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(Mt 5:13)
Introducción:
¿Qué es la Sal?
La sal es el condimento más antiguo usado por el hombre. El libro de Job que
fue escrito hace unos 3500 años hace una mención sobre la sal.
(Job 6:6) ¿Comerás lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del
huevo?
El uso más primitivo de la sal es la conservación de los alimentos, por lo cual
en la antigüedad se trataba de un producto muy apreciado. Incluso se le llegó a
llamar “oro blanco”.
La sal tenía un precio muy reconocido, los ejércitos pagaban a sus soldados
con cubos de sal.
Se dice que la sal tiene por lo menos catorce mil usos benéficos diferentes. En
cantidades adecuadas la sal ayuda a regular el ritmo cardiaco, previene
espasmos musculares, evita la osteoporosis, regula el sueño y mantiene el
equilibrio de azúcar en la sangre. De hecho el cuerpo humano no puede vivir
sin sal. Sin embargo el exceso en la ingesta de sal produce males como la
hipertensión. Es tan importante la sal.
Luego de compartir el sermón del monte la bienaventuranza a sus hijos nueve
veces, pasa a decir “vosotros sois la sal de la tierra”
De la sal dependía la vida de una persona, familia y región, era tan importante
la sal, si tenía la sal la gente tenía su antibiótico y hace 3.000 a 4.000 años. Ya
se cobraba la importancia de la sal.
En tiempo de Jesucristo la sal era símbolo de sanidad y de protección. Si usted
tenía la sal además no solamente era pobre si no que también mantenía la
enfermedad a un costado. Que privilegio verdad. Cuando el Señor está
diciendo.
“ustedes son sal de la tierra” está diciendo ustedes son tan importante donde
camina, donde habla, con quien trabaja en toda nuestra peculiaridad de vida.
I.C. “Nosotros los creyentes somos la sal de la tierra”
Además ¿De qué manera nosotros los creyentes somos la sal de la tierra?
II. Los creyentes somos sal de la tierra no siendo hoyado por los hombres
¿Cómo nos mantenemos sal sin ser hoyado por los hombres?
“pero si sal se desvaneciera” La sal jamás pierde su sabor, aquí nos está
diciendo una cláusula o artículo de lo imposible es un elipsis, algo tan exagerado
que no pasa, la sal nunca pierde su sabor pueda ser si la sal se hidra, pero cada
molécula de la sal nunca pierde su salinidad ¡usted es sal!
Entonces: ¿Que nos quiere decir el Señor? La naturaleza del hombre caído;
estos no preservan nada de salinidad ni dulzura es absolutamente sin sabor.
Es necesario mantener el testimonio para no ser pisados verbalmente por
los hombres por nuestras malas actitudes, siendo sales desvanecidas es un
peligro que nos encontremos y ser hollados por los hombres natrales.
De dichos como: “Aquello ates era así…. Míralo ahora como es.”
El cristiano debe permanecer en Cristo, para ser de testimonio hacia los
hombres naturales:
Se siempre un agente de cambio en esta sociedad caída para para
preservar al eterno, evitándonos la pudrición.
En el pueblo de Israel la sal era extraído de las orillas del mar Muerto, en su
traslado se contaminaba con la suciedad y componentes naturales toxicas esta
sal contaminada perdía su valor y su utilidad ya no era lo mismo porque ya
estaba manchado con la suciedad y componentes peligrosos.
Ilustración:
“Un barbero cristiano en un pueblo italiano y un barbero ruso ateo”
En una semana de ganancias el barbero Toni Sacheti, este creyente tubo buenos
ingresos insuperables, pero su compañero y amigo ateo estaba enfermos y sin ingresos.
Tomo la decisión de ir hacia su habitación llego _ toco la puerta y le dio apretón de
manos y le dijo: aquí te traje todo mis ingresos_ eres tu quien lo necesitas y se
despidió…Tal vez nunca fue efectivo el platicar del evangelio con este hombre duro de
corazón, pero aquel día algo marco en la vida del ateo… un buen testimonio. Cuál es
la suya
Oremos.
Sois la sal de la tierra: somos la sal que preserva tus verdades a través
de nuestro testimonio, esa sal que tú dijiste que era buena. Buenos son los
cristianos que renuevan su mente, que cambian su conducta, que cada día se
van renovando, que van quitando de su vida la envidia, el rencor, los
pleitos. Buena es la sal, pero si la sal se desvanece no servimos para nada.