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ETER LUMINICO

INDICE

LA HISTORIA DEL ETER FISICO 3


CONSIDERACIONES FILOSOFICO-CIENTIFICAS 5
CONSIDERACIONES FINALES 8
CONCLUSION 10
BIBLIOGRAFIA 11
1. LA HISTORIA DEL ÉTER FÍSICO

El éter nace científicamente como hipotética materialidad ocupadora del espacio y desde
este origen científico se presenta como necesidad o exigencia de nuestro intelecto. Estas
dos ideas originales constituyen quizás la más densa y precisa definición del éter físico que
puede, en consecuencia, caracterizarse por las siguientes notas: 1) naturaleza de hipótesis,
2) constitutivamente material, pero de materia no ordinaria, 3) relacionado, asociado, con
el espacio, y 4) necesario para explicar algunos fenómenos (unos u otros que exigirán
diferentes materialidades para el éter). Se construye, sintéticamente, su historia. Nació,
vivió -muy activamente- y murió. ¿Resucitará?

1.1. CONCEPCIONES DESDE PERSPECTIVAS NO CIENTÍFICAS

Perspectiva psicológica: "horror al vacío" que implicaba, como razón suficiente, el principio
filosófico de la existencia por necesidad de un plenum, un éter que llenara todo el espacio.
Y no cabían objeciones. Perspectiva filosófica. Para Descartes, desde las consideraciones
de la extensión como propiedad esencial de la materia y de la materia como condición
necesaria para la extensión, la mera existencia de cuerpos a distancia unos de otros era
prueba suficiente de la existencia de un medio continuo entre ellos.

1.2. LAS PRIMERAS CONCEPCIONES CIENTÍFICAS MATERIALES: EL ÉTER DE


NEWTON Y EL ÉTER DE HUYGENS

1. Newton manifestó una íntima repugnancia hacia la concepción de las "acciones a


distancia". Y éste ha sido, por él y desde él, el argumento más aducido en pro de la
existencia del éter, la creencia en él de Newton. El éter de Newton puede considerarse
nonnato ya que las leyes de Newton actuaban solas, sin necesidad del éter.

2. El éter de Huygens nace de su concepción acerca de la naturaleza ondulatoria de la luz,


de modo que ésta era la deformación de un medio continuo que inunda todo el espacio

1.3. LAS PRIMERAS CARACTERIZACIONES MATERIALES DEL ÉTER: FRESNEL,


FARADAY Y MAXWELL

1. El éter de Fresnel en el contexto de la teoría óptica es una "realidad substancial" harto


compleja que ha de transmitir vibraciones transversales (en el plano de polarización de la
luz) a la dirección de propagación y debe poseer rigidez infinita y presentar resistencia nula
al movimiento de los cuerpos celestes que se moverían así sin verse afectados por esta
substancia. Por una parte se comportaría como si fuera sólido con las propiedades de
homogeneidad en todo el espacio vacío de materia ponderable, densidad -inercia-
constante y elasticidad homogénea e isótropa, pero también debería presentar propiedades
de fluido plástico -fluido real universal-, pero tanto unas como otras propiedades especiales
diferentes -extremas, límites- de las correspondientes a la materia ordinaria. La nota más
propia se expresa mediante su descripción como substancia vibrante.

2. El éter de Faraday o éter dieléctrico se refiere al ámbito de la teoría eléctrica. Faraday


sustituye las "acciones a distancia" en el vacío por la existencia real de "líneas de fuerza",
real en sentido físico no sólo matemático, que transmiten a distancia las acciones a través
de un medio dieléctrico.

3. El éter de Maxwell o éter electromagnético se concibe en el ámbito de la teoría


electromagnética y como síntesis de la Óptica, la Electricidad y el Magnetismo. Así el éter
es: a) medio inerte; b) transmisor de movimientos; c) receptáculo de energía que puede
almacenar (en forma potencial, la electrostática, y, en forma cinética, los dieléctricos); y d)
"arrastrado parcialmente" por la materia en movimiento que se determina mediante un
coeficiente de arrastre (problema conceptual y experimental). De esta manera este éter
luminoso que se estableció como auténtico y aceptado con generalidad poseía las
siguientes propiedades fundamentales: primera, inerte; segunda, llena todo el Universo de
modo que penetra libremente por la substancia de todos los cuerpos; tercera; naturaleza
de medio elástico; y cuarta, presenta también, simultáneamente, naturaleza de fluido
plástico.

1.4. LA CONCEPCIÓN CIENTÍFICA FORMAL: EL ÉTER DE LORENTZ

El éter de Lorentz, el que se deduce de su teoría del electrón, se caracteriza por ser: 1)
inmóvil, siempre y en todas partes; 2) soporte del campo, ya que el espacio está vacío; sus
propiedades son puramente electromagnéticas y quedan descritas por las ecuaciones de
Maxwell, que se constituyen en axiomas; 3) rigurosamente imposible ponerlo de manifiesto
mediante un experimento físico.

1.5. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN EN 1910 SEGÚN BLAS CABRERA

Primera. El éter existe.

Segunda. Existe por .

Tercera. Posee como primera propiedad ser .

Cuarta. Es .
Quinta. Es .

Sexta. .

1.6. EL DESTIERRO DEL ÉTER: EINSTEIN

1. La relatividad restringida no considera ni rechaza la hipótesis del éter, simplemente no la


necesita, dejando así patente su no necesariedad matemática. Y le quita también, ¡cómo
no!, su inmovilidad; sólo faltaba que siendo todo "relativo", el éter, precisamente, fuera a
ser inmóvil, absoluto. La consecuencia inmediata era la negación del éter.

2. La Relatividad general considera que el "espacio vacío" no es, desde el punto de vista
físico, ni homogéneo ni isótropo, y haría imposible la existencia física real del propio espacio
sin que en él hubiera "algo" objetivo (no digamos material). El éter estaría así desprovisto
de propiedades mecánicas y cinemáticas, intrínsecamente, pero determinaría el
comportamiento mecánico.

1.7. EL NO-ÉTER POSTRELATIVISTA.

Desde la década de los 20 el éter "no existe" en Física, ésta no tiene necesidad científica
de él.

2. CONSIDERACIONES FILOSÓFICO-CIENTÍFICAS

2.1. CONSIDERACIÓN PRIMERA

En torno al problema del éter: el éter físico ¿existe?; ¿es?, ¿qué?, ¿cosa?, ¿fenómeno?,
¿substancia?, ¿vacío?, ¿ente matemático?, ¿entelequia?, ¿ficción?; ¿está?, ¿dónde?; ¿se
manifiesta?, ¿cómo?; en resumen ¿es realidad?

2. 2. CONSIDERACIONES DE NATURALEZA FILOSÓFICO-HISTÓRICA

1. El éter de Newton y el éter de Huygens -los éteres científicos primordiales- surgen en el


contexto de las categorías de espacio, tiempo y materia como "existires", (entidades) reales,
primordiales, elementales, fundamentales, últimos, radicales, irreductibles y, además y
sobre todo, para el tema que nos ocupa, independientes entre sí. Constituyen los tres
existires, con los que se concibe filosóficamente el Universo y serán los soportes
incuestionables en los primeros siglos de la Física como ciencia, la Física clásica o Física
de la Edad Moderna (siglos XVII, XVIII y XIX): espacio (único, absoluto), tiempo (único,
absoluto) y materia (de varios tipos, pero una), que permitieron a Newton además introducir
las magnitudes físicas, matematizadas, asociadas a ellos de forma prácticamente definitiva:
longitud, duración e inercia (cantidad de materia o masa).

2. El paso lógico siguiente (lógico, aunque históricamente fueran simultáneos), filosófico y


científico, fue el reconocimiento de otro tipo de 'existir' real, fenómeno o acaecimiento, que
podría ser también de diferentes naturalezas, fenómenos que ocurrían en una determinada
materia en un lugar determinado y con una duración determinada. En los momentos
iniciales, la primera teoría física establecida por Newton -matemáticamente completa- se
refiere al movimiento, la Dinámica, que utiliza como magnitudes físicas las que se
denominarían mecánicas: inercia (masa), fuerza, desplazamiento, velocidad y aceleración.

3. De manera sincrónica surgirían otros dos campos de la Física; por una parte, la
Gravitación, que se concebiría como causa de fuerzas, universal, y, por otra, la Luz, donde
se bifurcarían las concepciones de Newton y de Huygens. Y quedó establecida la Mecánica
-Dinámica y Gravitación- que impuso su imperio: el mecanicismo.

4. Aceptando como realidades incuestionables los conceptos de espacio absoluto, tiempo


absoluto y materia ordinaria, mutuamente disjuntos, con ellos, desde ellos y en ellos había
que explicar los fenómenos, cuyo número conocido crecía y cuya naturaleza variaba, a
veces de manera radical. Y la explicación de estos fenómenos exigía nuevas entidades que
sólo podían ser, en ese marco intelectual, diferentes tipos de materia, nunca otra entidad
"nueva". La solución constructivamente más fácil consistía en llenar el espacio ... de éter,
materia con propiedades especiales que permitiera la explicación de los nuevos fenómenos,
sin salirse del campo de la Mecánica. Nuevas propiedades tendrían que adornar al éter -
unas veces unas, otras veces otras- tantas y tan diversas que se acababa en
contradicciones. Se recurría a él por necesidad contextual teórica, idea que denomino
necesariedad.

5. Maxwell, en su Electromagnetismo, integra los fenómenos ópticos, eléctricos y


magnéticos en un cuerpo de doctrina único que formaliza matemáticamente en un conjunto
de ecuaciones. Como descubrimiento de más importancia se considera el que la luz fuera
una onda electromagnética más y así pudo concebirse el éter luminoso, el éter por
antonomasia, como medio continuo que llenaba el espacio siendo vehículo de propagación
de las ondas electromagnéticas de cualquier frecuencia. Esta nueva teoría, y sobre todo
nueva concepción implícita de "lo existente", de la Naturaleza, mediante el concepto de
campo, por mediación de los campos eléctrico y magnético, supuso la ruptura "definitiva"
con el mecanicismo, implícita tanto en la concepción de la Naturaleza como en las
concepciones formales, aunque Maxwell no rompiera nunca con él e intentara siempre
explicar su Electromagnetismo con referencia, por reducción, a las magnitudes mecánicas.

6. El descubrimiento de la constancia de la velocidad de la luz en el vacío,


independientemente de la velocidad de la fuente y del receptor, ponía en juego no sólo al
espacio y a la materia, también al tiempo: novedad radical en la historia. Por mediación de
la velocidad se presentaban, en su caso, relaciones entre las magnitudes métricas espacio
y tiempo si no intervenía el éter. La consideración del tiempo en el devenir del concepto de
éter conduciría a la muerte de éste.

7. Einstein modificaría en la Relatividad especial las métricas de espacio y tiempo,


entidades que constituirían con Minkowski un continuo espacio-temporal tetradimensional,
de modo que espacio y tiempo no serían ya independientes.

8. Finalmente la Relatividad general haría mutuamente interdependientes a las tres


entidades tradicionales espacio, tiempo y materia, cuyas concepciones quedarían
profundamente modificadas.

9. Así, cambiando la visión filosófica de la Naturaleza, de sus categorías tradicionales


consideradas fundamentales, se hizo innecesario el éter. El espacio físico, con propiedades
reales físicas y no sólo formales, suprimía al éter material y hacía irrelevante, sin sentido,
el éter formal.

2.3. CONSIDERACIONES DE FILOSOFÍA DE LA FÍSICA EL ÉTER ¿EXISTE?, ¿ES?,


¿ESTÁ?, ¿SE MANIFIESTA?, FINALMENTE, ¿ES REALIDAD?, PREGUNTAS AHORA EN
EL ÁMBITO DE LOS FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA FÍSICA.

1. La primera cuestión a precisar es la respuesta a la pregunta ¿qué es Física?

2. Una segunda cuestión en línea con la anterior es la respuesta a ¿qué es un ente físico,
en el sentido de un ente de la Física?

3. Ahora estas preguntas - el éter ¿existe?, ¿es?, ¿está?, ¿se manifiesta?, en resumen,
¿es realidad?- se refieren al ámbito de la Naturaleza y sólo si las respuestas fueran, alguna
o algunas, positivas -es decir, fuera 'ente real'- tendría sentido filosófico auténtico el
construir en el ámbito de la Física el correspondiente 'ente físico' éter. La cuestión, como
puede apreciarse, es más compleja de lo previsto. Otro problema es cómo se conceptualiza,
cuáles son sus propiedades y, en su caso, su funcionamiento.

4. En este punto debe destacarse un tipo de salidas del atolladero del que ha dispuesto la
Física de todos los tiempos: la noción del recurso a un ente conceptual tuviera o no referente
real. Uno de los más conocidos, como ejemplo, fue el 'recurso al infinito' que decía Ortega
al enjuiciar la Física de la edad moderna, pero en este recurso concreto se refería al espacio
en tanto que ente real, aunque su conceptualización fuera imprecisa e incorrecta. Pero el
uso de los recursos no se ha limitado a las propiedades caracterizadoras de entes reales
cosas o de entes reales fenómenos para su comprensión y análisis, sino que se han
utilizado también para 'inventar' entes reales (obviamente de modo supuesto).

5. Cualitativamente un modo especial de estos recursos lo constituye el que denomino


como necesariedad -necesidad de índole teórica-, necesidad formalmente científica, que se
deduce o es exigida -como creencia- del cuerpo de doctrina física establecida que exige -
así parece- necesariamente la existencia 'real' de entes reales con determinadas
propiedades reales, auténticos 'inventos', aunque muchas veces se denominen sólo
hipótesis como si de ideas más o menos formales se tratase.

6. Otra cuestión se refiere a las relaciones entre realidad, concepto y término. El caso del
éter también se presenta como sugerente. Como hemos visto el "éter" no ha sido
conceptualizado de una sola manera, sino que se han conceptualizado varios, diversos y
distintos "éteres", no tratándose de aproximaciones sucesivas mediante mejores teorías
sino descaradamente distintos, muy distintos. Finalmente, sin ni siquiera tener realidad
seguir existiendo.

7. Una consideración más. El problema del éter está radicado en el problema del espacio,
por una parte, y en el problema de la materia, por otra. Nótese bien el uso de la voz
problema porque eso han sido siempre el espacio, la materia y el éter.

3. CONSIDERACIONES FINALES

Primera. No está hoy claro que exista el espacio, entiéndase con el artículo determinado -
el-, que le otorgaría sustantividad. Más bien estamos en la idea de la espaciosidad, en el
sentido de una nota caracterizadora del Universo de modo que se dice que éste es
espacioso, de ninguna manera que esté en el espacio. Desde la relatividad general y en el
marco de la cosmología actual de la expansión del Universo, por lo que afecta a éste -
"nuestro Universo" me gusta llamarlo-, no se encuentra en el espacio, sino que es
espacioso, de alguna manera en el sentido cartesiano de que la materia tiene como
propiedad la extensión.

Segunda. Acerca del vacío, se refiriera esta noción al espacio o a la espaciosidad, puede
decirse que tampoco está claro que exista el espacio vacío o la espaciosidad vacía. Más
bien está tan oscuro que puede afirmarse que no está vacío: existen campos, existe
energía, (existen neutrinos, existen partículas -o radiación- cósmicas) y ... también
posibilidades o potencialidades del espacio (supuesto vacío), e incluso ... la métrica del
espacio o de la espaciosidad es diferente en función de la cantidad de materia y de radiación
que exista, ¿y si existieran las ondas gravitacionales? ¿y si ...? ¿y si ...?

Tercera. Y aquí sí presenta la Física respuesta clara: ningún éter histórico se considera hoy
como real, ninguno tiene sentido en la actualidad.

Cuarta. Pero, obviamente, no se ha dicho la última palabra respecto a si existe o no el


espacio y tampoco, en su caso, sobre el "espacio vacío", y por tanto tampoco sobre un
hipotético éter.

Quinta. En todo caso sí podría denominarse éter al propio espacio físico o a la espaciosidad
cósmica, al espacio real que hoy sin ninguna duda se nos presenta con propiedades reales
y no sólo con las propiedades formales matemáticas de un ente abstracto, de razón. Según
sea su métrica así actúa fenoménicamente y a su vez esta métrica es consecuencia
fenoménica de la existencia de energía (grandes masas con grandes velocidades o grandes
cantidades de movimiento). Por tanto, ni éter matérico ni éter campal ni éter matemático
formal, más bien el espacio adornado de propiedades físicas, reales.

Y sexta. El Universo -la Realidad, la Naturaleza- todavía encierra, a los ojos humanos,
numerosos misterios o incógnitas básicas o fundamentales; entre ellos precisamente los
referidos: 1) al espacio, en la hipótesis de sustantividad cósmica, o a la espaciosidad, en la
de adjetividad cósmica; 2) a la existencia o no de propiedades físicas en éstos; y 3) a la
existencia de algo, y ¿qué?, que podría llamarse éter.
CONCLUSION

Hasta ahora no está comprobado del todo que es el éter, pero los filósofos e investigadores
han representado de esta forma el medio por el cual la luz puede viajar. Sin embargo, se
sigue trabajando en ello con experimentos con la misma base que MIchaelson, pero con
artefactos mas sofisticados para poder determinar algo más sobre el éter.
BIBLIOGRAFIA

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York, Dover, 1952.

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American, vol. 258, mayo de 1988, p. 106-113.

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