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Reseña Nuestra Guerra Ajena German Castro Caycedo.

Brenda Suarez Godoy

Clara Inés Sánchez


Humanidades III Globalización

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Programa de Psicología
Bogotá D.C
Abril, 2018.
Introducción

El autor German Castro nos narra en su libro Nuestra Guerra Ajena, sobre la guerra en
Colombia de una manera explícita y reveladora, cuales son los orígenes de esta,
contándonos acerca de su ardua investigación del narcotráfico y las entidades y personajes
que se esconden detrás de la privatización y corrupción que continúa generando violencia,
problemáticas sociales, ambientales y económicas hasta el día de hoy. La negligencia
colectiva por parte de organizaciones que se crean para un fin pero que terminan siendo una
fachada para controlar más territorio ilícito y agregando poder a una nación que no hizo
más que mantenernos alejados de la realidad que nos han ocultado por años, con
distracciones, drogas, dinero lavado y prostitución. German une todos los puntos y factores
que han logrado tener cabida en un país que ha vivido a ciegas por culpa de compañías que
mantienen la guerrilla en bajo perfil y seguir haciendo de las suyas debajo de la mesa.

Resumen
Colombia fue afectada con las tácticas y estrategias geopolíticas impulsadas una vez
terminó la Guerra Fría y cómo lo que ha ocurrido en los últimos años hunde sus raíces en
las guerras privatizadas que han sido llevadas a cabo a través de empresas militares
privadas o corporaciones militares y mercenarios, a los que llaman contratistas, quienes
actúan en el país que sea, llámese Colombia o Iraq. Devolviéndonos un poco en el año
2000, el Pentágono y la Secretaría de Estado implantaron la Ofensiva del Sur, o Estrategia
Andina, que aquí llamaron Plan Colombia, que con el pretexto de luchar contra
el narcotráfico se implantó, pero cuyo propósito de fondo es controlar a Colombia y a los
países amazónicos que tienen gran riqueza de agua dulce.
Esto se ha convertido en el apoderamiento de zonas ambientalmente estratégicas en cuanto
a los recursos que se puede extraer de la naturaleza colombiana. Estados Unidos tiene una
escasez de recursos muy grande, por eso, por medio de coartadas como el Plan Colombia,
sale a buscar recursos a otros países. Según observadores internacionales, la lucha
antinarcóticos es una coartada para avanzar en el control de inmensos recursos naturales y
energéticos de esta parte del continente Castro nos dice además que, para lograr una
supremacía económica, Estados Unidos debe establecerse en zonas que pueda permitir un
crecimiento económico importante, como lo son los territorios que contienen grandes
cantidades de recursos naturales y este objetivo implica el control y posesión de los
llamados territorios complejos.
Hay un dilema entre las presas y la sequía en la zona del noroeste, puesto que además de la
sequía existen varias zonas ambientales estadounidenses, que están completamente
contaminadas, ríos y bosques que no gozan de una fauna y flora sostenible.
La estrategia de establecer bases cercanas a los recursos es recurrente y sigue la posición
del empresariado estadounidense con el fin de mantener la supremacía mundial, y una de
esas tácticas es controlar fuentes del poder económico vinculadas a la diversidad biológica,
el agua dulce y ¿porque no? Los hidrocarburos. Hoy estado unido importa el cincuenta y
seis por ciento de su petróleo crudo.
El centro de militares, Argentina dio a conocer en el 2000 que la triple frontera que una a
Argentina, Brasil, y Paraguay, Estados Unidos dijo haber detectado una supuesta actividad
de grupos terroristas encabezado por el Al Qaeda. El cuál es el mismo argumento que se
utilizó en la frontera con Venezuela y Colombia. Se trata de un pretexto para incrementar su
presencia militar en la región, luego de que Washington sostuvo además que Al Qaeda
había muchas bases más de otras organizaciones.
Una investigación confirmo que existía un yacimiento de agua potable subterránea (talvez
la más importante del mundo) que se extiende por las cuencas y los ríos de panamá,
Paraguay y Uruguay. El cual toma contacto por el norte con el pantanal de la amazonia, por
eso la triple frontera es una puerta abierta de recursos vitales para los Estados Unidos.
Estados Unidos centra la mirada en aquellos países que pueden ofrecer agua dulce y
recientemente glaciar del sur, para elaborar estrategias que les den beneficios a ellos. De
hecho, USA ya estructuro Suramérica para continuar aprovechándose de dichos recursos y
asegurar su utilización por medio del Banco Mundial, Organización de Estados
Americanos, Órganos alemanes y holandeses, etc…
El primer país que reacciono ante las amenazas de Estados Unidos fue Brasil. En el norte
de Brasil, Estados Unidos promovió un movimiento independista de los indígenas
Yanomanis, quienes aspiraban a segregar importantes sectores del territorio. Brasil Impido
la segregación al cerrar vías, construir carreteras, y traslado su capital al corazón de la
Amazonia. Posteriormente en una universidad en los Estados Unidos le hizo una entrevista
al Ministro de educación de Brasil: “Si la amazonia debe ser internacionalizada,
internacionalicemos también las reservas de petróleo de todo el mundo”.
Análisis

La escasez de agua dulce en el mundo y la riqueza acuífera de América Latina, que hace
que este asunto sea de más interés estratégico, incluso, que el petróleo. Por ella serán las
guerras del futuro y será el talón de Aquiles de Estados Unidos. pues el 40% de sus ríos
están contaminados y más de la mitad de su población depende del agua subterránea, la que
en buena medida se está afectando por el uso de la técnica fracking para explotar
hidrocarburos. En cambio, en América del Sur, el agua abunda en el Amazonas, en el
acuífero guaraní, en la Patagonia y en la lista de regiones por dominar. Para solucionar sus
necesidades domésticas, el Pentágono tiene apuntada su vista a tales lugares. Lo más
impactante al leer este libro es empezar a darse cuenta de cómo quien nos juzga a capa y
espada es el mismo mayor consumidor de droga del mundo, además quien estimula el
narcotráfico. “No podemos dejar que las reservas financieras, sirvan para quemar países
enteros en medio de la especulación”. (Arango,2010).
Genera un conflicto grande lo que le ha sucedido a esta historia de guerra con los
vietnamitas que en primera estancia parecía ser una ramificación de la guerra en Colombia
termino haciendo crear una misma de la cual están involucrados personajes incontables
sacando tajada del paramilitarismo. Estos tratados internacionales son firmados por el
Ejecutivo sin que el Congreso, institución que representa al pueblo, tenga conocimiento
sobre qué se está firmando o sobre qué está pasando realmente en torno a lo pactado. Podría
decirse, que los territorios sobre los que se mueven los mercenarios estadounidenses
representan campos donde el estado de excepción es la regla, pues no hay en ellos un orden
jurídico que pueda controlar lo que allí pasa. En estos campos no se necesitan ni siquiera
los decretos presidenciales, estos territorios están simplemente a merced de decisiones que
toman entes externos a la nación y que además trabajan para un Estado externo cuyo fin es
incrementar su poderío económico. Lo peor de la historia es leer como tantas crueldades
encubiertas o no es darse cuenta de que el victorioso no es siempre quien cuenta la historia,
o al menos la verdadera, si no las consecuencias de tales fechorías y genocidios que
aparentemente antes de cualquier cosa parecían signos para que muchos de estos fueran
condecorados y pasados de vista como si nada hubiera pasado.
En resumen, Estados Unidos Se oculta detrás de Organizaciones mundiales que controlan el
narcotráfico, para en realidad abusar secretamente de nuestros recursos naturales, en
especial el agua con la ayuda de varios corruptos de la supremacía por medio de excusas
privatizadas que no regulan lo que sucede verdaderamente en el país.
Conclusiones
Independientemente de cualquier esfuerzo de parte del gobierno colombiano por
diversificar o modificar la relación bilateral con los Estados Unidos, sin embargo, resulta
claro que cualquier vuelco que se le dé a la política actual depende más de Washington que
de Bogotá, no solo por las asimetrías de poder que existen entre los dos países, sino
también por la falta de proyección que frecuentemente ha caracterizado a la política
exterior colombiana. Se ha vendido una parte del país la otra mitad la vendemos cuando nos
falta moral y veracidad a los negocios que no son más que guerra y en donde se invierte en
Colombia, bruscamente digo que en este país no se invierte más que en guerra y se gasta
más en guerra. Pero ni invirtiendo en guerra ganamos, estamos colaborando en nuestra
guerra ajena, no solo porque no es nuestra, sino porque en nada beneficia a Colombia que
un montón de paramilitares e ideales ahogados en mares de sangre y abuso que aún no
termina. Y aun después de todo lo sucedido la fachada de que se lucha contra el
narcotráfico por las mismas entidades que no la regulan y generan otro tipo de
problemáticas directamente relacionadas se queda en una excusa con la cual difícilmente
alguien pueda luchar, una excusa que se ha construido por décadas y para extenderse por
américa latina. Pero la inversión por una excusa falsa la pagamos nosotros con cada uno de
los impuestos y que quienes los administran son los mismo que la emplean (mercenarios
estadounidenses) como antes dicho, y no creo que ayuden más a sus conejillos de india
como los colombianos, es decir que esto no nos ayuda en nada a mitigar el narcotráfico,
ayuda a que los norteamericanos tengan más información y por lo tanto más control de
nuestra guerra no nuestra.
Referencias
-Castro, G. (2014). Nuestra guerra ajena. Bogotá, Colombia. Editorial. Planeta.
-Arango, R. (30 de junio de 2010). Cinco años de Justicia y Paz, camino hacia la
impunidad. Recuperado de http://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-
temas27/1210-cinco-anos-de-justicia-y-paz-camino-hacia-la-impunidad.html

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