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Finalidad de la oración

Adorar a Dios, como Creador, como Señor, reconocerlo como nuestro principio y único fin y
adorarlo.

Agradecerle todos los beneficios que de él hemos recibido durente la vida.

Pedirle favores. Dios quiere que sintamos necesidad de Él, para que nos orientemos a Él con
confianza.

Pedir perdón por todas las deficiencias en su servicio y por las ofensas.

Ofrecerle lo que somos. En la base de toda oración está siempre el concepto de ofrenda.

Los tipos de oración: introducir a las religiosas en los diversos tipos de oración

Oración vocal: En la vida común, la oración vocal es muy importante, expresa la unión de la
comunidad con Dios a través de gestos, cantos, etc. Ayuda a formar la unidad en al comunidad,
porque orar juntos es imitar a María y los apóstoles en el cenáculo con Maria. Oramos juntos las
oraciones de la mañana, el ángelus, el rosario, los himnos y salmos, las oraciones de la noche. Lo
importante es que las palabas expresen el deseo del corazón. ¡Qué bonito es orar juntos en el
rosario con cantos!

Oración litúrgica Por nuestra vocación religiosa estamos llamadas a la santificación de cada
momento de la jornada a través de la oración . Esta oración es la que hace la Iglesia y la dirige a
Cristo como esposa. En ella se encuentra toda una catequesis bíblica, especialmente en los
Salmos..

Meditación mental Hablaremos de la oración discursivo afectiva. Debemos introducir a las


religiosas desde los primeros pasos. Ésta se realiza en particular sea en la capilla o en la propia
habitación

Preámbulos Puede durar una hora o media según el reglamento de cada orden. Se hace al inicio
del día para que marque el resto del día. Comienza con el canto del Veni Creator, para pedir
ayuda al Espíritu Santo. Luego se hace un acto de presencia de Dios: “Señor, que estás aquí. Creo
en Tí, espero en Tí, te amo sobre todas las cosas, Tú eres el amorde mi alma”. Es importante
hacer un sincero acto de humildad. Dice el catecismo de la Iglesia católica: “La humildad es el
fundamento de la oración” n. 2559. Cuando estamos delante de Dios nos debe invadir el estupor y
exclamar: “Señor aléjate de mí, que soy un hombre pecador”. Si iniquitatis observaveris Domine,
Domine quis sustinevit? Después de esto, pongamos en las manos de Dios el fruto de la
meditación. Es importante para que a oración discurra con naturalidad.

El cuerpo de la meditación Luego de lo anterior de desarrollan los puntos de la meditación Si la


meditaicón es discursiva: reflexiones, consideraciones. En la afectiva, vienen los coloquios, la
conversación íntima con Dios. Un consejo es que la maestra de novicias haga la oración en voz
alta, como la mamá en casa. La novicia descubre cómo se hace la oración y ya puede hacerlo por
sí sola. Los puntos que se van a considerar, se toman de la Sagrada Escritura, del magisterio de la
Iglesia de un buen libro espiritual. De los escritos de la fundadora o fundador, de los Padres de la
Iglesia, etc. Debéis ayudar a las religiosas a encontrar buenos textos para la meditación, para que
no caigan en autores que parecen católicos y no lo son. Debéis responder a Dios de cada consejo
y cada orientación que habéis dado a vuestras hemanas.

Finalmente si hace un propósito acorde a los puntos que se han desarrollado y que vaya en
sintonía con el fruto que se ha perseguido y por el que se ha pedido a Dios. Es bueno escribirlo
para recordarlo durante el día.
Las otras partes de la oración son: la preparación remota, es una reparación durante el día por
medio del silencio, el recogimiento, los actos de presencia de Dios, etc. Preparación próxima: el
gran silencio durante la noche no ayuda a prepararnos a la oración. La preparación de los puntos
constituye la preparación inmediata, al levantarnos debemos recordar y reflexionar sobre estos
puntos.

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