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CUENTOS

EL ELEFANTE FOTÓGRAFO

Había una vez un elefante que quería ser


fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le
oían decir aquello:

- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de


fotos para elefantes!

- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí


no hay nada que fotografiar...

Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y
aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo
prácticamente todo: desde un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo
del tamaño del ojo de un elefante, y finalmente un montón de hierros para poder
colgarse la cámara sobre la cabeza.

Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para
elefantes era tan grandota y extraña que parecería una gran y ridícula máscara, y
muchos se reían tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en
abandonar su sueño. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que
no había nada que fotografiar en aquel lugar...

Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su cámara era tan divertida,
que nadie podía dejar de reír al verle, y usando un montón de buen humor, el
elefante consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los animales, siempre
alegres y contentos, ¡incluso del malhumorado riño!; de esta forma se convirtió en
el fotógrafo oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales para
sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.

EL NIÑO QUE INSULTABA DEMASIADO


- ¡Oh, Gran Mago! ¡Ha ocurrido una tragedia! El
pequeño Manu ha robado el elixir con el hechizo
Lanza palabras.

- ¿Manu? ¡Pero si ese niño es un maleducado que


insulta a todo el mundo! Esto es terrible. ¡hay que
detenerlo antes de que lo beba!
Pero ya era demasiado tarde. Manu recorría la ciudad insultado a todos solo para
ver cómo sus palabras tomaban forma y sus letras se lanzaban contra quien fuera
como fantasmas que, al tocarlos, los atravesaban y los transformaban en aquello
que hubiera dicho Manu. Así, siguiendo el rastro de tontos, feos, idiotas, gordos y
viejos, el mago y sus ayudantes no tardaron en dar con él.

- ¡Deja de hacer eso, Manu! Estás fastidiando a todo el mundo. Por favor, bebe este
otro elixir para deshacer el hechizo antes de que sea tarde.

- ¡No quiero! ¡Esto es muy divertido! Y soy el único que puede hacerlo ¡ja, ja, ja, ja!
¡Tontos! ¡Lelos! ¡Calvos! ¡Viejos! - gritó haciendo una metralleta de insultos.

- Tengo una idea, maestro - digo uno de los ayudantes mientras escapaban de las
palabras de Manu- podríamos dar el elixir a todo el mundo.

- ¿Estás loco? Eso sería terrible. Si estamos así y solo hay un niño insultando,
¡imagínate cómo sería si lo hiciera todo el mundo! Tengo que pensar algo.

LOS MALOS VECINOS

Había una vez un hombre que salió un día de


su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por
delante de la puerta de la casa de su vecino,
sin darse cuenta se le cayó un papel
importante. Su vecino, que miraba por la
ventana en ese momento, vio caer el papel, y
pensó:

- ¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para


ensuciar mi puerta, disimulando
descaradamente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera
junto a la puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese
momento y cuando recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que
había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil
pedazos, y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo
había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero no quiso decirle nada, y se puso a
preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de diez
cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día
siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y sus malos
olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en
cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.
LEYENDAS
La Llorona
La llorona es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay
varios elementos que no cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta
leyenda. Uno de los elementos que permanece igual en todos los relatos es el
nombre de la Llorono y su procedencia. Es decir, en todas las leyendas la mujer
lleva el nombre de María y es criolla, es decir, hija de de españoles en época de la
colonia. Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María
contrajo matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los elementos que varian es
que, estando de viaje, Maria se enamoro de un fontanero de nombre Juan de la
Cruz y producto de este amor queda embarazada. Otra de las versiones es que de
la persona que se enamora es de un mozo de su finca y la tercera versión es que
María llevaba una vida de libertinaje y se desconoce de quien queda embarazada.
Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan que, una vez embarazada, puede ser de
1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada de lo que diría su esposo, Maria va al rio y
ahoga a sus hijos. Luego de haber ahogado a su hijo o hijos, a María le da cargo de
conciencia y trata de rescatar a sus pequeños y termina ahogada ella tambien. Otro
de las leyendas cuentan que María regresa a su casa y al darse cuenta de lo que
había hecho corre por las calles gritando “mis hijos, mis hijos, donde están mis hijos”
con lagrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas cuentan que la llorona está
condenada a buscar a sus hijos por toda la eternidad; asimismo, se comenta que si
se escucha a la llorona lejos es porque esta cerca y cuando se escucha cerca es
porque esta lejos.

"El jinete sin cabeza"


Cuenta la leyenda, que en un pueblo alejado de todo civilización conocida, existió
un jinete que acostumbraba a hacer su recorrido por las noches en un hermoso y
gran caballo, la gente asombrada se preguntaba ¿Quién era aquel hombre? ¿Por
qué cabalgaba cada noche?, no era algo usual que alguien saliera por las noches a
hacer esos recorridos.
En una noche muy oscura y bajo una fuerte tormenta eléctrica, el jinete desapareció
del lugar para no volver nunca más. Pasaron los años y la gente ya se había
olvidado de aquel extraño jinete del que tanto se había hablado.
Una noche, igual de obscura y tenebrosa, con
enormes relampagos azotando el pequeño
pueblo, se escuchó nuevamente la cabalgata de
aquel caballo, su relinchar y el ruido que
producia al trotar sobre el suelo mojado despertó
los recuerdos dormidos de todos aquellos que
habían sido testigos de los sombríos paseos de
aquel extraño jinete. Los recuerdos y la
curiosidad llevaron a cada persona del pueblo a
salir de sus camas y asomarse por la ventana, en donde vieron un jinete cabalgar
por las calles, fue cuando un relámpago cayó e iluminó al jinete, un jinete sin cabeza.
Leyenda del hombre lobo
Una de las primeras leyendas del hombre lobo
es la del mito del “reino de Acadia”, donde el
rey “Licaón” del había sacado a su pueblo de
las condiciones salvajes y primitivas del
hombre que mantuvo desde sus orígenes, pero
el propio rey conservó muchas de esas
costumbres salvajes, sacrificando personas en
honor del dios Zeus y comiendo carne humana.
Según la leyenda cuando Zeus se enteró de esta costumbre del rey Licaón, bajo
vestido de mendigo como si fuera un peregrino ajeno a la zona, el rey Licaón decidió
acabar con él matando al visitante, pero se alcanzó a dar cuenta de la treta de Zeus
y lo invitó a comer a su palacio en un suntuoso y exagerado banquete en su honor.
Entonces después del inmenso banquete, Licaón sacrificó a uno de sus hijos y se
lo dio a comer a Zeus, que si bien era un Dios, éste se enteraría de esto pues los
dioses lo ven todo.
Zeus se enfureció al ver lo que había hecho, y en castigo de su grave ofensa lo
condenó a convertirse en un lobo y junto a Licaón a todos sus descendientes, dando
inicio a la Licantropía que es la sangre del rey licaón que se presenta en sus
descendientes, convirtiéndose en hombres lobos, justó los días de luya llena, que
fue cuando se realizó el siniestro banquete para Zeus.
Además de esto, condenó a todo al que simpatizara con el rey Licaón en convertirse
en hombre lobo al ser mordido o rasguñado por otro hombre lobo.
Fabula el Astrónomo

En un país muy lejano, donde la ciencia es muy importante para sus habitantes,
había un anciano astrónomo, le gustaba realizar el mismo recorrido todas las
noches para observar las estrellas.

Un día, uno de sus viejos colegas le dijo que había aparecido un extraño astro en el
cielo, el anciano salió de la ciudad para poder verlo con sus propios ojos. Muy
emocionado estaba el astrónomo mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos
pasos de él había un agujero. Cuando se cayó al agujero comenzó a gritar pidiendo
ayuda.

Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acercó hasta el agujero para ver lo
que sucedía; ya informado de lo que había ocurrido, le dijo al anciano:

"Te ayudaré a salir de ahí, pero ten mucho cuidado la próxima vez que salgas por
un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que
te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo."

Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se
transita.

Fabula la Pulga y el Hombre

Un hombre disfruta de un buen sueño, cuando


comenzó a sentir picazón por todo el cuerpo.
Molesto por la situación, buscó por toda su
cama para ver qué era lo que les estaba
causando tanta molestia. Tras su búsqueda
encontró a una minúscula pulga y le dijo las
siguientes palabras:

- ¿Quién te crees que eres insignificante


bicho, para estar picándome por todo mi
cuerpo y no dejarme disfrutar de mi merecido
descanso?
- Contestó la pulga: "Discúlpeme señor, no fue mi intención molestarlo de ninguna
manera; le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño
tamaño no creo que lo pueda molestar mucho." El hombre riéndose de las
ocurrencias de la pulga, le dijo:

- Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida
para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras,
no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes.

Moraleja: todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a
afrontar las consecuencias.
Mitos
La niña del cementerio. Cuenta una persona que en un
cementerio murió una niña, la enterraron en una parte
escondida del cementerio en un lugar donde nadie se daría
cuenta.
cuenta que un día una chica fue a visitar la tumba de un
familiar cuando de repente volteo a su lado derecho y vio a
una niña llorar frente a una tumba, la chica le ofreció su ayuda para poner las
flores, al dejarlas se levantó y ya no estaba la niña.
Se imaginó que la niña se había ido y ella también decidió irse, al llegar a su casa
les conto a sus parientes el extraño encuentro con esa niña, ellos solo pudieron
responder que su encuentro fue con un ángel que tenía años habitando en ese
cementerio y que solo buscaba que alguien la ayudara a descansar en paz.
Mito de la atlantida
La historia de la Atlántida es mundialmente
conocida, pero lo que no muchos saben es
que al parecer este mito puede ser una
realidad, la cuestión es que hace mucho
tiempo existió un hombre muy sabio llamado
Platón, este hombre legó grandes avances en
distintos campos científicos, pero también
dejo un relato abrumador, en sus diálogos
denominados Timeo y Critias, relata la majestuosidad que poseía la Atlántida,
cómo sus habitantes gozaban de una organización superior hasta la conocida en
la actualidad, así como también poseían tecnología avanzada en comparación con
sus contemporáneos, desgraciadamente la historia termina con un abrupto final,
cuando un cataclismo climático acabó con la isla en tan solo un día y una noche,
en el lugar no quedaron ni rastros de la ubicación original de la isla y hasta el día
de hoy los científicos continúan buscando su ubicación real.
Mi de panama
Mi de panamaTulevieja. En Panamá se la conoce como la
Tulevieja, pero en otras partes de mundo la habrán escuchado
nombrar como la llorona, o la tepesa, todos los países tienen
una y siempre las razones de su tristeza varían en un hijo sin
vida o un marido que las abandona, generalmente es uno o más
hijos a los que busca, pero siempre es por razones que son su
culpa y entonces terminó por sus crímenes culpándose durante
toda la eternidad, en el caso de la tulevieja se la encuentra por
las noches como una mujer esbelta que está siempre con
cabello negro vestida de blanco y busca a su bebé que no lo puede encontrar,
varían las versiones, pero por lo general ella lo abandonó, se lo sacaron, lo abortó
o no lo alimentó cuando aún vivía. El espíritu de la tulevieja estará sin descanso
por toda la eternidad porque ella misma no se logró perdonar de lo que hizo
cuando estaba con vida, entonces llora desconsoladamente y ahora desde el otro
umbral que es el de la muerte actúa como un demonio que busca a su hijo, no se
lo confunde con otro, ni toma tampoco hijos ajenos, pero si se dice que pregunta
en el medio del bosque a quien encuentra si saben dónde se encuentra su hijo y
en caso de que no le den una respuesta acabara con su vida a quien tenga en
frente con un fuerte grito desgarrador, esos también se oyen por la noche, ya que
siempre está llorando por la pérdida que tiene y el vacío de su alma.
El adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino
se entregaba a su oficio. De repente se le
acercó un vecino, anunciándole que las
puertas de su casa estaban abiertas y
que habían robado todo lo que había en
su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y
suspirando, para ver lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo: -Oye, amigo, tú que te
vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que
te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de
los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.
Anécdota
Anécdota: Estaba escuchando tranquilamente a la
guía como nos describía la Casa Natal de Mozar, de
repente, me da por coger la mano de mi novio que en
“teoría” estaba detrás de mí y oigo una vocecilla como
salida de ultratumba diciendo: “perdona, pero creo
que mi mano no es la que quieres coger” me giro y
TIERRA, TRÁGAME!!!! Allá estaba una adorable
viejecilla plantada y mi mano estaba enlazada a la
suya así que podéis imaginar: yo roja como un tomate y salí de allí lo más rápido
que pude!!!!
Anécdota: Para volver del Silk Market y cómo íbamos
un grupillo de 6 decidimos coger un taxi de estos
piratillas que te llevan en una furgoneta con los
cristales tintados al estilo Jack Bauer de 24. El caso es
que durante el camino la mujer del conductor nos
empieza a sacar calcetines y gallumbos de una bolsa
de basura diciendo que los vendía muy baratos así que
ni cortos ni perezosos y como somos muy consumistas
allá que cargamos con un arsenal de ropa interior. Acto seguido nos fuimos a
cenar al Hard Rock Pekín. Cuando llega la cuenta, pagamos y nos marchamos y
detrás nuestro, una de las camareras persiguiéndonos, gritando en chino cosas
que no lográbamos descifrar, parecía la niña del exorcista. El caso es que la
furgoneta pirata nos había endiñado billetes falsos y nosotros, pardillos todavía en
la moneda del país no nos habíamos dado cuenta y se lo dimos a la camarera
para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar una moneda que para
mí la usaban para jugar al monopoli en algún país extraño porque fuimos a
cambiarla y no quisieron….
Anécdota: En uno de mis múltiples puntazos que me
dan decidí apuntarme a una excursión en bicicleta por
las Salinas de Maras en el Valle Sagrado (Perú). Para
poneros en antecedentes: el deporte y yo no nos
llevamos bien, digamos que mi actividad deportiva se
limita a ir al gimnasio como máximo un mes y medio al
año y a jugar al Wii Sports en casa, así que
imaginaros!!!!En la primera cuesta ya estaba que no
podía con mi alma y para postre el camino estaba todo empedrado y peligroso así
que ni corta ni perezosa agarré la bicicleta a cuestas y en la primera carretera que
vi paré a una furgonetilla que iba atestada de gente y animalitos, endiñé la bici en
la baca y me quedé esperando en el pueblo tumbada a la bartola hasta que el
resto de la expedición aparecieron hechos polvo, eso sí, no me libré de las
agujetas ya que al día siguiente tenía los brazos que no los podía ni mover!!!!

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