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2ª edición
Desclée De Brouwer
Título edición original:
Let your body interpret your dreams.
Chiron Publications. Wilmette, Illinois 1986.
Traducción:
Olga Castanyer Mayer-Spiess y Ángeles González Pascual
Ilustraciones:
Miguel Ángel Sáinz
www.edesclee.com
info@edesclee.com
PARTE I: DESCUBRIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2. Las preguntas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
3. Indicaciones sobre “cómo hacerlo” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
4. Las preguntas aplicadas a los sueños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
5. Interpretar los sueños de otros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
6. ¿Pueden dar miedo los sueños? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
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Prólogo
por Carlos R. Cabarrús
1. GENDLIN, E. “Pasos del proceso terapéutico: cómo surgen y cómo ayudarles a que surjan”.
En: ALEMANY, C. (ed.) Psicoterapia Experiencial y Focusing: la aportación de E.T. Gendlin. Desclée De
Brouwer, Bilbao, 1997 p. 397.
2. GENDLIN, E. El Focusing en la Psicoterapia: Manual de Método Experiencial. Paidós, Barcelona,
1999 pp. 285ss.
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3. Ibdm. p. 275.
4. Ibdm. p. 339.
5. Ibdm. p. 304.
6. Ibdm. p. 256.
7. Ibdm. p. 285.
8. Ibdm. p. 286.
9. Ibdm.
10. Ibdm. p. 287.
11. Cfr. Ibdm. pp. 291 ss.
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P r ó l o g o
12. Cfr. CABARRUS, C. Crecer bebiendo del propio pozo. Serendipity Maior, Desclée De Brouwer,
Bilbao, 12ª ed. 1998 p. 18.
13. Cfr. CABARRÚS, C. Cuaderno de bitácora para acompañar caminantes. Serendipity Maior. Desclée
De Brouwer. Bilbao, 4ª ed. 2000. p. 86.
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El presente libro de Gendlin puede leerse de dos maneras. Por una parte,
desde la experiencia de quien conoce el Focusing y entonces es un comple-
mento, una profundización, una aplicación, una mayor riqueza. Por otra, pue-
de leerse sin que necesariamente se hayan hecho incursiones antes en el Focu-
sing. En este caso las “llaves” –preguntas– que ofrece Gendlin pueden dar
mucho juego en la interpretación onírica. En este último caso, quien lea el nue-
vo libro de Gendlin, tendrá un acopio de “entradas” al sueño, estando, claro
está, atento a lo que produce “movimiento corporal” (body shift). Es el movi-
miento corporal –y no la interpretación más brillante o más imaginativa– lo que da la
clave por donde tiene que venir la interpretación del sueño. Como dice Gendlin: “No
sacamos ninguna conclusión de ningún sueño al margen de su implicación con
el cuerpo del cliente”14. Más aún, si el mensaje sólo se queda en una metáfora
de lo que ya se sabía, propiamente no es terapia. Por tanto, el método de dejar
que sea el cuerpo quien interprete los sueños, propone que una vez encontra-
da la sensación onírica, el “felt sense”, se pasa al trabajo típico del Focusing.
Dentro de la experiencia práctica las diversas “llaves” –o preguntas– que
presenta Gendlin en diferentes “manojos” podrían resultar agobiantes para
quien se imagina que tiene que emplearlas todas. Una sugerencia que pare-
ce interesante es que quien acompaña –que nunca es quien realmente inter-
preta– mientras la persona que ha soñado narra su sueño, se coloque en la
actitud de “si este fuera mi sueño”15, y comience empleando la llave que
hipotéticamente abriría el mensaje en el caso de que “este fuese mi sueño”.
Claro está que en la aplicación, hay unas llaves que se presentan como
passpartout, es decir que casi siempre resultan eficaces. La llave de darle “otro
final al sueño”, la llave de lo “contrafactual” –es decir, lo que en el sueño apa-
rece contrario al modo ordinario de que suceden las cosas, o de ser de una
persona– son para mí algo imprescindible. Otra llave muy rica es la de pre-
guntarse “cuál es el mensaje de este sueño”, o en otras palabras “por qué he teni-
do este sueño hoy”. Gendlin, en su artículo “Tres aprendizajes a partir del
enfoque corporal de los sueños”16 nos propone una nueva llave, que es utili-
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P r ó l o g o
zada por otros autores17 y que dice relación a “quién es el adversario” y quién
es quien “ayuda” en el sueño. Ciertamente, como señala Gendlin en ese artí-
culo citado, el “qué tiene que ver este sueño con lo que estoy viviendo actualmen-
te”, desencadena muchas veces la clave de interpretación.
El mismo Gendlin señala que hay unas llaves que él llama “elegantes”18,
y otras que lo son menos. Estas “menos elegantes” tienen que ver con un
“segundo nivel” en la presentación de las llaves. Es de suma importancia
esto –que el mismo autor nota como difícil de comprender en ese artículo ya
citado–. El riesgo del trabajo con los sueños, es que nuestra interpretación llega
“tarde” a la previa que ha realizado ya el “consciente” para no crearse problemas. De
manera que con mucha facilidad, una interpretación dada, hipotéticamente
podría estar siendo presentada de manera más acicalada por el consciente,
con lo cual no se llega a la verdadera interpretación, al verdadero mensaje
del sueño. Lo brillante de Gendlin es que “abriéndose a la interpretación con-
traria”, nos permitimos examinar qué pasaría si las cosas fuesen justamente
al revés de lo que estábamos interpretando... Algo de esto ya se daba en la
llave de la “contrafactual”. Es en este momento –ya en un segundo plano–
donde de verdad, puede por una parte verificarse la interpretación primera,
o, por el contrario, abrirse a que en el sueño se me está presentando un cami-
no al que no me atrevía, o no quería, o no podía abrirme. Nuevamente, lo que
dice si algo está tocando el corazón de la interpretación es el movimiento cor-
poral y no alguna idea brillante o sugerente.
Con este nuevo libro de la Colección Serendipity invitamos a quien se ha
topado con la propuesta de Gendlin a que haga descubrimientos afortunados
e inesperados –al estilo serendípico– y experimente en sí, con sus sueños, el
camino que éstos están constantemente invitando a emprender en la bús-
queda de lo más auténtico de nuestra vida: que es dar vida y vida a las otras
personas y al universo entero...
17. Cfr. CUSHWAY D. - SEWELL, R. Counselling with Dreams, citado en CABARRÚS, C. Orar tu
propio sueño. Op. Cit. p. 70.
18. Cfr. GENDILIN, E. Tres aprendizajes... En: ALEMANY, C, (Ed) Op. Cit. p. 411.
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Sueño de LA MUJER. 1
1
El método de interpretación de sueños que presenta este libro ofrece tres
ventajas: Primera, no está vinculado a ninguna teoría o sistema de creencias. Los
expertos dan interpretaciones contradictorias entre sí. Enfocan un sueño desde
diferentes perspectivas. Aquí se ofrece un modo de utilizar todos sus enfoques
sin necesidad de decantarse por uno de ellos.
Segunda, la piedra de toque fundamental del método es tu propia experiencia cor-
poral de algo que se abre dentro de ti. Una interpretación solamente es certera si tú
experimentas una transformación, un cambio físico sentido.
Voy a contarte ahora mismo, en la primera página del libro, qué es esta pie-
dra de toque:
Imagina que has olvidado alguna de las cosas que se suponía que tenías
que hacer hoy. Sabes que había algo que hacer, pero no recuerdas qué. Tienes
una sensación rara, difusa (nosotros la llamamos “sensación-sentida”1) de esa
tarea olvidada. Pruebas con varias ideas, como “Debe de ser algo relacionado
con el trabajo”, o “Podría ser eso que Juana quería que hiciera”. Son ideas váli-
das, cosas que necesitas hacer. Pero si esa vaga sensación no se mueve, sabes
que no has recordado la tarea olvidada. Cuando al fin la recuerdas, hay un ali-
vio que sientes físicamente, como si todo volviese a ti de nuevo en una oleada.
Recuerdas no sólo lo que ibas a hacer, sino también por qué, dónde, con quién
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ñar a mi esposa y a otras personas a hacerlo. Trabajé con mi vecina hasta que
pudo hacerlo por sí misma y eso la ayudó mucho. Voy a citarte en mi Libro de
la Vida porque me diste esto”. Este tipo de cosas son la mejor recompensa para
un profesor.
Las tres ventajas son: que podemos utilizar conjuntamente todas las teorí-
as, que la piedra de toque es siempre la propia respuesta corporal del que sue-
ña, y que el método se puede aprender.
Ahora que he alardeado de estas innovaciones, debo también presentarlas
más modestamente. Nada de lo que digamos acerca de los seres humanos es
fiable al cien por cien. Los sueños son enigmáticos, no tenemos ninguna certeza
sobre ellos. No tenemos un conocimiento objetivo acerca de los sueños. Lo que
yo ofrezco es realmente un método de humildad. Una interpretación desde una
teoría tiene mucho sentido, pero cuando escuchas la interpretación desde otra
teoría, también tiene sentido. Y existen muchas teorías. Es más humilde estar
abierto a todos los modos de interpretación. Sólo lo que surge de forma fresca
dentro de tu cuerpo interpreta tu sueño.
Incluso éste es sólo un método. No excluye otras posibilidades con los sue-
ños.
Este método tampoco es tan simple como he dicho hasta aquí.
El método tiene una segunda parte.
Existen dos etapas en la interpretación de los sueños (algunas veces se dan
simultáneamente, otras no). Un descubrimiento puede permitirte saber de qué
trata el sueño, pero puedes encontrar que no te enseña nada que no supieras ya.
Entonces ésta era sólo la Fase 1 de la interpretación de sueños. Puedes pasar a
una segunda etapa, como mostraré –pero ésta no da resultado con todos los
sueños. Cuando funciona, obtienes algo nuevo para tu propio desarrollo.
Como ves, el método es algo más complejo que simplemente hacer pre-
guntas hasta que la sensación-sentida se abra. Normalmente se necesita una
segunda etapa. En esta segunda parte aplicamos el fundamental CONTROL DE
SESGO, que explicaré en el capítulo 10. Lo necesitamos para sortear un peligro al
que todos nos enfrentamos cuando interpretamos nuestros propios sueños: ten-
demos a considerar el sueño desde el mismo punto de vista equivocado que
imponemos a cualquier cosa en nuestra vida. Entonces el sueño parece decir las
mismas cosas que siempre nos decimos a nosotros mismos.
Mi sueño se ha formado en mi cuerpo. Podemos decir que viene de mí, pero
“mí” es múltiple. La subjetividad humana no es una única cosa. Aunque el
habitual “yo” consciente son muchos procesos, constituye sólo una pequeña
parte de lo que pueden ser los humanos. Puedes decir también que el sueño
“me viene”. (No queremos ceñirnos a ninguna de las concepciones teóricas
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sobre los sueños –ni sobre los humanos). Sea como sea, el sueño es más de lo
que yo sé. Pero cuando interpreto mi propio sueño, utilizo significados que
conozco. Por tanto, forzosamente paso por alto justamente eso que es “más de
lo que ya sé”. ¿Cómo puedo superar eso?
Todos los que han estudiado los sueños se han encontrado con este proble-
ma. Todos ellos llegaron a la conclusión de que nadie puede interpretar sus
propios sueños. El CONTROL DE SESGO resuelve este rompecabezas.
¿Cómo puedo dejar de imponerle al sueño mis actitudes conscientes habi-
tuales? El CONTROL DE SESGO permite que mi cuerpo lo haga, no todas las veces,
pero sí a menudo.
Cuando explique el CONTROL DE SESGO, verás exactamente cómo hacerlo. Aquí
únicamente quiero llamar tu atención sobre este problema y darte a conocer la
segunda fase del método.
La mayor parte de lo que sé sobre sueños procede de Bonime (1962), Boss
(1958), Ernest FitzHugh, Freud, Mary Hendricks, Barbara Ingram, Jung, Mala-
mud (1967, 1979), Perls, Arvind Vasavada, Whitmont (1978), H.R. Wijngaarden,
y un brillante artículo de Berry (1974). Yo únicamente he proporcionado un
nuevo método, la piedra de toque corporal que nos permite utilizar diversos
enfoques de este modo. El método proviene del Focusing (que, a su vez, pro-
cede de la investigación y el trabajo filosófico sobre Pensamiento y Experien-
cia).
Al principio, el Focusing parece raro. Tienes que fijar la atención en algo
vago, ¡algo que no reconoces! Definitivamente está ahí, de acuerdo, esta rara
sensación, dentro de tu cuerpo. Pero no puedes decir lo que es. Al principio
parece tan vaga, apenas digna de atención. “No es nada”, podrías decir. “¿Qué
puede surgir de eso?”. Pero eso es cómo tu cuerpo tiene el sueño. En esa sensa-
ción-sentida está todo lo que tu organismo sabe. ¡Y más! En eso está cómo nece-
sita moverse tu organismo, su siguiente paso de crecimiento. Pero ese paso no
está completamente determinado hasta que llega.
Seguramente todo esto no habrá quedado completamente claro ahora.
Vamos a ir por pasos.
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Primera parte
Descubrimiento
Sueño de LA MUJER. 2
2
Este capítulo es una introducción a las Preguntas. No las voy a explicar
aquí. Solamente las relaciono para que puedan aprenderse y recordarse fácil-
mente. Cada pregunta está explicada con más detalle en el Apéndice B. Con-
súltalo, en este momento o más adelante, para saber cómo utilizarlas.
Nunca necesitarás emplear todas las preguntas con un sueño. Únicamente
la primera de ellas debe hacerse siempre. Después repasa mentalmente la lista
y elige una pregunta para hacerla a continuación.
Las preguntas no van dirigidas a la persona que ha tenido el sueño. Más
bien son para que ésta se las pregunte a su cuerpo. Deja que la pregunta cale
dentro de ti. Formúlala ahí. Cada pregunta requiere aproximadamente un
minuto. Si no viene nada, pasa a otra pregunta.
Si estás interpretando los sueños de otras personas, hazles saber claramen-
te que no es necesario que te digan lo que les viene. Pueden guardárselo para
sí mismos si lo desean. Pide a la persona que ha tenido el sueño que te indique
cuándo surge algo. Cuando lo haga, di: “Permanece en silencio con eso duran-
te unos momentos. Observa hacia dónde se mueve”. Concederle uno o dos
minutos a algo nuevo es de gran ayuda. Entonces, si la persona lo desea, pue-
de comentar algo sobre ello.
La pregunta 1 siempre se hace en primer lugar porque facilita que las aso-
ciaciones surjan libremente. Todas las demás pueden hacerse en el orden que
se quiera.
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2. LOS SENTIMIENTOS
¿Qué hiciste ayer? Repasa tus recuerdos sobre el día de ayer. Recuerda tam-
bién eso que te preocupaba internamente.
Puede que surja algo relacionado con el sueño.
Las preguntas 1, 2 y 3 son tres vías para obtener asociaciones.
Si surgen algunas asociaciones, no es necesario que continúes para conse-
guir más. Tampoco es necesario que hagas las tres preguntas. Puedes volver a
ellas más tarde en relación con alguna parte del sueño.
4. EL LUGAR
5. LA HISTORIA
Primero resume el argumento del sueño. Luego, hazte esta pregunta: ¿Qué
hay en tu vida que sea como esta historia?
Resume los acontecimientos del sueño en dos o tres pasos: “primero... y lue-
go... y luego...”. Hazlo de forma más general que el sueño.
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L a s p r e g u n t a s
6. LOS PERSONAJES
Según algunas teorías, las otras personas que aparecen en tu sueño son par-
tes de ti. Nosotros no estamos seguros de que sea así, pero pruébalo:
¿Qué cualidad de sentimiento te produce esta persona? ¿Qué sensación vie-
ne a tu cuerpo? No es necesario que la nombres, solamente siéntela.
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Ejemplos:
Un puente: cruza de un lado a otro
Un río: es una barrera natural
Un policía: el que hace cumplir la ley
Una carta: trae un mensaje
Un tractor: se utiliza para arar
Un coche: va a alguna parte
Un tren: transporta y te puede llevar a algún lugar,
pero no controlas su movimiento
Equipaje: tu ropa y lo que llevas contigo
Alguna cosa del sueño puede ser una analogía del cuerpo. Por ejemplo, un
objeto alargado puede ser un pene, un bolso puede representar una vagina. El
coche puede ser tu actividad sexual. Una casa puede ser tu cuerpo.
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L a s p r e g u n t a s
12. LO CONTRAFACTUAL
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13. LA INFANCIA
15. SEXUALIDAD
Prueba a considerar el sueño como si fuera una historia sobre lo que nor-
malmente haces o sientes respecto a la sexualidad.
O: si fuera una historia acerca de cómo eres en tu dimensión sexual, ¿qué te
estaría diciendo?
16. ESPIRITUALIDAD
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Indicaciones sobre “cómo hacerlo”
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1. CAPTA TODOS LOS DETALLES DEL SUEÑO
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Una vez que la persona ha dicho algo, tienes que asegurarte completamen-
te de que vuelve a la sensación-sentida.
Vuelve a la sensación-sentida cada vez que tu mente divague. Además, con cada
nueva pregunta asegúrate de que hay una sensación-sentida, para preguntarle. Deja
que la pregunta llegue a esa sensación-sentida.
Notarás que tu mente divaga a menudo. Eso es normal. Todos lo hacemos.
Pero cada interrupción también rompe el contacto con la sensación-sentida.
Estaba ahí hace un momento, ¡pero ya no está! Vuelve una y otra vez a la sen-
sación-sentida.
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ti mismo, se siente como una persona que estuviera fuera y por encima de ti,
apuntándote con el dedo, sermoneándote, atacándote.
El efecto es constricción, opresión en el estómago.
El crítico es repetitivo. Siempre dice las mismas cosas, sea lo que sea lo que pueda
estar ocurriendo. Pero los sueños traen algo nuevo a tu consciencia. Por tanto, la inter-
pretación del crítico casi nunca es acertada.
El trabajo creativo, el pensamiento positivo, la interpretación de sueños y el
Focusing requieren que se deje a un lado el superego. Quizás se le pueda man-
dar a esperar en el vestíbulo. Si no se va, tendrás que soportarlo, pero por favor:
No te dejes engañar por lo que diga. Simplemente salúdale, como si dijeras, “No
hay nada nuevo”. O, “No me interrumpas, déjame trabajar”.
Freud pedía a sus pacientes que no rechazaran lo que surgía en su interior,
sin importar cuán irracional o indeseable pareciera. Estaba bastante en lo cier-
to respecto a esto. Es necesario que permitas esos sentimientos en tu interior,
incluso si no los apruebas, aunque puedas decidir no actuar a partir de ellos.
Necesitas saber más cosas acerca de ellos. Pero el superego te interrumpirá, te
atacará incluso por tener un sentimiento de ese tipo. Para cuando el ataque
haya terminado, habrás perdido lo que te había venido. En su lugar tienes otros
sentimientos –culpa, vergüenza o cualesquiera que el ataque del superego saca-
ra a relucir.
Puede que entonces convengas en aceptar la interpretación del sueño del
superego, porque tus sentimientos irán parejos con ella.
Es muy improbable que un sueño signifique exactamente la misma cosa
antigua que tu crítico te dice constantemente. Si ésa es tu interpretación del sue-
ño, no has avanzado lo suficiente. Mira a ver qué otra cosa de tu sueño actual
queda aún por explicar, y trabaja sobre ella.
5. PRIVACIDAD
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es necesario que te digan lo que surge en su interior. Si creen que deben hacer-
lo, se bloquearán y surgirá muy poca cosa. Diles que el método es privado. Lo
que importa es lo que ocurre dentro de ellos. Únicamente deben decir lo que
quieran decir.
Puede que sientas curiosidad. Quizá te resultaría más ameno si la persona
lo contara todo. Pero si le pides eso, no lo conseguirás de todos modos, y el sue-
ño tampoco se podrá interpretar. La persona se pondrá tensa y no surgirá nada.
La interpretación real tiene lugar en el espacio privado del que sueña, no en la con-
versación. Pídele a la persona que te indique cuándo ha ocurrido lo suficiente, y ese será
el momento de parar. Escucharás algo sobre ello, por supuesto, pero no todo.
Si la persona quiere continuar trabajando después de que haya surgido algo
y no te dice qué es, estarás un poco a oscuras. No puedes saber cuándo el sueño
ha sido suficientemente interpretado. Pero la persona puede hacértelo saber.
Al principio puede resultar confuso trabajar con piezas desconocidas, pero
al menos sabes que algo surgió. Las personas no te indicarán cuándo surge algo,
si no sienten que tienen libertad para guardar silencio sobre lo que es. Enton-
ces no tienen tiempo para trabajar internamente con lo que les ha surgido,
puesto que tus nuevas preguntas les distraen. Después de eso se bloquean, y ya
puedes seguir haciendo preguntas sin parar: nada se moverá.
Por lo tanto, lo más importante es que la gente se sienta libre para decirte
cuándo surge algo, y para permanecer en silencio con ello hasta que todo lo que
viene de ahí sea sentido en su totalidad. La gente también necesita tiempo para
comprobar si ahora tiene sentido el sueño. De modo que, si la persona indica
que surgió algo, dile que permanezca un momento en silencio y lo sienta ple-
namente.
Con respecto a tus propios sueños, si normalmente le cuentas todo lo tuyo
a una determinada persona, haz un pacto privado contigo mismo: puedes decir
lo que surje a partir de este sueño, o puedes no hacerlo. En su momento deci-
dirás lo que vas a decir.
¿Puedes sentir la importancia de tu espacio privado? Cualquier cosa que
venga es entre ti y tú mismo. Compáralo con cómo te sentirías si tuvieras que
contárselo a alguien en el instante en que surge. ¿Puedes darte cuenta de que
no estarías tan abierto internamente? Vendrían menos cosas.
Asumo que trabajarás los sueños con otra persona de forma recíproca, ya
sea uno inmediatamente después del otro o pasado un rato. Aunque la mayor
parte del tiempo trabajamos solos, ayuda enormemente tener a alguien a quien
contar nuestros sueños. Le puedes mostrar las preguntas a esa persona, para
que pueda hacértelas. Puedes dividir el tiempo disponible en dos mitades, de
modo que cada persona disponga del mismo tiempo. Con el sueño de la otra
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Cuando haya surgido algo nuevo que clarifica alguna parte del sueño, sien-
te cómo éste se moldea como un todo, una vez encajada esta pieza. Hacer esto
puede influir en cómo te afecta el sueño completo, de modo que pueden surgir
más cosas.
Un sueño es como un rompecabezas. Cada pieza te ayuda a clarificar todo
el puzzle de modo que las otras piezas puedan volverse repentinamente claras.
Por ejemplo, imagina que tienes que traducir una frase de una lengua
extranjera de la que sólo conoces algunas palabras. No puedes descifrar la fra-
se. Imagina que aprendes lo que significa una más de esas palabras. Encajas esa
palabra en la frase comprobando si tiene o no sentido. Puede que aún no, pero
puede estar lo bastante cerca como para que de repente también cobre sentido
alguna otra palabra de la frase. Si también encajas esa palabra, la frase entera
puede aclararse.
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Otro ejemplo: soñaste que no había un camino para cruzar un río, entonces
viste más abajo a lo largo del río un puente que llevaba a una isla. Imagina que
ya sabes lo que eso significa en tu vida y qué es lo que estás intentando alcan-
zar. ¿Pero qué dice el sueño sobre eso? Un poco después te das cuenta de que
“más abajo” significa más abajo en tu cuerpo, más físico, más arraigado. De
hecho el día anterior empleaste una frase con ese sentido. Dijiste, “Elena está
tan en las nubes. Necesita bajar”. Encajando esto en el sueño completo, indica
que tu puente está “más abajo”, pero va hasta una isla. A medida que dejas que
tu atención se deslice dentro de tu cuerpo, surge una cualidad de paz. ¡De
repente sabes qué es “la isla”! Es este lugar sereno dentro de ti, en soledad, lejos
de toda presión.
Una vez encajado eso de este modo, todo el sueño hablará claramente. El
camino para llegar hasta allí está más abajo y primero lleva hasta esta isla de
tranquilidad. Puedes sentir el alivio cuando sueltas la presión que has estado
manteniendo. Sí, eso es, el estilo tenso con el que vivías no es posible que fun-
cione, ahora te das cuenta.
Encajar un pequeño fragmento en el sueño puede clarificar el resto de él.
Muchas personas dicen que casi nunca recuerdan los sueños. ¿Cómo pue-
den empezar a interpretar si no tienen ninguno? En mis clases esto ocurre al
principio con un tercio de la gente. Tras unas cuantas semanas todos recuerdan
sueños.
Es bien sabido que apuntar los sueños hace que se recuerden más.
Ten lápiz y papel junto a tu cama. Anota cada fragmento o trozo de sueño.
Pero ¿cómo puedes empezar si no tienes ningún sueño? ¿Qué puedes ano-
tar? Incluso si sólo tienes una vaga sensación de que has soñado, anota: “Soñé
algo”. Párate un minuto y enfoca la cualidad de la sensación-sentida que ha dejado.
Luego anótala. “Creo que puede ser algo más o menos divertido”, –o lo que
encaje mejor. Anota alguna cosa.
Si actúas así, estás acogiendo. Estás abierto. Estás ahí para recibir sueños,
los mensajes que envía la otra parte de ti. Pronto serán algo más que esos ras-
tros vagos.
Si existe una huella difusa, una sensación-sentida, permanece con ella.
Dedica un minuto a buscar la palabra que mejor encaje con esa sensación, para
apuntarla. De este modo el sueño tiene la oportunidad de volver, si es que lo
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Las preguntas aplicadas
a los sueños
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Vamos a presentar algunos ejemplos de la Etapa I de la interpretación de sue-
ños. Me detendré cuando llegue al Descubrimiento. Más adelante, te contaré
cómo algunas de estas personas trabajaron más profundamente con sus sueños.
Verás cómo se utilizan las preguntas. Observa que, normalmente, algunas
de ellas no aportan nada. Pasado un rato, una traerá un Descubrimiento.
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PREGUNTA 7 (¿QUÉ PARTE TUYA APARECE AQUÍ?): “¿Qué parte mía hay
aquí? ¿En el anillo? Ya sé. Seguro. ¡Es mi parte infantil! Y no la dejé ser ella, así
que se fue. La he mantenido oculta dentro de mí, fuera de la vista. Pensándolo
bien, dije que era de plástico. En realidad no lo sabía. ¡Me lo imaginé porque
era sin lugar a dudas un anillo de niño! Hm”.
(Él siente y considera la posibilidad de que su “parte infantil” sea más
valiosa de lo que habitualmente cree, y que debería dejarla salir más, evitar que
se escabullera fuera de la vista).
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Sueño de Nina
Una pandilla de chicos está tocando y moviendo mis muebles, uno a uno, pero un niño
pequeño está llorando. Estoy furiosa con él. Tiene tres años. Me da tres dólares. Voy al
baño y salto por la ventana. Entonces conduzco hasta muy lejos. Hay ventisca, hace
mucho frío, está nevando. Hay seis carreteras en una intersección, y seis mujeres están
intentando encontrar para mí el camino a casa. Pero me acuesto en el coche, helada.
Entonces me desperté.
El sueño no tenía sentido hasta que hice la pregunta 8, “ser esa persona”.
“Me senté y simulé que estaba preparándome para interpretar al niño
pequeño que estaba llorando. Durante un rato hice como si estuviera llorando,
y me sentí triste. Entonces de repente me imaginé gritando algo. Y tuve que
echarme a reír. Estaba gritando ‘Me meo en todo el mundo, soy una niña’.
“De pronto me convertí en una niña mientras estaba haciéndolo”.
“No sabía que el niño pequeño era yo. Después de eso pude resolver la
mayor parte del sueño. Cuando era pequeña tenía que intentar ser un niño por-
que las niñas no estaban bien consideradas, no eran aceptadas. Bien, tampoco
yo conseguí ser aceptada de esa manera... Y eso era lo que era triste, por eso el
niño pequeño está triste. Pero entonces (y ahora también, mientras escribo) esa
tristeza se disipa y hay un ataque: ¡Me meo en todo el mundo, soy una niña!”
48 MAIOR
L a s p r e g u n t a s a p l i c a d a s a l o s s u e ñ o s
MAIOR 49
Interpretar los sueños de otros
5
Lo que se ha dicho hasta aquí se puede aplicar tanto a los sueños de otras
personas como a los tuyos propios. Pero existe una gran diferencia:
Con otra persona puedes hacer mucho menos de lo que describe este libro,
sobre todo al principio, si trabajar con los sueños es nuevo para ella.
Con otra persona tienes que ir comprobando cómo te está recibiendo a
medida que vas avanzando. Trata de captar rápidamente cuándo la persona
quiere detenerse o pasar a otra pregunta.
Al principio puede que la gente no deje que les instruyas mucho. Muéstra-
les sólo un poco acerca de cómo emplear las preguntas. Más tarde puedes
explicar más sobre ello. Pero por mucho tiempo que lleves trabajando con la
persona, no interpretes el sueño.
Absténte de preguntar lo que significa un sueño. Solamente explica cómo
se trabaja con él. ¿Me permites que te explique la diferencia entre cómo y qué?
Enseña a la persona cómo trabajar con el sueño: cómo dejar que surja una
sensación-sentida en cada punto, cómo enfocarla, cómo aplicar las preguntas
interiormente. Enseña el cómo poco a poco, a medida que vaya aflorando la sen-
sación.
Qué significan los sueños de otras personas es de su propiedad. Nadie más
debería entrometerse en ello.
Puedes convertirte en un experto en sueños. Pero nadie es un experto en la
vida de otra persona. He sido psicoterapeuta durante treinta años. Soy un
experto en “cómo” trabajar con uno mismo, pero ciertamente no en “qué” ser.
Cuando adquieras destreza con los sueños, no te dejes engañar por la idea de
que puedes saber lo que significa el sueño de alguien. Éste tiene sentido en la
vida de la persona. Cada persona, como ser humano, dirige su vida. Nadie
puede ser desplazado de esa posición.
Si captas las distinción cómo/qué, puedes tener la seguridad de que podrás
ayudar. Acompañar sin invadir, ayuda. El resto lo aprenderás con la práctica.
MAIOR 51
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
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I n t e r p r e t a r l o s s u e ñ o s d e o t r o s
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54 MAIOR
¿Pueden dar miedo los sueños?
6
Mucha gente no sabe que todo el mundo tiene a veces sueños atemorizantes.
Piensan que algo debe andar mal en su interior. Puede que tú mismo lo creas.
La mayor parte de los sueños que infunden temor traen algo bueno que aún
no ha adoptado una forma que la persona pueda utilizar. Creo que esto puede
decirse de todos los sueños atemorizantes, pero nuestro conocimiento es dema-
siado incierto como para permitir el uso de “todo” y “siempre”. Lo que sí pue-
do decir es que cuando los sueños con los que trabajaba eran atemorizantes,
resultó que traían algo bueno, pero que parecía malo porque la persona que
soñaba lo había evitado durante mucho tiempo.
Los sueños son muy extravagantes. Por ejemplo, cosas como matar, muer-
te, fuego, explosiones –no deberían tomarse al pie de la letra. Pueden indicar
sentimientos de ira que no resultarían tan amenazantes si les permitiésemos
salir. Tales imágenes pueden indicar una buena energía de autoconservación. Si
los sentimientos han sido reprimidos durante mucho tiempo, la imagen puede
adoptar la forma amedrentadora de un asesino o un gran fuego. Por el contra-
rio, si somos conscientes de lo que sentimos, será más bien algo parecido a:
“Déjame solo, ya he tratado ese asunto contigo”, o “Apártate de mi camino”.
Uno llega a acostumbrarse al lenguaje de los sueños. Los sueños son como
cuentos de hadas: puedes ser asesinado y al momento estar otra vez perfecta-
mente bien. A alguien le cortan la cabeza y de debajo surge una persona mejor.
Los sueños son dramáticos. En una película, tras una trama complicada,
supongamos que al final María rompe con Juan. Sus sentimientos de ira acu-
mulados durante mucho tiempo salen a la luz, y finalmente todo termina. ¿Qué
sería mejor como telón de fondo para la noche en que sucede esto: una lluvia
ligera o una enorme explosión en la refinería de petróleo, con toda la ciudad
ardiendo?
Generalmente, los sueños eligen formas muy espectaculares para expresar
sentimientos. Esto no significa que esos sentimientos de hecho lo arrasen todo
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
56 MAIOR
¿ P u e d e n d a r m i e d o l o s s u e ñ o s ?
¡La verdad no es algo estático! Lo que una cosa es incluye lo que puede ser,
y lo que será. No se puede explicar lo que es un huevo sin mencionar en qué
puede convertirse. Los eventos humanos y los sueños también son así. Lo que
verdaderamente son no es algo fijo en un momento determinado. Únicamente
puede verse lo que significa realmente el sueño si se da un paso a partir de él.
La interpretación negativa de un “mal” sueño tiene que ser errónea, porque
con ella no surge un paso para ti como resultado del sueño. Imagina que tienes
un rompecabezas sin terminar y encuentras una pieza en el suelo. ¿Cómo pue-
de no ser positivo eso? Pero no intentarías vivir según el trozo de dibujo que apare-
ce precisamente en esa única pieza. Ni te la guardarías aparte en el bolsillo. La colo-
carías en el rompecabezas y contemplarías ese dibujo completo. Pero la analo-
gía pasa por alto algo, en un sentido. Cuando colocas un fragmento de sueño
en el conjunto de ti, a través de tu cuerpo, la totalidad se convierte en algo nuevo.
MAIOR 57
Segunda parte
Algo nuevo que viene del sueño
Sueño de LA MUJER. 3
7
Si practicas lo que hemos presentado hasta aquí, ¡serás capaz de saber con
certeza corporal de qué tratan la mayor parte de tus sueños!
A menudo podrás ayudar a otras personas a saber de qué tratan sus sueños.
Es apasionante ser capaz de hacer todo eso. Yo lo llamo Etapa I.
La mayoría de la gente se siente confundida con sus sueños. Creen que son
“absurdos”. Confunden el lenguaje metafórico. Puede que tengan una sensa-
ción de relevancia, pero no son capaces de interpretar el sueño.
Algunas personas tienen conocimientos sobre los sueños, pero desde un
único punto de vista –freudiano, jungiano, u otro. Pueden deducir interpreta-
ciones pero no pueden estar seguros de ellas. Necesitan otros puntos de vista
sobre los sueños y una piedra de toque. Ellos aceptan una interpretación que
les produce un “ajá” cognitivo, un “encaje” plausible, una hipótesis mental.
Pero ahora puedes saber acerca de qué trata tu sueño y guiar a otros mediante
las preguntas, enseñándoles la piedra de toque interior. Cuando la sensación-
sentida del sueño se abra en su cuerpo, no necesitarán que nadie les convenza.
Pero saber sobre qué trata un sueño no es todavía una interpretación com-
pleta. Podemos ir mucho más lejos.
La Etapa II consiste en obtener algo nuevo a partir del sueño.
A menudo surge algo muy novedoso mientras nos damos cuenta de qué
trata el sueño. Hay un inconfundible cambio sentido y una gran apertura, que
trae un paso hacia el cambio personal. En este caso, las Etapas I y II se han pro-
ducido simultáneamente.
Pero a veces un cambio sentido dice acerca de qué trata un sueño (o puede
que se sepa desde el principio), y aún no hay nada nuevo. Parece interpretado,
pero dice algo que la persona ya sabía o pensaba.
La gente dice de un sueño así: “Es una metáfora perfecta para esa situación,
de acuerdo. Seguro, eso es lo que significa”. Y significa eso –pero aún no ha apor-
tado nada nuevo. Daría igual no haberlo soñado.
MAIOR 61
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Por ejemplo, imagina que temes una determinada situación. Ahora sueñas
que te persigue un oso enorme. Por los detalles del sueño sabes, de pronto, que
trata de esta situación. ¡Te sientes como si te persiguiera un oso, sí! ¡Es exacta-
mente así! Ése es el mismo sentimiento. Y ahora tiene sentido el que Juan esté
en el sueño, allí de pie, muy tranquilo. Ayer mismo pensaste que Juan no ten-
dría miedo de esto. Y también encajan otros detalles. Es apasionante ver cómo
encaja todo. A pesar de esto, cuando reparas en ello, te das cuenta de que ayer
ya sabías todo eso. Te sientes exactamente igual que antes.
El sueño todavía no te ha cambiado o enseñado. No te ha traído nada que
no tuvieras ya.
La Etapa II es para obtener algo nuevo, que surge de esa forma inconfun-
diblemente corporal que siempre constituye nuestra piedra de toque.
Científicamente, no sabemos si realmente todo sueño tiene un papel que
representar y en verdad trae algo nuevo. Pero creemos que es así. Con fre-
cuencia te verás recompensado si no consideras un sueño interpretado hasta
que surja un paso de crecimiento sentido.
Una vez que sabes cómo procesar los sueños pasarás de un modo comple-
tamente natural a la Etapa II. Si sabes de qué trata un sueño y eso no te aporta
nada nuevo, dirás: “Ajá. Ahora viene la Etapa II”, o continuarás sin pensar en
una etapa separada.
Tú en general
Incluso si un sueño trata claramente de una situación, puede que no sea sólo
sobre eso. Permanece abierto a cualquier otra cosa sobre la que pueda tratar. En
un sueño puede haber varios temas cruzándose, como avenidas atravesando
una intersección.
Cada experiencia contiene muchas, muchas experiencias en sí misma. Pue-
des observarlo en el momento en que te detengas y obtengas una sensación-
sentida de lo que está ocurriendo. Hay muchas experiencias implícitas en ella.
La situación (cualquier situación tuya) es un ejemplo de lo que eres como
totalidad. No se tratará únicamente de este incidente con esta persona. Tú eres
de esa forma en muchas otras situaciones. Tu forma de ser se remonta a muchos
años. El sueño tratará de ti, de cómo eres respecto a esto, no solamente de una
situación determinada.
62 MAIOR
I n t r o d u c c i ó n a l a s e g u n d a e t a p a
MAIOR 63
Cómo conseguir una dirección de
crecimiento y los pasos que surgen
a partir de ella
8
Evidentemente, interpretar los sueños es algo fascinante. Lo hacemos por
varias razones. Una de ellas es crecer, desarrollarnos como seres humanos.
Independientemente de cuáles sean las otras razones, no queremos pasar por
alto el crecimiento que el sueño puede aportar.
Pero ¿cómo puedo saber cuál es la dirección de mi crecimiento y desarro-
llo? Si yo decido qué cambio intentar, mi decisión proviene de mis sentimien-
tos y actitudes, tal como soy en este momento. Si mis amigos supieran cuál es
mi objetivo de cambio, es probable que dijeran: “Sí, es lo que elegiría. Es típico
de él”. Mi propio plan para el cambio me mantendrá básicamente igual. Pero aún así,
nadie puede decidir por mí.
Por ejemplo, ¿qué supones que elegirían como propósitos para el nuevo
año las personas muy apocadas? Normalmente, hacerse todavía más apocadas.
Esa clase de personas se sienten mal con las pocas autoafirmaciones que expre-
san, así que resuelven eliminarlas también. Por el contrario, las personas muy
emprendedoras deciden hacerse aún más eficaces y exitosas. La gente decide
cómo cambiar de acuerdo con sus valores actuales.
El organismo no es una máquina fisiológica que únicamente necesita cosas
físicas. El cuerpo es un sistema cósmico, rico en implicaciones y direcciones
desde el momento de la concepción. En una vida desarrollamos sólo parte de
lo que “somos”.
Una dirección de crecimiento es sentida con nuestro cuerpo. Los sueños, a
menudo (algunos dicen que siempre), traen algo que puede ayudarte a sentir
una dirección de crecimiento y dar un paso en esa dirección.
Permite que te explique cómo sentir una dirección de crecimiento.
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
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C ó m o c o n s e g u i r u n a d i r e c c i ó n d e c r e c i m i e n t o
MAIOR 67
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
1. Traducida al español: Gendlin, E.T. Focusing. Proceso y técnica del Enfoque corporal. Mensa-
jero, Bilbao, 1987.
68 MAIOR
C ó m o c o n s e g u i r u n a d i r e c c i ó n d e c r e c i m i e n t o
rre a continuación es: “Tengo que seguir intentando complacerla, pero sé que
ella nunca estará satisfecha”. Ahora ves que tu convicción no era que tú nunca
puedes estar bien (como había parecido), más bien es que ella nunca va a estar
satisfecha. Pero ya hay mucho menos desánimo. Con ella, por supuesto, eso era
siempre cierto, ella no puede contentarse. Puede que necesites más pasos cor-
poralmente sentidos. Puede que todavía sientas el deseo de complacerla (aun-
que hace años que la dejaste). Pero sabes que eso también cambiará, en los pró-
ximos pasos.
Cuando experimentamos tales pasos de cambio durante unos minutos,
sabemos esperarlos incluso cuando nos es imposible imaginar cómo un senti-
miento podría ser diferente. Es mucho más fácil recibir un sentimiento de for-
ma amistosa cuando sabes que lo que surge en estos pasos cambia en los pasos
sucesivos.
Estos pasos provienen de una “sensación-sentida” –¿cómo puedes lograr y
reconocer una sensación-sentida?
MAIOR 69
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
enfadado –no quieres detenerte y darte cuenta de que estás ligeramente equi-
vocado. Esa cualidad desasosegante no tiene nombre. ¿Dónde la localizarías?
Por debajo de la ira, en ella, alrededor de ella, en el borde de la ira. Pero pala-
bras como “borde” no lo describen literalmente. La borrosa sensación-sentida
está en el centro de tu cuerpo. Y abarca más que querer seguir estando furioso.
Es un todo borroso, una cualidad.
O tomemos el miedo del ejemplo anterior. El miedo es la emoción. Es algo
familiar. No sucederá nada nuevo si te limitas a volver a sentir tu miedo. La sen-
sación-sentida es diferente y menos intensa. Puedes dejar que surja si te relajas,
te recuestas, y sientes en tu cuerpo, “la totalidad” de tu malestar respecto a esta parte
de tu vida. No pienses en un aspecto específico, más bien piensa utilizando fra-
ses como: “todo lo que va junto con esta situación”, “toda esa cosa”, “todo acer-
ca de eso”. Refiriéndote a “todo el asunto” te permites sentir el malestar global
en tu cuerpo. El miedo será parte de ello (en nuestro ejemplo), pero no todo ello.
El miedo abarca “más que eso”. Puedes sentir el resto del iceberg bajo el miedo.
Físicamente sientes algo justo ahí, con vida propia, no del todo conocido para ti.
Eso es la sensación-sentida.
Puedes sentir que tiene vida propia si tratas de discutir a fondo con ella. Se
resistirá. Si dices algo sobre el asunto, y luego vuelves a atender a la sensación-
sentida, puedes sentir que lo que has dicho está equivocado. Sin embargo, no
sabes qué sería adecuado decir. No puedes controlar cuándo se abre. Algo sur-
ge directamente de ella cuando se abre. O, quizá, pensaste de forma accidental
algo adecuado, y se abre en respuesta.
Una sensación-sentida está inconfundiblemente llena de significado, y sin
embargo no sabemos cuál es. En contraste, reconocemos las emociones cuando
las tenemos.
Una emoción fuerte puede llevarnos en una dirección, pero la sensación-
sentida de la totalidad de la situación puede llevarnos en otra dirección com-
pletamente distinta. En la ira perdemos terreno, actuamos desde menos de lo
que sabemos. Sin embargo, la sensación-sentida nos trae más de lo que sabe-
mos. La diferencia entre las emociones y una sensación-sentida es, por tanto,
muy importante.
En nuestro primer ejemplo, el miedo te hace evitar la situación. Tu sensa-
ción-sentida incluirá el miedo pero puede permitirte sentir cómo tu vida avan-
zaría en una dirección más expansiva si te enfrentases a la situación.
Si eres capaz de ser amistoso con tu interior, y además puedes obtener una
sensación-sentida, te diré cómo identificar una dirección de crecimiento. Ésta es
una de sus características:
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siguiera saben que el cuerpo, por sí mismo, puede convertirse todavía más en
eso que necesita ser, antes de que tú organices mejor tu vida.
Al principio no encontrarás palabras o acciones para esta dirección. Hay
implícito más de lo que puedas pensar.
Aún así, es sólo una dirección, todavía no es lo que tratarías de hacer en la vida
real. Por ejemplo, imagina que eres una persona muy pacífica y has aguantado
demasiado a alguien. Ahora, junto con la imagen de golpear a esa persona en la
cabeza, viene lo que sientes como una liberación corporal. Probablemente no
está bien hacer esto, pero no discutas con ello. En otro momento puedes tener en
cuenta el punto de vista de la otra persona y defenderle como ser humano. Aho-
ra mismo, deja que la energía fluya en tu cuerpo. Ciertamente no vas a golpear-
le en la cabeza. En este momento no hay otra imagen que permita al cuerpo
“entrar en razón”. Más adelante, ya trabajarás en hallar una acción adecuada.
Cuando hay una energía corporal nueva y adecuada, la primera acción que
te viene a la mente será normalmente imposible o incorrecta. Probablemente
está expresada de una manera que no querrías llevar a la práctica. Como en los
sueños, puede adoptar una forma negativa. O puede ser absolutamente poco
realista. ¡No la descartes por eso! Deja que el cuerpo viva la energía, y tómate
tu tiempo para encontrar algo que, teniendo esa nueva energía corporal, sea
más realista.
Incluso la palabra dirección no funciona aquí del modo habitual. En tu
siguiente paso, la que parecía ser la dirección puede cambiar. Por ejemplo, ima-
gina que el proponerte dejar tu relación más importante te abre a una actitud
más expansiva. Siéntelo; déjalo estar y respirar unos momentos para facilitar
un nuevo paso. Por ejemplo, en ese próximo paso puedes encontrar que no, lo
que necesitas es arriesgarte a ser diferente en esta relación. En el sentido ordi-
nario de la palabra “dirección”, ésa no sería la misma dirección. En el primer
paso ibas a dejar la relación; en el segundo la mantienes. Pero para la cualidad
corporal es otro paso en esa misma “dirección”.
El flujo de energía vital sólo indica que este pequeño paso va por el buen
camino. La forma puede cambiar muchas veces antes de obtener un resultado
práctico.
Por tanto, el primer contenido aparente no debe despistarte. Cambiará de
forma. Deja que la cualidad de la energía corporal te indique su dirección ade-
cuada.
Hasta aquí te he enseñado cómo reconocer una dirección de crecimiento.
Ahora mostraré ejemplos acerca de cómo encontrar una dirección de creci-
miento en un sueño.
74 MAIOR
Introducción al Control de Sesgo:
Cómo obtener una dirección de crecimiento
a partir de la parte del sueño que no te gusta
9
Primero permíteme presentar algunos ejemplos en los que no sería necesa-
rio el CONTROL DE SESGO. Sentir la dirección de crecimiento es fácil cuando un
sueño la indica mediante hermosos símbolos vivos:
Ella decidió dejar a su marido, casi con toda seguridad, la pasada noche.
Entonces tuvo un sueño sobre narcisos.
Sueño del narciso
Alguien me regaló un ramos de narcisos, unos preciosos que realmente resplandecían, y
entonces vi a mi marido luciendo también uno en la solapa.
Ella dijo: “Al menos por el momento, algo extraño dentro de mí se mueve
en respuesta a él y no debería desechar eso”.
Otro ejemplo surge en el sueño del tigre:
Sueño del tigre
Estaba paseando por la calle con mi padre, y un tigre caminaba cerca de mí a mi derecha,
por la acera. El tigre era fuerte y lleno de energía, muy hermoso. Entonces giró en ángulo
recto, cruzó la calle y desapareció en un viejo edificio de apartamentos, y yo continué con
mi padre. La acera se hizo estrecha, muy pequeñita. Vino un gran camión y no había nin-
gún sitio al que ir. Me dio o casi me dio un golpe, no sé cuál de las dos cosas.
MAIOR 75
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
sentir la imagen del tigre en su cuerpo, de una forma muy inmediata: la exci-
tación del tigre era claramente diferente en su cuerpo, comparada con “ese
viejo lastre conocido”.
De gran belleza, o manifiestamente sanos, los animales enérgicos nos ofre-
cen de un modo sencillo la dirección del instinto vital. Naturalmente, depende
de nosotros desarrollar la forma de vivirlo a lo largo de un período de tiempo.
No vamos a comportarnos como tigres en todos los ámbitos de la vida. En estos
ejemplos se presenta claramente la dirección –especialmente si no la expresamos
con palabras.
76 MAIOR
I n t r o d u c c i ó n a l C o n t r o l d e S e s g o
Bien... ¿cómo se sentiría tu cuerpo si fueras un poco más como ese israelí que
sólo piensa en sí mismo? Siéntelo en tu cuerpo, ¿es una dirección adecuada?
“Detesto eso. Lo he criticado durante años. Estoy contento de no ser de esa
manera. No quiero ser así”.
Bueno, esto no es acerca de Israel; pruébalo como si fuera acerca de tu pro-
pia manera de olvidarte de ti mismo. ¿Algo se movería dentro de tu cuerpo si
te sintieras siendo un poco de esa manera?
“Mm. Bueno... [enfoca] ¡sí! ¡Eso es correcto, oh, ya veo!”
Permanece con eso en tu cuerpo, un minuto.
“Mm...”
¿Puedes esperar a que eso se abra?
“Claro, estaba pensando sólo en ese israelí. Ellos tienen demasiado de eso,
pero un poco sería bueno para mí”.
Aquí la energía vital se movió en su cuerpo de un modo que se sentía bien.
Adecuado para él, dado lo que había desarrollado en su vida y lo que había
dejado sin desarrollar.
Más adelante verás exactamente cómo el CONTROL DE SESGO te permite sen-
tir una dirección de crecimiento en lo que al principio es negativo. Por favor,
observa en este ejemplo que la persona no la encontró por sí sola. El CONTROL
DE SESGO a menudo te permitirá hacer tú solo lo que en este caso fue hecho para
el que tuvo el sueño por la persona que dijo: “Esto no es acerca de Israel; prue-
bálo como si fuera acerca de tu manera de olvidarte de ti mismo”.
Una dirección de crecimiento no siempre es lo contrario de lo que tú pen-
saste, pero a menudo lo es. No siempre está en la parte que más rechazas del
sueño, pero muchas veces está justamente en esa parte. La dirección de creci-
miento puede adoptar una forma muy poco atractiva en un sueño. Puede ser
objetivamente errónea, perversa, amenazante y absolutamente indeseable. Con
todo, si preguntamos cómo podría representar algo que se necesita dentro de
ti, lo que se necesita puede surgir en tu cuerpo muy rápidamente –y muy posi-
tivamente.
La pregunta 14 trata de lo que actualmente es un punto de inflexión en tu
desarrollo. Por supuesto, respondes con una dirección que ya conoces. Si la has
descubierto recientemente, tus sueños pueden mostrar tu progreso y ayudarte
con el siguiente pequeño paso en esa dirección. En ese caso, evidentemente, no
buscarías lo contrario.
Pero una dirección de crecimiento novedosa con frecuencia es lo contrario de
lo que más valoramos. Ello no significa que cambiemos nuestros valores por los
opuestos, de ninguna manera. Simplemente los expandimos un poco. Lo verás
en los ejemplos que siguen.
MAIOR 77
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Sueño de Marcos
Marcos está intentando introducirse en el negocio del espectáculo. Quiere
actuar, pero mientras tanto trabaja entregando mensajes, recorriendo a toda
velocidad las autopistas de Los Ángeles. No ha conseguido una oportunidad
para actuar y siente mucha presión por hacerlo bien. El día anterior a su sueño
78 MAIOR
I n t r o d u c c i ó n a l C o n t r o l d e S e s g o
MAIOR 79
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
80 MAIOR
I n t r o d u c c i ó n a l C o n t r o l d e S e s g o
¿Es adecuada la oferta de la mano, la que dice que él debería tomárselo con
calma y estar a gusto? ¿O él tiene razón en que no debería aceptar el fracaso?
Evidentemente, ambas cosas y ninguna. El paso adecuado surge en el cuerpo,
desde lo opuesto a él, pero cuando viene, no es exactamente “ese” opuesto.
Lo que somos como personas conscientes está “recortado” de una totalidad
más grande. Si cortas una porción de tarta, el resto es un círculo con un hueco
que tiene esa misma forma que la porción.
Si se recorta una pequeña superficie de una pieza grande de papel, la forma
de esa superficie también queda en el borde del papel. Si la superficie que has
cortado tiene un saliente afilado, también lo tiene la superficie inversa del
papel. (En alemán, “el lado en sombra” es una expresión común).
Marcos está “recortando”. Hace una distinción entre llegar a alguna parte y
ser un inútil. Él es una persona que llegará a alguna parte. Pero por el modo en
que se define a sí mismo, deja tras él la superficie opuesta, esa del inútil, la per-
sona que fracasa en llegar a alguna parte. Ese inútil es lo inverso de la manera
en que Marcos se define a sí mismo. Pero es sólo un único y el mismo simple
corte: llegar a alguna parte, separado de no llegar a ninguna parte. Pero lo que
no somos siempre abarca mucho más de lo que somos. Lo que Marcos es, es lle-
gar a alguna parte. Así, todo lo que Marcos no es parece como “no llegar a nin-
guna parte”, ser un inútil.
El inútil es la totalidad restante de su ser con la forma de “llegar a alguna
parte” recortada de ella. Cada cosa de su organismo, de su cuerpo, de su esen-
cia, que no encaje con “llegar a alguna parte” es relegada al inútil. Gustarse uno
mismo, valorarse uno mismo, permitirse divertirse y respirar, ser amable con
uno mismo, experimentar valores más elevados que el éxito, todo esto corres-
ponde al inútil. ¡De modo que el inútil no es precisamente un inútil! El inútil es
una globalidad de riqueza y abundancia, todo lo que Marcos está ignorando en
su vida.
¿Significa esto que Marcos debería ser un inútil? ¡Por supuesto que no!
¿Significa que Marcos haría bien en hostigarse a sí mismo, estar enfadado y
presionarse a sí mismo, fustigándose para esforzarse más duramente? Por
supuesto que tampoco.
Cuando hay dos personajes en una obra, como la mano y Marcos (o el inú-
til y Marcos), tampoco debemos elegir. Más bien, el paso que nosotros busca-
mos produce un cambio en toda la obra. Entonces los personajes serán otros
diferentes.
MAIOR 81
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
82 MAIOR
I n t r o d u c c i ó n a l C o n t r o l d e S e s g o
La persona que sueña debe saber que una dirección de crecimiento no pue-
de definirse claramente. Es más bien lo que sería adecuado, lo que es hacia ade-
lante, pro-vida, expansivo.
Emplear palabras como “lo que sería adecuado”, o “algo parecido a eso”
abre un espacio en el que puede surgir la dirección de crecimiento.
Si Marcos piensa de esta manera abierta en la dirección de crecimiento,
entonces sabe que ésta no puede ser darse por vencido. “Rendirse” lo siente
cerrado y sin esperanza, apagado y muerto. Eso no es una dirección de creci-
miento. Eso es la parte del inútil que está clara. El no se permitiría detenerse
por el hecho de que la mano le ofrezca ser un inútil. Por supuesto, no es exac-
tamente ser “un inútil”. En lugar de ello, podría preguntar acerca de ser un inú-
til: ¿como podría “algo parecido a eso” ser lo que yo necesito?
Si deja que su cuerpo le traiga algo parecido a ser inútil, lo que surge es muy
diferente de aceptar el fracaso. Por tanto, es importante saber: antes de que sur-
ja en el cuerpo, uno no puede definir exactamente cómo vendrá. Pero uno tiene que estar
dispuesto a ser eso negativo, al menos durante un rato. Por tanto, sé el inútil y espera
que surja “algo parecido a eso”.
Una vez que la energía se mueve dentro de su cuerpo y da un paso ade-
cuado, también éste debe dejarse sin definir de una manera exacta. Es ese modo
corporal de ser. Puedes ver que las palabras son insuficientes. Más tarde a lo
largo del día, estas palabras probablemente no conseguirán hacer que vuelva la
nueva energía. Pero la imagen del sueño puede hacerla volver, de una manera
corporal.
O, en el ejemplo de Marcos, pensar en Ramón es posiblemente la mejor
manera que él tiene de hacer que la energía adecuada surja de nuevo en su
cuerpo.
Desde esta nueva manera de ser también surgen los pasos más prácticos
para vivir, que no tenemos al principio. Primero se hace volver la energía ade-
cuada, entonces uno puede pensar frecuentemente en pasos de acción que van
junto con ella. Al principio estas acciones pueden ser pequeñas, sólo diferentes
en forma y cualidad. Pero pronto estas diferencias se harán mayores.
¿Qué hará Marcos respecto a esta dirección de crecimiento? El la llamó
“volver a estar a gusto conmigo mismo”. ¿Qué se sigue de ello a nivel de
acción? Quizá más diversión, valores más elevados que el éxito, menos preo-
cupación por no ofender a la gente, menos presión, más riesgos, permitirse
expresar con más espontaneidad cosas suyas –algo parecido a eso.
La primera “cosa a hacer respecto a esto”, es llevar consigo la imagen del
sueño (o Ramón) y dedicar unos minutos de vez en cuando a dejar que surja
de nuevo en su cuerpo.
MAIOR 83
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
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I n t r o d u c c i ó n a l C o n t r o l d e S e s g o
MAIOR 85
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Tener esperanza
Negarte a darte por vencido
Coger lo que quieres y disfrutarlo sin rodeos
No volver a estar enfermo
No volver a desanimarte
Sentir que puedes ser querido
Sentir que para obtener algo, no tienes que merecerlo
Ser una persona diferente, por derecho propio
No asumir toda la culpa
Permitirte dejar a los padres
Enfadarte
No volver a resignarte
Ser lo que de forma estereotipada es “masculino”, dirigir las cosas
Ser lo que de forma estereotipada es “femenino”, receptivo
(estos dos últimos pueden aplicarse a todo el mundo)
Aceptar la derrota y empezar de nuevo
Estar tranquilo
Mirar alrededor en lugar de ir corriendo
Dejar entrar a otra persona
Permitirte encontrarte a gusto con cualquier manera de sentir
Hacer o dejar de hacer algo por motivos éticos
Sentir, para variar, que tengo autocontrol en algo
Mirar con franqueza, porque no me vuelvo a enfadar
Dejar de decirme: “Espera un minuto, puede ser que ellos tengan razón”
Tener una sensación de significación cósmica o misterio
Tener un momento de tranquilidad
Permitir que alguien te vea tal como eres
Ser honesto
Ser capaz de pedir ayuda
Permitirte sentir que está bien que ames a alguien
86 MAIOR
El Control de Sesgo
10
En el capítulo anterior ya explicamos el CONTROL DE SESGO; ahora sólo falta
describirlo más formalmente.
Aunque te haya surgido algo nuevo a partir del sueño, no te detengas ahí
sin pasar a utilizar el CONTROL DE SESGO. Lo que surja de él puede ofrecerte una
interpretación del sueño muy diferente y más convincente.
Puede que tu primera interpretación no sea completamente equivocada.
Digamos que es correcta, pero sólo un tipo de “correcta”. Lo más probable es
que le hayas impuesto al sueño tus actitudes habituales. No estamos diciendo
que éstas sean completamente erróneas. Si a partir del sueño has aprendido
algo que corporalmente sientes que es correcto, consérvalo. Pero si va más o
menos en la línea de tus actitudes, no te detengas aquí. Mira también en la otra
dirección.
El CONTROL DE SESGO consta de dos partes. La primera sólo es una prepara-
ción, un movimiento en el pensamiento.
MAIOR 87
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
claramente distinto a ti? Asume que quizá tengas demasiado poco de algo que
ellos tienen en exceso –no decidas qué podría ser. Déjalo en blanco.
Estos métodos suelen apuntar precisamente a un opuesto. La mayor parte
de las personas interpretan un sueño de la misma forma en que reaccionaron en
el sueño ante los otros personajes.
Por ejemplo, soñaste que alguien intentaba forzar tu apartamento. Supon-
gamos que sabes lo que esto significa en tu vida. En tu vida, piensas en ello
como en algo malo, para estar prevenido. En la historia del sueño tuviste la
misma reacción y cerraste las puertas con dos vueltas de llave. De modo que tu
reacción es la misma en la vida y en la historia del sueño. Por lo tanto, es pro-
bable que también interpretes el sueño de esa forma.
La interpretación opuesta es que necesitas (algo proveniente de) esta cosa.
La acción opuesta en el sueño habría sido enfrentarse a ello de alguna
manera.
El personaje más opuesto es quien está detrás de ti. ¿De qué modo podrías
necesitar ser un poco más como él? Pero no decidas qué podría ser, déjalo abier-
to.
No adoptes una interpretación opuesta, sólo déjalo abierto.
En el capítulo anterior vimos que un paso de crecimiento no es ni tu modo
habitual de ser, ni simplemente el contrario. El estilo de vida estresado de Mar-
cos no es bueno, pero tampoco lo es conformarse con ser “un inútil”. No inten-
tes adoptar lo opuesto. Lo que quieres es esto: como lo opuesto se sitúa encima
de “todo lo demás” (todo lo que no eres), haces sitio para que algo, todavía des-
conocido, surja dentro de tu cuerpo desde este opuesto.
La parte 1 del CONTROL DE SESGO te deja una sensación global de un punto de vis-
ta opuesto, y tú permaneces abierto a algo potencialmente bueno que pueda haber en
él.
Antes de exponer detalladamente la parte 2 del CONTROL DE SESGO, ilustraré
esta primera parte.
Recuerda un sueño que hayas interpretado. Observa que (probablemente)
lo has interpretado desde tu actitud habitual. Incluso aunque hayas aprendido
algo nuevo, ¿no está de todas formas más o menos en la misma línea que habi-
tualmente sigues? Prueba la dirección opuesta, no como un modo de ser, por supues-
to, sino únicamente para abrirte a algo positivo que más adelante puede surgir de esta
dirección negativa.
La mayor parte de los investigadores afirman que no podemos interpretar
nuestros propios sueños. A fin de cuentas, imponemos nuestras actitudes sobre
cualquier cosa que se nos presenta –sucesos, otras personas, nuevas experien-
cias, y claro, también sobre nuestros sueños.
88 MAIOR
E l C o n t r o l d e S e s g o
Con mucha frecuencia las personas interpretan sus sueños para decir lo que
de todos modos ya pensaban. Los ejemplos de este capitulo darán cuenta cabal
de ello.
El sueño es un drama acerca de algo de tu vida. El drama ha ocurrido en tu
cuerpo. El sueño contó esta historia mientras estabas inconsciente. Si hubieras
estado consciente, la habrías enfocado de otra manera. Esto es interesante, fas-
cinante incluso. Es también muy misterioso. Si lo intentaras, no podrías inven-
tártelo deliberadamente. Aún así, ¿crees que el rompecabezas se resolvería si
hicieras decir al sueño lo que pensabas?
Algo o alguien de la historia va en contra de tus creencias y sentimientos
habituales. Pero eso que va en contra también eres tú: estos enigmáticos perso-
najes, tan diferentes a ti, ¿de dónde proceden? Fueron creados... ¡a partir de ti!
Provienen de tu cuerpo y todavía están dentro de él, ahora.
Por lo tanto, es probable que el CONTROL DE SESGO sea de utilidad. Con él, vas
buscando en el sueño eso que es contrario a tus actitudes habituales.
Encuentras lo opuesto a tu primera interpretación.
Además encuentras lo opuesto a tu forma de reaccionar en la historia del
sueño.
Controlas tu tendencia a rechazar a los personajes diferentes.
Te preparas para que algo positivo, pero todavía desconocido, surja en tu inte-
rior desde la dirección opuesta.
¿Qué hay en este sueño que normalmente reprimes o rechazas en tí mismo,
o te falta? ¿Qué desprecias en el sueño? ¿Qué es aquello de lo que más deseas
escapar? ¿Qué te amenaza en el sueño?
Permanece abierto a la posibilidad de que algo que necesitas pueda venir
desde ese lado, pero sin decidir exactamente qué podría ser.
Aquí tenemos el ejemplo típico. Algo amenazador persigue al soñador. Éste
asume que es malo y peligroso. Luego, cuando sabe lo que eso representa en su
vida, lo confirma. Sí, tengo que evitar ese aspecto de mi vida. Su primera inter-
pretación en este sueño de la cabaña le lleva a intentar escapar de ello aún con
más empeño.
Sueño de la cabaña
Estaba arriba, en la montaña, con Sandra. Ella estaba dentro de una cabaña que estaba
completamente aislada, más abajo. Yo iba caminando hacia ella. Detrás de mí surgió un
hombre con un cuchillo. Sabía que era peligroso. Estaba esperando alcanzar la casa antes
que él, pero empezó a correr. Me sobrepasó corriendo, hacia la cabaña. Me desperté.
“Puedo sentir que eso es mi enfado hacia Sandra. Supongo que tengo mie-
do de que se descontrole. Temo que alcanzará a Sandra y no seré capaz de dete-
MAIOR 89
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
nerlo. Nos hará romper. Puedo sentir que el sueño es un aviso para no estallar
con ella”.
Éste es un típico ejemplo de cómo interpretan las personas sus propios sue-
ños. Es muy natural hacerlo así con el propio sueño. Y una interpretación seme-
jante encaja convincentemente. Probablemente él está en lo cierto respecto a
que el sueño (al menos en parte) trata sobre eso. Puede sentir que es su propia
ira, que amenaza con estallar. Pero interpreta el sueño de la misma forma en
que considera la situación. Él controla su ira. Se le escapan comentarios llenos
de resentimiento y desearía poder detenerlos también. Cree que el sueño le
advierte contra estallar y romper la relación. Después del sueño no se siente
diferente que antes.
Su interpretación fue: “El sueño me advierte contra explotar con ella”.
Su reacción en el sueño es la misma que su reacción ante el sueño. Huye del
hombre del cuchillo y quiere alejarlo de Sandra.
Ahora él aplica la parte 1 del CONTROL DE SESGO, abriendo un espacio para
una interpretación opuesta.
a) “¿Lo opuesto a mi interpretación? Sería que debería explotar ante ella,
quizá terminar la relación”.
b) “¿Lo opuesto a mi acción en la historia del sueño? Supongo que me vol-
vería y lucharía con él, o le despacharía”.
c) “¿Qué personaje u objeto del sueño es más opuesto a mí? Bueno, por
supuesto ese tipo. ¿Qué característica suya es más opuesta a mí? La violencia.
Jamás he empuñado un cuchillo. No es propio de mí. Nunca he herido a nadie”.
“De modo que los opuestos en a, b y c, conducen a lo mismo: ira, violencia,
imagino. Se supone que tengo que estar abierto a algo que necesito de esto. El
personaje lo tenía en exceso. ¿Y si pruebo a decir que necesito algo de eso, aun-
que en una forma diferente?”.
Ahora, observa: no es demasiado difícil pensar hasta este punto, ¡pero lue-
go hay que hacer un gran esfuerzo para mantener eso abierto!
Él pensó: “Claro, podría haber alguna forma madura de ira o agresividad
que yo podría utilizar más. Pero la forma de mi ira no es buena. El sueño no
puede estar diciéndome que libere esa ira. Es inmadura, resentida y destructi-
va. Tengo montones de eso, no necesito más. Le digo cosas a Sandra porque
estoy resentido. Eso empeora nuestra interacción y entonces me siento mal. Y
el sueño me advierte de que todo podría explotar”.
Aquí él volvió directamente a su primera interpretación. Eso ocurrió por-
que intentó aceptar el simple opuesto (liberar su ira). Olvidó que lo importan-
te del CONTROL DE SESGO no es adoptar lo opuesto, sino estar abierto a esa direc-
ción.
90 MAIOR
E l C o n t r o l d e S e s g o
¿Qué hacer cuando reconoces la misma dirección nueva que adquiriste recien-
temente?
Imagina que Marcos tiene otro sueño en el que aparece otra imagen que su
cuerpo siente como algo parecido a “estar a gusto conmigo mismo”. Obvia-
mente, si reconoció eso, no necesita la parte 1 del CONTROL DE SESGO. Eso ya es
un opuesto a su estilo estresado habitual. Pasaría directamente a la parte 2,
dejando que su sensación corporal le ofreciera el nuevo paso a partir de este
sueño.
Normalmente tenemos una extensa serie de sueños que traen algo parecido a
una misma dirección de crecimiento, aportando cada uno de ellos una imagen
nueva con la que trabajar. Algunas veces las identificarás en seguida, otras no.
Te sorprenderá cuán a menudo necesitas utilizar todavía la parte 1 del CONTROL
DE SESGO para reconocerlas.
¿Cómo?
Presentaré varias maneras de hacerlo.
En primer lugar expondré la más rápida.
MAIOR 91
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
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E l C o n t r o l d e S e s g o
Escuchar la resistencia
¿La perspectiva de representar el papel de este personaje u objeto produce
una intensa reacción de miedo o malestar en tu cuerpo? ¿La sola idea de hacer-
lo te produce un fuerte sentimiento físico en contra, mucho antes de intentarlo?
En ese caso da la bienvenida a esta respuesta corporal. Trátala de forma
amistosa y comprensiva y averigua más sobre ella.
Debes saber que tu paso corporal procedente de lo opuesto nunca tendrá
una forma que te produzca malestar. El problema de no probar inmediata-
mente el paso corporal es que no descubrirás cuán diferente es a lo que temes.
Así, seguirás temiendo y evitando eso opuesto en su vieja forma. Ir directa-
mente a ello te permite obtener en seguida la forma nueva.Sin embargo, no
aplastes los sentimientos incómodos, simplemente no te escapes. Permanece
ahí y siente qué es lo que te molesta. Trátalo con mucha paciencia y com-
prensión. Deja que eso te hable y te diga por qué es irritante. El seguir ade-
lante puede esperar.
Escúchalo larga y amablemente durante los siguientes minutos (o días).
Cada vez que evoques esa imagen del sueño y pienses en representar ese
papel, puedes experimentar de nuevo ese sentimiento. No creas que lo sabes
todo respecto a tus motivos para no querer representarlo. Siempre surgen
muchos pasos pequeños uno tras otro, cambiando todo el conjunto con cada
uno de ellos.
MAIOR 93
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Los siguientes pasos podrían muy bien surgir a partir de una resistencia
irritante de este tipo. Si lo sientes corporalmente, entonces ésa es tu respuesta
corporal. Ésa es nuestra piedra de toque. ¡Eso es lo que te ha aportado tu tra-
bajo sobre el sueño! No lo ignores escapándote y abandonando el sueño. Escú-
chalo. Permítele que te diga lo que es.
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E l C o n t r o l d e S e s g o
Primera interpretación:
“¿Esa mujer de blanco? Hospitales, enfermeras, muerte, algo parecido a eso”.
“El indio parecía importante y sabio, pero ni siquiera fue capaz de enten-
derme. Estoy completamente aislada. Nadie me comprende”.
“El sueño dice que algo malo está acercándose. Así es como termina”.
Una segunda interpretación muy diferente surgió cuando ella aplicó la pre-
gunta 5, resumiendo el argumento en la parte 2 del CONTROL DE SESGO:
“Primero el indio me habló. Después yo no le entendí, y dije que él no me enten-
dería a mí. Sólo entonces vino la mujer de blanco”.
“Sí, eso tiene sentido. Cuando digo ‘nadie me comprende’ estoy enfadada,
pero mi enfado se vuelve contra mí y me deja desesperanzada. Entonces siento
que eso es igual que lo que trae esa mujer de blanco”.
A menudo un sueño te muestra a ti actuando de alguna manera extraña,
que en realidad es una metáfora de la forma en que actúas habitualmente.
Podría tratarse de tu modo de relacionarte con otros o con una parte tuya.
Introduce tu modo de actuar en el resumen de la historia. Observa lo que suce-
de como resultado.
MAIOR 95
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E l C o n t r o l d e S e s g o
te como si quisiera salir corriendo, ¿no prueba eso que el sueño dice que debe-
ría quedarse? ¡Por supuesto que no! Efectivamente, el yo consciente está incom-
pleto. Pero el otro lado está igualmente incompleto sin tus actitudes y eleccio-
nes conscientes.
Tampoco lo que normalmente rechazas debería por sí solo decidir por ti.
El paso de crecimiento será algo nuevo. Probablemente no se encuentra
dentro del sueño mismo –éste presenta la constelación tal y como es ahora. El
paso de crecimiento no es ninguno de los opuestos presentes ahora mismo.
MAIOR 97
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
98 MAIOR
E l C o n t r o l d e S e s g o
En cualquier sueño siempre hay partes que quedan sin interpretar, y pue-
des aplicar todas las preguntas a una sola de ellas.
Sobre todo si tienes una interpretación negativa –y especialmente si esa visión de
las cosas no es nueva para ti-, no te detengas en ella.
Antes de dejar de interpretar un sueño, comprueba tu interpretación utilizando el
CONTROL DE SESGO. ¿Cuál sería un paso de crecimiento en la dirección aparentemente
negativa? Deja que tu cuerpo te traiga la cualidad correcta.
MAIOR 99
Símbolos oníricos
y lenguaje metafórico:
más sobre la pregunta 10
11
Cada persona es única. Por eso, los símbolos “universales” no pueden tener
el mismo significado en los sueños de diferentes personas.
Y, sin embargo, una manguera representa un pene y un bolso de mujer, una
vagina.
¿Cómo podemos casar esta contradicción?
Los seres humanos tenemos contacto con muchos objetos que tienen el mis-
mo uso para todos. Caminamos con los pies, nos desplazamos rápidamente en
los automóviles, nos detenemos con los frenos, utilizamos un peine para desen-
redar y alisar nuestro cabello. Un bolso es algo en lo que puedes introducir
cosas, y lo llevan las mujeres. Todos sujetamos una manguera de manera que
el líquido se vierta frente a nosotros.
Los símbolos universales no son una especie de código hostil diseñado para
despistarte. Más bien, la vida humana confiere a la mayoría de los objetos fun-
ciones y significados universales.
Por tanto, incluso sin necesidad de recurrir a Freud, puedes preguntarte:
“¿En cualquier caso, qué es una manguera y cómo se emplea? Se sujeta pro-
yectándola hacia adelante y de ella brota un líquido que hará crecer el césped”.
Sobre todo si no utilizas sólo tu mente, sino también el sentimiento corpo-
ral de estar ahí de pie, utilizando la manguera, ésta pronto te mostrará su sig-
nificado universal.
Ahora, la otra parte de la cuestión: cada individuo es único y su vida es
también única. Las asociaciones de la persona pueden cambiar el significado ordinario
del objeto. “Nuestra manguera está toda enrollada apretadamente y la hemos
dejado así desde que la compramos. Vino así de la tienda y nunca la usamos”.
Aquí la manguera representa claramente algo que se ha dejado sin usar,
estrechamente enroscado, que permanece ahí, ignorado. El que eso signifique
inequívocamente que el poder sexual ha sido abandonado, es algo que está por
MAIOR 101
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Anciana, desconocida Sabiduría femenina; cómo ser mujer; aquello que los hom-
bres no comprenden
Anciano, desconocido Guía sabio; alguien más mayor que tú –escúchale; ¿cómo
le tratas en el sueño?
Animal Aspecto instintivo de la persona; energía vital natural
Animales, superiores Sabiduría, parte sana de un organismo; aceptar su guía
Animales, otros ¿Cuál es el carácter habitual de ese animal? Por ejemplo,
el león es orgulloso, fuerte, majestuoso
Artilugio, máquina Funcionamiento de la persona, tal vez corporal, sexual
complicada, Aparato
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S í m b o l o s o n í r i c o s
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S í m b o l o s o n í r i c o s
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
llo de dientes muy gastado). ¿Qué es específico de un peine? Puede tener púas
finas...un peine de púas finas...atravesar las cosas con un peine de púas finas.
Sueño del peine sucio
Me dijeron que un niño pequeño estaba enfermo. Estaba dentro de la casa y yo estaba fue-
ra con Juana. Me pidieron que fuera y les ayudara. Les di mi peine y les dije que se lo lle-
varan al niño. Más tarde éste murió, pero ellos dijeron que no había sido por mi culpa.
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S í m b o l o s o n í r i c o s
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
9. Mis hermanos se volvieron muy tacaños y quitaron todas las teclas del
teléfono y los picaportes de las puertas.
10. Mi padre estaba construyendo algo y enseñándome y yo estaba descal-
zo, y mis pies quedaron totalmente cubiertos de mugre y grasa, y era muy prin-
goso.
11. Diego y yo teníamos los coches encadenados. Estábamos en el de atrás.
Los coches se estaban yendo hacia atrás a tal velocidad que tuve que dar un fre-
nazo para detenerlos.
12. Mis padres iban a ir a un cráter de Hawai. Insistí en que debían bajar
hasta el fondo y atravesarlo.
13. Sara introdujo un toro en el establo donde yo me encontraba, y el toro
me embistió. Yo estaba enfadado de verdad y me subí a la pared para prote-
germe. No salí herido. En lugar de ello fui a parar a la habitación contigua, en
la que había un banquete.
14. Saqué de mi cuerpo un bebé prematuro. Estaba perfectamente formado
pero lo extraje del útero demasiado pronto.
15. Estaba preparando un estofado con dos bebés. Mi madre dijo que le habí-
an pasado un test psicológico que demostraba que ella era lo suficientemente
fuerte para manejar la situación. Luego yo estaba cuidando a un bebé robusto.
16. Mi abuela dijo: “Ahora puedo darte todo mi dinero”, y éste estaba bajo
su cabeza, en su almohada, y lo sacó.
17. Estoy subido a un puente pero termina en el aire. Tengo que bajar y
abrirme paso a través de un montón de barro. Sigo un sendero y cruzo.
18. Mónica [su bebé] se ha hecho una gran caca. Según la estoy limpiando
se mezcla con mi propia caca, y cada vez hay más. No puedo terminar de lim-
piarla. Entonces viene una niña, de pelo oscuro y rizado. Tiene una herida en
la pierna. Dice que la caca no le molesta, incluso podría curar su herida.
Los tuyos pueden ser diferentes a los míos y ser igualmente adecuados.
Añade los míos y deja que expandan tu “sensación general”, poníendola así a
prueba.
1. Cocina: Cocinar, comida, nutrición, incorporar algo; ¿qué es una cocina?
¿Qué tiene lugar allí?
Sin puertas: ¿Abierto a cualquiera, indefenso, sin control? ¿Qué es una puer-
ta?
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S í m b o l o s o n í r i c o s
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S í m b o l o s o n í r i c o s
Test psicológico: Algo sabio y que conoce, dice... (¡los tests psicológicos sólo
deben considerarse de este modo en los sueños!).
Madre: Tu madre real es lo suficientemente fuerte para soportar eso. (¿Tuvis-
te que cuidar de ella cuando eras pequeño?). La parte de ti que es tu madre
es lo suficientemente fuerte para soportarlo.
16. Dinero: Valor, energía, poder. ¿Qué tenía tu abuela de valor? ¿Cómo era ella?
Su cabeza: ¿Pensamiento? ¿Percepción interior? ¿Concentración? ¿Fuerza de
voluntad?
Bajo su cabeza: Ella lo mantiene seguro y fuera de la vista con su cabeza, pero
no dentro de la cabeza.
Ahora puedo darte: ¿Qué era lo que ella tenía y que sólo ahora estás prepara-
do para recibir?
17. Puente: Forma de cruzar.
En medio del aire: Arriba en las alturas; no tener los pies en la tierra, pasar
por alto.
Barro: Tierra, realidad concreta, fangoso, turbio, ir despacio. Desearías sal-
tarte muchas cosas, pero podrías tener que pasar por ellas. ¿Sentimientos?
¿Una experiencia real? Es algo fangoso, terrenal, el suelo, los pies en el sue-
lo. Parece que hay algún sendero, y tú cruzas sin problemas. ¿Qué cosa no
te decides a incorporar a tu propio desarrollo en este momento? Quizá el
sueño dice que realmente eres capaz de pasar por ello.
18. Bebé: Nueva vida, nuevo desarrollo, tu bebé real y tu desarrollo.
Caca: Sustancia natural, materia orgánica corporal, lo que sobra una vez
hecha la digestión.
Limpiarla: Eliminar materia terrenal, maloliente. Piensas que como es por-
quería hay que limpiarla, pero ¿puede servir para sanar algo, en tu vida
real?
Niña: La parte sensitiva, receptiva, emocional. ¿Eso puede sanar esta parte
tuya? Sanar a la niña tiene que ver con tu nuevo desarrollo, tal vez también
con Mónica.
MAIOR 111
Tercera parte
El proceso continuo
Sueño de LA MUJER. 4
La vaca era pelirroja y de cuernos largos y revirados; debió salir por una
puerta al fondo del cuarto que daba a la calle, mientras la mujer se desprendía
del jersey. En estos momentos el cuarto quedaba silencioso, se vislumbraban un
armario de ropa, sillas y algunos elementos de aseo. Reluciente salió la mujer
por la puerta de la iglesia al exterior festivo, recibiendo en su torso la poderosa
luz del mediodía. Esta imagen abarcó toda la capacidad visual del sueño. Iba en
ropa interior. Nadie en la calle se extrañaba. (La calle en las fiestas se reviste de
banderolas de vivos colores, hay muchas sonidos mezclados procedentes de la
feria y flota en el ambiente una sensual excitación).
Cómo proseguir con el proceso
de crecimiento
12
CONOCER TU PROCESO DE CRECIMIENTO Y RECUPERARLO CUANDO
SE HA PERDIDO
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
FOCUSING
116 MAIOR
C ó m o p r o s e g u i r c o n e l p r o c e s o d e c r e c i m i e n t o
NECESITAS UN ACOMPAÑANTE
Muchos de los métodos actuales dependen de algún milagrero que hace las
cosas por ti. Tienes grandes experiencias, pero no tu proceso continuo de creci-
miento. Esa persona hace las experiencias de fuera de ti hacia dentro. Sólo son
fogonazos aislados, no un proceso. No hace falta que te niegues si conoces a
alguna persona de ese estilo, pero luego utiliza las experiencias como descu-
brimientos del sueño –siente tu camino hacia un proceso continuo tuyo.
Realmente, el tipo de pasos que obtienes haciendo Focusing con los sueños
es igual que los que surgen en psicoterapia profunda. Pero la terapia profunda
MAIOR 117
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
118 MAIOR
¿Lo estás haciendo realmente?
Seis formas de comprobarlo
13
Exactamente ¿cómo se puede trabajar de esta manera corporal que he des-
crito? ¿Cómo podemos llegar a tener ese cambio corporal, ese “algo” que senti-
mos claramente, esa nueva energía que pugna por salir?
Me preocupa que asumas todo de una forma mental y te pierdas la verda-
dera esencia. Aquí no podemos describir cómo sentir el cuerpo, eres tú el que
tiene que hacerlo, vivenciándolo, dentro de ti. Sólo necesitarás unos minutos y
verás que te sientes bien y revitalizado. Cuando sale, es una parte más de ti y
no de lo que yo pueda escribir o confeccionar en estas líneas.
Te presentamos ahora algunas formas de comprobar si realmente estás sin-
tiendo con el cuerpo.
MAIOR 119
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Si puedes sentir lo que no sabes, estás enfocando. No sabes lo que es, pero
está ahí. Tiene vida propia. Si intentas definirlo, te rechaza y niega lo que esta-
bas pensando. Si mantienes durante un rato la atención puesta en una sensa-
ción-sentida, se moverá.. No hace falta que hagas nada. Déjale hacerlo. Sólo
acompáñala. Si la pierdes, vuelve a ella. Hazle compañía. Pregúntale cosas.
¿Tu sensación-sentida tiene una vida propia como la descrita?
Sin embargo, la mayoría de la gente no conoce la sensación-sentida. Pueden
haber tenido alguna en un momento dado. Por ejemplo, a veces tenemos la
intuición de que algo está mal aunque, aparentemente, no hay nada que esté
mal. Una situación parece estar bien, y, sin embargo, está esa sensación rara y
difusa. Uno trata de quitársela de encima con argumentos, pero tiene vida pro-
pia y se queda. Después de abrirse y relajarse, puede que se aclare algo muy
importante. Una corazonada es una especie de sensación-sentida. Pero las cora-
zonadas son escasas.
Focusing es una forma de dejar que tu cuerpo te dé algo así como una cora-
zonada, siempre que quieras tener una. Sólo que ahora ya no le llamamos
“corazonada”, porque esta palabra tiene un significado más específico. Lo lla-
mamos sensación-sentida.
Al principio, ésta parecerá bastante poco prometedora, próxima a no ser
nada. Puede que digas, “¿Qué? ¿Eso? ¿Esa sensación oscura, tan vaga que no
me satisface, desasosegante y confusa? ¿Me estás diciendo que va a salir algo
de esto?”. Pues sí. Eso es lo que estoy diciendo. Estás dando en el clavo.
120 MAIOR
¿ L o e s t á s h a c i e n d o r e a l m e n t e ?
MAIOR 121
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Repite lo que hiciste justo antes de que surgiera. ¿Qué es lo que estabas hacien-
do? Poner la atención en tu cuerpo. Ahora vuelve ahí abajo. ¿Qué es lo que esta-
bas preguntando? Ah, sí. Pregúntalo de nuevo. Ah, y entonces tuviste aquella
imagen y entonces... ah, ¡ahí está de nuevo, ese cambio corporalmente sentido!
Esto también se puede aplicar al trabajo con los sueños de otras personas.
Lo que he presentado hasta ahora puede parecer muy elegante. Haces algunas
preguntas, las vuelves a plantear y todo se abre. Puedes ser efectivo, equilibra-
do; aparentemente, estás lleno de poder y competencia. Otros se sentirán apa-
bullados por tu capacidad. Pero si quieres ayudar a alguien a procesar realmen-
te un sueño, tendrás que dejar las formas.
Cuando parezca que la interpretación ya ha terminado, el sueño ha dado su
nueva dimensión, ¡verás qué gran cambio supondría el que la persona pudiera tener
realmente este cambio! Pero esto no es posible desde el primer momento. Ahora
viene lo duro y farragoso de hacer: que la persona vuelva a contactar con la nue-
va energía y la mantenga durante unos breves momentos. No todo el mundo
tiene ganas de volver sobre lo que acaba de pasar y llegar de nuevo al punto de
cambio.
Tras esto ¿la persona puede guardar el cambio, de tal forma que pueda vol-
ver a contactar con él en diferentes momentos del día? “¿Sientes que puedes
volver a sentirlo, en cualquier momento que quieras?”. Del tono de voz de la
respuesta podrás reconocer si es posible así como así. Si no, puede servirte el
preguntar: “¿Por qué te parece difícil? ¿Puedes sentir qué se interpone en ello?”.
Muchas veces es imposible llevar a una persona a que haga esto, sobre todo
porque el objetivo principal es dejar que la persona disfrute del sueño (la últi-
ma de las indicaciones sobre “cómo hacerlo” – Cap. 3). Y por supuesto, todo
esto no tiene que suceder las primeras veces que trabajes con una persona.
Hacen falta muchas veces.
Pero respecto a tus sueños ¿vuelves y permites que la nueva energía llegue
una y otra vez, durante unos minutos?
122 MAIOR
¿ L o e s t á s h a c i e n d o r e a l m e n t e ?
MAIOR 123
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
124 MAIOR
A menudo, los sueños son
observaciones sobre el estado
actual de una situación
14
Un sueño te puede ayudar a tomar una decisión, no la toma por ti. Entre
otras razones, los sueños muchas veces son reacciones a lo que ha ocurrido el
día anterior. Veamos el siguiente ejemplo:
El matrimonio parecía irse a pique. Estaban prácticamente separados y
dedicaban la mayor parte del tiempo a hablar de ello. En una de las conversa-
ciones de ese día, Nuria tuvo una pequeña intuición sobre ella misma. A conti-
nuación, soñó:
Sueño del mensaje femenino
Alguien me llevó hasta el borde de un lago. De él salió una mujer que también era yo.
Alguien me transmitió que sería femenina y así podría estar con él (el marido).
¿Puede haber un signo más claro? El sueño dice que el problema ha sido su
feminidad escondida, que ahora saldrá del todo a la luz y hará posible su
matrimonio. Obviamente, deben de continuar. Pero no concluyas esto tan rápi-
damente.
Nuria contó el sueño a su marido y, aunque ella se sentía feliz, él se mantu-
vo en su línea. Quería que ella tuviera en cuenta tal y tal punto de vista y ese
argumento dio paso a más discusiones. En la siguiente noche, ella soñó:
Sueño de mira-cómo-se-muere
Él (el marido) ha raptado a una mujer, una mujer metida en carnes y jortachona, y él está
sentado al lado de un pozo profundo, mirándola, día tras día, mientras ella muere y se va
desintegrando.
MAIOR 125
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
cobraban más sentido estos sueños. La corazonada que había tenido Nuria el
primer día no debería de haberse quedado tan corta como se quedó. El sueño
le mostró que su feminidad se había movido o podía llegar a moverse hacia un
nivel profundo de su interior. Era una respuesta que encajaba con la interacción
del día anterior. Cuando, al día siguiente, él falló al no recibir sus intentos de
llegar a él, ella soñó que él dejaba morir esa nueva parte femenina; él no iba
hacia allí; sólo estaba sentado, contemplándola.
Como los sueños son tantas veces reacciones del momento, no se pueden
tomar como indicativos de lo que habría que hacer. Piensa si un sueño tuyo
puede entenderse como un barómetro, un artículo o un comentario sobre lo
que ocurrió el día anterior –como si dijeras: éste es el último cambio que ha
habido. Aquí es donde se ha quedado actualmente. Si continuara por éste cami-
no, esto es lo que pasaría.
O podemos interpretarlo de esta manera: aquí está lo que necesita dar un
paso, ahora mismo, por lo que ocurrió ayer.
Yo no digo que los sueños siempre logren un cambio como este. Pero lo
hacen muchas veces.
En este ejemplo, el marido también tuvo malos sueños que comentaban lo
ocurrido el día anterior.
Sueño del pájaro muerto
En el suelo, al lado de una silla, había una bolsa de papel marrón con una paloma muerta
en su interior. Yo dije que habría que meterla en el refrigerador, y no dejarla tirado en una
habitación caliente.
126 MAIOR
A m e n u d o , l o s s u e ñ o s s o n o b s e r v a c i o n e s
Por lo tanto, lo que refleja el sueño no es solamente el día de ayer. Puede ayu-
darle a ver y trabajar esa ira fría. Pero no hay que tomarlo como un mensaje
para tomar decisiones.
Su primera reacción ante el sueño fue similar a la que había tenido en el pro-
pio sueño: “mi amor por Nuria ha muerto”. Pero después, sus siguientes sen-
timientos le llevaron a dar un paso en la dirección opuesta. El sueño del pájaro
muerto llevó al resurgimiento físico del pájaro vivo. Vemos muy claramente
que no se debería decidir el significado de un sueño sin contar con el cuerpo.
En este ejemplo también se puede ver el problema especial que constituye
el hecho de que dos personas que viven juntas se cuenten mutuamente sus sue-
ños. El efecto puede hacer que se cumpla un sueño que quiere alertar o que se
desbarate lo que está proponiendo. O la reacción de la otra persona puede
hacer que ocurra una posibilidad positiva que apuntaba el sueño. La otra per-
sona puede interpretar un sueño negativo como una advertencia y reaccionar
de forma más positiva a lo que sugiere el sueño.
Es decir, si ambos habéis soñado y os habéis contado los sueños, podéis pre-
pararos para no responder como el sueño teme que hagáis. De la misma forma,
puedes prepararte para responder siguiendo un paso positivo que el sueño
puede haberte sugerido.
Cuando cuentes tu sueño: si sabes que, sin preparación, la otra persona va
a reaccionar de forma negativa, será necesario un pequeño trabajo previo antes
de contarlo.
Si no hacemos este trabajo previo, sacamos solamente lo que el sueño ha
advertido que puede ocurrir.
Veamos un ejemplo perfecto, aunque no habitual:
“En una parte de mi sueño soñé que le exponía mi sueño y que eso lo fasti-
diaba todo”.
¿Le contaste el sueño?
“Si, y de hecho, se puso fatal. Desde entonces, no hemos vuelto a estar nun-
ca bien del todo”.
Este ejemplo es poco frecuente porque es tan literal. Es más frecuente que
una historia metafórica muestre lo desafortunada que puede llegar a ser la
siguiente interacción. Cuando luego le cuentas el sueño a la persona, la reac-
ción será muchas veces la misma que estaba proyectando el sueño. En estos
casos, la persona que ha soñado debería de procesar el sueño y experienciar
algún cambio positivo, crecimiento o resolución antes de interaccionar con la
otra persona. También habría que preguntarle a esta persona por el opuesto
positivo que falta en el sueño, para ayudarla a encontrarlo y sentirlo. Esto pue-
de suponer algo de esfuerzo. Sin este trabajo previo, es más probable que la
MAIOR 127
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
persona reaccione con sentimientos negativos más lejanos, que la imagen nega-
tiva del sueño puede haber re-estimulado.
No seamos pasivos respecto a los sueños. Puede que deseemos encontrar
un oráculo que tenga el conocimiento perfecto. Es más difícil ir creciendo poco
a poco. El sueño no sabe si vas a desarrollarte o no. Si lo haces, cambiará lo que
crees que era la acción correcta. Puede traerte alternativas diferentes. Por ello,
el sueño no sabe ni dice cuál de las opciones que tienes es la más correcta para
esa situación.
La vida humana está reglada de tal forma que no existe ningún sustitutivo
para nuestros conflictos. Nos hacen humanos en profundidad. Unas instruc-
ciones para manejar las situaciones mejorarían sólo nuestra actuación. Nues-
tras vidas aparentarían estar mejor, pero nos quedaríamos en el mismo nivel
que ya habíamos alcanzado. Si pudiéramos saber las instrucciones correctas,
pocos elegirían el conflicto. Pero no hay elección. No tenemos ninguna guía
para manejar situaciones.
Sin embargo, si buscamos los pasos de desarrollo, ¡ahí estará la guía! Poco
a poco, irán llegando pequeños pasos, muy finamente hilados.
Sólo podemos sentir esta guía cuando se hace el silencio en nuestro interior,
algo difícil de conseguir.
Para dirigir nuestra atención a ese lugar tenemos que actuar deliberada-
mente. Cuando notemos el umbral difuso, tendremos que esperar los pequeños
pasos. Una cierta cualidad borrosa nos hará saber que está ocurriendo algo nue-
vo. El crecimiento tiene que darse antes de que pueda entenderse o describirse.
Por ello, muchas veces el paso de crecimiento no se refleja en el sueño. Has-
ta que no se desarrolle más, no podrá formarse. El sueño indica por qué no se
puede formar, qué es lo que está bloqueado. Sólo el procesamiento del sueño
nos mostrará el paso.
Cuando damos el paso, entonces decimos que ha sido gracias al sueño. ¿Lo
hemos leído en el sueño? No, el paso ha surgido a partir del sueño, aunque no
se reflejara en él. ¿Estaba en él? Si, pero entendiendo “estar” de forma diferen-
te. El paso no está presente como tal, hasta que la persona lo toma. Es decir,
mirando atrás, un sueño es la mejor forma de simbolizar y recordar un paso.
¡Luego sí estaba! Los símbolos y las figuras del sueño han sido exactamente lo
que ha formado el paso. Al rememorar el sueño, vuelve a aparecer este paso. El
sueño es la constelación presente, pero lleva dentro de sí un incipiente paso-de-
cambio. Ese cambio sí que puede no haber aparecido en el sueño.
Ésta es la razón por la que se necesita la sensación de estar haciendo un pro-
ceso de crecimiento para obtener el paso de crecimiento del sueño. De la mis-
ma forma, la acción correcta que requiere una situación no está contenida nor-
malmente en el sueño mismo.
128 MAIOR
Una ayuda en tu relación
con la gente y las situaciones
15
Si un sueño (o lo que queda de él al día siguiente) trata de una situación
específica, existe otra forma más de interpretarlo.
Veamos un ejemplo de una asociación: “Bueno, ayer le hablé a Margarita de
Roberto”.
La situación que tienes con Margarita (cualquier situación) es un entrama-
do complejo. No solamente se trata de hablarle a Margarita de Roberto. Recuer-
da exactamente lo que dijiste. Fue justo después de un comentario concreto que
ella hizo. Fue después de toda tu historia con ella. Recuerda por qué lo dijiste,
en conexión con qué, qué sentisteis las dos. Mencionaste a Roberto porque es
amigo tuyo y puede ayudarla a encontrar trabajo. La forma en que estuviste es
sólo una de tus formas de estar. Intentabas impresionarla con la colección de
personas que conoces. O la estabas haciendo saber que tienes otros amigos
aparte de ella. O estabas intentando ayudarla y, sin darte cuenta, te viste
envuelta en tener que pedirle un favor a Roberto, cuando hace años que no has
hablado con él.
Una situación es un entramado muy complejo. El sueño también es un
entramado complejo. Cada uno de ellos puede ayudar a interpretar al otro. Hay
dos formas de proceder:
Podemos utilizar el modelo de la situación para interpretar el sueño.
Hasta aquí, en este libro hemos tomado el sueño como algo más profundo
que trata de ti. Hemos considerado a Margarita (en el sueño o en las asociacio-
nes) como un personaje de una historia profunda que trata de ti. Hemos utili-
zado tu situación con Margarita para interpretar el sueño sacando un tema
tuyo común a muchas situaciones, no sólo con Margarita.
O podemos utilizar el sueño para interpretar la situación.
Ahora emprendemos, de la misma forma, el otro camino, o el segundo
camino.Vamos a interesarnos por la situación en sí. ¿Qué es lo que descubrimos
MAIOR 129
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
130 MAIOR
U n a a y u d a e n t u r e l a c i ó n c o n l a g e n t e
resulten estos pasos puede darte la mejor idea de qué es lo que se interpone
en tu camino. Y solamente a través de las acciones tu cuerpo llegará a expe-
rienciar esa nueva perspectiva de las cosas ¡durante más tiempo que esos
pocos instantes simbólicos!
Por ejemplo, supón que tu sueño sobre Roberto te lleva a adoptar una for-
ma corporal más resistente. Si fueras esa forma corporal, nunca ofrecerías nada
que no quisieras hacer realmente. Durante un precioso minuto de revelación,
eres asi. Decides volver a conectar con esta sensación más tarde, en cada semá-
foro rojo que te encuentres cuando vayas hacia tu casa. ¿Pero cómo puede dar-
te un paso para llevar a la práctica la situación de Margarita?
Veamos. Le dijiste a Margarita que llamarías a Roberto para hablarle de su
proyecto y pedirle que acudiera a reunirse con ella. No es esa la forma con la
que quieres retomar tu abandonada relación con Roberto. Desearías no haber
mencionado a Roberto, a quien ella también conoce. Puede llamarle por su
cuenta. Sientes que “no deberías” de haberte ofrecido.
Ahora es muy probable que pases por alto el pequeño paso para llevar a la
práctica que hay aquí y te pases sólo al gran cambio: “¡Nunca más! Voy a dejar
de hacer cosas para todo el mundo en el trabajo, en casa y a partir de ahora mis-
mo. Después de llamar a Roberto, nunca más volveré a hacer cosas así. Soy otra
persona. Haré que cualquiera que me pida algo tenga que bajar la vista, y sólo
haré lo que me parezca adecuado”. Correcto, si fuera posible. Pero es muy poco
probable que se dé este enorme cambio. Puedes comprobar lo poco probable
que es cuando intentes dar un pequeño paso para llevar a la práctica.
¿Cuál sería una acción pequeña que pueda surgir de esa nueva sensación
corporal? Bueno, la más obvia en este caso ¡sería con Margarita! Podrías llamar
a Margarita y decirle que, pensándolo bien, no vas a llamar a Roberto.
Ahora, seguramente, sentirás: “¡Ah, no, nunca, no puedo de ninguna mane-
ra! ¡Estaba tan contenta de que yo le llamara!”
La “nueva” persona iba a cambiar en todo. Ahora, en este pasito pequeño y
perfectamente posible chocas con lo que hace que sigas siendo como eres. ¡Pero
estos pequeños pasos para llevar a la práctica son posibles! Por lo tanto, es vital
luchar por un pequeño paso de este tipo. Vuelve a conectar con tu nueva for-
ma corporal. A partir de ahí, ¿qué harías ahora con Margarita?... Claro, ahora
puedes llamarla.
Podrás dar esos pasos para llevar a la práctica, sobre todo, si los contemplas
como “ensayos”. Si algo es nuevo para nosotros, no podemos esperar ser bue-
nos en ello. Sabes que no podrás realizar esa pequeña acción sin algunos pro-
blemas. Incluso se puede convertir en un pequeño desastre –pero habrás reali-
zado tu ensayo, ¡estarás en camino!
MAIOR 131
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
132 MAIOR
Encontrar pequeños pasos
para llevar a la práctica
16
En el capítulo anterior hemos visto cómo encontrar pequeños pasos para
llevar a la práctica a partir de la situación que muestra el sueño (o alguna situa-
ción asociada a ella).
Ahora presentamos dos formas más de encontrar esos pasos, que te permi-
tirán practicar con la expresión corporal de la sensación-sentida que contiene
un sueño.
PASOS SUBDIVIDIDOS
MAIOR 133
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
cinco veces por noche. Para cuando llegues a considerarlo fácil, habrás roto
muchos de tus hábitos inhibidos. Entonces también será posible realizar con
soltura los siguientes pasos.
Cuando hayas dado el paso que te habías propuesto, ¡celébralo! ¡Has hecho
tu práctica!
Celebrarlo es de vital importancia. La mayoría de las personas se critican
duramente cuando, por una vez en su vida, intentan dar un pequeño paso, por-
que no les proporciona todo el resultado que necesitaban. Lo intentan una vez
y se deprimen. Eso hace que estos pasos sean mucho más difíciles de repetir en
el futuro. Si has dado el paso, siéntete satisfecho con ello. Premia a tu cuerpo
con una buena sensación. ¡Celébralo – vas por el buen camino!
Después, decide cuál puede ser el siguiente paso. De nuevo tiene que ser
suficientemente pequeño, de forma que sepas que puedes darlo. Te llevará
muchas semanas. Pero quedarse estancado lleva años.
PASOS PRIVADOS
134 MAIOR
E n c o n t r a r p e q u e ñ o s p a s o s
Este paso práctico es pequeño y privado. Nadie sabía que estaba haciendo
algo especial. Nadie le podía impedir hacerlo. Y, sin embargo, estaba ensayan-
do la nueva cualidad corporal que había llamado “No puedes pisarme”.
De nuevo, tienes que celebrar el que hayas podido vivir de esa forma nueva,
adecuada, por muy pequeño que haya sido el paso. Dedica un minuto sólo para
decirte: “¡Viva!” a ti mismo. También puede ayudarte algún premio material.
Estos pequeños pasos rompen el hielo y hacen que te muevas. Te propor-
cionan grandes cantidades de energía.
La acción puede hacer cambiar a todo el organismo. Un cambio en el orga-
nismo hace que cambie la forma de actuar. Trabaja ambas formas.
MAIOR 135
El progreso reflejado en los sueños
17
Cuando estás avanzando a lo largo de una dimensión de crecimiento, los
sueños suelen informar de ello. (En estos casos, por supuesto, no tendrás que
darle la vuelta con el Control de Sesgo).
MAIOR 137
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
En este caso, Daniel no necesita intentar sacar lo opuesto, porque éste sería
su antigua manera de actuar. Su umbral de crecimiento es hacerse más positi-
vo y confrontarse consigo mismo, y así lo reconoce en el sueño. Tanto el Raúl
del sueño como él mismo están ejemplificando esta dirección.
Éste es un ejemplo de cómo los sueños registran los progresos. Por supues-
to, estos sueños también aportan un siguiente paso.
Daniel busca el siguiente umbral que puede estar mostrando el sueño. La
pregunta 9 tiene el mayor efecto de cambio: Forma una imagen de Raúl, viven-
ciándola esta vez. “Cuando me formo una imagen de él, ¡¡voy a por él!! Fiuu...
Sale muchísima ira. Mmh. ¡Deja que salga! ¡De puta madre, la estoy dejando
salir! [Da repetidas patadas a la pared. Se desprende algo de pintura] ¡Sienta
bien que esto salga!”.
Ahora yo no cortaría demasiado rápido. Quédate un rato con eso.
Si apuntas tus sueños y los repasas, verás que hay ciertos temas que se repi-
ten una y otra vez. Entonces puedes ver tu cambio (o la falta de él) en la forma
cómo las historias presentan ese tema. Por ejemplo:
1. Los nazis nos habían invadido. Nos podían disparar en cualquier momen-
to, y era muy probable que ocurriera, tarde o temprano. Pasé por en medio
de una habitación y, de hecho, no me dispararon, pero no tenía sentido
luchar o esconderme.
2. Era una dictadura latinoamericana. Lynn y yo estábamos en la habitación
de un hotel. Yo dije: “salgamos de aquí y cojamos un tren hoy mismo”.
Esperaba que ella no quisiera irse y que yo cedería y me quedaría, pero dijo
que de acuerdo. Así que hicimos el equipaje.
3. Los comunistas rusos tenían el control. Me podían disparar en cualquier
momento. Un hombre entró con una pistola y me apuntó. Tuve un momen-
to de terror. A continuación, bajó el arma y me llamó por mi nombre. ¡Me
había reconocido, y era otra persona como yo!
En el tercer sueño hay algo nuevo: hay alguien armado a su lado. Hay que
reaccionar en el momento, pero ahora el arma apunta a sus enemigos. El hom-
bre está a su lado. Las conclusiones serían demasiado especulativas, pero hay
un signo de progreso aquí en esta historia.
Se pueden ver otros ejemplos en el capítulo 18.
138 MAIOR
E l p r o g r e s o r e f l e j a d o e n l o s s u e ñ o s
MAIOR 139
Sueños de tocar tierra
18
Mucha gente tiene sueños recurrentes acerca del suelo. Sueñan que no se
encuentran en el suelo y que les cuesta volver a él. A veces, están encaramados
precariamente a un acantilado. O es un ascensor que sube, pero no baja. Esca-
leras que están rotas. Aviones que tienen dificultades para aterrizar, etc.
La pregunta 1 ya citaba este tema.
En nuestra sociedad, hasta los niños más pequeños tienen que dormir sepa-
rados de su madre. Hay una carencia de contacto físico, beneficioso y sólido.
Ésta puede ser una razón por la que tanta gente tiene estos sueños de dificul-
tades con el suelo.
¿Qué significa estar “con los pies bien puestos en el suelo”? Es una forma
corporal de sentir y vivir, no solamente una idea. Poseer sólo el concepto de base
significa, por supuesto, “no hacer pie”. Todas estas expresiones pretenden des-
cribir una forma corporal de sentir el suelo.
Estar “en el suelo” no significa perder altura. Piensa en la siguiente expre-
sión: “estar con los pies en la tierra”. Se refiere a tus pies. Tu cabeza puede estar
bien alta. Alto y bajo no son contradictorios: se hacen posible el uno al otro. Para cam-
biar de metáfora: las raíces hacen que el árbol crezca y se expanda hacia las
alturas del cielo.
Cuando estás tumbado de espaldas, en la hierba, puedes sentir toda la tie-
rra debajo de ti. La tierra no tiene que esforzarse para poder sostenerte. El apo-
yo que recibes no es precario. El suelo te sostiene con facilidad, sólidamente,
como un adulto sostiene a un niño. Puedes respirar tranquilo durante todo el
rato, dejar de estar alerta, dejar que todo pase, ser tú. Un abrazo sólido también
es así.
Cuando se compara con el cielo infinito, la tierra parece finita, sólida, pre-
sente. Pero lo infinito se puede hallar en todas las direcciones, si uno va lo sufi-
cientemente lejos. A su manera, la tierra también es infinita: lo acoje todo y
MAIOR 141
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
sigue permaneciendo igual. Lo infinito más todo, vuelve a ser infinito. Un rayo
puede matarte, pero la tierra lo absorbe con facilidad y permanece inalterada.
El ritual funerario judío consiste en sentarse en el suelo. La tierra puede
soportar el dolor que nada más puede aliviar.
La tierra da fuerza. Empujamos sobre ella o nos apuntalamos contra ella
para mover algo pesado. Las personas más fuertes no pueden mover nada si
están colgadas de una cuerda, suspendidas por encima del suelo.
Por contraste: ¿qué forma corporal de sentir y vivir existe sin la tierra? Vivi-
mos en un artilugio precario, como una escalera rota. La vida es precaria.
Somos vulnerables, estamos en constante movimiento. Somos un fino hielo.
Vigila tus pasos. Ten cuidado. Quédate quieto. Quédate derecho.
Hay un actor que dice que no se fía de los aviones. Parece que está sentado
en su asiento, pero dice que nunca deja caer su peso sobre él.
De la misma forma, las capacidades que posee una persona no son del todo
fiables. Hay muchos pensamientos, sentimientos y formas de actuar que afec-
tan a todo el organismo, y que no salen a la luz. El organismo se divide cuan-
do algunas de ellas tienen que forzarse para sostener al resto. Un organismo fir-
memente asentado en la tierra puede hacer mucho más que uno que flota y que
se tiene que sujetar a sí mismo.
Podemos ver que cuando los sueños indican un cambio desde estar encara-
mado de forma precaria a encontrarse bien asentado, se ha dado un progreso.
Describimos a continuación una secuencia así. Estos son cuatro sueños que
tuvo una persona a lo largo de un año.
1. En inglés, “sole” (suela) se pronuncia de forma parecida a “soul” (alma). Como no existe un
equivalente en castellano, hemos traducido “sole” como “fondo”, para así preservar el significado
que le quiere dar el autor (N. del T.)
142 MAIOR
S u e ñ o s d e t o c a r t i e r r a
MAIOR 143
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
El hombre dijo: “Tiene que haber mucha mierda ahí abajo, si tengo tanto
miedo a caerme”.
Como la mayoría de la gente, le daba a su sueño la peor interpretación
posible.
Le pregunté: ¿Tienes una sensación de lo que puede ser eso que tú llamas
“mierda”? Quiero decir, ¿es como un olor, como una sensación corporal? ¿O
sólo lo estás pensando?
“No lo sé. No. Sólo estaba concluyendo que tenía que ser así si yo me sentí
tan asustado”
¿Puedes sentirte así de asustado, ahora mismo?
“Sólo vagamente,” dijo.
¿Puedes dejar que entre un poco de eso en tu cuerpo ahora?
Negó con la cabeza.
Las preguntas no sirvieron de mucho. Las planteamos y las dejamos pasar.
Es más importante querer a tu sueño que forzarlo a hacer algo.
Tercer sueño: El valle
Soy un médico. Estoy en lo alto de una montaña. Ha habido un accidente en el valle.
Hay un herido. Intento bajar directamente por la parte más escarpada de la montaña.
Hago una parte del descenso, estoy demasiado lejos para volver a subir por la cuerda,
pero no puedo dejarme caer.Si me dejo caer me moriré. Entonces me subo a pulso, con
todas mis fuerzas y voy y cojo el coche. Bajo en coche tan cómodamente y curo a la gen-
te herida.
El hombre pensaba que sabía lo que significaba: “Creo que tengo que dejar
de apuntar tan alto, con ideales tan elevados y esas ambiciones”.
¿Notas algún alivio, cuando dices esto hay algo en tu cuerpo que siente que
esto es lo correcto?
“No, no me sienta bien abandonarme a mí mismo”.
Ya veo. Estás imponiéndote este mensaje.
“Sí, es verdad”.
En el sueño, ¿cómo te sentiste cuando bajaste y curaste a la gente? (Pregun-
ta 2).
“Ah, estupendamente. Sentía como si lo estuviera haciendo de verdad,
como un héroe”.
¿Puedes tener esta sensación corporal, ahora mismo, un poco?
“... Aaah... qué bien sienta. Pero una persona no puede aspirar a ser un
héroe ¿no?”.
Su amarga visión de sí mismo nos había interrumpido. Le pedí que volvie-
ra a tener la sensación-sentida de bajar al valle.
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S u e ñ o s d e t o c a r t i e r r a
MAIOR 145
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
dentro de sí ese coche. Pero no discrepé. Sólo le pregunté la pregunta 13. ¿Qué
dirías si te preguntara: ¿qué es un coche? ¿Para qué sirve un coche?
“Algo que conduces”.
¿Puedes tener una sensación corporal de esto?
Suspiró. “¿Otra vez a mi cuerpo? Bueno, vamos a ver... Sí, es una sensación
de ser estable, controlando. Yo lo gobierno. Es una buena sensación. Realmen-
te, ahora me ha gustado bajar por dentro de mi cuerpo, porque así es como se
siente. ¡Qué maravilla! Esto es justo lo que necesito, no tener miedo. Quiero ter-
minar aquí, con esta sensación”.
Había habido otros sueños entre medias de éstos, incluido por lo menos
uno en el que algo muy amenazante se convertía en algo bueno. Esta persona
hizo muchos cambios en su vida, en parte gracias a su trabajo con los sueños.
Entre otras cosas, dejó más tiempo para lo que llamaba “estar tumbado a la bar-
tola” (lo que implicaba cualquier cosa menos trabajar). Un día me llamó para
contarme un sueño. El placer que sentía al contarlo mostraba que no requería
ningún esfuerzo interpretarlo.
Cuarto sueño: La cometa
Estoy tumbado en la playa, de espaldas, sosteniendo una cometa. Tengo la cuerda en la
mano y la cometa vuela allá lejos, en el cielo.
146 MAIOR
S u e ñ o s d e t o c a r t i e r r a
Como en una película de ciencia ficción, había un problema en la Tierra, algo muy
urgente. Yo y algunos otros subimos en una nave espacial para encontrar al Ser Supe-
rior, la Fuerza Vital, para que nos ayudara. Llegamos allí, pero no sabíamos cómo comu-
nicarnos con Él. Así que, simplemente, le conté el problema. Algunos cazas de escolta
llegaron de abajo para saludarnos. Yo tenía miedo de que la Fuerza Vital se lo tomara
como una agresión, y que nos abandonara, así que les dije a los aviones que se fueran y,
efectivamente, lo hicieron... La Fuerza Vital se puso en marcha y solucionó el problema.
Había luces blancas allí donde estaba el problema, en tres lugares, en el suelo. Uno de
ellos estaba en una especie de rascacielos.
[La misma noche] Estaba en la bañera y mi hija pequeña [no tiene ninguna hija]
saltó por la ventana. Cerca del suelo agitó una especie de alas de cartón y aterrizó sin
incidentes. Yo bajé y le dije que no volviera a hacerlo. Ella me contestó que no había peli-
gro y que había solucionado el problema de un montón de niños que habían saltado
hacía poco por las ventanas. La mandé a la cama. (Creo que le quité la ropa para que no
pudiera salir).
[Cerca de un año más tarde] Iba andando por una autopista que estaba construida,
como ocurre muchas veces, a lo largo de un terraplén. Iba camino a casa. Mientras
caminaba, iba pensando que no necesitaba andar todo el camino hasta la salida y luego
volver, como hago cuando voy en coche. Cuando llegué al punto más cercano a mi casa,
vi un buen sitio para bajar. Había una especie de duna. Pero, de repente, patiné y caí
demasiado rápido y me hice una herida. Me llevaron al hospital. Me recuperé, pero
hablaba de forma rara. Pensé que estaba intentando seguir enfermo o pretender tener
una lesión cerebral.
[Algunos meses más tarde] Estaba en un río de aguas turbulentas. No podía con-
trolar la velocidad a la que me movía. Tú estabas detrás de mí, en alguna parte.
[Una semana más tarde] Estaba descendiendo en coche por una colina arenosa. El
coche empezó a ir demasiado rápido. Yo podía apoyarme con los pies y frenar el coche
con ellos.
[Tres semanas más tarde] Yo era un niño y estaba bajando por la barandilla en el
vestíbulo de una vieja mansión.. La barandilla tenía esquinas que giraban casi en ángu-
lo recto, pero me dí cuenta de que agachándome y distribuyendo alternativamente mi
peso podía salvar estos obstáculos perfectamente. Iba un poco demasiado rápido, pero no
había problema. Tú ibas bajando las escaleras por delante de mí. Hicimos así todo el
camino hasta llegar abajo.
MAIOR 147
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
148 MAIOR
Un sueño puede ser un sondeo
19
Hace un rato hablaba de dejar que el sueño tomara la decisión entre dos
alternastivas en una situación dada. No pienso que el sueño pueda hacer esto
por sí solo. Ya insistí en que los pasos surgen de la conversación entre tú y tu
cuerpo.
Si estás dispuesto a guardar un cierto escepticismo, estamos preparados
para ver de qué forma un sueño puede decir algo por sí mismo.
En los dos últimos capítulos hemos visto que una serie de sueños con un
tema puede indicar un crecimiento. Cada sueño puede ser lo que yo llamo “un
sondeo” de cómo se encuentra el tema en cuestión, en ese preciso momento.
Esto se ve muy fácilmente cuando hay una secuencia. Pero a veces un sueño
suelto también puede ser un buen sondeo.
Veamos un ejemplo: después de muchos años de trabajr con los sueños y
consigo mismo, un hombre seguía sintiéndose bloqueado en el terreno sexual,
por unas malas experiencias tempranas que había tenido. También en otros
sentidos se encontraba parado e insatisfecho. Hace poco, soñó:
Sueño del animal prehistórico
Yo estaba en un sendero en el bosque con alguien. Luego, salió un animal pehistórico de
detrás de las matas y se fue al sendero. Al principio pensaba que estaba amenazándome,
pero luego, muy pronto, vi que no. Cuando nos volvimos para continuar andando, el ani-
mal prehistórico se fue detrás de nosotros. Nos estaba siguiendo a nuestro paso.
Me sentí muy seguro de poder felicitar a este hombre por su sueño. ¿Ves por
qué? El animal prehistórico, la vida básica y animal que hay dentro de él, ha sali-
do (por fin) de detrás de las matas. ¡Ahora está “en el camino”! Va detrás de él,
no está persiguiéndole o amedrentándole, sino que va al mismo paso que él.
Hasta ahora te he instado a que intentes obtener un paso de cada sueño. Lo
he dejado lo suficientemente claro. Pero hay veces en las que uno puede sen-
tirse muy satisfecho sólo con ver el resultado del sondeo que ha hecho el sue-
ño. Conociendo a este hombre, me sentía tocado internamente por su sueño. El
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
se sentía más tocado todavía, por su sueño y por lo que éste anunciaba. Esto es
muchísimo para venir de un solo sueño.
No puedo ofrecer reglas para saber cuánto hay que hacer o exactamente qué
preguntas hay que preguntar, más que la forma individual de sentir de cada
persona. No hay nada que habría que hacer siempre. En este sentido, ni él ni yo
sentimos que era apropiado plantear la pregunta 8, para “ser” ese animal.
A veces ocurre que un sueño habla con la suficiente claridad, pero nos ale-
gramos de recibir “corroboración” de un segundo sueño. Cuando dos sueños
hablan con la misma claridad, nos sentiremos más seguros.
El mismo hombre soñó una semana más tarde:
Sueño de la Física Nuclear
Trabajaba con Física Nuclear y cohetes. En el sueño, me sorprendía de que sabía cómo
manejar estas cosas. Pensé: “Guau, no me había dado cuenta de que conocía estos trastos”.
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U n s u e ñ o p u e d e s e r u n s o n d e o
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Aquí, de nuevo, el sueño habla claramente. Por lo general, los animales son
fuerzas vitales buenas, en concordancia con el instinto y la naturaleza. En los
animales, los sentimientos agresivos y cariñosos están integrados y son apro-
piados. Estos animales, en particular, son importantes. ¡No pueden ser más
grandes! Rompen lo que ella utiliza para ver –como si le hablaran directamen-
te a su insistencia de “intentar resolverlo”. Y, encima de todo esto, el dueño del
estanque, que es el que mejor conoce a esos animales y que está a cargo de toda
la escena, dice que nunca le hacen daño a nadie. También resulta significativo
el que lleven ahí mucho tiempo –dentro de ella, podríamos decir. Yo confiaría
en un sueño de estas características.
Otro ejemplo: el año pasado, Bárbara está segura de que se había trabajado
lo que ocurrió con ella respecto a su padre (muerto). Ahora sueña:
Sueño del padre que no está muerto
Invité a mucha gente al funeral de mi padre. Pero llegaron A y R y S, uno detrás del otro, y
me dijeron: “Tu padre sigue vivo”. Luego vino N y me dijo muy amable y lentamente, como
con compasión hacia mí: “Esto va a ser duro para ti. No está muerto, Bárbara”.
Bárbara pensaba que estaba resuelto lo que le había ocurrido con su padre.
¿Se equivocaba mucho si asumía, tentativamente, que el sueño mostraba que
no era así?
Obtener un paso no excluye el que se pueda sacar otro del mismo sueño. A
este respecto, un paso no tiene que ser la interpretación.
Le había estado explicando a un hombre joven (como le explico a todo el
mundo) que nuestra parte infantil es muy importante y que necesita espacio y
atención, amabilidad y muchísimo sitio. No pongas un muro alrededor de tu
niño. La creatividad, la espiritualidad, la sexualidad y el amor por la vida sig-
nifican nuestro niño interior. A veces, este joven y yo nos contamos nuestros
sueños. En uno reciente, él estaba cuidando a un niño pequeño. De repente, el
niño desapareció. Le buscó frenéticamente, pero se había esfumado. Se sentía
muy triste y temeroso. El sueño le llevó a sentir lo que había ocurrido el día
anterior, y le dio la vuelta a una decisión que había tomado desde un senti-
miento amargo y nada lúdico.
Hoy me ha contado este sueño:
El sueño del niño que entiende
En el sueño, me despertaba de un sueño. No podía resolverlo. Pero tenía un niño, y el niño
lo entendía. Así que te llamé y dije: “no puedo interpretar este sueño, pero mi niño lo
entiende”. Tú me dijiste: “Hurra” y te sentiste muy feliz.
Le dije “Hurra” y me sentí muy feliz. Me indica que esta dirección que he
estado encauzando es adecuada para él.. También indica que esta parte infan-
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U n s u e ñ o p u e d e s e r u n s o n d e o
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Instrucciones para
no seguir instrucciones
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¿No es un poco erróneo publicar instrucciones para interpretar los sueños
y para realizar un proceso interior personal?
Un peligro que surge cuando se da un número específico de instrucciones
es que la gente puede utilizarlas para cerrarse otros caminos. Cualquier estado
humano requiere más de un método para acceder a ello. La comprensión de la
persona puede no ser suficiente. Pero cuidado, no estoy diciendo que este méto-
do sea todo lo que necesitas o puedas encontrar de valor. Si he dicho esto, espe-
ro que me hayas considerado un estúpido.
Cualquier cosa que hayas aprendido aquí puede compaginarse perfecta-
mente con cualquier otra cosa que te pueda ser de ayuda. Si parece que hay
contradicción, tómatelo con tranquilidad. Deja que sean tus propios pasos los
que encuentren la forma de reconciliar esta contradicción.
Puede haber otras razones por las que a alguien no le gusten las especifica-
ciones, como las que aparecen en este libro. Las instrucciones pueden dismi-
nuir el misterio y la apertura que tienen los sueños –aunque eso no es lo que se
pretende.
También ocurre que en las instrucciones escritas son inevitables los malen-
tendidos. No todas las fórmulas encajan con todo el mundo. En cualquier caso,
cada uno tiene que encontrar su propio camino.
Estos problemas no sólo surgen con los sueños, sino con todo tipo de cono-
cimiento sobre el ser humano.
Adopta el “método disociado” con todas las instrucciones: por un lado, sigue fiel-
mente las instrucciones, para poder descubrir las experiencias que apuntan.
Por el otro lado, estáte atento y sensible hacia ti y tu cuerpo. Ten claro que sólo
valen la pena las experiencias profundas y amplias. Si sientes que el momento
para hacerlo no es el adecuado, deja de seguir la instrucción y vuelve lentamente hacia
atrás. Mantén la atención puesta ahí hasta que puedas sentir exactamente qué es lo que
no va bien.
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Apéndice A
Teoría del cuerpo vivo y los sueños
I. EL CUERPO VIVO
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Antes de hablar sobre una nueva concepción del cuerpo, quisiera plantear
una cuestión:
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das una nuez a una ardilla que ha permanecido en cautividad y sola desde su
nacimiento, y por primera vez sale de su jaula, enterrará la nuez. Una rata
macho que nunca ha visto otras ratas construirá un nido si se estimula su cere-
bro de una determinada manera.
Al principio los científicos intentaron encontrar algún tipo de aprendizaje
que explicara estas conductas. Algunos llegaron incluso a investigar si estas
conductas podían aprenderse en el útero mientras eran ejecutadas por la
madre. En la actualidad, gran número de experimentos han excluido cualquier
posibilidad de aprendizaje. En todas las especies animales se han hallado pau-
tas conductuales heredadas muy complejas.
Ningún cuerpo humano o animal es solamente “impulso”. El cuerpo incluye patro-
nes de comportamiento. El “cuerpo remanente” de meros impulsos es sólo una ficción.
Hoy en día, nadie lo discute.
El cuerpo contiene patrones muy complejos de interacción entre los animales, y con
lo que les rodea.
Las acciones que tu cuerpo desea realizar no han sido dadas por la cultura.
Ésta únicamente elaboró los ya de por sí complejos patrones animales.
Pero, ¿cómo puede una cosa “física” como un cuerpo contener pautas de
conducta e interacción? ¿Y cómo llegan a cambiar y diversificarse las pautas?
4. ¿Cómo podemos pensar en el cuerpo como algo que contiene pautas de vida?
En la biología actual, los conceptos de células y tejidos no nos permiten
imaginar la forma en que la conducta podría estar dentro de un cuerpo. Ape-
nas están empezando a formarse nuevos conceptos científicos para dar res-
puesta a esta cuestión.
Pero no constituye un misterio. No heredamos sólo el pecho y los pulmo-
nes, sino la forma de respirar con ellos.
El funcionamiento de una estructura se basa en la forma en que está construida.
Heredamos los órganos internos y su forma de funcionar. Las glándulas, el
corazón y el estómago no son sólo estructuras físicas; sus complejas acciones son
también heredadas.
Estas acciones no se dan únicamente en el interior del cuerpo. El estómago
está formado de tal modo que digiere determinadas cosas que viven en el exte-
rior. Todas las partes del cuerpo están en interacción con otros animales, y con
la tierra y las plantas.
En la sensación corporal de un gato están implícitos el modo de correr de los
ratones y los lugares donde se esconden. A un gato le encantan los agujeros y
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5. Historias
¡Nuestro organismo inventa historias dos horas de cada veinticuatro!
Obviamente, las historias son un aspecto fundamental de los seres humanos.
¿Qué son las historias? Situaciones en las que interaccionan personajes. El cuer-
po dormido, descansando a su aire, lleva implícitas y siente complejas secuen-
cias de interacción.
Todos los animales superiores sueñan; lo sabemos por sus movimientos
oculares mientras duermen. La cultura no es algo meramente añadido a las
pautas animales, sino que las elabora y transforma. Las pautas humanas actua-
les existen únicamente en sus elaboraciones culturales.
El cuerpo humano siente pasos complejos de acción y de lenguaje.
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12. Los pasos que cambian las formas anteriores no pueden deducirse mediante
un procedimiento lógico
Si empleamos la lógica, empezamos y acabamos con las mismas unidades
y pautas. No es utilizando un método lógico como el cuerpo implica e interre-
laciona las numerosas conductas posibles. Un paso nuevo no se limita a reor-
denar viejos fragmentos. A menudo es más complejo y muy diferente de lo que
le hubiera podido preceder.
Esta clase de paso no puede obtenerse a partir de piezas, formas o ideas
preexistentes. No se deduce lógicamente del sueño, o del poema incompleto.
Los pasos lógicos se mantienen dentro de formas consistentes. Cuando éstas se
transforman por sí solas en el acto de implicar algo nuevo, eso no puede dedu-
cirse a partir de ellas mediante un paso lógico.
Los pasos lógicos y los no-lógicos, constituyen dos categorías diferentes.
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II. SUEÑOS
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16. Las viejas pautas de acción cambian cuando participan en otras nuevas
Una metáfora nueva lleva más allá el modo en que están configuradas las
situaciones. Los viejos significados desempeñan un papel fundamental, pero
son “llevados más allá” en ese papel.
Si la palabra “metáfora” se ha aplicado solamente a palabras, deja que te lle-
ve más allá. Entonces, cambiará su significado.
Las metáforas no son “solamente” verbales. Las palabras cambian las situa-
ciones. Una metáfora nueva cambia las situaciones a una forma nueva. A la
inversa, una conducta nueva transforma silenciosamente el significado de las
palabras implícitas. Entonces, cuando esas palabras surgen desde el cuerpo,
adquieren un significado diferente.
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24. ¿Por qué los sueños son relevantes para lo que necesitas en este momento?
¿Por qué un sueño tiene que traer algo valioso? ¿No puede tratarse de un
simple revoltijo?
No, el entrecruzamiento siempre es “relevante”. “Relevancia” y “entrecru-
zamiento” realmente son la misma cosa. Lo que puede ser relevante para (o
puede “tener que ver con”) un acontecimiento va incluido en el modo en que
está configurado. Aquello que sucede es lo que puede terminar siendo relevante.
De modo que lo que se entrecruza con el aspecto y el modo de actuar de las
cosas y las personas de tu sueño, no es ninguna emoción o comentario de ayer.
Lo que surge es lo que puede introducirse y añadirse a la red de conexiones
entrecruzadas “relevantes”.
Dijimos que el cuerpo vivo contiene sus conductas, lo que sucede a conti-
nuación. Tú no comes cuando no tienes hambre. Exhalas solamente después de
inhalar. Lo que se forma a continuación es lo siguiente que está implícito en tu
cuerpo. Si no puede realizarse, continuará estando implícito. A partir de que
suceda eso implícito, podrá formarse otra cosa.
En los acontecimientos “abiertos” pueden formarse más cosas. Por otra par-
te, el cuerpo no está siempre en pleno funcionamiento, de modo que estos nue-
vos acontecimientos normalmente no constituyen un paso plenamente corpo-
ral. Pero podemos comprender que lo que se forma es justo aquello que nece-
sitas, lo que no has vivido o has ignorado.
Hay dos maneras de que surja “justo lo que necesitas”. Los sucesos del sue-
ño pueden representar una necesidad, carencia o problema en tu forma de
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vivir. Más raramente, el sueño representa una respuesta, la forma en que vivi-
rías un paso hacia eso que no has vivido o te falta.
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28. Un sueño que trata de “justo lo que necesitas”, pero sin el paso
En primer lugar, voy a exponer un ejemplo del caso habitual. La totalidad
que falta y no ha sido vivida aparece en el sueño, pero entrecruzada con el pro-
blema del que sueña, más que en forma de paso.
El sueño que reseñamos a continuación indica claramente el paso que se
necesita, pero no muestra el paso en sí. Un antiguo modelo de totalidad, como
un animal, aparece representado allí donde la vida de la persona necesita desa-
rrollarse.
Sueño de la cerda
Yo estaba mirando a una cerda que a la vez era yo misma. Tenía un montón de cerditos.
Éstos seguían mamando de una sola teta, y ésta estaba muy, muy inflamada. Ella intentó
que se apartaran, pero los cerditos no lo hacían. Así que se tumbó y les dejó mamar. Enton-
ces supo que tenía que salir, para estar a solas y descansar. Entró en un túnel y justo al
otro lado brillaba el sol. Pero encontró una bolsa de plástico en el túnel, y se metió en ella
arrastrándose, y murió.
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“Ésa es mi única tía buena, la que me compró el único vestido bonito que
tuve en todos esos años”.
La persona que ha tenido el sueño podría experimentar a partir de la sensa-
ción-sentida el paso que aquí todavía está oculto. Puede inferir en qué consiste
este paso de muchas formas, y tal vez una de ellas sea corroborada por la llega-
da corporal de un paso. Pero tanto si llega como si no, el paso está en el sueño.
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Aquí repetiríamos una y otra vez la imagen onírica (ver el Capítulo 5): La tía
Cecilia tiene un secreto para ti. Para ti. La tía Cecilia tiene tu secreto. Ha traído
un secreto para ti.
“¡La tía Cecilia tiene un secreto para mí! Cada vez que digo eso, me viene
una especie de sonrisa”.
No es preciso saber lo que es este paso para facilitar que llegue de forma
corporal. Si lo sabemos, la imagen onírica todavía puede ser el mejor modo de
permitir que el cuerpo siga dando el paso.
Incluso cuando el paso está dentro del sueño, se necesita Focusing para dejar que la
totalidad del cuerpo, funcionando plenamente, dé el paso. El cuerpo cambia a través del
surgimiento corporal del paso.
Mientras dormimos, normalmente el paso no puede surgir de forma plena-
mente corporal.
31. Focusing: dar una forma nueva mientras estamos plenamente presentes ahí
El punto crítico, a medida que vamos alcanzando un estado de relajación
ligera, es cuando estamos más presentes de una forma total, y a la vez abiertos
a un entrecruzamiento y a la formación de algo más allá de lo cerrado. En ese
punto puede surgir una sensación-sentida que implique al cuerpo total.
En Focusing nos relajamos justo hasta ese punto crítico. Así es como reconocemos
ese punto: es cuando sentimos responder al cuerpo. “Responder” significa lo siguien-
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33. “Integración”
Aquí la palabra “integración” significa un método integrador corporal, no
lógico. A medida que los profesionales han ido integrando esta palabra en la
práctica, su forma lógica ha cambiado. No significa encajar una nueva pieza
entre otras viejas. Algunas piezas acaban siendo desechadas; otras cambian; no
existe un conjunto definido formado por “todas las piezas”; en realidad no hay
piezas. El paso es un fragmento de vida. No es incorporar algo. Es un cambio
de la totalidad, que realiza el cuerpo total.
No sé si una sensación-sentida es el único modo de integración. Sé que es
integradora.
En una sensación-sentida todo lo que forma parte de los acontecimientos
cerrados es llevado hasta ese punto; sin embargo, también está abierto.
1. N. del T.: En Experiencing and the Creation of Meaning (1962), Gendlin define datum como un
dato sentido de una referencia directa de la persona en su conciencia fenoménica.
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gada de una sensación-sentida es un cambio nuevo, más allá del flujo habitual
de sentimientos cambiantes.
Una sensación-sentida generalmente requiere una disposición deliberada a sentir
algo que todavía no está ahí, y a esperar, dejando que cristalice y emerja.
La sola llegada de una sensación-sentida cambia las pautas implícitas de conducta
y de lenguaje. Por tanto, a partir de ella pueden formarse nuevos modos de actuar y de
hablar.
180 MAIOR
Apéndice B
Cómo utilizar cada pregunta
Antes de intervenir, queremos ver lo que surge por sí solo. Si hacemos otras
preguntas, puede que no ya surja nada más.
Existe otra razón para abstenernos de seguir preguntando. Incluso en las
situaciones comunes, cuando preguntas o dices algo a una persona, es aconse-
jable dejar primero que ella te cuente lo que quiera decirte. Si no, la persona se
queda absorta en lo suyo y no puede recibir lo que tú le dices. Una vez que se
haya “despejado” su canal, podrá acoger tus preguntas en su interior. Así ocu-
rre también contigo mismo. Antes de hacerle preguntas a tu cuerpo, deja que
primero te cuente lo que tenga que decirte acerca del sueño.
Primero, tómate un minuto para recibir lo que surge espontáneamente.
Luego, si no has obtenido suficiente, haz lo mismo con cada una de las par-
tes del sueño.
Cualquier cosa que acuda a la mente, será bienvenida.
Después de la pregunta 3, explicaré más acerca de cómo utilizar las aso-
ciaciones.
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Elige la parte del sueño más confusa, rara, chocante o hermosa. Represéntatela men-
talmente y deja que surja una sensación-sentida en tu cuerpo.
O elige una parte del sueño.
Entonces pregunta: ¿Qué hay en tu vida que te suscite la misma sensación?
O: ¿A qué te recuerda esta cualidad de sentimiento? ¿Cuándo te sentiste así?
O: ¿Qué es nuevo para ti de esta sensación-sentida?
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A p é n d i c e B
ciones, los problemas y las partes más importantes de tu vida. Tu trabajo, tus
relaciones, tus esfuerzos y proyectos.
Mientras vas haciendo este repaso, conserva la sensación-sentida del sue-
ño. Pregunta ambas cosas: ¿qué es igual que los sucesos del sueño?, y ¿qué se
siente del mismo modo que eso?
Por ejemplo: “Esa cualidad rara ... de ese lugar del sueño, ¿qué situación en
mi vida me suscita la misma sensación? ... [enfoca ... no surge nada]. Muy bien,
¿qué problema mío me suscita la misma sensación? ... [enfoca ... no surge nada]. Es
una sensación parecida a algo que me resulta familiar ... ¿qué otra cosa es como
eso en mi vida? ... Ajá...”.
La pregunta “¿Qué hay en mi vida que me suscite la misma sensación?” se hace en
todas las demás cuestiones. Permanece a tu lado cuando utilizas las otras preguntas.
Cuando encuentres en tu vida algo que sientes igual que en el sueño, no
asumas demasiado rápidamente que el sueño trata únicamente de eso. Podría
ser acerca de un asunto más amplio. Tal vez esta parte de tu vida sea única-
mente un ejemplo de ese asunto. Cuando lo identificas, puedes además obser-
var que tiene que ver con ésta y con muchas otras situaciones.
¿Qué hiciste ayer? Repasa tus recuerdos sobre el día de ayer. Recuerda también eso
que te preocupaba internamente.
Puede que surja algo relacionado con el sueño.
Piensa en el día de ayer: a dónde fuiste, a quién viste, con quién hablaste,
etc. Incluye tu experiencia interior: ¿cómo te sentiste? ¿qué era lo que te preo-
cupaba ayer? A medida que pasas revista al día de ayer, lentamente, aparece-
rá algo que tiene relación con el sueño. Freud decía que todo sueño contiene
“restos diurnos”. Tal vez no sea así en todos, pero el proceso de elaboración de
sueños frecuentemente utiliza algo procedente del día anterior.
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
¿El sueño trata de la situación residual del día? Normalmente, no. Por ejem-
plo, digamos que soñé con Roberto, al que no había visto hacía mucho tiempo.
Entonces, recuerdo que hablé de él con Marta. ¿El sueño es sobre mi relación con
Marta? No necesariamente. El incidente es uno de los materiales que ha utiliza-
do el proceso de elaboración del sueño. Todavía no sabemos con qué objeto.
Una vez que Marta está “en el bolsillo”, forma parte de mi interpretación
del sueño. Ella no estaba en el sueño, nunca habría pensado en ella. Pero ahora
recuerdo ese raro sentimiento que me dejó mi conversación de ayer con ella. ¿Por qué
le hablé de Roberto? Ah, ya sé ... Ahora, la sensación que me produce el moti-
vo que tuve para contárselo pasa a formar parte del sentimiento total que ten-
go del sueño. Un poco más tarde, de repente entiendo otra parte del sueño.
Cuando, entonces, pienso de nuevo en Marta, ¡puede surgir algo! Ah ...
El método básico de las asociaciones ideado por Freud consistía en traba-
jar de forma separada cada asociación. Es una opción. Con Focusing podemos
utilizar las asociaciones de una forma más profunda. Deja que cada asociación
te aporte su cualidad sentida, la sensación-sentida. Pero luego relaciónala tam-
bién con otra, y con cosas nuevas, a medida que vayan surgiendo.
Las tres primeras preguntas pueden utilizarse con todas las restantes.
Con todas las preguntas pueden ponerse a prueba más asociaciones.
Con todas las preguntas, enfoca el sentimiento de lo que estás examinan-
do, y pregúntate qué es igual que eso en tu vida.
Las preguntas 1, 2 y 3 son tres vías para obtener asociaciones.
Si ya han surgido algunas asociaciones, no es necesario seguir y seguir para
obtener más. No es preciso que hagas las tres preguntas. Puedes volver a uti-
lizarlas más adelante, para trabajar con cualquier parte del sueño.
PREGUNTA 4: EL LUGAR
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PREGUNTA 5: LA HISTORIA
Primero resume el argumento del sueño. Luego, hazte esta pregunta: ¿Qué hay en
tu vida que sea como esta historia?
Resume los acontecimientos del sueño en dos o tres pasos: “primero ... y luego ...
y luego ...” Hazlo de forma más general que el sueño.
Esto puede hacerse de varias maneras, si la primera no da resultado.
¿Te das cuenta del potencial metafórico que tiene una historia? ¿Alguna
vez has contado una historia cuando no eras capaz de decir algo de forma
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directa? Dices: “Me sentí como si estuviera perdido en un bosque, y ...” Para
expresar cómo te sientes, cuentas una historia sobre el bosque.
Por ejemplo, imagina que acabas de conocer a alguien del sexo opuesto.
Estás ilusionado ante la posibilidad de una nueva relación, pero a la vez estás
tenso y nervioso. Temes no gustarle a la persona una vez que te conozca.
Supón que expresaras esto mediante una historia, ¿cómo sería?
Podrías decir: “Me siento como si fuera a solicitar un trabajo importante.
Entro en la habitación, y de lo nervioso que estoy, tropiezo con la alfombra”.
O podrías contar esta otra historia: “Alguien encuentra el cofre de un teso-
ro enterrado. Cuando lo abre, esperando encontrar oro, sale un animal reptan-
do. La persona da un grito y sale corriendo”.
La historia expresa el sentimiento y la situación. Puedes inventar una his-
toria para expresar cualquier sentimiento.
Las mejores ideas para las historias surgen directamente de tu sensación-
sentida. En lugar de inventártelas deliberadamente, recuéstate y enfoca la sen-
sación-sentida: de pronto, brotarán ideas para una historia. De este modo con-
sigues más ideas que las que ya tienes en mente.
Un sueño es algo parecido a eso, pero en la elaboración de la historia inter-
vienen más elementos que cuando estás despierto.
Incluso en la conversación ordinaria decimos cosas como: “Estas cosas me
matan”, o “le habría matado cuando hizo eso”. En una historia que expresara
este sentimiento, alguien podría resultar muerto. O decimos: “Me siento extra-
ño”. En una historia, el sentimiento de extrañeza podría expresarse mediante
una escena rara. Puedes utilizar o no esta capacidad imaginativa en tu vida.
Pero está ahí, ¡en tus sueños! Es un aspecto rico y positivo de todos los seres
humanos.
Las historias constituyen una dimensión humana básica. Dedicamos dos
de cada veinticuatro horas a elaborar historias. La investigación ha puesto de
manifiesto que todos soñamos más de una hora cada noche.
Al principio puede que no te des cuenta de que las historias representan
algo. ¡Pero puedes estar seguro de que tu “yo” más amplio es bueno en eso,
puesto que sueñas todas las noches! Cuentas con esta visión de las historias, y
también puedes acceder a ellas de forma consciente. Si examinas con cariño tus
sueños, no tardarás mucho en conseguirlo.
Entremos en detalles:
Las historias tienen una cierta estructura. Ocurren en el tiempo. La secuen-
ciación es importante. Primero sucede algo, después sucede otra cosa, y sólo
entonces llega el final.
Importa lo que viene primero en el sueño y lo que viene después.
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Según algunas teorías, las otras personas que aparecen en tu sueño son partes de
ti. Nosotros no estamos seguros de que sea así, pero pruébalo:
¿Qué cualidad de sentimiento te produce esta persona? ¿Qué sensación viene a tu
cuerpo? No es necesario que la nombres, solamente siéntela.
Si no viene ninguna cualidad, pregúntate: ¿Qué adjetivo podría ponerle a esa per-
sona?
Ahora piensa en ese adjetivo o cualidad de sentimiento como una parte de ti.
Si eso es una parte tuya, ¿qué parte sería?
Te puede gustar o no esa parte, o puede que sepas mucho sobre ella. Pero, de cual-
quier manera, déjala estar aquí por ahora.
¿Tiene sentido el sueño, si lo tomas como una historia sobre cómo te relacionas
con esa parte tuya?
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Ella dijo: “Es Jaime” [su marido]. “A veces pienso en él de ese modo”.
Pero entonces llega la pregunta 7: ¿Hay en mí misma una parte así? Podría
ser una parte masculina. ¿Qué se entiende por “masculino”? La parte de mí que
actúa y lucha por las cosas, que se ocupa de los negocios ... Oh ... claro ... Sé que
esa parte mía no está en buenas condiciones. Hm, de modo que vive como un
recluso, sola. Hum. No le estoy prestando atención, no la acompaño. Está opri-
mida, hum. No la respeto mucho en mí misma. Hum. Y ahora introduzco eso en
el resto del sueño, para ver lo que la historia dice sobre ello y sobre mí.
Otro ejemplo: Sueño del cohete
Mi padre está, con algunas personas más, en un cohete que está a punto de ser lanzado al espa-
cio exterior. Me pide que encienda en un terreno despejado una hoguera que no se apague, para
que pueda verla durante mucho tiempo a medida que ellos se alejan cada vez más. Entonces él
aparta bruscamente mi mano de la cortina de la ventana, de modo que ya no puedo verle más.
“Hace años que murió mi padre. ¿Qué parte de mí es como mi padre o está
todavía ligada a él? Hum. ... Ahora, la historia: ¿ésta dice que esa parte mía se
está yendo para siempre? Hum ... Sí, cada vez me estoy liberando más de los
valores y actitudes de mi padre. Lo sé”.
CONTROL DE SESGO, parte 1: “Lo contrario sería conservarlos, o dejar que
sigan ahí Hum. Bien, no adoptes lo contrario, no es eso tampoco. Déjalo abier-
to”.
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“Me niego a ser un nazi. Pero, seguramente, podría utilizar más energía
combativa de la que mostré en el sueño. Hm ... Siento como si fuera inútil
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Vuelve a visualizar el final del sueño, o cualquier otra parte importante del
mismo. Permanece a la espera de que suceda algo.
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Cuando algo ocurra, pregúntate: ¿Qué impulso tienes, ahora mismo? ¿Qué
le harías tú a la imagen, ahora que ella ha hecho eso? Espera, deja que algo
venga desde tu cuerpo.
(Parte de un sueño más largo:) ... entonces ella hizo ese comentario obsceno (que hace a
menudo) y la dejé allí mismo y seguí caminando calle abajo.
Alguna cosa del sueño puede ser una analogía del cuerpo. Por ejemplo, un obje-
to alargado puede ser un pene, un bolso puede representar una vagina. El coche
puede ser tu actividad sexual. Una casa puede ser tu cuerpo.
¿Encaja esto? El desván u otro lugar alto puede significar el pensamiento, estar en
la cabeza, lejos de los sentimientos.
“Abajo, al nivel del suelo” puede significar los sentimientos, estar en la parte más
baja de tu cuerpo, arraigado.
El sótano, estar bajo tierra, o bajo el agua, puede significar lo inconsciente, lo que
no es visible.
Las máquinas y diagramas extraños a menudo cobran sentido si se ven como ana-
logías del cuerpo.
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Pregunta: “¿Podría significar algo, si pruebo a decir que él es mucho más impor-
tante para mi de lo que reconozco? Déjame estar en silencio y ver si me viene algo”.
“¿A quién me recuerda esa señora atontada? Por el aspecto que tenía, a
Sandra. ¡Pero Sandra es una de las personas más listas que conozco!”
¿Puede ser que sobrevalores a Sandra de alguna forma?
Pruébalo en tu cuerpo:
“Hm ... Puedo sentir que quiero continuar pensando que ella es así de lista
... ¿Qué es esta sensación de querer pensar eso?”.
La pregunta 12 no es un oráculo que te dice que deberías o no tener un con-
cepto más o menos elevado acerca de una persona o cosa. Mas bien, te lleva a
plantearte una cuestión que de otro modo probablemente no te harías ni sentirías.
Tomemos, por ejemplo, el sueño sobre el padre gigante (capítulo 2). Algu-
nos investigadores dirían que este sueño muestra que el padre ya significa
demasiado para la persona. Otros dirían que la persona que tuvo el sueño
necesita corregir una visión del padre como alguien excesivamente insignifi-
cante. Los expertos no se ponen de acuerdo, así que es tu cuerpo el que debe
decidir.
Prueba ambas versiones. Quizá tú sabes que tu padre es demasiado impor-
tante para ti. Pero se está haciendo viejo. Tal vez deberías verle o hacer más por
él, puesto que vas a sentir mucho su muerte. ¿Quién sabe?
Otro ejemplo: Sueño de la espalda descomunal
Estaba en la cama con esta mujer y había otros hombres allí, no sólo yo. Entonces ella les
dijo que se fueran para que nosotros pudiéramos estar a solas. Vi que en realidad eran ado-
lescentes, pero eran muy grandes, uno tenía una espalda descomunal, lo vi cuando se mar-
charon. Luego estábamos nosotros solos y pensé que nos las arreglaríamos.
¿Tiene sentido preguntar sobre algún aspecto adolescente tuyo? ¿Lo consi-
deras algo muy importante o algo sin importancia?
¿La espalda descomunal significa que este aspecto es más importante de lo
que pensabas? O tal vez la imagen lo muestra más grande de lo que es. Sólo tú
puedes decidir. Aquí, la historia (pregunta 5) dice que cuando los adolescentes
se marchan, tú consigues hacer el amor. ¿Eso abre algo?
Lo que se abre de forma novedosa en tu interior puede decírtelo. De otro
modo, lo único que tienes son diferentes conjeturas.
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Asociación: “Cuando era pequeña tenía un desván que tenía unas escale-
ras que se bamboleaban igual que ésas. Tenías que posar el pie abajo con
mucho cuidado y agarrarte a algo mientras lo hacías”.
Ahora, el recuerdo de la infancia la conduce a lo que le sucedía en aquella
época. (O quizá puedes preguntar: ¿Qué me pasaba entonces?)
“Solía subir a ese desván y sentarme allí durante horas. Eso me consolaba,
mm ... Recuerdo que en esa época me pegaban mucho. Siempre lo he recordado,
pero, mm ... [toma aire] ... En los años que siguieron, me he dado cuenta de que
fue mucho peor de lo que yo me permitía creer entonces. Lo he recordado, pero
me he mantenido apartada de ello. Me dije, bueno, eso pasa en la mayoría de las
familias. Pero ... [respira] ... ahora puedo tocarlo, sólo un poquito, dentro de mí.
Me siento bien al hacerlo, ahora. Eso ha estado apartado a un lado durante
mucho tiempo. Yo, mm, yo no quiero demasiado de eso, todo de golpe”.
Como dijo Freud, casi todos tenemos que recordar acontecimientos de la
infancia y ver cómo los sentimos en nuestro interior. De ese modo, pueden
cambiar de alguna forma. Entonces, la persona puede superar determinadas
limitaciones que antes no podía vencer.
La interpretación de un sueño puede depender de que hagas algo de esto;
de otro modo, únicamente tendrías una serie de conjeturas, no una interpreta-
ción.
Respecto a este sueño, podría haberse hecho la siguiente conjetura: arriba
y abajo podrían representar el cuerpo. La conexión es temblorosa, de modo
que la persona tiene cierto acceso a modos de ser más profundos, o corporales,
o arraigados, pero es un acceso oscilante e inseguro. Queda algo por resolver.
También se podría haber hecho esta conjetura: probablemente es algo que vie-
ne de la infancia (puesto que en los seres humanos es algo casi universal el que
nuestros problemas se originen en ella). O también podría hacerse esta otra
conjetura: probablemente no se ha prestado una plena atención a determina-
dos sucesos de la infancia, de modo que obstaculizan un acceso libre y seguro.
Con demasiada frecuencia nos mantenemos apartados únicamente de una o
dos cosas, pero el evitarlas nos impide el acceso pleno a nuestro cuerpo y a la
totalidad de lo que somos.
Pero todo esto no pasaría de ser meras generalidades. Probablemente son
cosas que podrían decirse de todo ser humano. Compara estas vagas generali-
dades con la asociación que hace en este momento la persona que tuvo el sue-
ño y con la apertura más profunda que produce inmediatamente en ella. Ade-
más, éstas serían sólo una serie de conjeturas. Podrían haberse hecho otras
igualmente válidas. Pero entonces no tendríamos ninguna interpretación, sino
sólo hipótesis contradictorias.
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Evoca varias áreas de tu vida. Es probable que un sueño trate de las limi-
taciones, de las fronteras que tu cuerpo se esfuerza en superar.
Algunas personas nunca piensan en ellas; otras piensan en ellas continua-
mente.
¿Dónde está detenida tu vida? ¿Qué te gustaría hacer, cómo te gustaría ser?
¿Qué harías si no estuvieras tan asustado? ¿A qué has renunciado? ¿Por qué es
gris tu vida? ¿Cuáles son los límites de tu vida?
Si estás honestamente satisfecho con tu vida, eso es bueno. No tiene por
qué tratarse de una ilusión. Aún así, toda persona tiene la posibilidad de desa-
rrollarse enormemente; es más excitante que viajar, más interesante que tener
una aventura extraordinaria. Aunque no necesites cambiar y crecer, sin embar-
go puedes desear hacerlo.
Pero puede que digas: “Pienso en un trabajo mejor y deseo conseguir que
mi marido se porte mejor, pero estas cosas dependen de otros. ¿Cómo puedo
encontrar ‘límites’ personales, como tú dices?”. Estos aspectos externos pueden
conducirte a tus límites: ¿qué ocurre dentro de ti en relación con estas cosas?
Dentro de ti, ¿qué es lo que no puede soportar tu trabajo actual, y qué es lo que
ha renunciado a un trabajo nuevo? ¿Qué tipo de sentimientos, temores y
luchas surgen cuando piensas en intentarlo? ¿Cómo te afecta, internamente, el
modo de actuar de tu marido? ¿Qué es lo que se remueve en tu interior? De
este modo, pronto encontrarás tus propios límites. Además, una vez que hayas
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dado unos pocos pasos de crecimiento interior, eso puede ayudarte respecto a
la situación externa. Al hacerte más fuerte y adquirir más claridad, te relacio-
narás mejor con los demás.
Todos fracasamos, durante años, en muchas cosas. Éstas demandan de
nosotros que crezcamos como una totalidad, y en lugar de eso, seguimos inten-
tando arreglar únicamente la situación. Pero, a menudo no hay manera de con-
seguirlo. La situación no es responsabilidad nuestra, y aún más: la constela-
ción que soy fracasa una y otra vez en este tipo de situación. Puede que sea
necesario un cambio más global. Quizá debería estar menos interesado en esta
única meta y más en mí mismo, en la clase de persona que soy, en mi ser y mi
crecimiento interior. ¿Dónde está éste constreñido? ¿Dónde está limitado? ¿De
qué maneras he renunciado a mí mismo hace mucho, y cómo podría empezar
ahora, después de todo, a crecer?
Puede que digas: “Soy demasiado mayor. Aunque ahora fuera capaz de ser
lo que no pude ser antes, ¿de qué me serviría? No podría conseguir eso que
perdí cuando era joven”.
Tal vez sea cierto, ya no podrías conseguir lo que perdiste. Pero todavía
puedes lograr desarrollarte, puedes conseguir ser.
Mucha gente afirma: “La vida no consiste únicamente en obtener cosas”, y
tienen razón. Pero lo dicen como una justificación para no desarrollarse. Dicen:
“He perdido muchas cosas que hubiera conseguido si hubiera sido diferente.
Pero ahora es demasiado tarde para cambiar. De todas formas, la vida no con-
siste en conseguir cosas”. Una persona así sabe, en verdad, que la vida no con-
siste en cuánto puedes obtener y consumir. Sin embargo, puede haber una cua-
lidad de renuncia apagada y excesivamente resignada. Es la cualidad de haber
perdido el desarrollo de la esencia humana. No tiene que ver con conseguir algo.
¡Tú puedes moverte ahora para desarrollarte! Eso no te traerá lo que per-
diste, pero puedes sustituir la renuncia desalentadora y cerrada por una ener-
gía nueva. El desarrollo (e incluso el mero acto de moverte hacia él) expande a
la persona.
Cuando mi tía Mitz tenía setenta años, un día se dio cuenta de pronto de
que toda su vida había vivido para los demás y para las apariencias. De algu-
na forma eso, en lugar de deprimirla, le dio una nueva vida. Dijo: “Es una pena
que haya sido tan tarde, pero ahora soy libre”. Entonces le dijo a su marido:
“Voy a hacer un viaje alrededor del mundo. Si quieres, puedes venir conmigo”.
Vendió sus cosas y se fue. Pudo vivir unos años siendo esa libertad.
Gran parte del sentimiento negativo de lo que hemos perdido lo constitu-
ye el hecho de que seguimos siendo los mismos. ¡Lo perderíamos una y otra
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Prueba a considerar el sueño como si fuera una historia sobre lo que normalmente
haces o sientes respecto a la sexualidad.
O: Si fuera una historia acerca de cómo eres en tu dimensión sexual, ¿qué te estaría
diciendo?
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Apéndice C
La interpretación experiencial
de los sueños*
por Eugene T. Gendlin
Los sueños son una vía de entrada irreemplazable a la terapia por dos ra-
zones: 1) lo que está lejos de la conciencia del cliente no puede ser procesado,
pero si surge en forma de un sueño, puede serlo inmediatamente; 2) los sue-
ños transforman los problemas del individuo en imágenes que implícitamen-
te contienen energía que se mueve hacia una solución.
Para experiencializar los procedimientos habituales que los terapeutas utili-
zan en el análisis de los sueños, examinaremos el origen de los sueños y sus
efectos en la experiencia del cliente. En el capítulo anterior mostramos cómo
comprender y utilizar experiencialmente el método de role-playing aplicado a
figuras de los sueños. Aquí examinaremos otros métodos de interpretación de
los sueños para ver exactamente cuándo, dónde y cómo promueven el cambio
experiencial.
Primero explicaré por qué el material inconsciente no resulta útil y por
qué sí lo es cuando aparece a través de un sueño.
Los sueños provienen de lo más profundo del “inconsciente” (lo que ex-
periencialmente significa que excede la conciencia de la persona y a su con-
trol deliberado). Si a través de drogas o del proceso terapéutico se fuerza a
que algo surja desde el inconsciente del cliente, probablemente resultará de-
sestructurante. Como mínimo estará fuera de lugar ya que no se trata del si-
guiente paso natural que surge desde el interior.
La experiencia no consiste en hechos establecidos que puedan ser “desen-
terrados” aisladamente. No se trata de contenidos independientes. La expe-
riencia es un todo confuso. Cualquier recuerdo, acontecimiento o sentimiento
* N. del E.: El presente trabajo es el cap. 14 del libro: E. T. Gendlin, El Focusing en Psicoterapia.
Manual del método experiencial, Ed Paidós, Barcelona 1999 (versión original 1996). Hemos pedido
el permiso de reproducción por considerar que aporta el resumen experiencial del trabajo del pro-
pio Gendlin con sueños en estos últimos años, insertado dentro de su trabajo terapéutico. A este ca-
pítulo se refiere varias veces el prólogo de Carlos Cabarrús.
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vive ahora la persona consciente y cómo reacciona la parte rechazada del or-
ganismo ante esa forma de vivir. Los actos del soñador constituyen un lado,
los demás y los acontecimientos que se desarrollan expresan el otro lado.
Jung pensaba que el sueño debería desembocar en una especie de negociación
entre ambos.
Si experiencializamos los enfoques de Freud y Jung, intentaremos captar
la experiencia actual de la energía que quiere continuar y haremos surgir el
otro lado (el lado organísmico) de un tema. Al elicitar la sensación-sentida de
varias partes de un sueño, pronto encontraremos esa energía. La encontrare-
mos en el cuerpo. Y no permanece estática. Cuando proviene de una sensa-
ción-sentida, genera un paso terapéutico hacia su resolución.
Salvo excepciones, el paso hacia delante no se encuentra en el propio sue-
ño. Surge de la energía que implican y crean las imágenes del sueño. Esta idea
quedará más clara con ejemplos concretos.
Para experiencializar el análisis de los sueños, presentaré nuestros proce-
dimientos en un orden parecido al que podríamos usarlos. Los temas centra-
les del sueño normalmente se encaran algo después.
PROCEDIMIENTOS PREPARATORIOS
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Un espacio privado
Poco surgirá si el cliente ha decidido contar todo según le llega. A medida
que se trabaja con los sueños de una forma experiencial, pronto nos damos
cuenta de que las asociaciones y los pasos significativos necesitan un espacio
privado. Damos la siguiente indicación: “Cuando algo llegue, hazme una se-
ñal y permanece a su lado un rato. Después de aproximadamente un minuto
puedes ver si deseas o no compartir algo conmigo”.
El trabajo con los sueños tiene lugar en el cuerpo del cliente y no en la con-
versación verbal ya que sólo cuenta lo que ocurre en el cuerpo. No sacamos
ninguna conclusión de ningún sueño al margen de su implicación con el cuer-
po del cliente y es éste quien primero sabe lo que ha surgido. Esta total liber-
tad dentro de un espacio privado mantiene las condiciones relacionales fun-
damentales y hace posible que puedan surgir muchas otras cosas dentro del
cliente.
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mal que actúa de forma poco natural, quizás tal y como el cliente hace en su
vida. El cliente puede reconocer o no la similitud.
Por ejemplo, en un cursillo, una participante contó un sueño en el que ha-
bía una tortuga enferma caminando lentamente por la carretera, arrastrando
sus entrañas. La imagen produjo en la clienta un sentimiento horrible pero
muy familiar. Lo sentía físicamente y sabía qué era lo que, en su propia vida,
le traía ese sentimiento. Le hizo saber sin duda alguna sobre qué iba el sueño.
Pero el sueño parecía decir solamente que el problema estaba en mal estado.
Se le preguntó: “¿Cómo sería una tortuga sana?”. Al principio esta pregunta
le desconcertó. “¿Una tortuga sana? ¿Una tortuga sana? Bien...”. Inhaló y ex-
haló prolongadamente y su postura y su color cambiaron. Parecía expandirse
como una de esas flores de papel japonesas cuando se meten en agua. “¿Una
tortuga sana? Bien...”. “No tienes que describirlo, simplemente siéntelo en tu
cuerpo”. Su respuesta fue: “Eso se siente mucho mejor”. “¿Qué pasaría si de-
cimos que podrías ser de esta nueva forma en esa parte de tu vida sobre la
que trata el sueño? Esa forma positiva en la que se encuentra ahora tu cuerpo,
¿se podría tratar de una forma de manejar la situación? ¿Pasa algo al decir-
lo?”. “Sí, tiene mucho sentido. Sí”. Se encontraba tan satisfecha con este resul-
tado que proseguimos con el sueño del siguiente participante. Un poco des-
pués nos interrumpió para decir: “Ahora mi tortuga se ha levantado sobre las
patas traseras y está bailando”.
Vemos que no es suficiente con que el sueño se convierta en una metáfora
precisa sobre el problema de la persona. También debemos apreciar que el
sueño transcriba la situación en términos de tortugas. Aunque no sepamos
qué hacer con el problema real en sus propios términos, si el problema se resi-
túa en función de sus imágenes se puede producir un cambio terapéutico.
La imagen de la tortuga posee una energía incipiente para generar ciertos
cambios. A veces estas imágenes pueden evolucionar directamente hacia pa-
sos de cambio (por ejemplo, permitiendo que el sueño continúe mediante la
imaginación diurna). Pero cuando algo que es positivo en su naturaleza apa-
rece en el sueño de manera negativa o enfermiza, preguntamos al cliente
cómo se sentiría si la imagen fuera sana y natural. A continuación se incluye
otro ejemplo de este tipo de inversión:
C: Había un hombre muerto que yacía tirado sobre un altar. Sé qué es eso.
Se trata de mi parte creativa. Está muerta.
T: Bien, no podemos dejar que tu parte creativa siga muerta. ¿Se podría le-
vantar ese hombre del altar?
C: ¡Se ha levantado! Justo al decirlo se ha levantado.
T: En tu cuerpo, ¿puedes sentirle levantado?
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Cuando ocurre este tipo de cosas vemos que hay suficiente energía en las
imágenes oníricas como para seguir avanzando. No nos daremos cuenta de
esto si las mantenemos estáticas, ni les pediremos que cambien.
¿Cómo determinamos si es mejor hacer role-playing sobre una figura oní-
rica negativa o si, por el contrario, conviene preguntarle cómo sería si fuera
positiva? Sugeriríamos realizar un role-playing de una figura violenta u
opuesta porque la energía negativa puede resultar positiva y liberadora, pero
no haríamos que el cliente lo hiciera con una tortuga enferma. Eso no liberaría
ninguna energía nueva o liberadora. Le pedimos que represente a una tortuga
sana, una tortuga natural. En los dos capítulos siguientes veremos más ejem-
plos sobre elementos negativos que cambian a su versión positiva natural
cuando así se lo pedimos al cuerpo.
Pero la inversión de algo desnaturalizado sólo la haríamos en casos espe-
ciales. A continuación añadimos dos ejemplos típicos de las imágenes oníricas
que contienen implícitamente un paso.
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suelo. Puede que la experiencia del amigo sea el lado opuesto que podría ha-
cer surgir la energía positiva.
Por eso que hice que el soñador representara el papel del amigo (quien era
descrito como una persona valiente y estable). Probamos varias preguntas
como “¿Cómo puede llegar a ser algo bueno romper el cristal?”. Una serie de
preguntas parecidas no condujeron a ningún sitio. Luego resultó que se trata-
ba del armario chino de su madre. Se sentía triste ante la pérdida de las figuri-
tas de cristal de su madre. La tristeza era como su experiencia infantil de te-
ner que cuidad de su madre. Ahora la energía se movió; dijo: “Me irrita
mucho. Siempre tuve que cuidar de ella y sentir pena por ella. No podía sen-
tirme a mí misma. Pero eso ya se acabó. Quiero sentirme”.
Al final, se vio que había valido la pena dedicar este tiempo a hacer pre-
guntas sobre el punto en el que el soñador y el sueño no concordaban (el si-
guiente soñador es el mismo cliente que diseñó la blusa).
C: Una mujer me dio un collar de diamantes, lleno de diamantes. Yo no lo
quise, por lo que se lo dio a otra persona. Más tarde empecé a preocu-
parme. Lo podía haber vendido. No tengo dinero.
T: ¿Por qué no te gustan los diamantes?
C: Simplemente, no me gustan.
En este caso, hay que incitar al cliente a sentir la sensación sentida de que
no le gustan los diamantes. No le gustan los diamantes pero el sueño quiere
regalarle un collar de diamantes. Haciendo gala de su actitud habitual, sólo
ve que “lo podría haber vendido”. Tenemos que intentar un paso desde el
lado opuesto, el lado que quiere que tenga diamantes.
Los soñadores casi siempre introducen sus propias preferencias en los
sueños. Interpretan los sueños con la misma actitud que tenían en el sueño.
Pierden de vista, en el sueño y sobre el sueño, exactamente lo mismo que tien-
den a pasar por alto en la vida diurna. Por tanto, deseamos abrir la posibili-
dad (sólo la posibilidad) de que pueda surgir un paso desde el lado opuesto a
la actitud habitual del soñador. A esto se le denomina “control de sesgo o
preferencias” en mi libro sobre el trabajo con sueños (Gendlin, 1986a).
¿Quién está en lo cierto, el soñador o el sueño? Ninguno. Durante el paso
procesual la constelación completa cambia. El paso supondrá una nueva for-
ma de ser. No intentaré combinar las piezas conflictivas porque en un paso te-
rapéutico se funden, formándose piezas nuevas.
La actitud normal del cliente es la de rechazar los diamantes y así lo man-
tiene a la hora de interpretar su sueño. Si hubiera aceptado los diamantes los
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habría vendido. Ése es su lado y desde ahí lo vive. Por tanto, podemos espe-
rar que se dé un paso si conseguimos añadir el otro lado.
No le gustan los diamantes pero no sabe concretamente por qué. No hay
ninguna complejidad de matices. Su antipatía por los diamantes le resulta
familiar pero todavía no se conoce la sensación sentida de todo lo que se
haya implicado. El terapeuta le invita a que permita que surja una sensación
sentida:
T: Los diamantes son valiosos. ¿Podría haber algo valioso en ellos? ¿Cuál
es tu sensación global de los diamantes?
C: (Pausa prolongada) Los diamantes son para cierta clase de personas...
esto... gente dura y fría... ¡Oh, sí, cierto! ¡Los diamantes son hielo! Como
el hielo de la moto del otro sueño... Sí, me hacen sentir algo parecido,
frío, helado. Mi sexo helado. Mm... sí, me alejé de él, como también lo
hice del diseño y el arte... Siento que se está derritiendo otra vez.
El terapeuta buscaba un paso desde el lado opuesto al sueño. (”¿Podría
haber algo valioso en ellos?”). El paso vino a partir de los diamantes, pero
concretamente de su sensación sentida de los diamantes.
¿Estaba el sueño “en lo cierto” al darle los diamantes? No, porque se en-
contraban en su estado helado y frío. ¿Tenía ella “razón” al rechazar estos ob-
jetos helados? No, porque se trataba de su sexualidad, aunque helada. Ambos
lados estaban en lo cierto hasta que la constelación cambia. Las imágenes del
sueño tienen el cambio implícito dentro de ellas, pero el cambio realmente
sólo se da en el cuerpo del cliente.
En el siguiente sueño del cliente también hay un desacuerdo. El sueño
dice que puede ser todo lo que ella quiera; pero ella no se lo cree (en el sueño
y después).
C: Soñé que una empresa de repuestos me enviaba un catálogo y que po-
dría conseguir todo lo que quisiera.
T: ¿Todo lo que quisieras?
C: Sí.
T: ¡Todo lo que quisieras!
C: Eso te gusta.
T: Bien, ¿es ésa la cualidad sentida, que te ofrecen todo lo que hay en él?
C: Sí, así era (respira) Puedo sentirlo, pero no puedo creérmelo.
T: ¿Puedes sentir ambas cosas? Hay algo que dice que puedes tener lo que
quieres y también algo que no se lo puede creer.
C: Es... mm... mi familia... sí... ellos me lo impiden.
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El siguiente sueño del cliente continúa a partir de este punto. Hay “ayu-
da” en el sueño.
C: ¡Teníamos razón! Soñé con Chuck [su “buen” hermano], que le quería,
y entonces supe cuando desperté que no son todos ellos los que se me
cruzan en mi camino. Se trata de la muerte de Chuck [cuando ella tenía
5 años]. Tiene que ver con evitar el dolor.
T: Chuck ha vuelto. Mantengámosle con nosotros, sé como si estuvieras
con él.
C: (Silencio, un suspiro prolongado).
Chuck corrobora el progreso que se consiguió y, ciertamente, se trata de
una “ayuda”; queremos que se quede junto a nosotros.
En la primera fase del trabajo con los sueños, hacemos preguntas sin tener
ninguna hipótesis. Luego buscamos las “ayudas” del sueño y, si las encontra-
mos, las mantenemos con nosotros. Por último, hacemos preguntas esperan-
do el surgimiento de un paso a partir de la parte negativa u opuesta del sue-
ño. Cuando se produce un paso con energía corporal positiva sobre el tema
principal nos detenemos, aunque la mayor parte del sueño no se haya inter-
pretado. Todo sueño es inherentemente incombustible y, además, siempre ha-
brán muchos otros sueños. Si continuamos adelante indefinidamente con este
sueño, el cliente perderá la pista del paso nuevo que se ha producido. Para
que eso no pase, antes de detenernos nos aseguramos de que podremos vol-
ver después a la experiencia corporal del paso, de manera que el cliente pue-
da “practicar” esta nueva forma corporal de estar vivo.
Hemos visto que la energía en la dirección del cambio terapéutico está im-
plícita en las imágenes oníricas. Esto nos ayudará a ser útiles cuando trabaje-
mos de forma genérica con las imágenes, tal y como veremos en el capítulo si-
guiente. Pero esto también genera la siguiente pregunta teórica: ¿qué son las
imágenes, para que tengan este poder?
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Apéndice D
Guía breve para trabajar un sueño
Exploración:
1. ¿Qué te sugiere el sueño?
2. ¿Qué sentimientos? TRES TIPOS DE ASOCIACIONES
3. ¿Qué paso ayer?
4. El lugar
5. La historia: cuál es el argumento TRES ELEMENTOS DE TODO DRAMA
6. ¿Qué personajes intervienen?
7. ¿Qué parte tuya reflejada en el sueño?
8. Cómo sería ser “esa persona” TRES FORMAS DE TRABAJO CON LOS PERSONAJES
9. ¿Puede continuar el sueño? ¿Cómo?
10. Los símbolos del sueño
11. La analogía corporal TRES FORMAS DE DECODIFICAR
12. Lo contrafactual: cosas que van contra
lo obvio
13. La infancia: ¿qué refleja de mi niñez?
14. ¿Qué refleja de mi crecimiento CUATRO DIMENSIONES DEL DESARROLLO
personal?
15. Sexualidad: ¿qué relación tiene esto con
mi vida sexual?
16. Espiritualidad: ¿qué relación tiene esto
con mi espiritualidad?
Profundización:
Control de Sesgo o preferencias, parte I
Prepárate para recibir algo de lo desconocido
Control de Sesgo o preferencias, parte II
Deja que tu sensación-sentida experimente con la parte más imaginaria del sueño
Utiliza las preguntas y las sugerencias y escucha a tu resistencia
Luego, deja que tu sensación corporal señale el paso que proviene de lo opuesto:
a) Encuentra lo opuesto a tu primera interpretación
b) Encuentra lo opuesto a tu primera reacción en el sueño
c) Encuentra lo opuesto a tu primera respecto a los personajes que aparecen
MAIOR 227
Apéndice E
“Sueño de la mujer”
por Miguel Ángel Sáinz
MAIOR 229
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Sueño de la mujer 4 : “La vaca era pelirroja y de cuernos largos y revirados; debió
salir por una puerta al fondo del cuarto que daba a la calle, mientras la mujer se des-
prendía del jersey. En estos momentos el cuarto quedaba silencioso, se vislumbraban
un armario de ropa, sillas y algunos elementos de aseo. Reluciente, salió la mujer por
la puerta de la iglesia al exterior festivo, recibiendo en su torso la poderosa luz del
mediodía. Esta imagen abarcó toda la capacidad visual del sueño. Iba en ropa interior.
Nadie en la calle se extrañaba”.
(La calle en las fiestas se reviste de banderolas de vivos colores, hay muchos sonidos mez-
clados procedentes de la feria y flota en el ambiente una sensual excitación).
230 MAIOR
Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA ORIGINAL1
1. N. del E.: Hemos insertado en primer lugar la bibliografía que aportaba en libro en su versión
original. Además hemos añadido una bibliografía básica actual en inglés sobre la Psicoterapia Expe-
riencial y Focusing así como la bibliografía en lengua española aparecida hasta el momento.
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
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B i b l i o g r a f í a
MAIOR 233
D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
Gendlin, E.T., The process model. The Philosophy of the Implicit. Thinking at the
Edge (TAE) method (1999). Manuscrito no publicado, 492 pp. (The Focu-
sing Institute of New York: www.focusing.org).
Friedman, N., (1982) Experiential Therapy and Focusing. Half Court Press. New
York.
Friedman, N., (2000) Focusing: Selected Essays: 1974-1999. Xlibris Corporation.
Greenberg, L., Lietaer G.,(1999) Handbook of Experiential Psychotherapy. Guilford
Press, New York, 4th ed.
Hutterer, R., Et al. (eds) (1996) Client-Centered and Experiential Psychotherapy. A
Paradigm in Motion. Peter Lang. Frankfurt.
Iberg, J., (1984) Experiential Psychotherapy, En, Corsini R. (ed.) Enciclopedia of
Psychology, While Interscience, N.Y.,
Iberg, J., Focusing, en: Corsini, R., (ed.) (1981) Handbook of Innovative Psycho-
therapies, J. Whiley, N.Y., pp. 344-350.
Klein, M.H., Mathieu, P.L., Gendlin, E.T., & Kiesler D.J., (1969) The Experiencing
Scale: a reserach and a training manual. Vol I –II. Wisconsin Psychiatric Insti-
tute, Madison.
— Versión alemana de la Escala Experiencial publicada por H.D. Dahlhoff y
H. Bommert en 1977.
— Versión holandesa publicada por M.R. Pattyn en 1978.
— Version flamenca realizada por Germain Lietaer y Mia Leijssen en 1982.
— Versión japonesa publicada por A. Ikemi et al. en 1986.
— Versión española publicada por Carlos Alemany en 1997.
Lietaer, G., Rombauts, J., Van Balen, R. (comps.) (1990) Client-Centered and
Experiential Psychotherapy in the Nineties, Leuven University Press, Leuven.
Marques, J., & Antunes, S., (eds) (2000) Client and Experiential Psychotherapy.
Vale & Vale Eds. Linda a Velha, Portugal.
McMahon, E., Cambell, P. (1985) Bio-spirituality; Focusing as away of growth.
Chicago. Loyola University Press.
b) Bibliografía en lengua española
Alemany, C., (1983) Introducción a la versión española. En Gendlin E.T. Focu-
sing: Proceso y Técnica del enfoque corporal. Mensajero. Bilbao pp. 13-18.
Alemany, C., (1986), El enfoque corporal de Gendlin: validación de un instru-
mento de medida.Miscelanea Comillas.(44), pp. 85-110.
Alemany, C., (1997) La psicoterapia experiencial y Focusing: la aportación de E.
Gendlin. Ed. Desclée de Brouwer. Bilbao.
Alemany, C, (1997) Bibliografía Internacional sobre Psicoterapia Experiencial y
Focusing. En La psicoterapia experiencial y focusing: la aportación de E. Gendlin.
Ed. Desclée de Brouwer. Bilbao, pp. 475-514.
234 MAIOR
B i b l i o g r a f í a
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Información adicional
Los que estén interesados en saber más del autor, de sus trabajos y aplicacio-
nes así de las direcciones de los trainers y terapeutas diplomados por el Insti-
tuto y que trabajan en lengua española en numerosas naciones así como de las
revistas y boletines que se publican en diferentes idiomas, pueden dirigirse a:
The Focusing Institute
34 East Lane, Spring Valley NY 10977. USA.
Tel/FAX: 845-362-5222
http://www.focusing.org
info@focusing.org
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D e j a q u e t u c u e r p o i n t e r p r e t e t u s s u e ñ o s
238 MAIOR
Directora: Olga Castanyer
1. Relatos para el crecimiento personal. Carlos Alemany (ed.). (6ª ed.)
2. La asertividad: expresión de una sana autoestima. Olga Castanyer. (32ª ed.)
3. Comprendiendo cómo somos. Dimensiones de la personalidad. A. Gimeno-Bayón. (5ª ed.)
4. Aprendiendo a vivir. Manual contra el aburrimiento y la prisa. Esperanza Borús. (5ª ed.)
5. ¿Qué es el narcisismo? José Luis Trechera. (2ª ed.)
6. Manual práctico de P.N.L. Programación neurolingüística. Ramiro J. Álvarez. (5ª ed.)
7. El cuerpo vivenciado y analizado. Carlos Alemany y Víctor García (eds.)
8. Manual de Terapia Infantil Gestáltica. Loretta Zaira Cornejo Parolini. (5ª ed.)
9. Viajes hacia uno mismo. Diario de un psicoterapeuta en la postmodernidad. Fernando Jiménez Hernández-
Pinzón. (2ª ed.)
10. Cuerpo y Psicoanálisis. Por un psicoanálisis más activo. Jean Sarkissoff. (2ª ed.)
11. Dinámica de grupos. Cincuenta años después. Luis López-Yarto Elizalde. (7ª ed.)
12. El eneagrama de nuestras relaciones. Maria-Anne Gallen - Hans Neidhardt. (5ª ed.)
13. ¿Por qué me culpabilizo tanto? Un análisis psicológico de los sentimientos de culpa. Luis Zabalegui. (3ª ed.)
14. La relación de ayuda: De Rogers a Carkhuff. Bruno Giordani. (3ª ed.)
15. La fantasía como terapia de la personalidad. F. Jiménez Hernández-Pinzón. (2ª ed.)
16. La homosexualidad: un debate abierto. Javier Gafo (ed.). (3ª ed.)
17. Diario de un asombro. Antonio García Rubio. (3ª ed.)
18. Descubre tu perfil de personalidad en el eneagrama. Don Richard Riso. (6ª ed.)
19. El manantial escondido. La dimensión espiritual de la terapia. Thomas Hart.
20. Treinta palabras para la madurez. José Antonio García-Monge. (12ª ed.)
21. Terapia Zen. David Brazier. (2ª ed.)
22. Sencillamente cuerdo. La espiritualidad de la salud mental. Gerald May.
23. Aprender de Oriente: Lo cotidiano, lo lento y lo callado. Juan Masiá Clavel.
24. Pensamientos del caminante. M. Scott Peck.
25. Cuando el problema es la solución. Aproximación al enfoque estratégico. Ramiro J. Álvarez. (2ª ed.)
26. Cómo llegar a ser un adulto. Manual sobre la integración psicológica y espiritual. David Richo. (3ª ed.)
27. El acompañante desconocido. De cómo lo masculino y lo femenino que hay en cada uno de nosotros
afecta a nuestras relaciones. John A. Sanford.
28. Vivir la propia muerte. Stanley Keleman.
29. El ciclo de la vida: Una visión sistémica de la familia. Ascensión Belart - María Ferrer. (3ª ed.)
30. Yo, limitado. Pistas para descubrir y comprender nuestras minusvalías. Miguel Ángel Conesa Ferrer.
31. Lograr buenas notas con apenas ansiedad. Guía básica para sobrevivir a los exámenes. Kevin Flanagan.
32. Alí Babá y los cuarenta ladrones. Cómo volverse verdaderamente rico. Verena Kast.
33. Cuando el amor se encuentra con el miedo. David Richo. (3ª ed.)
34. Anhelos del corazón. Integración psicológica y espiritualidad. Wilkie Au - Noreen Cannon. (2ª ed.)
35. Vivir y morir conscientemente. Iosu Cabodevilla. (4ª ed.)
36. Para comprender la adicción al juego. María Prieto Ursúa.
37. Psicoterapia psicodramática individual. Teodoro Herranz Castillo.
38. El comer emocional. Edward Abramson. (2ª ed.)
39. Crecer en intimidad. Guía para mejorar las relaciones interpersonales. John Amodeo - Kris Wentworth.
(2ª ed.)
40. Diario de una maestra y de sus cuarenta alumnos. Isabel Agüera Espejo-Saavedra.
41. Valórate por la felicidad que alcances. Xavier Moreno Lara.
42. Pensándolo bien... Guía práctica para asomarse a la realidad. Ramiro J. Álvarez.
43. Límites, fronteras y relaciones. Cómo conocerse, protegerse y disfrutar de uno mismo. Charles L.
Whitfield.
44. Humanizar el encuentro con el sufrimiento. José Carlos Bermejo.
45. Para que la vida te sorprenda. Matilde de Torres. (2ª ed.)
46. El Buda que siente y padece. Psicología budista sobre el carácter, la adversidad y la pasión. David Brazier.
47. Hijos que no se van. La dificultad de abandonar el hogar. Jorge Barraca.
48. Palabras para una vida con sentido. Mª. Ángeles Noblejas. (2ª ed.)
49. Cómo llevarnos bien con nuestros deseos. Philip Sheldrake.
50. Cómo no hacer el tonto por la vida. Puesta a punto práctica del altruismo. Luis Cencillo. (2ª ed.)
51. Emociones: Una guía interna. Cuáles sigo y cuáles no. Leslie S. Greenberg. (3ª ed.)
52. Éxito y fracaso. Cómo vivirlos con acierto. Amado Ramírez Villafáñez.
53. Desarrollo de la armonía interior. La construcción de una personalidad positiva. Juan Antonio Bernad.
54. Introducción al Role-Playing pedagógico. Pablo Población Knappe y Elisa López Barberá.
55. Cartas a Pedro. Guía para un psicoterapeuta que empieza. Loretta Cornejo. (3ª ed.)
56. El guión de vida. José Luis Martorell. (2ª ed.)
57. Somos lo mejor que tenemos. Isabel Agüera Espejo-Saavedra.
58. El niño que seguía la barca. Intervenciones sistémicas sobre los juegos familiares. Giuliana Prata; Maria
Vignato y Susana Bullrich.
59. Amor y traición. John Amodeo.
60. El amor. Una visión somática. Stanley Keleman.
61. A la búsqueda de nuestro genio interior: Cómo cultivarlo y a dónde nos guía. Kevin Flanagan. (2ª ed.)
62. A corazón abierto.Confesiones de un psicoterapeuta. F. Jiménez Hernández-Pinzón.
63. En vísperas de morir. Psicología, espiritualidad y crecimiento personal.
Iosu Cabodevilla Eraso.
64. ¿Por qué no logro ser asertivo? Olga Castanyer y Estela Ortega. (7ª ed.)
65. El diario íntimo: buceando hacia el yo profundo. José-Vicente Bonet, S.J. (2ª ed.)
66. Caminos sapienciales de Oriente. Juan Masiá.
67. Superar la ansiedad y el miedo. Un programa paso a paso. Pedro Moreno. (9ª ed.)
68. El matrimonio como desafío. Destrezas para vivirlo en plenitud. Kathleen R. Fischer y Thomas N. Hart.
69. La posada de los peregrinos. Una aproximación al Arte de Vivir. Esperanza Borús.
70. Realizarse mediante la magia de las coincidencias. Práctica de la sincronicidad mediante los cuentos.
Jean-Pascal Debailleul y Catherine Fourgeau.
71. Psicoanálisis para educar mejor. Fernando Jiménez Hernández-Pinzón.
72. Desde mi ventana. Pensamientos de autoliberación. Pedro Miguel Lamet.
73. En busca de la sonrisa perdida. La psicoterapia y la revelación del ser. Jean Sarkissoff.
74. La pareja y la comunicación. La importancia del diálogo para la plenitud y la
longevidad de la pareja. Casos y reflexiones. Patrice Cudicio y Catherine Cudicio.
75. Ante la enfermedad de Alzheimer. Pistas para cuidadores y familiares. Marga Nieto Carrero. (2ª ed.)
76. Me comunico... Luego existo. Una historia de encuentros y desencuentros. Jesús de la Gándara Martín.
77. La nueva sofrología. Guía práctica para todos. Claude Imbert.
78. Cuando el silencio habla. Matilde de Torres Villagrá. (2ª ed.)
79. Atajos de sabiduría. Carlos Díaz.
80. ¿Qué nos humaniza? ¿Qué nos deshumaniza? Ensayo de una ética desde la psicología. Ramón Rosal
Cortés.
81. Más allá del individualismo. Rafael Redondo.
82. La terapia centrada en la persona hoy. Nuevos avances en la teoría y en la práctica. Dave Mearns y
Brian Thorne.
83. La técnica de los movimientos oculares. La promesa potencial de un nuevo avance psicoterapéutico.
Fred Friedberg. Introducción a la edición española por Ramiro J. Álvarez
84. No seas tu peor enemigo... ¡...Cuando puedes ser tu mejor amigo! Ann-M. McMahon.
85. La memoria corporal. Bases teóricas de la diafreoterapia. Luz Casasnovas Susanna. (2ª ed.)
86. Atrapando la felicidad con redes pequeñas. Ignacio Berciano Pérez. Con la colaboración de Itziar
Barrenengoa. (2ª ed.)
87. C.G. Jung. Vida, obra y psicoterapia. M. Pilar Quiroga Méndez.
88. Crecer en grupo. Una aproximación desde el enfoque centrado en la persona. Tomeu Barceló. (2ª ed.)
89. Automanejo emocional. Pautas para la intervención cognitiva con grupos. Alejandro Bello Gómez,
Antonio Crego Díaz.
90. La magia de la metáfora. 77 relatos breves para educadores, formadores y pensadores. Nick Owen.
91. Cómo volverse enfermo mental. José Luís Pio Abreu.
92. Psicoterapia y espiritualidad. La integración de la dimensión espiritual en la práctica terapéutica. Agneta
Schreurs.
93. Fluir en la adversidad. Amado Ramírez Villafáñez.
94. La psicología del soltero: Entre el mito y la realidad. Juan Antonio Bernad.
95. Un corazón auténtico. Un camino de ocho tramos hacia un amor en la madurez. John Amodeo.
96. Luz, más luz. Lecciones de filosofía vital de un psiquiatra. Benito Peral. (2ª ed.)
97. Tratado de la insoportabilidad, la envidia y otras “virtudes” humanas. Luis Raimundo Guerra. (2ª ed.)
98. Crecimiento personal: Aportaciones de Oriente y Occidente. Mónica Rodríguez-Zafra (Ed.).
99. El futuro se decide antes de nacer. La terapia de la vida intrauterina. Claude Imbert. (2ª ed.)
100. Cuando lo perfecto no es suficiente. Estrategias para hacer frente al perfeccionismo. Martin M. Antony -
Richard P. Swinson. (2ª ed.)
101. Los personajes en tu interior. Amigándote con tus emociones más profundas. Joy Cloug.
102. La conquista del propio respeto. Manual de responsabilidad personal. Thom Rutledge.
103. El pico del Quetzal. Sencillas conversaciones para restablecer la esperazanza en el futuro. Margaret J.
Wheatley.
104. Dominar las crisis de ansiedad. Una guía para pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín. (9ª ed.)
105. El tiempo regalado. La madurez como desafío. Irene Estrada Ena.
106. Enseñar a convivir no es tan difícil. Para quienes no saben qué hacer con sus hijos, o con sus alumnos.
Manuel Segura Morales. (12ª ed.)
107. Encrucijada emocional. Miedo (ansiedad), tristeza (depresión), rabia (violencia), alegría (euforia).
Karmelo Bizkarra. (4ª ed.)
108. Vencer la depresión. Técnicas psicológicas que te ayudarán. Marisa Bosqued.
109. Cuando me encuentro con el capitán Garfio... (no) me engancho. La práctica en psicoterapia gestalt.
Ángeles Martín y Carmen Vázquez.
110. La mente o la vida. Una aproximación a la Terapia de Aceptación y Compromiso. Jorge Barraca (2ª ed.)
111. ¡Deja de controlarme! Qué hacer cuando la persona a la que queremos ejerce un dominio excesivo
sobre nosotros. Richard J. Stenack.
112. Responde a tu llamada. Una guía para la realización de nuestro objetivo vital más profundo. John P.
Schuster.
113. Terapia meditativa. Un proceso de curación desde nuestro interior. Michael L. Emmons, Ph.D. y Janet
Emmons, M.S.
114. El espíritu de organizarse. Destrezas para encontrar el significado a sus tareas. Pamela Kristan.
115. Adelgazar: el esfuerzo posible. Un sistema gradual para superar la obesidad. A. Cózar.
116. Crecer en la crisis. Cómo recuperar el equilibrio perdido. Alejandro Rocamora. (2ª ed.)
117. Rabia sana. Cómo ayudar a niños y adolescentes a manejar su rabia. Bernard Golden, (2ª ed.)
118. Manipuladores cotidianos. Manual de supervivencia. Juan Carlos Vicente Casado.
119. Manejar y superar el estrés. Cómo alcanzar una vida más equilibrada. Ann Williamson.
120. La integración de la terapia experiencial y la terapia breve. Un manual para terapeutas y consejeros.
Bala Jaison.
121. Este no es un libro de autoayuda. Tratado de la suerte, el amor y la felicidad. Luis Raimundo Guerra.
122. Psiquiatría para el no iniciado.Rafa Euba. (2ª ed.)
123. El poder curativo del ayuno. Recuperando un camino olvidado hacia la salud. Karmelo Bizkarra. (3ª ed.)
124. Vivir lo que somos. Cuatro actitudes y un camino. Enrique Martínez Lozano. (4ª ed.)
125. La espiritualidad en el final de la vida. Una inmersión en las fronteras de la ciencia.
Iosu Cabodevilla Eraso. (2ª ed.)
126. Regreso a la conciencia. Amado Ramírez.
127. Las constelaciones familiares. En resonancia con la vida. Peter Bourquin. (7ª ed.)
128. El libro del éxito para vagos. Descubra lo que realmente quiere y cómo conseguirlo sin estrés. Thomas
Hohensee.
129. Yo no valgo menos. Sugerencias cognitivo- humanistas para afrontar la culpa y la
vergüenza. Olga Castanyer. (2ª ed.)
130. Manual de Terapia Gestáltica aplicada a los adolescentes. Loretta Cornejo. (3ª ed.)
131. ¿Para qué sirve el cerebro? Manual para principiantes. Javier Tirapu. (2ª ed.)
132. Esos seres inquietos. Claves para combatir la ansiedad y las obsesiones. Amado Ramírez Villafáñez.
133. Dominar las obsesiones. Una guía para pacientes. Pedro Moreno, Julio C. Martín,
Juan García y Rosa Viñas. (3ª ed.)
134. Cuidados musicales para cuidadores. Musicoterapia Autorrealizadora para el estrés
asistencial. Conxa Trallero Flix y Jordi Oller Vallejo
135. Entre personas. Una mirada cuántica a nuestras relaciones humanas. Tomeu Barceló
136. Superar las heridas. Alternativas sanas a lo que los demás nos hacen o dejan de hacer. Windy Dryden
137. Manual de formación en trance profundo. Habilidades de hipnotización. Igor Ledochowski
138. Todo lo que aprendí de la paranoia. Camille
139. Migraña. Una pesadilla cerebral. Arturo Goicoechea
140. Aprendiendo a morir. Ignacio Berciano Pérez
141. La estrategia del oso polar. Cómo llevar adelante tu vida pese a las adversidades. Hubert Moritz
142. Mi salud mental: Un camino práctico. Emilio Garrido Landívar
143. Camino de liberación en los cuentos. En compañía de los animales. Ana María Schlüter Rodés
144. ¡Estoy furioso! Aproveche la energía positiva de su ira. Anita Timpe
145. Herramientas de Coaching personal. Francisco Yuste
146. Este libro es cosa de hombres. Una guía psicológica para el hombre de hoy. Rafa Euba
147. Afronta tu depresión con psicoterapia interpersonal. Guía de autoayuda. Juan García Sánchez y Pepa
Palazón Rodríguez
148. El consejero pastoral. Manual de “relación de ayuda” para sacerdotes y agentes de pastoral. Enrique
Montalt Alcayde
149. Tristeza, miedo, cólera. Actuar sobre nuestras emociones. Dra. Stéphanie Hahusseau
150. Vida emocionalmente inteligente. Estrategias para incrementar el coeficiente emocional . Geetu Bharwaney
151. Cicatrices del corazón. Tras una pérdida significativa. Rosa Mª Martínez González
Serie MAIOR
1. Anatomía Emocional. La estructura de la experiencia somática Stanley Keleman. (8ª ed.)
2. La experiencia somática. Formación de un yo personal. Stanley Keleman. (2ª ed.)
3. Psicoanálisis y análisis corporal de la relación. André Lapierre.
4. Psicodrama. Teoría y práctica. José Agustín Ramírez. (3ª ed.)
5. 14 Aprendizajes vitales. Carlos Alemany (ed.). (13ª ed.)
6. Psique y Soma. Terapia bioenergética. José Agustín Ramírez.
7. Crecer bebiendo del propio pozo.Taller de crecimiento personal. Carlos Rafael Cabarrús, S.J. (11ª ed.)
8. Las voces del cuerpo. Respiración, sonido y movimiento en el proceso terapéutico. Carolyn J. Braddock.
9. Para ser uno mismo. De la opacidad a la transparencia. Juan Masiá Clavel
10. Vivencias desde el Enneagrama. Maite Melendo. (3ª ed.)
11. Codependencia. La dependencia controladora. La depencencia sumisa. Dorothy May.
12. Cuaderno de Bitácora, para acompañar caminantes. Guía psico-histórico-espiritual. Carlos Rafael
Cabarrús. (5ª ed.)
13. Del ¡viva los novios! al ¡ya no te aguanto! Para el comienzo de una relación en
pareja y una convivencia más inteligente. Eusebio López. (2ª ed.)
14. La vida maestra. El cotidiano como proceso de realización personal. José María Toro.
15. Los registros del deseo. Del afecto, el amor y otras pasiones. Carlos Domínguez Morano. (2ª ed.)
16. Psicoterapia integradora humanista. Manual para el tratamiento de 33 problemas
psicosensoriales, cognitivos y emocionales. Ana Gimeno-Bayón y Ramón Rosal.
17. Deja que tu cuerpo interprete tus sueños. Eugene T. Gendlin. (2ª ed.)
18. Cómo afrontar los desafíos de la vida. Chris L. Kleinke.
19. El valor terapéutico del humor. Ángel Rz. Idígoras (Ed.). (3ª ed.)
20. Aumenta tu creatividad mental en ocho días. Ron Dalrymple, Ph.D., F.R.C.
21. El hombre, la razón y el instinto. José Mª Porta Tovar.
22. Guía práctica del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pistas para su liberación. Bruce M. Hyman y
Cherry Pedrick.
23. La comunidad terapéutica y las adicciones Teoría, Modelo y Método. George De Leon.
24. El humor y el bienestar en las intervenciones clínicas. Waleed A. Salameh y William F. Fry.
25. El manejo de la agresividad. Manual de tratamiento completo para profesionales. Howard Kassinove y
Raymond Chip Tafrate.
26. Agujeros negros de la mente. Claves de salud psíquica. José L. Trechera.
27. Cuerpo, cultura y educación. Jordi Planella Ribera.
28. Reír y aprender. 95 técnicas para emplear el humor en la formación. Doni Tamblyn.
29. Manual práctico de psicoterapia gestalt. Ángeles Martín. (6ª ed.)
30. Más magia de la metáfora. Relatos de sabiduría para aquellas personas que tengan a su cargo la tarea
de Liderar, Influenciar y Motivar. Nick Owen
31. Pensar bien - Sentirse bien. Manual práctico de terapia cognitivo-conductual para niños y adolescentes.
Paul Stallard.
32. Ansiedad y sobreactivación. Guía práctica de entrenamiento en control respiratorio. Pablo Rodríguez
Correa.
33. Amor y violencia. La dimensión afectiva del maltrato. Pepa Horno Goicoechea. (2ª ed.)
34. El pretendido Síndrome de Alienación Parental. Un instrumento que perpetúa el maltrato y la violencia.
Sonia Vaccaro - Consuelo Barea Payueta.
35. La víctima no es culpable. Las estrategias de la violencia. Olga Castanyer (Coord.); Pepa Horno, Antonio
Escudero e Inés Monjas.
36. El tratamiento de los problemas de drogas. Una guía para el terapeuta. Miguel del Nogal.
37. Los sueños en psicoterapia gestalt. Teoría y práctica. Ángeles Martín.
38. Medicina y terapia de la risa. Manual. Ramón Mora Ripoll.
39. La dependencia del alcohol. Un camino de crecimiento. Thomas Wallenhorst.