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CUÁNTICA PARA TODOS, TODAS y TODO

Jairo Giraldo Gallo, profesor titular UNC,


Presidente de «BUINAIMA»,
Director «Proyecto ETHOS Buinaima»

UNA ECUACIÓN DE
ONDA PARA LAS
PARTÍCULAS
Erwin Schrödinger
¿Determinismo o Azar?

La MECÁNICA ONDULATORIA
Nació de la
Mecánica Newtoniana,
influenciada por la propuesta de
de Broglie y fundamentada en
la formulación de la mecánica
de Hamilton y Hamilton-Jacobi
F = m(dv/dt)
Heisenberg uncertainty relation

(La formulación de Heisenberg de la Mecánica Cuántica es más abstracta y la


dejaremos de lado por ahora. Volveremos después al principio de indeterminación.)
“You surely must understand, Bohr, that the
whole idea of quantum jumps necessarily leads
to nonsense”

Schrödinger

En cambio las ondas evolucionan de manera continua.

(Eran los intentos de Schrödinger por eliminar los “malditos


saltos cuánticos”.)
(Figuras tomadas de “Quantum Enigma”.)
If an actual physical
object were smeared over
the extent of its waviness,
as Schrödinger initially
thought, to fi t the
observed facts its remote
parts would have to
instantaneously coalesce
to the place where the
whole object was found.

Physical matter would


have to move at speeds
greater than that of
light. That’s impossible.
Figure 7.2 Interference
Figure 7.3 Distribution
pattern formed by atoms
of atoms coming through
coming through two
a single narrow slit
narrow slits
Figure 7.5 Interference patterns formed by atoms
coming through two narrow slits with different slit
separations
Cuando encuentro una bifurcación,
TOMO LAS DOS
Ramón La piedra

TUSQUETS, METATEMAS
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Antonio Machado
prosigue hoy
con una intensidad singular,
con éxitos parciales innegables.
Además de totalmente
imprescindible para describir el
mundo microscópico,
la mecánica cuántica es también
pertinente a la hora de
describir de manera apropiada la
realidad macroscópica.
En principio debería ser posible
deducir las propiedades macros-
cópicas de las propiedades
cuánticas de los constituyentes
microscópicos.
Deberíamos poder recuperar la
física clásica –que describe
habitualmente y de manera
correcta la realidad macroscópica–
como un límite conveniente de la
teoría cuántica:
Límite cuando las acciones
involucradas en los sistemas
físicos descritos fueran muy
grandes comparadas con la
acción minúscula
No al revés, como se propone en
What the bleep do we know

La mecánica newtoniana es el límite de la mecánica


relativista y de la teoría general de la gravitación
cuando la velocidad es pequeña comparada con la de
la luz (o esta se toma como infinita, ∞) y cuando las
masas consideradas son pequeñas comparadas con
las de las galaxias.
1900
1905
1913
1924
1925
1926
La mecánica cuántica original,
en el terreno de su validez,
es una de las teorías físicas
mejor confirmadas,
con un conjunto impresionante de acuerdos
con la experiencia y sin que hasta hoy se haya
podido poner de manifiesto ninguna
discrepancia entre teoría y experimentos.
PERO LA TEORÍA CUÁNTICA ES
ANTE TODO UN CONJUNTO DE
POSTULADOS
MATEMÁTICOS RIGUROSOS
Sea un sistema físico
descriptible a través de la
mecánica cuántica,
un átomo de hidrógeno,
por ejemplo:
Diremos de un sistema semejante
que es un sistema cuántico.
Todo sistema cuántico, en
un estado determinado, tiene
asociado un objeto matemático que
recibe el nombre de
función de onda
del sistema en ese estado
o vector de estado
en la descripción de Dirac.
El estado cuántico se representa
universalmente por una letra
griega, ψ por ejemplo
(o por un vector o ket)
¿Qué es lo que podemos llegar a
conocer sobre un sistema cuántico?
En cuanto al estado del sistema,
podemos predecir su evolución
futura si conocemos el estado
inicial.
Para que podamos hacer
semejante predicción hace
falta, como mínimo, que
durante esta evolución no se
realice ninguna medida sobre
el sistema.
En cuanto al conocimiento de los
valores posibles de sus
magnitudes físicas, tan sólo
podemos predecir la
probabilidad de obtener uno
cualquiera de dichos valores,
aunque para ciertos estados
físicos particulares uno pueda
hacer predicciones ciertas para el
valor que tomarán determinadas
magnitudes del sistema con
ocasión de una medida.
En general, de un sistema
cuántico, tan sólo podremos
conocer el espectro de sus
diferentes magnitudes y la
probabilidad, en un proceso
de medida, de obtener uno u
otro de los diferentes valores
de ese espectro.
Esta imposibilidad general
de predecir con certeza el
resultado de una medida es
constitutiva de la propia
realidad cuántica y no la
consecuencia de algún
déficit superable en el
conocimiento del sistema.
En la práctica no siempre se
conoce ψ completamente y las
limitaciones prácticas en la
certeza de las predicciones son
aún más drásticas.
A lo anterior debe agregarse la
dificultad matemática resultante.
uno puede aspirar a
hacer predicciones de una certeza total
porque por hipótesis,
avalada por la experiencia,
existen los antecedentes,
las causas,
que convierten en ineluctable
un hecho cualquiera.
Obviamente, en física clásica puede
suceder que el conocimiento
exhaustivo de esos antecedentes sea
muy difícil e incluso imposible en la
práctica.

Cuando eso ocurre, la física clásica renuncia a


aquel conocimiento difícil o imposible y, a
partir de aquí, se limita a realizar meras
predicciones estadísticas de lo que pasará,
similar a como hace la mecánica cuántica.
hay en general una imposibilidad para hacer
predicciones ciertas por razones ontológicas
Dado un sistema cuántico, cierta
magnitud, M, del sistema y
cierto valor, m, de su espectro,
siempre existe al menos un
estado del sistema tal que la
medida de M para ψm da con
toda seguridad el resultado m.
Las funciones de onda ψm reciben el nombre
de funciones de onda propias, o sencillamente
funciones propias, de valor propio m,
de la magnitud M.
Reciben también el nombre de estados propios.
Así pues, y recapitulando, cuando se tiene
un sistema cuántico que se encuentra en un
estado, ψ, el que sea, y se mide cierta
magnitud, M, obteniéndose un resultado m,
el estado del sistema experimenta un
salto inmediato desde el estado original al
estado propio de M, o a uno bien
determinado de los estados propios de M,
de valor propio m, si hay más de uno de
estos estados propios.
En particular si ψ coincide con algún
estado propio, ψm de M, de valor propio m,
esta probabilidad valdrá uno;
esto es, obtendremos el valor m con certeza
y este estado ψm no será perturbado por la
medida.
Por otra parte, dado un estado ψ,
una magnitud del mismo, M,
y un valor de medida de la misma, m,
la probabilidad de encontrar m
está perfectamente determinada.
salvo el caso en que el estado original sea
un estado propio de la magnitud que se mide
la ecuación de Schrödinger

H ψ = i ∂ ψ/ ∂ t
La evolución de la función de onda dictada
por la ecuación de Schrödinger es una
evolución continua y determinista,
evolución unitaria de la
función de onda.
En esta evolución unitaria, la función de onda
en cualquier instante de tiempo está
determinada si se conoce su valor en un
instante de tiempo dado arbitrario.
Estos saltos son no solamente discontinuos,
sino también, de acuerdo con la teoría,
esencialmente imprevisibles.
La esperanza de modificarla con el objetivo de
recuperar un día el determinismo de las predicciones
ciertas, propias de otros campos de la física,
no parece fácilmente materializable.
En definitiva, si la mecánica cuántica es una
teoría seria –como efectivamente lo es–,
también lo será la pretensión de acausación
relativa que forma parte de su misma esencia.

Acausación relativa, pues en toda medida siempre


obtendremos un valor del espectro, pero
acausación en definitiva porque sólo en términos
probabilísticos podremos hablar de qué resultado
concreto del espectro obtendremos con ocasión de
la medida.
Pero hay otras sorpresas

HAY EN CURSO UNA SEGUNDA REVOLUCIÓN


CUÁNTICA QUE SE INICIÓ HACE YA MEDIO SIGLO.
La 2ª Revolución Cuántica

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