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Control constitucional
Trata de los mecanismos de revisión de la adecuación de las leyes y de los actos del Estado o de
los particulares a la suprema ley de un país.
En Venezuela existe un sistema “mixto” de control constitucional de leyes, es decir; son aplicados
el control concentrado de la constitucionalidad de normas de forma exclusiva por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual tiene un poder anulatorio sobre las leyes
o actos ejercidos por los órganos del Poder Público, que violen o menoscaben el Texto
Constitucional, esto con el fin de asegurar el principio de la supremacía constitucional; y un
método de control difuso al estilo norteamericano, el cual es ejercido por todos los jueces de la
República, con efectos particulares, en los cuales, el juez al momento de aplicar una ley, si en su
revisión constate que viola o colida con el Texto Constitucional, podrá desaplicarla para el caso
concreto, asegurando la vigencia y el pleno respeto a la supremacía de la Constitución sobre las
demás leyes o normas que integran el ordenamiento jurídico del país.
En Venezuela antes de la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, ya existía en nuestro
ordenamiento jurídico una norma que establece de forma clara y precisa el método de control
difuso de la constitucionalidad, así lo vemos en el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil
del año 1990 donde establece que “Cuando la Ley vigente, cuya aplicación se pida, colidiere con
alguna disposición constitucional, los jueces aplicarán ésta con preferencia”.
En la Constitución de 1999 se viene a establecer en la primera parte del artículo 334 la obligación
por parte de los jueces de aplicar las disposiciones constitucionales de forma preferente por
encima de las disposiciones de cualquier ley, en caso de exista colisión entre ambas. Dicho
artículo establece que:
En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma jurídica, se
aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los tribunales en cualquier causa,
aún de oficio, decidir lo conducente”.
La Sala Constitucional en sentencia Nº 3126 del año 2004, haciendo una interpretación del
artículo 334 del Texto Fundamental estableció que:
“En el modelo concentrado europeo, sin embargo, existe un acercamiento al modelo difuso:
aparte de la acción indirecta y abstracta hay la posibilidad de que los jueces eleven una consulta
ante el Tribunal Constitucional, con ocasión de los casos concretos de que conocen.
Los supuestos para esa cuestión incidental varían según el país, pero se presenta coincidencia
en un aspecto: el juez no puede declarar, ni siquiera para desaplicar, la inconstitucionalidad de la
norma; tan sólo puede considerar que esa inconstitucionalidad existe (caso alemán), tener duda al
respecto (caso español) o estimar que la inconstitucionalidad planteada en el juicio no está
desprovista de posibles fundamento (caso italiano); de ser así el asunto pasa a manos del único
órgano que puede pronunciarse: el Tribunal Constitucional.
(…)
Si al final la norma no es desaplicada por el juez cuya decisión se convierte en firme –que es la
que importa en definitiva para cada caso concreto- habrá quedado inalterado el ordenamiento
legal. Debe recordarse que, aunque la Constitución esté en la cúspide del ordenamiento jurídico,
las leyes se presumen válidas. Por ello, la aplicación de la norma legal (o sublegal) a casos
concretos no tiene que ser preocupante, sino que la inquietud debe surgir cuando no se aplique
por reputarse violatoria de la Carta Magna. Ello no impide, claro está, que cualquier persona (en
virtud de la acción popular existente en nuestro país) impugne directamente la norma ante la Sala,
por vía de acción abstracta. En este último supuesto, el caso concreto pierde importancia, siendo
sustituido por un recurso objetivo”.
Como vemos, la Sala Constitucional luego de hacer un análisis comparativo entre el control
difuso y otros medios indirectos de control constitucional aplicados en Europa, establece de
forma clara, que los jueces de la República Bolivariana de Venezuela pueden desaplicar una
disposición legal o sublegal (reglamento, acto administrativo) cuando ésta colide con el Texto
Constitucional, de forma concreta y con efectos particulares, sin la necesidad de la intervención
de ningún órgano, ni siquiera la propia Sala Constitucional.
El fin que persigue la Sala Constitucional con esta potestad de revisión, es resolver con carácter
definitivo las dudas que puedan surgir sobre la constitucionalidad de una ley en particular, que
fue objeto de desaplicación judicial. Finalidad meramente objetiva, ya que lo que se trata es de
evitar la posible coexistencia de criterios dispares en torno a la constitucionalidad de un texto
legal. Entonces puede el juez que haya desaplicado alguna norma, y una vez el proceso haya
alcanzado los efectos de la cosa juzgada que se traduce en tres aspectos: 1. De inimpugnabilidad,
significando que la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada no podrá ser sujeta a revisión
por ningún juez, cuando ya se han agotado todos los recursos y demás medios de impugnación
que confiera la ley; 2. Inmutabilidad, según la cual la decisión no es atacable indirectamente, por
cuanto no es posible la apertura de un nuevo proceso sobre el mismo tema; y 3. Coercibilidad,
que consiste en la eventualidad de ejecución forzada en los casos de actos decisorios de condena.
Podrá remitir a la Sala Constitucional para que ésta haga un examen sobre la sentencia y pueda
establecer si la desaplicación fue efectivamente ajustada a Derecho y de serlo pasaría la Sala
Constitucional a realizar un examen abstracto de la norma desaplicada para que en caso de que
sea inconstitucional proceda a anularla con efectos erga omnes y de forma definitiva, ejerciendo
entonces el control concentrado directo de la constitucionalidad de leyes.
Vale decir que con respecto a la revisión de sentencias definitivamente firmes donde se haya
efectuado alguna desaplicación en el ejercicio del control difuso, además de la consulta que
puede realizar el juez según lo explicado anteriormente, podrá también la Sala Constitucional de
oficio o a instancia de parte interesada (legitimada para ello) realizar un examen de la sentencia,
ya que en caso de que la desaplicación de una ley no sea conforme a Derecho u ocasione algún
perjuicio a los derechos de algún justiciable, la Sala Constitucional podría anular la decisión,
reabrir el caso y ordenar nuevamente a decidir o dictar incluso la decisión de fondo con la
finalidad de evitar dilaciones indebidas que puedan ocurrir con el reenvió de la causa.
Protección de la constitución rígida (acción de amparo).