Corte haya decidido que el Estado ha violado
disposiciones de la Convención y le haya ordenado reparar dicha violación de derechos fundamentales; la
decisión de la Corte deben de tener un efecto útil, es decir, concretar la defensa de los derechos fundamentales
y no ser una mera declaración. En ese sentido se admite que la Corte, además de tener competencia para
interpretar las disposiciones de la Convención respecto a la supervisión de las sentencias, es “maestra de su
propia competencia” (aplicación del principio Kompetenz-Kompetenz). Como una idea más general, la
jurisdicción de esa o cualquier corte, comprende la facultad de administrar justicia, y ésta no se limita a la
declaración del derecho, sino que se extiende a la supervisión del cumplimiento de lo juzgado (fundamentos 58
a 138).