Sunteți pe pagina 1din 5

Equipo #4:

Control constitucional
Trata de los mecanismos de revisión de la adecuación de las leyes y de los actos del Estado o de
los particulares a la suprema ley de un país.

Explique el control difuso de acuerdo a lo establecido en el Art. 334 de la CRBV.


Los métodos de control constitucional han funcionado para mantener uno de los principios
fundamentales que rige en todo sistema democrático de gobierno, el cual es el respeto a la
supremacía de la Constitución como expresión soberana de un pueblo. Por ello, en algunos
países han aplicado el sistema difuso de la constitucionalidad y en otros un método de control
concentrado, siendo éste último ejercido comúnmente por un Tribunal o Corte constitucional. En
Venezuela son aplicados los dos métodos de control antes mencionados, es decir, el difuso y el
concentrado al mismo tiempo, creándose un sistema mixto de control constitucional.

En Venezuela existe un sistema “mixto” de control constitucional de leyes, es decir; son aplicados
el control concentrado de la constitucionalidad de normas de forma exclusiva por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual tiene un poder anulatorio sobre las leyes
o actos ejercidos por los órganos del Poder Público, que violen o menoscaben el Texto
Constitucional, esto con el fin de asegurar el principio de la supremacía constitucional; y un
método de control difuso al estilo norteamericano, el cual es ejercido por todos los jueces de la
República, con efectos particulares, en los cuales, el juez al momento de aplicar una ley, si en su
revisión constate que viola o colida con el Texto Constitucional, podrá desaplicarla para el caso
concreto, asegurando la vigencia y el pleno respeto a la supremacía de la Constitución sobre las
demás leyes o normas que integran el ordenamiento jurídico del país.
En Venezuela antes de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, ya existía en nuestro
ordenamiento jurídico una norma que establece de forma clara y precisa el método de control
difuso de la constitucionalidad, así lo vemos en el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil
del año 1990 donde establece que “Cuando la Ley vigente, cuya aplicación se pida, colidiere con
alguna disposición constitucional, los jueces aplicarán ésta con preferencia”.

En la Constitución de 1999 se viene a establecer en la primera parte del artículo 334 la obligación
por parte de los jueces de aplicar las disposiciones constitucionales de forma preferente por
encima de las disposiciones de cualquier ley, en caso de exista colisión entre ambas. Dicho
artículo establece que:

“Todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo


previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación de asegurar la integridad de la
Constitución.

En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma jurídica, se
aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los tribunales en cualquier causa,
aún de oficio, decidir lo conducente”.

Visto lo anterior, el control difuso de la constitucionalidad es aquel procedimiento mediante el


cual el juez ordinario en el curso de un proceso puede “desaplicar” cualquier disposición legal,
por considerar que ésta contrarié de alguna manera alguna norma constitucional, por ello el
método de control difuso de la constitucionalidad en Venezuela es de tipo indirecto,
subjetivo, concreto, y con efectos particulares. Es necesario resaltar que se habla de
“desaplicar” y no de “anular” ya que el único órgano que tiene el poder de anular leyes por vicios
de inconstitucionalidad es la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual como
ya hemos mencionado, ejerce de forma exclusiva el control concentrado de la constitucionalidad
en el país, tal como lo expresa la parte in fine del artículo 334 constitucional.

La Sala Constitucional en sentencia Nº 3126 del año 2004, haciendo una interpretación del
artículo 334 del Texto Fundamental estableció que:

“En el modelo concentrado europeo, sin embargo, existe un acercamiento al modelo difuso:
aparte de la acción indirecta y abstracta hay la posibilidad de que los jueces eleven una consulta
ante el Tribunal Constitucional, con ocasión de los casos concretos de que conocen.

Los supuestos para esa cuestión incidental varían según el país, pero se presenta coincidencia
en un aspecto: el juez no puede declarar, ni siquiera para desaplicar, la inconstitucionalidad de la
norma; tan sólo puede considerar que esa inconstitucionalidad existe (caso alemán), tener duda al
respecto (caso español) o estimar que la inconstitucionalidad planteada en el juicio no está
desprovista de posibles fundamento (caso italiano); de ser así el asunto pasa a manos del único
órgano que puede pronunciarse: el Tribunal Constitucional.

(…)

El caso venezolano, al contrario del alemán, el italiano o el español, no necesita de la


intervención inmediata del órgano monopolizador del poder anulatorio, es decir, de esta Sala. No
se requiere por cuanto cualquier tribunal puede desaplicar, sin consultas. En caso de desaplicar, el
fallo estará sometido al control ordinario por los jueces que sean superiores, los cuales podrán
bien confirmar, bien revocar la decisión.

De esta manera, el control de la constitucionalidad queda entregado, sin problemas, a los


órganos judiciales ordinarios, siempre que la decisión sea sólo de desaplicación para el caso
concreto. El sistema lo permite: los propios tribunales de instancia analizan el asunto de
constitucionalidad y lo resuelven. Sólo en caso de que, superados todos los recursos, el fallo
definitivamente firme contenga una desaplicación es que se justifica la intervención de la Sala.
No es necesaria una intervención preventiva, como si los jueces de instancia no tuvieran poder
suficiente para resolver el caso.

Si al final la norma no es desaplicada por el juez cuya decisión se convierte en firme –que es la
que importa en definitiva para cada caso concreto- habrá quedado inalterado el ordenamiento
legal. Debe recordarse que, aunque la Constitución esté en la cúspide del ordenamiento jurídico,
las leyes se presumen válidas. Por ello, la aplicación de la norma legal (o sublegal) a casos
concretos no tiene que ser preocupante, sino que la inquietud debe surgir cuando no se aplique
por reputarse violatoria de la Carta Magna. Ello no impide, claro está, que cualquier persona (en
virtud de la acción popular existente en nuestro país) impugne directamente la norma ante la Sala,
por vía de acción abstracta. En este último supuesto, el caso concreto pierde importancia, siendo
sustituido por un recurso objetivo”.
Como vemos, la Sala Constitucional luego de hacer un análisis comparativo entre el control
difuso y otros medios indirectos de control constitucional aplicados en Europa, establece de
forma clara, que los jueces de la República Bolivariana de Venezuela pueden desaplicar una
disposición legal o sublegal (reglamento, acto administrativo) cuando ésta colide con el Texto
Constitucional, de forma concreta y con efectos particulares, sin la necesidad de la intervención
de ningún órgano, ni siquiera la propia Sala Constitucional.

Ahora para mantener la uniformidad de la jurisprudencia constitucional, y a su vez controlar la


constitucionalidad de las leyes a posteriori, se le confiere a la Sala Constitucional como máximo
guardián de nuestra Ley Fundamental, la potestad de revisar las sentencias definitivamente firmes
pasadas en autoridad de cosa juzgada, en las cuales se haya desaplicado una norma en el ejercicio
del control difuso. Dicha competencia creada por la Constitución de 1999 siendo una verdadera
innovación es la establecida en el artículo 336 (referente a las atribuciones de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia) numeral decimo (de la revisión de sentencias de
amparo y control de leyes o normas dictadas por tribunales), el cual dispone la facultad de:

“Revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control de


constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los Tribunales de la República, en los
términos establecidos por la ley orgánica respectiva” (destacado nuestro).

El fin que persigue la Sala Constitucional con esta potestad de revisión, es resolver con carácter
definitivo las dudas que puedan surgir sobre la constitucionalidad de una ley en particular, que
fue objeto de desaplicación judicial. Finalidad meramente objetiva, ya que lo que se trata es de
evitar la posible coexistencia de criterios dispares en torno a la constitucionalidad de un texto
legal. Entonces puede el juez que haya desaplicado alguna norma, y una vez el proceso haya
alcanzado los efectos de la cosa juzgada que se traduce en tres aspectos: 1. De inimpugnabilidad,
significando que la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada no podrá ser sujeta a revisión
por ningún juez, cuando ya se han agotado todos los recursos y demás medios de impugnación
que confiera la ley; 2. Inmutabilidad, según la cual la decisión no es atacable indirectamente, por
cuanto no es posible la apertura de un nuevo proceso sobre el mismo tema; y 3. Coercibilidad,
que consiste en la eventualidad de ejecución forzada en los casos de actos decisorios de condena.
Podrá remitir a la Sala Constitucional para que ésta haga un examen sobre la sentencia y pueda
establecer si la desaplicación fue efectivamente ajustada a Derecho y de serlo pasaría la Sala
Constitucional a realizar un examen abstracto de la norma desaplicada para que en caso de que
sea inconstitucional proceda a anularla con efectos erga omnes y de forma definitiva, ejerciendo
entonces el control concentrado directo de la constitucionalidad de leyes.

Vale decir que con respecto a la revisión de sentencias definitivamente firmes donde se haya
efectuado alguna desaplicación en el ejercicio del control difuso, además de la consulta que
puede realizar el juez según lo explicado anteriormente, podrá también la Sala Constitucional de
oficio o a instancia de parte interesada (legitimada para ello) realizar un examen de la sentencia,
ya que en caso de que la desaplicación de una ley no sea conforme a Derecho u ocasione algún
perjuicio a los derechos de algún justiciable, la Sala Constitucional podría anular la decisión,
reabrir el caso y ordenar nuevamente a decidir o dictar incluso la decisión de fondo con la
finalidad de evitar dilaciones indebidas que puedan ocurrir con el reenvió de la causa.
Protección de la constitución rígida (acción de amparo).

¿Qué protege la inviolabilidad?

Mecanismos de control Parte de Migue Franco


Control en la constitucionalidad de las leyes por vía de acción.
Tal como se ha explicado anteriormente existen varias formas de clasificar el control de la
constitucionalidad, para tener una visión clara se presenta la siguiente clasificación
a. Control Difuso
1. Por la función del
órgano que la realiza
b. Control Concentrado
Control de la
Constitucionalidad 2. Por la función de la
a. Control Abstracto (Vía de acción)
Modo de forma en que se realiza
impugnación el juicio de
b. Control Concreto (Vía de excepción)
constitucionalidad

Control de la constitucionalidad de las leyes por la vía de acción.


Se está en presencia del recurso de inconstitucionalidad, también llamado control abstracto de
constitucionalidad. En él se somete la ley a un examen de su constitucionalidad por impugnación
de quien esté legitimado para ello, haya habido o no aplicación de la ley en la que hubiera podido
apreciarse su desajuste con la Constitución.
En otras palabras, se está en presencia de Control de Constitucionalidad de las leyes por vía de
acción, cuando la norma es enjuiciada tomando en consideración todos los casos posibles, y
procediendo -una vez apreciada la inconstitucionalidad- a la declaración de nulidad erga omnes
de la misma.
De acuerdo a Irene Loreto (2010), el control de la constitucionalidad de las leyes por vía de
acción “consiste en la eliminación de la norma inconstitucional por razón misma de su
inconstitucionalidad, en atención al desorden jurídico que su vigencia ocasiona, sin que sea
necesario que se produzcan casos de aplicación de la misma, o, con independencia, de que estos
casos se hayan producido (p. 8).
Control Abstracto (tal como puede observarse se encuentra ubicado en la clasificación dentro del
“Modo o forma de Impurnar la Ley”, es necesario estar claro, en que el impugnador no se haya
en una relación jurídica donde se vea afectado por la norma inconstitucional.
Es abstracto por vía de acción, porque analiza la norma cuestionada en forma aislada e
independiente del caso concreto que pueda haber dado origen a su cuestionamiento
(realizando una suerte de análisis de puro derecho entre la norma constitucional y la
norma de menor jerarquía objeto de impugnación para descubrir si tiene algún vicio
de inconstitucionalidad).

El control constitucional por vía de acción o directa se realiza a través de la impugnación de la


Ley supuestamente violatoria de la Constitución, en un proceso ad hoc (Proceso de
Inconstitucionalidad) ante un órgano jurisdiccional competente para decretar su nulidad
(instancia única).
Por su parte, el control constitucional por vía de excepción, indirecto o incidental, se desenvuelve
a manera de defensa en un juicio o procedimiento previamente planteado, que no tiene por
finalidad directa cuestionar la constitucionalidad de la Ley, sino que ésta se presenta en el
transcurso del proceso, en el cual alguna de las partes reclama la inconstitucionalidad de una
norma y del acto que ésta funda y le resulta perjudicial; el Control Difuso, es el ejemplo típico de
esta forma de control constitucional.

S-ar putea să vă placă și