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TRASTORNOS DE CONTROL DE IMPULSO

Los trastornos del control de impulsos es un grupo de trastornos de etiología desconocida


que se caracterizan por:

 Acciones irresistibles: El carnal no puede resistirse al impulso o tentación de llevar a


cabo acciones, aunque sean peligrosas para él o los demás.
 Antes de llevar a cabo la acción hay un aumento de la tensión emocional (activación
emocional).
 Durante la acción: Sensación placentera, liberadora.
 Tras la acción pueden arrepentirse o sentirse culpables.

La sintomatología esencial consiste en el fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación


de llevar a cabo algún acto que es dañino para el propio sujeto o para los demás. Ocurriendo
además con una sensación creciente de tensión o activación antes de llevarlo a cabo. En el
momento de consumar el acto el individuo siente placer, gratificación o liberación, sin
embargo, después puede haber sentimientos de pena, culpa, autorreproche, etc.

TRASTORNO EXPLOSIVO

Consiste en episodios de pérdida del control de los impulsos agresivos, dando lugar a actos
violentos, graves o a destrucción de la propiedad. La agresividad manifestada no es en
absoluto proporcional al motivo desencadenante. Trastorno explosivo intermitente

El trastorno explosivo intermitente (abreviado TEI) es un trastorno del comportamiento


caracterizado por expresiones extremas de enfado, a menudo hasta el punto de enojo
incontrolable que son desproporcionadas respecto a las circunstancias en que se producen.
Actualmente, dentro del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-
IV TR) se categoriza dentro de los trastornos del control de impulsos, junto a la cleptomanía
(robo de objetos llamativos para la persona afectada), la piromanía (provocación de
incendios), la tricotilomania (descontrol en comerse y arrancarse el cabello) y al juego
patológico antes conocido como ludopatía, entre otros.1

La agresión impulsiva no es premeditada, y se define como una reacción desproporcionada


ante cualquier provocación, real o percibida como tal. Algunos pacientes han referido
experimentar cambios afectivos justo antes del estallido de ira (estrés, cambios de humor,
etc.).

En un estudio realizado en el año 2005 en el estado norteamericano de Rhode Island se


halló una prevalencia del 6,3% (+/- 0.7%) para la experimentación de un episodio de TEI a
lo largo de la vida entre 1.300 pacientes que se hallaban bajo evaluación psiquiátrica. La
prevalencia es mayor entre hombres que entre mujeres.5 El trastorno no es fácilmente
caracterizable, y a menudo existe comorbilidad con otros trastornos del estado de ánimo,
principalmente con el trastorno bipolar.
PIROMANÍA

Es la tendencia patológica a al provocación de incendios. La sintomatología esencial es


producir incendios de forma deliberada y consciente en más de una ocasión conllevando
una importante tensión y activación afectivas antes del incendio con una gran liberación e
intenso placer o alivio al encender el fuego, al presenciarlo o al participar en sus
consecuencias. Además el sujeto suele sentir interés, curiosidad y atracción por todo lo
relacionado.

La piromanía (del griego πυρός pyrós, "fuego" y μανία manía "locura") según el DSM-V, es
un trastorno del control de impulsos relacionado con la provocación de incendios y la
atracción por el fuego. Al sujeto que padece piromanía se le denomina piromaníaco o
pirómano. El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona
que intencionadamente decide provocar incendios con premeditación, con ánimo de lucro
o simplemente por hacer daño. La piromanía forma parte de la leyenda urbana de la tríada
psicopática, juntamente con la enuresis y el maltrato animal.
Sintomatología
Los síntomas suelen comenzar con la atracción al fuego cuando son niños y adolescentes,
la piromanía si se da en adultos puede ser crónica o episódica, provocando incendios con
frecuencia como una forma de aliviar su tensión, o lo hacen sólo durante los períodos de
inusual de estrés en sus vidas.

 Piromanía en niños: El diagnóstico de un niño como un pirómano debe tener un historial


de incendios de manera deliberada y se debe demostrar que el niño cumple los
requisitos de poseer una atracción por el fuego y que experimenta sentimientos de
satisfacción o alivio después de haber provocado algún incendio.
 Piromanía en adultos: La piromanía en adultos se engloba dentro de los trastornos de
control de impulsos, como son: los trastornos de abuso de sustancias, el trastorno
obsesivo-compulsivo, y los trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad. Se
ha demostrado que la piromanía en adultos va asociada a distintas patologías con otros
síntomas como es la depresión, tentativa de suicidio, los conflictos repetidos en las
relaciones interpersonales, estrés.

CLEPTOMANÍA

Fracaso repetido en aguantar los impulsos de robar objetos que ni son necesarios para el
uso personal ni se toman por su valor. Esos objetos pueden ser luego abandonados,
regalados, escondidos o, simplemente, olvidados.

Normalmente el individuo tiene suficiente dinero como para poder adquirir lo que roba
pero siente como una necesidad y tensión al hacerlo experimentando una intensa
gratificación o alivio después de cometido el acto.
El sujeto que padece cleptomanía no puede evitar el impulso de obtener objetos,
independientemente del valor económico de lo que obtiene; sufre de un deterioro laboral,
familiar y personal. Es un trastorno del control de impulsos y se ha clasificado como una
adicción psicológica. La conducta es precedida por una ansiedad creciente que se alivia
inmediatamente después de poseer el objeto deseado.

El cleptómano, a diferencia del ladrón, obtiene objetos por necesidad de satisfacer un


impulso, mientras que el último lo hace, por diversión, necesidad de satisfacer un deseo
material, económico o social, o intención de perjudicar a una persona.

Un ladrón puede pasar horas, días e incluso años planeando un gran golpe, mientras el
cleptómano obedece generalmente a un impulso relativo dependiendo del lugar y tiempo
en que se encuentre él.

LUDOPATÍA

La ludopatía consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia


psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva,
afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional. Aunque en anteriores
ediciones del manual diagnóstico DSM había sido clasificado como un trastorno del control
de los impulsos, ha sido conceptualizado y tratado como una adicción sin sustancia, hasta
que en el DSM-V ha sido incluido finalmente dentro de la categoría de "Trastornos
relacionados con sustancias y trastornos adictivos".

El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos, que
también incluyen la cleptomanía, piromanía y tricotilomanía, en los que estaría implicada
la impulsividad, pero no presenta comorbilidad con dichos trastornos. Si bien el sistema
DSM (III, III-R y IV1) y la CIE-102 incluye este trastorno entre las alteraciones debidas a un
bajo control de los impulsos, lo cierto es que los criterios diagnósticos operativos DSM
tienen exactamente el mismo diseño que el de las adicciones a sustancias, lo que muestra
la concepción subyacente para la enfermedad en ese sistema: se trata de un problema
adictivo "sin sustancia" incluido en un apartado diferente al suyo.

La ludopatía se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar


los impulsos, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera
compulsiva, uno o más juegos de azar. Puede afectar en la vida diaria de la persona que se
ve afectada por esta adicción, de tal forma que la familia, el sexo o incluso la alimentación
pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía
con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica,
una adicción.
MENTIRA PATOLOGICA

es un trastorno psicológico que lleva a la persona a mentir y distorsionar la realidad de forma


compulsiva, hasta el punto de creer sus propias mentiras. En la mayoría de los casos se encuentra
en personas con baja autoestima que buscan la atención de los demás. La mitomanía fue descrita
por primera vez en 1891 por el suizo Anton Delbrück. La mentira patológica es la falsificación
constante de la realidad, esta falsificación o distorsión de la realidad suele ser considerable y a la
vez muy complicada, y puede manifestarse durante años o incluso toda la vida. El mentiroso
patológico puede ser consciente de que está mintiendo, o por el contrario creer que está diciendo
la verdad. A menudo el individuo puede estar mintiendo para que su vida parezca más emocionante
cuando en realidad cree que su vida es desagradable o aburrida. La mitomanía es un cuadro
patológico donde la continua fabricación de falsedades desproporcionadas puede llegar a
constituir un complejo engaño organizado, y que, a diferencia de la mentira ordinaria, se
origina en motivaciones patológicas y mecanismos psicopatológicos.

La mentira es una conducta cotidiana en el ser humano y no deja de ser un recurso útil en
algunas ocasiones, ya sea para conseguir sus propósitos o para encajar mejor socialmente.
Una mentira es una afirmación cuya falsedad solo sabe quién la dice y es un intento de
conseguir un objetivo predeterminado.

PEDOFILIA

Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en la
excitación o el placer sexual que se obtiene, principalmente a través de actividades o
fantasías sexuales con niños de, generalmente, entre 8 y 12 años. La paidofilia o la pedofilia
es un trastorno psiquiátrico en el que un adulto o un adolescente mayor experimenta una
atracción sexual primaria o exclusiva a los niños prepúberes. Aunque las niñas suelen
comenzar el proceso de la pubertad a los 10 u 11 años, y los niños a los 11 o 12 años, los
criterios para la pedofilia se amplian al punto de corte para la prepubescencia que vendría
rodeando a la edad de 13 años. Una persona que es diagnosticada con pedofilia debe tener
por lo menos 15 años de edad, y por lo menos 5 o 6 años más que el niño prepúber, para
que la atracción sea diagnosticada como pedofilia.
La pedofilia es un rasgo multifactorial en la personalidad del que la padece, y se compone
de aspectos mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de
control de las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia: una
primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que aparecería
motivada por factores circunstanciales.
Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos, hasta aquellos en
que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. A la actividad sexual de un pedófilo
con un menor prepubescente o menos de 12 años se la conoce con el nombre de abuso
sexual infantil o pederastia5 (palabra que, etimológicamente, significa lo mismo
que pedofilia).
Existen diversas asociaciones de pedófilos que reivindican la pedofilia como una forma más
de vivir la sexualidad humana y que, en consecuencia, debe ser aceptada con naturalidad
por parte de la sociedad.
En el uso popular, la palabra pedofilia se suele aplicar a cualquier interés sexual en los niños
o el acto de abuso sexual infantil. Este uso confunde la atracción sexual hacia los niños
prepúberes con el acto de abuso sexual infantil, y no distingue entre la atracción a
prepúberes y púberes o post-púberes menores de edad. Los investigadores recomiendan
que se eviten estos usos imprecisos ya que si bien las personas que cometen abuso sexual
infantil a veces presentan el trastorno, sexual de niños infractores de abuso no son pedófilos
a menos que tengan un interés sexual primaria o exclusiva en los niños prepúberes, y la
literatura indica la existencia de pedófilos que no abusan de los niños.

TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION

El TDAH es un trastorno común de la infancia y puede afectar a los niños de distintas


maneras. El TDAH hace que a un niño le sea difícil concentrarse y prestar atención. Algunos
niños pueden ser hiperactivos o tener problemas para tener paciencia. El TDAH puede hacer
que a un niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o comportarse en su casa.

El TDAH se puede tratar. Los médicos y especialistas pueden ayudar.

¿Quién puede desarrollar TDAH?

Los niños de todos los orígenes pueden tener TDAH. Los adolescentes y adultos también
pueden tener TDAH.

¿Qué causa el TDAH?

Nadie lo sabe con seguridad. El TDAH probablemente es causado por una combinación de
cosas. Algunas posibilidades son:

 Los genes, porque a veces el trastorno es hereditario


 El plomo que se encuentra en pinturas viejas y repuestos de plomería
 El fumar y beber alcohol durante el embarazo
 Algunos daños cerebrales
 Los aditivos alimentarios como, por ejemplo, los colorantes artificiales, los cuáles
pueden empeorar la hiperactividad.

Algunas personas creen que el azúcar refinado causa el TDAH. Pero, la mayoría de las
investigaciones no apoyan la idea de que el azúcar causa el TDAH.
Juego patológico

Fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos a jugar apareciendo una conducta de
juego que compromete y lesiona los intereses personales, familiares o vocacionales. Los
problemas que van surgiendo como consecuencia del juego tienden a aumentar la propia
conducta de seguir jugando.

Lo más característico es que aparezcan importantes deudas personales con incapacidad


para poder satisfacerlas implicándose otras responsabilidades financieras y llevando
progresivamente al deterioro en las relaciones familiares, el trabajo, etc.

Tricotilomanía

Consiste en el fallo repetido para resistir los impulsos de arrancarse el propio cabello. El
individuo experimenta un aumento de la sensación de tensión inmediatamente antes de
realizar la conducta consiguiendo una sensación de alivio o gratificación al arrancarse el
pelo.

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