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“Año del Dialogo y la Reconciliación Nacional”

FACULTAD DE INGENIERIA DE MINAS

 Curso:
Mecánica de rocas I

 Tema:
Avance de Trabajo de Campo.

 Docente:
Ing. Rolando Martin Martínez Díaz.

 Alumno:

Kevin Arnold Tantte Rengifo.

2018
I. Rocas ígneas.

Se forman gracias a la solidificación del magma, una masa mineral fundida que incluye volátiles y
gases disueltos.3 El proceso es lento, cuando ocurre en las profundidades de la corteza, o más
rápido, si acaece en la superficie. El resultado en el primer caso son rocas plutónicas o intrusivas,
formadas por cristales gruesos y reconocibles, o rocas volcánicas o extrusivas, cuando el magma
llega a la superficie, convertido en lava por desgasificación.

Las rocas ígneas intrusivas son las más abundantes, forman la totalidad del manto y las partes
profundas de la corteza. Son las rocas primarias, el punto de partida para la existencia en la
corteza de otras rocas.

Dependiendo de la composición del magma de partida, más o menos rico en sílice (SiO2), se
clasifican en ultramáficas (ultrabásicas), máficas (básicas), intermedias y félsicas (ácidas), siendo
estas últimas las más ricas en sílice. En general son más ácidas las más superficiales.

Las estructuras originales de las rocas ígneas son los plutones, formas masivas originadas a gran
profundidad, los diques, constituidos en el subsuelo como rellenos de grietas, y coladas volcánicas,
mantos de lava enfriada en la superficie. Un caso especial es el de los depósitos piroclásticos,
formados por la caída de bombas volcánicas, cenizas y otros materiales arrojados al aire por
erupciones más o menos explosivas. Los conos volcánicos se forman con estos materiales, a veces
alternando con coladas de lava solidificada (conos estratificados).

 Descripción de algunas rocas ígneas


a) Granito

Los minerales esenciales del granito son el cuarzo, que puede llegar a ocupar el 40 por ciento de la
masa de la roca, feldespatos ortoclasas y silicatos ferromagnesianos no olivínicos, frecuentemente
biotita y, a veces, hornblenda y augita.

Los granitos, asociados con otras rocas que le siguen en la serie, como son la granodiorita y la
tonalita, son característicos de la actividad geológica constructora de montañas. La mayoría de las
grandes cordilleras de los tiempos actuales y las cadenas montañosas desgastadas de tiempos
geológicos pasados, muestran núcleos de tipo granítico.

Frecuentemente contiene como mineral accidental a la muscovita. En el granito se aprecia


macroscópicamente la estructura granular. Tiene colores claros, generalmente gris y, a veces,
rosado, según el color de la ortoclasa. Densidad de 2,6 a 2,7 g/cm3. Es una roca dura y resistente
por lo que se usa frecuentemente en construcción.

Las mayores extensiones de granito en España se encuentran en Galicia, Sistema Central


(Somosierra, Guadarrama y Gredos), Sierra Morena, Montes de Toledo y provincias de Gerona y
Barcelona. También hay manchas más pequeñas en Extremadura, Sevilla y Huelva.
b) Pórfidos

Los pórfidos son rocas de estructura porfídica, de consolidación en dos etapas. En esta roca, la
masa de microcristales está formada fundamentalmente por ferromagnesianos no olivínicos, la
que le da un color oscuro sobre el que destacan los fenocristales de feldespato y cuarzo de color
claro.

Las características físicas y mecánicas son similares a las del granito por lo que se emplea en los
mismos usos. Los pórfidos se encuentran, en general, en la periferia de los núcleos graníticos, en
los que emite frecuentemente filones y apófisis, por la que su distribución en España es semejante
a la del granito, siendo más frecuente en los macizos antiguos que en los modernos.

c) Pegmatita

Figura entre las rocas hipabisales por su génesis a profundidades intermedias, presentando una
estructura muy característica a la que da su nombre, estructura pegmatítica. Se compone de
cuarzo (45 a 55 por ciento) y feldespato ortoclasa (de 55 a 45 por ciento), presentando a veces
como minerales accesorios biotita y muscovita.

Los grandes cristales de cuarzo y ortoclasa forman maclas de penetración.

Comúnmente las pegmatitas se presentan en diques que suelen incluir casiterita, micas, piedras
preciosas y minerales radioactivos.

Es frecuente poder reconocer a simple vista la estructura pegmatítica. El color es siempre claro,
blanco, rosado o crema, según el color de la ortoclasa.

La pegmatita es poco abundante y se encuentra asociada al granito, por lo que su distribución en


España es semejante.

d) Sienita

La sienita está compuesta por ortosa y un silicato ferromagnesiano no olivínico, que puede ser
hornblenda, augita o biotita.

Las sienitas puras, de acuerdo con la composición anterior, son muy raras, existiendo
normalmente en pequeñas proporciones plagioclasas y cuarzo.

Es una roca de estructura granular. La ortosa da a la sienita un color claro, blanco o rosado, sobre
el que destaca el color oscuro del mineral ferromagnesiano.

De densidad 2,7 a 2,9 g/cm3, algo superior a la del granito, tiene unas propiedades mecánicas
semejantes y, por la tanto, iguales usos.
Las sienitas son menos abundantes que el granito y presentan, en España, una distribución
semejante.

e) Riolita

Está constituida por una pasta vítrea generalmente salpicada de fenocristales de cuarzo y
feldespato potásico.

Su color oscila ampliamente, pero el más común es el blanco a amarillo claro, pardo o rojo. Casi
todas las riolitas presentan textura fluidal en bandas, con alineación de los fenocristales.

En España se presenta, sobre todo, en Cabo de Gata (Almería).

f) Traquita

El término traquita antiguamente se aplica a todas las lavas muy ásperas al tacto, pero ahora está
limitado a los equivalentes volcánicos de las sienitas, es decir, lavas ricas en ortoclasa o en otros
feldespatos alcalinos.

Son rocas de color gris, raramente amarillentas o rosadas. Puede presentar fenocristales de
feldespatos. Su densidad es de 2,6 g/cm3.

En España únicamente existe en el Pirineo aragonés, en la provincia de Murcia (Jumilla) y en las


Islas Canarias.

g) Gabro

Es una roca granuda formada principalmente por plagioclasas cálcicas y piroxenos, de color gris
oscuro. Sí el olivino sustituye al piroxeno, tiene color verde y se denomina gabro olivínico.
Densidad elevada: de 2,9 a 3,1 g/cm3.

Existen manchas, no muy grandes, en Badajoz, Huelva y La Coruña.

h) Peridotita

La peridotita es una roca ígnea ultrabásica, constituida casi exclusivamente por olivino. Es una roca
bastante dura y muy densa (4 g/cm3).

El olivino es un mineral inestable, que se altera fácilmente, convirtiéndose en una mezcla de


minerales hidratados de color verdoso. Las peridotitas así alteradas reciben el nombre de
serpentinas.

En España es conocida la zona de peridotitas de la Serranía de Ronda. Existen, también, manchas


en la provincia de La Coruña.
i) Basalto

Es una roca volcánica compuesta por plagioclasas cálcicas y ferromagnesiano no olivínico, de color
oscuro y gran densidad. Los fenocristales de plagioclasas son muy raros y más frecuentemente
aparecen los de augita. Es una roca básica, ya que tiene menos de un 50 por ciento de sílice. Es la
roca volcánica más común.

Es corrientemente utilizada en adoquinados y construcción.

En España se presenta en algunos puntos próximos al litoral murciano y, sobre todo, en Olot
(Gerona) y Ciudad Real. Procedente de erupciones modernas es muy abundante en las Islas
Canarias.

Obsidiana y Liparita.

Son las dos lavas más conocidas y extendidas. Tienen, las dos, estructura vítrea y son anhidras.

La Obsidiana es un vidrio de color negro, fractura concoidea y elevada dureza. En sección delgada
es casi transparente.

La Liparita o Pumita es una roca extremadamente ligera y porosa, de color blanco a gris, formada
por vidrio volcánico que ha sufrido desgasificación simultánea a la solidificación.

En España, prácticamente sólo se encuentran lavas en las Islas Canarias.

Todas las rocas básicas y ultrabásicas, si bien de color oscuro cuando no están alteradas,
adquieren coloraciones pardas o rojizas como consecuencia de la alteración superficial de los
minerales férricos.

II. Rocas sedimentarias

Los procesos geológicos que operan en la superficie terrestre originan cambios en el relieve
topográfico que son imperceptibles cuando se estudian a escala humana, pero que alcanzan
magnitudes considerables cuando se consideran períodos de decenas de miles o millones de años.
Así, por ejemplo, el relieve de una montaña desaparecerá inevitablemente como consecuencia de
la meteorización y la erosión de las rocas que afloran en superficie. En realidad, la historia de una
roca sedimentaria comienza con la alteración y la destrucción de rocas preexistentes, dando lugar
a los productos de la meteorización, que pueden depositarse in situ, es decir, en el mismo lugar
donde se originan, formando los depósitos residuales, aunque el caso más frecuente es que estos
materiales sean transportados por el agua de los ríos, el hielo, el viento o en corrientes oceánicas
hacia zonas más o menos alejadas del área de origen. Estos materiales, finalmente, se acumulan
en las cuencas sedimentarias formando los sedimentos que, una vez consolidados, originan las
rocas sedimentarias.
Se constituyen por diagénesis (compactación y cementación) de los sedimentos, materiales
procedentes de la alteración en superficie de otras rocas, que posteriormente son transportados y
depositados por el agua, el hielo y el viento, con ayuda de la gravedad o por precipitación de
disoluciones.3 También se clasifican como sedimentarios los depósitos de materiales
organógenos, formados por seres vivos, como los arrecifes de coral, los estratos de carbón o los
depósitos de petróleo. Las rocas sedimentarias son las que típicamente presentan fósiles, restos
de seres vivos, aunque éstos pueden observarse también en algunas rocas metamórficas de origen
sedimentario.

Las rocas sedimentarias se forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del terreno
a donde los materiales arrastrados por la erosión son conducidos con ayuda de la gravedad. Las
estructuras originales de las rocas sedimentarias se llaman estratos, capas formadas por depósito,
que constituyen formaciones a veces de gran potencia (espesor).

Rocas sedimentarias Detríticas o Clásticas

Son acumulaciones mecánicas de partículas o sedimentos de rocas preexistentes denominadas


“detritus” o “clastos” formados por los materiales producto de la intemperie y la erosión en la
superficie; éstos son transportados y finalmente depositados, por lo que presentan una textura
denominada clástica. Estas rocas se dividen en una gran variedad de tipos, los cuales se
caracterizan por el tamaño de sus partículas constitutivas:

ROCAS SEDIMENTARIAS DETRÍTICAS

SEDIMENTO TAMAÑO DESCRIPCIÓN ROCA


Conglomerado

Partículas redondeadas
Grava >2mm

Partículas angulosas
Brecha
Villa Madero, Mich.

Arenisca de cuarzo
Principalmente arena
de cuarzo
Arena 1/16 a 2mm

Cuarzo con >25% de


Arkosa
feldespato

>25% de fragmentos de
Grawaca
roca

Principalmente limo Limolita

Limo y arcilla Limonlita


Lodo <1/16mm
Lutita y Arcillita

Principalmente arcilla

Rocas sedimentarias químicas.

Son las que se originan a partir de los materiales depositados por medios químicos, donde los
cristales son mantenidos juntos por uniones químicas o entrelazados unos dentro de otros. Los
materiales, ya disueltos, son transportados y concentrados formando minerales que se acumulan
en agregados y posteriormente son litificados como en las rocas detríticas, para formar una roca.
Casi todas estas rocas se originan por precipitación química en extensiones de agua superficial, ya
sea por procesos químicos inorgánicos o por la actividad química de los organismos. A las rocas
formadas por la actividad de los organismos se les conoce como rocas sedimentarias bioquímicas.
ROCAS SEDIMENTARIAS QUÍMICAS

TEXTURA COMPOSICIÓN MINERAL NOMBRE DE LA ROCA


Caliza

Varía Calcita

Varía Dolomía Dolomía


Yeso
Cristalina Yeso

Sal de roca

Cristalina Halita

ROCAS SEDIMENTARIAS BIOQUÍMICAS

Clástica Conchas de carbonato de cálcio


Caliza (creta, coquina)
Conchas microscópicas
Generalmente
alteradas de Pedernal
cristalina bióxido de silicio

Principalmente carbono de Carbón mineral


Generalmente
restos
Cristalina
alterados de plantas

III. Rocas metamórficas.

Las rocas metamórficas son el resultado de la transformación de cualquier otro tipo de rocas,
ígneas, sedimentarias e, incluso, metamórficas, mediante fenómenos de metamorfismo.

Estos fenómenos debidos al cambio de las condiciones físico-químicas a que estaban sometidas las
primitivas rocas, modifican en ellas no sólo su composición mineralógica, sino también la
composición química, así como la estructura y la textura.

El grado de metamorfismo de las rocas puede ser distinto, por eso existen transiciones graduales a
las rocas metamórficas desde las correspondientes ígneas y sedimentarias.

Los tipos de metamorfismo son: dinámico, cuando la causa de la transformación de las rocas son
grandes presiones; de contacto, si la causa ha sido una alta temperatura por proximidad de un
magma; y regional, cuando concurren las dos causas anteriores.

Estas especiales condiciones que inciden en la formación de las rocas metamórficas hacen que
todas ellas se encuentren cristalizadas. Las presiones, que de una manera constante y con mayor o
menor intensidad, siempre se producen en los fenómenos de metamorfismo, hacen que las rocas
de este tipo, normalmente, presenten cierta pizarrosidad.

El tamaño de los cristales dependerá de los minerales existentes en la primitiva roca y de los
procesos de neoformación y recristalización. Los minerales que componen las rocas metamórficas
pueden formarse en el metamorfismo o bien ser los mismos existentes antes de la iniciación del
proceso.

Descripción de algunas rocas metamórficas.

a) Gneis.

La composición mineralógica del gneis es la misma que la del granito o de la sienita: cuarzo más a
menos abundante, feldespato no cálcico y ferromagnesiano no olivínico, pudiendo contener
muscovita y otros minerales accidentales.

Suele ser de grano grueso y siempre se aprecia cierta esquistosidad.

Son bastantes las rocas que pueden dar origen al gneis, por lo que es una roca que presenta
muchas variedades. Entre ellas, las más significativas son: gneis micáceo con abundancia de
muscovita en láminas orientadas, y gneis glandular en el que se aprecian cristales nodulares de
cuarzo o/y feldespato.

En España es abundante el gneis en Galicia y Sistema Central, ocupando menores extensiones en


Montes de Toledo, Pirineos y Penibética.

b) Filitas y Micacitas.

Algunos autores denominan a estas rocas pizarras metamórficas, diferenciándose las micacitas por
la abundancia de muscovita. A simple vista, sólo la mayor consistencia de estas rocas permite
diferenciarlas de las pizarras arcillosas sedimentarias siendo la cristalización y la aparición de
minerales de metamorfismo los criterios seguros para su identificación.

En España abundan en los terrenos antiguos de Asturias, León, en algunos puntos del Sistema
Central y Pirineos y, sobre todo, en Extremadura y Sierra Morena.
c) Esquistos y Cuarcitas.

Procedentes ambas rocas del metamorfismo de psammitas y psefitas se diferencian entre ellas en
que las cuarcitas tienen más del 90 por ciento de sílice, y unas y otras de sus orígenes respectivos,
en la esquistosidad que presentan y por su consistencia.

Son ejemplares angulosos, esquistosos y que, al romperse, se fracturan sus cristales; las
psammitas, sedimentarias, son redondeadas y, cuando son angulosas, se rompen por la matriz a
cemento que une sus granos.

La localización en España de estas rocas es similar a la de filitas y micacitas, presentándose,


muchas veces, bastante mezcladas unas y otras.

d) Mármol y Mármol dolomítico.

Son rocas de grano fino a grueso, de aspecto sacaroideo y colores claros, presentando
frecuentemente alteraciones en bandas.

No son abundantes en España. Las Sierras Blancas, entre las provincias de Granada y Málaga, son
las manchas más importantes de mármol dolomítico.

Eclogita, Piroxenita metamórfica y Anfibolita metamórfica

Procedentes, respectivamente, de metamorfismo de gabros y perknitas tienen los mismos


constituyentes que aquéllas y se presentan entremezcladas con las mismas sobre todo en la
provincia de La Coruña.

e) Serpentina metamórfica

Es una roca procedente de la actuación de procesos de metamorfismo sobre rocas olivínicas. Está
formada esencialmente por serpentina. Se emplea como piedra decorativa en construcción.

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