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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON

FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGIAS


DEPARTAMENTO DE QUIMICA

EL TERMÓMETRO
Semestre 2-2013

Nombres: Pardo Arias Vania Yasmine


Cors Michel Lahis
Rusell Victor Hugo
Bascopé Parra Sarahi Nohelia
Villarroel Perez Andrea
Silvana Valeria Espinoza Lafuente
Caballero Durán José Mario
Carrera: Ingeniería Química
Docente: Soto Soliz Jose Roberto
Fecha: 04/11/2013

Cochabamba-Bolivia
EL TERMÓMETRO

El termómetro (del idioma griego, termo el cuál significa "caliente" y metro, "medir") es
un instrumento que se usa para medir la temperatura. Su presentación más común es de
vidrio, el cual contiene un tubo interior con mercurio, que se expande o dilata debidos a los
cambios de temperatura.

Los termómetros son instrumentos utilizados para medir la temperatura. El método más
usado para medir la temperatura empleando termómetros es el fenómeno de la dilatación
de metales, principalmente el mercurio. El fenómeno de la dilatación se basa en el
estiramiento del metal cuando la temperatura aumenta.

Para tener una medida correcta de la temperatura, a los termómetros se les agrega una
graduación que depende de la escala de temperatura en la que se desee obtener la medición.

Origen del termómetro

Las sustancias se dilatan con el calor y se contraen con el frío. Galileo fue quien intentó
por primera vez aprovechar tal hecho para observar los cambios de temperatura. En 1592
creo el termoscopio que es el antecesor del termoscopio invirtió un tubo de aire caliente
sobre una vasija de agua. Cuando el aire en el tubo se enfrió hasta igualar la temperatura de
la habitación dejó subir el agua por el tubo, y de este modo consiguió Galileo su
«termómetro» (del griego thermes y metron, «medida del calor»).
Cuando variaba la temperatura del aposento cambiaba también el nivel de agua en el tubo.
Si se caldeaba la habitación, el aire en el tubo se dilataba y empujaba el agua hacia abajo;
si se la enfriaba, el aire se contraía y el nivel del agua ascendía. La única dificultad fue que
aquella vasija de agua donde se había insertado el tubo, estaba abierta al aire libre y la
presión de éste era variable. Ello producía ascensos y descensos de la superficie líquida, es
decir, variaciones ajenas a la temperatura que alteraban los resultados.

En 1611, el médico veneciano Santorre Santorio un fisiólogo, físico y profesor italiano,


quien en 1612, introdujo una graduación numérica al invento de Galileo y le dio un uso en
medicina, utilizando por primera vez este instrumento para medir la temperatura humana.
Puso en práctica la idea de Galileo de “medir todo lo mensurable y hacer mensurable todo
lo medible”, para lo cual diseñó ingeniosos instrumentos termométricos, uno de los que
construyó, consistía en un tubo doblado, con una parte superior que contenía aire y una
inferior con agua, si se calentaba la parte superior introduciendo la boca, el aire se dilata y
empuja hacia abajo el agua, que llenaba la parte inferior. Este tubo presentaba en la
superficie exterior un sistema de graduación que permitía apreciar el grado de dilatación
estableciendo mediciones comparativas. Lamentablemente era poco exacto.

A mediados del XVII, en Londres, Robert Boyle, destacó la importancia de establecer un


valor de referencia para el calor, de la misma manera que se fija una unidad de medida. Se
le atribuye a Boyle el descubrimiento de las dos primeras leyes que manejan el concepto de
temperatura, lo que contribuyó a mejorar el conocimiento de esta temática sumado a que
posteriormente se descubrió ley del equilibrio térmico, que enuncia que “todos los cuerpos
expuestos a las mismas condiciones de calor o de frío alcanzan la misma temperatura”. Este
descubrimiento permitió hacer las primeras diferencias entre calor y temperatura, términos
que aún hoy se prestan a confusión.

Los primeros termómetros basados en la dilatación de líquidos nacieron a mediados del


siglo XVII. El gran Duque de Toscana, Fernando II de Medici, ideó por entonces uno
consistente en un tubo con el extremo superior cerrado y el inferior terminado en un bulbo
lleno de aguardiente coloreado. Ese líquido era más sensible que el agua a la dilatación, y
tenía la ventaja de no congelarse tan fácilmente. Si el tubo era largo se enrollaba en forma
de hélice, lo que confirió su aspecto característico a los llamados termómetros florentinos.

En 1714, el físico Gabriel Fahrenheit reemplazó las mezclas alcohólicas del termómetro
florentino por mercurio, lo que le permitía medir temperaturas superiores, y propuso
reflejar con el cero la más baja que pudo conseguir en una mezcla de hielo, agua y sal
creando el primer termómetro de mercurio. Así mismo, puso el grado 96 como referencia
del calor del cuerpo humano, ya que era la temperatura que reflejaba cuando se colocaba en
la boca o bajo el brazo. En esta escala, la temperatura de congelación del agua es 32 y la de
ebullición 212. Esta escala no tenía valores negativos (no se podían lograr en esa época
temperaturas por debajo de cero grados) y era bastante precisa por la dilatación casi
uniforme del mercurio en ese intervalo de temperaturas.

Este inventor tomó como puntos fijos de temperatura a los siguientes:

• El de congelación de una disolución saturada de sal común en agua, que es la


temperatura más baja que se podía obtener en un laboratorio, mezclando hielo o
nieve y sal.
• La temperatura normal del cuerpo humano. Con este termómetro de precisión,
Farenheit consiguió medir la variación de la temperatura de ebullición del agua en
condiciones de presión del ambiente y comprobó que el punto de ebullición es
característico propia para cada sustancia líquida. Su invento se basó en una mezcla
de cloruro de amonio con hielo y aunque la temperatura de la mejor proporción de
hielo y sal es alrededor de -20 ºC Fahrenheit, finalmente, ajustó la escala para que
el punto de congelación del agua (0 ºC en la escala Celsius) fuera de 32 ºF y la
temperatura de ebullición del agua de 212 ºF.

Luego que Cristian Huygens en 1665 diera origen al sistema centesimal y ya que en
Suecia interesaba más medir el grado de frío que el de calor, se le asignó el 100 al punto de
fusión del hielo y el 0 al del vapor del agua en la ebullición. En base a esto en 1740,
Anders Celsius, científico sueco de Upsala, propuso los puntos de fusión y ebullición del
agua al nivel del mar como puntos fijos y crea un termómetro que calibró empleando la
escala centesimal. Más tarde el científico, naturalista y explorador Carl von Linneo invirtió
el orden y le asignó el 0 al punto de congelación del agua.

Los años siguientes:

 1821: T.J. Seebeck inventa el termopar.


 1864: Henri Becquerel sugiere un pirómetro óptico.
 1885: Calender-Van Duesen inventa el sensor de temperatura de resistencia de platino.
 1892: Henri-Louis Le Châtelier construye el primer pirómetro óptico.

Escalas de temperatura

Escala de Celsius: Esta escala fue creada por Anders Celsius en el año 1742, construyo un
termómetro basándose en la propiedad de dilatación del mercurio con la temperatura y fijo
como puntos extremos el 0 para la fusión del hielo y el 100 para la ebullición del agua a
nivel del mar a la presión de 1 atmósfera. La ecuación de esta en relación a °F es
°C=5/9(°F-32).

Escala de Fahrenheit: Esta escala fue propuesta por Gabriel Fahrenhit en el año 1724 el
encontró un estado térmico más frío que la solidificación del agua consistió en una mezcla
de sal (cloruro de amonio) con agua y ese punto coloco el 0 (cero). Al hervir esta mezcla
también alcanza un valor superior a los 100 ° C. °F = °C × 9/5 + 32 ; °C = (°F − 32) ×
5/9.

Réaumur :(°R), actualmente en desuso. Se debe a René-AntoineFerchault de


Réaumurr (1683-1757).Su relación con la escala Celsius es: °R = °C × 4/5 ; °C = °R ×
5/4.

Kelvin :(TK) o temperatura absoluta, es la escala de temperatura del Sistema Internacional


de Unidades. Aunque la magnitud de una unidad Kelvin (K) coincide con un grado Celsius
(°C), el cero absoluto se encuentra a -273,15 °C y es inalcanzable según el tercer principio
de la termodinámica.Su relación con la escala Celsius es: TK = °C + 273,15.

Clases de Termómetros

Termómetros Magnéticos

A temperaturas próximas al cero absoluto la mayor parte de los métodos mencionados


(termómetros de resistencia, pares termoeléctricos, piró metros de radiación...) resultan
ineficaces. En su lugar se utilizan los termómetros magnéticos, basados en la variación con
la temperatura de la susceptibilidad magnética, c, de las sales para-magnéticas. Estas sales
siguen la ley de Curie c T = cte. Por lo tanto, para medir la temperatura T, es suficiente
determinar la susceptibilidad de la sal para-magnética correspondiente, lo cual se
realiza midiendo la auto inducción de un arrollamiento que rodea la muestra. El método es
particularmente útil en los sistemas que utilizan sales para-magnéticas como refrigerantes
para obtención de bajas temperaturas.

Termómetros de líquido en dilatación

En un termómetro de líquido en dilatación, el sistema se llena completamente con un


líquido apropiado y consiste en un bulbo conectado por tubo capilar a un elemento en
forma de hélice o espiral de Bourdon situado en la caja del instrumento. A medida que
aumenta la temperatura y se dilata el líquido, la hélice tiende a deshacerse para
proporcionar el aumento de volumen y es mayor. La presión de llenado elegida debe ser
tal, que la temperatura de ebullición del líquido sea apreciable mente más alta que la mayor
temperatura que el sistema haya de medir. Pueden medirse temperaturas desde -1 75 °C.
Hasta + 300 °C. (550 °C. para el mercurio). Aunque los cambios de volumen son
relativamente pequeños, las fuerzas ejercidas pueden ser grandes para accionar el
elemento, y por consiguiente, este tipo de medida se considera bueno para aparatos
reguladores que requieran alto grado de estabilidad.

Termómetros de gas a volumen constante

Este tipo de termómetros son muy exactos y generalmente son utilizados como un
instrumento normativo para la graduación de otros termómetros. Ya que las lecturas de
temperatura en un termómetro de gas son casi independientes de la sustancia utilizada en
el termómetro, tiene un margen de aplicación extraordinario: desde - 27 °C hasta 1477
°C. En este instrumento la variable que mide la temperatura es la presión de un gas que se
mantiene a volumen constante. Se ha escogido este termómetro como patrón porque los
valores de la temperatura que se obtienen con él son independientes del gas utilizado.
El termómetro de gas a volumen constante se compone de una ampolla con gas: helio,
hidrógeno o nitrógeno (según la gama de temperaturas deseada) y un manómetro medidor
de la presión. Se pone la ampolla del gas en el ambiente cuya temperatura hay que medir, y
se ajusta entonces la columna de mercurio (manómetro) que está en conexión con la
ampolla, para darle un volumen fijo al gas de la ampolla. La altura de la columna de
mercurio indica la presión del gas. A partir de ella se puede calcular la temperatura.
En un termómetro de gas de volumen constante el volumen del hidrógeno que hay en una
ampolla metálica se mantiene constante levantando o bajando un depósito. La altura del
mercurio del barómetro se ajusta entonces hasta que toca justo el indicador superior: la
diferencia de los niveles (h) indica entonces la presión del gas y, a su través, su
temperatura.

El bulbo que contiene el gas se somete a baños de agua a distintas temperaturas, cada vez
que esto se haga, girando el tornillo de rosca se mantendrá el volumen de gas constante lo
cual se verificará logrando que el mercurio de la rama izquierda llegue exactamente a la
raya roja (indicador) del tubo. Esta acción acarreará que la columna de mercurio de la rama
derecha varíe su altura, lo cual manifiesta que la presión del gas se ha modificado, la
columna de mercurio de la rama derecha nos servirá para calcular dicha presión; por

P1 = Pgas
P2 = Pa + Hg
ejemplo, supongamos que los niveles de las ramas son los siguientes:

Entonces: Pgas = Pa + Hg g

Lo que tiene de especial este termómetro es que permite obtener una escala absoluta.

Termómetros de líquido en tubo de vidrio

Es el más común de todos. Los líquidos que se utilizan más frecuentemente son el
mercurio y el alcohol etílico. El mercurio no se puede emplear como líquido termométrico
más que por encima de los -36º C, por que su punto de congelación se encuentra
precisamente a esta temperatura. Para temperaturas muy bajas, el alcohol etílico puro
100/100, da resultados satisfactorios.
Estos termómetros están constituidos por un depósito de vidrio, esférico o cilíndrico, que
se prolonga por un tubo capilar también de vidrio, cerrado por el otro extremo. Por el calor,
el líquido encerrado en el depósito se expande y asciende por el tubo de vidrio. La
temperatura se lee gracias a una escala graduada cuyo valor corresponde al extremo de la
columna del líquido cuando ésta se para.
El órgano sensible de este termómetro es, realmente, un manómetro calibrado para indicar
temperaturas. Este tipo de instrumento se utiliza a menudo como termómetros en los
motores de los automóviles.
Algunos termógrafos también están basados en este principio. En este caso la pluma
indicadora tiene en su extremo un dispositivo con tinta que se desplaza sobre un diagrama
arrollado en un cilindro que gira a velocidad constante.

Termómetros de par electrolítico

Un termopar se compone de dos hilos de metales diferentes soldados en sus extremos.


Cuando las temperaturas de cada soldadura son diferentes, se origina una fuerza
electromotriz que es función de esa diferencia de temperatura, la cual viene indicada por
un velocímetro calibrado. Los termómetros de par termoeléctrico se utilizan mucho como
piranómetros, es decir, como instrumentos para medir temperaturas muy elevadas
y también en ciertas aplicaciones se usan para medir temperaturas extraordinariamente
bajas.
Se emplean diferentes pares de metales para las distintas gamas de temperatura, siendo
muy amplio el margen de conjunto: desde -248 °C hasta 1477 °C. El par térmico es el
termómetro más preciso en la gama de -631 °C a 1064 °C y, como es muy pequeño, puede
responder rápidamente a los cambios de temperatura.

Termómetro de Vapor a Presión


Los termómetros de vapor a presión utilizan el hecho de que en una vasija cerrada que no
contiene más que un líquido y su vapor, llenando el líquido sólo parcialmente, el recinto, la
presión es dependiente solamente de la especie del líquido y de su temperatura. Un uso muy
extenso se hace de esta relación entre la presión del vapor y la temperatura en la medida y
registro de las temperaturas industriales. El termómetro de presión de vapor se parece al
termómetro de gas a presión en que consta de un bulbo, un tubo de conexión de longitud
fija, de 1.5 a 75 m de largo, y un elemento sensible a la presión.

Termómetro de Beck Mann


El termómetro diferencial de Beckmann tiene una escala de 30 cm de largo,
aproximadamente, con una escala total de 566 grados C. en divisiones. de 0.01 degrado. Se
emplea sólo para medir diferencias de temperatura. La exactitud conseguida está entre
0.002 y 0.005 grados en la medida de cualquier intervalo dentro de los límites de la escala.

Termómetro de par térmico


Este termómetro consiste en un conjunto conformado por dos hilos metálicos y en
voltímetro calibrado, cuando la temperatura en los hilos es diferente se crea una fuerza
electromotriz que es medida por el voltímetro, esta clase de termómetros se utiliza
generalmente para medir temperaturas muy elevadas y en algunas ocasiones muy bajas.

Pirómetro

La palabra pirómetro se deriva de la palabra griega Pyros, que significa “Fuego”


y Metronque significa “Medida”. Un pirómetro, dispositivo capaz de medir
la temperatura de una sustancia sin necesidad de estar en contacto con ella. El término se
suele aplicar a aquellos instrumentos capaces de medir temperaturas superiores a los
600 grados celsius. El rango de temperatura de un pirómetro se encuentra entre -50 grados
celsius hasta +4000 grados celsius. Una aplicación típica es la medida de la temperatura
de metales incandescentes en molinos de acero o fundiciones.

Principio básico

La teoría de los pirómetros se basa en el hecho de que todos los cuerpos arriba del cero
absoluto de temperatura irradian energía, de lo cual parten para medir la temperatura de los
cuerpos. La radiación es un modo de propagación de la energía a través del vacío, de forma
análoga a la luz. Cuando hablamos de la radiación de los cuerpos nos referimos a la
emisión continua de energía desde la superficie de dichos cuerpos, esta energía es radiante
y es transportada por las ondas electromagnéticas que viajan en el vacío a una velocidad de
3x108 m/s. La radiación electromagnética se extiende a través un ancho rango de
frecuencias.
Cualquier objeto con una temperatura superior a los 0 Kelvin emite radiación térmica. Esta
radiación será captada y evaluada por el pirómetro. Cuando el objeto de medida tiene una
temperatura inferior al pirómetro, es negativo el flujo de radiación. De todas formas se
puede medir la temperatura.
Uno de los pirómetros más comunes es el pirómetro de absorción-emisión, que se utiliza
para determinar la temperatura de gases a partir de la medición de la radiación emitida por
una fuente de referencia calibrada, antes y después de que esta radiación haya pasado a
través del gas y haya sido parcialmente absorbida por éste. Ambas medidas se hacen en el
mismo intervalo de las longitudes de onda.
Para medir la temperatura de un metal incandescente, se observa éste a través del
pirómetro, y se gira un anillo para ajustar la temperatura de un filamento incandescente
proyectado en el campo de visión. Cuando el color del filamento es idéntico al del metal,
se puede leer la temperatura en una escala según el ajuste del color del filamento.
Los problemas asociados con la medición de temperatura elevada por métodos
convencionales, motivó los primeros descubrimientos sobre pirómetros. Los pirómetros
son dispositivos que miden la temperatura a través de la energía irradiada por el cuerpo.

Tipos de Pirómetros
Existen 3 tipos de pirómetros: los de radiación, los infrarrojos y los ópticos.

 Pirómetros Ópticos
El pirómetro óptico funciona comparando el brillo de la luz emitida por la fuente de calor
con la de una fuente estándar. Esto quiere decir que el pirómetro compara el brillo de luz
que sueltan los electrones cuando saltan o regresan de órbita con una fuente estándar. A
diferencia de una celda solar que sus electrones brincan gracias a la luz solar, en el
pirómetro óptico, los electrones brincan gracias a la temperatura.
Los pirómetros ópticos se emplean para medir temperaturas de objetos sólidos que superan
los 700ºC. A esas temperaturas los objetos sólidos irradian suficiente energía en la zona
visible para permitir la medición óptica a partir del llamado fenómeno del color de
incandescencia. El color con el que brilla un objeto caliente varía con la temperatura desde
el rojo oscuro al amarillo y llega casi al blanco a unos 1 300º C.

 Pirómetros de radiación
Los pirómetros de radiación se emplean para medir temperaturas mayores de 550°C hasta
un poco más de 1600°C captando toda o gran parte de la radiación emitida por el cuerpo a
analizar. Este tipo de pirómetros se fundamenta en la ley de Stefan-Boltzmann, que dice
que la intensidad de energía radiante emitida por la superficie de un cuerpo negro aumenta
proporcionalmente a la cuarta potencia de la temperatura absoluta del cuerpo.
Acepta un muestreo controlado de la radiación total y mediante determinación del efecto
calorífico del muestreo obtenido, un sensor térmico como una termopila (grupo de
termopares conectados en serie) determina le medición de temperatura.
El pirómetro de radiación se puede recomendar en lugar del termoeléctrico en los casos
siguientes:

 Donde un par termoeléctrico sería envenenado por la atmósfera de horno.


 Para medir temperaturas de objetos que se muevan.
 Para medir temperaturas superiores a la amplitud de los termopares.
 Cuando se requiere gran velocidad de respuesta a los cambios de temperatura.
 Donde las condiciones mecánicas (vibraciones, choques, etc.) acorten la vida de un
par termoeléctrico caliente.
Pirómetro de infrarrojos: captan la radiación infrarroja, filtrada por una lente, mediante
un sensor fotorresistivo, dando lugar a una corriente eléctrica a partir de la cual un circuito
electrónico calcula la temperatura. Pueden medir desde temperaturas inferiores a 0 °C
hasta valores superiores a 2.000 °C.

Termómetros clínicos

Los termómetros clínicos, también conocidos como termómetros médicos o termómetros de


los doctores, se usan para tomar la temperatura de seres humanos y en animales. Los
termómetros tradicionales usan líquidos termométricos (como el alcohol, el mercurio) para
medir la temperatura en las cavidades corporales (oral, rectal y vaginal) o en otros puntos
auxiliares, como la axila. Muchos termómetros modernos usan radiación infrarroja para
registrar la temperatura en puntos alternativos, como el tímpano y la frente. El termómetro
clínico de mercurio es un instrumento en la que un dispositivo entre la ampolla y el capilar
de vidrio permite que el mercurio se expanda al subir la temperatura, pero impide que
refluya a no ser que se sacuda con fuerza.

Termómetro digital

Con excelente precisión repetibilidad, el termómetro digital tiene construcciones robustas y


son inmunes a las vibraciones, a la humedad y a las interferencias. Se emplean display
luminoso que permite la lectura inclusive en la oscuridad. Poseen una resolución de 1°C, es
decir que cambian la indicación de grado en grado. Sin embargo, a pedido se pueden
suministrar con una resolución de 0,1°C.

Funcionamiento:
Básicamente, dentro de la punta que va en contacto con la piel hay una resistencia eléctrica
por la que circula una pequeñisima corriente que proviene de la pila. La temperatura del
cuerpo hace variar el valor de esa resistencia, modificando la magnitud de la corriente que
circula por ella. Luego un circuito electrónico es capaz de detectar esa modificación y de
acuerdo al valor que registra producir las lecturas que ves en el display. Para que la lectura
sea precisa, realiza varias mediciones por segundo. Cuando el valor es estable por más de
tres segundos, lo toma como real y emite el pitido de fin de lectura con el resultado.
Termómetro de vidrio o de líquidos:
Hechos con vidrio sellado, muestra la temperatura por medio del nivel al que llega el
mercurio o alcohol en una escala graduada.

Pirómetros o termómetros sin contacto:


Estos miden la temperatura a partir de la radiación de calor emanada por los objetos. Estos
termómetros permiten utilizarse si tener que tocar los objetos, lo que permite medirlos
cuando están en movimiento o alejados, así como también cuando sus temperaturas son muy
elevadas.

Termómetros con lámina bimetálica:


Como su nombre indica, están compuestos por dos láminas de metálicas cuyos coeficientes
de dilatación son diferentes. Cuando se produce un cambio de temperatura, una de las
láminas se curva primero y este movimiento se traduce en una aguja que señala la
temperatura.
Termómetros de gas:
Este clase de termómetros puede funcionar tanto a volumen como a presión constante. Al
poseer un sistema de medición muy preciso, suelen ser utilizados para ajustar otros
termómetros.

Termómetros de resistencia:
Estos miden la temperatura a través de un alambre de platino que es unido a una resistencia
eléctrica que cambia según la temperatura. Generalmente se usa para medir temperaturas
exteriores, es muy preciso, aunque lento.

Par térmico o termopar:


Estos termómetros miden la temperatura de manera muy veloz, generalmente se utilizan en
laboratorios. Miden la temperatura a través de una resistencia eléctrica que genera un voltaje
el cual varía según la temperatura de conexión.

Termómetros digitales:
Estos termómetros miden la temperatura por medio de un circuito electrónico. La
información que captan es enviada a un microchip que la procesa y la muestra
numéricamente en la pantalla digital. Son de fácil uso, rápidos, precisos y económicos.

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