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BIOGRAFIA DE PAQUITO PALAVICCINI

Francisco "Paquito" Palaviccini (Santa Ana, 28 de febrero de 1912-San Salvador, 24 de


febrero de 1996) fue un compositor y cantante salvadoreño, conocido también
como Paquito Palaviccini.
En su infancia, estudió violín y solfa con su padre, que era un músico de ascendencia
italiana. En 1923 ingresó en el Conservatorio Nacional de El Salvador, donde profundizó
sus conocimientos de solfeo. En 1928 viaja a Guatemala para continuar en el
Conservatorio Nacional Germán Alcántara , sus estudios de composición musical. En
1934, viaja a Cuba donde reside por cinco años, allí estudia en la Academia "Ignacio
Acevedo " de La Habana.
En la década de 1940, viaja por Estados Unidos y Sudamérica como parte de La Revista
Musical del cubano Ernesto Lecuona. Regresa definitivamente a El Salvador, en los años
50, para dirigir la Orquesta Internacional Polío. En 1960 fundó la orquesta “Los
Palaviccini”. Fue también director de la Orquesta de la Universidad de El Salvador (1970-
1973), y se integró al grupo “Bossa” en 1982.
En reconocimiento a su carrera musical, fue nombrado, Hijo Meritísimo de El Salvador,
en 1992, por la honorable asamblea legislativa de El Salvador.
Palaviccini creó el ritmo del XUC, inspirado en la música autóctona salvadoreña. Sus
composiciones más célebres: Adentro Cojutepeque, El Xuc, El Carnaval en San Miguel,
Santa Ana mía, El Café de mi tierra, Usulután, Cocotero Sonsonateco.
Discos más conocidos: "El Xuc" (1962) y "Ensalada a la Palaviccini" (diciembre de 1962).
BIOGRAFIA DE CIRIACO DE JESÚS ALAS

Ciriaco de Jesús Alas (Santa Tecla, El Salvador, 7 de abril de 1866 - Sonsonate, El


Salvador, 1952) fue un músico y compositor de El Salvador.

Estudió el violín con Rafael Olmedo, padre, y composición con el italiano Juan Aberle,
autor de la música del Himno Nacional de El Salvador, y con el holandés José Kessels. Se
desempeñó como profesor de canto del Instituto Central de El Salvador. Fue director de
la Banda de La Unión, de 1888 a 1890, y de la Banda del Regimiento de Sonsonate, de
1901 a 1944.

Como profesor y director

Se desempeñó como profesor de canto del Instituto Central de El Salvador. Fue director
de la Banda de La Unión, de 1888 a 1890, y de la Banda del Regimiento de Sonsonate,
de 1901 a1944.

Su Cartilla musical y otros materiales educativos vieron la luz a principios del siglo XX,
para responder a las necesidades metodológicas de su tiempo. La abertura entre lo
musical popular y lo culto se desarrolló rápidamente durante la primera mitad de la
centuria. En el dominio público, Ciriaco surge más arraigado en lo popular. Una buena
parte de sus creaciones lo confirma, como los himnos y canciones escolares algunas de
los cuales aun se cantan en escuelas salvadoreñas. No obstante, la pieza “Dichoso fui”
inicialmente compuesta para piano y violín, indica que Ciriaco Alas tiene facetas
musicales mucho más elaboradas. Esta obra requiere del músico recursos técnicos que
relacione el carácter bucólico con la expresión virtuosa y la gracia de su melodía, puro.

Se le atribuyen las siguientes obras: El maestro Irma, Neo Cadina, Rosita, Fantasía sobre
motivos de la Caballería Rusticana, Fantasía sobre motivos de El Trobador, La
coronación, Obertura sobre motivos del Himno Nacional y el intermezzo Marden, todos
para orquesta. Para banda creó cerca de 20 fantasías, las oberturas Porpocato y Quetzal
y 2 danzas orientales; y entre su música religiosa se cuentan 14 misas de gloria, 16 para
difuntos y una misa de campaña con acompañamiento de banda.
BIOGRAFÍA BENJAMÍN SOLÍS MENÉNDEZ

(Chalchuapa, 4 de mayo de 1932), es un compositor, pianista, organista y director de


coro salvadoreño.
Nació en Chalchuapa, Departamento de Santa Ana, el 4 de mayo de 1932. Sus padres:
Juan Antonio Paniagua Solís y Luisa Elena Menéndez de Solís (ya fallecidos). En 1956
contrajo matrimonio con la profesora María Rhina Pineda, y fruto de este matrimonio
son sus hijos: Rina Elizabeth Solís de Amaya, Mauricio Benjamín Solís Pineda y Elena
Raquel Solís de Rais.
Desde muy temprana edad mostró inclinaciones musicales, y su madre le instruye en
sus primeros conocimientos. Benjamín Solís Menéndez es pianista, organista,
compositor, arreglista y director de coros. Esta última especialidad la obtuvo mediante
estudios realizados en San José de Costa Rica y el Centro Cristiano para las Artes de
México, D.F. La mayor parte de su vida la ha dedicado a la enseñanza musical y a la
dirección coral. Ha trabajado como Docente a nivel Parvulario, Tercer Ciclo, Bachillerato
y Normal.Como director de coro, participa en la inauguración y clausura de los V Juegos
Centroamericanos en 1994 con el coro "Nueva Vida", con el que también formó parte
de la Compañía de Opera de Viena (Austria), presentando la opereta "El Murciélago" de
Johann Strauss y la "Viuda Alegre" de Franz Lehar, en el mismo año.
Ha dirigido muchos coros, entre ellos están: Coro Nacional de EL Salvador, Coro de la
Primera Iglesia Bautista de El Salvador, Coro del I.S.S.S., Coro Juvenil y Coro Infantil del
Liceo Cristiano "Reverendo Juan Bueno", con este último se grabaron los vídeos
titulados "Whosoever!" y "Jesus Is Coming", en los que también participan coros de
Estados Unidos de Norteamérica, Checoslovaquia y las Islas Fiji.
Como compositor, ha extraído las fibras más profundas de la vida salvadoreña, la
potencial riqueza de su agreste paisaje. Su música produce hondas evocaciones del alma
autóctona. Sus composiciones se clasifican en: Regionales, Románticas, Didácticas,
Religiosas y Clásicas.
Sus obras más conocidas de carácter regional, son: "Mis Caites", "Guanaquita Ausente",
"Casamiento Pueblerino", "Acuarela Campesina" y "Los Inditos". Entre su música
Romántica están: "Nocturno de Amor" (dedicada a su esposa), "Recuérdame" y "Bahía
de Jiquilisco".
BIOGRAFÍA FRANCISCO ANTONIO LARA HERNÁNDEZ

conocido como «Pancho Lara» (Santa Ana, 3 de diciembre de 1900 - San Salvador, 5 de
mayo de 1989), fue un músico y compositor salvadoreño.

Primeros años
El 3 de diciembre de 1900, marcó el inicio de la vida de uno de los cantautores
salvadoreños más importantes de El Salvador.
Su nombre Francisco Antonio Lara Hernández, conocido artísticamente como Pancho
Lara, nació en la hacienda “La Presa” jurisdicción de Santa Ana. Posteriormente, fue
asentado en la ciudad de Armenia, Sonsonate.
Sus padres: Capitán Jeremías Lara originario de Santa Ana y Ángela Hernández de Lara,
originaria de San Vicente. Fue el tercero de 7 hermanos: Raúl, Humberto, Héctor, Rafael,
Ofelia y Atilo.

Su adolescencia
Desde la edad de quince años, comenzó Pancho a componer pequeñas estrofas de
canciones infantiles, ayudado por su adorada madre a quien los vecinos, por su belleza,
llamaban "florecita"; y apoyado en libros aprendió solfa, desarrollando su habilidad para
tocar guitarra, marimba, piano y otros instrumentos de forma autodidacta.

La marimba "Chinteña”
En 1926 compró su primera guitarra y junto con un grupo de amigos, vecinos de San
Jacinto, formó la marimba “Chinteña”, fue así como continuo con la creación de sus
canciones.

Sus años en la docencia


En 1930 asistió a unos cursos nocturnos para la formación de maestros rurales que, bajo
la protección de don Luis Chaparro, se impartía en el Liceo Moderno, del profesor
Francisco Luarca. Desde entonces fue conocido como "Pancho", gracias a Don Francisco
que así le llamaba para diferenciarlo de su propio nombre.
Por esa época llegó al país la insigne escritora chilena Gabriela Mistral, quien dictó una
conferencia en la escuela para maestros rurales. De las cosas que dijo, una dejó huella
en Pancho Lara: "Cada país de América debe cantar y exaltar sus propias cosas, porque
éstas son bellas con belleza propia, había que darle fisonomía a nuestra América en la
literatura y en el arte, había que cantarle, pero en nuestra propia lengua."
En 1932, a resultas de la inundación que causó el río Acelhuate en los Barrios La Vega y
Candelaria de San Salvador, perdió su taller de sastrería, lo que lo impulsó a poner en
práctica sus conocimientos como maestro rural. Durante cuatro años se desempeñó
como tal en el cantón Flor Amarilla Abajo, Santa Ana.
Posteriormente, pasó 8 años de su vida trabajando en el recibidero de café de la Agencia
H. de Sola, en Jayaque.

En la radio
Don Pancho Lara destacó en múltiples actividades, entre ellas la locución radial. En los
años 40, el general Hernández Martínez desplegó una campaña de sanidad contra los
zopilotes. Don Pancho, que trabajaba en la radiodifusora YSP, a instancias de Claudia
Lars compuso la siguiente canción dedicada a estas aves tan despreciadas: 'Pobrecito
zopilote Ya lo quieren fusilar porque tiene su plumaje color de la tempestad. Es el rey
del espacio, aunque no lo quieras creer; si tú alzas tus miraditas por doquier lo has de
ver. 'No señor, no hay razón para que lo quieran matar. 'Pobrecito zopilote yo te doy mi
admiración porque tienes privilegios de lo que es la sanidad "No señor, no hay razón
para que lo quieran matar’.
Cultivó las letras, siendo colaborador literario de varias revistas y periódicos nacionales
y, esporádicamente de algunas publicaciones extranjeras.
El 4 de octubre de 1966, llegó a Madrid, para participar en el XII Curso "Lo español en la
creación artística," ciclo de conferencias dirigido por Antonio Almagro y auspiciado por
el Instituto de Cultura Hispánica.
Fungió durante más de 25 años como Supervisor de Educación Musical en todo el
territorio Salvadoreño, impartió charlas en diversas escuelas primarias del Ministerio de
Educación en donde siempre compartió con los alumnos su música, escribiendo sus
primeras canciones infantiles cuando fue maestro Rural en la escuelita "Flor Amarilla
Abajo" de Santa Ana, a la fecha de su retiro se le concedió una exigua jubilación de
trescientos colones, insuficiente para sostener dignamente su hogar.
U
Pancho Lara enfermó de gravedad en el mes de enero de 1989, sus hijos, en un enorme
esfuerzo, lo internaron en un hospital privado, pero debido a los altos costos y a la falta
de recursos, optaron por trasladarlo al hospital Rosales, donde falleció el 5 de mayo del
mismo año, en una cama del hospital Rosales, rodeado de su familia y abandonado por
las autoridades que en años atrás le tendieron la mano, a la edad de 88 años. En ese
mismo lugar falleció su esposa en el año 2000, a la edad de 89 años.
Sus restos se encuentran descansando en el parque memorial La Resurrección, nichos
que fueron donados por esa empresa a Pancho Lara, cuando aún vivía.

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