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ISBN 978-987·1599-28-8
CDD303.484
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Printed in Argentina
INDICE
PROLOGO 7
INTRODUCCION 9
ESTUDIOS DE CASOS
9. EMPRESAS RECUPERADAS.
ELEMENTOS TEORICOS PARA SU ANAuSIS 245
Carlos E. Martfnez
Andrés Ruggeri
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UNA MIRADA LATINOAMERICANA
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3. DERECHOS HUMANOS: FUNDAMENTOS
FILOSÔFICOS y PERSPECTIVAS POLITICAS
Daniel Berisso
Maria Marta Quintana
Introducciôn
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•
Derechos humanos: fundamentos filos6ficos y perspectivas politicas
Se puede firmar que el sentido amplio no aporta nada para una posible
definici6n. Mientras que el sentido restringido sefiala que los derechos
humanos pueden ser objeto de violaci6n. Cabe preguntarse, entonces: tqué
son los derechos humanos? lAdmiten una definici6n?
Existe un amplio consenso en la afirmaci6n de que los "derechos huma
nos" son los derechos fundamentales de la persona humana, tomando a esta
en sus tres dimensiones: coma ser fisico, psiquico y social. Cada una de
estas dimensiones se corresponde con concepciones y etapas deI pensa
miento antropol6gico, las cuales fueron consumando una visi6n mas inte
grai acerca de 10 que se considera persona. Como aclara Russo: "Partiendo
de esas tres dimensiones se pue den ordenar derechos fundamentales reco
nocidos 0 reivindicados de la persona humana. Asi, por ejemplo, en la pri
mera dimensi6n podemos encontrar el derecho a la vida, a la subsistencia
y a la integridad fîsica; en la segunda los derechos a la libertad de pensa
miento y de creencia y el derecho a educarse, y en la tercera el derecho
a participar en la vida cultural y civica de la comunidad, los derechos de
asociacion, de reuni6n, de igualdad de trato, etc:' (1992: 24).
Asumiendo que estas dimensiones se han ido conceptualizando y con
templando en el transcurso de la historia, hay que precisar que mas que
hablar de una "tematica': es necesario hablar de una "problematica" de los
derechos humanos. Esto ultimo nos lleva a resaltar el dinamismo de la
cuesti6n en oposici6n a una concepci6n estâtica de estos derechos.
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" cuanto al origen de los derechos que no obstante puede relacionarse con una
. clasificacion en cuanto alfundamento de los mismos (Bobbio, 1991: 14-52).
En relacion a 10 anterior, la tradicion dei derecho anglosajon utiliza
los términos moral right para referirse al contexto de validez/legitimidad
moral y legal right, en 10 referente a 10 que tiene sancion/legalidad juridica.
La teoria liberal-iusnaturalista de los derechos humanos considera que el
derecho positivo debe adecuarse al derecho natural y que la esfera de la
"legalidad" debe poder fundamentarse en formas anteriores a la constitu
cion deI "Estado civil" -ya presentes en el "estado de naturaleza': coma por
ejemplo la dignidad de la persona humana.
Por su parte, los positivistas de los siglos XIX y XX acusan a los seguidores
deI derecho natural de oscurantistas e irracionales, por apelar a supuestos
metafisicos anteriores al Estado, y en consecuencia carentes de fundamento
cientifico (Russo, 1992: 28).
Naturales
Derechos
en cuanto
alorigen
< Positivos
Moral rights
en cuanto
al fundamento
< Legal rights
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3. En re\aci6n a esto, ellibro No logo, de Naomi Klein muestra en unD de sus capitulos,
como las politicas identitarias y de representaci6n, defendidas por los j6venes universitarios
en Estados Unidos y Canada hacia fines de la década deI 80, obtuvieron como respuesta la
incorporaci6n de los grupos defendidos en esos reclamos: adolescentes, feministas, negros,
gays, a la "sociedad dei espectaculo" y a la cultura de los negocios: "Una vez que comenza
mos a buscar nuevas fuentes de imaginerla de vanguardia, las identidades sexuales y raciales
por las que luchabamos fueron remplazadas por estrategias de contenido de marca y de
marketing sectorial" (Klein, 2003: 145).
4. Esta "incoherencià' dlsta de ser inocente, en mas de un caso responde a intervenciones
cuidadosamente planificadas. Segûn sostiene Dardo Scavino en su !ibm La filosoJfa actual,
eillamado "respeto por la diferencià' puede servir para "tolerar» la represi6n y las ejecucio
nes en ciertos paises "wando las circunstancias 10 exigen" (Scavino, 2007: 153).
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6. "Lahumanidadse nutri6 a través de suevoluci6n con mas de 80 mil plantas comestibles y con
unas tres mil de modo constante. Actualmente la hurnanidad depende de apenas ocho culti
vos para la provisi6n deI 75% de sus alimentos". Ver: Vandana Shiva, "Soja simbolo de la des
trucci6n de la naturaleza" en Revista: Futuros, nro 10, otofio 2007, Argentina/Uruguay, p. 20.
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El golpe de Estado
7. Las Fuerzas Armadas siempre se mantuvieron cercanas al poder que entre 1930 y 1976.
Pues, eran nada menos que las guardianas. aliadas y representantes de los diversos pro
yectos politicos de los sectores dominantes; mas predsamente, custodias de los intereses
de las burguesias agroexportadora e industrial. como asi también dei capital monopolico.
Cf. Calveiro, P.: Poder y desaparici6n. Los campos de desapariciôn en la Argentina, Colihue,
Buenos Aires, 2004, p. 7 Y 55.
8. Fuente: http://www.nuncamas.org/document
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Para esta época, transcurridos los dos primeros atlos de la década deI '80,
comienza a rumorearse la gestion de una negociad6n de salida dei régimen
militar, junto con Balbin y Alfonsm. A partir de esto los organismos de
derechos humanos ponen en marcha varios dispositivos de antidpadon
para denunciar y evitar cualquier tipo de autoamnistia (proyecto de ley)
militar y la emision deI "informe final': Las consignas no fueron las mismas,
algunos grupos quedaron en posiciones irreconciliables -asi fue coma en
1986 se produjo la division de Madres de Plaza de Mayo. También surgie
ron varias denuncias al interior de la APDH. Una vez restituida la demo
cracia, fines de 1983, el presidente electo RaUl Alfonsm dispuso la creaci6n
de la Comision Nacional sobre Desaparicion de Personas (CONADEP), la
que llevarfa adelante las investigaciones por los crimenes realizados por la
Ultima dicta dura y que culminaria con la publicacion deI Nunca Mas -texto
que recoge los testimonios de los afectados- en 1984.
Tiempo después, en el transcurso deI ano 1985, se les realizo un Iuicio
a las Juntas Militares (fueron tres Juntas las que gobernaron el pais, sucesi
vamente), llevando a prision a los Altos Comandantes en Jefe de las FFAA.
Este fue un acontecimiento sin precedentes en Latinoamérica.
En el pIano de la condena social hay que destacar la vigencia que adqui
rio la "teoria de los dos demonios': basada en la consideracion falaz de que
tanto los sectores representativos deI poder estatal represor, como aquellos
militantes populares de la resistenda habian viola do, unos y otros por igual,
los derechos humanos. La suscripd6n a esta particular "teoria" fue asumida
prindpalmente por aquellos sectores de las capas medias yaltas de la sode
dad, que conciben un "ideal" de ciudadania abstraido deI escenario de las
contradicciones sociales y politicas. Sobre esta base, el contexto de enfren
tamiento entre el estado terrorista y los diversos grupos insurgentes, propio
de la Argentina de los anos setenta, fue analizado desde la perspectiva de
una ciudadania asediada por dos fuerzas de idéntica extraccion maléfica. En
cambio, muchas de las versiones criticas de la teoria liberal de los derechos
humanos, en tanto no separan la ciudadania de la explotaci6n economica 0
la marginacion social y politica, consideran que de ninguna manera puede
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9. Destaca Feierstein la existencia de consenso entre los historiadores acerca de que el tér
mino fue creado por el jurista Raphael Lemkin a prop6sito de los delitos nazis. Cf. Op. Cit.
p. 33 Y ss.
10. A prop6sito habrîa que analizar los resabios esencialistas de la definici6n.
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Cit: 41). Esta decision conceptual tuvo un carâcter deliberado, puesto que,
coma comenta Feierstein: "muchos de los propios Estados que avalaban la
Convenci6n adujeron que la inclusion de los grupos polîticos podia poner
en riesgo la aceptacion de ésta por parte de una gran cantidad de Estados,
porque estos no querrian involucrar a la comunidad internacional en sus
luchas politicas internas" (Ibid.: 39).
Volviendo al casa argentino, la desaparici6n forzada de personas no
podia ser "técnicamente" considerada un genocidio, en tanto, no se podia
identificar un grupo con caracterîsticas homogéneas que hubiese sido
"blanco" dei accionar represivo dei Estado -10 cual, a su vez, tenia injeren
cia en relacion a las penas y castigos impuestos a los represores, y a la pres
criptibilidad 0 no, de los crimenes cometidos. Sin embargo, en 1997 el juez
espanol Baltasar Garzon reabrio una causa contra los militares argentinos
por los delitos de terrorismo y de genocidio. Haciendo un brillante esfuerzo
intelectual, que sentarîa precedentes al punto de extenderse al casa chi
leno y la consiguiente detencion de Augusto Pinochet en Londres en 1998,
logro entablar una correspondencia entre la interpretacion de los hechos
y la tipificacion (ontologica) deI genocidio. Entre otras cosas, menciona la
pertinencia dei término "grupo nacional" para referir a los acontecimientos
ocurridos en Argentina, aduciendo que los perpetradores se propusieron
destruir un entramado de relaciones sociales 10 suficientemente signifi
cativo coma para alterar la existencia dei conjunto. Por otra parte, seiialo
también la pertinencia deI término "grupo'religioso" en funcion deI dis
curso publico de la dictadura militar, que se proponfa, entre otras cosas,
instaurar el "orden occidental y cristiano" (Cf. Ibid.: 49 y ss.).
Si bien esta cuestion merece todo un capitulo, simplemente agreguemos
que los esfuerzos hechos por Baltasar Garzon acercaron nuevamente los
caminos de la verdad y de la justicia -mostrando, una vez mas, que estos
caminos requieren de esfuerzo y voluntad politica para no separarse.
Por 10 anterior, durante el gobierno de Menem se acuso a Espafia de
inmiscuirse en los asuntos deI pais desocultando la tension entre las juris
dicciones nacionales e internacionales, y la pugna de intereses a la hora de
penar las violaciones a los derechos humanos.
Respecto de la otra modalidad de desaparicion de personas, el robo de
ninos y la falsificacion de datos filiatorios, puede senalarse que en 1996 las
Abuelas de Plaza de Mayo hicieron la presentacion de una querella criminal
por el delito de sustraccion de menores, crimen no prescriptible, en tanto, se
sigue cometiendo el deHto a 10 largo de la vida deI niiio-adolescente-adulto
victima dei secuestro. La consecuencia fue el re-encarcelamiento de Videla,
Massera, y otros altos jefes implicados (Cf. Jelin, Op.Cit.: 549).
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Conclusiones
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intervenci6n polîtica, las cuales han generado divisorias entre los diferentes
organismos.
En general, tratamos de reconstruir la realidad variada y compleja de los
derechos bâsicos de mujeres y hombres, derechos cuya vigencia y efectivi
dad creemos hay que sostener y defender con hechos e ideas. Resistiendo
la caida en clichés 0 la atenci6n a formulismos, tan demandados en materia
de derechos humanos, se busc6 ofrecer una visi6n razonada y problematica
de los mismos.
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Bibliografia
IGNATIEFF, M.: Los derechos humanos como polîtica e idolatria, Paid6s, Bar
celona, 2003.
LOCKE, J.: Segundo tratado sobre el gobierno civil, Teknos, Madrid, 2006.
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Derechos humanos: fundamentos filos6ficos y perspectivas polîticas
SCAVINO, D.: La filosofia actuaI, pensar sin certezas, Paidôs, Buenos Aires,
2007.
unam.mx
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