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APRENDE DERECHO INVESTIGANDO

CUADERNOS DE INVESTIGACIÓN
TEMA: "Derecho y Lengua”

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN JURÍDICA

Año III – Número XIII, Junio 2015


PRESENTACIÓN

La Corte Superior de Justicia de Puno, presidida por el Dr. Hernán Layme


Yépez, condenó a un ciudadano por el delito de violación de la libertad sexual,
pero lo llamativo de dicha condena es que la sentencia se dictó en aimara.

Este acto resulta ser el primer paso para una política intercultural de justicia,
por la que el sistema judicial peruano ha optado desde este año. Y ello no
debería llamar nuestra atención, tomando en cuenta nuestra historia y el
respaldo que tienen dichos idiomas en nuestra Constitución. Debido a la
necesidad de nuestra población aimara o quechua-hablante en acceder a los
sistemas de justicia, nos preguntamos, en esta edición, por la relación
existente entre Derecho y Lingüística, justicia e idioma.

Instituto de Investigación Jurídica


DICTAMINAN SENTENCIAS EN QUECHUA Y AYMARA

Mg. Eva Espinoza Acosta


Profesora de la Facultad de Derecho

Una noticia reciente, del diario El País nos informó que "El quechua y el aymara
fueron declarados lenguas oficiales en Perú en 1975. Han tenido que pasar, sin
embargo, 40 años para que se redacte la primera sentencia judicial en una lengua
indígena, el aymara concretamente…" Frente a este hecho consideramos que se
ha producido un giro en el sistema judicial del país.

Este tema se presentó, a modo de conversatorio, a los alumnos del curso de


lenguaje hua y aymara conversaba con los estudiantes de nuestra facultad. Ellos
motivados por este hecho vertieron opiniones y se manifestaron con beneplácito
aplaudiendo la decisión ya tan esperada y postergada; algunos de ellos
manifestaron la posibilidad de retornar a sus lugares de procedencia para brindar
servicios profesionales en favor de su comunidad.

En nuestros días ya son cada vez menos las personas que desconocen el carácter
multicultural y multiétnico de nuestra sociedad. En nuestro contexto pervive y
convive la diversidad de lenguas, la idiosincrasia del mundo andino y, a la que se
refería Arguedas, la cosmovisión andina.

En las década de los 60 y 70 las discusiones acerca de la necesidad de dictaminar


sentencias en los idiomas originarios en los ámbitos académicos, culturales y
literarios ocupaban un nivel de importancia ya que buscaban la equidad y respeto
por el otro desde la mirada de la interculturalidad. Hoy en día, ya se ha reconocido
que el uso de los códigos lingüísticos de las lenguas originarias permite que las
personas se comuniquen mejor, siendo a su vez menos susceptibles de engaños y
revelando la igualdad de derecho de las minorías étnicas.

El Diario La República nos dice: “Hace dos semanas también se emitió una
sentencia en lengua nativa. El Juzgado Penal Unipersonal de El Collao-Ilave, a
cargo del juez Julio César Chucuya Zaga, usó el aimara para llevar adelante un
proceso por violación sexual. El juez dictó la sentencia de pena privativa de libertad
efectiva de 6 años en contra de Felipe Mamani Canahuiri, al ser
hallado responsable del delito de violación sexual. Ambos fallos, en idiomas
nativos, han sido resaltados por las autoridades de la Corte Superior de Justicia de
Puno”.

Este aspecto conlleva a un nuevo reto para los futuros profesionales en el campo
jurídico, el cual es desarrollar habilidades lingüísticas para el manejo de lenguas
originarias como parte complementaria de su formación. Actualmente, la
Constitución del Perú de 1993 contempla en el Artículo 2° inciso 19 que: “Toda
persona tiene derecho a su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y
protege la pluralidad étnica y cultural de la Nación. Todo peruano tiene derecho a
usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete”.

Teniendo en cuenta este mandato, sería pertinente que no solamente exista un


intérprete, sino que los funcionarios gubernamentales que asuman
responsabilidades en los pueblos quechua y aimara también deberían tener por lo
menos un nivel intermedio de las lenguas en que se dictaminarán las sentencias.

En el Título II Capítulo I Artículo 48 dice: “Son idiomas oficiales el castellano y, en


las zonas donde predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás
lenguas aborígenes, según la ley”.

Y en la nota periodística, del mismo diario antes mencionado, se debate que: “El
hablante de quechua, por lo general, se maneja en los dos idiomas, pero cuando va
a declarar ante el juez en castellano, no lo domina muy bien. Miles de jueces de
paz administran justicia en quechua en varias comunidades, sin embargo, el
resultado de su trabajo suele ser el arreglo o la conciliación, que se adecua mejor a
las costumbres”.

El texto nos conduce a reafirmar que el uso de la lengua materna permite una
mayor comprensión y acercamiento a lo emitido en la sentencia y que, por lo tanto,
la administración de justicia, como consecuencia del desconocimiento, no será sólo
mediante la conciliación.

En un mundo globalizante, de sofisticadas tecnologías y arrollado por la


modernidad se tiende a priorizar el aprendizaje de idiomas que revertirán en
demandas académicas y, porque no decir, también comerciales. Por lo cual, sería
pertinente que las nuevas generaciones de profesionales aprendan idiomas
originarios. Nuestra sociedad peruana tiene una mirada hacia afuera; sin embargo,
en función al contexto social y cultural que nos corresponde vivir estamos llamados
a cambiar nuestra mirada del Perú. Es nuestro deber fomentar una mirada
inteligente que reconozca la diversidad de identidades de nuestro país con la
finalidad de entendernos y construir ciudadanía entre todos.
DERECHO Y LENGUA: NUESTRA REALIDAD MULTILINGÜE Y
PLURICULTURAL

María del Pilar Pulgar Flores


Profesora de la Facultad de Derecho

El lenguaje, como sabemos, es una propiedad esencial del ser humano, una
facultad que le permite expresarse y así manifestar todos sus pensamientos e
incluso sus sentimientos y emociones, encuentra su máxima expresión cuando
aprendemos nuestra lengua, aquella que es transmitida y enseñada por la madre,
desde el vientre materno, por ello se le llama lengua materna. Es así que estas
lenguas son distintas de acuerdo al origen y procedencia de la persona como lo
son el castellano, quechua, aimara, entre otras, tan variadas que cada una a su
vez es particular y singular.

Como sabemos cada lengua está conformada por distintas variedades que
aprendemos de manera natural en nuestro proceso de socialización, de manera
que en pocos años de vida llegamos a dominar un sistema de conocimiento,
conformado por un léxico y una gramática que nos permite comunicarnos
verbalmente con los miembros de nuestra comunidad, es decir, con las personas
que hablan de manera similar a nosotros.

El Perú es un país de diversas culturas y muchas lenguas. Cerrón Palomino


lingüista peruano, se refiere a nuestro país como “plurilingüe y multicultural en el
que coexisten trece grupos idiomáticos de origen nativo” manifestación de las
diferentes etnias y culturas. Esta variedad lingüística de nuestro país nos insta a
resaltar la importancia de valorar las diferentes formas de comunicación de
nuestros pueblos andinos y amazónicos y asimismo de amar nuestras tradiciones
ancestrales que forman parte de nuestro Perú.

Un idioma o lengua está íntimamente relacionado con las expresiones culturales y


con la manera de concebir y explicar el mundo que nos rodea, es decir comprender
la diversidad de hábitos y costumbres de muchos pobladores de nuestro país.
Diversidad, que enriquece nuestra cultura y esta realidad multilingüe engrandece
aún más nuestro patrimonio cultural y constituye un desafío para todos los
peruanos y peruanas para crear vínculos de entendimiento y participación que
permitan el desarrollo integral de los ciudadanos.

El 27 de mayo de 1975, el gobierno de entonces reconoció al quechua como


idioma oficial mediante el Decreto Ley N° 21156, por ello, en recuerdo a esa fecha
se conmemora cada año en nuestro querido país, el Día del Idioma Nativo. En los
últimos años, el Ministerio de Educación ha impulsado la celebración del Día de las
Lenguas Originarias que incorpora al resto de idiomas indígenas hablados en todo
el territorio nacional.
En este sentido debemos resaltar que el artículo 48 de la Constitución establece
que son idiomas oficiales el castellano y el quechua como el aimara en las zonas
andinas así como las demás lenguas aborígenes en nuestra Amazonía; esta Ley
destaca en su artículo 2, inciso 19 que toda persona tiene derecho a su identidad
étnica y cultural; así pues tenemos que entender que nuestros pueblos, tanto
andinos como amazónicos, tienen sus propias costumbres, hábitos, tradiciones y
su cosmovisión , las cuales son diferentes como lo somos todos y cada uno de
nosotros. Tenemos que entender que dentro de la unidad hay diversidad y eso es
lo que engrandece a nuestro país: todos somos iguales pero diferentes a la vez,
cada persona tiene derecho a ser como es y aceptarlo es mostrar respeto por el
otro.

El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la Nación, por ello


cada peruano tiene derecho a usar su propia lengua ante las autoridades para ser
escuchado y a su vez para ser informado, así el 10 de marzo del presente año, la
Corte Superior de Justicia de Ayacucho creó el Primer Juzgado Intercultural de Paz
Letrado en la provincia de Víctor Fajardo, donde la mayoría de sus habitantes
hablan en quechua; tres días después el juez Chucuya Zaga emitió la primera
sentencia en Aimara y el 30 de marzo, en quechua.

Estas iniciativas que el Poder Judicial ha implementado, muestran el interés de


nuestras autoridades para desarrollar la interculturalidad en el acceso de todos los
peruanos, sin distinción alguna, a la justicia. Es por ello que el Estado peruano
asiste a toda persona que habla otra lengua con un traductor o intérprete, pues
tiene todo el derecho a comunicarse en su lengua materna. Es un derecho básico,
según el ex viceministro de Interculturalidad, Lanegra, que toda persona pueda
entender la definición de sus derechos que están en juego en todo proceso judicial.

Finalmente, las políticas implementadas para combatir la barrera del idioma en el


ámbito de la ley no solo se deberían desarrollar a nivel del Poder Judicial sino
también a nivel del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Cultura para continuar
promoviendo programas especializados en quechua, aimara y otras lenguas
nativas para capacitar al personal que administra justicia y no solo a nivel rural sino
en todos los espacios en donde se brinden servicios de derecho a la comunidad
con un enfoque intercultural para ofrecer una atención pertinente a todos los
ciudadanos, empleando su lengua materna como vehículo de comunicación para
estrechar los lazos entre todos los peruanos que somos parte de esta gran Nación:
el Perú.
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