Sunteți pe pagina 1din 4

JORGE ELIECER GAITAN – GUSTAVO PETRO

¿LA HISTORIA SE REPITE?

KATY SALEME ARTEAGA

LIC. OSTERMAN AYALA COGOLLO

GRADO 11°

COLEGIO EL ENCANTO

2018

LORICA- CORDOBA
“Por la razón por la cual este movimiento no es personalista sino doctrinario
Por la razón elemental de que tiene que terminar de una vez el hecho
primitivo El hecho indecoroso para mi patria, que es un gran pueblo, de que
se le maneja con el irrespeto con que se manejan las vacadas de las haciendas
privadas. Los hombres colombianos no podemos ser manejados con ese
irrespeto, Es nuestra dignidad que está por encima de los partidos, que está
por encima de los cápulos monumentarios, que está por encima de las
papeletas, porque donde no hay dignidad del hombre todo lo demás está
perdido”.
(DISCURSO DE LA CANDIDATURA LIBERAL PARA LAS ELECCIONES DE MAYO DE
1946) POR JORGE ELIÉCER GAITÁN
Teatro Municipal (Bogotá), 1946.

Primeramente, Jorge Eliecer Gaitán tomo importancia al ser elegido en 1932


como presidente del Partido Liberal, desde donde lideraría críticas
sistemáticas al gobierno de Olaya Herrera. Algo particular en él era la oratoria
a la hora de crear representaciones sociales en el uso de la denuncia como
método para simpatizar con las masas; de modo que sus discursos generaron
impacto al denunciar la división histórica de la nación colombiana, por un lado
el País Nacional y por otro el País Político.
Ante esto, Gaitán hace una disección y cataloga como “país político” el que
está integrado por políticos profesionales más ocupados de sus privilegios e
influencias, por personas cuyos negocios dependen de “la política” o del
Estado. Mientras “el país nacional” es el pueblo que piensa en su trabajo, su
salud, su bienestar, su cultura. Gaitán se consideraba parte del “país nacional”,
aun cuando sostenía la necesidad de que el “país político” interpretara las
angustias y necesidades del “país nacional” y se sumara a ellas.
Se dice que criterios como este, condujeron a su asesinato el 9 de abril de
1948, desatando consigo “el Bogotazo”, que fue una insurrección, es decir una
revolución del pueblo contra el Status Quo ósea las condiciones que
prevalecían en ese momento en el país, y cuyas consecuencias se han
extendido por más de 50 años; como es el caso del fortalecimiento de los
núcleos revolucionarios y los malogrados procesos de paz.

Retomando la actualidad, surge la pregunta:


¿Petro es heredero de Gaitán?
- “Hay algunas cosas que indudablemente a Petro le gustan de Gaitán,
y además lo ha planteado, la democracia callejera o de multitudes,
pero más allá de eso no creo. Gaitán era una fuerza que él mismo
ayudó a crear y a manejar, que incluso lo desborda. No sé hasta dónde
Petro esté manejando el neogaitanismo. Sí pueden haber algunas
similitudes”. Eso respondió Otty Patiño, autor del libro "La historia
privada de la violencia", que relata lo sucedido en la política de
Colombia en la década de los cuarenta y los cincuenta, y el cual he
tomado como referencia.

A raíz de esto, se relata una teoría, que logro llamar mi atención:

“Llega otro 9 de abril, y esta ocasión sirve para intentar una


comparación entre la política colombiana en los tiempos de Jorge Eliécer
Gaitán y la de ahora con Santos y con Petro. ¿Acaso repetimos nuestra
historia por no conocerla?” - Nicolás Pernett

Gustavo Petro, se ha encargado de volver a poner sobre la mesa el tema


con sus referencias al líder liberal Jorge Eliécer Gaitán (1898-1948), con
quien siente compartir una orientación política y una persecución por
parte del establecimiento colombiano. Si bien hay diferencias que los
separan inevitablemente, puede decirse que ambos han repetido una
historia más o menos común, pues los dos se hicieron conocidos
públicamente por denunciar los abusos del Estado desde la tribuna
parlamentaria, Gaitán con el famoso debate por la masacre de las
bananeras, que llevó a cabo como representante a la Cámara en 1929,
y Petro, como el senador que no perdió ocasión de denunciar la
violencia paramilitar y su ligazón con el gobierno de Uribe.
Y ante todo, como dejar de lado el hecho de que ambos fueron alcaldes
de Bogotá y desde allí adelantaron desde esta posición una serie de
reformas que causaron conmoción, por supuesto esto trajo como
consecuencia que finalmente, los dos salieran intempestivamente de la
Alcaldía por meterse con poderosos gremios económicos y fueran
destituidos con la anuencia de presidentes de estirpe liberal.

Lamentablemente, Gaitán fue asesinado y no logro ensayar desde la


presidencia las reformas que anunciaba, pero ahora la historia se repite
con Petro, quien se enfrenta a otra muerte, y digo muerte, refiriéndome
metafóricamente a su inhabilitación por 15 años.

Solo me queda decir que Ni Gaitán ni Petro podían ser del agrado de la
clase política, no solo por sus antecedentes humildes, sino involucrando
también el hecho de que los gobernantes colombianos nunca han
estado a gusto con aquellos que desde el establecimiento se presentan
a sí mismos como revolucionarios; y no sin antes mencionar que una
hipotética llegada de Petro a la presidencia sería el fin de muchas
desigualdades y eso amenazaría a muchos sectores del país ¿y que le
costaría? Solo la muerte, pero esta vez sí es literal y no metafórica y es
en ese preciso momento donde seremos capaces de decir: “La historia
se repitió”.

S-ar putea să vă placă și