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GESTUALIDAD EN

LOS JOVENES
Taller para pensar y repensar las prácticas
cotidianas del lenguaje no verbal y las
imágenes

Autor: Lucas Corrarello1


Colaboradora: Dora Eylenstein

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Licenciado en Comunicación Social con orientación en procesos educativos (UBA)

1
INDICE

Destinatario…………………………………………………………………… 3

Propósito..……………………………………………………………………… 3

Objetivos………………………………………………………………………… 4

Justificación……………………………………………………………………. 5

Marco teórico…………………………………………………………………. 6

Actividades……………………………………………………………………. 10

Bibliografía……………………………………………………………………. 15

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Destinatarios:

Alumnos del segundo ciclo del nivel primario

Propósito

El primer propósito pedagógico será conocer los distintos momentos y situaciones en que
los chicos se desempeñan y ponen en juego sus actitudes, modos y costumbres en
relación con la gestualidad. Esto nos permitirá, a partir del primer encuentro ajustar los
siguientes teniendo en cuenta los conceptos previos con los que los chicos cuentan.
Entendemos que de este modo, el aprendizaje resulta mucho más significativo, ya que los
alumnos cuentan con conocimientos previos que, frente a los nuevos que se trabajarán en
el taller, serán reelaborados.

Nos proponemos también, indagar acerca de las representaciones que los alumnos
articulan en torno a los gestos en general y a la expresión corporal en particular, dentro
del aula, en familia, y en el encuentro con sus pares. Entendemos con esto, que existen
distintos tipos de lenguajes: lenguaje verbal y lenguaje no verbal. Esta diferenciación nos
exige tener en cuenta las distintas dinámicas que los chicos crean y recrean en las
interacciones con distintas personas y las esferas sociales en las que se encuentran
(familia, colegio, grupo de amigos, etc.).

Generar un clima de aula en el que los chicos puedan expresarse con total libertad,
respetando al otro y respetándose ellos mismos. Valorando tanto la opinión del otro como
la propia, siendo esta merecedora de ser comunicada y la del otro de ser escuchada y
tenida en cuenta.

Valoramos el intercambio grupal como modo de construir un conocimiento único y


superador de las perspectivas individuales. Creyendo que solo en el encuentro con quien
tengo al lado crecemos como persona y como comunidad. Sea en la escuela, en la familia,
en el club y como ciudadanos.

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Buscamos como docentes atentos y sostenedores del carisma salesiano, ser capaces de
detectar situaciones emergentes2 en los alumnos. Favoreciendo así la comunicación
honesta con los maestros y maestras, para desde allí acompañarlos en este camino que es
el tránsito por la escuela.

Objetivos

Que los chicos tengan una visión crítica, consciente de los modos en que efectivamente
comunicamos. Para así hacer uso responsable de ellos. Desnaturalizar los gestos,
pensarlos críticamente, tomando conciencia del valor o antivalor3 del gesto. Que los
chicos vean por qué hacen determinados gestos a ciertas personas y en qué momentos.

Que los jóvenes puedan comunicarse abiertamente y con respeto entre ellos sin
mediación de los docentes. Que incorporen la sana costumbre de escuchar, pensar, y
responder. Así, como también reconozcan modos de respetarse a si mismos, al tiempo
que respetan al otro.

Si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, cuando respetamos al otro y a nosotros mismos,
también estamos respetando a Dios.

Despertar el interés en la lectura crítica de las imágenes en general. Que puedan realizarse
preguntas fuera del ámbito escolar. Que los intercambios dentro del taller puedan ser
llevados al ámbito privado favoreciendo el dialogo familiar, con los adultos

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Entendemos “emergentes” como aquellas situaciones que resultan inesperadas pero que dan indicio de
realidades individuales (o grupales) que, a criterio del docente puedan revestir de cierto grado de
importancia.
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Por antivalor referimos a distintos lenguajes que no concuerdan con los valores éticos`.

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Justificación

Lo que mueve este proyecto es la idea central de que las imágenes nos rodean y
conforman nuestra subjetividad mientras aprendemos, en mayor o menor medida, a
convivir con ellas. Es necesario entonces que sepamos, como docentes, enseñar a leer las
imágenes.
Hace varias décadas que nos encontramos inmersos en la llamada era digital: la
información circula a velocidades inmensurables en forma de señales eléctricas (bits) de
un punto al otro del planeta. La cantidad de estímulos que recibimos a diario se hacen que
sea necesario prestar atención a los modos en que percibimos e interactuamos con ellos.
De lo contrario, ante tanta información, no siempre fiable, podríamos hacer lecturas
erróneas de la realidad, perdiendo la capacidad crítica y creadora.

Es en esta era de lo digital, donde la imagen cobra un valor central, aprender a leerlos, a
decodificarlos, es menester para producirlos activamente, como sujetos críticos y
pensantes. La imagen, señala J.C. Amador (2012) “es una reinvención de la realidad que se
vale de la metáfora, la ficción y la imaginación “. Desde allí, planteamos entonces la
intrínseca relación que hay entre los gestos, como portadores de significados nunca
explícitos, y la imagen. Es esta imagen visual la que creo nuevos impulsos a las narrativas
que los jóvenes crean y recrean en la vida cotidiana, acompañando y transformando al
lenguaje verbal (Sanjurjo y Rodríguez, 2004).

El respeto al otro es parte fundamental de las intenciones últimas de este trabajo. Para
ello trabajaremos de manera transversal acerca de cómo recibe el otro los gestos y los
modos en que los chicos eligen decir lo que dicen (entender sobre todo, que hay maneras
de expresarse mejores que otras según la situación). Esto ayudará a trabajar la idea de
empatía con el otro, con la persona a la que se dirigen, que se pongan en su lugar y
comprendan o reconozcan que el otro puede entender algo que quizás uno no quiso decir,
y viceversa.

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De este modo creemos que contribuiremos a formar individuos más cuidadosos de los
mensajes que producen y más conscientes de que la comunicación humana suele ser
confusa, compleja, intrincada, pero que puede mejorarse y vale la pena intentarlo

Marco teórico

La imagen es lenguaje y su mayor


fortaleza está en su carácter performativo.
Arfuch y Devalle, 2009.

El cuerpo, los gestos, las imágenes que vemos y que producimos, tienen la capacidad de
decir algo, de mostrar. Boehm, autor alemán que estudió el modo en que opera el sentido
en las imágenes señala que cuando el observador mira una imagen le adjudica a ese
objeto características distintas de las físicas. Es en ese punto en que pasamos de
experimentar algo, como otra cosa (Boehm, 2014: 31).

Así, podemos plantear lo mismo en relación a la gestualidad: si cada vez que elegimos un
gesto particular estamos abriendo el juego a las representaciones posibles que el otro (un
compañero, un docente, mis padres) pueda interpretar. La idea de que las imágenes se
insertan en un “ser en común”4, sirve para dar cuenta de las dinámicas posibles que una
imagen, que puede ser un gesto, ponen en circulación dentro de ámbitos particulares.

Por su parte, Fernando Poyatos, quien ha estudiado arduamente el lenguaje no verbal, en


especial dentro del aula, define a la comunicación no verbal como: “las emisiones de signos
activos o pasivos, constituyan o no comportamiento, a través de los sistemas no léxicos
somáticos, objetuales y ambientales contenidos en una cultura, individualmente o en mutua

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Esta idea es trabajada en mi tesina de grado “La imagen y las mil palabras: Un recorrido sobre los modos
en conformación de sentido en las imágenes de los paquetes de cigarrillo en la argentina”(2017).

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coestructuración”. Y agrega que de esta forma estamos todo el tiempo comunicándonos a
través de lenguaje no verbal.

Así, por ejemplo, podemos imaginar que un par de cejas levantadas cuando alguien nos
está contando algo, suele ser interpretado como “sorpresa”; lo mismo ocurre con el ceño
fruncido, que indicaría, comúnmente, enojo; o una sonrisa un gesto de aprobación, o
felicidad. Los gestos, las imágenes tienden a operar significativamente dentro de
determinados marcos sociales, de ese “ser en común” que mencionamos anteriormente.
Por esta razón seguimos de cerca el pensamiento de Hernández cuando señala en
relación a las imágenes:

Por eso, de lo que se trata en nuestro caso es de encontrar una


aproximación que tenga en cuenta que, como educadores (…),
estamos relacionados con artefactos que son, en primer lugar,
representaciones visuales y, en segundo lugar, que constituyen
posicionalidades y discursos, a través de actitudes, creencias y
valores, es decir, que median significaciones culturales. (Hernández,
2005; 12)

En su texto “Escuela y cultura de la imagen: los nuevos desafíos”, Inés Dussel (2009)
explica que las nuevas formas de circulación de la cultura junto con el capitalismo
moderno exigen la preeminencia de un sujeto critico que la escuela debe encargarse de
formar (Dussel, 2009: 8).

Desde la neurociencia, Facundo Manes y María Roca nos explican en su libro


“Descubriendo el cerebro” (2017) que nuestro cerebro, así como el de los animales, nace
preparado para reconocer seis tipos de emociones: alegría, tristeza, miedo, asco, enojo y

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sorpresa. Y a su vez, estas emociones tienen formas particulares de expresarse que se
repiten en las diferentes especies y culturas (Manes y Roca, 2017: 138-139). Estos autores,
indican que nuestro cerebro está programado para dar significado y “buscar emociones e
intenciones (incluso allí donde pueda dudarse de que en realidad las haya” (Manes y Roca,
2017: 146). Esto es así en cuanto ante el mínimo gesto de otra persona, del chico o chica
que nos gusta realizamos suposiciones de tal o cual cosa. O cuando percibimos cambios
del tono de voz en el momento en que alguien nos está diciendo algo tendemos a
asignarle significados a esos gestos.

Los humanos realizamos cinco tipos de gestos diferentes, según establecieron en 1969 los
psicólogos norteamericanos Ekman y Friesen.

Los gestos emblemáticos tienen una traducción verbal concreta sin necesidad de usar
palabras, y son perfectamente comprendidos sin más explicación. Uno de los más
populares y universales es la típica señal con el puño cerrado y el pulgar hacia arriba, para
indicar que todo va bien. Otros gestos emblemáticos tienen un alcance más limitado en
función de la cultura, como llevar la mano a la sien para saludar o colocarla en el pecho
como expresión de respeto al oír el himno nacional.

Los gestos ilustradores son los que acompañan el discurso, forman parte del mismo y lo
enriquecen. Se emplean para representar visualmente lo que se dice. Se disparan de
forma automática, antes que las palabras a las que van vinculados. Forman parte de
nuestra personalidad, por lo que debemos tener cuidado a la hora de cambiarlos
intencionadamente, para no resultar artificiales. Un ejemplo seria cuando movemos las
manos en determinadas direcciones al momento de hablar.

Los gestos reguladores son los que utilizamos para facilitar el flujo de la comunicación y
para interactuar con los demás. Con ellos indicamos, por ejemplo, que hemos terminado
de hablar o que esperamos una respuesta. Ofrecer la mano para saludar, o levantarla para
“frenar” a nuestro interlocutor, son gestos ilustradores frecuentes.

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Los gestos adaptadores son aquellos movimientos que realizamos tocando nuestro propio
cuerpo o manipulando algún objeto, como ajustarnos los puños de la camisa o llevarnos la
mano a la boca. Están vinculados fundamentalmente al manejo de las emociones. Se
incrementan con la tensión y el estrés -como los típicos tics nerviosos-. También nos
sirven para controlar o disimular nuestro estado emocional, o para ayudarnos en la
concentración.

Los gestos manifestadores de afecto también están vinculados a las emociones, pero se
diferencian de los adaptadores por su papel en la socialización: nos sirven para comunicar
a los demás nuestros sentimientos. Se aprecian fácilmente por las expresiones faciales
que los acompañan, y por los movimientos de las extremidades superiores y la postura
corporal de acercamiento.

Nosotros haremos especial énfasis en los gestos emblemáticos, ilustradores y los


manifestadores de afecto, ya que nos servirán para dar sentido a la propuesta de este
proyecto.

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ACTIVIDADES

Actividad transversal
Los días que se dictará el taller, desde la primera hora, habrá en el aula una cartelera de
‘’estados de ánimo’’. Al ingresar los alumnos deberán pegar un emoji que represente su
estado de ánimo. La idea es que al finalizar, puedan cambiarlo por un emoji que los
identifique después del día de escuela.

Encuentro 1 –Presentación-

Introducción a la temática del taller: los gestos. La idea de este primer


encuentro será conocer lo que los chicos y chicas piensan que son los gestos;
cuándo los usamos; si realmente somos conscientes de que los estamos
usando. También los invitaremos a pensar con qué se relacionan los gestos.
¿Las emociones tienen algo que ver en todo esto?

I. Les preguntamos a los chicos qué piensan ellos que son los gestos y
tomamos nota en el pizarrón.

II. Deberán en una hoja, y por grupo, definir qué emociones creen que
representan las imágenes que ven: asco, alegría, enojo, miedo, tristeza y sorpresa.
(Dividiremos el grupo en subgrupos de 4 a 6 personas)

III. Les contamos que el cerebro está adaptado para reconocer 6 tipos de
emociones. Mostramos imágenes que representan esas seis emociones: asco, alegría,

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enojo, miedo, tristeza y sorpresa, y vemos como también pueden aparecer en otro tipo de
imágenes y representaciones: letras, figuras geométricas, ¡canciones!

IV. La idea ahora es que cada grupo busquen en distintas revistas imágenes
que nos generen algún tipo de emoción, según la categoría que le tocó a cada uno.
Deberán recortarlas y pegarlas en una cartulina que luego puede ser puesta en los pasillos
del colegio.

Encuentro 2 ¿Qué son los gestos?

Estas dos primeras actividades tendrán como fin que los chicos piensen
críticamente sus propias acciones y gestos. ¿Cuáles gestos son los más
comunes? ¿Los puedo reconocer? ¿Por qué? ¿Qué produzco yo cuando elijo
reaccionar de determinada forma? ¿Puedo pensar en frío estas reacciones
para intentar cambiarlas? ¿Puedo actuar mejor?

I. Repasamos lo visto y charlado la clase anterior.

Mostramos a los chicos los emojis que tenemos, uno por uno, y tienen que ir anotando en
hoja aparte, con una o dos palabras lo que ellos sienten y ven. Luego haremos una puesta
en común acerca de lo que vimos y anotamos. Se puede producir un debate grupal.

II. Se seleccionaran por grupos (de 3 o 4 chicos) una cantidad determinada de


emojis, los cuales se usaran para contar una historia inventada por ellos. Deben crearla
entre todos para ser contada, utilizando las figuras seleccionadas de manera coherente y
original. De bajo de cada emoji hay que anotar qué significa para ellos ese gesto qué dice y
qué me dicen a mí.
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III. Cierre: Invitar a los alumnos a que elijan uno que les gustaría USAR MENOS
en la semana y otro que les gustaría USAR MAS o EMPEZAR A USAR en la semana.

Encuentro 3 ¿Cómo vemos y usamos los gestos?

Ponerme en el lugar del otro. Idea de empatía. ¿Me pongo en el lugar del
otro cuando tengo alguna discusión, o cuando le digo algo que pienso?
¿Pienso en lo que puede estar sintiendo o pensando la otra persona? ¿Me
gustaría que el otro también se pusiera en mi lugar?

I. Retomamos las ideas vistas la clase pasada. Repasamos lo charlado.


Les mostramos a los chicos fragmentos de películas, y congelamos momentos donde el
personaje realiza algún gesto. ¿Cómo reaccionaría otra persona si yo le hiciera ese gesto?
¿Mamá o papá? ¿Algún profe? ¿Estaría bien si lo hiciera?

II. En base a algún fragmento seleccionado los chicos deberán inventar cómo
sigue la historia. Crear una nueva, aunque hayan visto la película e incluir alguna escena
adicional con algún gesto inventado por ellos.

III. El grupo deberá ACTUAR la escena pensada.

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Encuentro 4 –Cierre-

Idea de cierre donde podamos charlar acerca de la importancia de no


solamente saber las cosas que podemos decir, es decir el conocimiento de las
palabras y sus significados, sino también, saber cómo, cuando y porqué
decimos lo que decimos. Nos comunicamos con mucha gente, pero no a
todos les decimos lo mismo, ni hablamos de lo mismo. La tecnología nos
ofrece un gran número de medios con los cuáles conectarnos con los demás.
Pero, ¿usamos todos los medios para decir las mismas cosas? ¿Qué
preferimos decir de una forma, y qué de otra? ¿Por qué tomamos esa
decisión? ¿Los medios nos traen problemas de comunicación? ¿Qué son los
medios de comunicación? Introducción a la discusión sobre los medios de
comunicación y el uso que hacemos de ellos: ¿Nosotros los manejamos a
ellos o ellos nos manejan a nosotros?

I. Retomamos lo charlado en TODAS las clases anteriores. ¡En estos “clips” te


proponemos unir con flechas y llegar a una conclusión! (VER IMAGEN AL FINAL DE
LA ACTIVIDAD)

II. Nos dividimos en 4 o 5 grupos (como las clases anteriores e intentamos ponernos
de acuerdo acerca de cómo unir con flechas cada categoría.

III. Ponemos en común lo seleccionado por cada equipo. Cada equipo puede
responder alternativamente alguna de las categorías (para que no todos los
equipos tengan que responder todas las categorías, puede ser muy largo).

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BIBLIOGRAFIA

 Boehm, Gottfried (2014): Decir y mostrar: elementos para una crítica de la imagen,
México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Estéticas.

 AMADOR, Juan Carlos (2012) “Infancias, comunicación y educación. Análisis de sus


mutaciones. Tesis doctoral. Universidad Distrital José de Caldas. Bogotá. Selección
 HERNANDEZ, Fernando (2005) “¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura
visual?”. En Educação e realidade
 DUSSEL, Inés “Escuela y cultura de la imagen: los nuevos desafíos”. Nómadas,
Número 30, abril/2009, Universidad Central, Colombia, pp 180-193.
 Fernando Poyatos. Universidad de New Brunswick, Canadá XIII Congreso de
APRELA
 Manes, Facundo y Roca, Maria (2017) “Descubriendo el cerebro: Neurociencia para
chicos (y grandes)”. Ed. Planeta. Buenos Aires
 Sanjurjo Liliana y Xulio Rodríguez Volver a pensar la clase. Rosario. Homo Sapiens.
2004. Primera parte.

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