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El estiércol de malezas

Por el método de Jean Pain

Principio
Cada año, millones de toneladas de malezas, subproductos de bosques… están disponibles para la
agricultura.
Su facilidad de cosecha, aptitud a hacer estiércol, hacen una materia prima muy barata, de riqueza
incomparable.
Bien oído, el desbrozamiento debe ser juicioso, es decir, mantener lugares muy proporcionados, densos
en frondosidades y en soto, para preservar nidificaciones, moradas y refugios naturales para los animales
salvajes.
Actualmente el desbrozamiento cuesta caro. Por la práctica de la elaboración de abono de las malezas, se
puede prever poner los bosques de la cuenca mediterránea al refugio del fuego, no solamente sin beca
desligar, pero aún beneficiando a d un excelente abono orgánico.
El empleo del estiércol de malezas permite también, en el marco de la repoblación una reanudación y un
crecimiento acelerado de las plantaciones d árboles forestales.
Un material similar a el concebido para la trituración y la elaboración de abono de los residuos urbanos
puede utilizarse.
Cosecha de las malezas
La parte fundamental es la variedad, que garantiza el equilibrio en el estiércol. Una restricción: el
diámetro de las más grandes ramas no deberá superar 8 mm. en el caso de una elaboración de abono
manual. Así la exacción clorofílica no será destructiva para el vegetal sino limitado a los ramos los lo más
fácilmente posible descomponibles. Se trata de volver menos matorral la pantalla verde, no de destruirlo.
La protección del medio así está garantizada.
Las malezas se almacenan sobre una superficie de elaboración de abono que debe ser lo más extensa
posible, una excelente situación siendo el linde de un bosque
Impregnación de la materia vegetal
Si se dispone muy de poca agua, es necesario aprovechar la lluvia para la indispensable operación de
impregnación de la materia vegetal.
Se procederá por mezclas repetidas seguimientos de una puesta en montón rápido. Se podrán también
extender sobre el suelo toldos a bordo observados para recoger el agua de lluvia. Se procederá entonces
a la riego del montón almacenado, o a la regadera normal, o por aspersiones cortas y repetidas.
El mejor método es la inmersión en barril, recipiente, cuenca o cualquier otro recipiente no metálico.
Al fur y a medida que la maleza se aporte sobre la superficie de elaboración de abono, se la embalará en
el barril vacío comprimiéndola muy mucho por adobamiento. Se la mantendrá comprimida por una
pesada piedra, luego se llenará con agua a raso borde.
Se dejará así, un medio día o una noche, la materia impregnarse a corazón. A continuación, a la
bifurcación, se la sacará de su baño, y, bien purgada, se la pondrá en montón.
Se reiniciará la operación tantas veces que necesario para obtener un volumen de cuatro metros. 3 de
maleza húmeda, bien embaladas, añadiendo el equivalente del agua absorbida. Es, en efecto, el volumen
mínimo que permite una fermentación adecuada.
No hay por supuesto ningún máximo, si no las posibilidades del ejecutante. Sin embargo es preferible
hacer vario de montóces sucesivos 4 m3 más bien que único mucho más grandes, por razones de
conveniencia.
Es necesario tres días laborables a un hombre activo para acumular e impregnar este volumen de
malezas, que dará dos toneladas de estiércol listo al empleo.
Esto es el inicio de transformaciones sucesivas que consiguen la obtención, 111 días más tarde, de un
estiércol de malezas a las calidades óptimas, a a condiciones no obstante de que todas las operaciones
siguientes estén realizadas con precaución, delicadeza y precisión.
Elaboración de abono
Tres semanas después del último día de la impregnación, el montón se desplomó y ablandó.
Es necesario entonces proceder a la elaboración de abono. Con ayuda de la horca dada la vuelta (dientes
contra tierra) se procederá a una clase de cardado afectando vigorosamente a golpes repetidos sobre el
borde: la materia se desgastará así, puesta en charpie, luego se la lanzará el lado, o detrás sí. Una media
hora y de trabajo continuo basta para cardar el conjunto del montón. Se se da cuenta mientras que la
materia cambió de aspecto: se volvió pardusca, un olor amargo se retira. Una ligera temperatura indica
un principio de fermentación.
Se procederá a continuación a la puesta en montón que es la más precisa de las operaciones de
elaboración de abono. Las medidas siguientes se respetarán escrupulosamente: anchura a la base 2m20,
altura en el centro 1m60, forma triangular. Longitud determinada por ia cantidad de materia que debe
compostarse. Se apilarán por ahorquilladas muy delicias, sin embalar. Si se toma cuidado de lanzar la
materia siempre en el eje mediano, se se dará cuenta que el montón, al elevarse, toma la forma deseada.
Duración: una media hora.
Siempre sin embalar, se extenderá a la pala una capa de 2 cm de grosor, hecho de tierra, arena, mantillo
ou' de antiguo estiércol. Un cuarto de hora para esta operación.
Nosotros ahí tienes en el punto terminal. Grandes ramas colocadas en techo de choza vendrán a
garantizar la protección del conjunto contra la lluvia, la nieve, el viento y el sol. Durada para esta última
mano, habida cuenta del tiempo necesario para la búsqueda de las grandes ramas en bosque: una hora.
En los días siguientes, una viva fermentación se desencadenará, culminando a veces a 75°.

Estiércol de 90 días
Al final de 3 meses se obtienen el estiércol de 90 días, préstamo a la utilización en superficie.
Es necesario exponer lo menos posible este estiércol a la luz del día, y cubrirlo con ramas o esteras si se
debe ausentarse o suspender el trabajo durante varias horas.
La materia orgánica nutritiva constituida por el estiércol de malezas de 90 días sólo se administra una
vez al año en superficie, en un grosor de 7 cm, al principio del cultivo de verano, la de invierno siendo la
primera, en cabeza de rotación.
No debe pues enterrarse el estiércol de 90 días, porque está aún en un estado «grueso», que sería para
el suelo un cuerpo extraño más que una comida. El ataque bacteriano que sufrió lo vuelve apto solo a la
utilización en superficie.
En efecto, tal materia solicitaría del suelo la mayor parte de su energía con el objetivo de “resumirlo”,
“absorberlo”, dividirlo, en detrimento de los vegetales que se desea ver crecer. Peor aún, la “digestión”
del estiércol no se hace en el suelo de la misma manera que en superficie, se esperaron ser dividido se
podría suficientemente un estado depresivo de dicho suelo el año siguiente e incluso, en algunos casos,
dos años más, la materia arbolada constituyendo el estiércol de malezas que reclaman este plazo de
tiempo y pasar a ser entonces, pero solamente entonces, enriquecedor para la tierra. Bien entendido se
puede, en vez de utilizarlo inmediatamente conservar y dejar madurar el estiércol de 90 días.
Cobertura
El papel de la cobertura es impedir la evaporación del agua del suelo y causar, en el momento más
caliente del día, una condensación apreciable a nivel superior del estiércol, y bajo ella una vida intensa
en la oscuridad.
Es evidente que hojas, paja, heno o hierbas verdes no en semillas, helechos, juncos o hierbas de ciénagas
causarán el mismo fenómeno. Mejor, mientras que la cobertura hecha de agujas de pino deba
necesariamente retirarse para la cultura de invierno siguiente, las coberturas obtenidas por los vegetales
antes citados podrán incorporarse al suelo en final de temporada por un binado muy ligero. En lo que se
refiere a las agujas de pino, no se incorporarán nunca se enviarán a la elaboración de abono y al suelo tal
cual.
Cualquiera que sea el vegetal elegido para ejercer la función de cobertura con el objetivo de proteger
tierra y estiércol contra la evaporación, será importante comprobar, a la instauración, la perfecta
uniformidad del grosor, y de velar a esto que ningún agujero o espacia mal preservado subsiste, en
particular en torno a los pies y troncos de las jóvenes plantas.
En efecto aplicada una cobertura de protección mal o imperfectamente, dejando por ejemplo los caminos
y avenidas descubiertos en el pensamiento que basta con cubrir no más que los espacios cultivados
propiamente dichos, permitiría a la humedad del suelo y el subsuelo huirse por los espacios dejados a
saldo.
Aplicaciones
Ahí tienes un ejemplo de utilización del estiércol de 90 días en la Alta Variedad:
En marzo, a partir de las primeras heladas importantes, el suelo se quita del cultivo anterior (sandías).
Los últimos frutos y matas se retiran, un binado ligero (5 cm) entierra lo que subsiste estiércol y de la
cobertura de la cultura de verano.
Inmediatamente se siiembran las lechugas de invierno.
En la primavera, es un cultivo de pequeños guisantes enanos que sucede a las lechugas.
Entre el 5 y el 10 de noviembre, de jeunes plants d'aubergines sont repiqués.
A finales de noviembre: instauración de estiércol de malezas, que se cubre de agujas de pino para
protegerlo de la luz del día.
Otoño e invierno: la superficie está ocupada por zanahorias.
Primavera: cultivo de espinacas, seguido de una plantación de tomates.
Generalmente, el jardín ve tres culturas en el año, excepción hecha cuando se trata de verduras cuyo
cultivo invernal o primaveral requiere el empleo del terreno sobre dos temporadas.
Las culturas son protegidas durante el verano por bandejas, el riego no es necesario. Por ejemplo, en el
centro del verano provenzal, por 38° a la sombra, se pican de nuevo algunos puerros sin riego, pero
después de garapinado en una mezcla de 3 kg de estiércol de malezas, 3 kg de arcilla roja y 3 litros de
agua. Las raíces se cortaron a 1cm, las hojas a 10 cm. Después qué la cobertura es retirada, de los
puerros rápidamente establecidos en el suelo, a a través de estiércol, y la cobertura restablecida. El
gusano del puerro no se manifiesta .
Transformación en mantillo
Si no se tiene inmediatamente el uso del estiércol de 90 días, se cubrirá cuidadosamente el montón.
Algunos meses más tarde se estará en presencia de un mantillo que permitirá las siembras finas, la
cultura hortícola y floral de especies raras y delicadas, a condición no obstante de devolver el montón un
mes antes de su utilización y de reconstruirlo a las medidas originales.

Fuentes
Artículo de Jean Pain
extracto de Enciclopedia de Agricultura Biológico,
publicada hacia 1975 por las ediciones Debard,
bajo la dirección de Henri Messerchmit.

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