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Oración por los sacerdotes.

¡Oh Dios, misericordioso y omnipotente!, mira el rostro de tu


Cristo y por amor de Él, que es el Sumo Sacerdote Eterno,
ten piedad de tus sacerdotes. Recuerda que son seres
frágiles como todos los humanos.
Renueva en su alma la gracia que recibieron por la
imposición de las manos episcopales, para que el infierno no
prevalezca contra ellos y nunca hagan cosa alguna que
desdiga de su vocación sublime.
¡Oh Jesús! Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos;
por tus sacerdotes ingratos y olvidados de Ti; por tus
sacerdotes ancianos y enfermos, por los que laboran en
campos de misión o gimen impotentes perseguidos por los
poderes de este mundo; por los condenados al patíbulo a
causa de tu nombre; por tus sacerdotes moribundos y por los
que sufren en el purgatorio. Te encomiendo a mi Sacerdote,
que con su palabra y ejemplo nos lleve al cielo.
A los sacerdotes que me son más queridos; al que me
bautizó, a los que me absuelven de mis pecados, a los que
me alimentan con tu Cuerpo y con tu Sangre y alumbran mi
vida con las misteriosas verdades de la fe.
¡OH JESÚS!, GUÁRDALOS A TODOS EN TU CORAZÓN Y
BENDÍCELOS COPIOSAMENTE ASÍ EN EL TIEMPO COMO
EN LA ETERNIDAD. AM

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