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Boletín de
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Fallos de
idoprocesoprincipioacusatorioi
Interés y
ndemnidadsexualdelitoscontral
Doctrina Penal
apropiedadinimputabilidaddefe
Número 4° / Abril – Agosto 2014

nsorpenalpúblicoatenuantesexi 08/09/2014

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Unidad de Estudios Regional – Región de Coquimbo

uncionalismoteoríasretribitivis
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mínimaderechodelosjusticiable
sculpabilidadprescripcióngradu
aldelapenateoríadelcasorecurso
denulidadacciónconstitucionald
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Tabla de contenido

PRESENTACIÓN ......................................................................................................... 3
I.- FALLOS DE LA EXMA. CORTE SUPREMA ........................................................... 5
1. Se acoge recurso de hecho: el plazo para apelar contra la sentencia que se
pronuncia sobre acción de amparo es de 5 días, y no de 24 horas (CS 29.05.2014
rol 9638-2014) ........................................................................................................... 5
2. Se acoge acción de amparo en favor de condenado beneficiado por rebaja de
condena que no se había hecho efectiva por faltar dictación del decreto
correspondiente (CS 10.06.2014 rol 12.448-2014) .................................................... 8
3. CS acoge amparo de la defensa: para determinar prescripción gradual debe
estarse a la pena en concreto; concurriendo sus requisitos, la rebaja es obligatoria
(CS 26.06. 2014, rol 14.760-2014) .......................................................................... 10
II.- FALLOS DE LA ILMA. CORTE DE APELACIONES DE LA SERENA ................. 13
1. Se acoge amparo contra resolución de Alcaide que revocó beneficios
intrapenitenciarios: se infringingió el debido proceso (CA La Serena 06.06.2014 rol
56-2014).................................................................................................................. 13
2. Se rechaza amparo presentado por la defensa: la aplicación del artículo 49 inciso
1º del CP es facultativa del tribunal (CA La Serena 13.06.2014 rol 58-2014) .......... 19
3. Se acoge amparo respecto de resolución que rechazó solicitud de media
prescripción de la pena (CA La Serena 24.07.2014 rol 68-2014) ............................ 22
4.- Corte acoge apelación de la defensa por razones diferentes a las que esta
argumentó: por no permitir a la defensa letrada efectuar sus alegaciones, afectando
garantía constitucional (CA La Serena 28.03.2014 rol 116-2014)............................ 29
5.- Corte rechaza nulidad interpuesta por la defensa: es improcedente invocar la
causal del artículo 373 b) CPP cuando la infracción de ley alegada recae
exclusivamente en alguna de las penas sustitutivas de la Ley 18.216 (CA La Serena
01.04.2014 rol 5-2014) ............................................................................................ 31
6.- Corte rechaza apelación de la defensa contra resolución que no concede
reclusión parcial al imputado, por aplicación literal del artículo 1° inciso tercero de la
Ley 18.216 (CA La Serena 24.04.2014 rol 149-2014) ............................................. 34
7. El artículo 239 CPP asimila formalización a requerimiento para los efectos de la
revocación de la salida alternativa de suspensión condicional de procedimiento (CA
La Serena 22.04.2014 rol 137-2014) ....................................................................... 35
8. Corte entiende que formalizar sólo con el objeto de revocar la suspensión
condicional es un abuso del derecho (CA La Serena 02.05.2014 rol 158-2014)...... 37
9.- Corte declara inadmisible apelación de MP contra resolución de Juez de
Garantía que excluyó prueba presentada por el ente persecutor (CA La Serena
07.05.2014 rol 170-2014) ........................................................................................ 39
10. Se confirma sentencia que rechaza la revocación de la suspensión condicional
del procedimiento: MP debió ceñirse al procedimiento simplificado (CA La Serena
11.06.2014 rol 211-2014) ........................................................................................ 41
11. Se confirma sentencia que rechaza la revocación de la suspensión condicional
del procedimiento: MP debió ceñirse al procedimiento simplificado (CA La Serena
12.06.2014 rol 213-2014) ........................................................................................ 43
12. Se acoge apelación presentada por MP contra resolución que había declarado
ilegal la detención: Detención es legal pues se encontraba dentro de la hipótesis de
flagrancia del artículo 130 CPP (CA La Serena 24.06.2014 rol 225-2014) .............. 45
13. No es posible concluir no acreditada una acción culpable en delito de desacato,
si la resolución fue notificada válidamente lo que hace presumir la comprensión de la
prohibición por el acusado (CA La Serena 14.05.2014 rol 140-2014) ...................... 47
14. Corte acoge recurso de nulidad presentado por la defensa: la ausencia del fiscal
del MP en la deliberación implica su audiencia al juicio oral. (CA La Serena
20.05.2014 rol 152-2014) ........................................................................................ 51
15. Corte acoge nulidad presentada por la defensa: TOP no se hizo cargo en su
fundamentación de toda la prueba producida (CA La Serena 22.05.2014 rol 154-
2014) ....................................................................................................................... 54
16. Corte considera motivo absoluto de nulidad: el juez al anticipar su decisión antes
de los alegatos de clausura se encontraba legalmente implicado (CA La Serena
03.06.2014 rol 166-2014) ........................................................................................ 57
17. Se acoge recurso de nulidad presentado por la DPP: TOP no se hizo cargo de
toda la prueba producida, incluso la desestimada (CA La Serena 24.07.14 rol 228-
2014) ....................................................................................................................... 61
La Serena, veinticuatro de julio de dos mil catorce. .................................................... 61
18. Se acoge recurso de nulidad presentado por DPP: hechos acreditados por el
Tribunal configuran el delito de robo por sorpresa y no robo con violencia, (CA La
Serena 06.08.2014 rol 246-2014) ............................................................................ 66
19. La prueba de la imputabilidad disminuida debe presentarse en la etapa de juicio
y no en la de determinación de pena (CA La Serena 07.08.2014 rol 248-2014) ...... 72
20. Si ha transcurrido más de 5 años desde la perpetración del delito anterior resulta
improcedente considerar la agravante de reincidencia. (CA La Serena 07.08.2014 rol
250-2014)................................................................................................................ 77
21. Hay que atender a más circunstancias que la cantidad de droga para calificar el
delito como tráfico ilícito de estupefacientes (CA La Serena 12.08.2014 rol 252-
2014) ....................................................................................................................... 82
22. Corte acoge recurso de nulidad presentado por el MP: La sentencia recurrida no
cumplió con los principios de la lógica y las máximas de la experiencia, al restar
credibilidad a la declaración de la víctima (CA La Serena 20.08.2014 rol 256-2014)
................................................................................................................................ 88
III.- FALLOS DE TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO PENAL ........................... 90
1. Se absuelve del delito de tráfico de pequeñas cantidades de droga: MP situó los
hechos en un año diferente a aquel en que habrían ocurrido, sin acudir en su
momento a los mecanismos procesales para solucionar tal error (TOP Ovalle
14.05.2014 rit 47-2014) ........................................................................................... 90
2. Se absuelve adolescente acusado por delito frustrado de incendio: las medidas de
seguridad del CPP son inaplicables a los adolescentes (TOP Ovalle 20.05.2014 rit
54-2014).................................................................................................................. 96
3. TOP absuelve a acusado por estimar no configurado el delito de tráfico ilícito de
drogas y ser incompetente para condenar por faltas. (TOP Ovalle 16.05.2014 rit 158-
2013) ..................................................................................................................... 108
PRESENTACIÓN

Es grato hacer llegar a los defensores de esta región, la cuarta edición del
Boletín de Fallos de Interés y Doctrina Penal de la Unidad de Estudios de la IV Región
de Coquimbo con una recopilación de algunos de los fallos más importantes dictados
por las la Excma. Corte Suprema, la Ilma. Corte de Apelaciones y el TOP de Ovalle
entre los meses de Abril y Agosto de 2014.

Sin desconocer la trascendencia de cada uno de ellos en el quehacer diario


de la actividad de defensa, aparecen ciertos tópicos que han sido recurrentes en el
debate jurídico este último tiempo a los cuales nos referimos a continuación.

Uno de los temas, que se inserta dentro de una mirada más macro, pues ha
suscitado el debate no solo local sino nacional, es aquel referente a la negativa del
Ministerio de Justicia de dictar el decreto correspondiente en el caso de rebaja de
condena cuando la autoridad competente, ya ha declarado su procedencia de acuerdo
a lo establecido en la ley 19.856. Se incluye en esta edición un fallo de la Exma CS1
que evidencia la tendencia uniforme de la Jurisprudencia del más alto tribunal2: el
proceder del ente administrativo constituye una omisión ilegal que priva del derecho
fundamental de la libertad personal, por lo que se procede a mandar la inmediata
libertad del amparado y ordenar a la autoridad recurrida que dicte el decreto en el más
breve plazo.

Otro de los temas recurrentes es aquel referido a la regla de determinación de


pena establecida en el artículo 103 del CP, la llamada prescripción gradual o media
prescripción en donde hemos podido apreciar pronunciamientos de tribunales de
diversa jerarquía3 y lo que resulta más notable, mediante la utilización de la acción de
amparo. En ellos se dejan establecidos dos aspectos importantes: que el cálculo de
los tiempos de prescripción para los efectos de aplicación de esta regla de
determinación de pena debe efectuarse considerando la pena en concreto y, además,
que concurriendo los requisitos de la institución su aplicación resulta obligatoria para el
juez4.

Un tercer tema de discusión recurrente ha sido la posibilidad que pueda


revocarse la suspensión condicional del procedimiento en razón ya no de
formalización posterior como indica el artículo 239 del CPP sino en razón de un
requerimiento en procedimiento simplificado. Frente a un primer fallo adverso 5, en
posteriores 3 pronunciamientos6 la posición de la Ilma. CA de La Serena se ha

1
CS 10.06.2014 rol 12448-2014, supra p.
2
Que puede observarse en los siguientes fallos: CS 08.05.2014 rol n° 10.523-2014, CS
14.05.2014 rol n° 10.594-2014; CS 14.05.2014 rol n° 10.663-2014; CS 14.05.2014 rol n°
10.738-2014; CS 19.05.2014 rol 10.909-2014, CS 16.06.2014 rol n° 13.372-2014
3
CS 26.06. 2014, rol 14.760-2014, CA La Serena 24.07.2014 rol 68-2014
4
Debe en este punto considerarse el artículo de Juan Pablo Mañalich Raffo Determinación y
ejecución de la pena EN Revista de Derecho de la Universidad Adolfo Ibañez - Año 2013 No.
3, quien es citado en el fallo CA La Serena 24.07.2014 rol 68-2014
5
CA La Serena 22.04.2014 rol 137-2014
6
CA La Serena 02.05.2014 rol 158-2014, CA La Serena 11.06.2014 rol 211-2014, CA La
Serena 12.06.2014 rol 213-2014
asentado decididamente, señalando que sólo la formalización de la investigación
permite la revocación de la salida alternativa y, aún más, que le queda vedado al MP
formalizar la investigación por hechos respecto de los cuales solo procede efectuar un
requerimiento conforme a lo dispuesto en el artículo 390 del CPP, para el sólo efecto
de lograr la revocación de una salida alternativa; se trataría de un abuso del derecho.

En materia de tráfico ilícito de estupefacientes, como sabemos, ha sido una


cuestión largamente discutida la interpretación que debe darse a la expresión
“pequeñas cantidades” que determinará que una determinada conducta pueda sea
subsumida en la figura del artículo 3° o bien 4° de la Ley 20.000 con las consabidas
diferencias en cuanto a la penalidad aplicable7. Desde esta perspectiva, resultan un
aporte dos fallos que se incluyen en este boletín8 que sientan la doctrina que la mera
cantidad de la sustancia no resulta por si mismo determinante sino tan solo una de las
circunstancias que rodean la posesión, porte o tenencia a considerar por los jueces del
fondo.

Debe señalarse dos casos en los cuales la Ilma Corte de Apelaciones de La


Serena consideró motivos diversos a los planteados por la defensa recurrente para
acoger, en definitiva el recurso9. Tal situación junto con la satisfacción de encontrar
una Corte receptiva al respeto de garantías procesales, importa también un llamado a
los defensores a efectuar un análisis más exhaustivo en la construcción de recursos y,
específicamente, tratándose del recurso de nulidad a considerar otras causales
además de las recurrentes 373 letra b) y 374 letra e) del CPP.

Unidad de Estudios

Defensoría Regional – Región de Coquimbo

7
Así se indica, por ejemplo, en el artículo del profesor Roberto Navarro Dolmestch El delito de
tráfico ilícito de pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes o sicotrópicas del art. 4º de
la ley nº 20.000. Revista de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso XXVI,
Valparaíso, Chile, 2005, Semestre I, p. 259 – 293, que es citado en el fallo de la Ilma. CA rol
252-2014. Disponible en http://www.rdpucv.cl/index.php/rderecho/article/view/576/544
8
CA La Serena 12.08.2014 rol 252-2014, TOP Ovalle 16.05.2014 rit 158-2013
9
A propósito de un recurso de apelación en CA La Serena 28.03.2014 rol 116-2014 y para
considerar la procedencia de un motivo absoluto de nulidad no alegado por el recurrente en CA
La Serena 03.06.2014 rol 166-2014
I.- FALLOS DE LA EXMA. CORTE SUPREMA

1. Se acoge recurso de hecho: el plazo para apelar contra la sentencia


que se pronuncia sobre acción de amparo es de 5 días, y no de 24 horas (CS
29.05.2014 rol 9638-2014)

Normas asociadas: CDPP ART. 316; CPP ART. 483; CPP ART. 370; CPP
ART. 364; CPP ART. 52; CPC ART. 187; CPR ART. 21; CPC ART. 158; COT ART. 63;
COT ART. 98; CPP ART. 366; CPP ART. 14

Tema: Recursos

Descriptores: Acciones constitucionales; Admisibilidad; Derogación;


Inadmisibilidad; Plazos; Recurso de amparo; Recurso de apelación; Recurso de hecho

SÍNTESIS: CS acoge recurso de hecho presentado por la DPP contra


sentencia de la CA de La Serena que declara inadmisible por extemporaneidad
recurso de apelación presentado en contra de resolución que resolvió amparo. Señala
la CS que el plazo para presentar recurso de apelación en contra de la sentencia que
falla una acción constitucional de amparo es de 5 días, no de 24 horas como entendió
la CA de La Serena, pues para este caso es aplicable el artículo 366 del Código
Procesal Penal, y no el artículo 316 del Código de Procedimiento Penal, disposición
legal derogada por el Código vigente. (Considerandos 4º, 6º y 7º).

TEXTO COMPLETO

Santiago, veintinueve de mayo de dos mil catorce.

Vistos y teniendo presente:

1° Que la defensa del condenado B. S. R., recurre de hecho en contra la


resolución de fs. 1, dictada por la Corte de Apelaciones de La Serena, por la cual se
denegó la apelación deducida contra la sentencia recaída en un recurso de amparo,
por extemporánea, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 316 del Código de
Procedimiento Penal.

2° Que el recurrente de hecho sostiene que el plazo para apelar de la


resolución recaída en primera instancia sobre la acción constitucional de amparo es de
5 días, de conformidad a los artículos 364 y ss. del Código Procesal Penal, cuerpo
legal que rige esta materia desde la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal
penal en nuestro país.

3° Que en su informe, los ministros recurridos expresan que, en su opinión, el


término en cuestión es de 24 horas, de conformidad al artículo 316 del Código de
Procedimiento Penal, al no haber operado respecto de dicho texto legal una
derogación orgánica.

4° Que, en primer término, no se equivocan los Ministros informantes cuando


sostienen que el Código de Procedimiento Penal no ha sido derogado orgánicamente
ni por el legislador ni por el constituyente -aun cuando sí irá cayendo paulatinamente
en desuso-, ya que el primero sólo ha establecido en el artículo 483 del Código
Procesal Penal, que las disposiciones de este texto se aplicarán a los hechos
acaecidos con posterioridad a su entrada en vigencia, mientras que el segundo, en la
8ª disposición transitoria, estatuye que el capítulo VII de la Constitución, "Ministerio
Público", la ley orgánica constitucional del Ministerio Público y las leyes que,
complementando dichas normas, modifiquen el Código Orgánico de Tribunales y el
Código de Procedimiento Penal, se aplicarán exclusivamente a los hechos acaecidos
con posterioridad a la entrada en vigencia de tales disposiciones. De esa manera ni el
Código Procesal Penal ni la Constitución derogan expresa o tácitamente la ley
procesal a que se sujetan los hechos anteriores a la entrada en vigencia del Código
Procesal Penal.
Mas, al disponer el legislador ordinario y constitucional que aquellos hechos
ocurridos con posterioridad a la entrada en vigencia del Código Procesal Penal se
regirán por este ordenamiento, ello implica, a contrario sensu, que los mismos no se
someten al Código de Procedimiento Penal, pues mal podría disponerse o permitirse,
que el mismo hecho o negocio jurídico sea conocido y resuelto mediante dos
procedimientos diametralmente opuestos -uno de corte inquisitivo y otro acusatorio-.
Y en ese orden de ideas, siendo el articulado del procedimiento de amparo
(contenido en el título V “Del procedimiento de amparo”), parte de la normativa
procedimental con la que el Código de Procedimiento Penal regula el sumario del
antiguo juicio criminal (al incluirse en la primera parte “Del Sumario”, de su libro II “Del
juicio ordinario sobre crimen o simple delito”), tal preceptiva adjetiva, sin perjuicio que
antes haya servido junto al Auto Acordado de esta Corte para ordenar la tramitación
de la acción constitucional de amparo, no puede actualmente gobernar
procedimentalmente hechos hoy sujetos a las disposiciones del Código Procesal
Penal.

5° Que despejado lo anterior, debe ahora consignarse que el Código Procesal


Penal sólo regla en sus artículos 370 y 364, los casos en que las apelaciones contra
las resoluciones dictadas por los Tribunales de Garantía y de Juicio Oral en lo Penal
son procedentes, respectivamente, sin estatuir la procedencia o improcedencia de la
apelación respecto de la resolución que se pronuncia, acogiendo o rechazando, la
acción constitucional de amparo.
Frente a tal omisión, el artículo 52 del Código Procesal Penal hace aplicables
al procedimiento penal, en cuanto no se opusieren a lo estatuido en ese Código o en
leyes especiales, las normas comunes a todo procedimiento contempladas en el libro I
del Código de Procedimiento Civil, entre las que se halla el artículo 187, el cual
prescribe que son apelables todas las sentencias definitivas y las interlocutorias de
primera instancia, salvo en los casos en que la ley deniegue expresamente este
recurso. Pues bien, dando por sentado que no hay ley que expresamente deniegue el
arbitrio en análisis, la sentencia de la Corte de Apelaciones que acoge o rechaza la
acción constitucional de amparo del artículo 21 de la Constitución Política de la
República es, de conformidad al artículo 158, inciso 2°, del Código de Procedimiento
Civil, una sentencia definitiva, y por tanto apelable.
El aserto anterior -procedencia de la apelación- es concordante con las
normas orgánicas atingentes a la materia, pues los artículos 63 N° 2 letra b) y 98 N° 4
del Código Orgánico de Tribunales prescriben que las Cortes de Apelaciones
conocerán “en primera instancia” de los recursos de amparo, y que las salas de la
Corte Suprema conocerán de “las apelaciones” deducidas contra las sentencias
dictadas por las Cortes de Apelaciones en los recursos de amparo.

6° Que ahora bien, en lo concerniente al plazo para deducir el recurso de


apelación contra la sentencia definitiva de primera instancia que se pronuncia sobre la
acción de amparo constitucional, a diferencia de la materia comentada en el
basamento anterior, este asunto sí está previsto en el Código Procesal Penal de
manera general. En efecto, el artículo 366 dispone que “El recurso de apelación
deberá entablarse dentro de los cinco días siguientes a la notificación de la resolución
impugnada”, sin restringir tal determinación temporal a algún tipo de resolución,
procedimiento o tribunal, siendo por tanto aplicable al recurso en comento.
7° Que así las cosas, del engarce de todo lo dicho se concluye que el plazo
para apelar de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones al resolver la acción
de amparo del artículo 21 de la Constitución Política de la República, es de 5 días
computados de conformidad a los artículos 14 y 366 del Código Procesal Penal y, por
tanto, el recurso interpuesto por la defensa de B.S.R., el 25 de abril del año en curso
contra la resolución de 22 de abril dictada por la Corte de Apelaciones de La Serena
que rechazó el recurso de amparo interpuesto en su favor, no debió declararse
extemporáneo.
Y de conformidad, además, con lo dispuesto en el artículo 369 del Código
Procesal Penal, se acoge el recurso de hecho interpuesto en lo principal de fojas 12, y
en consecuencia, se declara que queda concedido el recurso de apelación formulado
en representación del condenado B.S.R., en el ingreso de la Corte de Apelaciones de
La Serena Rol Nº 34-2014.
Requiérase, mediante oficio, a la Corte de Apelaciones de La Serena la
inmediata remisión de los autos correspondientes al ingreso Rol Nº 34-2014, y una vez
recibidos, déjese copia autorizada de la presente en dichos autos y dese a éstos la
tramitación pertinente al recurso de apelación concedido.
Regístrese y archívese, en su oportunidad.
Rol Nº 9638-14.
2. Se acoge acción de amparo en favor de condenado beneficiado por
rebaja de condena que no se había hecho efectiva por faltar dictación del
decreto correspondiente (CS 10.06.2014 rol 12.448-2014)

Normas asociadas: L19.856; CPR ART. 21

Temas: Recursos; Otras leyes especiales

Descriptores: Acciones constitucionales; Derecho a la libertad personal y a la


seguridad individual; Recurso de amparo

SÍNTESIS: CS acoge apelación en contra sentencia de la CA de La Serena


que había rechazado acción de amparo presentada por la defensa de condenado
beneficiado con rebaja de su condena en tres meses la que no se había hecho
efectiva: declarada la rebaja de la sanción por el ente competente, de acuerdo a los
términos de la Ley N° 19.856, hay que entender satisfechos a su respecto todos los
requisitos que habilitaban para tal reconocimiento, por lo que sólo cabe a la autoridad
disponer la dictación del decreto correspondiente, la omisión de dicha autoridad torna
en ilegal e ilegítima la privación de libertad que padece el amparado. (Considerandos
2º y 3º).

TEXTO COMPLETO

Santiago, diez de junio de dos mil catorce.

Vistos:

Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus fundamentos


Tercero y Cuarto, que se eliminan. Y teniendo en su lugar y, además, presente:

1°.- Que de acuerdo al mérito de los antecedentes remitidos por los


recurridos, es un hecho que al amparado le fue reconocida por la Comisión de Rebaja
de Condena “Ley N° 19.856” la reducción de tres meses de su condena, situación que
anticipa la fecha en que debió recuperar su libertad producto de su cumplimiento, del
12 de julio al 12 de abril del año en curso.

2°.- Que, en consecuencia, declarada la rebaja de la sanción por el ente


competente, de acuerdo a los términos de la Ley N° 19.856, hay que entender
satisfechos a su respecto todos los requisitos que habilitaban para tal reconocimiento,
por lo que sólo cabe a la autoridad disponer la dictación del decreto correspondiente,
acto que en el informe de fojas 35 se expone le fue solicitado a la División de
Reinserción Social del Ministerio de Justicia el pasado 28 de enero.

3°.- Que, no obstante lo anterior, a la fecha ha transcurrido largo tiempo


desde tal comunicación interna del Ministerio competente, situación que torna en ilegal
e ilegítima la privación de libertad que padece B.I.S.R. por la omisión de dicha
autoridad, por lo que el recurso habrá de ser acogido.
Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto en el
artículo 21 de la Constitución Política de la república, se revoca la sentencia apelada
de veintidós de abril de dos mil catorce, escrita de fojas 40 a 42 vuelta, y en su lugar
se declara que se acoge la acción de amparo deducida a favor de B. I. S. R.,
disponiéndose su inmediata libertad.
Sin perjuicio de lo resuelto, el Ministerio de Justicia dictará el decreto
correspondiente a la rebaja de condena que beneficia al sentenciado, regularizando
administrativamente y en el más breve plazo la situación generada por la omisión
constatada.
Comuníquese en forma urgente a Gendarmería de Chile para el cumplimiento
de lo resuelto, y sin perjuicio, transcríbase el presente fallo al Ministerio de Justicia y a
Gendarmería de Chile.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 12.448-14.
3. CS acoge amparo de la defensa: para determinar prescripción gradual
debe estarse a la pena en concreto; concurriendo sus requisitos, la rebaja es
obligatoria (CS 26.06. 2014, rol 14.760-2014)

Normas Asociadas: CPR ART. 21; CP ART. 68; CP ART. 97; CP ART. 103;

Tema: Recursos

Descriptores: Recurso de amparo; libertad personal; prescripción gradual de la


pena; rebaja de condena

Síntesis: Corte Suprema conociendo de apelación de amparo presentado por la


defensa modifica resolución dictada por el J. de Gtía. de Coquimbo que no procedió a la
rebaja de pena por prescripción gradual de la pena: para su cómputo debe estarse a la
pena en concreto y, siendo esta procedente, el juez se encuentra obligado a rebajar al
menos al grado inmediatamente inferior al de la pena impuesta. Hay voto de minoría
referida al carácter ilegal o arbitrario del pronunciamiento judicial materia de impugnación
(Considerandos 1º y 3º).

TEXTO COMPLETO:

Fallo de la Excma. Corte Suprema.

Santiago, veintiséis de junio de dos mil catorce.


A fs. 80: téngase presente.

Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de su fundamento quinto,
que se elimina.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:
1° Que en el recurso de autos se ha planteado que corresponde declarar la
prescripción gradual de la pena de tres años y un día de presidio menor en su grado
máximo impuesta a R.A.C.Q., atendido el transcurso de cuatro años y dos meses sin
haberse cumplido el castigo, tiempo que importa más de la mitad del previsto para la
prescripción de las penas de los simples delitos, atendido que tratándose de prescripción
de pena el cómputo debe hacerse considerando la efectivamente impuesta y no aquella
establecida en abstracto, que en la especie es de crimen y, por lo mismo, tiene un
término de prescripción mayor.
Tal forma de cómputo debe ser aceptada porque el artículo 97 del Código
Penal, al prever esta forma de extinción de la responsabilidad penal, se refiere a "las
penas impuestas por sentencia ejecutoriada", lo que no permite considerar la pena
señalada en el tipo legal.

2° Que, además, se suscita el problema de la obligatoriedad de la rebaja de uno,


dos o tres grados al mínimo de la pena señalada en la ley, pues la norma del artículo 103
del Código Penal establece que "deberá el tribunal considerar el hecho revestido de dos
o más circunstancias atenuantes muy calificadas y de ninguna agravante y aplicar las
reglas de los artículos 65, 66, 67 y 68 sea en la imposición de la pena, sea para disminuir
la ya impuesta", lo que debe ser relacionado con el empleo de la voz "podrá" contenida
en el artículo 68 del Código Penal.

3° Que la remisión al citado artículo 68 no implica que el tribunal pueda


abstenerse de rebajar la pena anteriormente impuesta cuando se trata de la media
prescripción, porque a diferencia de lo que ocurre en el proceso de determinación del
castigo que permite que la pena en abstracto sea mantenida en toda su extensión no
obstante concurrir dos o más morigerantes, no es posible cuando se trata de la
prescripción de las penas:
a) En efecto, en primer lugar, además de no poderse olvidar que la cuestión no
consiste en la determinación de una pena - cual es la función del referido precepto- sino
en la reducción de una ya impuesta, debe tenerse en cuenta que se trata de un modo de
extinción de responsabilidad enteramente objetivo como lo es el transcurso del tiempo,
que cuando concurre íntegramente no deja lugar a ningún criterio de discrecionalidad.
Este carácter ha de tenerse en cuenta al resolver el caso de la media prescripción.
b) Por otra parte, debe tenerse presente que el artículo 103 prescribe que para
determinar la nueva pena se debe considerar la concurrencia de dos o más atenuantes
"muy calificadas"; esto es circunstancias de mayor entidad y significación -o
consecuencia- que las reglas de la norma del 68, pues las aludidas en ésta carecen de la
mencionada adjetivación y no obligan a rebajar la pena inicial.
Lo anterior determina un mecanismo de rebaja del castigo afectado por el
tiempo distinto del de imposición de las penas privativas de libertad, el que en lo
fundamental opera en relación con "verdaderas" modificatorias y la mayor o menor
extensión del mal producido (artículos 62 a 69 del Código Penal), por lo que este asunto
de la reducción no puede resolverse como sí, nuevamente, se tratara de la sentencia
definitiva y de establecer la sanción.
c) Este mecanismo particular prevé la obligación de considerar dos o más
atenuantes "muy calificadas" mediante la expresión "deberá" puesta en el inciso primero
del artículo 103 que se viene citando. Para el intérprete no puede ser intrascendente lo
anterior, porque se trata de expresiones decisorias del contenido de la regla. Las
primeras, como se dijo, evidencian gran significación, mientras que la última es
simplemente imperativa: regula legalmente el obrar del tribunal. De allí que no se advierta
otra justificación que conducir a la rebaja por la sola circunstancia del transcurso de una
fracción de tiempo, que de ser completo generaría la extinción.
d) Finalmente, es útil decir que el entendimiento a resultas de tal carácter
permite que la norma que previene la rebaja en razón del tiempo transcurrido sea
siempre aplicada, cuando menos obligando a rebajar hasta el grado inmediatamente
inferior al de la pena impuesta, porque la misma norma se remite a las reglas previas y
generales de determinación que permiten decidir la extensión de la rebaja, como
sostenidamente lo ha resuelto este Tribunal.

4° Que, en la especie, entre la fecha que quedó ejecutoriada la sentencia


recaída en el proceso Rol N° 861-2003 y el 18 de diciembre de 2010, transcurrió el
tiempo suficiente para que tuviera aplicación la institución en estudio, de modo que al
desechar la Corte de Apelaciones de Rancagua la solicitud de amparo, apoyada en la
circunstancia que la rebaja de pena que concede el artículo 103 del Código Penal sería
facultativa, ha incurrido en una ilegalidad, que debe ser corregida.
Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto en el
artículo 21 de la Constitución Política, se revoca la sentencia apelada de cinco de junio
de dos mil catorce, escrita de fs. 56 a 63, y en su lugar se declara que se accede a la
solicitud de la defensa de R.A.C.Q., y se rebaja la pena impuesta por sentencia de
dieciocho de octubre de dos mil seis en el proceso Rol N° 861-2003, a la de quinientos
cuarenta y un días de presidio menor en su grado medio y accesoria de suspensión de
cargo u oficio público por el tiempo de la condena, debiendo servirle de abono el tiempo
que permaneció privado de libertad y que le reconoce la sentencia modificada, así como
en que ahora ha estado privado de libertad con motivo de este proceso.

Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Künsemüller y el abogado


integrante Sr. Bates, quienes estuvieron por confirmar la sentencia en alzada teniendo
para ello presente que si bien la cuestión relativa al carácter imperativo o meramente
facultativo del artículo 68 del Código Penal ha dado lugar a diversas interpretaciones
doctrinarias, por la propia naturaleza del tema, no es posible calificar de ilegal o arbitraria
tal decisión; y no está demás recordar que en varios pronunciamientos de casación de
esta Corte se ha acogido el criterio que entiende que la expresión “podrá” del artículo 68
citado es significativa de una facultad.
Regístrese y devuélvase con sus agregados.
Redacción del Ministro señor Brito.
Rol N° 14.760-14

Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Hugo
Dolmestch U., Carlos Künsemüller L., Haroldo Brito C. y los abogados integrantes Sres.
Luis Bates H. y Jorge Lagos G.
II.- FALLOS DE LA ILMA. CORTE DE APELACIONES DE
LA SERENA

1. Se acoge amparo contra resolución de Alcaide que revocó beneficios


intrapenitenciarios: se infringió el debido proceso (CA La Serena 06.06.2014 rol
56-2014)

Normas asociadas: DS 518 ART. 104; DS 518 ART. 105; DS 518 ART. 98;
DS 518 ART. 78 letra p); DS 518 ART. 99; L18.575; CP ART. 21

Temas: Derecho penitenciario; Garantías constitucionales

Descriptores: Acciones constitucionales; Administración penitenciaria;


Beneficios intrapenitenciarios; Debido proceso; Derechos humanos; Garantías;
Recurso de amparo

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena acoge recurso de amparo


presentado por Defensor Penal Penitenciario, por entender que en el acto
administrativo de revocación de beneficios intrapenitenciarios y de calificación de
conducta del condenado se habrían omitido reglas básicas del debido proceso, al no
escucharse los descargos y justificaciones del mismo para no presentarse a pernoctar
el día que correspondía hacerlo, no cumpliéndose por parte del Alcaide los estándares
de racionalidad y fundamentación suficiente para sus determinaciones, necesarias en
las decisiones de un órgano del Estado (Considerandos 2° y 3°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, seis de junio de dos mil catorce.

VISTOS:

A fojas 8, comparece doña María José Rojas Erbetta, abogado, Defensor


Penal Penitenciario, domiciliada en calle Vicuña N° 535, de la ciudad de La Serena,
quien de conformidad con lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política de
la República, recurre de amparo en favor de don J.M.A.P., actualmente privado de
libertad en Unidad Penal de La Serena, y en contra del Alcaide del Complejo
Penitenciario de La Serena, don Iván Betancourt Castro, quien por actos arbitrarios,
mantendría injusta e ilegalmente afectada su libertad. En consecuencia, solicita se
adopten de inmediato las providencias que se juzguen necesarias para restablecer el
imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado y se le asegure que
la ejecución de las penas privativas de libertad que se encuentran cumpliendo se
ajustará a las normas legales vigentes, sin sanciones desproporcionadas y arbitrarias.

Señala que su representado se encuentra cumpliendo condena en la Unidad


Penal de La Serena, en los antecedentes RUC N° 0400277315-0, RIT 3528-2006, del
Juzgado de Garantía de La Serena y RUC 0400310167-9, RIT N° 2173-2004 del
Juzgado de Garantía de Coquimbo; su fecha de cumplimiento de condena, según lo
informado por la Unidad Penal de La Serena, es el 12 de Enero de 2016. Es en este
contexto, que en virtud de cumplir con los requisitos establecidos en el Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios, relativos a mantener calificación de conducta "Muy
Buena", y participar en actividades de Reinserción Social, se le concede, por parte del
Consejo Técnico de la Unidad Penal de La Serena, el Beneficio de Salida Dominical,
con fecha 13 de Octubre de 2013, la que cumple de manera satisfactoria hasta el 2 de
Diciembre de 2013, fecha en la cual se le concede la salida de Fin de Semana.
Al continuar la excelente conducta del interno y con el satisfactorio
cumplimiento del Beneficio de Salida Dominical, se le conceden los beneficios de
Salida de Fin de Semana, junto a la Salida Controlada al Medio Libre, ello con fecha 3
de Diciembre de 2013, ambas también luego de la determinación tomada por Consejo
Técnico, conforme ORD. N° 04.01.05. 848/14, suscrito por el Jefe de Complejo (S) don
Daniel Valderas, con fecha 11 de Febrero de 2014.

Así las cosas, el día Jueves 27 de Marzo de 2014, el amparado no concurre a


"dormir" a dependencia del CRS de La Serena, lo que justificó ese mismo día en el
"Libro de Novedades del Centro de Reinserción Social de La Serena". En efecto, los
hechos que motivaron la ausencia ese día y que fueron expuestos ante la Unidad
correspondiente, consisten en que su representado vive junto a su pareja doña R.C. y
la hija de ambos (infante), en el domicilio ubicado en Calle R. V. N° XXX, Sector El
Olivar, de la Compañía Alta, de esta ciudad. Es del caso, que el día 27 de Marzo, doña
R., se encontraba con turno de 24 Horas, en el Hospital de Coquimbo, donde se
desempeña como Técnico en Enfermería en el servicio de cirugía. Dicho sea de paso,
los días en que la pareja del amparado debía realizar turnos, era la Madre de la Pareja
de J.M.A.P. doña A.G.B., quien se quedaba junto a la menor, para poder cuidarla. Sin
embargo, el día 27 de Marzo, la señora A.G.B., lastimosamente no pudo quedarse a
cuidar a la menor de edad, ya que sufrió un desmayo en su lugar de Trabajo, lo que
ocurrió alrededor de las 20:30 horas, por ello se hacía imposible dejar a la menor sola
en su domicilio. Ante esa eventualidad, el amparado optó por cuidar él mismo a la
menor y como se ha dicho, justificar ese mismo día el motivo de su ausencia, en la
Unidad de Gendarmería correspondiente.

Es así como el amparado, habría pensado en todo momento que la acción


que realizó esa noche, esto es, dejar la constancia en el Libro de Novedades del CRS
de La Serena, justificaba plenamente su ausencia, siendo aún mayor su
convencimiento de ese hecho, cuando el funcionario a cargo esa noche, le indicó, que
trajera un certificado del turno de su pareja, para validar aún más sus dichos, sin
precaver que su accionar tendría consecuencias tan negativas y menos que se le
revocarían sus beneficios y su conducta calificada como "Pésima", por parte del Jefe
de Complejo de la Unidad Penal de La Serena.

Luego de haber Justificado su ausencia, para cumplir con el beneficio de


salida controlada al medio libre y sin imaginar que ese acto traería como consecuencia
la revocación del mismo, al contar además, con el beneficio de Salida de Fin de
Semana, que se hacía efectivo desde las dieciocho horas del día viernes hasta las
veintidós horas del día domingo, hace uso del mismo y es por ello que se presenta
nuevamente en el CRS el día Domingo 30 del Mes de Marzo, para dormir ese día en
dicha Unidad, es en esa oportunidad, que se le indica que se encontraban
"Suspendidos" sus beneficios y es llevado a la Unidad Penal de La Serena.

Luego, con fecha 28 de Marzo de 2014, en virtud de los ORD N° 1826/ 13 y


ORD N° 1829/13, se informa a los Juzgados de Garantía de La Serena y Coquimbo
del "Quebrantamiento" de Condena de su representado, haciéndose mención a que se
quebranta la misma, por no regresar a la Unidad Penal.

De este modo, de los antecedentes acompañados que el procedimiento


administrativo penitenciario que determinó la revocación de los beneficios que
favorecían a su representado no se ajustó a las normas del debido proceso, ni respetó
los principios de proporcionalidad y racionalidad que deben ilustrarlos. Es más, con
fecha 3 de Abril de 2014, la pareja del amparado presentó ante el Señor Alcaide de la
época, don Jorge Reyes, una solicitud de reconsideración a la suspensión de los
beneficios que gozaba su representado, fundado en los mismos antecedentes
expuesto en este recurso, la que fue rechazada con fecha 14 de Abril de 2014.
La Constitución Política de la República y los tratados internacionales
ratificados por Chile reconocen que todas las personas, incluidas quienes se
encuentran privadas de libertad, son titulares de derechos humanos fundamentales,
generales y de carácter universal, los que sólo pueden ser limitados y restringidos
excepcionalmente bajo una fundada justificación legal. Entre ellos se asegura el
derecho a la vida y a la seguridad individual, el derecho a no ser torturado ni
maltratado, y el derecho al respeto de la dignidad humana. Es así, que cuando el
Estado priva de libertad a una persona asume el deber de cuidarla. El principal
cuidado es mantener la seguridad de las personas privadas de libertad, como también
el proteger su salud y bienestar. En este sentido, el artículo 2° del Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios establece que será principio rector de dicha actividad
el antecedente que el interno se encuentra en una relación de derecho público con en
el Estado, de manera que fuera de las derechos perdidos o limitados por su detención,
prisión preventiva o condena, su condición jurídica es idéntica a la de los ciudadanos
libres.

Por otro lado, el artículo 4° del Decreto Supremo (J) N° 518 de 1998 que
establece el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios señala que la actividad
penitenciaria se desarrollará con las garantías y dentro de los límites establecidos por
la Constitución Política de la República, los tratados internacionales ratificados por
Chile y vigentes, las leyes y sus reglamentos y las sentencias judiciales. La referida
resolución dispone, en consecuencia, que las disposiciones antes señaladas exigen
una adecuada aplicación de los procedimientos disciplinarios y un uso racional y
proporcionado de las sanciones establecidas por vía reglamentaria, armonizando
estas normas con las exigencias que los Tratados Internacionales que versan sobre
Derechos Humanos imponen a nuestro Estado.

Los beneficios de Salida Controlada al Medio Libre y Salida de Fin de


Semana, se encuentran establecidos en los artículos 104 y 105 del DS 518
(Reglamento de Establecimientos Penitenciarios). Por su parte la suspensión o
revocación de los mismos se establece en el Artículo 98, donde se indica que es
"privativa del Jefe de Complejo". Sin perjuicio de lo expresado por el Artículo 98, la voz
"privativa" debe ser interpretada al tenor de los principios de un Estado democrático de
derecho, donde debe existir un proceso previo y legalmente tramitado para llegar a la
conclusión de que debe ser validada esta revocación, y asimismo la "falta" cometida
debe ser Evaluada en su mérito, y sopesada con otros antecedentes, aplicando el
Principio Rector de la Proporcionalidad, cuestión que a todas luces en el presente
caso, no ocurre, ya que, si bien es un hecho objetivo, la no presentación de su
representado el día 27 de marzo, no es menos cierto, que este lo justifica
personalmente y fundado dicha justificación en hechos que evidentemente escapaban
a su voluntad.

El proceso previo y legalmente tramitado, en el caso en comento, puesto que


en los Ordinarios 1829/13 y 1826/2013 remitidos por la Unidad Penal de La Serena, a
los Juzgados de Garantía de La Serena y de Coquimbo respectivamente; queda de
manifiesto las vulneraciones al debido proceso que se han cometido por parte de la
Administración Penitenciaria, entre ellas, la falta emplazamiento al afectado,
inexistencia del principio de contradicción, inexistencia de todo derecho a defensa, así
como la arbitrariedad y desproporcionalidad de la resolución adoptada por la autoridad
administrativa.

En efecto, queda claro que al día inmediatamente siguiente a aquel en que el


sentenciado falta a su obligación de pernoctar en el CRS se informa a los Juzgados de
Garantía respectivos el quebrantamiento de sus condenas, sin emplazamiento al
sentenciado y consecuencialmente sin posibilidad de presentar prueba de descargo o
antecedentes que permiten justificar su ausencia; es más habiéndose presentado
voluntariamente el día 30 de marzo, día en que terminaba el goce de su permiso de
salida de fin de semana, es inmediatamente reingresado al CPP respectivo,
establecimiento en el que permanece hasta la fecha.

Que a juicio del recurrente, no era razonable que se aplicara con respecto a
su representado lo dispuesto en el Art. 78 Letra P, del Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios, esto es, "se considerará falta grave, el no regresar al
establecimiento después de hacer uso de un permiso de calidad...", y menos que
dicha sanción, fuese impuesta al día siguiente de su no presentación, sin un
procedimiento legalmente tramitado, que lo avalare, ya que su representado antes de
cometer la supuesta "infracción", la justifica, y posteriormente, vuelve al CRS de La
Serena, luego de terminar su "beneficio" de Salida de Fin de Semana.

Del mismo modo, la recurrente estima que no existe la fundamentación


necesaria del Acto que determina la revocación de los beneficios que gozaba su
representado. Resulta claro que la racionalidad y fundamentación, no existe en la
situación vivida por su representado, ya que solo existe una información a los
Tribunales, pero el fundamento de su decisión no se vislumbra.

Que, así las cosas, todo lo relatado da cuenta de que la suspensión y


posterior revocación de los beneficios que gozaba el amparado, sumado a la
calificación de su conducta como "Pésima" devienen de un procedimiento arbitrario e
ilegal, realizado por la Unidad Penal de La Serena, el que debe ser revocado,
ordenándose se guarden las formalidades legales y se adopten de inmediato las
providencias que se juzguen necesarias para restablecer el imperio del derecho y
asegurar la debida protección del afectado y, en consecuencia, se le asegure que la
ejecución de las penas privativas de libertad que se encuentran cumpliendo se
ajustará a las normas legales vigentes, sin sanciones desproporcionadas y arbitrarias,
dejando en consecuencia sin efecto la sanción que le fuera impuesta por no haberse
presentado el día 27 de Marzo a "dormir" al CRS de La Serena, en cumplimiento del
beneficio de Salida Controlada al Medio Libre que gozaba a esa fecha y, asimismo se
deje sin efecto la Revocación de los Beneficios intrapenitenciarios de Salida
Controlada al Medio Libre y Salida de Fin de Semana, los cuales cumplía de manera
satisfactoria.

A fojas 69, comparece don Maurice Grimalt Catalán. Coronel de Gendarmería


de Chile, Directo Regional de la Región de Coquimbo, domiciliado en calle Brasil N°
366, La Serena, quien informando el recurso de amparo deducido en su contra señala
que el amparado, se encuentra cumpliendo pena efectiva de 4 años por el delito de
lesiones graves gravísimas y 4 años por el delito de robo en lugar habitado o
destinado a la habitación, condena impuesta por el Juzgado de Garantía de La
Serena, RUC N° 0400277315, RIT N° 3528-2006, registra como inicio de condena el
01/05/2009 y como término de la misma el 09/01/2016 y tiempo mínimo de beneficios
intrapenitenciarios el 09/01/2011.

Agrega que según lo dispuesto en el Oficio Ordinario N° 266 de fecha


15/01/2014, el recurrente es autorizado a hacer uso del beneficio de salida controlada
al medio libre y fin de semana, a contar del 19 de enero del año 2014, beneficio que se
encontraba cumpliendo en forma regular hasta el día 27 de marzo del año 2014, día
que concurre al cuerpo de guardia siendo aproximadamente las 21:50 horas,
manifestándole al personal de servicio que por motivos familiares no podría dar
cumplimiento a su encierro, según se consigna en Parte N°21 de fecha 27/03/2014
habría quedado a cargo de su hija menor, debido a que su pareja le correspondía
turno laboral en el Hospital de Coquimbo, luego de esto se retira del recinto. Así, de
acuerdo al protocolo establecido, mediante Oficio Ordinario N° 207 de fecha
28/03/2014, del Sr. Jefe del Anexo CRS de La Serena, se informa la ausencia del
usuario del beneficio de Salida Controlada al Medio Libre y fines de Semana don
J.M.A.P., a contar del 27/03/2014, al Jefe del Complejo Penitenciario de La Serena,
explicitando los motivos expuestos por el interno, respecto de su ausencia.

Recién el día domingo 30 de marzo del año 2014, siendo las 22:00 horas, el
amparado reingresa al Anexo CRS de La Serena, siendo retenido en la Guardia del
recinto, para ser devuelto a su Unidad de origen por Quebrantamiento de Condena. El
traslado se materializa a través del Oficio Ordinario N° 209 de fecha 30/03/2014. Una
vez ingreso al Complejo Penitenciario de La Serena, se modifican sus antecedentes
estadísticos, situación procesal: medio cerrado, delito: quebrantamiento de Condena,
inicio de condena el 30/03/2014, y termino de la misma el 12/01/2016, sufriendo la
rebaja de su conducta de Muy Buena a Pésima, por el citado quebrantamiento.

Por otro lado, la revocación de los beneficios intrapenitenciarios se formaliza


a través de la Resolución Interna N° 5 de fecha 01 de abril del año 2014, firmada por el
Jefe del Complejo Penitenciario de La Serena, lo anterior en atención a lo instruido por
la Superioridad Institucional, sobre concesión de beneficios en Oficio N°
128/01/06/2001, N° 1813 del 13/09/2002, Resolución Exenta N° 11523 de fecha
19/11/2012 y lo establecido en el Decreto N° 518-1998. Del mismo modo, la situación
del interno J.M.A.P., es tratada en el Consejo Técnico N° 6-2014, efectuado el día
31/03/2014, el cuan confirmo la situación de quebrantamiento.

Además, conforme lo dispuesto en el artículo 98 del Reglamento de


Establecimientos Penitenciarios, modificado mediante el Decreto (J) N° 1248 de fecha
03/04/2006, la concesión, suspensión o revocación de los permisos señalados en el
artículo 96 serán una facultad privativa del Jefe del Establecimiento, asimismo el
artículo 99 señala que el incumplimiento de cualquiera de las obligaciones que
correspondan a los beneficios, faculta al Jefe del Establecimiento suspenderlos o
revocarlos, si las circunstancias existentes al momento de conceder el beneficio se
modifican, de modo que no resulta aconsejable que el interno continúe gozando de él.
Por consiguiente, los internos que hacen uso de los beneficios intrapenitenciarios han
sido notificados previamente de las prohibiciones y limitaciones que conlleva el uso de
ellos.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

Primero: Que el artículo 21 de la Constitución Política de la República,


establece que todo individuo que se hallare arrestado, detenido o preso con infracción
de lo dispuesto en la Constitución o en las leyes, podrá ocurrir a la magistratura que le
señale la ley, a fin de que ésta ordene se guarden las formalidades legales y adopte
de inmediato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el imperio del
derecho y asegurar la debida protección del afectado.

En tal sentido, el inciso tercero de tal disposición establece que el


mismo recurso, y en igual forma, podrá ser deducido en favor de toda persona que
ilegalmente sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza en su derecho a la
libertad personal y seguridad individual, y que para ello, la magistratura respectiva
dictará en tal caso las medidas indicadas en los incisos anteriores que estime
conducentes para restablecer el imperio del derecho y asegurar la debida protección
del afectado.

Segundo: Que en la especie se reprocha por la recurrente que en el acto


administrativo de revocación de beneficios intrapenitenciarios y en la calificación de
conducta de su representado, se habrían omitido la reglas básicas del debido proceso,
al no escucharse los descargos y justificaciones de su representado para no
presentarse a pernoctar el día 27 de marzo de 2014, tornando el acto en arbitrario e
ilegal.

Tercero: Que del mérito de los antecedentes, si bien es cierto existe un


hecho que pudiere merecer reproche administrativo por parte de la autoridad
penitenciaria y sin perjuicio de estar avalado la referida autoridad penal por la
discrecionalidad que le brinda la normativa respectiva -artículos 98 y 99 del Decreto N°
518 que establece el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios- es menester en
un Estado de Derecho que las decisiones de los órganos del Estado cumplan con los
estándares de racionalidad y fundamentación suficiente de sus determinaciones, lo
que en la especie no se avizora. En efecto, de los antecedentes acompañados por el
recurrido y que dan cuenta de la decisión adoptada en orden a revocar los beneficios
de que gozaba el amparado, no se observa que se haya arreglado a las normas del
debido proceso, pues no existe constancia de haber otorgado al amparado la
posibilidad de exponer y justificar las razones que tuvo para no presentarse a
pernoctar el día 27 de marzo de 2014, de manera tal de revisar la plausibilidad de
aquellas y, luego, resolver acerca de una eventual revocación.

Lo anterior, se encuentra refrendado por lo dispuesto en la Ley N° 18.575,


Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, que
consagra el principio de fundamentación de los actos de la administración, la que por
su rango, debe aplicarse con antelación al Reglamento en que sustenta sus facultades
revocatorias el recurrido.

Cuarto: Que, en consecuencia, el recurrido al suspender los beneficios


mencionados al citado condenado, sin ajustarse a un racional y justo procedimiento,
ha incurrido en un acto arbitrario e ilegal, obligando a esta Corte a arbitrar las medidas
pertinentes para restablecer el imperio del derecho.

Por estas consideraciones y de conformidad con lo establecido en el artículo


21 de la Constitución Política de la República, artículo 96, 98, y 99 del Decreto
Supremo N° 518 de 22 de mayo de 1998 SE ACOGE el recurso de amparo deducido
a fojas 8 y siguientes, por la abogada Defensor Penal Público, señora María José
Rojas en favor de su representado J.M.A.P., ordenándose al señor Alcaide del
complejo penitenciario de La Serena que, de inmediato, deje sin efecto la decisión de
revocar los beneficios intrapenitenciarios de salida controlada al medio libre y salida de
fin de semana, concedidos al condenado y la modificación en su calificación de
conducta.

Regístrese, comuníquese y archívese.

Rol N° 56-2014
2. Se rechaza amparo presentado por la defensa: la aplicación del
artículo 49 inciso 1º del CP es facultativa del tribunal (CA La Serena 13.06.2014
rol 58-2014)

Normas asociadas: CPR ART. 21; CP ART. 49; CPP ART. 122

Temas: Interpretación de la ley penal; Determinación legal/judicial de la pena;


Garantías constitucionales

Descriptores: Abono de cumplimiento de pena; Acciones constitucionales;


Derecho a la libertad personal y a la seguridad individual; Interpretación; Medidas
cautelares personales; Prisión preventiva; Recurso de amparo

SÍNTESIS: CA de La Serena conoce de un recurso de amparo presentado por


Defensor Penal Licitado, contra sentencia de Juez de Garantía que sustituyó la pena
de multa de 2 UTM a la que se encontraba condenada su representada en 6 días de
reclusión, estimándose que constituiría una afectación al derecho a la libertad personal
y seguridad individual de la imputada pues el tribunal podría haber sustituido la pena
por prestación de servicios a beneficio de la comunidad o una exención de la multa. La
Corte rechaza el recurso, ya que entiende que la detención de la imputada se ajustó al
ordenamiento jurídico nacional, pues la aplicación de la vía sustitutiva alegada, el
artículo 49 inciso primero del CP, es una facultad exclusiva del tribunal, por el tenor de
la norma, específicamente la expresión ‘‘podrá’’ (Considerandos 1º y 4º).

TEXTO COMPLETO

La Serena, trece de junio de dos mil catorce.

VISTOS Y CONSIDERANDO:

1° Que a fojas 1 comparece don Christian Rodríguez Villalobos, Defensor


Penal Licitado, por la condenada doña D.K.G.V., causa ruc n° 1400424633-1,
deduciendo recurso de amparo constitucional en contra del Sr. Juez de Garantía de La
Serena, don Juan Carlos Orellana Venegas de conformidad al artículo 21 de la
Constitución Política de la República, para que S.S.I., conociendo de esta acción
restablezca el imperio del derecho dejando sin efecto la resolución de fecha diez de
junio de dos mil catorce que en su parte resolutiva, condenó a su representada a la
pena privativa de libertad de 41 días de prisión en su grado máximo, accesorias
legales y una multa de dos unidades tributarias mensuales. Expone que la referida
resolución tiene por cumplida la pena corporal toda vez que estuvo privada de libertad
por cuarenta y dos días, sin embargo respecto de la multa de dos unidades tributarias
mensuales, procede convertirla en seis días de reclusión por no contar su defendida
con los medios para pagar dicha multa en la misma audiencia, no obstante que
manifestó que podía pagarla tan pronto recuperara su libertad, decretando su prisión
preventiva, toda vez que la defensa no renunció a los recursos. Dicha resolución es
ilegal en la parte que procede a la conversión de la multa, afectando el derecho a la
libertad personal y seguridad individual de su representada, por cuanto que la
resolución no se encuentra ejecutoriada pudiendo pagar la multa en el lapso hasta que
quede ejecutoriada la resolución. Adicionalmente expresa que antes de proceder a la
conversión de la multa, el artículo 49 inciso 1° del Código Penal dispone que “si el
sentenciado no tuviere bienes para satisfacer la multa podrá el tribunal imponer, por
vía de sustitución la pena de prestación de servicios en beneficio de la comunidad”. A
mayor abundamiento, el inciso 3° de la norma comentada permite la exención de la
multa cuando de los antecedentes expuestos por el condenado aparece la
imposibilidad de cumplir dicha pena.
2° Que a fojas 45 informa don Juan Carlos Orellana Venegas, Juez del
Juzgado de Garantía de La Serena, expresando que efectivamente por resolución del
día diez de junio de dos mil catorce, y en contexto de audiencia de procedimiento
simplificado se dictó sentencia condenatoria respecto de la recurrente condenándola a
la pena de cuarenta y un días de prisión, accesoria legal del caso y una multa de dos
unidades tributarias mensuales. La pena corporal se le dio por cumplido por haber
estado en prisión preventiva en la referida causa desde el día treinta de abril de dos
mil catorce, hasta la dictación de la sentencia en total cuarenta y dos días. Abonándole
uno a la multa. Resulta necesario tener presente, que la prisión preventiva fue
decretada teniendo en consideración que la imputada no asistiría a la realización de la
audiencia, atendido su extracto de filiación que reporta diversas condenas por hechos
de igual naturaleza, lo que la hace conocedora del sistema judicial y sus
procedimientos, asimismo, la formas en las que puede delinquir y evadir. Señala que
al finalizar la referida audiencia el Ministerio Público pidió la media cautelar de prisión
preventiva respecto de la cual la defensa se opuso, accediendo a ella para asegurar el
pago efectivo del saldo de pena pecuniaria pendiente. Los fundamentos para acceder
a tal medida, fue el extendido prontuario de la condenada, tal como se refleja en las
veintiún paginas de extracto de filiación y antecedentes; lo que la transforman en una
avezada delincuente y conocedora de los resquicios legales para evadir el juzgamiento
eficaz. Por su parte la argumentación del recurrente en cuanto al hecho de no
encontrarse ejecutoriada la sentencia, no es menos cierto que las máximas de la
experiencia indican que esta no sería objeto de recursos puesto que no contiene
errores de derecho, ya que las penas impuestas fueron las solicitadas por la Fiscalía y
allanadas por la Defensa, salvo la pecuniaria, respecto de la cual se pidió rebaja a un
tercio de unidad tributaria mensual. Asimismo estas máximas de la experiencia
también indican que estas multas no son pagadas por los condenados debiéndose
despachar orden detención para su efectivo pago, y en tal evento solo se cumplen vía
de conversión en forma reclusiva. En la audiencia, se tomaron todos los resguardos
para el condenado cumpliera el tiempo que corresponde a la conversión de multa,
fijándose al efecto una audiencia de revisión de medidas cautelares al quinto día
desde esa fecha. Por último indica que su decisión no ha vulnerado la Constitución ni
las leyes, por cuanto la medida cautelar decretado lo ha sido en un procedimiento
legalmente tramitado, con la comparecencia de los intervinientes obligados asistir.
Distinto es la interpretación que se tenga de la oportunidad de la imposición de la
medida cautelar, ya que se está a lo dispuesto por el artículo 122 del Código Procesal
Penal, del cual se puede inferir que éstas pueden decretarse en la etapa de la
ejecución de la sentencias, mientras no se encuentren firmes o ejecutoriadas, tal como
ocurrió en la especie.

3° Que el artículo 21 de la Constitución Política de la República, exige para la


procedencia del recurso de amparo que el individuo se halle arrestado, detenido o
preso con infracción a lo dispuesto en la Constitución o las Leyes, para que la
magistratura ordene se guarden las formalidades legales y se adopten de inmediato
las providencias necesarias para restablecer el imperio del derecho y asegurar la
debida protección del afectado. Del mismo modo, el inciso final de la disposición
citada, extiende el recurso a cualquiera otra privación, perturbación o amenaza del
derecho a la libertad personal y seguridad individual.

4° Que del mérito de los antecedentes, puede observarse que la detención de


que fue objeto la amparada se ajustó al ordenamiento jurídico nacional. En efecto, la
medida cautelar de prisión preventiva tuvo su origen en un procedimiento simplificado
reglado por la ley. Asimismo, lo alegado por la recurrente en cuanto a la aplicación del
artículo 49 inciso 1°, cabe tener presente, que la utilización de la vía sustitutiva
alegada, obedece a una facultad exclusiva del tribunal, tal como puede desprenderse
del tenor literal de la norma en comento, puesto que en dicho articulado su utiliza la
expresión “podrá”, por lo que el recurrido actuó en ejercicio de una facultad privativa
que le confiere la ley; y que respecto de lo previsto en el inciso 3° del referido artículo,
es de cargo del interesado aportar los antecedentes necesarios para que se pueda
estimar concurrente la exención establecida. A mayor abundamiento el artículo 122 del
Código Procesal Penal, establece en cuanto a los fines de las medidas cautelares que
estas se impondrán cuando fueren absolutamente indispensables para la realización
de los fines del procedimiento, interpretándose que de modo igual se incluye la
ejecución de la sentencia, mientras esta no se encuentre ejecutoriada.

5° Que atendido lo razonado y no existiendo en la especie vulneración alguna


a la libertad personal de doña D.K.G.V., que haga procedente la acción constitucional
en análisis, corresponde rechazar la acción de amparo deducida en su favor.

Y visto además, lo dispuesto en el Auto Acordado Sobre Tramitación y Fallo


del Recurso de Amparo, SE RECHAZA el recurso de amparo deducido a fojas 1 por
abogado Christián Rodríguez Villalobos, en favor de doña D.K.G.V.

Regístrese, comuníquese y archívese en su oportunidad.

Rol N° 58-2014 (Crimen)


3. Se acoge amparo respecto de resolución que rechazó solicitud de
media prescripción de la pena (CA La Serena 24.07.2014 rol 68-2014)

Normas asociadas: CP ART. 103; CP ART. 96; CP ART. 98; CPR ART. 19
Nº 7 b); CP ART. 397 Nº 2; CP ART. 65; CP ART. 96; CP ART. 97

Temas: Interpretación de la ley penal; Circunstancias atenuantes de la


responsabilidad penal; Derecho penitenciario

Descriptores: Acciones constitucionales; Atenuantes especiales; Prescripción


gradual de la pena; Recurso de amparo

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge recurso de amparo presentado por la


defensa contra resolución del Juzgado de Garantía de Ovalle que negó la aplicación
de la media prescripción respecto de un condenado: la sanción impuesta debe ser
atenuada por lo dispuesto en el artículo 103 del Código Penal, rebajándose a lo menos
en un grado, resultando obligatorio dar cumplimiento a la regla allí contenida,
aplicando la normativa que corresponda con el objeto de ‘‘disminuir la ya impuesta’’
(pena), que es lo que el Juez no hizo, vulnerándose así el artículo 19 Nº 7 letra b) de la
Carta Fundamental. (Considerandos 7º, 8º y 9º).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinticuatro de julio de dos mil catorce.

VISTOS:

A fojas1, comparece don Gerardo Andrés Tagle Sepúlveda, Abogado,


Defensor Penal Público, con oficio en Pasaje Manuel Peñafiel 293, oficina 204,
comuna y ciudad de Ovalle, en representación de don C.E.R.R., condenado en causa
RUC 1000304995-2 RIT49-2011 sustanciada ante el Juzgado de Garantía de Ovalle y
deduce acción de amparo de conformidad con lo dispuesto en los artículos 1°, 19 N°7
letra b) y 21 de la Constitución Política de la República de Chile, en concordancia con
lo preceptuado en los artículos 5°, 122, 139, 458 y 464 del Código Procesal Penal, en
contra del Juzgado de Garantía de Ovalle, por la negativa a la aplicación de la media
prescripción respecto del amparado en audiencia de fecha 13 de junio pasado.
Precisa que el amparado fue formalizado el 01 de febrero de 2011 por el
delito de lesiones graves y con fecha 28 de octubre de 2011 fue condenado por
sentencia del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle a sufrir la pena de 300 días
de presidio menor en su grado mínimo con cumplimiento efectivo en atención a la
concurrencia de las atenuantes descritas en el artículo 11 N° 7 y 9 del Código Penal,
sentencia ejecutoriada y, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 468 del
Código Procesal Penal, el Tribunal de Garantía materia de la presente acción dispuso
el cúmplase respectivo y la consiguiente orden de aprehensión, con fecha 10 y 11 de
noviembre de 2011.
Indica que el 20 de Mayo de 2014, su defendido fue detenido y puesto a
disposición del Juzgado de Garantía de Ovalle en donde se dispuso su orden de
ingreso. Que se ofició a la Policía de Investigaciones de Chile, sección extranjería y al
Servicio de Registro Civil a fin de allegar informe de salidas del país y extracto de
filiación y antecedentes, a fin de debatir la aplicación de la media prescripción de la
pena de conformidad con lo preceptuado en el artículo 103 del Código Penal, atendida
la concurrencia de los requisitos contenidos en los artículos 96, 98 y 103 del Código
Penal, toda vez que habían transcurrido más de dos años y 6 meses desde la fecha de
la sentencia de término (pena de simple delito), no había salido del país y no había
sido condenado por crimen o simple delito durante dicho período. Sin embargo, dice,
el tribunal recurrido negó lugar a la rebaja de pena sostenida por la defensa, en
atención a la naturaleza del hecho y a la concurrencia de las dos atenuantes, de
manera que se debía tener por configurada la sanción de acuerdo con los términos de
la media prescripción, sin que variara en definitiva su cuantía.
Precisa que el artículo 103 del Código Penal consagra esta circunstancia
aminorante de reproche penal en atención al transcurso del tiempo que surge, no de la
declaración de la sentencia de reproche, sino que de la ocurrencia de un nuevo
elemento sobreviniente, cual es el término legal señalado, lo que no puede ser
subsumido dentro del juego de atenuantes y aminorantes conocidas previamente en
sede de adjudicación sino que es una nueva circunstancia que mandata al
sentenciador a rebajar la pena en los términos señalados en la norma legal citada, ya
que la media prescripción es una circunstancia nueva que hace mutar la
responsabilidad penal, disminuyéndola o atenuándola a la luz del principio de
disminución de exigencia retributiva lo que conlleva una reducción de la pena y, por
otro lado, desde una perspectiva de prevención no precisa que el castigo sea impuesto
de la misma forma o manera que se impusiera en la fecha en que se dictó la condena.
Así las cosas, interpretar que ya está contemplada la rebaja de la media prescripción
por la aplicación de las atenuantes descritas en la sentencia dictada por el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal comprende un actuar errado a Derecho, por ende arbitrario,
subsanable únicamente por la vía del habeas corpus, fundamento esencial que motiva
la interposición de esta tutela jurisdiccional.
Concluye indicando que el tenor de las normas legales citadas, debe
engarzarse con lo mandatado en la Carta Fundamental en sus artículos 19 N° 7, letra
b) y se llega a la forzosa y necesaria conclusión que no se dan los presupuestos para
privar al amparado de su libertad con los mismos argumentos de la sede de atribución
de reproche sino que engrosar el margen de rebaja de la sanción debiendo entenderse
que lo resuelto por el Tribunal de Garantía de Ovalle resulta contrario a derecho,
arbitrario y vulneratorio de la garantía de libertad personal de su representado, por lo
que solicita restablecer el Imperio del Derecho y que se acoja y declare la media
prescripción de la pena, se rebaje la misma en un grado contado de la pena aplicada
primitivamente (presidio menor en su grado mínimo) dejándola dentro de la pena de
prisión, se la fije en 41 días de prisión en su grado máximo o la que en justicia
determine dentro del tramo de pena solicitado y se la dé por cumplida tomando en
cuenta que el sentenciado lleva privado de libertad más de 70 días contados desde la
fecha de la detención de éste.
A fojas 22, evacua informe don Luis Alberto Muñoz Caamaño, Juez
Titular del Juzgado de Garantía de Ovalle, indicando que la presente acción incide en
los antecedentes Rit 49-2011, RUC 1000304995-2, seguidos en ese Tribunal en contra
de don C.E.R.R., por el delito de lesiones graves y en el cual fue condenado con fecha
28 de octubre de 2011, por el Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, a la pena de
trescientos días de presidio menor en su grado mínimo, más las accesorias de
suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del
delito consumado de lesiones graves del artículo 397 N° 2 del Código Penal, cometido
en contra de la persona de J.C.C., en la comuna de Ovalle, ordenándose el
cumplimiento efectivo de la pena corporal impuesta.
Sostiene que dicha sentencia quedó ejecutoriada con fecha 10 de
noviembre de 2011, despachándose con fecha 11 del mismo mes, la correspondiente
orden de aprehensión en contra del sentenciado para el cumplimiento de la pena,
siendo detenido el 21 de mayo de 2014 y presentado a ese Tribunal a audiencia de
control de detención, ocasión en que se le dio orden de ingreso para el cumplimiento
de lo resuelto en la sentencia.
Expone que con fecha 13 de junio último, se llevó a efecto, la audiencia
solicitada por la defensa del condenado a fin de ventilar la aplicación de la media
prescripción establecida en el artículo 103 del Código Penal, audiencia en la que él,
después de oír los argumentos de los intervinientes, tanto del condenado como del
Ministerio Público, determinó mantener la pena fijada en la sentencia, fundado en que
conforme el artículo 103 del Código Penal, constatado el hecho de haber transcurrido
más de la mitad del tiempo exigido por la ley para la prescripción de la pena, se
imponía la necesidad de revisar la sentencia, considerando al hecho revestido de dos
atenuantes calificadas y ninguna agravante, lo que a su juicio debía realizarse con
prescindencia de las modificatorias consideradas primitivamente al imponer la pena y
que no sean inherentes al hecho, por lo que se imponía al Tribunal la revalorización
del hecho pero ahora considerando la concurrencia de modificatorias en la forma que
expresa el artículo 103 citado, mediante la aplicación de las normas que señala los
artículos 65, 66 y 67 del Código Penal. En consecuencia, señala, debe el juez
considerar la pena en abstracto determinada por la Ley para el delito y luego hacer
aplicación de las normas antes referidas, apreciando las circunstancias del hecho y la
mayor o menor extensión del daño producido por el mismo.
Menciona que realizado el ejercicio precisado anteriormente, y
considerando que en la especie se trata de un delito de lesiones graves cuya pena
fijada por la ley corresponde a la de presidio menor en su grado medio y dadas las
modificatorias ya aludidas y sus circunstancias de comisión, se determinó la rebaja de
la sanción en un grado quedando radicada en una de presidio menor en su grado
mínimo y dentro de este grado pareció apropiada imponer la sanción dentro de su
cuantía media inferior, fijándose finalmente la sanción de 300 días de presidio menor
en su grado mínimo, llegando así a la misma sanción que había fijado el Tribunal Oral
en lo penal en la sentencia.
Argumenta que la interpretación del recurrente es distinta de la norma del
artículo 103 del Código Penal, pretendiendo por el hecho de concurrir la media
prescripción, una rebaja de la pena a partir de la sanción fijada en la sentencia
primitiva, interpretación que si bien puede tener asidero, no se compadece con el texto
de la norma en comento que a su juicio obliga a considerar el hecho por el cual se
condenó.
Adjunta al informe sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle de fecha
28 de octubre de 2011.

CONSIDERANDO

Primero: Que de lo narrado en lo expositivo de esta sentencia, del examen


de los registros documentales y de audio, que se encuentran en la carpeta virtual de la
causa RIT 49-2011 del Juzgado de Garantía de Ovalle, de lo informado por el juez
titular de dicho tribunal, don Luis Alberto Muñoz Caamaño, y del mérito de la sentencia
dictada por el Tribunal Oral en lo Penal de la misma ciudad en causa RIT Nº 81-2011,
cuya copia fue acompañada por el juez recurrido, resulta posible concluir lo siguiente:
a) Por decisión definitiva jurisdiccional recaída en los mencionados autos RIT
Nº 81-2011, de fecha 28 de octubre de 2011, fue condenado el amparado C.E.R.R. a
la pena de trescientos días (300) de presidio menor en su grado mínimo, más
accesorias legales correspondientes, como autor del delito consumado de lesiones
graves previstas en el artículo 397 Nº 2 del Código Penal, cometido en contra de la
persona de J.C.C.
La cuantía de la sanción fue lograda al haberse rebajado en un grado la pena
asignada al ilícito, habida consideración que beneficiaba al encausado dos
circunstancias atenuantes, sin que concurriera agravante alguna. No fueron
reconocidos abonos y además, no le fue concedido ninguno de los beneficios que al
tiempo del fallo, contemplaba la Ley Nº 18.216.
Por no haberse deducido en contra de tal pronunciamiento definitivo el
recurso de nulidad que consagra la normativa procedimental penal, ha de concluirse
que dicha actuación judicial quedó ejecutoriada, de acuerdo con los antecedentes que
emanan de los antecedentes examinados, el día 08 de noviembre de 2011.
b) Despachada orden de aprehensión en su contra para el cumplimiento de
la pena, el condenado C.E.R.R. fue detenido y presentado al Juzgado de Garantía de
Ovalle, a la audiencia de control de detención, el día 21 de mayo 2014, ocasión en
que se le dio orden de ingreso para el cumplimiento de la pena impuesta.

Segundo: Que consta además de los antecedentes, que con fecha 13


de junio se llevó a efecto, a petición de la defensa, una audiencia para decidir acerca
de la aplicación de la denominada media prescripción a que se refiere el artículo 103
del Código Penal, toda vez que conforme los hitos ya señalados, a la fecha en que se
le dio orden de ingreso para el cumplimiento efectivo del castigo privativo de libertad,
ya había transcurrido más de la mitad del tiempo exigido para la prescripción de la
pena, que es de cinco años, dado el carácter de simple delito del hecho punible
cometido, todo ello, de acuerdo con el artículo 97 en relación con el artículo 21, ambos
del Código Penal.

Tercero: Que a la circunstancia del transcurso del tiempo ya indicado,


se ha de unir el hecho de que, en tal término, el sentenciado no salió del país, como
tampoco cometió nuevamente algún crimen o simple delito.

Cuarto: Que la institución de la denominada media prescripción o


prescripción gradual contemplada en el citado artículo 103 del Compendio punitivo, se
encuentra incorporada en los siguientes términos: “Si el responsable se presentare o
fuere habido antes de completar el tiempo de la prescripción de la prescripción de la
acción penal o de la pena, pero habiendo ya transcurrido la mitad del que se exige, en
sus respectivos casos, para tales prescripciones, deberá el tribunal considerar el
hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes muy calificadas y de
ninguna agravante y aplicar las reglas de los artículos 65, 66, 67 y 68 sea en la
imposición de la pena, sea para disminuir la ya impuesta”.

Quinto: Que del registro de audio de la audiencia en cuestión, consta


que el juez no hizo lugar a la solicitud de aplicar la media prescripción, teniendo para
ello únicamente presente de que como el Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle ya había
reconocido dos atenuantes y rebajado la pena en un grado, tal posición se adecuaba
también a la rebaja de la pena que correspondía en la situación contemplada en el
artículo 103 del Código Penal, de manera que, según lo expresó, no daba lugar a la
solicitud de la defensa y mantenía la cuantía del castigo impuesto, dada la naturaleza
de los hechos constitutivos del ilícito. En otras palabras: la aplicación de la citada
norma no hacía variar la extensión de la pena de trescientos días ya determinada.
Es de advertir que en el informe evacuado por el juez, precisó, a modo
de explicación de lo que ya había decidido, que la norma contemplada en el artículo
103 del Código Penal, imponía al juez la revalorización del hecho, pero considerando,
ahora, la concurrencia de las dos modificatorias calificadas de responsabilidad penal, y
la aplicación de todo aquello dispuesto en los artículos 65, 66 y 67 del Código Penal,
según fuere el caso. Es así, dijo, que se ha de considerar la pena en abstracto
determinada por la ley para el delito para luego hacer aplicación a las normas en la
forma allí referidas, considerando las circunstancias del hecho y la mayor o menor
extensión del daño producido por el mismo. Aplicado tal ejercicio, agregó, siendo la
pena asignada al delito la de presidio menor en su grado medio y por las dos
atenuantes que se han de considerar y las circunstancias de la comisión del ilícito,
había determinado la rebaja de la sanción en un grado quedando radicada en presidio
menor en su grado mínimo, y dentro de ese grado, pareció apropiado imponer la
sanción dentro de su cuantía media inferior, fijándose finalmente la sanción de 300
días de presidio menor en su grado mínimo, llegando así al mismo castigo que había
fijado el Tribunal Oral en lo Penal, en su decisión. Finalmente expuso que la posición
de la defensa de que la rebaja de pena lo fuere a partir de la pena impuesta, “si bien
puede tener asidero, no se compadece con el texto de la norma en comento…”

Sexto: Que, para la correcta interpretación del artículo 103 del Código
sancionador, a juicio de esta Corte, se ha de tener presente que esa norma contempla
dos situaciones que deben ser diferenciadas, según se trate si el caso se refiere a una
estación de la vía de la prescripción de la acción, o a aquella en que la pena ya ha
sido impuesta por sentencia ejecutoriada. Así las cosas, situándose intelectualmente
en el segundo acontecer, la exigencia prevista en la norma es clara: el juez debe
considerar el hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes con
énfasis de ser calificadas, y de ninguna agravante, y aplicar en lo que corresponda a la
concreta situación, las reglas del articulado allí señalado, pero todo ello, para obtener
el fin perseguido por la norma, esto es, nótese, “…para disminuir la ya impuesta” (la
pena).

Séptimo: Que la sanción impuesta ha sido la de trescientos días de


presidio menor en su grado mínimo, de lo que sigue, entonces, que es dicha pena la
que deberá ser atenuada por disposición del citado artículo 103 del Código Penal, y
como el artículo 67 del mismo Estatuto punitivo enseña que si se tratare de una pena
de un grado de una divisible, ante la concurrencia de dos o más circunstancias
atenuantes y en ausencia de agravante, “podrá el tribunal imponer la inferior en uno o
dos grados, según sea el número y entidad de dichas circunstancias”, necesariamente
en la aplicación de la denominada media prescripción (o prescripción incompleta), a lo
menos se debe proceder a la rebaja en un grado de aquella ya impuesta, tal como lo
mandata el legislador, de lo que sigue que en tal caso se ha de castigar con la
contemplada para la prisión en su grado máximo, que corre de 41 día a 60 días, de
conformidad con la escala gradual de sanciones prevista en los artículos 50 y
siguientes del Código Penal.
Y como el sentenciado C.E.R.R. se encuentra lleva privado de libertad
cumpliendo condena desde el 21 de mayo de 2014, ha de reconocerse que lleva un
tiempo que supera a todo evento cualquiera que sea la cuantía del castigo que debió
oportunamente ser disminuido por aplicación del artículo 103 del Código Penal, lo que
no se hizo.

Octavo: Que tan solo para dejar planteados los extremos del asunto, se
deberá reconocer que principalmente en el ámbito doctrinario se discute que si la
rebaja de pena de que trata los artículos 65 y siguientes del Código Penal, en los
casos que concurran dos o más circunstancias atenuantes y ninguna agravante,
resulta facultativa para el juez, como se desprende del tenor literal de las normas, o es
obligatoria, como se inferiría de una determinada relación de todas ellas, según lo ha
sostenido, entre otros estudiosos, con profundos fundamentos, el distinguido
académico penalista y doctor en Derecho don Juan Pablo Mañalich Raffo, en sus
trabajos elaborados en torno al tema.
Pero, para el caso de autos, aquello no es el meollo de la problemática,
de manera que no es la oportunidad para que este Tribunal se pronuncie acerca del
específico tema. Ahora, aquí, ha sido entendido que cualquiera que sea la posición
que se adopte en torno a aquellos normas de imposición de penas, para el caso del
artículo 103, respecto de una sanción ya decretada (media prescripción de la pena),
resulta obligatorio dar cumplimiento a la regla allí contenida, es decir, “…deberá el
tribunal considerar el hecho como revestido de dos o más circunstancias atenuantes
muy calificadas y de ninguna agravante…” tal como lo hizo el juez recurrido, pero
además de ello, aplicar la normativa que corresponda con el objeto de “…disminuir la
ya impuesta”, que ha sido aquello que el juez no hizo, y que ha motivado la
interposición de la presente acción de amparo.
Noveno: Que, entonces, cuando se dé la situación de hecho que
describe el artículo 103 del Código Penal, es decir, ese transcurso del tiempo por un
periodo determinado, como ya ha sido explicado, sin que se haya logrado hacer
efectivo el castigo acordado por sentencia ejecutoriada, el mandato de nuestro
ordenamiento de proceder a la rebaja de la pena ya impuesta, sólo puede tener lugar
si se considera como hito inicial, la sanción que en concreto ha sido impuesta, esto es,
en el caso que nos convoca, los 300 días de presidio menor en su grado mínimo.
Y como se trata de un grado de una pena divisible, el artículo 67 del
Código Penal faculta para efectuar la rebaja hasta en dos grados, de lo que sigue, que
a lo menos ha debido ser disminuida la pena impuesta en un grado, llegando así a la
pena de prisión en su grado máximo que corre de 41 a 60 días.

Décimo: Que en ausencia de una clara herramienta recursiva que


suministre el Código Procesal Penal y que haya podido ser utilizada por la defensa
para alzarse en contra de la errónea decisión del juez, la que ha provocado que a la
fecha se mantenga privado de libertad a C.E.R.R. cumpliendo una condena que a todo
evento ya debe considerarse satisfecha, pues ella no ha podido exceder, de manera
alguna a la de sesenta días de prisión en su grado máximo, es que la acción de
amparo constitucional deducida resulta idónea, por cuanto, qué duda cabe, es a esta
Magistratura, la Corte de Apelaciones, a quien, a virtud de lo dispuesto en el artículo
21 de la Constitución Política de la República, le ha sido otorgada una jurisdicción
amplia y también competencia, respecto del restablecimiento del imperio del derecho y
para el otorgamiento de la debida protección del afectado.
En efecto, conforme lo establece el inciso primero del citado artículo 21,
se puede recurrir de amparo a favor de todo individuo que "se hallare arrestado,
detenido o preso", con infracción a lo que disponen la Constitución y las leyes. Su
tercero agrega que "El mismo recurso, y en igual forma, podrá ser deducido a favor de
toda persona que ilegalmente sufra cualquiera otra privación, perturbación o amenaza
en su derecho a la libertad personal y seguridad individual", regulación esta última que
se identifica con el llamado recurso de amparo preventivo.
Es dable recordar que la “libertad personal” es entendida como la
libertad física de la persona, que comprende la libertad de movilización,
desplazamiento o de circulación, inherentes a ella, mientras que la “seguridad
individual” es asumida como un derecho complementario de los anteriores, que se
traduce en la implementación de ciertos mecanismos cautelares, expresados en
exigencias, requisitos o formalidades, tanto de orden constitucional como legal, cuyo
propósito es proteger la libertad personal de los abusos de poder y de las
arbitrariedades. Tal garantía se expresa en el artículo 19 N° 7, letra b) de la Carta
Fundamental, al declararse que nadie puede ser privado de su libertad individual ni
ésta restringida "sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las
leyes".

Undécimo: Que a consecuencia de todo lo ya determinado y


reflexionado, deberá ser esta Corte, necesariamente, quien proceda a rebajar la
cuantía de la pena impuesta de la manera que se expondrá en lo resolutivo, dejándose
sin efecto todo aquello decidido por el juez recurrido. En todo caso, es dable dejar
consignado que la posición del juez, si bien ha vulnerado los derechos del condenado
en la forma ya explicada, debe ser calificada de errónea pero no de arbitraria si ella es
entendida como un mero capricho, dadas las razones que él ha señalado para
justificar su proceder en una materia que, justo es reconocer, no resulta del todo
pacífica.

Duodécimo: Que no está de más señalar que lo planteado y razonado


en este fallo, en lo medular, resulta armónico con la posición de la Excma. Corte
Suprema expresada en su sentencia de fecha 26 de junio de 2014, en los autos Rol Nº
14.760-14, pronunciada en el ámbito de un fallo que había rechazado un recurso de
amparo deducido ante esta misma Corte, en relación con una rebaja de condena
derivada del tantas veces mencionado artículo 103 del Código Penal.
Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas, lo dispuesto
en el artículo 21 de la Constitución Política de la República y Auto Acordado de la
Excma. Corte Suprema sobre Tramitación y Fallo del Recurso de Amparo, se decide
que se ACOGE la acción de amparo deducida por el abogado defensor penal público
con Gerardo André Tagle Sepúlveda, en representación y a favor de don C.E.R.R., en
cuanto se dispone que la pena privativa de libertad impuesta al nombrado C.E.R.R.
por el Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle en los autos RUC Nº 1000304995-2 (RIT Nº
81-2011) de 300 días de presidio menor en su grado mínimo, más las accesorias de
suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del
delito consumado de lesiones graves del artículo 397 Nº 2 del Código Penal, cometido
en contra de la persona de J.C.C. en la comuna de Ovalle, sentencia de fecha 28 de
octubre de 2011, por aplicación del artículo 103 del Código Penal, se disminuye a
sesenta días (60) de prisión en su grado máximo, y por igual tiempo la accesoria de
suspensión de cargo u oficio público durante dicho castigo, pena que se da por
cumplida con el mayor tiempo que ha estado privado de libertad que lo ha sido desde
el 21 de mayo de 2011 según datos que han sido posible obtener desde la carpeta
digital de la causa.
En consecuencia, para que el condenado sea puesto en libertad, si no
estuviere privado de ella por otro motivo, se comunicará de inmediato la presente
sentencia, por la vía electrónica del sistema, al Juzgado de Garantía de Ovalle, para
que la anexe a la carpeta digital, y la comunique, en el acto, al Recinto Penitenciario
correspondiente.
El señor secretario de esta Corte controlará para que lo decidido y ordenado
por esta Corte sea efectivamente cumplido.
Regístrese, comuníquese
Redacción del presidente de la Segunda Sala ministro don Juan Pedro
Shertzer Díaz.
Rol Nº 68-2014
4.- Corte acoge apelación de la defensa por razones diferentes a las que
esta argumentó: por no permitir a la defensa letrada efectuar sus alegaciones,
afectando garantía constitucional (CA La Serena 28.03.2014 rol 116-2014)

Normas asociadas: L18.216 ART. 28; CPR ART. 19 N°3; CPP ART. 8; CPP
ART. 36; CPP ART. 93 b; CPP ART. 366; CPP ART. 367; CPP ART. 370; L18.216
ART. 37

Temas: Principios y garantías del Sistema Procesal en el CPP; Garantías


constitucionales; Ley de medidas alternativas a la privación/restricción de libertad

Descriptores: Cautela de garantías; Constitución política; Derecho


constitucional; Derecho de defensa; Derechos del imputado; Derechos fundamentales;
Infracción sustancial de derechos y garantías; Juez de garantía; Recurso de apelación;
Penas restrictivas de libertad

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge recurso de apelación presentado por la


defensa, en contra de resolución de Juez de Garantía de La Serena, que revocó el
beneficio de pena sustitutiva de reclusión parcial domiciliaria al imputado, pues tras
escuchar el audio de la audiencia de revocación del beneficio se desprende que no se
permitió a la defensa letrada argumentar sobre la materia o formular alegaciones o
defensas a favor de su representado, vulnerándose así garantías constitucionales y
del CPP relativas al derecho de defensa, a saber, el artículo 19 N°3 inciso segundo de
la CPR y los artículos 8, 36 y 93 letra b) del CPP, revocándose la resolución apelada y
manteniéndose la pena sustitutiva que asistía al condenado. (Considerando 2°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veintiocho de marzo de dos mil catorce.


Siendo las 10:30 horas, ante la Primera Sala de esta Corte de
Apelaciones presidida por la Ministro señora Marta Maldonado Navarro, e integrada
por el Ministro señor Jaime Franco Ugarte y el abogado integrante señor Mario
Carvallo Vallejos, se lleva a efecto la audiencia fijada para la vista del recurso de
apelación interpuesto por la defensa en contra de la resolución dictada en audiencia
de fecha doce de marzo de dos mil catorce, por el Juez de Garantía de La Serena, don
Juan Carlos Orellana Venegas, que revocó el beneficio al condenado de autos,
audiencia que queda registrada íntegramente en sistema de audio y se realiza con la
asistencia de la abogada de la defensa doña Nicole Auger, quién se anuncia y alega
por 7 minutos, revocando, y representando al Ministerio Público don Cristian
Sanhueza, quién se anuncia y alega por 5 minutos, solicitando la confirmación de la
resolución en alzada, audiencia que queda registrada en audio.
Concluido el debate se suspende la audiencia para resolver y terminado el
receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS:

1- Que, conforme se desprende de la carpeta virtual y de lo expuesto en


estrados, es posible dejar por asentado que el condenado fue notificado
personalmente de la audiencia en que se debatiría la revocación de la pena sustitutiva
(lo que ya habría ocurrido en diversas oportunidades con anterioridad), por lo que, en
la especie, el tribunal a quo dio cumplimiento al imperativo legal del inciso 1° del
artículo 28 de la Ley 18.216, de manera tal que no cabe sino concluir que su derecho a
asistir y ser oído no le ha sido negado, sino que más bien, no fue ejercido por voluntad
de su titular.
2.- Que, no obstante lo anterior, escuchado que fuera el respectivo registro de
audio de la audiencia de revocación, en su desarrollo consta que el juez de la instancia
no permitió a la defensa letrada presente argumentar sobre la materia o formular
alegaciones o defensas a favor de su representado, lo que claramente al restringir o
impedir la intervención del letrado afectó la garantía constitucional del inciso 2° del
artículo 19 N°3, así como la normativa legal protectora del derecho a la defensa
debida, contenida en los artículos 8, 36 y 93 letra b) del Código Procesal Penal, entre
otros, por lo que no cabe sino revocar la resolución en alzada a fin de velar por la
cautela de los principios rectores del proceso.
Y, atento lo dispuesto en los artículos 366, 367, 370 del Código Procesal
Penal, 28 y 37 de la Ley 18.216, se resuelve: que SE REVOCA la resolución apelada
de fecha doce de marzo de dos mil catorce en cuanto revoca la pena sustitutiva que le
asistía al condenado C.I.B.G., y en su lugar se decide: Que se mantiene la pena
sustitutiva de reclusión parcial domiciliaria que le fuera concedida, entre tanto no se
realice la audiencia revocatoria de rigor, a la que citará el juez respectivo, debiendo ser
oída la defensa y darse cabal cumplimiento a las normas que la regulan, resolviendo
con conocimiento de los antecedentes y fundadamente.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal
y relatora doña Carol Sepúlveda que actúa como ministro de fe, quien certifica su
lectura.
Devuélvase virtualmente y regístrese el original.
ROL N° 116-2014.-
5.- Corte rechaza nulidad interpuesta por la defensa: es improcedente
invocar la causal del artículo 373 b) CPP cuando la infracción de ley alegada
recae exclusivamente en alguna de las penas sustitutivas de la Ley 18.216 (CA
La Serena 01.04.2014 rol 5-2014)

Normas asociadas: CP ART. 296 N°3; CPP ART. 385; CP ART. 15 N°1;
L18216 ART. 4; L18216 ART. 8; CPP ART. 372; CPP ART. 373 b; L20603 ART. 37

Temas: Ley de medidas alternativas a la privación/restricción de libertad;


Interpretación de la ley penal; Recursos

Descriptores: Amenazas; Errónea aplicación del derecho; Irreprochable


conducta anterior; Juez de Garantía; Penas no privativas de libertad; Penas restrictivas
de libertad; Principio de especialidad; Procedimiento simplificado; Reclusión nocturna;
Recurso de nulidad; Recurso de apelación; Remisión condicional de la pena

SÍNTESIS: CA de La Serena rechaza recurso de nulidad presentado por


defensor privado en contra de sentencia del Juzgado de Garantía de Coquimbo,
fundado en la causal del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal (errónea
aplicación del derecho) por infracción a los artículos 4 y 8 de la Ley 18.216. La Corte
señala que se estaría ante un recurso de nulidad improcedente, por cuanto la
especialidad del artículo 37 de la ley citada solamente concede para este caso el
recurso de apelación, deducido en los plazos y forma previstos en el artículo
mencionado previamente (Considerandos 5°, 6° y 7°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, uno de abril de dos mil catorce.

VISTOS:
En los antecedentes RUC N°1210029239-2 del Juzgado de Garantías de
Coquimbo, por sentencia de catorce de diciembre de dos mil trece, dictada en
procedimiento simplificado contra el imputado L.A.T.A., se le condena a la pena de
trescientos días de presidio menor en su grado mínimo y accesorias pertinentes
como autor del delito consumado de amenazas no condicionales, previsto en el
artículo 296 N° 3 del Código Penal.
En contra de la sentencia mencionada, el Defensor Penal don Carlos Cerda
Aguirre dedujo recurso de nulidad solicitando su invalidación y, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal se dicte sentencia de remplazo
de conformidad a la ley, disponiéndose que se condena a su representado L.A.T.A. a
la pena de 300 días de presidio menor en su grado mínimo, concediéndole “el
beneficio de la remisión condicional de la pena”, petición que se sustenta en la causal
prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, esto es, habiendo sido
dictada incurriendo en una errónea aplicación del derecho que influyó sustancialmente
en lo dispositivo del fallo.
Declarado admisible el recurso, se llevó a efecto la audiencia señalada para
la vista de la causa, con la participación del abogado defensor don Carlos Cerda y por
la representante del Ministerio Público doña Leonor Araya, fijándose para la lectura
del fallo, la audiencia del día 1 de abril de 2014 a las 12.00 horas.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que el motivo de nulidad en que la defensa del sentenciado basa


el recurso, es aquella prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal,
esto es, “Cuando en el pronunciamiento de la sentencia se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo”,
agregando que de acuerdo al artículo 385 del mismo cuerpo legal, el Tribunal de
Alzada puede invalidar solo la sentencia, cuando en el fallo se “ hubiere impuesto una
pena -sustitutiva- superior a la que legalmente corresponde”.
Como fundamentos, expone el recurrente que el Tribunal con las pruebas
rendidas en juicio, consideró que la conducta del imputado era susceptible de reproche
penal, por encuadrarse en el delito de amenazas no condicionales, previsto y
sancionado en el artículo 296 N° 3 del Código Penal, al haber actuado con dolo
directo, como autor material del delito, de acuerdo con lo establecido en el numeral 1°
del artículo 15 del Código Penal, sin embargo, en el considerando décimo octavo no
da lugar a la solicitud de la defensa de conceder al requerido el beneficio de la
remisión condicional de la pena, aun cuando reúne los requisitos para ello, porque las
disposiciones de los artículos 4 y 8 de la Ley 18.216, concede a los juzgadores la
posibilidad de otorgar uno u otro beneficio, no obstante carecer de anotaciones
anteriores, criterio que no comparte el Señor Defensor, puesto que no existía ningún
impedimento legal para proceder de acuerdo a las normas del artículo 4° de la Ley
18.216, al cumplirse cabalmente con los cuatro requisitos que exige dicha norma
legal, a saber, ser la pena impuesta inferior a tres años, contar al día de comisión del
delito con irreprochable conducta anterior; antecedentes personales del condenado,
elemento subjetivo que se pudo advertir por ser un comerciante que se desempeña
como administrador del hotel en que ocurrieron los hechos, los que importan una
mínima vulneración a los bienes jurídicos protegidos por el legislador; encontrarse
acreditada la falta de peligrosidad del condenado y lo innecesario del cumplimiento
efectivo de la pena, como lo había solicitado el Ministerio Público, de lo que se hace
cargo el sentenciador en el considerando décimo noveno.
Agrega que la jurisprudencia unánime se ha manifestado en orden a
conceder la remisión condicional de la pena en casos en que el imputado no cuente
con antecedentes penales en su extracto de filiación, de manera que la errónea
aplicación del derecho influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo, al habérsele
privado de un beneficio de menor entidad al de reclusión nocturna que le fue
concedido, con lo cual se la ha causado un agravio o perjuicio al quedar expuesto a su
revocación ante el evento de un veredicto condenatorio por otro hecho o de
incumplimiento insatisfactorio de acuerdo a lo dispuesto por el Tribunal.

SEGUNDO: Que de la lectura del fallo se advierte que el incriminado no


admitió responsabilidad en los hechos materia de la imputación por parte de la
Fiscalía, procediéndose a realizar el juicio oral simplificado en que fueron probados los
hechos y la seriedad y verosimilitud de las amenazas, como la participación del
imputado. Para los efectos de determinación de la pena, señala el fallo en su
considerando décimo sexto que el Ministerio Público solicitó que la pena fuera
impuesta en forma real y efectiva por no haber presupuestos para estimar que ningún
beneficio lo disuadiría de agredir o intentar agredir a la víctima de esta causa, en tanto
que la Defensa solicitó la remisión condicional de la pena, por estimar que su
representado no tenía condenas anteriores en su extracto de filiación y antecedentes,
y en subsidio, pide se le conceda el beneficio de la reclusión nocturna.

TERCERO: Que en el fundamento décimo octavo, se pronuncia el juzgador


acerca de la petición de remisión condicional de la pena que formuló su defensa, la
que le es denegada reconociendo que si bien el sentenciado reúne los requisitos
para ello, las disposiciones del artículo 4 y 8 de la ley 18.216 concede a los juzgadores
la posibilidad de optar por otorgar uno u otro beneficio aun cuando el condenado no
tenga condenas anteriores.

CUARTO: Que el recurrente don Carlos Cerda Aguirre, interpone el presente


recurso de nulidad, pretendiendo por su intermedio obtener que se anule la sentencia,
dictando sin nueva audiencia pero separadamente una sentencia de remplazo en que
se mantenga la pena impuesta de trescientos días de presidio menor en su grado
mínimo, concediendo el beneficio de remisión condicional de la pena que le fue
denegado.

QUINTO: Que si bien el artículo 372 del Código Procesal Penal concede la
posibilidad de recurrir de nulidad de la sentencia por las causales expresamente
señaladas en la ley, y que el recurrente sustenta su petición de nulidad en la causal
prevista en el artículo 373 letra b) del Código del ramo, esta última norma legal es
improcedente invocarla cuando la infracción de ley que se alega recae exclusivamente
en alguna de las penas sustitutivas que contempla la Ley 18.216.

SEXTO: Que, en efecto, la Ley 20.603, que modifica el texto de la Ley N°


18.216, en su artículo 37 prescribe que “la decisión acerca de la concesión,
denegación, revocación, sustitución, remplazo, reducción, intensificación y término
anticipado de las penas sustitutivas que establece dicha ley”, ...”será apelable ante el
Tribunal de alzada respectivo, de acuerdo a las reglas generales”, señalando en su
inciso segundo el plazo en que debe interponerse el recurso, cuando la decisión de
pena sustitutiva esté contenida en la sentencia definitiva, lo que resulta obvio, puesto
que el recurrente, claramente con la declaración de nulidad del fallo, pretende
obtener solo el remplazo de la pena de reclusión nocturna impuesta, por la pena de
remisión condicional como lo había solicitado.

SEPTIMO: Que en consecuencia, acorde con las normas legales citadas, nos
encontramos ante un recurso de nulidad improcedente, por cuanto la especialidad de
la norma citada, contenida en el actual texto de la Ley N°18.216, solamente concede
para la situación en estudio, el recurso de apelación, deducido en los plazos y forma
previstas en el artículo 37 citado, lo que conduce necesariamente al rechazo del
recurso de nulidad interpuesto por don Carlos Cerda Aguirre, fundado en la causal de
nulidad prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal.
Por las consideraciones anteriores, disposiciones legales citadas, y lo
previsto en los artículos 372, 376 y 384 del Código Procesal Penal, se declara que se
rechaza el recurso de nulidad interpuesto por el Defensor Penal don Carlos Aguirre
Cerda en representación del imputado L.A.T.A., contra la sentencia definitiva de
catorce de diciembre de dos mil trece, dictada por el Juez de Garantía don Alain
Maldonado Liberona.
Redacción de doña Erika Noack Ortíz, Fiscal Judicial.
Regístrese y devuélvase.
Rol N°5-2014. (Reforma Procesal Penal).
6.- Corte rechaza apelación de la defensa contra resolución que no
concede reclusión parcial al imputado, por aplicación literal del artículo 1° inciso
tercero de la Ley 18.216 (CA La Serena 24.04.2014 rol 149-2014)

Normas asociadas: L18.216 ART. 1; CPP ART. 364; CPP ART. 365; CPP
ART. 366; CPP ART. 367

Temas: Ley de medidas alternativas a la privación/restricción de libertad

Descriptores: Robo en bienes nacionales de uso público; Tráfico ilícito de


drogas; Penas restrictivas de libertad; Juez de garantía; Recurso de apelación

SÍNTESIS: CA de La Serena rechaza recurso de apelación presentado por la


DPP contra resolución de Juez de Garantía que no concede pena sustitutiva de
reclusión parcial nocturna domiciliaria al imputado por un delito de robo en bien
nacional de uso público, anteriormente condenado por delito de tráfico en pequeñas
cantidades, considerando la mera literalidad del artículo 1 inciso tercero de la Ley
18.216. (Considerando único).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinticuatro de abril de dos mil catorce.


Siendo las 11:05 horas ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro Titular don Humberto Mondaca Díaz, integrada por el Ministro
Titular don Raúl Beltrami Lazo y el abogado integrante don Mario Carvallo Vallejos, se
lleva a efecto audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por la
defensa, en contra de la sentencia dictada con fecha cuatro de abril de dos mil
catorce, por el Juez de Garantía de Coquimbo, señor Pedro Rojas Castro, que no
concedió la pena sustitutiva de reclusión parcial nocturna domiciliaria respecto del
imputado de autos por un delito de robo en bienes nacionales de uso público.
Audiencia que queda registrada íntegramente en sistema de audio, y se realiza con la
asistencia de la defensa doña Inés Rojas, quien se anuncia y alega por 8 minutos,
revocando y por el Ministerio Público don Juan González, quien se anuncia y alega por
5 minutos, solicitando se confirme la resolución recurrida.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS:

Atendido el mérito de los antecedentes y el claro tenor de la norma aplicable


en la especie, conforme razona el sentenciador en el fallo que se revisa y, conforme
lo dispuesto en la Ley 18.216 y 364 y siguientes del Código Procesal Penal, se
CONFIRMA en lo apelado, la sentencia de fecha cuatro de abril de dos mil catorce,
por el Juez de Garantía de Coquimbo, en cuanto no concede pena sustitutiva al
condenado D.H.L.A., debiendo éste último cumplir real y efectivamente la pena
privativa de libertad que le ha sido impuesta en el fallo condenatorio.
Incorpórese la presente acta a la carpeta virtual, manténgase el original en el
registro llevado al efecto por el señor Secretario.
Con lo actuado, se pone término a la audiencia, firmando el Tribunal
conjuntamente con la relatora Sra. Carol Sepúlveda Carvajal quien actúa como
ministro de fe y certifica su lectura.
Regístrese y devuélvase vía interconexión.
Rol N° 149-2014.-
7. El artículo 239 CPP asimila formalización a requerimiento para los
efectos de la revocación de la salida alternativa de suspensión condicional de
procedimiento (CA La Serena 22.04.2014 rol 137-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 237; CPP ART. 389; CPP ART. 394; CPP
ART. 239

Temas: Interpretación de la ley penal

Descriptores: Amenazas; Formalización; Recurso de apelación;


Requerimiento; Suspensión condicional del procedimiento; Revocación de beneficios

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena conoce de un recurso de


apelación presentado por la defensa, contra resolución de Juez subrogante de
Garantía de Vicuña que revocó la salida alternativa de suspensión condicional del
procedimiento respecto de imputado acusado por el delito de amenaza de atentados
contra personas y propiedades. La Corte rechaza el recurso, confirmando,
compartiendo los fundamentos de la resolución alzada, y estimando que de la
interpretación armónica de los artículos 237, 389 y 394 del Código Procesal Penal, se
concluye que la hipótesis exigida por el artículo 239 del mismo código, al referirse a
‘‘formalización’’, esta se ve satisfecha con el acto ‘‘requerimiento’’ (Considerando
único).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veintidós de abril de dos mil catorce.

Siendo las 12.15. horas ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones
integrada por los Ministros titulares señor Juan Pedro Shertzer Díaz, señor Humberto
Mondaca Díaz y señor Raúl Beltrami Lazo, se lleva a efecto la audiencia fijada para la
vista de recurso de apelación interpuesto en contra de la resolución dictada por la Juez
subrogante de Garantía de Vicuña doña Patricia Castañeda Quezada, con fecha uno
de abril de dos mil catorce, en la que se revocó la salida alternativa de suspensión
condicional del procedimiento respecto del imputado Mario Hernán Ramos Bórquez
establecida en causa RIT N° 416-2013 del Juzgado de Garantía de Vicuña.

La presente audiencia se lleva a efecto, con la asistencia del Defensor don


Erick Astudillo, por siete minutos revocando y del Ministerio Público representado por
el abogado don Juan González, por cinco minutos confirmando.

Recurso de Apelación interpuesto por el Defensor Público: Concedida la


palabra al Defensor Público don Erick Astudillo, quien reitera las argumentaciones y
peticiones de la presentación contenida en la carpeta digital y, por su parte, el
representante del Ministerio Público Sr. Juan González, solicita el rechazo del recurso
de acuerdo a los argumentos que expone, constando en lo demás la presente
audiencia en el autos respectivo

Enseguida, el Tribunal entra en receso a fin de deliberar.

Reanudada la audiencia se resuelve:

VISTOS:

Atendido el mérito de los antecedentes, contenidos en la carpeta digital y lo


dispuesto por los intervinientes, compartiendo esta Corte los fundamentos de la
resolución en alzada, estimándose, además, que la interpretación armónica de los
artículos 237, 389 y 394 del Código Procesal Penal llevan, necesariamente, a concluir
que la hipótesis exigida por el artículo 239 al referirse a la “formalización” se ve
también satisfecha con el acto de “requerimiento”, el que conforme consta de los
antecedentes fue acreditado en autos, y atento lo prescrito en los artículos 358 y 360
del Código Procesal Penal SE CONFIRMA la resolución apelada de fecha uno de abril
de dos mil catorce, íntegramente transcrita en la carpeta digital.

Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el


Tribunal y relatora doña Ingrid Ebner Rojas, que actúa como ministro de fe, debiendo
ser incorporada a la carpeta digital.

Su original se mantendrá en el correspondiente Registro del secretario.

Dése copia a los intervinientes que lo solicitare verbalmente.

Devúelvase.

Rol Nº 137-2014.
8. Corte entiende que formalizar sólo con el objeto de revocar la
suspensión condicional es un abuso del derecho (CA La Serena 02.05.2014 rol
158-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 239; CPP ART. 358

Temas: Interpretación de la ley penal

Descriptores: Falsificación; Formalización; Ministerio Público; Procedimiento


simplificado; Suspensión condicional del procedimiento; Requerimiento

SÍNTESIS: La Corte de Apelaciones de La Serena conoce de un recurso de


apelación presentado por el Ministerio Público, contra resolución del Juez de Garantía
de La Serena que no da lugar a la revocación de la suspensión condicional del
procedimiento a imputado por el delito de falsificación o uso malicioso de documentos
públicos. La Corte rechaza el recurso, confirmando la resolución del Juez de Garantía
y compartiendo los fundamentos de la resolución, entendiendo que ante un ilícito en el
cual la ley contempla únicamente la pena de presidio menor en su grado mínimo para
efectuar la persecución penal, el Ministerio Público tiene que necesariamente requerir
al imputado y no efectuar una formalización, y desde ese punto de vista hay un abuso
del derecho, no dándose los presupuestos legales para revocar la suspensión
condicional.

TEXTO COMPLETO

La Serena, dos de mayo de dos mil catorce.

Siendo las 11:25 horas ante la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones
integrada por los Ministros titulares señor Jaime Franco Ugarte, señor Fernando
Ramírez Infante y el abogado integrante don Carlos del Rio Ferreti, se lleva a efecto la
audiencia fijada para la vista de recurso de apelación interpuesto en contra de la
resolución dictada por el Juez de Garantía de La Serena, don Carlos Jorquera
Peñaloza, de fecha once de abril de dos mil catorce, en la que niega lugar a la
revocación de la suspensión condicional que favorece al imputado D.E.C.A.

Previamente se incorpora mediante lectura delegación de poder a la defensora doña


Nicol Auger, proveyendo el Tribunal: Téngase presente.

La presente audiencia se lleva a efecto, con la asistencia del Ministerio Público


representado por la abogado asesor doña Gloria Montaño y la Defensora doña Nicol
Auger.

Recurso de Apelación interpuesto por el Ministerio Público: Concedida la palabra al


representante del Ministerio Público, éste reitera las argumentaciones y peticiones del
recurso contenido en la carpeta digital y por su parte, el señor defensor solicita la
confirmación de la resolución recurrida, constando en lo demás la presente audiencia
en el audio respectivo.

Enseguida, el Tribunal entra en receso a fin de deliberar.

Reanudada la audiencia se resuelve:

VISTOS:

Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por los intervinientes,


compartiendo estos sentenciadores los argumentos del juez a quo y lo dispuesto en
los artículos 239 y 358 del Código Procesal Penal, se CONFIRMA la resolución
dictada en audiencia de once de abril de dos mil catorce, íntegramente transcrita en la
carpeta digital.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el
Tribunal y relatora que actúa como ministro de fe, debiendo ser incorporada a la
carpeta digital.
Su original se mantendrá en el correspondiente Registro del secretario.
Dése copia a los intervinientes que lo solicitare verbalmente.
Devuélvase.
Rol Nº 158-2014.

Transcripción de resolución dictada en audiencia de fecha 11 de abril de


2014.

La Serena, diecisiete de abril de dos mil catorce.

“Cuando el legislador ha querido que la comisión de cualquier hecho ilícito


produzca consecuencias procesales de revocar determinadas instituciones jurídicas
sin que haya habido una sentencia de por medio, lo ha señalado expresamente de esa
forma, por ejemplo en el artículo 398 del Código Procesal Penal en el caso de la
suspensión de la imposición de condena por falta en que allí a pesar de haber una
sentencia condenatoria es posible con determinados requisitos suspender la pena por
el término de seis meses y esa suspensión queda sin efecto si durante el transcurso
de ese plazo el imputado fuere objeto de un nuevo requerimiento o de una
formalización de la investigación, entonces allí tenemos un ejemplo claro de que para
que se revoque la suspensión puede haber requerimiento o formalización. Lo mismo
sucede en el estatuto penal de los adolescentes en el artículo 41 en que está el
instituto jurídico de suspensión de la imposición de una condena y en que también es
un plazo de seis meses y esa suspensión queda sin efecto señalando su inciso
segundo, si es objeto de un nuevo requerimiento o de una formalización. En cambio en
el artículo 239 del Código Procesal Penal en que también se contempla la revocación
de la suspensión condicional, ésta opera siempre y cuando durante la vigencia de ella
el imputado fuere objeto de una nueva formalización, en este caso específico, lo que
exige el legislador ya no es un requerimiento o formalización, sino que única y
exclusivamente una formalización. Ahora bien, las normas de procedimiento son
normas de carácter público y que afectan a todos los intervinientes, cuando estamos
en presencia de un ilícito en el cual la ley contempla únicamente la pena de presidio
menor en su grado mínimo para efectuar la persecución penal, el Ministerio Público
tiene que necesariamente requerir al imputado y no efectuar una formalización y desde
ese punto de vista aparece que hay un abuso del derecho cuando se utiliza un instituto
jurídico el cual no está contemplado en la ley para producir determinados efectos
como lo es cuando sabiendo el Ministerio Público que el caso debe aplicar las normas
del procedimiento simplificado formaliza única y exclusivamente para dejar sin efecto
una suspensión condicional vigente, en ese sentido está utilizada la expresión “abuso
del derecho” y desde ese punto de vista este tribunal no va a acoger la solicitud el
Ministerio Público en orden a revocar la suspensión condicional por no darse los
presupuestos legales para ello.”

RUC N°: 1300553054-1


RIT N°: 2480 – 2013
9.- Corte declara inadmisible apelación de MP contra resolución de Juez
de Garantía que excluyó prueba presentada por el ente persecutor (CA La
Serena 07.05.2014 rol 170-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 277; CPP ART. 370; CPP ART. 52; CPP
ART. 361; CPC ART. 201; CPC ART. 213

Temas: Etapa intermedia; Prueba

Descriptores: Admisión de prueba; Exclusión de prueba; Juez de garantía;


Preparación del juicio oral; Recurso de apelación

SÍNTESIS: CA de La Serena declara inadmisible recurso de apelación


presentado por MP contra resolución de Juez de Garantía que excluyo prueba
presentada por el ente persecutor durante la audiencia de preparación del juicio oral.
De acuerdo a lo señalado por la Corte, el MP no señaló de manera expresa y explícita
que el recurso de apelación se dirigía contra el auto de apertura dictado al final la
referida audiencia, siendo esta la única resolución susceptible de apelación, de
acuerdo al tenor del artículo 277 del Código Procesal Penal, en relación al artículo 370
del mismo cuerpo legal.

TEXTO COMPLETO

La Serena, siete de Mayo de dos mil catorce.


Siendo las 10:10 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte de
Apelaciones presidida por el Ministro don Juan Pedro Shertzer Díaz, e integrada por
los Ministros don Humberto Mondaca Díaz y don Raúl Beltrami Lazo, se lleva a efecto
audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público,
en contra de la resolución dictada con fecha veintidós de abril de dos mil catorce, por
el Juez de Garantía de Coquimbo, señor Horacio Manuel Andrade Aguilante, que
excluyó prueba material presentada por el ente persecutor.
Se deja constancia que la audiencia, que queda registrada íntegramente en
sistema de audio, se realiza con la asistencia del representante del Ministerio Público
don Mauricio Cartes, quien se anuncia y alega por 8 minutos, solicitando la revocación
de la resolución en alzada y el abogado defensor don Erick Astudillo, quien se anuncia
y alega por 7 minutos, confirmando.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS:

En relación a la inadmisibilidad del recurso de apelación alegada por la


defensa:
Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por los intervinientes y
advirtiendo que el recurso de apelación aparece dirigido en contra de la resolución
dictada por el señor Juez de Garantía de Coquimbo que determinó, durante la
audiencia de preparación de juicio oral, la exclusión de la prueba material ofrecida por
el Ministerio Público, sin que se haya señalado de manera expresa y explícita que se
enderezaba en contra del auto de apertura dictado al finalizar la referida audiencia,
única resolución que al tenor de lo dispuesto en el artículo 277 del Código Procesal
Penal en relación con el artículo 370 del mismo cuerpo legal es susceptible del
señalado medio de impugnación y visto además lo dispuesto en los artículo 52 y 361
del Código precitado y 201 y 213 del Código de Procedimiento Civil, se declara
INADMISIBLE el recurso de apelación deducido por el Ministerio Público en contra de
la resolución dictada en audiencia de veintidós de Abril de dos mil catorce,
íntegramente transcrita en la carpeta digital, por improcedente.
Dése copia a quien verbalmente lo solicite y devuélvase vía interconexión.

Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal


y relator señor Rodrigo Patricio Díaz Figueroa quien actúa como ministro de fe,
certificando la lectura de la presente resolución.
Rol N° 170-2014.- Reforma Procesal Penal.
10. Se confirma sentencia que rechaza la revocación de la suspensión
condicional del procedimiento: MP debió ceñirse al procedimiento simplificado
(CA La Serena 11.06.2014 rol 211-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 239; CPP ART. 388

Temas: Procedimientos especiales

Descriptores: Formalización; Procedimiento simplificado; Requerimiento;


Suspensión condicional del procedimiento

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena conoce de un recurso de


apelación presentado por el Ministerio Público, contra sentencia del Juzgado de
Garantía de La Serena que rechazó la revocación de la suspensión condicional del
procedimiento respecto de un imputado por el delito de hurto. La Corte rechaza la
apelación, fundando su decisión en los argumentos del tribunal a quo, entendiendo
que el Ministerio Público no se sujetó al procedimiento exigido por el legislador para
este caso, que es el procedimiento especial de ejecución del procedimiento
simplificado, el cual debe ser iniciado por el requerimiento que se establece para ese
procedimiento y no por formalización, por lo que no se ejerció el imperativo legal
(Considerando único)

TEXTO COMPLETO

La Serena, once de junio de dos mil catorce.

Siendo las 11:10 horas, ante la la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro señor Jaime Franco Ugarte, e integrada por el Ministro señor
Fernando Ramírez Infante y el abogado integrante señor Raúl Pelén Baldi, se lleva a
efecto audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio
Público, en contra de la resolución dictada en audiencia de fecha veintisiete de mayo
de dos mil catorce, por el Juez de Garantía de La Serena, don Juan Carlos Orellana
Venegas, que rechazó la solicitud de revocación de la suspensión condicional del
procedimiento respecto del imputado de autos.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de
audio, el representante del Ministerio Público don Jaime Rojas, quien se anuncia y
alega por el lapso de 15 minutos, revocando y la abogada defensora doña Paula Pérez
y quien se anuncia y alega por 10 minutos solicitando la confirmación de la resolución
en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS:

Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por los intervinientes en


estrados, compartiendo estos sentenciadores los argumentos expuestos por el juez a
quo para rechazar la solicitud del Ministerio Público en orden a revocar la suspensión
condicional del procedimiento respecto del imputado de autos y lo dispuesto en los
artículos 239 y 358 del Código Procesal Penal SE CONFIRMA, la resolución dictada
en audiencia de fecha veintisiete de mayo de dos mil catorce, transcrita en la carpeta
digital, que que no revocó la suspensión condicional del procedimiento al imputado de
autos.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es firmada por el Tribunal
y relator Sr. Carlos Manque Tapia que actúa como ministro de fe, quien certifica la
lectura de la presente resolución.
Incorpórese a la carpeta virtual y manténgase la resolución original en el
correspondiente registro del señor Secretario.
Devuélvase.
Rol Nº 211-2014.-

Resolución Apelada:

La Serena, once de junio de dos mil catorce, notifiqué por el estado diario la
resolución que antecede.

“Bien, que en derecho las cosas son lo que son y no lo que se dicen que
son, que el legislador en el artículo 388 del Código Procesal Penal, en forma
imperativa sostiene que el conocimiento y fallo de las faltas se sujetara al
procedimiento previsto en este título que se refiere la libro cuarto procedimiento
especial de ejecución procedimiento simplificado, procedimiento que tiene como
limitante el hecho de que la persecución penal cuando se trate de hecho que
tiene una pena asigna por ley al delito no superior de 540 días de presidio
menor en su grado mínimo o a las faltas solo pena de multa, debe
necesariamente sujetarse a este procedimiento y que por lo tanto forma parte, en
cuanto a su iniciación de un requerimiento de un procedimiento simplificado y no
de una formalización y que por lo tanto la causal objetiva se diluye conforme a lo
dispuesto en el artículo 239, en tanto el Ministerio Publico no ejerza el
imperativo legal contenido en el artículo 388 y siguientes del Código Procesal
Penal y realice la actividad de comunicación de una investigación que debe
necesariamente ceñirse a las reglas del título ya señalado y por lo tanto formar
parte, en su inicio y secuela de un procedimiento simplificado y no de un
procedimiento ordinario. Razón por la cual entiende este juzgador, que no
encontramos la hipótesis objetiva que sostiene el ente persecutor razón por la
cual el tribunal, pese a que, se efectuado una actuación de comunicación de un
hecho que se llevó a adelante como investigación, no se ciñó a los
procedimientos, exigidos por legislador por lo que el tribunal no revoca la
suspensión condicional del procedimiento de este imputado.

RIT 5046-2013 RUC 1301080243-6


11. Se confirma sentencia que rechaza la revocación de la suspensión
condicional del procedimiento: MP debió ceñirse al procedimiento simplificado
(CA La Serena 12.06.2014 rol 213-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 239; CPP ART. 388

Temas: Procedimientos especiales

Descriptores: Daños; Formalización; Ministerio Público; Procedimiento


simplificado; Recurso de apelación; Requerimiento; Suspensión condicional del
procedimiento

SÍNTESIS: CA de La Serena conoce de un recurso de apelación presentado


por el MP, contra sentencia del Juzgado de Garantía de La Serena que rechazó la
revocación de la suspensión condicional del procedimiento respecto de un imputado
por el delito de daño falta. La Corte rechaza la apelación, fundando su decisión en los
argumentos del tribunal a quo, entendiendo que el MP no se sujetó al procedimiento
exigido por el legislador para este caso, que es el procedimiento especial de ejecución
del procedimiento simplificado, el cual debe ser iniciado por el requerimiento que se
establece para ese procedimiento y no por formalización, por lo que no se ejerció el
imperativo legal (Considerando único).

TEXTO COMPLETO

La Serena, doce de junio de dos mil catorce.

Siendo las 10:15 horas, ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro don Humberto Mondaca Díaz, e integrada por el Ministro don
Raúl Beltrami Lazo y el abogado integrante señor Raúl Pelén Baldi, se lleva a efecto
audiencia para la vista del recurso de apelación interpuesto por el Ministerio Público,
en contra de la resolución de fecha veintisiete de mayo de dos mil catorce, dictada por
el Juez de Garantía de La Serena, don Juan Carlos Orellana Venegas, que no dio
lugar a la revocación de la suspensión condicional del procedimiento respecto al
imputado de autos por un delito de daño falta.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de
audio, el representante del Ministerio Público don Jaime Rojas, quien se anuncia y
alega por el lapso de 15 minutos, revocando y el abogado defensor don Christian
Rodríguez, quien se anuncia y alega por 10 minutos solicitando la confirmación de la
resolución en alzada.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS;

Atendido el mérito de los antecedentes, lo expuesto por los intervinientes en


estrados, compartiendo estos sentenciadores los argumentos expuestos por el juez a
quo para rechazar la solicitud del Ministerio Público en orden a revocar la suspensión
condicional del procedimiento respecto del imputado de autos y lo dispuesto en los
artículos 239 y 358 del Código Procesal Penal SE CONFIRMA la resolución apelada
de veintisiete de mayo de dos mil catorce, dictada por el Juzgado de Garantía de La
Serena, que no dio lugar a la revocación de la suspensión condicional del
procedimiento respecto al imputado de autos D.A.A.L.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el
Tribunal y relatora Sra. Vesna Soré Galleguillos quien actúa como ministro de fe,
certificando en este acto la lectura de la presente resolución.
Agréguese copia de lo resuelto a la carpeta digital, y manténgase el original
en el correspondiente registro llevado al efecto por el señor Secretario de esta Corte.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 213-2014.-

Resolución recurrida

“Donde exista la misma razón la misma disposición como se resolvió en


la causa anterior, RIT 5046-2013,en la que se señaló que el derecho a las
cosas son lo que son y no lo que se dicen que son y que efectivamente a la
luz a los antecedentes que aporta el ente persecutor en torno a que la persona
el imputado por esta causa el Sr. D.A.A.L. ha sido formalizado por un hecho
constitutivo de daños simple a juicio del Ministerio Publico de acuerdo a los
antecedentes que pesan en la carpeta investigativa, lo que de acuerdo a lo que
dispone el libro cuarto título primero procedimiento simplificado articulo 388 y
siguiente del Código Procesal Penal ,el legislador en forma imperativa al emplear
la expresión se sujetara al procedimiento previsto en estas título debió el ente
persecutor iniciar esa persecución penal de acuerdo a las reglas de ese
procedimiento mediante un requerimiento y no con una formalización, cuestión
entonces que hace diluir entiende este juzgador la causal objetiva del 239 del
Código Procesal Penal, quedando entonces está a la luz de la técnica legislativa
y la interpretación armónica de todo el Código Procesal Penal, como causal de
revocación de este carácter, esto es objetivo y formal, único y exclusivamente
respecto a aquellos hechos que la ley señala, como pena asignada al delito,
superior a 540 días de presidio menor en su grado mínimo, pues de lo contrario
debe formar parte de un procedimiento distinto. No requiriendo formalización y
por lo tanto, entendiendo que esa formalización no produce este efecto del 239,
no se hace lugar a la petición del ente persecutor para dejar sin efecto, la
suspensión condicional del procedimiento revocándola en la 10-2014,que es esta
causa.”

RIT 10-2014 RUC 1400001212-3


12. Se acoge apelación presentada por MP contra resolución que había
declarado ilegal la detención: Detención es legal pues se encontraba dentro de
la hipótesis de flagrancia del artículo 130 CPP (CA La Serena 24.06.2014 rol 225-
2014)
Normas asociadas: CPP ART. 129, CPP ART. 130

Tema: Prueba

Descriptores: Detención ilegal; Diligencias de la investigación; Flagrancia;


Porte de armas; Pruebas; Recurso de apelación; Registro domiciliario; Tráfico ilícito de
drogas

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena conoce de un recurso de


apelación presentado por el Ministerio Público contra sentencia del Juez de Garantía
de Coquimbo que había declarado ilegal la detención de imputado por un delito de
tráfico de drogas y porte ilegal de arma de fuego. La Corte acoge el recurso,
revocando el fallo del Juez de Garantía, por entender que la Policía de Investigaciones
ingresó al domicilio del imputado con orden judicial de detención y se encontraba en
actual persecución, de acuerdo al artículo 129 del Código Procesal Penal. Además, de
la prueba del Ministerio Público se desprende que la Policía advirtió la comisión actual
de un delito de tráfico de drogas, actuando amparada bajo la hipótesis de flagrancia
del artículo 130 del Código Procesal Penal (Considerando único).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinticuatro de junio de dos mil catorce.

Siendo las 11:05 horas ante la Segunda Sala de esta Corte de Apelaciones
presidida por el Ministro señor Humberto Mondaca Díaz, e integrada por el Ministro
señor Raúl Beltrami Lazo, y la Fiscal Judicial señora Erika Noack Ortiz, se realiza la
audiencia fijada para el conocimiento del recurso de apelación deducido por el
Ministerio Público en contra de la resolución dictada en audiencia de fecha seis de
junio de dos mil catorce, por el Juez de Garantía de Coquimbo, don Israel Letelier
Pérez, que declaró ilegal la detención del imputado por un delito de tráfico ilícito de
drogas y porte ilegal de arma de fuego.
Asiste a la audiencia, que queda registrada íntegramente en sistema de
audio, el representante del Ministerio Público doña Gloria Montaño, quien se anuncia y
alega por 10 minutos, revocando; y la abogada defensora doña Verónica Castro,
quienes se anuncia y alega por 10 minutos confirmando.
Concluido el debate se suspende la audiencia.
Terminado el receso, se procede a dar lectura a la siguiente resolución.

VISTOS:

Atendido el mérito de los antecedentes, lo señalado por los intervinientes en


estrados y estimando estos sentenciadores que la Policía de Investigaciones actuó
dentro de su esfera de competencia al ingresar al domicilio del imputado, respecto de
quien existía una orden judicial de detención y se encontraban en su actual
persecución, ya que el artículo 129 del Código Procesal Penal autoriza expresamente
a la Policía para ingresar a un lugar cerrado, mueble o inmueble, cuando se
encontrare en actual persecución del individuo a quien debiere detener, cuyo es el
caso. Por otro lado, según la descripción fáctica efectuada por el ente persecutor y las
fotografías que se exhibieron en estrados, al momento de ingresar al domicilio del
imputado a fin de obtener su detención, los funcionarios policiales advirtieron la
existencia de la comisión actual de un delito de tráfico de drogas, de manera tal que al
proceder a la detención del imputado por este hecho, la policía actuó amparada en la
hipótesis de flagrancia del artículo 130 letra a) del Código Procesal Penal, por lo que la
detención efectuada al imputado, se ajustó a las normas legales aplicables al caso
concreto.
Por lo razonado, y conforme lo dispuesto en los artículos 129, 130 y 358 del
Código Procesal Penal, SE REVOCA la resolución apelada dictada en audiencia de
fecha seis de junio de dos mil catorce y, en su lugar, se decide que se declara legal la
detención efectuada por la Policía de Investigaciones, respecto del imputado por un
delito de tráfico, S.R.A.G.
Con lo actuado, se levanta acta de lo obrado, la que es suscrita por el
Tribunal y relator Sr. Carlos Manque Tapia que actúa como ministro de fe, certificando
en este acto la lectura de la presente resolución.
Agréguese copia de lo resuelto a la carpeta digital, y manténgase el original
en el correspondiente registro llevado al efecto por el señor Secretario de esta Corte.
Devuélvase vía interconexión.
Rol N° 225-2014.-
13. No es posible concluir no acreditada una acción culpable en delito
de desacato, si la resolución fue notificada válidamente lo que hace presumir la
comprensión de la prohibición por el acusado (CA La Serena 14.05.2014 rol 140-
2014)

Normas asociadas: CPP ART. 373 b; CPC ART. 240; CP ART. 1; L20.066
ART. 9; CPP ART. 346; CPP ART. 372; CPC ART. 174

Tema: Disposiciones comunes a todo procedimiento

Descriptores: Desacato; Errónea aplicación del derecho; Prohibición de


acercarse a la víctima; Recurso de nulidad; Sentencia absolutoria

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge recurso de nulidad presentado por el MP


contra sentencia del TOP de La Serena, que había absuelto al acusado del delito de
desacato. La Corte acoge los fundamentos del recurrente, entendiendo que hubo una
errónea aplicación del derecho que influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
ya que la resolución que imponía al imputado la prohibición de acercarse a la víctima
fue notificada conforme a las normas procesales vigentes, y por ende se presume que
la prohibición fue entendida suficientemente por el condenado, no admitiéndose el
razonamiento del TOP que concluyó que no se pudo acreditar una acción culpable del
hechor (Considerando 4°, 5° y 6°)

TEXTO COMPLETO

La Serena, catorce de mayo de dos mil catorce

VISTOS:

Que en estos autos seguido en procedimiento ordinario, ha comparecido el


abogado, don Juan Pablo Aguilera Ponce, Fiscal Adjunto de Coquimbo, en
representación del Ministerio Público, interponiendo recurso de nulidad en contra de la
sentencia definitiva de fecha dieciocho de marzo de dos mil catorce, pronunciada por
la Tercera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, constituida por
los jueces Titulares, don Nicanor Alberto Salas Salas, quien la presidió, don Jaime
Vicente Meza Sáez y don Juan Carlos Espinoza Rojas, en la causa Rol Único N°
1300291672-4, Rol Interno N° 0-48-2014, que absolvió al acusado J.R.M.C., de los
cargos materia de acusación, que lo suponían autor de un delito de desacato que se
habría cometido en Tongoy, comuna de Coquimbo, el 21 de marzo de 2013.

Funda su recurso en la causal de nulidad contemplada en el artículo 373 letra


b), del Código Procesal Penal, esto es, cuando en el pronunciamiento de la sentencia
se haya hecho una errónea aplicación del derecho que ha influido sustancialmente en
lo dispositivo del fallo, la que se relaciona con normas procedimentales y sustanciales
que indican, esto es, artículos 174, 175 y 240, todas del Código de Procedimiento
Civil; artículos 14, 16, 346 y 399 del Código Procesal Penal; artículo 9 de la Ley 20.066
y artículo 1 del Código Penal.

Argumenta que el tribunal a quo ha hecho una interpretación jurídica que no


se adecua a la normativa procesal penal y, por otra parte, ha desconocido en el
considerando tercero de la sentencia impugnada, las normas del Código de
Procedimiento Civil que dicen relación con la cosa juzgada y la forma en la cual las
sentencias definitivas firmes y ejecutoriadas se deben cumplir, unido a ello que ha
hecho una exigencia no contemplada en el tipo penal de desacato del artículo 240 del
Código de Procedimiento Civil, para tener por configurado el ilícito, teniendo en
consideración lo preceptuado en el artículo 1 del Código Penal.
En primer lugar, el actual sistema procesal civil es de carácter escrito y
necesariamente requiere un acto de notificación de la sentencia, escrita, formal, toda
vez que las partes no están presentes de manera personal en los diferentes actos de
procedimientos. En cambio, en sede procesal penal el imputado está presente, por
requisito de validez en el procedimiento simplificado, como es en el presente caso, de
una manera personal y asesorado por su abogado. Agrega, que es precisamente en
esta audiencia en el cual el Fiscal explicita la pretensión punitiva, que incluye la
accesoria especial del artículo 9 de la ley 20.066, esto es, la prohibición de acercarse
a la víctima y, consecutivamente es el propio Juez de Garantía quien le advierte las
consecuencias de su admisión de responsabilidad, que incluyen las accesorias ya
señaladas. Que, además, el fallo se dicta en la misma audiencia y es por ello que el
artículo 346 del Código Procesal Penal, entiende por notificada a los intervinientes de
la sentencia definitiva, asistan o no a la audiencia de lectura de sentencia.

Manifiesta que el tribunal a quo, erróneamente en el motivo tercero, ha


expresado que no ha quedado lo suficientemente acreditado, considerando que se
requiere una acción culpable del hechor, que éste haya tenido un conocimiento real y
no solo presunto o formal de dicha prohibición judicial – la de no acercarse a la víctima
– y no consta de los antecedentes acompañados que al acusado se le haya dado
conocimiento del momento en que la resolución respectiva quedó ejecutoriada, de
modo de poder exigírsele, de modo seguro, que su actuar se conformara con la
misma.

La Fiscalía, a este último respecto, señala que esta interpretación, a la luz de


las normas legales citadas, es errónea, puesto que la sentencia que dio origen al delito
de desacato, por el cual el Ministerio Público acusó al imputado fue dictada con fecha
12 de febrero de 2013, notificada válidamente al imputado en virtud de lo dispuesto en
el artículo 346 del Código Procesal Penal y citada al efecto, con fecha 7 de febrero de
2013, en audiencia de control de detención y de requerimiento simplificado inmediato
del artículo 393 bis del citado Código. Que desde aquel momento, el imputado tuvo el
plazo de diez días para recurrir de nulidad de la sentencia, conforme a lo dispuesto en
el artículo 372 inciso 2° del

Código Procesal Penal, derecho que no ejerció, por lo que la sentencia, por
aplicación de las normas que cita el recurrente, quedó firme y ejecutoriada el día 23 de
febrero de 2013, por lo que desde esa fecha era exigible lo ordenado cumplir por el
Tribunal de Garantía de Coquimbo, esto es, la prohibición de acercamiento a la víctima
y a su domicilio.

Agrega el recurrente que yerra el tribunal a quo al aplicar las normas citadas,
al exigir, en el motivo tercero, que “el acusado debió ser notificado del momento
preciso en que se producía tal efecto”, refiriéndose al artículo 174 del Código de
Procedimiento Civil o acreditarse que éste conocía de dicho momento. Que todo el
razonamiento que desarrolla el Tribunal a quo va en contra de lo que señala el artículo
240 del Código de Procedimiento Civil, en su inciso segundo, al señalar que “el que
quebrantare lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado
medio o máximo”, no exigiendo el legislador otra circunstancia distinta al hecho de
quebrantar lo ordenado cumplir, y que exista una orden judicial que imponga una
obligación de hacer o no hacer algo – en este caso particular, de no acercarse a la
víctima y a su domicilio – la que era exigible desde el 23 de febrero de 2013. Ahora
bien, los hechos que dan origen al quebrantamiento, de acuerdo a la acusación,
ocurrieron el día 21 de marzo de 2013, es decir, 26 días después que esta sentencia
quedó firme y ejecutoriada.

Que también yerra el tribunal en la aplicación del derecho, al efectuar una


exigencia no contemplada en el tipo penal, teniendo presente lo señalado en el artículo
1° inciso 2° del Código Penal, toda vez que “exige un conocimiento real y no presunto
de la prohibición”, cuestión imposible de cumplir, toda vez que ello implicaría
introducirse en la psiquis del sujeto y verificar dos cuestiones: la primera, señalarle el
contenido de la sentencia, en especial, el hecho de que no podía acercarse a la
víctima y a su domicilio y, segundo, averiguar si éste comprendió de manera
fehaciente lo que se le estaba señalando, o mejor dicho, poniéndole en su
conocimiento. Que, en este caso, el acusado admitió responsabilidad en los hechos y
exigir un requisito adicional del dolo del agente, implicaría dejar a su propio arbitrio la
ejecución de lo ordenado cumplir por el tribunal.

Ahora, conforme al ya citado inciso segundo del artículo 1° del Código Penal,
yerra también el tribunal, toda vez que las acciones u omisiones penadas por la ley se
reputan voluntarias, a no ser que conste lo contrario y, en este caso, no se adjuntó
ninguna prueba o elemento distinto a los dichos del imputado, en virtud del cual se
pudiere colegir que el imputado no actuó de forma voluntaria al acercarse al domicilio
de la víctima, incumpliendo una resolución firme y ejecutoriada y que se encontraba
vigente a la fecha del ilícito.

Solicita que en definitiva se acoja el presente recurso de nulidad, anulándose


el juicio oral y la sentencia en él recaída, ordenándose la remisión de estos
antecedentes para la realización de un nuevo juicio ante Tribunal no inhabilitado.

Declarado admisible el recurso se llevó a efecto la audiencia para su


conocimiento, concurriendo a estrados la abogada doña Lorena Abarca, en
representación del Ministerio Público, por el recurso y el abogado Defensor don Armin
Staub Suazo, en contra del recurso, fijándose para la lectura del fallo el día 14 de
mayo de 2014, a las 12:00 horas.

CONSIDERANDO:

Primero: Que, la causal de nulidad interpuesta, ha consistido, a juicio de la


parte querellante, en que el Tribunal a quo, en el fallo impugnado, ha incurrido en el
vicio contemplado en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, esto es, en
una errónea aplicación del derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo
del fallo, lo que se habría producido respecto de diversas normas legales y en la forma
que ha sido explicado y desarrollado en la parte expositiva del presente fallo.

Segundo: Que la Defensa de acusado, tanto en el alegato de apertura


como de clausura, solicitó su absolución, por insuficiencia de la prueba de cargo para
acreditar la culpabilidad de su representado, más allá de toda duda, alegando que éste
incurrió en un error de prohibición, motivado por la propia conducta de la víctima.

Tercero: El acusado J.R.M.C., previamente advertido de sus derechos, hizo


uso del que le permite declarar y expuso que no tenía conocimiento de la existencia de
una resolución judicial que le impusiera la prohibición de acercarse a su madre; que el
día 21 de marzo de 2013 fue detenido en el exterior del domicilio de calle Gómez
Carreño en Tongoy, a las 16:00, sin que se le informara la causa de ello, no obstante
llevar cerca de tres meses viviendo con ella, sin que se lo hubiera reprochado ni
pedido que se fuera.

Cuarto: Que, analizada la sentencia impugnada, como asimismo el registro


de audio al que se ha tenido acceso, esta Corte no comparte los criterios que ha
tenido el tribunal a quo para concluir que no se ha podido acreditar una acción
culpable del hechor, puesto que no se ha acreditado el conocimiento real y no
presunto o formal de dicha prohibición (referido a la prohibición de acercarse a su
víctima y al domicilio de la misma), concordando así, con los argumentos esgrimidos
por el Ministerio Público y que han servido de fundamentos en apoyo a la causal de
nulidad interpuesta y que han tenido su anclaje en el artículo 373 letra b) del Código
Procesal Penal, esto es, cuando en el pronunciamiento de la sentencia se ha incurrido
en un error de derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.

Que dicha argumentación ha sido desarrollada latamente en la parte


expositiva del presente fallo, por lo que no se hace necesario su reiteración.

Quinto: Que, en lo que dice relación a la posible existencia de un error de


prohibición en la conducta del acusado, consistente en no comprender el significado,
efectos y consecuencias de la medida de prohibición que fue por él quebrantada, al
ingresar al domicilio de su madre, ubicado en Gómez Carreño N° 37 de Tongoy, el 21
de marzo de 2013, en opinión de esta Corte, no se dan sus elementos en este caso,
por cuanto, la sentencia le fue notificada conforme a los normas procesales penales
actualmente vigentes, lo que exige reconocer que su contenido se entregó en la
respectiva audiencia, con asistencia del acusado o al menos de su defensor. Ahora
bien, exigir otros requisitos al tribunal, que en su oportunidad dispuso la referida
prohibición, no es aceptable, por lo que debe presumirse que, al ponerse en su
conocimiento esta prohibición, fue entendida suficientemente por el condenado, en
cuenta a su significado, alcances y consecuencias para el caso de ser desobedecida.
Que, por otra parte, no existe prueba alguna en contrario o que la persona del
condenado haya tenido alguna incapacidad que le impide el correcto entendimiento de
dicha prohibición.

Sexto: Que, en consecuencia, no existe ni ha existido razón o motivo alguno


para que el acusado de desacato, no haya obedecido la orden dada por un tribunal de
la República en un juicio legalmente tramitado y que dispuso, entre otras cosas, la
prohibición de acercarse a su madre e ingresar a su domicilio, orden que no fue
acatada, configurándose, en consecuencia, el delito de desacato. Por lo antes
razonado, se ha incurrido en un error de derecho, que ha influido sustancialmente en
lo dispositivo del fallo, respecto de normas que han sido citadas expresamente en el
recurso, motivo por lo que se lo acogerá, disponiendo la anulación del juicio oral como
la sentencia recaída en él, y la realización de un nuevo juicio.

Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas y visto,


además, lo dispuesto en los artículos 352, 372, 373 letra b), 376, 384 y 386 del Código
Procesal Penal, SE ACOGE, sin costas, el recurso de nulidad interpuesto por el
abogado, Fiscal Adjunto del Ministerio Público, don Juan Pablo Aguilera Ponce, en
contra de la sentencia definitiva dictada con fecha dieciocho de marzo de dos mil
catorce, por la Tercera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena,
declarándose que tanto la sentencia como el juicio oral, son nulos, quedando la causa
en estado de realizarse un nuevo juicio oral, y remitiéndose los antecedentes de estos
autos al tribunal no inhabilitado que correspondiere para estos efectos.

Regístrese y devuélvase.

Redacción del Ministro Titular don Raúl Beltrami Lazo.

Rol 140-2014.
14. Corte acoge recurso de nulidad presentado por la defensa: la
ausencia del fiscal del MP en la deliberación implica su audiencia al juicio oral.
(CA La Serena 20.05.2014 rol 152-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 b; CPP ART. 343; CPP ART. 284; CPP
ART. 352; CPP ART. 372; CPP ART. 384; CPP ART. 386

Tema: Juicio oral

Descriptores: Homicidio simple; Ministerio Público; Nulidad del juicio;


Recurso de nulidad

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena acoge recurso de nulidad


presentado por la defensa, contra sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de La
Serena que condenó al imputado por el delito de homicidio simple, entendiendo la
Corte que la deliberación en el juicio oral se realizó sin la presencia del Fiscal del
Ministerio Público, con infracción a lo dispuesto en el artículo 284 del Código Procesal
Penal, infracción que implica la nulidad del juicio y de la sentencia que se dictare en el,
de acuerdo al artículo 343 del mismo código (Considerando 1°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinte de mayo de dos mil catorce.

VISTOS:

En los antecedentes RUC 1200900712-K, RIT O-53-2014, la Primera Sala del


Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, integrada por los jueces, doña Nury
Benavides Retamal, quien la presidió, don Nicanor Alberto Salas Salas y don Iván
Roberto Corona Albornoz, por sentencia de 26 de marzo de 2014, condenó a R.I.M.T.
a las penas y por los delitos que se pasan a señalar: a) Doce años de presidio mayor
en su grado medio, accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos
y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones
titulares mientras dure la condena en su calidad de autor de un delito de homicidio
simple en la persona de N.E.B.C., cometido en la Comuna de La Serena el 8 de
septiembre de 2012; y b) Quinientos cuarenta y un días de presidio menor en su grado
medio, a las accesorias de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de
la condena y al comiso de un revólver calibre 38, marca “Trocaola Aranzábal y Cía.” y
dos cartuchos balísticos del mismo calibre, presentados en el juicio como evidencias
materiales N° 1 y 2, como autor de un delito de porte ilegal de arma de fuego,
cometido en esta ciudad el 25 de febrero de 2013.
En contra de la sentencia antes mencionada el abogado don Raúl Castillo
Castillo, defensor de confianza del imputado, en representación de éste, interpuso
recurso de nulidad por las causales que se pasan a indicar: a) Como causal principal,
la contemplada en el artículo 374 letra b) del Código Procesal Penal, en relación a lo
dispuesto en los artículos 343 y 284 del mismo Código, toda vez que en la audiencia
del juicio oral la comunicación de la deliberación se realizó sin la presencia del Fiscal
del Ministerio Público. En virtud de esta causal pidió la invalidación del juicio y de la
sentencia; b) En forma subsidiaria de la anterior dedujo la causal contemplada en el
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, toda vez que en el pronunciamiento de
la sentencia definitiva, tanto en lo que respecta al establecimiento de los hechos como
a la participación del acusado y en el rechazo de la eximente de legítima defensa, se
omitió el cumplimiento de los requisitos exigidos por el artículo 342 letra c) del Código
en referencia. En base a esta causal solicitó la invalidación del juicio oral y de la
sentencia; y c) De manera subsidiaria de la anterior planteó la causal contemplada en
el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, toda vez que en el pronunciamiento
de la sentencia definitiva tuvo lugar una errónea aplicación del derecho que influyó
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en atención a haber estimado
indebidamente los sentenciadores que concurría en perjuicio del sentenciado la
circunstancia agravante de responsabilidad penal de reincidencia específica
contemplada en el artículo 12 N° 16 del Código Penal en relación al delito de homicidio
simple materia de la acusación. En base a la concurrencia de esta causal solicitó sólo
la invalidación de la sentencia impugnada y que acto seguido y sin nueva audiencia,
pero separadamente, se dictara sentencia de reemplazo que condenara al imputado
como autor del hecho N° 1 establecido en el fallo, referido a homicidio simple, sin la
concurrencia de la circunstancia agravante del artículo 12 N° 16 del Código Penal,
imponiendo por este delito la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su
grado mínimo, con las accesorias correspondientes al grado.
Declarado admisible el recurso, tuvo lugar la audiencia señalada para su
vista, fijándose para la lectura del fallo la audiencia del día 20 de mayo de 2014, a las
12:00 horas.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que como un primer motivo y causal principal de nulidad de la


sentencia el recurrente hace presente que concurre la situación contemplada en el
artículo 374 letra b) del Código Procesal Penal, en atención a que la audiencia del
juicio oral ha tenido lugar en ausencia de una de las personas cuya presencia
continuada exige el artículo 284 del Código Procesal Penal. Esto ha sucedido, según
expone, porque la comunicación de la deliberación del Tribunal de Juicio Oral, se
realizó en ausencia del Fiscal del Ministerio Público, por decisión del Tribunal de Juicio
Oral, tal como se encuentra asentado en los registros de audio.
Agrega que, el art. 284 inciso final del Código Procesal Penal, establece que
cualquiera infracción a lo dispuesto en este artículo implicará siempre la nulidad del
juicio y de la sentencia que se dictare en él.
Conforme a lo dispuesto en los arts. 284 y 343 del Código Procesal Penal, la
comunicación de la deliberación en la audiencia del Juicio Oral, debió realizarse con la
presencia ininterrumpida de los Jueces, del Fiscal y del Defensor, pero por decisión
unánime de los integrantes de la Sala del Tribunal de Juicio Oral, es que se realizó la
referida sesión de la audiencia del Juicio Oral, sin la presencia del Fiscal o, como se
expresó: "en ausencia del fiscal".
En consecuencia, acorde lo dispuesto en el art. 284 inc. final del Código
Procesal Penal, al haberse efectuado la comunicación de la deliberación, en ausencia
del Fiscal, se ha incurrido por el sólo ministerio de la ley en motivo de nulidad del juicio
oral y de la sentencia que se dictare en él, sin que pueda admitirse la convalidación de
lo obrado de mala manera, en virtud de las expresiones utilizadas por el legislador.

SEGUNDO: Que la parte del Ministerio Público en la audiencia destinada a la


vista del recurso, controvirtió la concurrencia del vicio fundante de la causal de nulidad
antes señalada, basándose para ello en no ser efectivo que el Ministerio Público no
haya concurrido el 21 de marzo de 2014 a la reanudación de la audiencia del juicio
oral, ya que si bien no compareció en tal oportunidad el fiscal adjunto de La Serena,
Rodrigo Céspedes, sí lo hizo el ente persecutor a través del Fiscal Adjunto Jefe de La
Serena, don Marcial Pérez Torres, quien compareció en base a lo que le facultaban los
artículos 2 y 40 inciso final de la Ley 19.640, Orgánica Constitucional del Ministerio
Público.

TERCERO: Que constando del registro de audio que el tribunal tuvo por no
compareciente a la sesión de reanudación de la audiencia del juicio oral de fecha 21
de marzo de 2014 a las 8:30 horas al fiscal adjunto de La Serena, señor Rodrigo
Céspedes, quien había comparecido en representación del Ministerio Público desde su
inicio a dicha audiencia, resulta necesario concluir que se ha producido la infracción a
que alude el inciso final del artículo 284 del Código Procesal Penal, esto es, haber
faltado la presencia ininterrumpida de uno de los intervinientes en el juicio oral, lo cual
vicia de nulidad tanto al juicio como a la sentencia.

CUARTO: Que no resulta posible aceptar lo sustentado por el Ministerio


Público, en el sentido de que un fiscal puede ser sustituido por otro dentro de las
sucesivas sesiones a que puede dar lugar la audiencia del juicio oral, atendida la
claridad de la norma del artículo 284 del Código Procesal Penal, que exige de la
misma manera tanto para los jueces como para el Ministerio Público su presencia
ininterrumpida en el juicio oral. No se puede hacer extensivo por otra parte el alcance
de lo dispuesto en los artículos 2 y 40 inciso final de la Ley 19.640 a una materia que
ha sido expresamente establecida por el legislador.

QUINTO: Que por lo anteriormente razonado resulta del caso concluir que se
hace procedente acoger la causal de nulidad del juicio y de la sentencia, contemplada
en el artículo 374 letra b) del Código Procesal Penal, deducida en carácter de principal
por la defensa del acusado, razón por la cual se hace improcedente entrar a analizar y
pronunciarse respecto de las otras causales opuestas por el mismo recurrente y que
interpuso en carácter de subsidiarias.
Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los artículos 352,
372, 374 letra b), 384 y 386 del Código Procesal Penal, se acoge el recurso de nulidad
interpuesto por el abogado Raúl Castillo Castillo, en representación del sentenciado
R.I.M.T. y en consecuencia se declaran nulos tanto la sentencia de fecha veintiséis de
marzo de dos mil catorce, dictada en estos antecedentes, así como la totalidad de lo
obrado en el juicio oral en que ella incide, debiendo procederse por el tribunal no
inhabilitado que corresponda a la realización de un nuevo juicio oral.
Redacción del Ministro señor Franco.
Regístrese y devuélvase.
Rol N° 152-2014 (Reforma Procesal Penal).
15. Corte acoge nulidad presentada por la defensa: TOP no se hizo cargo
en su fundamentación de toda la prueba producida (CA La Serena 22.05.2014 rol
154-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 e; CPP ART. 342 c; CPP ART. 297

Temas: Prueba

Descriptores: Nulidad de la sentencia; Pruebas; Recurso de nulidad; Robo


con violencia o intimidación; Valoración de la prueba

SÍNTESIS: Corte de Apelaciones de La Serena acoge recurso de nulidad


presentado por la defensa contra sentencia dictada por el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Ovalle, en la que se condenó al imputado por el delito de robo con
intimidación. Los fundamentos de la Corte para acoger el recurso van en el sentido de
que en la sentencia del TOP no se expuso de modo claro, lógico y completo la
valoración de la prueba, pues no se ponderaron importantes circunstancias que
rodearon el exiguo relato fáctico expuesto en el fallo, no apareciendo como certera la
lógica del razonamiento de la sentencia (Considerandos 5°y 6°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veintidós de Mayo de dos mil catorce

Vistos y teniendo presente:

Primero: Que doña Teresita de Jesús Padilla Rodríguez, defensora


penal pública, por el enjuiciado F.J.C.L., en causa RIT 19-2014, ha interpuesto recurso
de nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada por el tribunal de juicio oral en lo
penal de Ovalle, por la que se condenó a su representado como autor del delito de
robo con intimidación, en grado de consumado, previsto y sancionado en el artículo
436 inciso primero del Código Penal, a la pena de DIEZ AÑOS Y UN DÍA de presidio
mayor en su grado medio y accesorias correspondientes.

Segundo: Que se ha hecho valer como causal de invalidación, la


prevista en el artículo 374 letra e) en relación con los artículos 342 letra c) y 297, todos
del Código Procesal Penal, toda vez que en concepto de la recurrente, en la sentencia
no se expone de modo claro, lógico y completo la valoración de la prueba, sin
contradecir los principios de la lógica y las máximas de experiencia.

Tercero: Que para la debida comprensión del asunto, necesario


resulta transcribir los hechos establecidos por lo sentenciadores constitutivos de la
figura penal tipificada–– robo con intimidación–– conforme ha sido mencionada en el
acápite primero de este fallo. El motivo séptimo del fallo da cuenta de lo siguiente:
“Hechos acreditados en el juicio. Que, apreciada libremente la prueba, según lo
dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal Penal, sin contradecir los principios
de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados, estos jueces llegaron a la convicción más allá de toda duda razonable, tal
como se adelantó por el Tribunal en el veredicto de 27 de marzo del año en curso, que
fue posible dar por acreditado el siguiente hecho de la acusación fiscal: El día 13 de
Octubre de 2013, aproximadamente a las 03:55 horas de la madrugada, en la
intersección de calle Covarrubias con Calle Ariztía oriente de Ovalle, F.J.C.L.,
portando y exhibiéndole un cuchillo tipo cortapluma, señaló al menor de iniciales
L.J.L.M. de 17 años de edad “Anday con bonita cadena conchetumadre, entrégala”
mientras lo amenazaba con el arma señalada, procediendo a tirar la cadena, con la
que se quedó”.
Cuarto: Que a juicio de la defensa, los jueces han incurrido en la causal de
nulidad alegada, puesto que no ha podido ser acreditada la figura penal de robo ya
que debió comprobarse la existencia del objeto que se denuncia como sustraído, lo
que no se hizo. Además, no resulta creíble lo que señala la supuesta víctima de que la
cadena sustraída que llevaba colgada en el cuello, de considerable grosor, le haya
sido arrebatada de un tirón, puesto que de haber sido así, resultaba más razonable
estimar que debió haberle dejado alguna marca o lesión en el cuello, lo que no ocurrió.
Critica también las ideas que desarrolla el tribunal en el motivo octavo en torno a la
calidad del material de esa supuesta cadena para justificar que el tirón no haya dejado
rastro, pues todo aquello, dice, es tan solo una especulación, elucubraciones que no
resultan suficientes para desechar la tesis de la defensa en el sentido de que no
existió la pretendida apropiación de especie, y que a lo más habría un porte ilegal de
arma blanca. Concluye de la siguiente manera: “Analizada la prueba aportada al juicio,
con libertad y sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de experiencia, y
especialmente, de los conocimientos científicamente afianzados, necesariamente se
concluye, que no había mérito suficiente para desestimar la tesis de la defensa relativa
a reprochar el tipo penal de porte ilegal de arma del artículo 288 bis del Código Penal,
alegado por esta parte, con lo cual se ha dictado una sentencia condenatoria,
estimando solamente la prueba del acusador y omitiendo un antecedente determinante
para el nivel de reproche penal que se puede dirigir al condenado. Todo lo anterior
constituye de modo manifiesto una violación flagrante a lo dispuesto en el artículo 297
del Código Procesal Penal, en su inciso 2°, por lo que se configura en su totalidad el
motivo absoluto de nulidad contemplado por el artículo 374 letra e) del Código
Procesal Penal, en relación con los artículos 342 letra c) y 297 del mismo cuerpo de
leyes”.

Quinto: Que del estudio de la sentencia consta que la prueba allegada al


juicio ha consistido en la declaración del denunciante, adolescente de 17 años,
declaración del cabo 1º de carabineros Cristián Barrios Ardiles, y un cuchillo retráctil
de 10 centímetros de hoja y de 10,5 centímetros de empuñadura.

Es de advertir que las declaraciones prestadas en el juicio por el denunciante


y por el funcionario de carabineros no aparecen desarrolladas adecuadamente en la
sentencia, ya que los jueces se limitan a extraer tan solo conclusiones parciales de sus
dichos. Por lo mismo, entonces, son incompletas si se considera lo que aporta el
registro de audio, y lo que expusieron los concurrentes en estrados. Lo anterior, ha
impedido que se estableciera como mayor precisión la atmósfera en que se
desarrollaron los acontecimientos, porque no ha sido considerado que aquellos
acaecieron alrededor de las 04,00 de la madrugada, que el denunciante transitaba en
compañía de dos amigos cuando se encontraron con el enjuiciado quien también iba
con otros sujetos.

Tal escenario debió ser analizado por los sentenciadores dada la versión
dada por el imputado y por su propia defensa. Se ignora cuál fue el actuar de los
acompañantes de la supuesta víctima para entender a cabalidad el suceso.

Los jueces dan mayor crédito a la declaración de quien aparece como


ofendido, fundamentalmente por el hecho de haberse encontrado en poder del
denunciado el cuchillo con el cual habría sido amenazado. Sin embargo, no existe
explicación razonable que avale su conclusión, de haber sido detenido el hechor en las
inmediaciones del lugar del evento, con el cuchillo pero sin la especie supuestamente
apropiada. Si se indica que bien puso haber pasado la especie a uno de sus
acompañantes, con igual razón entonces pudo haber también entregado a su
acompañante el cuchillo. Las conjeturas no llevan a una necesaria y única conclusión.

Es más, los jueces hacen todo un desarrollo para explicar o convencerse del
porqué no quedaron rastros en el cuello de la víctima para dar crédito de que la
cadena metálica de considerable grosor le fue arrancada del cuello. Todas aquellas
conjeturas con apariencia de análisis científico resultan inconducentes, al no contar
con un antecedente cierto acerca de la materialidad y configuración del abalorio. Es
más, dentro de sus razonamientos los jueces también en el motivo octavo, hacen
referencia a la declaración de “un oficial aprehensor” pero inmediatamente después
mencionan la declaración del cabo 1º de carabineros, imprecisiones que si bien
pueden deberse a un error, lleva en todo caso a confundir aún más los incompletos
razonamientos efectuados en torno a los reales sucesos, con una secuencia lógica,
que pudieron haberse desarrollado aquella madrugada nortina.

Sexto: Que en el presente caso se ha incurrido en una infracción a la


valoración de la prueba en cuanto a la fundamentación de las conclusiones logradas
en mérito a ella. El inciso segundo del artículo 297 del Código Procesal Penal indica
que el tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba
producida, incluso de aquella que hubiere desestimado, indicando en tal caso las
razones (por cierto plausibles, pertinentes) que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.
A su turno, el inciso tercero de la misma disposición, indica que la fundamentación que
lleva a acreditar los hechos debe permitir la reproducción del razonamiento utilizado
para alcanzar las conclusiones, exigencias que han sido incumplidas en el fallo.

La lógica del razonamiento no aparece como certera, pues se ha dejado de


ponderar importantes circunstancias que rodearon al exiguo relato fáctico expuesto en
el fallo. Se ha vulnerado a lo menos el principio de la razón suficiente lo que lleva a
concluir que la operación intelectual de los jueces ha fracasado.

Séptimo: Que por todo lo expuesto, el fallo impugnado habrá de ser anulado
a virtud de la causal abrogatoria hecha valer, sin perjuicio de dejar consignado que en
todo caso, esta Corte ha estado facultada para obrar de oficio de conformidad con el
artículo 379 del Código Procesal Penal, en el evento de que se considerase que en
rigor, se han tenido en consideración elementos no contemplados en el recurso.

Por estas consideraciones, lo dispuesto en los artículos 297, 340, 342, 352,
358, 360, 374, 379, 384 y 386 del Código Procesal Penal, se declara: Que SE
ACOGE, sin costas, el recurso de nulidad deducido por la defensa del condenado
F.J.C.L., y se declara nula la sentencia de uno de abril de 2014, dictada por los jueces
del Tribunal Oral en lo Penal de Ovalle, conformado por los jueces doña Claudia Ortiz
Leiva, doña Victoria Gallardo Labraña y don Andrés Elgueta Muñoz, como también
resulta nulo el juicio mismo, debiéndose en consecuencia celebrar uno nuevo por
jueces no inhabilitados.

Regístrese y devuélvase por pertinente vía.

Redactado por el presidente de la Segunda Sala, ministro don Juan Pedro


Shertzer Díaz.

Rol Nº 154-2014
16. Corte considera motivo absoluto de nulidad: el juez al anticipar su
decisión antes de los alegatos de clausura se encontraba legalmente implicado
(CA La Serena 03.06.2014 rol 166-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 letra e); CPP ART. 342 letra c); CPP
ART. 297; CPP ART. 343; CPP ART. 338; CPP ART. 396; CPP ART. 389; CPP ART.
374 a); COT ART. 195 N°8; CPP ART. 379

Temas: Principios y garantías del Sistema Procesal en el CPP; Juicio Oral;


Procedimientos Especiales

Descriptores: Actuación de oficio; Daños; Juez de garantía; Nulidad de oficio;


Nulidad procesal; Procedimiento simplificado; Recurso de nulidad

SÍNTESIS: CA de La Serena conociendo de un recurso de nulidad presentado


por DPP, contra sentencia condenatoria del Juzgado de Garantía de La Serena,
declara de oficio la nulidad del juicio y la sentencia por el motivo absoluto del artículo
374 letra a), ya que después de oír el audio del juicio oral, la Corte llega al
convencimiento de que el Juez de Garantía anticipó la decisión de la condena antes
de la conclusión del debate del juicio oral, y con anterioridad a los alegatos de clausura
de las partes, situación procesal que no puede en modo alguno ser consentida con el
argumento de la celeridad con que la judicatura penal debe desempeñar sus
funciones, haciendo finalmente del juicio simplificado un pobre simulacro de juicio
contradictorio (Considerandos 2°, 5° y 7°).

TEXTO COMPLETO

La Serena, tres de junio de dos mil catorce.

VISTOS:

Que doña Rosa Álvarez Flores, defensor penal público, por don E.E.B.A.,
condenado por delito de daños en causa ruc 1300310968-7, rit 3696-2013, ha
interpuesto recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva de fecha diez de
abril de dos mil catorce, dictada por don Juan Carlos Orellana Venegas, juez de
garantía titular del Juzgado de Garantía de La Serena, por medio de la cual castiga
como autor del delito de daño al acusado antes individualizado y le impone la pena de
multa de cinco Unidades Tributarias Mensuales.

La recurrente alega el motivo previsto en la letra e) del artículo 374 del Código
Procesal Penal, con relación al artículo 342 letra c) del mismo cuerpo legal, haciéndolo
residir en la omisión de la exposición clara, lógica y completa de cada uno de los
hechos y circunstancias que se dieren por probados y en la incorrecta valoración de la
prueba, de conformidad al artículo 297 del mismo Código precitado.

Primeramente afirma que los Considerandos Quinto a Séptimo de la


sentencia impugnada no se harían cargo u omite considerar en la ponderación de la
testigo de cargo doña Marta Elena Leyton González (rectius, Leyton Gómez) la
contradicción en que incurriría en su declaración de juicio oral con respecto a lo que
depuso ante el Ministerio Público, cuando en esta señala únicamente haber visto al
imputado a un costado (al lado) del vehículo afectado, sin añadir la circunstancia de
haber observado cómo el acusado producía la rotura de los cristales. Además —con
relación a este último extremo— señala que la sentencia tampoco habría razonado
sobre la circunstancia probada en juicio oral relativa a los problemas de capacidad
visual mermada de la testigo, cuestión que, incluso, le habría impedido leer su propia
declaración.
Apunta por otra parte que el policía Roberto Fuentes Barraza habría
sostenido —con ocasión del empadronamiento— entrevista con esta testigo, quien en
ese mismo momento no le habría entregado mayores antecedentes, con lo cual la
recurrente sugiere una falta de fidelidad del relato de esta testigo en cuanto a lo
declarado por ella en el juicio oral.

En segundo término, la recurrente denuncia que la sentencia carece del rigor


necesario, puesto que en el Considerando Segundo habría consignado que el
imputado habría admitido responsabilidad en los hechos, lo cual resulta
completamente errado e improcedente, puesto que se trata de un procedimiento
simplificado con juicio oral efectivo. Así mismo denuncia que la sentencia habría
valorado un testimonio de una testigo que no habría depuesto en juicio, como resulta
aquella singularizada como Marlene Leyton Godoy.

Posteriormente el recurso ofrece una serie de reflexiones sobre el alcance de


los deberes de motivación y de ponderación de la prueba, los cuales conecta con la
garantía del debido proceso. Del mismo modo hace precisiones conceptuales sobre lo
que serían el elemento de prueba, el objeto de prueba y la prueba. Apunta además
que la actividad probatoria sería un proceso complejo constituido por diversas fases, y,
en lo que interesa, en aquella quedarían comprendidas la interpretación y la valoración
de la prueba, y seguidamente explica en qué consistirían una y otra. En síntesis,
sostiene que interpretar la prueba se traduce en dotarle de significado con respecto a
los hechos procesalmente relevantes. La valoración, en cambio, tiene por finalidad
determinar si esa prueba corrobora o refuta los hechos necesitados de prueba en el
respectivo proceso, debiendo procederse a la correcta utilización de las máximas de
experiencia, los conocimientos científicamente afianzados y a los principios de la
lógica.

Tras estas alegaciones y argumentaciones, la recurrente solicita la


invalidación de la sentencia y del juicio oral por haberse configurado el motivo alegado,
y pide que se remita la causa al tribunal no inhabilitado que corresponda para que se
disponga la realización de nuevo juicio oral.

CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que —como ha quedado dicho— la recurrente funda su recurso


en el motivo previsto en la letra e) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
consistente en la omisión de algunos requisitos de la sentencia establecidos en el
artículo 342 letra c), el cual en la especie se traduciría en la falta de motivación y en la
incorrecta valoración de la prueba, con infracción de lo dispuesto en el artículo 297,
ambos del mismo cuerpo legal precitado.

SEGUNDO: Que corresponde iniciar el análisis del presente asunto indicando


que con ocasión del estudio y examen de los antecedentes del recurso y registro de
audio del juicio, necesarios para el conocimiento y decisión impetrado a esta Corte, se
puede advertir que durante el juicio oral se ha incurrido en un vicio procesal de grave
significación jurídica, como es la anticipación de la decisión de condena antes de la
conclusión del debate del juicio oral, y con anterioridad a los alegatos de clausura de
las partes. En efecto, se puede escuchar en el registro de audio respectivo, cómo el
juez inmediatamente al cabo de la práctica de la prueba, pero antes de ofrecerle la
palabra al acusado y antes de los alegatos de clausura, señala que va a condenar y
que, en consecuencia, procede a abrir audiencia de determinación de pena del artículo
343 del Código del ramo, ante lo cual se oye (en el registro) cómo la defensa le
consulta sobre la posibilidad de hacer los alegatos de clausura, y sólo en ese
momento el juzgador retrotrae la cuestión a ese trámite procesal y les permite a las
partes formular los alegatos de clausura.
TERCERO: Que esta falta de rigor formal en la aplicación de los ritos y
trámites procesales tiene relevancia jurídica por diversas razones. Entre otras, puede
mencionarse, en primer término, que resulta chocante formular alegatos de clausura
para plantear las conclusiones derivadas del mérito probatorio y plantear las peticiones
conclusivas como lo establece el artículo 338 del Código Procesal Penal, cuando el
juzgador ya tiene una decisión de fondo que ha manifestado. En segundo lugar, se
puede advertir que es completamente anómalo que la defensa plantee que —no
obstante la decisión de condena avanzada o anticipada por el juzgador— solicite de
todas formas la absolución del requerido, lo cual revela casi una actitud de resignada
resistencia procesal por esta parte que intuye que tal petición no tiene a esas alturas
destino alguno. Una situación de esta especie no tiene asidero jurídico, ni tampoco se
corresponde con el sentido común ni con la más básica concepción de lo que debe ser
un proceso regularmente tramitado y, en el mismo, del momento oportuno para
adoptar la decisión de fondo.

CUARTO: Que lo dicho se ve abonado por la propia contradicción lógica y


procesal de declarar el juzgador que va a dictar sentencia de condena y luego de
iniciado el debate para la determinación de pena —y solamente una vez advertido por
la defensa del yerro omisivo— conceder la palabra para el alegato de clausura no
obstante haber anticipado tal decisión de condena. Cabe anotar que además de este
defecto procesal el juzgador no cumplió por otra parte con el rito procesal que dispone
la ley procesal con relación al ofrecimiento de la palabra al requerido, trámite que
aparece expresamente ordenado tanto en el artículo 338 inciso final como en el
artículo 396, ambos del Código precitado.

QUINTO: Que para mayor claridad sobre el extremo que se viene


reflexionando, conviene consignar que si bien el artículo 396 del Código del ramo —
precepto legal que establece algunas de las reglas aplicables al juicio oral
simplificado— no contiene expresamente la instancia del alegato de clausura, lo cual
podría hacer pensar que el mismo no resulta un trámite y oportunidad preceptivo en el
juicio simplificado, lo cierto es que esta conclusión debe ser descartada, puesto que en
la especie deben entenderse aplicables supletoriamente las normas del juicio
ordinario, tal como lo prevé el artículo 389 del cuerpo legal correspondiente,
pertinentes en todas aquellas materias en donde el legislador no haya dado normas
expresas diversas para el juicio simplificado, tal como por lo demás lo entendió el
mismo juez de instancia al conceder —aunque de forma anómala y extemporánea,
después de anticipar su dictamen de fondo— la oportunidad para formular los alegatos
de clausura.

Nótese que una conclusión opuesta haría del juicio simplificado un pobre
simulacro de juicio contradictorio, vaciado del contenido que ha de tener. Dicho de otro
modo, toda parte que haya comparecido a un juicio (y más si ha aportado prueba en
este) tiene el derecho consecuente de extraer de allí las consecuencias de mérito que
en su opinión se derivan de ella y confrontar las de la contraria, y a hacer valer las
unas y las otras ante el juzgador en forma oportuna, esto es, en la oportunidad
adecuada que, exactamente, ha de verificarse al cabo de la misma práctica de la
prueba, en tanto es el momento procesal idóneo para evaluar y sugerirle al juzgador
los resultados probatorios de los medios que se han aportado al proceso. En esto
radica el carácter contradictorio y dialéctico del proceso, lo cual —desde luego—
abona la idea que esto ha de tener lugar en el momento procesal señalado y antes de
que el juez avance su decisión de fondo, puesto que en otro caso todo aquello se
frustra de la forma elocuente.

SEXTO: Que las situaciones procesales explicadas no pueden en modo


alguno ser consentidas con el argumento de la celeridad con que la judicatura penal y
los letrados que comparecen ante aquella deben desempeñar sus funciones, ni tan
siquiera en los denominados asuntos de poca significación o importancia jurídico-
penal, puesto que seguramente para el justiciable tal calificación peyorativa no se
corresponda con su evaluación de la importancia que el asunto tenga para él. Y más
aún cuando resulta ser que es el justiciable quien tiene el derecho fundamental a
obtener la debida tutela judicial ante un juez imparcial que no haya anticipado el juicio
o decisión de fondo antes del cierre del debate y antes de ser escuchado por última
vez.

SÉPTIMO: Que las circunstancias procesales descritas constituyen como


mínimo la infracción prevista en la letra a) del artículo 374 del Código Procesal Penal,
en tanto debe estimarse que el juzgador al haber anticipado su dictamen de condena
proferido inequívocamente con anterioridad al trámite esencial de los alegatos de
clausura del juicio —los cuales fueron realizados con posterioridad— configuran la
implicancia o inhabilidad para pronunciar decisión de fondo mediante el
correspondiente veredicto y sentencia definitiva, tal como se desprende de lo previsto
en el artículo 195 N° 8 del Código Orgánico de Tribunales.

OCTAVO: Que concurriendo en la especie un vicio de nulidad contemplado


en el artículo 374 del Código del ramo, y teniendo además en cuenta lo expresamente
previsto en el artículo 379 inciso 2° del mismo cuerpo legal, esta Corte está
expresamente autorizada para proceder a acoger el recurso de nulidad (como lo
expresa la ley), por una causal distinta de aquella o aquellas alegadas por la
recurrente para la invalidación de la sentencia impugnada y del juicio oral simplificado,
que es lo que se declará a continuación. De acuerdo a todo lo antes señalado se hace
innecesario entrar al examen del motivo de nulidad esgrimido por la recurrente.

Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 352,


372, 374 letra a), 376, 379 y 384, todos del Código Procesal Penal, se ACOGE el
recurso de nulidad interpuesto por doña Rosa Álvarez Flores, defensor penal público,
por don E.E.B.A., en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha diez de abril
de dos mil catorce, por don Juan Carlos Orellana Venegas, juez de garantía titular del
Juzgado de Garantía de La Serena, por medio de la cual castiga como autor del delito
de daño al acusado antes individualizado y le impone la pena de multa de cinco
Unidades Tributarias Mensuales, declarándose que se invalida la referida sentencia y
el respectivo juicio oral simplificado, debiendo retrotraerse el asunto al estado anterior
a la celebración de nuevo juicio oral simplificado, para lo cual se dispone la
correspondiente remisión del asunto al Juez de Garantía no inhabilitado para que
proceda en la forma antes indicada.

Incorpórese a la carpeta digital, debiendo mantenerse su original en el


correspondiente Registro del señor Secretario.

Redacción del abogado integrante don Carlos del Río Ferretti.

Rol N° 166-2014.- Reforma Procesal Penal.


17. Se acoge recurso de nulidad presentado por la DPP: TOP no se hizo
cargo de toda la prueba producida, incluso la desestimada (CA La Serena
24.07.14 rol 228-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 e); CPP ART. 342 c); ART. 297 CPP; CP
ART. 440; CPP ART. 326

Temas: Recursos

Descriptores: Prueba testimonial; Recurso de nulidad; Robo con violencia o


intimidación; Valoración de la prueba

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge un recurso de nulidad presentado por


DPP, contra sentencia del TOP de Ovalle que condenó a un sujeto por los delitos de
robo con violencia y abigeato: se incurrió en la causal de nulidad del artículo 374 letra
e) del Código Penal en relación al artículo 342 letra c) del mismo Código, en cuanto a
que no se respetó la regla del artículo 297 de dicho cuerpo legal, que obliga al Tribunal
de la instancia a hacerse cargo de toda la prueba producida, incluso aquella que se
hubiere desestimado. (Considerandos 3º y 4º).

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinticuatro de julio de dos mil catorce.

VISTOS:

En los antecedentes RUC 1200815493-5, RIT O-50-2014, el Tribunal de


Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, presidido por la Jueza Titular, doña Eugenia Victoria
Gallardo Labraña, e integrado por el Juez Titular, don Claudio Andrés Weishaupt
Milner y por la Juez Interina, doña Leyla Macarena Velásquez Molina, por sentencia de
fecha 23 de mayo de 2014, condenó a D.C.M.T. a la pena única de quince años y un
día de presidio mayor en su grado máximo y a las accesorias de inhabilitación
absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y de inhabilitación absoluta para
profesiones titulares mientras dure la condena, como autor de un delito consumado de
robo con violencia, previsto y sancionado en el artículo 436 inciso 1°, en relación al
artículo 432, ambos del Código Penal y como autor de un delito consumado de
abigeato, previsto y sancionado en el artículo 448 Bis del Código Penal, en relación al
artículo 440 N° 1 del mismo cuerpo legal, cometidos en la Comuna de Ovalle con
fechas 14 de agosto y 30 de noviembre del año 2012, respectivamente, ambos en
perjuicio de L.A.C.C.
En contra de la sentencia antes mencionada el abogado Marco Antonio Jurin
Rakela, abogado Defensor Penal Público, en representación del sentenciado,
interpuso recurso de nulidad, solicitando la invalidación de la misma y del juicio oral en
que ella recayó, aduciendo que se incurrió en el fallo en la causal contenida en el
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, por haberse omitido el cumplimiento
de lo señalado en el artículo 342 letra c) del mismo Código, en cuanto a respetar la
regla del artículo 297 de dicho cuerpo legal respecto de la valoración de la prueba.
Declarado admisible el recurso, tuvo lugar la audiencia fijada para su vista,
fijándose para la lectura del fallo la audiencia del día 24 de julio de 2014, a las 12:00
horas.

CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el motivo de nulidad en que se basa el recurso es el
contemplado en el artículo 374 letra e), en relación al artículo 342 letra c) del Código
Procesal Penal, al no haberse respetado lo dispuesto en el artículo 297 del mismo
Código en relación a la valoración de la prueba. Para fundamentar la causal de nulidad
en referencia el recurrente expuso lo siguiente: Que la teoría del caso de la defensa
se integró básicamente por la incomplitud, incongruencia, y falta de contundencia de
la prueba de cargo rendida en juicio por el Ministerio Público.
1.- En la especie, y en relación con el primer hecho acusado, es decir, el robo
con violencia atribuido al encartado:
La declaración de la supuesta víctima, don L.A.C.C., quien señaló en
estrados como dinámica del hecho que al encontrarse con el imputado en el día y hora
señalada en la acusación este se detuvo y lo encaró, diciéndole que él tuvo la culpa
que le había echado a los carabineros y que por ello había estado 30 días preso.
Es decir, deteniéndonos en esta primera parte de la declaración, claramente
existe un motivo previo que era la razón que el acusado para enfrentarlo, y que no era
otra que una situación previa, tal y como lo reconoce la víctima y el tribunal, de que
habría estado detenido por su culpa.
Continua su declaración la victima señalando que andaba portando una
pistola a fogueo para defenderse, la que saca para amedrentar al sujeto, para a
continuación guardarla y desarrollarse una pelea, e incluso señala la victima que trató
de convencerlo para no pelear, pero que sin embargo, la pelea se produjo, relatando la
víctima la dinámica del mismo, es decir, que le dio golpes de puño, que le puso una
rodilla en la cadera izquierda y que lo inmovilizó y lo agredió. Y que luego de esta
pelea reconoce la victima que el acusado le sacó el arma y se fue.
Es decir, se reconoce por parte de la víctima que existió por su parte el porte
de esta arma a fogueo y que se inició una discusión o pelea entre ambos.
Esta declaración es coincidente a grandes rasgos con la del imputado en la
audiencia de juicio oral, que renunciando a guardar silencio declara en estrados y
señala que efectivamente el día 14 de agosto de ese año y a la misma hora estaba
sustrayendo paltas y que un caballero le apuntó con un arma, y que por miedo que le
disparara se tiró sobre él y le quito el arma y que después se dio a la fuga y botó la
pistola en un lugar cercano al que había ocurrido el hecho.
Ahora bien, el Tribunal al hacerse cargo de este hecho y analizar y desarrollar
los dichos de la víctima en el considerando séptimo solo hace referencia a su
declaración pero omite pronunciarse sobre los dichos del acusado y señala que
conjuntamente con la declaración de don Héctor Carvajal Pérez, funcionario de
Carabineros, los aprecia como creíbles.
Sin embargo, omite todo análisis o referencia a los dichos del encartado,
quien declara en estrados, da una dinámica similar a lo indicado por la victima pero
que niega el elemento propio del delito por el que se le acusa, esto es, el ánimo de
apropiación del arma de fogueo, y que en definitiva lo reduce para los efectos de
defenderse ante la posibilidad cierta de una agresión por parte de la víctima.
En efecto, nada dice el Tribunal frente a la versión del acusado, debiendo por
mandato legal referirse a toda la prueba y medios de convicción que se rindan durante
la audiencia, ya sea para desestimar versiones o afianzar versiones de uno u otro
interviniente, no siendo concordante con el artículo 342 en su letra c) sólo la
reproducción de las declaraciones del acusado, tal y como lo hace el Tribunal, en su
considerando tercero, sin señalar los motivos fácticos o circunstancias por las que se
valoran unas y no las otras, sobre todo tomando en consideración que las
declaraciones tanto de víctima como de acusado son coincidentes en cuanto al hecho
de que existió un enfrentamiento previo derivado de la utilización por parte de la
víctima de una arma de fuego intimidatoria.
Sobre todo este argumento plenamente válido cuando el Tribunal razona,
apartándose de los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados, en el inciso segundo del considerando
octavo, al indicar que existe inequívocamente que hubo apropiación de un bien mueble
ajeno- la pistola con la que le apuntaban-, pero además agrega en el inciso quinto que
esta sustracción fue con ánimo de lucro.
En esta parte se debe tomar en consideración, aun cuando el Tribunal no
desarrolla el motivo de su rechazo, que la apropiación de la pistola de fogueo fue
destinada para lograr vencer la amenaza de la que estaba siendo objeto por parte de
la víctima, e incluso reconoce, sin que el tribunal tampoco lo valore, que la pistola la
lanzó al piso luego de apropiada, sin ánimo de lucro, sólo de defensa.
Obviamente que las lesiones que se le han causado a la víctima provienen
del mismo forcejeo y pelea pero no con la finalidad de apropiarse de una especie
ajena para después lucrar con la misma.
Respecto del robo con violencia atribuido no hay más razonamientos a lo
largo del fallo, limitándose por último en el considerando décimo cuarto a desestimar
las alegaciones de la defensa por las razones que se indican, infringiendo de esa
manera la norma ya señalada.
2.- En cuanto al delito de abigeato hay infracciones que hacen anulables la
sentencia, según se pasa a exponer:
a) El relato del testigo presencial de los hechos atribuidos al acusado, don
Luis Mondaca Andrades es contradictorio con lo que declara don Leonardo Cisternas
Cortés y el Tribunal no se hace cargo de ellas.
En efecto, el primer testigo que nombramos señala que la cabra
supuestamente sustraída iba en el interior de un saco pero el segundo testigo al
declarar señala que la cabra era llevada por el mismo imputado pero al hombro y al
descubierto y no en el interior de un saco, cuestión vital para saber si efectivamente lo
que se llevaba, de acuerdo a la versión de este testigo, era un saco o una cabra como
lo señala el segundo testigo, estando ambos a la misma distancia de observación, no
cumpliendo el Tribunal con su deber de fundamentación para salvar las
contradicciones en este importante aspecto de la dinámica del hecho en el
considerando decimo, y sólo limitándose a señalar que el segundo testigo señaló que
le habrían sustraído una cabra de su propiedad.
b) Ahora bien, una segunda cuestión, si coincidiéramos con la exposición del
Tribunal en cuanto a la dinámica de la sustracción de la cabra se nos plantea de la
manera en que el Tribunal determina el delito base de la apropiación de la cabra, esto
es, en un lugar habitado o destinado a la habitación.
En este punto el Tribunal se aparta de los razonamientos en la forma que lo
indica el artículo 297 del Código Procesal Penal, por cuanto de un examen de la
prueba rendida no se puede concluir que el lugar en que habría sido sustraída la cabra
sea inequívocamente el lugar que utilizaba la víctima para vivir o pernoctar.
En efecto, el set fotográfico exhibido solo ilustra respecto del corral en que
habría permanecido la cabra y no se observa domicilio alguno de propiedad de la
víctima, tampoco introducen en sus declaraciones prestadas ante estrados la
ubicación y características del mismo, si lo habitaría o no su grupo familiar y detalles o
características en cuanto a su ubicación, lejana o contigua al corral de animales sobre
el que se habría producido.
Incluso se reconoce en las fotografías por parte del testigo Mondaca
Andrades que el cerco que se observa es el que sirve de límite al predio de propiedad
de la víctima con otro predio agrícola, denominado fundo Rio Blanco y no con el
domicilio del afectado.
De acuerdo a las máximas de la experiencia no necesariamente el lugar de
cultivo o de crianza de animales corresponde al lugar en que una persona o grupo
familiar habita ya sea en forma continua o interrumpida, por lo que la exigencia de
convicción en este punto debe ser a través de otros medios de prueba al efecto y que
en este juicio no se rindió.
En el considerando 10° , al establecer los hechos materia de esta acusación,
sólo se limitan a señalar que se trata del inmueble destinado a la habitación de la
víctima, siendo contradictorio en ese aspecto, incluso con otra de la prueba rendida,
las fotografías que dan cuenta del alambrado ya indicado, al señalar que se saltó el
perimetral, para luego efectuar un forado en la malla del corral, sin embargo, debemos
reiterar que no se acreditó que este cierre perimetral coincidiera en algún aspecto con
el domicilio de la víctima.
El testigo Luis Mondaca en el mismo considerando señala que luego de haber
terminado de trabajar con su tío y víctima, se dirigieron a hacer unas compras, pero de
esos dichos no se puede colegir sin incurrir en la infracción que venimos reclamando
en que el predio en donde trabajaba con su tío sea su lugar de residencia, declarando
además este mismo testigo que el acusado habría saltado el cerco del Fundo Rio
Blanco, para luego ingresar al predio de su tío y meterse al interior del corral, para lo
cual rompió una malla.
Nada más existe en su declaración respecto de si el predio era o no el lugar
de residencia de su tío y víctima de estos hechos.
El artículo 440 n°1 es claro al respecto, al indicar que se debe tratar de un
lugar habitado, destinado a la habitación o en sus dependencias, no desprendiéndose
de alguna forma que se encontrara cerca o lejos como dependencia destinada a su
habitación el corral desde donde fue sustraída la cabra.
En el considerando décimo cuarto se reafirma lo señalado por la defensa del
sentenciado al fundamentar el sentenciador, en su inciso tercero, el motivo por el que
se desestiman las alegaciones de la defensa ya que reconoce en la declaración del
testigo Luis Mondaca Andrades que observó al acusado ingresar al predio de su tío
(no a su casa o dependencia de su casa), para lo cual indicó este testigo que habían
previamente ingresado por el Fundo Rio Blanco, y así , en resumen, romper la malla
del corral y sustraer una cabra desde su interior.

SEGUNDO: Que en relación a la causal de nulidad anteriormente


mencionada, no debe perderse de vista que el artículo 297 inciso 1° del Código
Procesal Penal da libertad al tribunal a quo para la apreciación de la prueba, pero
poniéndole como límite a tal libertad el que no se incurra en contradicción a los
principios de la lógica, a las máximas de la experiencia y a los conocimientos
científicamente afianzados. Debe tenerse en cuenta por otra parte que los principios
de la lógica corresponden a las reglas del pensamiento lógico formal, permanentes e
invariables, que al decir de Couture, comprenden el principio de identidad, de no
contradicción, de razón suficiente y de tercero excluido. El respeto de estas directrices
asegura un razonamiento correcto en su forma y coherente en su estructura. Respecto
a las máximas de la experiencia, según Stein, ellas son definiciones o juicios de
contenido general, desligados de los hechos concretos que se juzgan en el proceso,
procedentes de la experiencia pero independientes de los casos particulares de cuya
observación se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validez
para otros nuevos (Friedrich Stein. El Conocimiento del Juez. Editorial Temis. Segunda
Edición. Pág 27. Bogotá 1999). En similar sentido se pronuncia Couture, para quien
son norma de valor general, independientes del caso específico, pero como se extraen
de la observación de lo que generalmente ocurre en numerosos casos, son
susceptibles de aplicación a todos los otros de la misma especie.

TERCERO: Que de lo señalado en el motivo 1° se desprende que lo afirmado


por la defensa del acusado D.C.M.T. es que en la sentencia se omitió el análisis de
toda la prueba, lo que trajo por consecuencia que se tuvieran por establecidos los
hechos correspondientes al primer hecho materia de la acusación, esto es, un delito
de robo con violencia en perjuicio de L.A.C.C. y del cual sería autor su defendido. Tal
situación se produjo, según el recurrente, porque en el considerando 7° de la
sentencia recurrida se ha omitido la apreciación probatoria de los dichos del acusado
D.C.M.T., limitándose los sentenciadores a analizar aquellos de la víctima, L.A.C.C. y
del funcionario de Carabineros, Raúl Carvajal, quien tomó declaración a L.A.C.C. en
el marco de la orden de investigar que le fue encomendada. Agrega el recurrente que
con la sola reproducción de lo dicho por el imputado en el juicio, no se cumple lo
exigido por el artículo 297 inciso 2° del Código Procesal Penal en cuanto a que el
tribunal debe hacerse cargo de toda la prueba producida. De haberse hecho el análisis
de la prueba con sujeción a lo dispuesto en el artículo citado, no se hubiera concluido
como se hizo en el motivo 8°, teniendo por acreditado que hubo apropiación de
especie mueble ajena, como era la pistola a fogueo y que ello lo hizo el acusado con
ánimo de lucro. En su opinión, debió tenerse en cuenta la concordancia entre los
dichos de la víctima y del acusado en el sentido de haber existido entre ambos un
enfrentamiento previo derivado del uso del arma de fogueo y que la apropiación de la
pistola fue ejecutada por el acusado para vencer la amenaza de que lo hacía objeto la
víctima, la cual resultó con lesiones provenientes del forcejeo o pelea, pero no tuvieron
ellas el objetivo de apropiarse de la especie ajena para después lucrar con la misma.

CUARTO: Que de la lectura de la sentencia se advierte que el tribunal a quo


en el motivo 3° señala que el encartado hizo uso de la facultad de prestar declaración
que le concede el artículo 326 del Código Procesal Penal, transcribiendo en lo
fundamental la misma, pero en los motivos 7° y 9° del fallo, en que se hace cargo de
analizar la prueba que dice relación con el robo con violencia materia de la acusación
(hecho N°1) y la participación que habría cabido al acusado en el mismo, se hace
cargo de ponderar los dichos de la víctima y de quien fue testigo de oídas de lo que le
refirió la víctima, el funcionario de carabineros Raúl Carvajal, omitiendo el análisis de
los dichos del acusado, respecto de los cuales para cumplir con el artículo 297 debió
haber dado las razones que se tenían para desestimar sus afirmaciones, o bien para
acogerlas, caso este último en que podría haber variado la conclusión sobre los
hechos, ya que el imputado en su declaración afirma, a diferencia de lo que dice la
víctima, que ésta cargó el arma, le apuntó y pasó la bala, lo que da a entender que
creyó que era un arma de fuego verdadera y no de fogueo, a lo que agrega que por
miedo a que le disparara se tiró sobre L.A.C.C. y le quitó el arma, botándola después.
Esta falta de análisis de la declaración del acusado hace, en concepto de estos
sentenciadores que se haya infringido la norma contenida en el inciso 2° del artículo
297, que obliga al tribunal de la instancia a hacerse cargo de toda la prueba producida,
incluso aquella que hubiere desestimado.

QUINTO: Que atendido lo reflexionado en el motivo precedente solo cabe


acoger la causal invocada por este primer capítulo, resultando, por tanto, innecesario
emitir pronunciamiento en relación al mismo motivo absoluto de nulidad impetrado en
relación al hecho Nº 2 de la acusación fiscal, en consideración a los efectos de la
invalidación que producirá la causal que se acogerá.
Y visto además lo dispuesto en los artículos 352, 358, 360, 372, 384 y 386 del
Código Procesal Penal, se acoge el recurso interpuesto por la defensa del imputado
D.C.M.T. y en consecuencia, se declaran nulos tanto la sentencia de fecha veintitrés
de mayo de dos mil catorce dictada en estos antecedentes, como la totalidad de lo
obrado en el juicio oral en que ella incide, debiendo procederse por el tribunal no
inhabilitado que corresponda a la realización de un nuevo juicio oral.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Ministro Titular, don Jaime Franco Ugarte.
Rol N° 228-2014 (Reforma Procesal Penal).
18. Se acoge recurso de nulidad presentado por DPP: hechos
acreditados por el Tribunal configuran el delito de robo por sorpresa y no robo
con violencia, (CA La Serena 06.08.2014 rol 246-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 373 b); CPP ART. 385; CP ART. 493; CP
ART. 436; CP ART. 342; CP ART. 433; CP ART. 439

Temas: Delitos contra la propiedad; Recursos

Descriptores: Errónea aplicación del derecho; Recurso de nulidad; Robo con


violencia o intimidación, Robo por sorpresa; Recalificación del delito

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge un recurso de nulidad presentado por


DPP, contra sentencia del TOP de La Serena que condenó a imputado por el delito de
robo con violencia por la causal de nulidad del artículo 373 letra b) del Código Procesal
Penal: aplicar fuerza sobre unos aretes, causando lesiones, se encuentra dentro del
tipo de robo por sorpresa por haber un arrebato repentino, súbito e imprevisto de una
cosa que lleva la víctima consigo, cuya rapidez sorprende la reacción de ésta y le priva
de toda posibilidad de repelerlo (Considerando 10º).

TEXTO COMPLETO

La Serena, seis de Agosto de dos mil catorce.

VISTOS:

En estos antecedentes rol único N° 1400132594-K, e interno del Tribunal 0-


145-2014, se registra la sentencia dictada por la Tercera Sala del Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de La Serena, constituida por los jueces Juan Carlos Espinosa Rojas,
quien presidió la audiencia, Juan Carlos Orellana Venegas (S) y Jimena Pérez Pinto,
de fecha 9 de Junio de 2014, que absolvió al acusado J.R.H.S., del delito de
receptación y lo condenó a la pena de diez años y un día de presidio mayor en su
grado medio, accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios
públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares
mientras dure la condena y al pago de las costas de la causa, como autor del delito de
robo con violencia cometido en Coquimbo el día 5 de febrero de 2014, en perjuicio de
L.D.V.
En contra de dicho fallo, el abogado don Armin Edgardo Staub Suazo,
Defensor Penal Público de Coquimbo, interpuso recurso de nulidad invocando la
causal prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal.
Declarado admisible el recurso, se llevó a efecto la audiencia fijada para su
vista el día 17 de Julio de 2014, con la concurrencia y alegato del abogado defensor
don Armín Staub y de la representante del Ministerio Público, doña Rocío Araya y
luego de la vista del recurso se citó a los intervinientes a la lectura del fallo para el día
6 de Agosto de 2014, a las 12:00 horas.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que en cuanto a la causal invocada, señala el recurrente que el


fallo ha calificado erróneamente los hechos, condenando al inculpado como autor de
un delito de robo con violencia, en consideración que debió haberlo condenado por el
delito de robo por sorpresa, previsto en el artículo 436 inciso segundo del Código
Penal, lo que influye sustancialmente en la sentencia, pues correspondía aplicar una
pena menor, lo que causa evidente perjuicio a su representado.
SEGUNDO: Que en orden a fundamentar el recurso, invoca el artículo 373
letra b) y 385 del Código Procesal Penal y reproduce el considerando séptimo del fallo,
el cual contiene los hechos que se dan por acreditados en la causa. Asimismo señala
el recurrente que en el considerado octavo y décimo del fallo, los sentenciadores
razonaron la forma en que los hechos corresponden a la figura de robo con violencia,
refiriendo que el elemento del tipo violencia en las personas aparece de manifiesto “en
la fuerza empleada directamente en contra de la víctima con la finalidad inequívoca de
quebrantar su voluntad y apoderarse de la especie…aplicando la fuerza directa y
necesaria con ambas manos sobre sus orejas y despojándola violentamente de sus
aretes con lo cual seccionó completamente el lóbulo del pabellón auricular
izquierdo…”, desestimando la sentencia la existencia de una teoría alternativa y la
solicitud de recalificación de los hechos a un delito de robo por sorpresa, por cuanto “el
elemento del debilitamiento de la víctima no estuvo dado por haber sido tomada
desprevenida, forma de comisión propia del delito de robo por sorpresa, sino por la
violencia ejercida por el encartado en momentos previos y coetáneos a la acción
apropiatoria”

TERCERO: Que el recurrente no desconoce la concurrencia de la violencia


en la comisión del delito, pero discute que ésta sea un elemento vinculado al robo con
violencia en el caso concreto. Sostiene que el criterio de distinción entre la violencia
que puede existir en el robo por sorpresa y en el robo con violencia, es la ausencia o
presencia respectivamente de un carácter coercitivo. Si la energía física se despliega
sólo para alterar en forma repentina la esfera de custodia sobre la cosa, el hecho
debe ser calificado como robo por sorpresa. Asevera que en el caso de autos el
maltrato de obra no se empleó para hacer que la cosa se entregue, se manifieste
donde se encuentra o para impedir la resistencia u oposición a que se quite, de
acuerdo al artículo 439 del Código Penal, sino que el hechor ingresó al local y primero
efectuó maniobras de confusión para luego dar inicio a la ejecución del robo en forma
sorpresiva, ambos elementos del tipo penal del robo con sorpresa. Concluye que
existió una errónea aplicación de la ley señalada que influyó sustancialmente en lo
dispositivo del fallo, pues se calificó erróneamente los hechos y en definitiva se impuso
una pena superior a la que corresponde, por cuando se condenó a su representado
como autor del delito de robo con violencia, en circunstancias que correspondía
condenarlo por robo con sorpresa previsto en el inciso segundo del artículo 436 del
Código Penal, lo que constituye un agravio para el imputado, solicitando se declare
nula la sentencia recurrida y conforme al artículo 385 del Código Procesal Penal, se
dicte sin nueva audiencia pero separadamente sentencia de reemplazo, calificando los
hechos como el delito contemplado en el inciso segundo del artículo 436 del Código
Penal.

CUARTO: Que si bien en el recurso se observan reparos de redacción, por


cuanto se invoca como causal de nulidad la del artículo 397 letra b) del Código
Procesal Penal y seguidamente se refiere al artículo 385 del mismo cuerpo legal, del
desarrollo del cuerpo del recurso esta Corte entiende que la infracción de ley
reprochada se refiere al artículo 436 del Código Penal, en el sentido que los hechos
establecidos fueron calificados como robo con violencia, debiendo haberse aplicado el
tipo penal contemplado en el inciso segundo de dicho artículo, que configura el delito
de robo por sorpresa.

QUINTO: Que una vez explicado lo anterior, se advierte que la materia


jurídicamente controvertida y en que se contrapone lo sostenido en la sentencia, con la
tesis que sustenta el recurrente es, si los hechos que se tienen por acreditados por el
tribunal y que se contienen en el considerando séptimo del fallo constituyen el delito de
robo con violencia o el delito de robo por sorpresa.
SEXTO: Que invocada la causal contemplada en la letra b) del artículo 373
del Código Procesal Penal, la Corte sólo está autorizada para determinar si respecto
de los hechos inamovibles sentados por el tribunal, se ha efectuado por éste una
adecuada aplicación del derecho. Luego, para dilucidar si se ha incurrido en una
aplicación errónea del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo
del fallo, es preciso determinar en qué consiste el robo por sorpresa, cuáles son sus
características y que diferencias presenta con el delito de robo con violencia.

SÉPTIMO: Que al efecto, el artículo 436 inciso 2º del Código Penal, tipifica el
delito de robo por sorpresa, al señalar que “Se considerará como robo y se castigará
con la pena de presidio menor en sus grados medio a máximo, la apropiación de
dinero u otras especies que los ofendidos lleven consigo, cuando se proceda por
sorpresa o aparentando riñas en lugares de concurrencia o haciendo otras maniobras
dirigidas a causar agolpamiento o confusión”. En cuanto a la doctrina, don Alfredo
Etcheverry en su libro “Derecho Penal” expresa que “El factor esencial de esta forma
delictiva es el debilitamiento de la defensa privada que proviene del hecho de que la
víctima es cogida desprevenida. No hay clandestinidad, porque se procede
abiertamente y la víctima advierte lo que ocurre, pero que tampoco hay violencia (no
más de la indispensable para arrebatar de las manos, quitar de los bolsillos, etc. los
objetos sustraídos) Si el sujeto pasivo no impide el delito, ello se debe a la
imposibilidad de reaccionar debido a lo rápido e inesperado del ataque”. Para don
Jorge Mera Figueroa “...lo que se desvaloriza en esta figura de excepcional gravedad
es la relación especial que se da entre la violencia o la intimidación en las personas
(por ejemplo lesiones) y la apropiación. No basta con que objetiva y subjetivamente
existan ambos injustos (lo que daría lugar sólo a un concurso entre hurto y lesiones);
es preciso que la violencia en las personas (lesiones, en lo que ahora interesa) se
realice para obtener la apropiación, lo que obviamente no sucede cuando las lesiones
son sólo el efecto inherente de la apropiación rápida y sorpresiva de los objetos que
las personas llevan consigo.” (transcrito en sentencia contra Pedro Amaya Marchant,
citada en “El Robo como Coacción” de Antonio Bascuñán, Revista de Estudios de la
Justicia Nº1, año 2002)

OCTAVO: Que en relación al robo con violencia, el artículo 432 del Código
Penal establece: “El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo de lucrarse se
apropia cosa mueble ajena usando de violencia o intimidación en las personas o de
fuerza en las cosas, comete robo; si faltan la violencia, la intimidación y la fuerza, el
delito se califica de hurto”. Asimismo, el artículo 433 del citado cuerpo legal señala: "El
culpable de robo con violencia o intimidación en las personas, sea que la violencia o la
intimidación tenga lugar antes del robo para facilitar su ejecución, en el acto de
cometerlo o después de cometido para favorecer su impunidad, será castigado:..." .
Finalmente el artículo 439 del mismo Código señala: "para los efectos del presente
párrafo se estimarán por violencia o intimidación en las personas los malos
tratamientos de obra, las amenazas ya para hacer que se entreguen o manifiesten las
cosas, ya para impedir la resistencia u oposición a que se quiten, o cualquier otro acto
que pueda intimidar o forzar a la manifestación o entrega." En cuanto a doctrina se
trata, el profesor don Mario Garrido Montt, en su obra Derecho Penal, Tomo IV Parte
Especial, Editorial Jurídica de Chile, señala: "La violencia o la intimidación están
circunscritas y determinadas por la noción de apropiación. Siempre que hayan estado
dirigidas a concretar la apropiación, han de ser consideradas como elementos del
tipo robo...”. A su turno el profesor don Alfredo Etcheverry, en su libro Derecho Penal,
Parte Especial, Tomo III, Tercera Edición Revisada y Actualizada, Editorial Jurídica de
Chile, señala: "Subjetivamente, la violencia debe estar en relación de medio a fin con
la realización misma del delito o con su impunidad: debe haber sido ejercida para
facilitar o cometer el robo o para procurar su impunidad”
NOVENO: Que el fallo impugnado, en su considerando séptimo establece
como hechos de la causa lo siguiente: “El día 5 de febrero de 2014, alrededor de las
10:30 horas, al interior de la vidriería El Diamante de Coquimbo, el imputado “se
abalanzó sobre L.D.V., posicionando ambas manos sobre sus orejas y arrancó de
éstas a viva fuerza sus aros, causándole lesiones y huyendo con ellos en su poder.
Que estos hechos configuran un delito de robo con violencia previsto y sancionado en
el artículo 436 inciso primero en relación con el artículo 432 y 439 todos del Código
Penal, en el que ha tenido participación el encartado en calidad de autor, dada la
ejecución inmediata y directa que hizo de los hechos”. Asimismo, en el considerando
Octavo de la sentencia, refiriéndose a la prueba de cargo, especialmente al testimonio
de la víctima, se señala que el hecho delictual se consumó luego de ingresar el
imputado como supuesto comprador al local comercial en que se desempeñaba la
víctima. Seguidamente el considerando Décimo del fallo refiere que “la prueba de
cargo resultó contundente, el prístino reconocimiento de la víctima reiterado en la
audiencia de juicio, estuvo fundado en el tiempo de interacción de 10 minutos
aproximados que mantuvo con el acusado cuando éste le consultaba por las
mercancías que se vendían al interior de la vidriería y posteriormente cuando la
enfrentó arrojándose sobre ella y ejerciendo directamente la fuerza sobre su cuerpo
con el dolo inequívoco de apoderarse de sus especies, un par de aros”

DÉCIMO: Que estos sentenciadores, de la descripción de los hechos


reseñados en la sentencia de primera instancia, consideran que efectivamente en
autos se ha configurado el delito de robo por sorpresa, por cuanto como ya se ha
expuesto, la sorpresa es el arrebato repentino, súbito e imprevisto de una cosa que
lleva la víctima consigo, cuya propia rapidez sorprende la reacción de ésta y le priva
de toda posibilidad de repelerlo. Precisamente ésta es la situación que se ha
producido en el caso en estudio, en que tuvo por establecido que un individuo ingresó
al local comercial como supuesto comprador y luego de aproximadamente
transcurridos 10 minutos en los cuales efectuaba consultas a la dependiente por las
mercaderías que se vendían al interior de la vidriería, se arrojó sobre la víctima
posicionando ambas manos sobre sus orejas y arrancando de éstas a viva fuerza sus
aros, causándole lesiones y huyendo con ellos en su poder, sin que influya en el tipo
penal del robo por sorpresa la circunstancia de que la víctima haya resultado con
lesiones, pues éstas se produjeron a raíz del tirón de las especies que la ofendida
llevaba consigo. A mayor abundamiento, para que se hubiese configurado el delito de
robo con violencia, era necesario que la agresión o violencia tuviese lugar dentro del
contexto de los actos desplegados por el imputado con el propósito unívoco de
apropiarse de cosa ajena contra la voluntad de su dueño, lo que no se observa en el
caso concreto.

UNDÉCIMO: Que en consecuencia, se concluye que los sentenciadores han


incurrido en la causal de nulidad contemplada en el artículo 373 letra b)
del Código Procesal Penal, esto es errónea aplicación del derecho que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, por cuanto de haberse aplicado
correctamente las disposiciones legales que rigen la materia, los hechos establecidos
habrían configurado el tipo penal de robo por sorpresa, correspondiendo al imputado
una pena inferior a la que se aplicó, razón por la cual el recurso de nulidad en análisis
debe ser acogido.
Por lo expuesto, disposiciones legales citadas y las contenidas en los
artículos 373 letra b) , 380, 383 y 385 del Código Procesal Penal, SE ACOGE el
recurso de nulidad deducido en contra de la sentencia de fecha 9 de Junio de 2014
dictada por la Tercera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, que
absolvió al acusado J.R.H.S. del delito de receptación y lo condenó a la pena de diez
años y un día de presidio mayor en su grado medio, accesorias de inhabilitación
absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de
inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena y al pago de
las costas de la causa, como autor del delito de robo con violencia cometido en
Coquimbo el día 5 de febrero de 2014, en perjuicio de L.D.V., y se declara que es nulo
el referido fallo, procediendo a dictar sin nueva audiencia, pero separadamente, la
siguiente sentencia de reemplazo.
Dése a conocer a los intervinientes que asistieron a la audiencia fijada al
efecto, sin perjuicio de notificarse por el estado diario.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Abogado Integrante doña Marcela Paz Viveros Varela.
Rol Nº 246-2014.-

La Serena, seis de agosto de dos mil catorce.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal


Penal, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

VI S T O S:

De la sentencia anulada se reproducen los considerandos primero al


séptimo con excepción de su último párrafo, además del considerando noveno,
undécimo, decimotercero y decimocuarto, eliminándose el octavo y el décimo en
adelante. Asimismo, se reproduce su parte resolutiva, con excepción del resuelvo II

Y SE TIENE ADEMÁS Y EN SU LUGAR PRESENTE:

PRIMERO: Que los hechos establecidos por el tribunal a quo y que se


contienen en el considerando séptimo de la sentencia, configuran el delito de robo por
sorpresa, previsto y sancionado en el artículo 436 inciso 2º del Código Penal, en el
que ha tenido participación el encartado en calidad de autor, dada la ejecución
inmediata y directa que hizo de los hechos. En efecto, la sorpresa, como elemento
esencial del delito que se estima configurado, es el arrebato repentino, súbito e
imprevisto de una cosa que lleva la víctima consigo, cuya propia rapidez sorprende la
reacción de ésta y le priva de toda posibilidad de repelerlo. Precisamente ésta es la
situación que se ha producido en el caso en estudio, en que se tuvo por establecido
que un individuo ingresó al local comercial como supuesto comprador y luego de
aproximadamente transcurridos 10 minutos en los cuales efectuaba consultas a la
dependiente por las mercaderías que se vendían al interior de la vidriería, se arrojó
sobre la víctima posicionando ambas manos sobre sus orejas y arrancando de éstas a
viva fuerza sus aros, causándole lesiones y huyendo con ellos en su poder. Que al
respecto, no influye en el tipo penal del robo por sorpresa la circunstancia de que la
víctima haya resultado con lesiones, pues éstas se produjeron a raíz del tirón de las
especies que la ofendida llevaba consigo. En el caso en estudio, para que se hubiese
configurado el delito de robo con violencia, era necesario que la agresión o violencia
tuviese lugar dentro del contexto de los actos desplegados por el imputado con el
propósito unívoco de apropiarse de cosa ajena contra la voluntad de su dueño, lo que
no se observa en el caso concreto.

SEGUNDO: Que tal como se señala en el considerando Undécimo de la


sentencia anulada, el extracto de filiación y antecedentes del acusado, acompañado
por el Fiscal en la oportunidad prevista en el inciso final del artículo 343 del Código
Procesal Penal, registra condenas anteriores como autor de un delito de hurto en el
año 2008. Anotación de fecha 4 de Junio de 2009 como autor de un delito de robo por
sorpresa y con fecha 7 de Enero de 2011 como autor de un delito tentado de robo
con violencia. Atendido lo expuesto y con el mérito de la última condena, corresponde
aplicar la agravante contemplada en el artículo 12 N°16 del Código Penal como autor
del delito de robo con sorpresa.

TERCERO: Que el delito de robo por sorpresa tiene asignada la pena de


presidio menor en sus grados medio a máximo y perjudicándole al acusado una
circunstancia agravante, sin que le beneficien atenuantes, de conformidad con lo
previsto en el artículo 68 inciso segundo del Código Penal, el tribunal no puede
imponerla en su mínimo.
Y visto además lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal
penal, se dispone:
Que se condena a J.R.H.S., a la pena de CINCO AÑOS de presidio
menor en su grado máximo, accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para
cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para
procesiones titulares mientras dure la condena y al pago de las costas de la causa
como autor del delito de robo por sorpresa cometido en Coquimbo el día 5 de Febrero
de 2014 en perjuicio de L.D.V.
Una vez ejecutoriado el presente fallo remítase junto a los antecedentes
que sean pertinentes al Juzgado de Garantía de Coquimbo, para los efectos del
cumplimiento de la sentencia, y devuélvase al Ministerio Público los documentos.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Abogado Integrante doña Marcela Paz Viveros Varela.
Rol Nº 246-2014.-
19. La prueba de la imputabilidad disminuida debe presentarse en la
etapa de juicio y no en la de determinación de pena (CA La Serena 07.08.2014 rol
248-2014)

Normas asociadas: CP ART. 456 bis a); CPP ART. 373 b); CPP ART. 374
e); CPP ART. 342 c); CP ART. 11 nº 1; CP ART. 10 nº 1; CPP ART. 343; CP ART. 15
nº 1; CPP ART. 375

Temas: Circunstancias atenuantes de la responsabilidad penal;


Determinación legal/judicial de la pena; Recursos

Descriptores: Atenuantes especiales; Errónea aplicación del derecho;


Imputabilidad; Nulidad de la sentencia; Receptación; Recurso de nulidad

SÍNTESIS: CA de La Serena rechaza recurso de nulidad presentado por DPP,


contra sentencia del TOP de La Serena que condenó a imputado por el delito de
receptación de vehículo motorizado: respecto de la causal del artículo 373 letra b) del
CPP, se indica, que la imputabilidad disminuida no es una circunstancia ajena al hecho
punible, sino propia e inherente al mismo, por lo que debe probarse durante la etapa
de juicio no resultando aplicable la norma de excepción del inciso final del artículo 343
del CPP; rechaza la causal subsidiaria del artículo 374 letra e) del CPP considerando
que no se observan vicios en cuanto a la fundamentación que efectúa el TOP respecto
del conocimiento del imputado, a lo menos presunto, del origen ilícito del vehículo que
conducía (Considerandos 5º y 9°)

TEXTO COMPLETO

La Serena, siete de agosto de dos mil catorce.

Vistos:

Comparece don MARCO CACERES MENDEZ, abogado, defensor penal


público, en causa seguida en contra de A.S.M.G., por delito de receptación de
vehículo motorizado, RUC Nº 1201246903-7, RIT Nº161-2014, e interpone recurso
de nulidad en contra de la sentencia de fecha 13 de Junio de 2014, dictada por la
Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, que condenó a su
representado a la pena de 541 días de presidio menor en su grado medio y multa de
cinco unidades tributarias mensuales, previsto y sancionado en el artículo en el
artículo 456 bis A del Código Penal.
Funda su recurso en el motivo de nulidad contemplado en el artículo 373 letra
b) del Código Procesal Penal, esto es, cuando, en el pronunciamiento de la sentencia,
se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que hubiere influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Solicita que se anule sólo la sentencia y se dicte sentencia de reemplazo que
se conforme a la Ley de la manera que se expone en la parte petitoria.
Subsidiariamente, y para el evento que se rechace la causal, invoca el motivo
de nulidad contemplado en el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, esto es,
cuando e la sentencia se hubiere omitido alguno de los requisitos previstos en el
artículo 342 letra c) del mismo código.
En el petitorio solicita que tener por interpuesto recurso de nulidad a fin de
que esta Corte lo acoja por la causal invocada de manera principal, e invalide la
sentencia definitiva dictada en el juicio oral, y que proceda a dictar, sin nueva
audiencia, pero separadamente, la respectiva sentencia de reemplazo, que deberá
reconocer la concurrencia de la atenuante de responsabilidad del artículo 11 Nº 1 en
relación al artículo 10 Nº 1 ambas normas del Código Penal, y en mérito de ello, rebaje
la pena a la de 61 días de presidio menor en su grado mínimo y 1 unidad tributaria
mensual, o bien, en subsidio acoja la causal interpuesta en tal carácter e invalide el
juicio oral y la sentencia definitiva a fin de que se lleve a efecto un nuevo juicio
conocido por el Tribunal no inhabilitado que corresponda.
Declarado admisible el recurso, con fecha 18 de julio último se llevó a efecto
la audiencia para su vista con la asistencia del Ministerio Público representado por la
abogado Rocío Araya y el Defensor del encartado, don Marco Cáceres, fijándose para
la lectura de fallo la audiencia del día 07 de agosto de 2014, a las 12 horas.

Considerando:

I. En cuanto a la causal contemplada en el artículo 373 letra b) del


Código Procesal Penal.

PRIMERO: Que en relación con el motivo principal de nulidad, estima el


recurrente que la infracción de ley denunciada, se comete por el tribunal en la
audiencia contemplada en el artículo 343 del Código Procesal Penal. Ello, pues si bien
la teoría del caso de la defensa fue rechazada, dictándose sentencia condenatoria,
durante el desarrollo de la denominada audiencia de determinación de pena, se
adjuntaron importantes antecedentes que fundamentaban la valoración de la
atenuante de responsabilidad penal de imputabilidad disminuida estatuida en el
artículo 11 Nº 1 en relación al artículo 10 Nº 1 ambas disposiciones del compendio
punitivo.

SEGUNDO: Que el tribunal a quo, en la motivación duodécima del fallo


impugnado, desestimó aplicar la minorante de responsabilidad penal alegada por la
defensa, estimando precluido el derecho a invocarla, atendida la oportunidad procesal
extemporánea en que se planteó, señalando al efecto que la circunstancia atenuante
de imputabilidad disminuida, consagrada en el artículo 11 N° 1 en relación con el
articulo 10 N° 1 del Código Penal, se pretendió fundar acompañando en el referido
estadio procesal tres informes periciales psicológicos y un informe pericial psiquiátrico,
además de copia de la sentencia ejecutoriada dictada respecto del mismo acusado,
con fecha 6 de noviembre de 2010, por esa misma sala del tribunal en causa RIT 387-
2010; estimando que ella resulta improcedente precisamente por haber sido invocada
en la etapa de determinación de la pena, es decir, como ajena al hecho punible, de
acuerdo a lo prescrito en el inciso final del artículo 343 del Código Procesal Penal, en
circunstancias que se trata de una minorante propia del hecho punible, por la que
debió haber sido impetrada durante la etapa de debate del juicio propiamente tal.

TERCERO: Que sin perjuicio, de lo expuesto, el mismo tribunal a quo,


ponderando los antecedentes aparejados por la defensa en orden a acreditar los
fundamentos de la eximente incompleta de responsabilidad penal alegada, estimó que
aún en el evento que hubiese resultado procedente su alegación en la etapa procesal
en que fue invocada, igualmente hubiese sido desestimada, por considerar que los
informes psicológicos acompañados por la defensa son absolutamente contradictorios
con el peritaje psiquiátrico, toda vez que este último concluye que el acusado es un
paciente inteligente, hábil, que conoce y maneja con destreza las variables de los
procedimientos legales; que si bien la vulneración crónica de sus derechos infantiles,
es innegable, como también lo es su condición de adicto, no encuentra motivos
actuales para plantear una imputabilidad disminuida; que el paciente ha tenido
oportunidades de rehabilitarse, conoce perfectamente las consecuencias de su
consumo y de las conductas delictuales con que rápidamente se vincula éste, y a
pesar de ello, opta repetidamente por volver a consumir; y que no hay evidencias
clínicas de compromiso cognitivo o neurológico que pueda afectar su imputabilidad.
CUARTO: Que en doctrina se ha entendido por imputabilidad disminuida

, siendo
posible afirmar que dicho instituto del derecho penal no es una forma autónoma de
“semi- imputabilidad”, sino un caso de imputabilidad, pues el sujeto a n es capaz de
comprender el injusto del hecho y de actuar conforme a esa comprensión. Más aun, la
capacidad de control es un concepto graduable: puede a una persona serle más o
menos dificultosa la motivación por la norma. ( ESSELS, Johannes (1980): “Derecho
Penal Parte General”, Buenos Aires: Depalma, p. 114. )
En Chile, la imputabilidad disminuida se encuentra concebida como una
eximente incompleta, vale decir, la primera atenuante comprendida en el artículo 11
del Código Penal, en relación con cualquier eximente de responsabilidad penal
prevista en el artículo 10, cuando no concurran todos los requisitos necesarios para
eximir de responsabilidad en los respectivos casos.

QUINTO: Que en este orden de ideas, la capacidad de comprensión


disminuida que puede atribuirse a un menor de edad imputable conforme a la ley
sobre responsabilidad penal adolescente, no es una circunstancia ajena al hecho
punible, sino propia o inherente al mismo, de tal guisa que, en la especie, no
resultaba aplicable la norma de excepción del inciso final del artículo 343 del Código
Procesal Penal que permite al tribunal abrir debate cuando se alegaren circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal, ajenas al hecho punible, por lo que no se
advierte que el tribunal a quo haya cometido en su sentencia infracción de ley que
hubiere influido substancialmente en lo dispositivo de la misma, habida consideración
de lo cual, se desestimará el motivo principal de nulidad del fallo invocado por la
defensa del encartado.

II.- En cuanto a la causal subsidiaria del artículo 374 letra e).

SEXTO: Que, al respecto, el recurrente refiere que el principio de libre


valoración de la prueba no significa que el tribunal tenga una facultad libérrima y
omnímoda, sin limitaciones, entendiendo que el juez debe apreciar las percepciones
durante el según los principios generales de la lógica y máximas de la experiencia.
Expresa que, el órgano sentenciador incurrió en la causal invocada, lo cual
constaría a partir de los relatos – contradictorios en su concepto - del funcionario
policial y la víctima. Ello, en razón de que Juan Gimen Colil, Sargento Segundo de
Carabineros de Chile declaró que, "el conductor perdió el control del móvil y se lanzó
del mismo, dejando el vehículo andando, el cual quedó girando en trompo hasta que
se detuvo al chocar con la vereda",...." que en el sello de la revisión técnica que la
camioneta tenía en el parabrisas, aparecía la placa patente.." "que al revisar las
condiciones en que se encontraba el vehículo constataron que le faltaban ambas
placas patentes, la delantera y la trasera, que las chapas de las puertas estaban
reventadas, y que en la chapa de contacto había una cortaplumas con mango negro
que hacía las veces de llave de contacto del vehículo; que no le preguntaron al
detenido de quién era el vehículo...” Empero -agrega- por su parte, la víctima, dueño
del vehículo señala en lo esencial que, " luego de un mes y doce días, Carabineros fue
a su domicilio en Tongoy informándole que habían encontrado la camioneta en Las
Compañías y que la persona que la conducía estaba detenida, por lo que fue a la 6a
Comisaría, donde la reconoció, la cual estaba con las chapas de las puertas sin ningún
daño, pero se encontraba sin las placas patentes, con una ventana trasera quebrada y
con la chapa de contacto rota, la que tenía puesto un cuchillo con la punta quebrada
para echarla a andar; que se la entregaron en esas condiciones y que utilizó ese
cuchillo como llave durante tres semanas aproximadamente, hasta que el seguro se
hizo cargo de la reparación. Indicó que ese cuchillo era de aproximadamente unos 15
centímetros, tipo cortaplumas, y con el mango retráctil, cerámico, de color blanco con
rayas café.
Confrontando las anteriores declaraciones, el recurrente explica que el relato
del funcionario de Carabineros tiene yerros que atentan contra los principios de la
lógica y máximas de la experiencia. Ello, pues a su juicio resulta ilógico que el vehículo
se diera trompos sin persona alguna conduciéndolo. Además el funcionario policial
señaló que las chapas de las puertas estaban reventadas, en circunstancias que la
víctima señala que las chapas estaban sin ningún daño; y que el supuesto cuchillo
encontrado en la chapa de contacto, el funcionario policial lo designa como de color
negro, en circunstancias que la víctima señala que le entregaron la camioneta con un
cuchillo de mango cerámico, de color blanco. A ello, se agrega el hecho de no haberse
acompañado fotografías del estado de las chapas del vehículo, la falta de indagación
sobre el origen de la especie (sic), y el transcurso de un término superior a un mes
entre el hurto del vehículo y el momento en que fue encontrado en poder del
encartado.
Denuncia que el tribunal a quo no se hizo cargo de estas contradicciones que
refiere ni explica la razón por la que da por la que otorga veracidad a una declaración
en desmedro de la otra.

SÉPTIMO: Que, según se establece en la motivación primera del fallo que se


revisa en estos antecedentes, los hechos materia de la acusación, según el auto de
apertura del juicio oral, son del siguiente tenor literal: “El día 17 de diciembre de 2012,
a las 03:10 horas aproximadamente, funcionarios de Carabineros, mientras patrullaban
por calle La Paz, Compañía Alta, comuna de La Serena, sorprendieron al acusado
A.S.M.G., manejando el vehículo PPU DCGP-56, sin portar placas reglamentarias, y
con las chapas de sus puertas forzadas, y con un cuchillo en el contacto que hacía las
veces de llave, vehículo de propiedad de don A.J.M.G., valorado en la suma de
$14.000.000, conociendo o no pudiendo menos que conocer el origen ilícito de esta
especie, sustraída en la ciudad de La Serena, hecho denunciado en el Parte Policial
N° 5661, de fecha 05 de noviembre de 2012, 1º Comisaría de La Serena.”

OCTAVO: Que en orden a establecer la responsabilidad de autor del ilícito


investigado que le cupo al encartado de conformidad al artículo 15 Nº 1 del Código
Penal, el tribunal a quo - según consta en el considerando séptimo del fallo – estimó
que de acuerdo a los principios de la lógica y las máximas de la experiencia, y tras
ponderar la prueba, arribó a la presunción judicial en el sentido que nadie que huye de
la policía conduciendo un vehículo que no portaba sus placas patentes y que en lugar
de la llave que habitualmente se utiliza en la chapa de contacto, mantenía puesta una
cortaplumas para lograr darle arranque al móvil, podría alegar ignorancia acerca de su
origen espurio, el cual debiese conocer o no podría menos que conocer. Y en la
motivación octava, agrega que resulta totalmente inverosímil la declaración del
acusado en el sentido que momentos antes, mientras se encontraba en una fiesta,
había ido a comprar a una botillería, conduciendo la referida camioneta, en compañía
de su amigo Jimmy Contreras y de otros tres sujetos, la cual estaba estacionada
afuera de la casa donde se desarrollaba la fiesta, que al subirse a dicho móvil no
preguntó a quién le pertenecía, que no requirió la documentación del mismo, que no
se fijó si tenía puestas sus placas patentes, y que la hizo partir con una manilla
redonda de plástico negro, similar a una llave, que estaba puesta en la chapa de
contacto, agregando que mientras se trasladaban en dicha camioneta, al percatarse
que Carabineros venía detrás, sus acompañantes le dijeron que huyera, que se puso
nervioso ya que no tenía licencia de conducir, por lo que aceleró, siendo perseguido
por Carabineros, hasta que unas cuadras más allá la camioneta se paró y todos se
dieron a la fuga, escondiéndose él debajo de otro vehículo, donde fue detenido.
NOVENO: Que la versión del acusado confrontada con la prueba rendida en
su contra por el acusador, ponderada conforme a los principios de la lógica, máximas
de la experiencia y conocimientos científicamente afianzados, permitió al tribunal a
quo, más allá de toda duda razonable, estimar plenamente justificada la comisión del
ilícito y existencia del elemento subjetivo del delito de receptación a su respecto, por
cuanto, las circunstancias en que fue sorprendido por el personal policial revelaron de
manera irrefutable su conocimiento, a lo menos presunto, del origen ilícito del vehículo
que conducía, por lo que sus afirmaciones en cuanto a su total falta de conocimiento
de aquello no resultaron creíbles para el tribunal, tornando inverosímiles sus dichos,
habida consideración de lo cual se desechará la causal subsidiaria materia de este
análisis.

DÉCIMO: Que, sin perjuicio de lo que se ha concluido precedentemente, esta


Corte en ejercicio de la facultad que acuerda el artículo 375 del Código Procesal
Penal, deja constancia que la pena corporal impuesta corresponde a la de presidio
menor en su grado medio y no en su grado máximo, como erróneamente consignan
los sentenciadores en el fallo impugnado.
Por estas consideraciones, citas legales, y visto además lo dispuesto en los
artículos 372, 375, 376 y 384 y demás pertinentes del Código Procesal Penal se
decide:
SE RECHAZA, con costas, el recurso de nulidad interpuesto por el abogado
don MARCO ALEJANDRO CÁCERES MÉNDEZ, en representación del encartado
A.S.M.G., en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha trece de junio de dos
mil catorce, por el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de La Serena, declarándose que
dicha sentencia no es nula.
Incorpórese a la carpeta digital, debiendo mantenerse su original en el
correspondiente Registro del señor Secretario.
Redacción del abogado integrante, don Reinaldo Villalobos Pellegrini.
Rol N° 248-2014-REF. PROC.-
20. Si ha transcurrido más de 5 años desde la perpetración del delito
anterior resulta improcedente considerar la agravante de reincidencia. (CA La
Serena 07.08.2014 rol 250-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 373 b); CP ART. 104; CP ART. 385; CP ART.
12 nº6; CP ART. 11 nº9; CP ART. 67; L18.290 ART. 196 e)

Temas: Determinación legal/judicial de la pena; Recursos; Ley de tránsito

Descriptores: Conducción en estado de ebriedad; Errónea aplicación del


derecho; Nulidad de la sentencia; Otros delitos de la Ley de tránsito; Prescripción;
Recurso de nulidad; Remisión condicional de la pena

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge recurso de nulidad presentado por DPP,


contra sentencia del Juzgado de Garantía de La Serena que condenó a imputado por
delito de conducción en estado de ebriedad basado en la causal de nulidad del artículo
373 letra b) del CPP, por una errónea aplicación del Derecho por parte del Juez, al no
aplicar el artículo 104 del CP, y considerar en la misma la concurrencia de la
agravante de reincidencia del artículo 12 nº6 del CP. La Corte estima que hubo una
errónea aplicación del Derecho, al haber transcurrido más de 5 años desde la
perpetración de un simple delito de manejo en estado de ebriedad, cumpliéndose el
plazo de condonación del artículo 104 del CP, y por ende siendo improcedente la
concurrencia de la agravante del artículo 12 nº6 del CP. (Considerando 3º)

TEXTO COMPLETO

La Serena, siete de Agosto de dos mil catorce.

VISTOS:

En estos antecedentes rol único N° 1301158721-0, e interno del Tribunal 0-


1690-2014, se registra la sentencia dictada por don Juan Carlos Orellana Venegas,
Juez de Garantía de La Serena, de fecha 19 de Junio de 2014, que condenó a don
Á.M.G.T., a sesenta y un días de presidio menor en su grado mínimo, accesoria de
suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, multa de dos
unidades tributarias mensuales y suspensión de su licencia de conducir por el lapso de
cinco años, por su responsabilidad en calidad de autor en el delito consumado de
conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, concediéndosele la pena
sustitutiva de remisión condicional de la pena, quedando sujeto al control de
Gendarmería de Chile, por el lapso de tres años, en el medio libre.
En contra de dicho fallo, doña Paula Pérez Salinas, Defensor Penal Público
de La Serena, interpuso recurso de nulidad invocando la causal prevista en el artículo
373 letra b) del Código Procesal Penal, esto es haber hecho el tribunal una errónea
aplicación del derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
solicitando en su parte petitoria, declarar nula la sentencia recurrida y conforme al
artículo 385 del Código Procesal Penal, dictar sin nueva audiencia pero
separadamente, sentencia de reemplazo disponiendo condenar a su representado a
sesenta y un días de presidio menor en su grado mínimo, accesoria de suspensión de
cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, multa de dos unidades
tributarias mensuales y suspensión de su licencia de conducir por el lapso de dos
años, por su responsabilidad en calidad de autor en el delito consumado de
conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, concediéndosele la pena
sustitutiva de remisión condicional de la misma, quedando sujeto al control de
Gendarmería de Chile, por el lapso de un año, en el medio libre.
Declarado admisible el recurso, se llevó a efecto la audiencia fijada para su
vista el día 18 de Julio de dos mil catorce, con la concurrencia y alegato de la
abogada defensora doña Paula Pérez Salinas y el representante del Ministerio
Público, don Nicolás Nicoreanu y se citó a los intervinientes a la lectura del fallo para
el día 7 de Agosto de 2014, a las 12:15 horas.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: En cuanto a la causal invocada, expone el recurrente que al


condenar al imputado como autor del delito de manejo en estado de ebriedad, se ha
efectuado una errónea aplicación del artículo 12 N°16 del Código Penal, por cuanto
sostiene dicha agravante no debió considerarse, ya que la condena que fundamenta
tal reincidencia consistió en la pena de un simple delito respecto de cuya fecha de
comisión han transcurrido más de cinco años, encontrándose prescrita en virtud del
artículo 104 del Código punitivo. Expone que el fallo aplicó esta agravante condenando
al imputado a una pena accesoria de suspensión de licencia de conducir de cinco
años, compensando racionalmente la agravante aludida con la del numeral noveno del
artículo 11 del Código Penal, según lo dispuesto en el artículo 67 del mismo,
imponiendo a su vez la pena sustitutiva de remisión condicional, quedando el imputado
sujeto a control de Gendarmería de Chile, por el lapso de tres años en el medio libre.
Señala que conforme al extracto de filiación y antecedentes de su representado,
consta una condena emanada del Juzgado de Garantía de Coquimbo, en causa RIT
2791-2008, de fecha 4 de Julio de 2008, en contra del acusado como autor del delito
de manejo en estado de ebriedad simple, contenido en el artículo 196 E de la Ley de
Tránsito, en relación con el artículo 115 inciso 2° del mismo cuerpo legal, pena que fue
cumplida, habiendo transcurrido más de cinco años desde la comisión de dicho simple
delito, por lo que, por aplicación del artículo 104 del Código Penal, no se configura la
agravante aplicada por prescripción de la misma. Alude que la errónea aplicación del
derecho incide sustancialmente en lo dispositivo del fallo, ya que de no ser
considerada la agravante, se habría aplicado una pena de suspensión de licencia de
conducir inferior a la que se aplicó, esto es de dos años y no de cinco, y se habría
aplicado la pena sustitutiva de remisión condicional por un período menor, esto es de
un año y no de tres como se estableció, lo que significa un grave perjuicio para su
representado, al ver agravada su responsabilidad sin existir amparo legal para ello.

SEGUNDO: Que, el inciso primero del artículo 196 de la Ley de Tránsito


establece : "El que infrinja la prohibición establecida en el inciso segundo del artículo
110, cuando la conducción, operación o desempeño fueren ejecutados en estado de
ebriedad, o bajo la influencia de sustancias estupefacientes o sicotrópicas, será
sancionado con la pena de presidio menor en su grado mínimo y multa de dos a diez
unidades tributarias mensuales, además de la suspensión de la licencia para conducir
vehículos motorizados por el término de dos años, si fuese sorprendido en una primera
ocasión, la suspensión por el término de cinco años, si es sorprendido en un segundo
evento y, finalmente, con la cancelación de la licencia al ser sorprendido en una
tercera ocasión, ya sea que no se ocasione daño alguno, o que con ello se causen
daños materiales o lesiones leves. Se reputarán leves, para estos efectos, todas las
lesiones que produzcan al ofendido enfermedad o incapacidad por un tiempo no mayor
de siete días”
A su vez el inciso segundo de la disposición legal precisa “Si, a consecuencia
de esa conducción, operación o desempeño, se causaren lesiones graves o menos
graves, se impondrá la pena de presidio menor en su grado medio y multa de cuatro a
doce unidades tributarias mensuales, además de la suspensión de la licencia de
conducir por el término de treinta y seis meses en el caso de producirse lesiones
menos graves, y de cinco años en el caso de lesiones graves. En caso de
reincidencia, el juez deberá decretar la cancelación de la licencia”
TERCERO: Que del análisis de los antecedentes de hecho y jurídicos
incorporados en autos, aparece con meridiana claridad que el delito de la misma
especie perpetrado pretéritamente constituye un simple delito de manejo en estado de
ebriedad, y para tal efecto, como han transcurrido más de cinco años entre éste y el
actual ilícito, es claro que para todos los efectos legales, ha transcurrido el plazo de
condonación establecido en el artículo 104 del Código Penal, y por ende penalmente
es improcedente agravar la responsabilidad del acusado con la causal de reincidencia
establecida en el artículo 12 N° 16 del Código Punitivo, esto es, ser reincidente en
delito de la misma especie. De no aceptarse lo expuesto, se presentaría la paradoja
que la pena principal de presidio, al haber transcurrido el respectivo plazo aludido en el
artículo 104 del Código Penal, no pudiera ser agravada con la reincidencia, pero sí
tuviera que serlo la accesoria de suspensión de licencia.

CUARTO: Que lo precedentemente razonado se encuentra en plena relación


con lo verdaderamente querido por el legislador, preocupado siempre que el
transcurso del tiempo, beneficie al infractor, y no que la simple repetición de estos
mismos delitos cualquiera sea el tiempo que medie entre uno y otro ilícito, permita
entonces agravar la sanción al imputado, lo cual efectivamente va en contra de lo
señalado y de las normas que rigen la materia.

QUINTO: Que, asimismo y en orden a reforzar los argumentos expuestos,


estos sentenciadores concuerdan con el voto de minoría expresado en sentencia de
fecha 20 de marzo de 2013 de la Corte de Apelaciones de San Miguel, causa Rol de
Corte N° 089-2013, en el cual en síntesis, previene que el artículo 196 de la Ley de
Tránsito fue modificado por la Ley N°20.560, publicada en el Diario Oficial con fecha
15 de Marzo de 2012, quedando con la redacción actual transcrita en el considerando
segundo y que estudiada la historia del establecimiento de esta ley modificatoria, lo
que se perseguía era “instaurar criterios objetivos que determinen la reincidencia…” o
“ajustar las sanciones accesorias de los reincidentes en el manejo en estado de
ebriedad…” seg n el mensaje que envió el Ejecutivo al Congreso el 17 de Mayo de
2011 (Biblioteca del Congreso Nacional, Historia de la Ley N°20.580, página 11).
Asimismo, relata que en la misma discusión del origen de esta ley se mantuvieron los
criterios del aludido mensaje, agregándose la indicación de cuatro Diputados que
propusieron incorporar al inciso primero del artículo 196 el mecanismo de agravación
en el quantum de la accesoria de suspensión de licencia de conducir vehículos
motorizados desde los dos años a la cancelación de la licencia, según se tratare de
“una primera ocasión”, “un segundo evento” y “una tercera ocasión” y agrega que de la
lectura de las actas correspondientes, nunca se expresó la intención de transformar el
régimen respecto de la prescripción o no aplicación de la prescripción en lo referido a
la agravante de la reincidencia, y es más, precisamente se les consideró como
reincidencias sin hacer ningún otro alcance y en consecuencia, se mantuvo sin
reforma los efectos de lo dispuesto en el artículo 104 del Código Penal. De ahí
concluye que el mismo régimen regulatorio que es aplicable congruentemente a la
individualización de la pena corporal, debe ser considerado para la definición de las
accesorias correspondientes, en la especie la suspensión de la licencia de conducir
vehículos motorizados y finaliza exponiendo que una interpretación armónica de lo
prescrito en los incisos primero y segundo de la Ley N°20.580 lleva a la misma
conclusión, por cuanto el mecanismo de la cancelación de la licencia de conducir del
infractor penal que en el primer inciso se impone en base a ser sorprendido el
condenado en “una tercera ocasión”; en el inciso segundo supone para consecuencias
más graves nicamente “en caso de reincidencia”.

SEXTO: Que de lo consignado en el curso de este fallo, se hace evidente


que en el pronunciamiento de la sentencia se efectuó una errónea aplicación del
derecho, al haberse obviado la aplicación del artículo 104 del Código punitivo y
considerado la agravante del artículo 12 N°16 del Código Penal, no obstante
encontrarse ésta prescrita, lo que generó un perjuicio para el representado de la
defensa, que fue condenado a una sanción de suspensión de la licencia de conducir
vehículo motorizado superior a la que legalmente le correspondía, situación que por lo
demás, fue reconocida expresamente en estrados por el representante del Ministerio
Público, motivo por el cual el recurso de nulidad deberá acogerse, invalidándose la
sentencia y dictándose la sentencia de reemplazo pertinente.
Por estos fundamentos, disposiciones legales citadas y las contenidas en los
artículos 372, 373 letra b), 376, 384 y 385 del Código Procesal Penal, SE ACOGE el
recurso de nulidad deducido en contra de la sentencia de fecha 19 de Junio de 2014,
dictada por don Juan Carlos Orellana Venegas, Juez de Garantía de La Serena, y se
declara que es nula, procediendo a dictar sin nueva audiencia, pero separadamente, la
siguiente sentencia de reemplazo.
En cuanto a la solicitud del recurrente en orden a rebajar la pena sustitutiva
de remisión condicional de la misma de tres a un año, no habrá pronunciamiento, por
no ser materia que corresponda ser abordada en el presente recurso.
Regístrese.
Redacción del Abogado Integrante doña Marcela Paz Viveros Varela.
Rol Nº 250-2014.-

La Serena, siete de agosto de dos mil catorce.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal


Penal, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo:

VISTOS:

De la sentencia anulada se reproducen las citas legales y sus considerandos,


salvo el quinto.

Y SE TIENE ADEMÁS Y EN SU LUGAR PRESENTE:

Que en cuanto a la petición de la defensa del encartado de que su defendido


fuera sancionado con la pena de suspensión de la licencia de conducir vehículos
motorizados por el lapso de dos años, debe tenerse en cuenta que si bien, consta de
su extracto de filiación y antecedentes que fue condenado por sentencia de fecha 4
de Julio de 2008 dictada por el Juzgado de Garantía de Coquimbo, en causa RIT
2791-2008 , como autor del delito de manejo en estado de ebriedad simple, contenido
en el artículo 196 E de la Ley de Tránsito, en relación con el artículo 115 inciso 2° del
mismo cuerpo legal, habiéndose cumplido la pena impuesta, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 104 del Código Penal y debido a que nos encontramos ante
una agravación de la pena que toma como fundamento la reincidencia en delito de la
misma especie, o reincidencia específica, no resulta procedente tomar en cuenta el
hecho a que se refiere tal causa, en atención que ha transcurrido el plazo de cinco
años que contempla esta última norma citada en relación a los simples delitos. En
consecuencia, y de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 196 inciso 1° de la Ley
N°18.290, procede que la pena de suspensión de licencia con que se ha de sancionar
al imputado sea la de dos años.
Y visto además lo dispuesto en el artículo 385 del Código Procesal Penal, se
dispone:
I.- Que se condena a don A.M.G.T. a sesenta y un días de presidio menor en
su grado mínimo, accesoria de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo
de la condena, multa de dos unidades tributarias mensuales y suspensión de su
licencia de conducir por el lapso de dos años, por su responsabilidad en calidad de
autor, directo, culpable, material e inmediato y en grado de desarrollo consumado, en
un ilícito de conducir un vehículo motorizado en estado de ebriedad, previsto y
sancionado en el artículo 110 con relación al artículo 196 ambos de la Ley 18.290
Ley del Tránsito, hecho acaecido en horas de la madrugada el día 28 de Noviembre de
2013, en la vía pública de la ciudad de La Serena.
II.- Que reuniéndose en favor del sentenciado, requisitos legales para la
concesión de una pena sustitutiva, se le otorgará a éste la remisión condicional de la
misma quedando sujeto al Control de Gendarmería de Chile, por el lapso de tres años,
en el medio libre. Si no se cumple con esta exigencia y las demás de la Ley Nº 18.216,
se le revocará dicha pena sustitutiva, debiendo cumplir íntegramente la pena privativa
de libertad que se le impone, sirviéndole de abono a la misma, el día que estuvo
privado de libertad con motivo de esta misma causa.
III.- Que la multa impuesta deberá ser pagada en pesos, en el equivalente
que la referida unidad tributaria mensual tenga al momento de su pago efectivo,
mediante depósito en la Tesorería Regional de la República, dentro de los cinco días
siguientes contados desde que quede ejecutoriada la presente sentencia, sin otorgarle
parcialidades para su pago por ahora.
IV.- En el evento que el sentenciado carezca de bienes suficientes para
satisfacer la multa impuesta, sufrirá por vía de sustitución y apremio, la pena de
reclusión, regulándose en un día de privación de libertad por cada tercio de unidad
tributaria mensual a que ha sido condenado, sin que ello pueda exceder de seis
meses, lo que en la presente carpeta judicial equivale a seis días.
V.- Que se le exime del pago de las costas de la presente causa.
VI.- Que se le abonan los dos meses y quince días que la licencia de conducir
ha estado en poder del Ministerio Público, sin título alguno, a la pena de suspensión
de la misma.
Con la finalidad de hacer efectiva la suspensión, se deberá oficiar en su
oportunidad al Registro Nacional de Conductores, dependiente del Servicio de
Registro Civil e Identificación.
Dése cumplimiento en su oportunidad a lo dispuesto en el artículo 468 del
Código Procesal Penal.
Regístrese y devuélvase.
Redactada por Marcela Paz Viveros Varela, Abogado Integrante.
Rol 250-2014.-
21. Hay que atender a más circunstancias que la cantidad de droga para
calificar el delito como tráfico ilícito de estupefacientes (CA La Serena
12.08.2014 rol 252-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 e); CPP ART. 342 c); CPP ART. 297;
CPP ART. 373 b); L20.000 ART. 3; L20.000 ART. 4

Temas: Interpretación de la ley penal; Determinación legal/judicial de la pena;


Ley de tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas

Descriptores: Errónea aplicación del derecho; Nulidad de la sentencia; Porte


de droga; Prueba pericial; Recurso de nulidad; Tráfico ilícito de drogas; Valoración de
la prueba

SÍNTESIS: CA de La Serena rechaza recurso de nulidad interpuesto por el


MP, contra sentencia del TOP de Ovalle que condenó por el delito de tráfico en
pequeñas cantidades. Se rechaza la causal del artículo 374 letra e) en relación a los
artículos 342 letra c) y 297 del CPP pues si bien la cantidad de droga da para calificar
el delito en el tipo del artículo 3 de la Ley 20.000, la calidad de la droga, el dinero
incautado, celulares y dosificación son circunstancias que permiten calificar el hecho
como de tráfico en pequeñas cantidades, las dudas respecto de la tipificación que
deben resolverse siempre en favor del acusado. Se rechaza la causal del artículo 373
letra b) del CPP, pues toda la fundamentación en que se ha pretendido hacer consistir
la errónea aplicación del derecho, apunta a consideraciones sobre la forma en que el
tribunal apreció la prueba (Considerandos 4º y 5º).

TEXTO COMPLETO

La Serena, doce de Agosto de dos mil catorce.

Vistos:

Que en estos antecedentes ha comparecido doña María Soledad Salas


Salazar, Fiscal adjunto de la fiscalía local de Los Vilos, domiciliada en calle Lincoyán
Nº 209, Los Vilos en causa RUC Nº 1300591467-6 , RIT Nº 65-2014, he interpone
recurso de nulidad contra la sentencia definitiva dictada en esta causa, dictada por el
Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, que condenó a los encartados C.I.S.L. y
M.I.S.S. como coautores del delito consumado de tráfico de sustancias o drogas
estupefacientes o sicotrópicas en pequeñas cantidades, previsto y sancionado en el
artículo 4º en relación con el artículo 1º de la Ley 20.000, cometido el día 15 de Julio
de 2013 en Avenida Independencia S/N localidad de Quilimarí, comuna de Los Vilos;
al primero de los nombrados, a la pena de SESENTA Y UN DÍAS DE PRESIDIO
MENOR EN SU GRADO MÍNIMO, más las accesorias de suspensión de cargos y
oficios públicos durante el tiempo de la condena y una multa de 10 Unidades
Tributarias mensuales, autorizando el pago en 10 parcialidades mensuales iguales y
sucesivas; y al segundo de los encartados a la pena de QUINIENTOS CUARENTA Y
UN DÍAS DE PRESIDIO MENOR EN SU GRADO MEDIO, más las accesorias de
suspensión de cargos y oficios públicos, durante la condena y una multa de 20
Unidades Tributarias mensuales autorizando el pago en 10 parcialidades mensuales
iguales y sucesivas.

Para fundamentar el recurso de nulidad, invoca como motivo principal, el


contemplado en el artículo 374 letra e), en relación con los artículos 342 letra c) y 297,
todos del Código Procesal Penal, denunciando que la sentencia condenatoria omite
una exposición clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias
que se dieron por probados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado y la
valoración de los medios de prueba rendidos en la audiencia de juicio oral, y además,
porque vulnera los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados al valorar dichos medios de convicción.
Como motivo subsidiario, invoca el previsto en el artículo 373 letra b),
denunciando que el fallo incurre en errónea aplicación del derecho, que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo de la sentencia.
Declarado admisible el recurso, con fecha 23 de julio último se llevó a afecto
la audiencia para su vista, con la asistencia de la representante del Ministerio Público,
doña María Eugenia Bustos, y por la defensa, el abogado don Manuel Tapia, fijándose
para la lectura de fallo la audiencia del día 12 de agosto de 2014.

CONSIDERANDO:

I. En cuanto al motivo principal invocado, previsto en el artículo 374 letra


e) del Código Procesal Penal, en relación con los artículos 342 letra c) y 297 del
mismo cuerpo normativo.

PRIMERO: Que, al respecto, primeramente se tendrá presente que según


reza el fallo impugnado, el Ministerio Público dedujo acusación por los siguientes
hechos: "El día 15 de junio del año 2013, e las 22:30 horas aproximadamente., en
Avenida Independencia S/Nº, localidad de Quilimarí, Comuna de Los Vilos, los
acusados C.I.S.L. y M.I.S.S., poseían y transportaban en el interior del automóvil P.
P.U WF-5547, marca Citroen, modelo C-2, sin contar con la competente autorización,
una bolsa de nylon color blanca contenedora de 225 gramos 300 miligramos brutos de
marihuana elaborada, momento en que no obedecieron la señal de detención
efectuada por funcionarios de Carabineros que se encontraban efectuando un control
vehicular en el lugar, huyendo en dirección a la Ruta 5 Norte y, en el paso sobre nivel
ubicado a la altura del Kilómetro 199 de la citada Ruta, arrojaron la bolsa contenedora
de droga por la ventana del costado derecho del automóvil en el que huían.
Además, se incautó al acusado M.I.S.S. la suma de $30.000 en dinero en
efectivo y un teléfono celular marca Samsung color negro y al acusado C.I.S.L., un
teléfono celular marca LG color negro y rojo”.

SEGUNDO: Que en orden a demostrar la concurrencia de la hipótesis que


configura el motivo de nulidad que se analiza, la Fiscalía estima que la sentencia
carece de fundamentación, pues en la valoración de los medios de prueba efectuada
por el tribunal a quo, se ha infringido abiertamente los principios de la lógica,
específicamente el de razón suficiente y de no contradicción, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados. Lo anterior, en razón de
que en la motivación decimotercera del fallo, se ha arribado a la calificación jurídica
de los hechos, a través de consideraciones que no están probadas en el juicio, y
asimismo, no se ha tenido en cuenta lo señalado por los testigos ofrecidos por el
Ministerio Público, a saber, el funcionario a cargo del procedimiento Giovanni Amaro
Leiva, y el funcionario de SIP de Illapel, don Pablo Muñoz Herrera.

Así, explica que respecto al funcionario de Carabineros don Giovanni Amaro


Leiva, en el considerando quinto punto 1 de la sentencia, se señala que, “Según
capacitaciones del personal de OS7 de un gramo salen 3 pitos siempre que sea
cogollo porque tiene más tetrahidrocanabinol; es decir siempre que no se aumente el
volumen con otra sustancia vegetal o altere la cantidad de la sustancia. Y luego
agrega: “Con base en su experiencia, la marihuana se vende a $2000 o $3.000.- o
más dependiendo de la demanda que haya en el sector, lo que sabe por lo que ha
conversado con imputados por distintos tipos de delitos.”
Agrega que el testigo funcionario de la SIP de Illapel Pablo Muñoz Herrera, en
su declaración señala lo siguiente: “Según su experiencia el gramo permite hacer tres
pitos o contenedores” (considerando quinto punto 2).
Lo anterior, a juicio del recurrente, implica que con los 207,09 gramos neto de
marihuana tipo cogollo (considerando quinto letra B, prueba documental numero 1),
servían para confeccionar la cantidad de 621.27 “pitos” (sic) o contenedores de droga
tipo cogollo, cuantía que a juicio de esa Fiscalía, no equivale a “pequeña cantidad”,
como lo indica el tribunal a quo en el considerando decimotercero del fallo recurrido,
no obstante el tribunal no considera ni se hace cargo ni expone los motivos por los que
concluye que la cantidad de 621,27 “pitos” (sic) o contenedores, son considerados
como tráfico de pequeñas cantidades y no como tráfico del artículo 3º de la Ley
20.000.
Insiste que en el considerando decimotercero, el fallo no se hace cargo de lo
referido por aquellos testigos en estrados y que la cantidad de droga incautada servía
para confeccionar 621,27 “pitos” (sic) o unidades de droga, como asimismo, se omite
explicar el fundamento para considerar aquello, “pequeña cantidad”.

TERCERO: Que, es el parecer de esta Corte que los sentenciadores a quo


efectivamente razonaron conforme a los estándares de la sana crítica, con sujeción a
los principios de la lógica, máximas de la experiencia y conocimientos científicamente
afianzados, dando cuenta, particularmente en la motivación decimotercera del fallo, de
todos los fundamentos de orden racional, doctrinario y jurisprudencial que les
indujeron a calificar la cantidad de droga incautada como “pequeña” a la hora de
encuadrar la conducta de los encausados como aquella que se prevé en artículo 4º,
estimando inconcurrentes las del artículo 3º de la ley 20.000.
En efecto, en la misma motivación decimotercera en que el recurrente centra
los análisis de su impugnación, consta que los jueces que comparecieron al voto de
mayoría establecieron que “se ha arribado a la calificación jurídica explicitada, en
atención a la cantidad de cannabis sativa que fue incautada en el procedimiento
policial, 207,09 gramos netos en total, la cual es una cantidad suficiente para estimar
que estaba destinada a una transacción propia del delito por el cual se condena, más
aún cuando no se acreditó la calidad de consumidores de ambos acusados”.
Así, la cuestión debatida en estos autos se centró en torno a la calificación
jurídica de los hechos, estimando el Ministerio Público que se trata de un delito de
tráfico del artículo 3° de la Ley 20.000, en tanto que la Defensa consideró que
estábamos ante una figura de tráfico en pequeñas cantidades. Y dado que el
legislador no entrega un estándar en cuanto a qué cantidad debe estimarse
pequeña, es que toca analizar este punto a efectos de encuadrar la conducta de
los encartados en uno u otro tipo penal. Al efecto, debe tenerse en consideración
que la pequeña cantidad no es un elemento con un contenido determinado en
abstracto, sino que debe determinarse considerando las diversas circunstancias que
pueden presentarse en el caso concreto.
En este sentido, la primera circunstancia que analizaremos es la cantidad de
droga encontrada, que es 207. 09 gramos netos. Ciertamente esta cantidad no nos
permite señalar con certeza que estamos ante una figura de tráfico del artículo
3°, puesto que existe jurisprudencia por la cual las cantidades que bordean los
200 gramos se han encuadrado en la figura del artículo 4°, sin desconocer estos
sentenciadores que también han sido catalogadas derechamente como tráfico del
artículo 3°. Dado que esta circunstancia no aporta mayor luz sobre la cuestión
debatida, toda vez que no estamos ante un hallazgo de una cantidad de droga que
elimine la duda planteada – no se trata de un hallazgo de gran envergadura aunque
tampoco estamos ante una figura que pudiera eventualmente encuadrarse en la figura
del consumo o del porte falta – es que debemos traer a colación otros elementos, tales
como tipo de droga, pluralidad de droga encontrada, ocultamiento, dosificación,
elementos anexos vinculados a la dosificación y/o venta, cantidad y forma en que se
presenta el dinero incautado, región geográfica del hallazgo, y características de los
acusados, entre los de mayor relevancia. Es del caso, que nos encontramos ante una
situación en que los sujetos portaban una sola cantidad de droga, marihuana tipo
cogollo, y en este sentido el adjetivo de “elaborada” es entendido como cannabis seca,
y no alterada como es el caso de la marihuana prensada tipo paraguaya, lo que resulta
en una sustancia que no ha sido intervenida en laboratorios ni adicionada con
sustancias químicas que requieran intervención de bandas o sujetos dedicados a la
fabricación de la droga y que por dichas adiciones químicas produciría un efecto
toxicológico mayor. Por lo demás, en cuanto a la pluralidad de droga, en el caso sub
iudice la única droga encontrada es cannabis sativa, sin presencia de cocaína, pasta
base u otras, por nombrar las de mayor consumo en nuestro país, lo que también
induce a pensar más bien en una figura de tráfico en pequeñas cantidades o a menor
escala. En relación con el elemento ocultamiento, cabe precisar que no fue necesario
que Carabineros realizara una búsqueda exhaustiva para encontrar la droga, ya que
ésta no se encontraba oculta en éste, en el interior de asientos, neumáticos u otros
elementos internos o externos al vehículo como es el uso de quienes se dedican
regularmente al tráfico en cantidades importantes. Si bien los mismos acusados así
como el policía Giovanni Amaro señalaron que la droga fue arrojada desde el interior
del automóvil en marcha, no cabe entender esta acción como un ocultamiento
premeditado, ya que ante el hecho de ser perseguidos por la policía pretendieron no
ser sorprendidos en flagrancia, y tanto es así que la droga fue fácilmente hallada,
dispuesta en una bolsa de nylon común, muy probablemente en el mismo envoltorio
en el que fue adquirida. Sobra señalar que la droga no fue hallada en envoltorios que
permitieran su comercialización, ya que no ha habido controversia en cuanto a que la
droga fue hallada a granel en la bolsa de nylon, sin dosificar, tal como lo demostró la
fotografía número 3 del set acompañado por el Ministerio Público, y tampoco se dio
cuenta del hallazgo de otros elementos que facilitaran la dosificación, como pesas,
bolsas pequeñas o envoltorios, aun cuando se procedió a la revisión del vehículo,
como relató el testigo funcionario Amaro. Por otro lado, el dinero incautado
corresponde a una suma exigua, $30.000.-, en moneda de alta denominación, un
billete de $20.000.- y uno de $10.000.-, al contrario de lo que suele encontrarse en
casos de tráfico. Asimismo, a los acusados se les incautó dos celulares, y siendo dos
los acusados puede presumirse que cada uno poseía uno, lo que también difiere de
las conductas de tráfico propiamente tal, en que es común hallar varios celulares con
los cuales se realiza las transacciones, con el fin de eludir la vigilancia de la autoridad.
En relación con el lugar en que se produjo el hallazgo, se trata de una zona en que,
de acuerdo con la declaración de los testigos funcionarios, se cultiva de manera más o
menos profusa la cannabis sativa, produciéndose el cultivo del “cogollo” desde los
meses de Abril y Mayo, por lo que los funcionarios incluso señalaron que realizan
veranadas con el fin de incautar esta droga en su etapa de cultivo, y además son
capacitados para efectos del control de su difusión por el OS 7. Todos estos
elementos, permiten otorgar credibilidad a lo relatado por los acusados, en cuanto a
que aprovecharon que se le pagó su remuneración a uno de ellos, Matías Silva, por lo
que concurrieron a abastecerse de droga, la que planeaban, al menos en parte,
consumir. Es del parecer de estos sentenciadores que estas conductas, del modo
como se han presentado, no permiten concluir que estamos ante una figura de tráfico
del artículo 3° en el sentido y espíritu de la Ley 20.000.-, cuyas penas manifiestan un
rigor que busca castigar con mayor severidad a quienes se dedican a traficar
cantidades de droga que importan un peligro mayor para la salud pública, sin perjuicio
de que la cantidad de droga incautada nos permite presumir que ésta no sólo era para
uso personal exclusivo y próximo en el tiempo; estableciendo al mismo tiempo tipos
privilegiados que permitan un castigo morigerado, acorde con la gravedad de la
conducta realizada”.
CUARTO: Que, entonces, para excluir la concurrencia de la figura típica del
artículo 3º de la Ley 20.000, cuya aplicación reclamó el Ministerio Público, y estimar
que, en la especie, la conducta de los encartados se aviene más con la hipótesis del
artículo 4º del mismo cuerpo normativo, el voto de mayoría del tribunal a quo tuvo en
especial consideración y ponderó la prueba en función de factores tales como tipo de
droga, pluralidad de droga encontrada, ocultamiento, dosificación, elementos anexos
vinculados a la dosificación y/o venta, cantidad y forma en que se presenta el dinero
incautado, región geográfica del hallazgo, y características de los acusados, entre los
de mayor relevancia.

QUINTO: Que, a mayor abundamiento, el tribunal a quo analizó la opinión de


la doctrina generalmente aceptada en el sentido que, aun cuando pudiere existir una
duda respecto de encontrarnos ante la presencia de una figura de tráfico del artículo 3°
ante la cantidad de droga incautada – empero no así respecto de los demás criterios
mencionados – tuvo presente el planteamiento de profesor Navarro Dolmetsch, que
es de opinión que en “los casos en que exista duda sobre si una cantidad puede o no
ser considerada pequeña en el sentido del art. 4º, deben resolverse siempre a favor
del acusado y, por tanto, el encuadramiento de esos casos dudosos en el delito del
artículo 4º (que tiene una pena sensiblemente menor que el del art. 3º) aparece como
la solución jurídicamente indicada. De esta forma, aunque el tipo del art. 3º (tráfico) es
el tipo penal base y que el del artículo 4º es un tipo privilegiado, por aplicación del
principio in dubio pro reo, el tráfico ilícito de pequeñas cantidades pasa a ser, de
hecho, el tipo base, ya que en él deben encuadrarse no sólo aquellos casos en los que
el tribunal llega a la convicción de que se trata de una pequeña cantidad, sino que
también aquellos casos dudosos.”

SEXTO: Que, así las cosas, y corolario de lo razonado en las motivaciones


precedentes, no se advierte que el tribunal a quo haya vulnerado los estándares de la
sana crítica contemplados en el artículo 342 letra c) del Código Procesal Penal, habida
consideración de lo cual será desestimado el motivo principal de nulidad invocado por
el recurrente.

II. En cuanto al motivo subsidiario del artículo 373 letra b) del Código
Procesal Penal.

SÉPTIMO: Que, el recurrente en la fundamentación de la causal subsidiaria,


hace consistir la errónea aplicación del derecho en la desacertada calificación jurídica
de los hechos, al haberse estimado configurada la hipótesis del artículo 4º de la Ley
Nº20.000, en lugar de aquella prevista en el artículo 3º de la misma ley.
Refiere, al respecto, que del análisis del considerando decimotercero del fallo
impugnado, se desprende el tribunal quo efectúa una errada interpretación y aplicación
de la norma contenida en el artículo 4º de la Ley N° 20.000, ya que estima
indispensable para la configuración típica del delito de tráfico de drogas contemplado
en dicha disposición punitiva, la acreditación de un actividad de tráfico de drogas en
sentido estricto, es decir, como comercialización o venta de sustancias
estupefacientes sometidas al control de la misma ley, omitiendo toda referencia, en su
razonamiento, a la procedencia de la aplicación, en el caso sub-lite, de la presunción
de tráfico prevista en el inciso segundo de la norma citada, que señala, en lo
pertinente, que "...Se entenderá que trafican los que, sin contar con la autorización
competente, importen, exporten, transporten, adquieran, transfieran, sustraigan,
posean, suministren, guarden o porten tales sustancias o materias prima”. Por tanto –
agrega- si el tribunal recurrido hubiese aplicado correctamente la norma contenida en
la citada disposición legal su conclusión hubiese sido completamente diversa a la que
arribó, en particular, debió haber dado por acreditada la existencia del delito de
tráfico ilícito de drogas, ya que precisamente del mérito de la prueba rendida en el
juicio oral quedó demostrado que los acusados transportaban, sin la competente
autorización, sustancias estupefacientes sometidas al control de la Ley No 20.000 de
drogas.

OCTAVO: Que, como queda claro de la simple lectura del recurso de nulidad,
toda la fundamentación en que se ha pretendido hacer consistir la errónea aplicación
del derecho que se denuncia, apunta a consideraciones que miran a la forma en que el
tribunal apreció la prueba, distinta de aquella que estima correcta el recurrente.

NOVENO: Que el arbitrio que ha dado lugar a la formación de estos


antecedentes, es de derecho estricto, y en tal sentido -muy particularmente la causal
que se analiza - en general sólo puede estar dirigida a establecer, si a los hechos
tal cual se han dado por acreditados por el tribunal a quo, le ha sido aplicado
desacertadamente el derecho, en términos tan de suyo graves que ese desatino
jurídico que se atribuye al fallo, ha podido influir en lo dispositivo del mismo, vale decir,
ha inducido a absolver en el caso de una conducta punible; a condenar, en el de una
acción impune; aplicar una pena con mayor o menor rigor que el debido; y, en fin, a
una errada calificación o adecuación típica de la conducta.

DÉCIMO: Que, como lo ha resuelto la jurisprudencia de esta Corte siguiendo


la doctrina generalmente aceptada por los tribunales superiores de justicia, “las
circunstancias fácticas que los jueces de primer grado tuvieron por acreditadas, los
que resultan inamovibles para esta Corte, no encuadran ni colman, ciertamente, la
figura penal por la cual se acusó al encausado, vale decir, la contemplada en el
artículo 3° de la ley 20.000, lo cual impide advertir el error de derecho alegado y su
influencia en lo dispositivo del fallo, por lo que necesariamente se debe concluir que la
causal de nulidad impetrada subsidiariamente, y que se ha fundado en el artículo 373
letra b) del Código Procesal Penal, carece de sustento legal, debiendo, también, ser
desechada.” (Rol Nº 259-2011 de esta Corte).

UNDÉCIMO: Que, a mayor abundamiento, a los hechos de la causa, tal cual


se encuentran establecidos en la motivación decimotercera del fallo, no cabía sino
aplicar el derecho en la forma que el tribunal a quo estimó pertinente, al otorgarles la
calificación jurídica de tráfico ilícito de droga en pequeñas cantidades previsto en el
artículo 4º de la ley 20.000, en relación con el artículo 1º del mismo estatuto normativo,
habida consideración de lo cual se desestimará la causal subsidiaria de invalidación
del fallo invocada por el Ministerio Público.
Por estas consideraciones, citas legales, artículos 1º, 3º y 4º de la ley 20.000,
y visto además lo dispuesto en los artículos 372, 375, 376, 384 y demás pertinentes
del Código Procesal Penal, se decide:
Que SE RECHAZA, sin costas, el recurso de nulidad interpuesto por doña
MARÍA SOLEDAD SALAS SALAZAR, Fiscal Adjunto de la Fiscalía Local de Los Vilos,
en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha veinte de junio de dos mil
catorce, por el Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, declarándose que dicha
sentencia no es nula.
Incorpórese a la carpeta digital, debiendo mantenerse su original en el
correspondiente Registro del señor Secretario.
Redacción del abogado integrante, don Reinaldo Villalobos Pellegrini.
Rol N° 252-2014-REF. PROC.-
22. Corte acoge recurso de nulidad presentado por el MP: La sentencia
recurrida no cumplió con los principios de la lógica y las máximas de la
experiencia, al restar credibilidad a la declaración de la víctima (CA La Serena
20.08.2014 rol 256-2014)

Normas asociadas: CPP ART. 374 e); CPP ART. 342 c); CPP ART. 297

Temas: Principios y Garantías del Sistema Procesal en el CPP; Recursos

Descriptores: Amenazas; Declaración de la víctima; Desacato; Recurso de


nulidad; Nulidad de la sentencia; Valoración de la prueba

SÍNTESIS: CA de La Serena acoge recurso de nulidad presentado por el


Ministerio Público, contra sentencia del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de La
Serena que absolvió a un acusado por los delitos de amenazas y desacato.
Entendiendo concurrente la causal de nulidad del artículo 374 letra e) del Código
Procesal Penal, en relación al artículo 342 letra c) del mismo cuerpo legal, por
considerar el recurrente que en el fallo se advierte una valoración contraria a los
principios de la lógica, específicamente al de razón suficiente y corroboración y a las
máximas de la experiencia, por restar el Tribunal credibilidad al testimonio de la
víctima. La Corte considera que los fundamentos del Ministerio Público son plausibles,
acogiendo el recurso y ordenando la realización de un nuevo juicio oral.

TEXTO COMPLETO

La Serena, veinte de agosto de dos mil catorce.

VISTOS:

En estos autos, RIT 0-160-2014, RUC 1210026258-2, por sentencia de 21 de


junio de 2014, pronunciada por la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal
de La Serena, se absolvió al acusado R.A.G.M., por los delitos de amenaza y
desacato, ambos en contexto de violencia intrafamiliar.
En contra de dicho fallo, la Fiscal Adjunto de la Serena doña Fabiola Celis
Corrales, dedujo recurso de nulidad por los fundamentos y causales que más adelante
se indican, el que fue declarado admisible por esta Corte, realizándose la audiencia
pública respectiva el día 31 de julio de 2014.
Se escucharon los alegatos y se citó para la lectura del fallo a la audiencia del
día 20 de agosto de 2014 a las 12.00 horas.

PRIMERO: Que la Fiscal Adjunto funda el recurso de nulidad en la


contemplada en el artículo 374 letra e) en relación a lo previsto en el artículo 342 letra
c), del Código Procesal Penal, por considerar que en el fallo se advierte una valoración
contraria a los principios de la lógica, específicamente al de razón suficiente y
corroboración y máximas de la experiencia, tornando su razonamiento carente de todo
sentido al otorgar valor al testimonio de la víctima sólo para dar por acreditado el
proceso, donde se decretaron medidas cautelares quebrantadas por el acusado y
exigir para condenar, que el testimonio de la víctima sea corroborado por otro
testimonio, alterando las reglas de la prueba, olvidando abiertamente el estándar de
libre convicción, indica que antes era exigido el antiguo estándar de prueba tasada o
legal contrario al actual sistema de valoración rendida en el juicio. Expone, el fallo es
incompleto, pues no se explica por qué le resta credibilidad al testimonio de la víctima
y por qué no lo estima suficiente para adquirir convicción, por lo que no es posible
reproducir su razonamiento, no se describe el proceso lógico formal de la
fundamentación de la decisión;
SEGUNDO: Que, el tribunal señala que no es suficiente el sólo testimonio de
la víctima para formar convicción del ilícito; empero, no explica (motivo 5°) el por qué
le resta credibilidad y no lo estima suficiente para adquirir la convicción necesaria,
más allá de toda duda razonable, respecto de la existencia de los delitos de amenaza
no condicionales y de desacato, lo que se aparta de las reglas de la lógica, que
permite dirigir los actos de la razón por los que se formulan juicios ciertos y
razonamiento válidos, contemplando principios formadores como el principio de razón
suficiente, el cual postula que ninguna enunciación puede ser verdadera sin que haya
una razón suficiente para que lo explique así y no de otro modo; y, el principio de no
contradicción el cual implica que es imposible que algo sea y no sea al mismo tiempo y
en el mismo sentido. Al no decir o expresar circunstanciadamente el tribunal por qué el
sólo dicho de la víctima no es suficiente, el razonamiento del tribunal a quo no es
correcto en su forma y coherente en su estructura, no posee una vigencia “erga
omnes” (respecto de todos), además; las máximas de la experiencia aconsejaban
considerar la totalidad de los antecedentes y no en forma sesgada, para resolver;

TERCERO: Que, analizando la sentencia impugnada es posible advertir que


el fallo en los razonamientos utilizados por el tribunal al apreciar la prueba rendida en
el juicio, se alejan de los principios de la lógica y las máximas de la experiencia, por lo
que esta Corte es de opinión que la sentencia recurrida efectivamente adolece del
vicio que se le imputa, esto es, incurre en la causal del artículo 374 letra e), en relación
al artículo 342 letra c) del Código Procesal Penal, toda vez que la exposición de sus
razonamientos acerca de la valoración de la prueba en que se fundamenta la
absolución, permiten concluir que ésta no respetó los principios de la lógica ni las
máximas de la experiencia, como exige el artículo 297 del mismo cuerpo legal.
Por las consideraciones precedentes, disposiciones legales citadas y visto,
además, lo dispuesto en los artículos 358, 372, y 386 del Código Procesal Penal, se
acoge el recurso de nulidad interpuesto por la Fiscal Adjunto de la Serena doña
Fabiola Celis Corrales en contra de la sentencia emanada de la Primera Sala Tribunal
de Juicio Oral de La Serena, con fecha 21 de junio de 2014 y el juicio oral en que ella
tuvo lugar, debiendo retrotraerse estos autos hasta proceder a un nuevo juicio oral, el
que se realizará en base a la acusación formulada en su oportunidad por el Ministerio
Público, ante el tribunal no inhabilitado que corresponda.
Regístrese y comuníquese.
Redacción a cargo del ministro titular don Humberto Mondaca Díaz.
ROL N° 256-2014. Reforma Procesal Penal.
III.- FALLOS DE TRIBUNALES DE JUICIO ORAL EN LO
PENAL

1. Se absuelve del delito de tráfico de pequeñas cantidades de droga:


MP situó los hechos en un año diferente a aquel en que habrían ocurrido, sin
acudir en su momento a los mecanismos procesales para solucionar tal error
(TOP Ovalle 14.05.2014 rit 47-2014)10

Normas asociadas: L20.000 ART. 4; CP ART. 12 N°6; L20.000 ART. 22;


CPR ART. 19 N°3

Temas: Principios y Garantías del Sistema Procesal en el CPP; Ley de tráfico


ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas

Descriptores: Acusación; Garantías; Principio de congruencia; Sentencia


absolutoria

SÍNTESIS: TOP de Ovalle absuelve a 2 imputadas acusadas por el delito de


tráfico en pequeñas cantidades. La fundamentación del Tribunal se basó en que los
hechos imputados por el Ministerio Público se señalan ocurridos el año 2012, en tanto
que de acuerdo a la declaración de las imputadas, de la defensa y la del propio Fiscal
(posteriormente), acaecieron el año 2013, y que durante toda la etapa previa al Juicio
Oral, el Ministerio Público no efectuó las diligencias necesarias para enmendar dicho
error. Por el contrario, en la vereda del frente, para el acusado, esta formulación de
cargos, precisa y clara, es su único baluarte que limita las facultades de persecución
del Acusador (Considerando 10°)

TEXTO COMPLETO

Ovalle, a diecinueve de mayo de dos mil catorce.

VISTOS:

Con fecha catorce de mayo de dos mil catorce se constituyó el Tribunal de


Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, integrado por la Juez Interina doña Leyla Macarena
Velásquez Molina, por el Juez Titular don Claudio Andrés Weishaupt Milner, quien
presidió la audiencia y la Juez Titular doña Eugenia Victoria Gallardo Labraña, para
conocer de la acusación deducida por el Ministerio Público, representado por el señor
Fiscal Adjunto de Ovalle, don Jaime Rojas Maluenda, domiciliado en calle
Independencia N° 604 de la comuna de Ovalle, correo electrónico
jarojas@minpublico.cl en contra de las acusadas K.T.R.V., chilena, soltera, nacida en
Arica el 03 de agosto 1984, 29 años de edad, natural de Arica, cédula de identidad N°
XXX, dueña de casa, domiciliada en calle Avenida Romeral 263, Ovalle y B.A.N.I.,
chilena, soltera, nacida en Vallenar el 18 de Octubre 1991, 22 años de edad, cédula de
identidad N° XXX, dueña de casa, domiciliada en calle Pedro Prado N° 645, Ovalle,
sujeta a la medida cautelar de Prisión Preventiva con caución en esta causa, ambas
representadas legalmente por el abogado Defensor Penal Público Gerardo Tagle
Sepúlveda, domiciliado en pasaje Manuel Peñafiel N° 293, Oficina 204, comuna de
Ovalle, correo electrónico gtagle@dpp.cl, por estimarlas autoras de conformidad al
artículo 15 Nº 1 del Código Penal, del delito de tráfico de pequeñas cantidades de

10
El TOP de Ovalle mantiene con este fallo una posición ya planteada anteriormente, v. gr.,
TOP Ovalle 27.11.2013, RUC 1201179021-4. En Unidad de Estudios Regional, Boletín de
Fallos de Interés y Doctrina Penal N°2, Diciembre 2013, p. 91 y ss
drogas, previsto y sancionado en el artículo 4 de la Ley Nº 20.000 en grado de
desarrollo consumado.

Que, los hechos por los cuales acusó el Ministerio Público son los siguientes:
“El día 21 de enero del año 2012, aproximadamente a las 21:40 horas, en calle
Magallanes Moure frente al N° 630, Ovalle, la acusada B.A.N.I. fue sorprendida por
personal de carabineros poseyendo, portando y guardando 2 envoltorios de papel
contenedores de cannabis sativa, la que arrojó un peso bruto de 1,4 gramos y un neto
de 0,91 gramos, mientras que la acusada K.T.R.V.fue sorprendida por personal de
carabineros poseyendo, portando y guardando 1 bolsa de nylon que en su interior
mantenía 37 envoltorios de papel cuadriculado contendores de pasta base de cocaína
los que arrojaron un peso bruto de 7,7 gramos y un neto de 4,52 gramos de la droga,
teniendo a su vez la suma de $ 36.800”.

El Ministerio Público invocó respecto de la acusada K.T.R.V. la agravante de


responsabilidad penal contenida en el artículo 12 N° 16 del Código Penal y la
concurrencia de la circunstancia atenuante especial contemplada en el artículo 22 de
la Ley 20.000.

Respecto de la acusada B.A.N.I. no concurren circunstancias modificatorias


de responsabilidad penal.

Atendido lo anterior, solicitó que se les imponga a cada una de las acusadas
una pena de tres años de presidio menor en su grado medio, multa de 40 unidades
tributarias mensuales, la pena accesoria de suspensión de cargo u oficio público
durante el tiempo de la condena y el comiso de la suma de $36.800, con costas.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que, en su alegato de apertura el señor Fiscal sostuvo que estos


hechos se circunscriben al año 2013 y no al año 2012, como aparece en la acusación
y las circunstancias de comisión van a ser incorporadas por la prueba testimonial,
documental y pericial, lo que dará cuenta, además, de la naturaleza de la sustancia
encontrada en poder de las acusadas en la vía pública, y si bien el error en el año, es
un asunto de forma, no afecta al fondo de los hechos, de congruencia.

En su discurso de cierre el señor Fiscal, concluyó que los hechos se


circunscriben al año 2013, y en él se sorprendió a dos mujeres con droga de diferente
naturaleza, se encontró a una con 37 bolsas con pasta base de cocaína, que se
acreditó con la prueba pericial, doña B.A.N.I. fue encontrada con cannabis sativa,
conforme también se acreditó con la prueba pericial. A su vez se les encontró dinero
de baja denominación, y son estos elementos se configuran los indicios para atribuir la
conducta de tráfico a las dos acusadas. Hay una falta de coordinación entre los
hechos acusados y la prueba de cargo, pero argumentó en ese sentido, que a su
juicio, no hay mejor garantía para el acusado que la rendición de la prueba en un juicio
oral.

SEGUNDO: Que, en sus alegaciones de apertura la Defensa de las acusadas


señaló que sus defendidas han sido imputadas por un hecho determinado y aquellos
no coinciden con los que se darán cuenta con la prueba que se rendirá en audiencia y
por ello planteará infracción a la garantía de congruencia.

Que en los alegatos de cierre, la Defensa sostuvo que un principio


fundamental en el proceso penal es lo dispuesto en el artículo 341 del Código Procesal
Penal, cual es el principio de congruencia, el que está asociado a la actividad procesal
del Ministerio Público, puesto que existen una serie de instancia procesales para el
ente persecutor para corregir dicho errores, pero no puede corregir este error en este
momento, puesto que atenta por lo menos en contra del debido proceso. El Tribunal
no puede subsidiar y condenar por hechos ocurridos en momentos diferentes al que se
acusó.

TERCERO: Que, la acusada K.T.R.V. informada sobre lo dispuesto en el


artículo 326 del Código Procesal Penal renunció a su derecho a guardar silencio y
declaró en audiencia, al siguiente tenor:

“Yo pasada la quincena de enero de 2012, estaba en el camping municipal en


Tongoy, con mi familia, habíamos ido allí por vacaciones, nos habíamos inscritos
desde antes”.

Al ser consultada por el Fiscal, le responde “he sido detenida, no me acuerdo


cuando fui detenida, fui detenida con B.N., fui detenida por carabineros, ese día
andaba con dinero en efectivo con 36.800 pesos y andaba portando droga, no me
acuerdo la cantidad pero podría ser que eran 37 papelillos. Esto fue como a las 8 y
tanto de la noche, y Berta también andaba portando droga, como dos pitos, nosotros
fumamos marihuana. Yo andaba trayendo pasta base de cocaína. Yo presté
declaración en la Fiscalía y entregué datos para configurar un artículo 22 de la ley
20.000. Esos datos que aporté dieron resultados positivos para la investigación.

Se le exhiben fotografías.

Foto 1.- Ese dinero y envoltorios de pasta base que yo andaba trayendo el día
que me detuvieron. Hay monedas y dinero, no recuerdo cuantas monedas tenía ese
día.

DEFENSA, estábamos en el año 2012 en Tongoy y en esa fecha hay que


reservar hora para ir a ese camping. Esa quincena estábamos en la playa. Incluso
estaba la Berta que es como mi hermana. Fue al paseo mi mamá y mi hermano.”

En la oportunidad del artículo 338 del Código Procesal Penal, la acusada


nada quiso agregar.

CUARTO: Que, la acusada B.A.N.I. informada sobre lo dispuesto en el


artículo 326 del Código Procesal Penal hizo uso de su derecho a guardar silencio.

En la oportunidad del artículo 338 del Código Procesal Penal, la acusada


nada quiso agregar.

QUINTO: Que, en este juicio no se acordaron por los intervinientes


convenciones probatorias.

SEXTO: Que, con la finalidad de acreditar los hechos objeto de la acusación


de autos y la participación del acusado en los mismos, el Ministerio Público incorporó
legalmente al juicio las siguientes probanzas:

A) Testifical, consistente en las declaraciones de las siguientes personas,


todas debidamente individualizadas antes de deponer en estrados:

1. Roberto Galvarino Opazo Santos.


2. Claudio González Cortés.
3. Manuel Jinel Villalobos.

B) Documental:
1. Acta de recepción N°1916/2013 y 1917/2013 de la Ley N° 20.000 del
Servicio de Salud de Coquimbo.
2. Oficio RES 2C/Nº 0030 de fecha 29 de enero de 2013 del Servicio de Salud
de Coquimbo.
3. Reservado Nº 1437-2013 de fecha 06 de marzo de 2013 del Jefe
Subdepartamento Sustancias Ilícitas.
4. Comprobante de depósito a Plazo Renovable Reajustable Nº
00.004.128.380 del Banco Estado Oficina Ovalle por la suma inicial de $36.800 pesos
de fecha 09 de mayo de 2013.

C) Pericial:

1. Informe Nº 917 de fecha 20 de febrero de 2013, evacuado por doña


Teresa Gajardo Rojas, Bioquímico Analista del Laboratorio del Ambiente.
2. Protocolos de Análisis Químico Subdepartamento Sustancias Ilícitas
Códigos de Muestra Nº 1437-2013-M1-1 de fecha 05 de marzo de 2013.
3. Informe sobre tráfico y acción de cannabis sativa en el organismo del
Laboratorio del Ambiente de la SEREMI de Salud de Coquimbo.
4. Informe de Efectos y Peligrosidad para la salud pública de Cocaína Base.

D) Otros Medios De Prueba:

1 fotografía.

SÉPTIMO: Que, la Defensa, se adhirió a la totalidad de la prueba presentada


por el Ministerio Público y no presentó prueba propia.

OCTAVO: Que, las referidas probanzas fueron legalmente incorporadas al


juicio y percibidas en su rendición de manera íntegra, personal e inmediata por los
Jueces de este Tribunal, quedando el debido y cabal registro de ello, así como de toda
la audiencia del juicio oral.

NOVENO: Que, con el mérito de la prueba de cargo presentada, constituida


esencialmente por prueba testimonial, no se ha podido acreditar la ocurrencia del
hecho que se propuso en la acusación, principalmente porque la prueba dio cuenta de
una situación ocurrida en el año 2013 y no en el año 2012, como se planteó en ella.

DÉCIMO: Que, si bien se puede coincidir con el Ministerio Público que los
hechos que se dieron cuenta por la prueba del Ministerio Público, son similares a los
que se propusieron en la acusación, no es un elemento menor, el que se situaron en
un año diferente, dato que impide afirmar que son los mismos, más aún cuando es la
propia Defensa quien alega esta falta de identidad en los hechos.
Es así que el testigo Opazo Santos, funcionario motorista de
carabineros que practicó el procedimiento, pudo ser interrogado con detalle por el
Acusador, sobre el control de identidad que afectó a dos mujeres, B.A.N.I. y K.T.R.V.,
a raíz del cual se hallaron entre sus vestimentas a la primera y al interior de su boca, la
segunda, la cantidad de dos contenedores de papel blanco cuadriculado con cannabis
sativa y la segunda con 37 contenedores de papel con pasta base de cocaína en su
interior, más la suma de 37.800 pesos en dinero en efectivo. Sin embargo, al final del
interrogatorio, a la pregunta sobre la fecha de ocurrencia de estos hechos, el testigo
respondió que fueron el día 21 de enero de 2013, cerca de las 21.30 horas.
Corroboran los mismos aspectos referidos por el testigo Opazo, el testimonio de su
acompañante en el patrullaje en moto, González Cortés, quien también al final de su
declaración señaló que todo lo atestado ocurrió el día 21 de enero del año 2013. Se ha
afirmado que lo incautado fue pasta base de cocaína y cannabis sativa, en tanto se
tuvo a la vista informe periciales pertinentes que daban cuenta de la naturaleza de
dichas sustancias.
En ese sentido, los hechos que fueron referidos por la testimonial de cargo,
acaecieron en el año 2013 y si bien, se puede valorar el reconocimiento que el
Acusador hizo en sus alegaciones de inicio al asumir que el desfase de un año, se
debía a un error de trascripción, se considera que cualquier esfuerzo que realizaren
estos sentenciadores con el fin de justificar el invocado error formal, en un año, sería
un grave atentado al principio de imparcialidad que inspira la labor jurisdiccional, toda
vez que sería asumir como cierto un aserto de uno de los intervinientes, sin que éste
aportare antecedente alguno que se pueda verificar en esta audiencia de juicio, para
tenerlo como cierto. Además, se atentaría en contra del principio de igualdad de
armas entre las partes, puesto que privaríamos a la Defensa de su facultad de
controvertir un hecho que durante toda la etapa de investigación y en todas las
audiencias formales de imputación de cargos, apareció como ocurrido en el año 2012.
Todo lo anterior, se comprende señalando que adoptar una decisión de condena,
asumiendo, sin fundamento, que los hechos ocurrieron el año 2013 y que la referencia
en la acusación, al año 2012, no es más que un desafortunado error, significaría una
flagrante y grave vulneración al principio de congruencia, puesto que se privaría, en
sede de juicio oral, a la Defensa, de la posibilidad técnica de controvertir lo propuesto
durante todo el proceso por la contraparte. Sobre este aspecto, se entiende que tal
vulneración es grave y sustancial, en atención que es la misma parte afectada la que
lo controvierte y alega el perjuicio de indefensión en audiencia de juicio.
Finalmente no es menor, coincidir con la Defensa, en cuanto a que la garantía
de congruencia, depende principalmente de la actividad del acusador y en ese orden
de ideas, tiene durante el proceso investigativo y aún antes del envío del auto de
apertura a este Tribunal, mecanismos procesales para enmendar los vicios o errores
formales que detecte en su formulación de cargos. Por el contrario, en la vereda del
frente, para el acusado, esta formulación de cargos, precisa y clara, es su único
baluarte que limita las facultades de persecución del Acusador.

UNDÉCIMO: Que, por lo antes razonado, y no habiéndose acreditado hecho


alguno, resulta inoficioso pronunciarse sobre la eventual responsabilidad que en ellos
tendrían las acusadas B.A.N.I. y K.T.R.V..

DUOCÉDIMO: Que, para los efectos de arribar a la convicción explicitada en


este fallo, se han ponderado todos los medios de prueba aportados al juicio.

Y teniendo presente lo dispuesto en el número 3 del artículo 19 de la


Constitución Política de la República; artículos 1, 5 y 18 del Código Penal y artículos 1,
4, 7, 45, 53, 295, 296, 297, 339, 340, 341, 342, 343, 344 y 347 del Código Procesal
Penal, SE RESUELVE:

I. Que, se ABSUELVE a las acusadas B.A.N.I. y K.T.R.V., ya


individualizadas, como autoras del delito consumado de tráfico ilícito de drogas, en
pequeñas cantidades, previsto y sancionado en el artículo 4 de la Ley Nº 20.000, que
se habría cometido el día 21 de enero del año 2012, en calle Magallanes Moure frente
al N° 630, comuna de Ovalle, por el cual se le acusó.
II. Que, se condena en costas al Ministerio Público.
III. Que, una vez ejecutoriada esta sentencia, devuélvase a los intervinientes
los documentos y demás medios de prueba incorporados al juicio y, oportunamente,
remítanse estos antecedentes al Juez del Juzgado de Garantía de Ovalle.

Fallo redactado por la Juez Titular doña Eugenia Victoria Gallardo Labraña.

Regístrese y archívese en su oportunidad.


R.U.C.: 1300079440-0

R.I.T.: 47-2014
2. Se absuelve adolescente acusado por delito frustrado de incendio: las
medidas de seguridad del CPP son inaplicables a los adolescentes (TOP Ovalle
20.05.2014 rit 54-2014)

Normas asociadas: CP ART. 475 N° 1; CP ART. 11 N° 6; L20.084 ART. 10


N°2; L20.084 ART. 27; CP ART. 15 N°1

Temas: Iter criminis; Responsabilidad penal adolescente

Descriptores: Delito frustrado; Inimputabilidad; Procedimiento aplicable


adolescentes; Prueba pericial; Prueba testimonial; Psiquiatría; Sentencia absolutoria

SÍNTESIS: TOP de Ovalle absuelve a imputado acusado por delito frustrado


de incendio. El Tribunal califica jurídicamente los hechos como delito frustrado de
incendio, previsto en el artículo 475 n°1 del Código Penal, pero termina absolviéndose
al imputado a pesar de haber sido considerado autor de ese delito, pues no pueden
aplicársele medidas de seguridad a un menor de edad, ya que le son aplicables las
normas sobre Responsabilidad Penal Adolescente sin aplicación supletoria del Código
Penal o el Código Procesal Penal (Considerandos 13° y 15°).

TEXTO COMPLETO

Ovalle, veinte de mayo de dos mil catorce.

VISTOS Y OÍDO:

Que, el día quince de mayo de dos mil catorce, ante esta sala del Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, constituida por el Juez Titular, don Claudio Andrés
Weishaupt Milner, quien presidió la audiencia, por la Juez Interina, doña Leyla
Macarena Velásquez Molina y por la Juez Titular doña E. Victoria Gallardo Labraña, se
llevó a efecto la audiencia de juicio oral relativa a los autos rol 54-2014, seguida en
contra de G.A.D.M., cédula nacional de identidad N° XXX, chileno, nacido en Puente
Alto el día 5 de diciembre de 1993, 20 años de edad, domiciliado en calle L. A. N°
1024, sector Tierras Blancas, Coquimbo. Su curadora ad litem fue María Cecilia
Mendoza Olivera, cédula de identidad N° 9.093.677-8, labores de casa, domiciliada en
calle Benavente 599, comuna de Ovalle. La defensa del acusado estuvo a cargo del
Defensor Penal Público, don Gerardo Tagle Sepúlveda, domiciliado en pasaje Peñafiel
N° 293, Oficina N° 204, comuna de Ovalle, forma de notificación al correo electrónico
gtagle@dpp.cl. Fue parte acusadora en el presente juicio el Ministerio Público
representado por el Fiscal Adjunto don Herbert Rohde Iturra, con domicilio en calle
Independencia N°604, Ovalle, correo electrónico hrohde@minpublico.cl.

Los hechos materia de la acusación fiscal, según el auto de apertura del


juicio oral, son los siguientes:

“El día 12 de marzo del año 2010, aproximadamente a las 01:40 horas, el
requerido G.A.D.M., prendió fuego a una pieza habitacional de material ligero, ubicada
en la Ruta D-55, sector Quebrada Seca, comuna de Ovalle, de propiedad de don
Reginaldo Muñoz Araya y en la que se encontraban doña S.F.A.L., doña C.S.A.L. y
E.A.V.A.”.

A juicio de la fiscalía, los hechos descritos son constitutivos de un delito de


incendio, prescrito y sancionado en el artículo 475 Nº 1 del Código Penal, el que se
encuentra en grado de consumado, y en los cuales atribuye al acusado participación
en calidad de autor.
Estimó el Fiscal que al acusado Gustavo Alejandro Díaz Mendoza le favorecía
la circunstancia atenuante del artículo 11 Nº 6 del Código Penal, esto es, la
irreprochable conducta anterior del delincuente.

Requirió que se condenara al acusado Díaz Mendoza a la medida de


seguridad de 5 años de internación en un establecimiento psiquiátrico para su
tratamiento.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Alegato de Apertura. Ministerio Público. Que en su alegato de


apertura el Fiscal ofreció acreditar el delito de incendio de una vivienda de material
ligero, habitada por tres personas, y la participación, con la declaración de funcionarios
policiales y de testigos presenciales que detuvieron al acusado y quienes se
encontraban en el interior del domicilio al iniciar el fuego el acusado. También rendirá
pericial de funcionarios de LABOCAR que concurrieron al lugar, y peritaje químico
derivado de evidencia levantada en el sitio del suceso y del acusado. Se acompañará
fotografías del lugar. Acreditado el hecho y la participación, probará que el acusado es
inimputable con pericia de la psiquiatra forense del Servicio Médico Legal y con
ordinario N° 731 que contiene las fichas clínica y psiquiátrica del acusado. Y, dada su
patología y consumo de drogas y alcohol, acreditará que es persona peligrosa para sí
misma y para terceros.

SEGUNDO: Alegato de Apertura. Defensa. Que la Defensa en su exposición


de apertura señaló que la inimputabilidad no está en cuestión.

Discutirá dos elementos relevantes para la decisión: el primero de ellos es el


grado de desarrollo de consumación del delito desde la dinámica de la comisión del
mismo y desde el punto de vista del eventual descontrol del fuego el día de los
hechos, considerando que se trataba de un delito frustrado por no existir destrucción
total.

Desde la perspectiva del principio de especialidad y de restricción de catálogo


de la Ley 20.084, discutirá si es posible aplicar una medida de seguridad respecto de
un adolescente y la entidad de la misma, en el evento que el Tribunal así lo requiera.
El acusado goza de irreprochable conducta anterior. Hay otros elementos indiciarios
que restan peligrosidad a su representado.

TERCERO: Derecho del acusado a guardar silencio. Que al inicio de la


audiencia se advirtió los derechos del acusado a su curadora ad litem. Consultada e
informada por la Juez Presidente de Sala al tenor del artículo 326 del Código Procesal
Penal, respecto del derecho del acusado a ser oído, optó porque guardara silencio.

CUARTO: Convenciones probatorias. Que las partes no acordaron


convenciones probatorias.

QUINTO: Prueba incorporada por el Ministerio Público. Que las pruebas


rendidas han sido valoradas por este Tribunal con entera libertad, pero sin contradecir
los principios de la lógica, las máximas de experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, conforme con lo dispuesto en el artículo 297 del Código
Procesal Penal, siendo incorporadas en el juicio las siguientes:

I. Testimonial:

1. Reginaldo Muñoz Araya, cédula de identidad N° 4.007.569-0, jubilado,


con domicilio en Puente Quebrada Seca sin número, Sotaquí, Ovalle.
2. S.F.A.L., cédula de identidad N° 16.848.667-7, dueña de casa, con
domicilio en Puente Quebrada Seca sin número, Sotaquí, Ovalle.

3. Carlos Gómez Barrera, cédula de identidad 13025772-0, sargento 2° de


Carabineros, con domicilio en Av. Santa María N° 900, Arica.

II. Pericial:

1. Claudia Fernández Alarcón, cédula de identidad N° 11.348.853-0,


médico psiquiatra, con domicilio en Colo Colo 2001 de la comuna de La Serena.

2. Cristopher Remy Brain Tapia, cédula de identidad N°15.006.346-K cabo


primero de Carabineros, con domicilio en Calle Ojos de Agua N° 260, Quilpué.

3. Raúl Rodríguez Méndez, cédula de identidad N° 12.733.951-1, sargento 2°


de Carabineros, con domicilio en Andrés Bello 1061, La Serena.

4. Patricia Eugenia Ossandón Tapia, cédula de identidad N° 10.984.170-6,


perito bioquímico con domicilio en calle Maule N° 40 de la comuna de Santiago.

III. Documental:

1. Ordinario Nº 731, de fecha 15 de Julio de 2011, del Director del Instituto


Psiquiátrico “Dr. José Horwitz Barak”, Dr. Enrique Cancec Iturra, mediante el cual se
remite ficha médica Psiquiátrica del requerido, Gustavo Alejandro Díaz Mendoza, y la
ficha Psiquiátrica del requerido

2. Informe psiquiátrico de médico Juan Mosca Arestizábal.

3. Certificado de nacimiento de E.A.V.A.

4. Extracto de filiación y antecedentes penales de adolescente del


acusado.

IV. Fotografías:

1. Dieciocho (18) fotografías que dan cuenta del sitio del suceso, tomadas
por funcionarios de Carabineros de Chile, contenidas en el informe pericial Nº 189-
2010 de LABOCAR.

2. Cuatro fotografías contenidas en el informe químico forense Nº 2432-


2010.

3. Tres fotografías correspondiente al sitio del suceso tomadas por


Carabineros.

SEXTO: Prueba incorporada por la Defensa. Que la Defensa se adhirió


a la prueba del Ministerio Público y, además, presentó como prueba propia la siguiente
documental:

1. Certificado de fecha 10 de abril de 2014, suscrito por doña Catherine


Morgado Gallardo del CESAM Tierras Blancas, Coquimbo.
2. Copia de carnet de control de CESAM Tierras Blancas, fechas de
atención psicológica y psiquiátrica del acusado.

SÉPTIMO: Alegaciones de cierre. Réplicas. En su alegato de cierre. el


persecutor estimó que con la prueba rendida se acreditó, más allá de toda duda
razonable, los hechos y la participación de G.A.D.M. en ellos. Los testigos Muñoz y
Alcorta relataron la detención y entrega del imputado a Carabineros, Gómez Barrera
dio cuenta del sitio del suceso y del hallazgo del recipiente que, sometido a pericias
químicas, se constató tenía derivados del petróleo en su interior, elemento usado para
iniciar y propagar el fuego. La detención flagrante del acusado acreditó esta situación.
Las fotografías exhibidas dan cuenta de que se trataba de un lugar habitado, en ese
momento, por tres personas. Carabineros dio cuenta de que el recipiente no estaba
antes del hecho en el lugar, y el propio acusado señaló en ese momento que lo habían
enviado a quemar esta casa. Las pericias de Rodríguez y Ossandón confirman lo
anterior, Rodríguez Méndez dio cuenta de que se extrajo muestras de ambas manos y
espalda las que cotejadas con el contenido del recipiente, respaldan la participación.
Rodríguez aclaró que el fuego fue ocasionado por terceras personas, consistente ello
con toda la prueba rendida.

Establecida la inimputabilidad, Claudia Fernández Alarcón señaló que el


acusado presentaba consumo habitual y masivo de drogas y alcohol sin tratamiento,
situación extrapolable al tiempo de los hechos. Estando con el padre o con la madre,
la situación del acusado era la misma, el imputado estaba sin tratamiento, se cortaba
los brazos. En definitiva, debía someterse a un tratamiento permanente. Esto se
complementa con las fichas médica y psiquiátrica del acusado, emanados del Hospital
Horwitz, que dan cuenta de que el imputado consume alcohol y drogas, que se cortaba
los brazos, que presentaba esquizofrenia paranoide, que acosaba a una compañera
de curso y de la descompensación que le llevó a cometer este delito. Por ello,
consideró que se acreditó que el acusado es un peligro para sí mismo y para la
sociedad, y que es necesaria la internación del acusado, o en su defecto la custodia
con tratamiento.

En el alegato de clausura, el Defensor señaló que discrepa respecto del grado


de desarrollo, ya que si bien se está ante un delito de incendio del 475 n° 1 del Código
Penal, planteó que se trata de frustración desde el punto de vista del iter criminis, pues
si bien los verbos rectores hablan de “prender fuego”, la doctrina y la prueba de cargo
se condicen con una frustración. Los testigos Muñoz, Alcorta y funcionarios de
Carabineros coinciden en que se despiertan a la voz de fuego y luego don Richard
apaga el fuego con elementos artesanales como baldes de agua; por tanto, el fuego
no tuvo el descontrol suficiente para generar el peligro concreto de este delito de
estragos que la doctrina establece. Así, Etcheberry se refiere a que el delito es
frustrado cuando el delincuente ha puesto todo de su parte para la consecución del
resultado, pero éste no se ha producido por razones ajenas a su voluntad; la ley es
clara en ese punto respecto del iter criminis del incendio. Este elemento general de la
frustración se trasunta a lo que señalan Politoff, Matus y Ramírez en cuanto al
desarrollo del iter criminis, y haciéndose eco de la doctrina de Labatut, “el momento
consumativo se producirá cuando el fuego tome cuerpo y se produzca un verdadero
arrasamiento que escapa del control del hechor”. Este incendio pudo pararse con
agua, tierra, y sin mayores daños para terceros, sólo daño parcial en una pared de la
mediagua. Por otra parte, el autor no hizo nada para detenerlo.

Respecto de participación, la Defensa tuvo dudas razonables de ella, por


cuanto el testigo Reginaldo Muñoz habló de un joven de carita redonda, rubio, y el
acusado no es así. Muñoz no pudo reconocerlo a pesar de que fue él quien lo detuvo.
S.F.A.L. dijo que por el shock no vio al agresor y tampoco podría reconocerlo en la
sala. El testigo González señaló que el afectado es el acusado, lo que no desmintió ni
corrigió posteriormente. Después lo sindicó, pero se sembró la duda y la confusión.
Respecto de la prueba científica acompañada, se señaló que se tomó muestras a su
representado y es curioso que en las partes en que no pudo haber contacto con
hidrocarburos se le encontrara trazas de éstos, pero se trata de elementos que pueden
estar presentes en elementos de limpieza de hogar, desde petróleo diésel hasta
elementos de aseo. Es dudoso que su representado haya estado completamente
embadurnado de estos elementos, y esto no es suficiente para destruir la presunción
de inocencia.

Por lo tanto, se preguntó, ¿qué ampara la Ley de Responsabilidad


Adolescente? (sic) El artículo 10 n° 2 dice que son responsables penalmente los
mayores de edad. Los menores de 14 son absolutamente inimputables. Entre los 14 y
los 18, entiende que son inimputables y son sujetos de responsabilidad penal bajo un
estatuto distinto. El Fiscal dirá que la ley penal es subsidiaria y complementa el
estatuto penológico del adolescente, pero el artículo 27 de la Ley 20.084 reenvía a las
reglas de procedimiento y sustantivas a la investigación, juzgamiento y ejecución de
las responsabilidades de la Ley penal por parte de adolescentes; no cabe aplicar
analógicamente medidas de seguridad porque el texto no remite a ellas, porque los
jóvenes con problemas psiquiátricos no deberían ser objeto de persecución penal sino
de medidas de protección en sede de familia. Esto, amparado por los principios del
artículo 37 letra b de la Convención de los Derechos del niño, niña y adolescente,
artículo 2° sobre interés superior de los mismos y artículo 35 sobre búsqueda de la
mínima intervención penal, ambos de la Ley 20.084. Esta ley busca excluir a ciertos
grupos de jóvenes que no deben ser objeto de persecución penal: faltas de cierto
rango, delitos sexuales de cierta edad, inimputables. Porque se trata de un inimputable
dentro de los inimputables.

En el evento que el Tribunal estime que es pertinente aplicar una medida de


seguridad, aplicando reproche a su representado, se amparó en lo dicho por la doctora
Fernández, quien fue clara en señalar que ha pasado tiempo, que el joven se
encuentra internalizado, sometido al control de su madre, con medicamentos y
tratamiento psicológico.

En su momento de réplica, el Fiscal manifestó que la Defensa, en su alegato


de apertura, señaló que no cuestionaría los hechos ni la participación sino que sólo se
referiría a la peligrosidad del acusado para sí o para terceros; pero sí fue cuestionada.
Le parece que los hechos están claramente establecidos y en cuanto a la
participación, el acusado fue detenido en flagrancia; y si bien algunos testigos no
pudieron reconocerlo por el tiempo transcurrido, está claro que él fue el detenido y
respecto de él se realizó las pericias de rigor en relación con elementos derivados del
petróleo. En cuanto al grado de desarrollo, la defensa confunde la consumación con el
resultado o agotamiento del delito; el hecho de que el inmueble no se haya consumido
completamente por el fuego dice relación con una fase de agotamiento del resultado,
que no es lo mismo que la fase consumativa que dice relación con que el acusado
haya llevado a cabo todas los actos necesarios para que el delito se consume; el
agotamiento del delito no se produce por intervención de las víctimas.

En cuanto a que el acusado no puede ser objeto de medidas de seguridad, el


Código Procesal Penal y el Código Penal complementan la ley 20.084, lo que hace
plenamente aplicables las medidas de seguridad solicitadas. Si bien el acusado puede
estar en tratamiento actualmente, cree que ello deriva de la proximidad de este juicio;
el acusado fue buenamente asesorado por su defensa y por familiares en este sentido,
para evitar una consecuencia perjudicial. La pericia de Fernández concluyó que el
acusado es un peligro para sí mismo y respecto de terceros ya que estuvo
descompensado tanto bajo el cuidado del padre como de la madre, lo que hace
imperiosa la aplicación de medidas de seguridad, sea rehabilitación o custodia o
tratamiento en su defecto.

Al replicar, la Defensa citó a Etcheberry, señaló que hay legislaciones en que


el delito de incendio es de peligro concreto o de peligro abstracto, y en ambos casos
se exige que haya ingobernabilidad o que se consume el peligro en concreto. Se
amparó en lo dicho por Politoff, Matus y Ramírez, quienes señalan que tiene que
haber una real vulneración del bien jurídico protegido, lo que aquí no pasó. Respecto
de la participación, la prueba rendida es lo que se analiza en la clausura, y lo que se
observó es una duda y contradicción enorme en torno a quién fue el partícipe.
Finalmente, las medidas de seguridad no son sanciones y de acuerdo con el artículo
27 de la Ley 20.084 son inaplicables.

OCTAVO: Hechos acreditados. Que este Tribunal, con el mérito de la prueba


rendida, analizada conforme con los principios de la lógica, las máximas de la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados, al tenor del artículo 297
del Código Procesal Penal, tuvo por acreditados los siguientes hechos:

“El día 12 de marzo del año 2010, aproximadamente a las 01:40 horas, el
requerido G.A.D.M. prendió fuego a una pieza habitacional de material ligero, ubicada
en la Ruta D-55, sector Quebrada Seca, comuna de Ovalle, de propiedad de don
Reginaldo Muñoz Araya y en la que se encontraban doña S.F.A.L., doña C.S.A.L. y
E.A.V.A.”.

NOVENO: Valoración de la prueba. Fecha y lugar. Que, los hechos descritos


en el considerando séptimo se encuentran acreditados con los medios de convicción
incorporados, de la manera que se desarrolla a continuación.

El día, hora y lugar del acontecimiento, se acreditó con la declaración


conteste de los testigos de cargo Reginaldo Muñoz Araya, S.F.A.L. y Carlos Gómez
Barrera. El primero de ellos señaló que el 12 de Marzo de 2012, a la 01.40 horas de la
mañana, mientras todos dormían, su nieto Richard Lanas, con quien vive, le avisó que
ocurría un incendio fuera de su casa, en la casa del lado izquierdo, en la que vivían
sus nietas C.S.A.L., el hijo de ésta de un año, y S.F.A.L. Esta segunda casa está a
unos tres metros de la suya en el sector de Quebrada Seca sin número. Señaló que
ambas casas son de madera, casas portátiles. Doña S.F.A.L., en tanto, señaló que el
incendio fue en su casa el día 12 de marzo de 2010, a la 1.40 de la mañana, y que es
el mismo lugar en que vive ahora. Indicó que en esos momentos estaba durmiendo
con su hermana C.S.A.L., quien es minusválida y Esteban, su sobrino e hijo de
Claudia, en esa época de dos años y hoy de cinco años de edad. La casa es de
madera. Al lado, a dos metros, vive su abuelo; su madre y su primo viven más arriba,
en el mismo terreno, y que en la casa de su abuelo estaban su tío Richard Lanas y su
abuelo Reginaldo Muñoz. Se exhibió a esta testigo 16 fotografías, en ellas señaló
dónde está su vivienda y sus dependencias, el lugar en que se produjo el fuego, y la
puerta de entrada, describiendo el dormitorio y la cama quemada. El testigo Carlos
Gómez Barrera, por su parte, reafirmó lo anterior al señalar que mientras trabajaba en
la 3° Comisaría de Ovalle, recibió un llamado por un delito de incendio, y que esto fue
el 12 de Marzo de 2010. Precisó que alrededor de la 1.40 de la noche recibió un
comunicado radial que indicaba que se necesitaba cooperación para un procedimiento
por incendio en el Sector Quebrada Seca de Ovalle, por lo cual fueron al lugar
indicado, lugar en que se entrevistaron con el señor Díaz Mendoza (sic), el afectado
por los hechos, quien mantenía detenida a una persona, presunto responsable del
incendio. La víctima le indicó que habían tratado de quemar su inmueble, y que al salir
por el aviso de incendio vio a esta persona que huyó corriendo, logrando darle alcance
a unos metros del lugar. Agregó el funcionario que alrededor de la 1.50 detuvieron a la
persona de sexo masculino, y aislaron el sitio hasta la llegada de LABOCAR. En el
lugar había tres personas adultas, un hombre y dos mujeres, y un menor de edad, y
cuando llegó Carabineros, el incendio estaba apagado. Además de ello, ilustró al
Tribunal reconociendo en el set de fotografías número 3, la vivienda afectada, el
interior de ésta, que estaba habilitado como dormitorio, y una cama quemada, en la
que dormía una persona en el momento del incendio. Todas estas declaraciones
fueron complementadas con las fotografías números 1 al 15 del primer set
incorporado, y con el set número 3, por medio de las cuales pudo el Tribunal formarse
una idea del lugar en que ocurrieron los hechos, de su entorno, y especialmente del
hecho de encontrarse la vivienda de material ligero habilitada como un dormitorio con
dos camas.

DÉCIMO: Valoración de la prueba. Forma de comisión. En cuanto a la forma


en que se habría realizado el ilícito, se valoró positivamente la declaración conteste de
los testigos antes referidos, sumado ello a las pruebas periciales en las que
participaron don Cristopher Remy Brain Tapia, don Raúl Rodríguez Méndez y doña
Patricia Eugenia Ossandón Tapia. En efecto, el testigo Muñoz Araya señaló que, en el
momento del incendio se sintió olor a petróleo, y que cuando salió de la pieza vio a
una persona arrancar saliendo del fuego, persona a quien siguió y detuvo a unos diez
metros de distancia, para después llamar a Carabineros. Precisó que el fuego quemó
una pared con ventana donde había una “cuestión de la corriente”, en el cual se veía
un tiesto blanco, el que describió como “un baldecito” con olor a petróleo, mostrándolo
en la fotografía correspondiente. Agregó que el fuego “pescó” una cama, y casi quemó
a su nieta Claudia, de quien señaló que es enferma. Por demás, señaló que cuando
volvió tras detener al acusado, su sobrino Richard estaba apagando el fuego “con las
niñas”, para lo cual le echaba agua y tierra. Explicó que no fue fácil controlar el fuego,
por eso prendió la cama y que intentaron apagarlo desde fuera y desde dentro, pero
que cuando llegó Carabineros habían logrado controlarlo. S.F.A.L. depuso en el mismo
sentido, señalando que ella, su hermana y sobrino estaban durmiendo, que luego
despertó y vio que estaba prendida toda la pieza con el fuego, que antes de eso no
sintió ruidos, sólo sintió el fuego que provenía de fuera, desde la pared junto a la que
duerme su hermana Claudia. Indicó que el fuego era fuerte y que casi quemó a su
hermana. Esteban dormía con la testigo. Su hermana preguntaba qué pasaba, ella no
podía levantarse porque tiene discapacidad en las piernas, estaba recién aprendiendo
a caminar. Agregó que su tío Richard despertó, sintió el olor a petróleo, llamó al abuelo
Reginaldo, tiró agua y llamó a su tía quien golpeaba la puerta y le decía que abriera
pero como estaba con su sobrino en brazos y en shock no podía abrirla. No intentaron
controlar el fuego desde dentro por el shock, su tío les dijo que abrieran la puerta.
Finalmente salió con su sobrino y su tío sacó a Claudia, momento en que el fuego ya
estaba controlado por sus familiares, por lo que cuando llegó Carabineros ya estaba
apagado. En el set de fotografías que se le exhibió, además de describir su habitación,
señaló el tarro en que estaba el químico, bencina o petróleo con que se inició el
incendio, indicando que éste no se encontraba en el lugar antes de que ocurriera el
hecho. Este era un tarro cortado y tenía unos 18 centímetros de alto y un diámetro de
19 centímetros aproximadamente, y que no había más implementos. El testigo Gómez
Barrera señaló que en el lugar al que concurrieron había un bidón con restos de
combustible, el que además mostró en la respectiva fotografía incorporada, y que
supieron que era combustible por el olor característico de éste. Agregó que, en tal
oportunidad, las víctimas manifestaron que el bidón no estaba antes, y que lo dejó
supuestamente el victimario. Cuando llegaron, el lugar humeaba pero estaba apagado,
desconociendo cómo lo apagaron.

Por su parte, la pericial compuesta de informes proporcionados por Brain


Tapia, Rodríguez Méndez y Osandón Tapia, da cuenta de que, tras ser resguardado el
lugar de los hechos por Carabineros, concurrieron los dos primeros, peritos de
LABOCAR. Brain Tapia describió que en Marzo de 2010 se le solicitó efectuar una
pericia a un inmueble que tenía daños por incendio, en Quebrada Seca, Sotaquí. Su
trabajo fue de auxiliar criminalístico. Levantó una evidencia, una sustancia en un tarro,
rotulado como E-1 que estaba en el suelo, posiblemente en el mismo lugar en que
comenzó el fuego, ya que era el lugar en que el inmueble presentaba daños por acción
del fuego. Rodríguez Méndez estuvo como fotógrafo y fue el ayudante que
confeccionó el informe. El tarro podría mantener algún derivado del petróleo. En las
fotografías que le fueron exhibidas (set n° 1) detalló la ubicación del inmueble y el
lugar en que se produjo el incendio, además de la evidencia que levantaron, las que
fueron remitidas a perito bioquímico en Santiago. Rodríguez Méndez hizo una pericia
(informe 189-2010) de incendio respecto del inmueble ubicado en Sotaquí, sector
Quebrada Seca de Ovalle; el 12 de marzo de 2010 concurrió al lugar para realizar
diligencias, hizo fijaciones fotográficas, descripciones escritas del sitio, levantamiento
de evidencias y rastreo del lugar. En relación con el inmueble y los daños observados
por combustión, se determinó que el origen estaba en el frontis del costado norte, que
presentaba daños evidentes por fuente inicial de calor. En este lugar llamaba la
atención en el suelo un recipiente plástico con restos de una sustancia líquida
atribuible por su olor a un derivado del petróleo, sin determinar cuál, inflamable
probablemente. Posteriormente, inspeccionó el interior del inmueble, en que se
evidenciaba el paso de ondas de calor que hicieron contacto con elementos altamente
combustibles como ropa y partes de estructura de una cama. En relación con el
recipiente, se estableció la ejecución de una persona que pudo iniciar el proceso,
determinando que se trató de mediación humana, probablemente intencional. No se
pudo establecer como pericia de campo la naturaleza del contenido del recipiente, por
lo que se levantó y rotuló (E-1) para ser enviado a peritaje químico en Santiago. En la
fotografía número 4 del set N°3, señaló que se ve el recipiente con restos líquidos con
características de posibles derivados del petróleo, de unos 18 centímetros de
diámetro, y que la muestra, junto a otras, fue remitida al LABOCAR Santiago. Agregó
que se hizo un rastreo completo del sistema eléctrico del inmueble, se fijó un enchufe
en la zona afectada por la combustión, pero el sistema eléctrico no presentaba
anomalías, tampoco en el interior había otro posible punto de origen, estableciéndose
categóricamente que el origen correspondía a la pared posterior del inmueble. El
origen fue la participación consciente de un ejecutor, con líquido probablemente
inflamable, ello por las características de los daños en la pared, el fuerte olor a
combustible y la naturaleza misma de la evidencia. Complementando estas pericias,
se incorporó la de la bioquímico Patricia Ossandón Tapia, quien señaló que su pericia
corresponde al informe pericial 2432-2010 del Laboratorio de Criminalística de
Carabineros de Chile, cuyo objeto fue determinar la presencia de acelerantes o
derivados del petróleo en los elementos entregados para análisis, consistentes en un
contenedor plástico vacío rotulado E-1, una camisa color blanco manga corta N°40,
recepcionada (sic) sucia y sin manchas de interés criminalístico y tres contenedores
con gasa en su interior, rotulados MI-1 MD-1 y MT-1 respectivamente,
correspondientes a muestras para determinación de hidrocarburos levantadas desde
las manos del imputado. Para determinar la presencia de hidrocarburos, derivados de
petróleo u otras sustancias químico orgánicas se realizó un sistema de extracción
pasiva con uso de exano, y el producto se inyectó en un cromatógrafo gaseoso
acoplado a un detector de masas. El resultado de la muestra E-1, contenedor plástico
vacío, se detectó ciclopentano, junto con dos cetonas y un ácido carboxílico de cadena
larga. En la camisa, E-2, se detectó ciclopentanos, un aldehído de cadena larga, una
cetona de cadena larga y dos ácido carboxílicos de cadena larga. En MT-1, se detectó
tres alcanos de cadena larga, un metiléster derivado de ácido carboxílico de cadena
larga. En MD-1 y MI-1, se detectó tres alcanos de cadena larga y ácido carboxílico de
cadena larga, lo cual le permitió concluir que se detectó en E-1, E-2, y en los trozos de
gasa levantados de las manos del imputado (MT-1, MD-1 y MI-1) compuestos
químicos orgánicos consistentes en alcanos de cadena larga, ácido carboxílico de
cadena larga, metilésteres derivados de ácido carboxílico de cadena larga y cetonas
de cadena larga, los cuales pueden corresponder a parte de la composición de
hidrocarburos derivados de petróleo, sin que le fuera posible identificar a qué facción
corresponden, es decir, no se puede decir si es parafina, diésel, gasolina, limpiadores
de uso doméstico u otros. Se le exhibió fotos (1) y (2) correspondientes a la camisa, a
los tres contenedores plásticos con gasa con muestras de las manos, y al contenedor
plástico rotulado E-1, coincidentes con los periciados. Señaló que en la muestra
testigo había tres alcanos de cadena larga, a diferencia de las muestras de las manos,
en que además había otras sustancias. Aclaró al Tribunal que estas sustancias están
en los acelerantes, en limpiadores de uso doméstico, limpiavidrios, limpiadores de
baño o de pantallas de computadores, y que no se puede determinar a qué
corresponden.

Lo anterior fue complementado con fotografías de los tres sets incorporados,


que ilustraron al Tribunal acerca de la forma en que el fuego afectó la pared y algunos
enseres de la vivienda siniestrada, y también del utensilio hallado junto a la vivienda,
con restos de una sustancia desconocida, que no pertenecía a los moradores
afectados.

Al analizar estas pericias, es posible concatenar los hechos para concluir que
el fuego se originó por intervención humana, que fue intencional y no accidental, al
haberse dispuesto un recipiente junto a la pared de madera, el que contenía un
acelerante derivado del petróleo, probablemente diésel de acuerdo con la testimonial
prestada. En este sentido, a pesar de que la pericia bioquímica no es concluyente
respecto de la naturaleza del agente, dado que podría tratarse de un acelerante o de
un limpiador de uso doméstico, cabe señalar que los testigos de cargo y así también
los peritos, mencionaron en repetidas ocasiones que el “tarro” contenía petróleo o un
derivado de éste, sustancia de uso amplio, muy conocida, con un olor característico,
estando ellos contestes en referir que era petróleo o un símil de éste, y es esta
concordancia lo que ha concluido por formar la convicción del Tribunal en cuanto a
que se trataba precisamente de un acelerante y no otro derivado del petróleo. Por otra
parte, el haberse dispuesto la sustancia en un recipiente junto a una pared altamente
combustible nos habla de que efectivamente el autor quiso incendiar la vivienda, sin
lograr completar su objetivo por intervención de terceros.

UNDÉCIMO: Valoración de la prueba. Participación. Que, la participación en


calidad de autor ejecutor del delito frustrado antes descrito, por parte del acusado, se
encuentra acreditada con la declaración del testigo Rojas Araya, quien señaló que
cuando salió por el aviso de incendio, vio a una persona arrancar saliendo del fuego
con camisa blanca y “bluyines”, lo siguió y lo detuvo a unos 10 metros de distancia,
para después llamar a Carabineros. Éstos llegaron en unos veinte minutos, les entregó
al detenido y se lo llevaron.

A pesar de que este testigo dijo que “El detenido era más tirado a moreno
pero rubio, con el pelo castaño, cara redonda” aclaró que no lo recordaba bien por los
años que han pasado y porque lo vio poco, y no podría reconocerlo si lo viera
nuevamente. S.F.A.L. complementó este relato del siguiente modo: “El abuelo salió
siguiendo a la persona que quemó la casa”. Señaló saber que esa persona quemó la
casa porque era la única ajena al lugar. Indicó que su abuelo lo persiguió con un palo y
lo detuvo cerca del baño y que lo vio pero por el tiempo transcurrido no podría
reconocerlo.

En tanto que ambos testigos presenciales dijeron que no podrían reconocer al


autor del incendio si lo vieren, el testimonio del funcionario de carabineros Gómez
Barrera resulta el elemento que une en este primer momento al acusado con los
hechos, ya que es él quien vincula a Díaz Mendoza con el sujeto detenido, al indicar
que el 12 de Marzo de 2010, al recibir el comunicado radial que solicitaba cooperación
para un procedimiento por incendio en el Sector Quebrada Seca, fue al lugar y se
entrevistó con el señor Díaz Mendoza (sic), el afectado, agregando que “este caballero
tenía una persona detenida”, cuyo nombre no recordó. Alrededor de la 1.50 detuvieron
a la persona de sexo masculino, y reconoció a la persona que detuvo como el acusado
presente en la sala.
Cabe hacer presente que, a pesar de que este testigo menciona a Díaz
Mendoza como afectado, de su relato no quedan dudas de que no se trata sino de una
confusión, debida probablemente a que desde los hechos han ocurrido más de cuatro
años, ya que se refiere a que el afectado es “un caballero” y no un joven, y reconoce
plenamente en la sala al acusado como el detenido el día 12 de Marzo de 2010.

Complementando estos dichos, los testigos Brain Tapia y Rodríguez Méndez


señalaron que, el mismo día del hecho, concurrieron a las dependencias del Juzgado
de Garantía de Ovalle para tomar muestras corporales y de la ropa de la persona que
fue detenida en el momento y lugar de los hechos, refiriéndose a ésta con el nombre
de Gustavo Díaz Mendoza.

Por lo anterior, por la inmediatez en la detención del acusado, al haber sido


visto huyendo desde el lugar de inicio de éste, se acreditó que Gustavo Díaz Mendoza,
obró en este delito como autor, según lo previsto en el artículo 15 N° 1 del Código
Penal, al haber desplegado acciones directas y ejecutoras del hecho punible.

DUODÉCIMO: Valoración de la prueba. Lugar habitado. Que, la circunstancia


de que el lugar en que se cometió el ilícito era uno que se encontraba habitado, ha
sido probado en consideración a lo expuesto por los tres testigos de cargo, cuyas
declaraciones en este punto han sido incorporadas en acápites anteriores, quienes
estuvieron contestes en indicar que la vivienda era habitada por tres personas:
S.F.A.L., C.S.A.L., y el hijo de ésta E.A.V.A., en esa época de un año y seis meses de
edad. La testigo S.F.A.L., al exhibírsele las fotografías incorporadas a juicio,
específicamente las N° 1 al 15 del set 1, las reconoció como tomadas en su casa. En
ellas se puede apreciar que en el interior se encontraban dispuestas dos camas,
correspondientes a las mujeres adultas que allí vivían, una de las cuales compartía
cama con el niño. Y son estas mismas testimoniales concordantes entre sí las que
permiten concluir que las tres habitantes se encontraban en el interior de la vivienda
cuando si inició el fuego.

En razón de los anteriores testimonios, y de las fotografías incorporadas del


set 1, números 2 al 15, se ha formado la convicción de que la casa que fue objeto del
ilícito, estaba habitada en el momento de ocurrencia del delito. Y, aunque a objeto de
configurarse el tipo penal es suficiente con acreditar que la vivienda se encontraba
habitada al momento de ocurrir los hechos, es claro, además, que tal circunstancia
resultaba notoria para quien no conociera el interior de la misma, de acuerdo con las
fotografías aportadas y particularmente la fotografía N° 2 del set 1, que muestra una
vivienda de material ligero, en que se percibe enseres y objetos que comúnmente
rodean a una vivienda, esto es, plantas en macetas, un balde de agua, sillas, toldo
protector en el ingreso, entre otros.

DÉCIMO TERCERO: Calificación Jurídica. Que, los hechos descritos en el


considerando séptimo configuran el delito frustrado de incendio, previsto y sancionado
conforme con lo dispuesto en el artículo 475 N° 1 del Código Penal.
Sobre el grado de desarrollo del mismo, se configuró como frustrado, puesto
que el sujeto no logró que el fuego que inició alcanzara las características de
ingobernabilidad requeridas para causar estragos. Si bien el tipo descrito en la ley no
se refiere a la envergadura del incendio, parte de la doctrina ha entendido que se
requiere que el fuego escape de control del ejecutor para que alcance su etapa
consumativa. Y esto resulta concordante con la definición legal del delito frustrado, ya
que si bien el acusado puso todo de su parte para lograr el incendio, la consecución
del resultado no fue posible por la intervención de terceros, los familiares de las
víctimas habitantes del inmueble, quienes apagaron el fuego antes de que causara
estragos o pusiera en riesgo la integridad de los afectados. Los testigos presenciales
señalaron que pudieron apagar el fuego en cuestión de minutos. Refirieron, además,
que Carabineros llegó en un lapso corto de tiempo, y que para ese momento el fuego
estaba apagado. Lo mismo reafirmó en su testimonio el Carabinero Gómez Barrera
quien concurrió al lugar de los hechos inmediatamente después de ocurrido, e indicó
que al llegar el fuego estaba apagado aunque todavía humeaba. Y ello, sin que los
agentes que frustraron el resultado contaran con elementos especiales para control de
incendios, ni aún mangueras de uso doméstico. Si bien estos sentenciadores estiman
que no es necesario para la consumación del delito que se destruya el total de la
especie siniestrada, consideraron que no existió una vulneración real del bien jurídico
protegido por la rápida y oportuna intervención de terceros, que evitó que el fuego
creciera hasta hacerse difícil de controlar.

DÉCIMO CUARTO: Prueba no valorada. Que, para los efectos de determinar


los hechos que se tuvo por probados así como la participación en los mismos del
acusado se ha considerado toda la prueba testimonial rendida en juicio, la pericial de
Brain Tapia, Rodríguez Méndez y Ossandón Tapia, todas las fotografías incorporadas,
la documental consistente en certificado de nacimiento de E.A.V.A., excluyéndose el
resto de la pericial y documental por no ser pertinente a estos hechos y decir relación
más bien con la acreditación de la peligrosidad del acusado.

DÉCIMO QUINTO: Supletoriedad del Código Procesal Penal en materia de


medidas de seguridad. Las argumentaciones de la Defensa estuvieron también
encaminadas a controvertir la competencia del Tribunal en esta materia, ya que,
discutiéndose respecto de la aplicación de una medida de seguridad a un acusado que
era adolescente en el momento de la perpetración del delito, en virtud de lo dispuesto
en el artículo 27 de la Ley 20.084, no cabe hacer un reenvío a la norma procesal
penal. En tal sentido, el Tribunal comparte plenamente lo expuesto por la Defensa,
toda vez que no es posible hacer una aplicación supletoria de todo el Código Procesal
Penal y del Código Penal a las materias no reguladas por la Ley 20.084, dado que el
sentido y alcance de lo dispuesto en el artículo 27 de este último cuerpo legal es claro
en delimitar las materias en las que el juzgador puede recurrir a la supletoriedad de las
leyes aplicables a los adultos, restringiéndolas a la investigación, juzgamiento y
cumplimiento de la responsabilidad penal juvenil. De este modo, resulta irrelevante la
alegación del Ministerio Público en cuanto a que la medida de seguridad no es una
pena, puesto que la ley no sólo excluye la supletoriedad en materia de penas, sino que
la excluye en todas las materias, salvo las reseñadas en el artículo 27 de la Ley
20.084, resultando imposible hacer una aplicación analógica o supletoria, atendida la
naturaleza especial de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, y sus objetivos
esencialmente resocializadores, que la hacen incompatible con la aplicación de una
medida de seguridad cuyo objeto es evitar la peligrosidad potencial del sujeto de la
misma. De este modo, en consonancia con los principios que sustentan la legislación
interna y los tratados internacionales en materias que afectan a niños, niñas y
adolescentes, en particular la búsqueda del bien superior de los mismos, la búsqueda
de una respuesta jurisdiccional del caso sub lite sólo pudo tener una orientación
proteccional del hechor, adolescente inimputable por su condición psiquiátrica,
respuesta que hoy, a cuatro años de los hechos, resulta imposible aplicar por la
mayoría de edad del acusado.

DÉCIMO SEXTO: Pronunciamiento sobre peligrosidad del acusado. Que, en


razón de lo anterior, y no siendo posible a este Tribunal aplicar la medida de seguridad
solicitada, es que se omitirá, por inoficioso, un pronunciamiento respecto de la
peligrosidad del acusado.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que, no se condena en costas al Ministerio Público por
haber tenido motivo plausible para litigar.

Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los artículos


1, 3, 5, 14 Nº 1, 10, 15 Nº 1 y 475 n° 1 del Código Penal, artículos 2, 27 y 35 de la Ley
20.084 y Convención Internacional sobre los derechos del niño, niña y adolescente, y
demás normas pertinentes del Código Procesal Penal, se declara:

I. Que, se ABSUELVE al acusado G.A.D.M., ya individualizado, como


autor de un delito de incendio, previsto y sancionado en el artículo 475 Nº 1 del Código
Penal en grado de frustrado, cometido el día día 12 de marzo del año 2010 en la
comuna de Ovalle.

II. Que, no se aplica medida de seguridad alguna respecto del


sentenciado.

III. Que se exime del pago de las costas al Ministerio Público.

IV. Una vez ejecutoriada esta sentencia, devuélvase a los intervinientes los
documentos y demás medios de prueba incorporados al juicio y, oportunamente,
remítase estos antecedentes al Juez de Garantía de Ovalle para los fines pertinentes.

Fallo redactado por la Juez Interina Leyla Velásquez Molina.

Regístrese y archívese en su oportunidad.

R.U.C.: 1000229456-2.

R.I.T.: 54-2014.
3. TOP absuelve a acusado por estimar no configurado el delito de
tráfico ilícito de drogas y ser incompetente para condenar por faltas. (TOP Ovalle
16.05.2014 rit 158-2013)

Normas asociadas: CP ART. 15 nº 1; L20.000 ART. 3; L20.000 ART. 8;


L20.000 ART. 50; CPP ART. 340

Temas: Determinación legal/judicial de la pena; Faltas; Ley de tráfico ilícito de


estupefacientes y sustancias sicotrópicas

Descriptores: Incompetencia del tribunal; Juez de garantía; Porte de droga;


Sentencia absolutoria; Tribunal oral en lo penal; Tráfico ilícito de drogas; Consumo
personal y exclusivo de drogas

SÍNTESIS: Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Ovalle absuelve a acusado


por el delito de tráfico ilícito de drogas, contenido en el artículo 3 de la Ley 20.000, ya
que el Tribunal entiende que lo que se configuró de acuerdo a los hechos y a la prueba
es el delito de siembra, cultivo o cosecha para uso o consumo personal y próximo en
el tiempo, previsto en el artículo 8 de la misma Ley, y que la pena asignada a tal delito,
de acuerdo al artículo 50 de la Ley 20.000, se relaciona a una falta penal, expresando
el Tribunal que sólo está facultado para conocer y juzgar crímenes o simples delitos,
declarándose incompetente para pronunciarse sobre las faltas, absolviendo al
imputado (Considerando 12º).

TEXTO COMPLETO

Ovalle, a dieciséis de mayo del año dos mil catorce

VISTOS:

Con fecha trece de mayo de dos mil catorce se constituyó este Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, integrada por la Juez Titular del Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de La Serena, doña Jimena Soledad Pérez Pinto, subrogando
legalmente, quien presidió la audiencia, por el Juez Titular, don Claudio Andrés
Weishaupt Milner y por la Juez Interina doña Leyla Macarena Velásquez Molina,
para conocer de la acusación deducida por el Ministerio Público, representado por la
señorita Fiscal Adjunta de Ovalle doña Rocío Valdivia Delgado, domiciliada en calle
Independencia N° 604, comuna de Ovalle, en contra del acusado C.E.B.B., apodado
“El Calá”, cédula de identidad Nº XXX, nacido en La Granja el día 02 de noviembre de
1963, 50 años, casado, buzo pescador, domiciliado en Calle única s/n, Caleta La
Sierra, comuna de Ovalle, representado legalmente por el Defensor Penal Público don
Gerardo Tagle Sepúlveda, defensor penal público, domiciliado en pasaje Peñafiel N°
239, oficina N°204, Ovalle, por estimarlo autor de acuerdo al artículo 15 N° 1 del
Código Penal del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, prescrito y sancionado en
el artículo 3 en relación al 1 de la Ley N° 20.000, en grado de desarrollo de
consumado.
Que los hechos por los cuales acusó el Ministerio Público son los siguientes:
“El día 15 de abril de 2013, aproximadamente a las 13:10 horas personal
policial de la Sección de Investigación Policial de Carabineros llevó a cabo la entrada y
registro, autorizados por el acusado C.E.B.B. a su inmueble ubicado en calle única
s/n, Caleta La Sierra, comuna de Ovalle, lugar en el cual este guardaba y poseía en
una caja de cartón 36 gramos brutos de cannabis sativa elaborada y en una bolsa de
nylon 350 gramos brutos de cannabis sativa elaborada y, mantenía una plantación de
17 plantas vivas de cannabis sativa entre 65 centímetros a 1 metro 50 centímetros de
altura aproximadamente. La marihuana elaborada arrojó un peso neto de 352,35
gramos”.
Atendido lo anterior, solicitó el Ministerio Público, requiere se imponga al
acusado, la pena de cinco (5) años y un día de presidio mayor en su grado mínimo,
multa de cuarenta (40) unidades tributarias mensuales, accesorias legales de
inhabilitación absoluta perpetua para cargos u oficios públicos y derechos políticos y la
de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, con
costas.
A juicio del Ministerio Público, en la especie no proceden circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que, en su alegato de apertura el Ministerio Público sostiene que


con la prueba que se presentará, se acreditarán tanto los hechos de la acusación
como la participación del acusado en los mismos, por lo que solicita que sea
condenado.
En su discurso de cierre, el Ministerio Público señala que los hechos no se
encuentran dubitados, centrándose la discusión en la calificación jurídica de los
mismos. Insiste que un delito de tráfico de drogas y dada la elevada cantidad
encontrada, se descarta la hipótesis de consumo próximo y exclusivo en el tiempo.
Afirma que no se han proporcionado por la defensa razones médicas suficientes para
justificar el consumo de la marihuana, toda vez que el tratamiento se lo habría
recomendado al acusado un conocido y no un médico, por lo que carece de toda
indicación médica. Tampoco se ha logrado acreditar que el tratamiento de drogas esté
justificado para este tipo de dolores. Además, no se observó por parte del funcionario
policial que participó en el procedimiento, ningún tipo de dolencia física en el acusado,
por lo que reitera su solicitud de condena por el delito de tráfico ilícito de drogas.

SEGUNDO: Que en su alegato de apertura, la Defensa señaló que el


hallazgo de plantas y sustancias que poseía su representado obedece a que padece
de enfermedades vinculados a dolores musculares, que le han compelido a consumir
cannabis sativa. Sostiene que los hechos de la acusación no configuran un delito de
tráfico, sino que el tipo penal de plantación, previsto en el artículo 8, en relación al
artículo 50 de la ley 20.000. En subsidio, solicita que se aplique el inciso final del
artículo 8 de la Ley 20.000.
Que, en su alegato de clausura, señala que si bien no discute la existencia de
los hechos de la acusación, sostiene que la participación de su representado en los
mismos colinda en lo establecido en el artículo 340 del Código Procesal Penal, toda
vez que Carabineros recibió un llamado anónimo, no pudiéndose indagar las
motivaciones de las personas para hacer las denuncias, sin haber indicio alguno en el
lugar sobre la existencia del delito, siendo su representado quien reconoció tener una
plantación de marihuana por problemas óseos, por lo que su participación estaría
establecida en base a su propia declaración.
Sostiene que en este caso los hechos que se han acreditado configuran el
tipo penal establecido en el artículo 8 de la Ley 20.000, encontrándose la marihuana
en etapa de almacenamiento no vinculada a distribución de terceros, sino que
vinculado al consumo personal de su defendido, para mitigar sus dolencias.
Argumenta que en torno a la guarda de las sustancias cosechadas, para determinar si
configura o no el delito de tráfico, hay que estarse a lo que se entiende por cosecha, y
el Reglamento de la Ley 20.000 lo vincula a lo que establece el Servicio Agrícola
Ganadero, que a su vez entiende que la cosecha está vinculada a una etapa de
guardar y almacenamiento. Sostiene que los hechos de esta causa corresponden a
una conducta de cosecha de marihuana, en consecuencia, estamos en presencia de la
figura penal establecida en el artículo 8 en relación con el artículo 50 de la Ley 20.000,
por cuanto la sustancia que se encontró no estaba destinada a ser distribuida a
terceros. En subsidio, estima que estaríamos en presencia de la figura del artículo 8 de
la refereida Ley, dentro de la hipótesis del inciso 2.

TERCERO: Que, el acusado C.E.B.B., informado sobre lo dispuesto en el


artículo 326 del Código Procesal Penal, renunció a su derecho a guardar silencio y
declaró en audiencia que el día 15 de abril del año 2013, cuando venía llegando de su
trabajo, estaba carabineros esperándolo en la playa de Caleta Sierra, quienes le
preguntaron si era verdad que tenía una plantación de marihuana en su casa,
contestándoles que si, por lo que fueron a sacarla. Les abrió la puerta de su casa y les
dijo donde estaba la plantación. Afirma que consume marihuana para poder trabajar,
ya que los remedios que le daban los médicos por las enfermedades que padece, no
le hacían efecto y además no le alcanzaba el dinero para comprarlos.
A las preguntas de la fiscal señala que tenía 17 plantas de marihuana y 350
gramos de marihuana. Además, en una caja tenía los cogollos separados de las hojas.
En la cocina tenía guardada las hojas, y la marihuana que estaba consumiendo la
tenía en una caja de zapatos. Las 17 plantas la tenía en maceteros y medían desde 60
centímetros a un metro y tanto. No recuerda la cantidad que tenía en cogollos. Trabaja
de buzo y pescador. Su jornada de trabajo como pescador comienza a las 5 de la
tarde hasta las 10 de la mañana del día siguiente, y su jornada como buzo comienza a
las 7 de la mañana y termina a las 4 de la tarde aproximadamente. No tenía
autorización para tener las plantas. Un conocido le dijo que la marihuana era lo mejor
para los dolores de su enfermedad.
Al ser consultado por su abogado defensor señala que usa una muleta para
caminar porque le duele la espalda, la cadera, la rodilla y a veces el tobillo. Agrega
que estos dolores empezaron hace cuatro años, al parecer porque hizo un muelle para
poder zarpar el bote y eso lo perjudicó.
Explica que echa la marihuana a hervir en agua y se toma una taza en la
mañana y otra en la tarde. Además la fumaba.
No tenía balanzas, solo papelillos y toqueras, que son como pipas, para no
quemarse los dedos.
Bucea desde los 14 años de edad.
Aclara que le diagnosticaron principio de artrosis hace cuatro años, y hace
poco le diagnosticaron que tiene un disco fuera de la columna y lumbo sacra izquierda.
En la oportunidad prevista en el inciso final del artículo 338 del Código
Procesal Penal, hizo uso de la palabra, solicitando piedad al Tribunal.

CUARTO: Que, en este juicio no se acordaron por los intervinientes


convenciones probatorias.

QUINTO: Que, con la finalidad de acreditar los hechos objeto de la acusación


de autos y la participación del acusado en los mismos, el Ministerio Público incorporó
legalmente al juicio las siguientes probanzas:

a) Testifical, consistente en las declaración del Sargento 2º de Carabineros,


don ALEJANDRO ANDRÉS MUÑOZ SÁEZ, quien debidamente individualizado y
juramentado, señaló que el 15 de abril de 2013, en horas de la mañana, se recibió un
llamado telefónico anónimo en la oficina de la SIP de Ovalle, mediante la cual se
denunciaba que en Caleta Sierra habían tres personas que mantenían cultivos de
cannabis sativa en sus domicilios, entre los cuales estaba el acusado. Con esta
información, el sargento Espinoza se contactó con el señor Fiscal, quien instruyó que
fueran al lugar y se solicitara el ingreso voluntario. Concurrieron a Caleta Sierra, y al ir
al domicilio del acusado se percataron que estaba sin moradores. Vecinos dijeron que
éste estaba trabajando. Lo esperaron y a eso de las 12:50 horas regresó el acusado, a
quien entrevistaron, dándole a conocer la denuncia en su contra, quien en forma
espontánea señala que tenía un cultivo de marihuana en su domicilio, para su
consumo personal por una enfermedad ósea que padecía. El acusado autorizó el
ingreso voluntario a su domicilio, en cuyo interior, en la dependencia destinada a
dormitorio, se encontró una caja de cartón contenedora de marihuana elaborada, la
que arrojó un peso de 36 gramos. Además se encontró una bolsa de nylon azul con
marihuana elaborada, la cual arrojó un peso de 350 gramos. En la parte posterior del
inmueble había una especie de invernadero cubierto con una malla, en el cual habían
17 plantas de marihuana, de 65 centímetros a 1,5 metros. Una vez con esta evidencia
se detuvo al acusado y es trasladado a Ovalle.
Señala que en el procedimiento participaron los funcionarios de carabineros
Luis Espinoza Rubio, Héctor Carvajal Pérez, Manuel Jinel Villalobos y Fernando Soto
Robles. No recuerda con exactitud quien encontró la droga. El acusado señaló que la
droga era de su propiedad y la tenía para su consumo. La droga fue remitida al
Servicio Salud Coquimbo y se dio cuenta a la Fiscalía mediante el parte Nº 1696.
Se le exhibe set fotográfico, indicando que la fotografía Nº 1 corresponde a la
vista general del domicilio del acusado; la Nº 2 se aprecia el mismo domicilio y la
bodega con malla en cuyo interior estaban las plantas de marihuana; la Nº 3
corresponde al interior de la dependencia; la Nº 4 se aprecia la bolsa de nylon que se
encuentra al interior del dormitorio del acusado; la Nº 5 corresponde a la caja de
cartón con 36 gramos de marihuana elaborada y la Nº 6 corresponde a la totalidad de
la evidencia encontrada en el domicilio del acusado.
A la defensa señala que no se consignó el nombre del denunciante. Previo a
consultar al acusado, no se verificó la existencia de la plantación. Explica que en
Caleta Sierra se desarrolla actividad pesquera y de recolección de algas. Agrega que
las plantas no se veían desde afuera del domicilio, el hallazgo se produce gracias al
autorización del acusado. Las plantas estaban en desarrollo. Los 350 gramos que
estaban en la cama eran hojas secas y los 36 gramos eran cogollos. No encontraron
elementos para la distribución de la droga. Tampoco encontraron elementos para
fumar la droga. A la unidad no se le llevó con un bastón ortopédico. No existía ningún
antecedente que el acusado haya distribuido la droga. Los cogollos y hojas estaban en
el dormitorio del acusado. No se verificó que hubieren otros habitantes en el inmueble.

b. Documental
1. Acta de recepción N° 2414/2013 de la Ley N° 20.000 del Servicio de Salud
de Coquimbo que dice relación a la recepción de la droga incautada.
2. Ordinario Nº 50 de fecha 15 de abril de 2013 de la Sección de Investigación
Policial de Carabineros de Ovalle dirigido al Servicio de Salud de Coquimbo.

c. Prueba Pericial: se incorporó, de conformidad al inciso final del artículo


315 del Código Procesal Penal, la siguiente prueba pericial:
1. Informe de Análisis N° 2414-1 y 2414-2 de fecha 03 de mayo de 2013 del
Laboratorio del Ambiente, suscritos por doña Teresa Gajardo, Analista del Laboratorio
del Ambiente del Servicio de Salud IV Región y por doña Lorena Jara Espinoza Jefe
del Laboratorio de salud Ambiental.
2. Informe sobre tráfico y acción de cannabis sativa en el organismo del
Laboratorio del Ambiente de la SEREMI de Salud de Coquimbo.

d. Otros medios de prueba


1. Seis (6) fotografías tomadas por personal de Carabineros que dan cuenta
del sitio del suceso, droga incautada, lugar del hallazgo.

SEXTO: Que la Defensa, en acreditación de sus argumentaciones, incorporó


legalmente al juicio las siguientes probanzas:
Documental:

1. Informe radiológico, firmado por la doctora doña M. Eugenia de La Fuente,


Médico Radióloga, médico tratante, señala nombre del acusado, edad, fecha que es
del año 2009 y el exámen es rayo x, columna lumbosacra ap-lat 5°, concluyendo que
es una meniscopatía degenerativa A L 5 – S1 y espondilosis lumbar.
2. Certificado emitido por el doctor Rafael Barroso Watt de fecha 20 de mayo
de 2013.

SÉPTIMO: Que las referidas probanzas fueron legalmente incorporadas al


juicio y percibidas en su rendición de manera íntegra, personal e inmediata por los
Jueces de este Tribunal, quedando el debido y cabal registro de ello, así como de toda
la audiencia del juicio oral.

OCTAVO: Que, sin perjuicio de haberse ya comunicado a los intervinientes el


veredicto acordado por este Tribunal respecto de la presente causa, es decir, los
hechos que congruentemente con la acusación se dieron por acreditados, su
calificación jurídica y la decisión absolutoria, resulta pertinente y lógico consignar
primeramente dichas circunstancias ya sabidas por los comparecientes, a continuación
desarrollar circunstanciada y razonadamente cada una de ellas valorando los medios
de prueba que fundamentaron dichas conclusiones y luego exponer las razones
legales y doctrinales que sirvieren para calificar esos hechos jurídicos y sus
circunstancias y para fundar este fallo, ya que de esa manera se sigue el orden lógico
expresamente establecido por el legislador en el artículo 342 del Código Procesal
Penal.

NOVENO: Que, tal como ya se comunicó a los intervinientes, de acuerdo a la


valoración de la prueba testimonial, pericial, documental y gráfica, unida a la
declaración prestada por el propio acusado, ésta ha sido estimada como suficiente
para tener por acreditados, más allá de toda duda razonable, la existencia de los
siguientes hechos:
El día 15 de abril de 2013, aproximadamente a las 13:00 horas personal
policial de la Sección de Investigación Policial de Carabineros llevó a cabo la entrada y
registro, autorizados por el acusado C.E.B.B. a su inmueble ubicado en calle única
s/n, Caleta La Sierra, comuna de Ovalle, lugar en el cual este guardaba y poseía en
una caja de cartón 36 gramos brutos de cannabis sativa elaborada tipo cogollo y en
una bolsa de nylon 350 gramos brutos de cannabis sativa elaborada en hojas secas y,
mantenía una plantación de 17 plantas vivas de cannabis sativa entre 65 centímetros a
1 metro 50 centímetros de altura aproximadamente. La marihuana elaborada arrojó un
peso neto de 352,35 gramos, la cual estaba destina al consumo personal próximo y
exclusivo en el tiempo por parte del acusado C.E.B.B.

DÉCIMO: Que el hecho descrito en el motivo anterior no fue objeto de


controversia por parte de la defensa del acusado, quien sí cuestionó la calificación
jurídica de ellos, hechos que se probaron con el atestado del funcionario de
carabineros de Chile, de la Sección de Investigación Policial SIP de Ovalle, don
Alejandro Muñoz Sáez, el que señaló que el día 15 de abril del año en curso se
recibió una llamada anónima de una persona, que denunciaba a tres pobladores de
Caleta Sierra que mantenían cultivo de marihuana al interior de sus domicilios, entre
los que estaba el acusado B. Que por tal motivo se tomó contacto con el fiscal de
drogas quien les instruyó que se constituyeran en el lugar y pidieran un registro
voluntario de dicho inmueble, lo que se hizo, ubicando al señor B., a quien le dieron a
conocer la denuncia y éste les reconoció de forma inmediata el cultivo de marihuana
que tenían en su inmueble, accediendo al registro voluntario, llevándolos a una
especie de invernadero en donde tenía 17 plantas de marihuana de 65 centímetros a 1
metro 50 centímetros de altura, registrando luego la casa, encontrando en el
dormitorio, debajo de la cama, una caja de cartón con hierba seca en su interior y una
bolsa de nylon color azul también con la misma hierba, reconociendo en la fotografía
N° 1 el domicilio del acusado, en la N° 2 la parte del costado de la casa, describiendo
a la derecha el sector del invernadero; en la fotografía N° 3 fijó el interior del
invernadero con las 17 plantas de marihuana; en la Nº 4 la bolsa de nylon, en la N° 5
la caja de cartón, y en la N° 6 la totalidad de la evidencia que se incautó, precisando
que la hierba que estaba dentro de la bolsa pesó 350 gramos brutos y la de la caja de
cartón 36 gramos brutos, droga que remitió al Servicio de Salud mediante parte Nº
1696 de fecha 15 de abril del año 2013, el que constó, y permitió fijar la
correspondencia de las pericias con la droga incautada, en el Ordinario Nº 50 de fecha
15 de abril de 2013 de la Sección de Investigación Policial de Carabineros de Ovalle
dirigido al Servicio de Salud de Coquimbo por el cual se remite la droga, la que fue
recibida mediante acta de recepción N° 2414/2013 de la Ley N° 20.000 del Servicio de
Salud de Coquimbo de fecha 16 de abril del año 2013, en la que se da cuenta del
pesaje neto de la droga y de las plantas, el que ascendió a 352.35 gramos netos la
hierba seca y 1966 gramos netos las 17 plantas de marihuana, droga que, de acuerdo
a los Informe periciales de Análisis N° 2414-1 y 2414-2 de fecha 03 de mayo de 2013
del Laboratorio del Ambiente, suscritos por doña Teresa Gajardo, Analista del
Laboratorio del Ambiente del Servicio de Salud IV Región y por doña Lorena Jara
Espinoza Jefe del Laboratorio de salud Ambiental, arrojaron presencia de canabinoles,
principio activo de la marihuana, la que causa graves daños a la salud de la población,
según se explica en el Informe sobre tráfico y acción de cannabis sativa en el
organismo del Laboratorio del Ambiente de la SEREMI de Salud de Coquimbo.
En consecuencia, se acreditó el hecho descrito en el auto de apertura, en
tanto el relato del testigo Muñoz no fue cuestionado en cuanto a su credibilidad, ni los
documentos en cuanto a su autenticidad o contenido, ponderándose creíble la
declaración del carabinero Muñoz, y por ende los hechos por él relatados, así como la
efectividad de encontrarse 17 plantas de marihuana plantadas en el domicilio del
acusado y de ser la sustancia incautada marihuana, la que arrojó, la cosechada, un
peso neto de 352.35 gramos, droga que era guardada por el acusado al interior de su
dormitorio.

UNDÉCIMO: Que la unión lógica y sistemática de los hechos consignados en


el noveno considerando de este fallo permite calificarlos como constitutivos del delito
previsto y sancionado en el inciso 1 del artículo 8 de la Ley N° 20.000, en grado de
desarrollo consumado.
Que se desestima la calificación jurídica de los hechos alegada por el
Ministerio Público, esto es, un delito consumado de Tráfico ilícito de drogas, previsto y
sancionado en el artículo 3 de la Ley 20.000, por los siguientes fundamentos.
El artículo 8 de la Ley Nº 20.000 contempla la ilicitud, por un lado, de la
siembra, plantación, cultivo o cosecha para uso consumo personal y próximo en el
tiempo, que se sanciona como falta de acuerdo a los artículos 50 y siguientes de la
misma ley, y por otro lado, la siembra, plantación, cultivo o cosecha no destinada al
uso o consumo personal y próximo en el tiempo, y sin autorización competente, en
cuyo caso se sanciona de acuerdo a dicha disposición. En el caso que nos ocupa, la
cuestión debatida no dice relación únicamente con la siembra, plantación, cultivo o
cosecha, sino con la guarda o almacenamiento de los productos cosechados, pero sin
que existan indicios de que estos productos hayan salido de la esfera de custodia de
aquel que la ha cultivado y cosechado para su introducción al circuito comercial de la
droga o del consumo por terceros, ni aún en fase preliminar o preparatoria. En otras
palabras, se trata de determinar desde el punto de vista puramente jurídico si la
guarda o almacenamiento en tales condiciones constituye una fase o etapa de la
cosecha, como para entender que está incorporada a la figura penal general del
artículo 8º de la Ley Nº 20.000. A través de una interpretación amplia de la ley, en
función del propósito punitivo y de la política criminal relativa al auto cultivo de
cannabis sativa, y haciendo aplicación del principio de la mínima intervención penal, es
que el Tribunal estima que el delito previsto en la primera parte, o parte general, del
artículo 8 referido, no puede ser homologado en cuanto a la guarda y almacenamiento
de las especies cultivadas con la posesión o tenencia del artículo 3 de la citada ley,
toda vez que debemos entender que la pretensión legislativa es a rebajar el grado de
repudio respecto de las personas o comunidades que por razones personales o
culturales, se abastecen a si mismos de estas especies, sea para consumirlas en
forma exclusiva y próxima en el tiempo, o no. Con el objeto de armonizar la más débil
penalidad que el legislador atribuye a quien, sin competente autorización, siembra,
planta, cultiva o cosecha especies vegetales del género cannabis u otras productoras
de sustancias estupefacientes o sicotrópicas, con la política criminal implementada a
este respecto, conviene averiguar qué tratamiento da la autoridad en caso de autorizar
a un particular para que siembre, plante, cultive o coseche estas especies.
La pregunta que cabe acá es hasta dónde alcanzan las conductas
autorizadas, pues esas mismas son las que se penalizan si no existe la autorización.
El ejercicio abstracto consiste en descubrir la identidad o diferencia entre lo
punible y lo impune, bajo la condición que cambie únicamente un aspecto: la presencia
de una autorización competente. En ese orden de ideas, debemos sondear qué fases
del cultivo y cosecha ha querido la ley y el reglamento que sean objeto de la
autorización oficial; o cuál es la extensión de estas actividades y si incluyen la guarda
o almacenamiento de los productos cultivados por el inculpado y, en su caso, en qué
condiciones. La respuesta que nos demos es relevante ya que las mismas fases
serían penalizadas si es que esas actividades carecieren de tal autorización.
A este respecto, el Decreto Supremo Nº 867, de 8 de agosto de 2007, del
Ministerio del Interior, que aprueba el Reglamento de la Ley Nº 20.000, en artículo 12º
señala que: “Concluida la cosecha y para los efectos del transporte de los productos
obtenidos, el interesado deberá requerir, previamente, una guía de libre tránsito que
otorgará el Servicio Agrícola y Ganadero, en la que se individualizará el medio de
transporte, cantidad de los productos, destino y ruta a ser utilizada. Dicha guía deberá
ser visada por alguna de las Unidades de Carabineros más próxima al predio y
también por aquella correspondiente al lugar de destino de los productos”.
De la disposición preinserta se infiere que la guarda y almacenamiento
realizado al concluir la cosecha se encuentran amparadas por la autorización oficial,
de modo que no representan un ilícito penal por contar con tal autorización. Ergo,
suprimiendo intelectualmente la existencia de tal autorización, las mismas conductas
quedarían sujetas a la penalidad que contiene la regla general del artículo 8º en
análisis.
Que, a mayor abundamiento se puede deducir que mientras no se verifiquen
indicios fehacientes de que la cosecha almacenada tenga por destino el consumo
ajeno en el circuito más punible de la droga, que son aquellos casos del artículo 3º y 4º
de la Ley 20.000, y, en cambio, permanezca en custodia de aquel que la ha cultivado,
la conducta no puede ser sancionada sino conforme al citado artículo 8º, ora conforme
a la hipótesis general allí contemplada, ora como falta, de acuerdo a los artículos 50 y
siguientes de la referida Ley, según las circunstancias del caso.

DUODÉCIMO: Que en el presente caso, con la declaración del acusado y la


prueba documental presentada por la defensa, quedó también justificado que dichas
especies vegetales estaban destinadas al uso o consumo personal, exclusivo y
próximo en el tiempo de don C.E.B.B., por lo que sólo resultarían aplicables en este
caso las sanciones establecidas en el artículo 50 y siguientes de la Ley N° 20.000,
respecto de lo cual este tribunal carece de competencia por no corresponderle, de
conformidad a lo señalado en los artículos 14 y 18 del Código Orgánico de Tribunales,
el conocimiento y sanción de las faltas penales. En efecto, el conocimiento y fallo de
las faltas penales, en general, y de la prevista en el artículo 50 de la Ley Nº 20.000, es
de competencia del juez de Garantía, por así ordenarlo expresamente la letra d) del
artículo 14 mencionado, y artículo 54 de la Ley Nº 20.000, respectivamente, no
correspondiendo en caso alguno a los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal fallar
sobre las mismas, los cuales sólo se encuentran facultados para conocer y juzgar las
causas por crímenes y simples delitos, salvo aquellas relativas a simples delitos cuyo
conocimiento y fallo corresponda a un juez de Garantía, según reza la letra a) del
artículo 18 del Código citado. De este modo, del análisis de las normas en comento, es
posible concluir que en caso alguno los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal se
encuentran facultados para “juzgar” causas relativas a faltas penales, ni aún en
aquellos casos en que el ente persecutor haya presentado acusación por un crimen o
simple delito y, luego de haber recibido la prueba, el Tribunal llegue a la convicción
que los hechos acreditados son constitutivos de una falta penal, como ocurrió en la
presente causa, toda vez que si bien los hechos por los que acusó el Ministerio
Público y calificación jurídica atribuida a los mismos, significó que el Tribunal de Juicio
Oral entrara a “conocer” la causa, lo cierto es que en el momento que dicho Tribunal
advierte que los hechos son constitutivos sólo de una falta penal, debe dictar sentencia
absolutoria por el crimen o simple delito por el cual se acusó, y abstenerse de
pronunciarse respecto de la falta que entró a conocer, por no corresponderle “fallar” o
“juzgar” las causas relativas a faltas penales.
En efecto, el propio acusado manifestó en la audiencia que consume
marihuana para poder trabajar, toda vez que sufre de dolores por enfermedades óseas
que le diagnosticaron hace unos cuatro años, y el consumo de la marihuana, tanto en
infusión como fumándola, le alivia dichos dolores, lo cual se encuentra corroborado
con la prueba documental presentada por la defensa, que dan cuenta que el año 2009
se le diagnosticó al acusado meniscopatía degenerativa L5-S1 y espondilosis lumbar.
Además, padece de artrosis sintomática en cadera y rodillas. Así las cosas, la
explicación proporcionada por el acusado en audiencia, en el sentido que cultivaba
marihuana para su consumo exclusivo, resulta creíble para estos sentenciadores,
teniendo en consideración para ello, además de la documentación médica ya indicada,
la circunstancia de no haberse encontrado elemento alguno que permita sostener que
la marihuana encontrada estaba destinada a ser distribuida a terceros, sino que por el
contrario, toda la evidencia y forma en que fue hallada la marihuana elaborada y
plantas vivas, nos llevan a concluir que estaba destinada al consumo personal y
exclusivo del acusado.
En cuanto a que las especies vegetales estaban destinadas al consumo
próximo en el tiempo del acusado, se desprende de la cantidad de plantas vivas
encontradas y las características de las mismas, lo que unido a la marihuana
elaborada que se halló, esto es, 352,35 gramos, de lo cual sólo 36 gramos brutos
correspondía a cogollos, tal como lo refirió el propio testigo de cargo, y el resto a
hojas, según se aprecia en las fotografías N° 3, 4, 5 y 6 exhibidas, fruto que es el
comúnmente utilizado para el consumo, ya que concentra la mayor cantidad de THC,
resulta lógico concluir que las plantas de cannabis sativa estaban destinadas al
consumo exclusivo y próximo en el tiempo, ya que dichas plantas sólo le producían la
cantidad indicada, a razón de una dosis por gramo, lo que hace un total de 36 dosis, si
se considera únicamente los cogollos, que como ya se indicó, es el comúnmente
utilizado para el consumo. Para concluir la proximidad en el consumo por parte del
acusado no sólo se ha considerado la cantidad de droga encontrada, sino que también
las especiales circunstancias en que vivía, esto es, en una zona rural alejada del
centro urbano.
Cabe hacer presente además que si bien el acusado tenía 17 plantas vivas de
cannabis sativa, por el estado de crecimiento que se encontraban, no podía obtener la
marihuana elaborada de una sola vez, sino que tenía que esperar el proceso de
crecimiento para obtener los cogollos.
Por estas consideraciones este tribunal ha resuelto, por la unanimidad de sus
integrantes, absolver al acusado C.E.B.B. de los cargos formulados en su contra.
Y teniendo presente lo dispuesto en el número 3 del artículo 19 de la
Constitución Política de la República; artículos 1, 3 y 5 del Código Penal; artículos 1, 3,
8 y 50 de la Ley N° 20.000; artículos 47, 297, 298, 340, 341, 342, 343, 344 y 348 del
Código Procesal Penal, SE RESUELVE:
I. Que se ABSUELVE al acusado C.E.B.B., ya individualizado anteriormente,
de los cargos formulados en su contra por el ente persecutor.
II.- Que, se exime del pago de las costas al Ministerio Público, por haber
tenido motivos plausibles para litigar.
III.- Que, una vez ejecutoriada esta sentencia, se devolverán a los
intervinientes los documentos y demás medios de prueba incorporados al juicio y,
oportunamente, se remitirán estos antecedentes al Juez de Garantía correspondiente
para el cumplimiento de la sentencia.
Fallo redactado por el Juez Titular don Claudio Andrés Weishaupt Milner.
Regístrese.
R.U.C.:.1300378284-5.
R.I.T.: 158-2013.

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