Sunteți pe pagina 1din 3

I

(DE HIMNOS A ISIS)

En vuelo es el manto de los Ibis

lenta forma, pirámide,

leve onda iluminada.

Toth alado, cuando en alto arco

trazó el Ibis sagrado

la figura en pesadumbre,

vertió con propia tinta

el Libro de la Vida,

el ojo de Osiris y la pesa

donde mide

lo ancho y lo angosto

de las almas.

Y aquí abajo, en la oquedad,

también dormitan

el Eco, Osiris,

de aquel Ibis disecado,

y una vana momia,

el Faraón.

Así en un mismo lecho

se ayuntan

la copia y el modelo,

cópula imperfecta

de un poder perecedero

que a la luz universal aspira.


XXIV

(DE CANTOS A ISIS)

Como la raíz y el tallo que a la rosa

aspiran, mi ser o amor a tu amor

asciende. Poco importa que la flor

arrancada de sí, la mariposa

liberada del capullo, la esposa

dividida imagine en solo amor

ser Dios, todo aunado, de su verdor,

ya rosa, emancipado. Bien reposa

en pensar que el entero, si partido,

extraña la unidad. Lo que es quebrado

denuncia la fractura. El ser unido

una vez, a ser uno consolado

espera. Si amó bien amor dolido,

a la rosa retorna como amado.

Como celebración del natalicio de mi hija Isis Restrepo Bulla el 21 de


marzo de 1989, equinoccio de primavera, un jueves santo con luna
plena cerca de las dos de la mañana, evoco el signo de su ingreso al
mundo con el poema primero de Himnos a Isis y el último de Cantos a
Isis.

El poemario, inédito, cuyo título actual es Himnos y Cantos a Isis,


entraña, como el nombre de ella un significado personal y universal.
Desgarrado como Osiris en más de 12 partes por las violencias
fratricidas armadas y por los terribles juegos de suma cero de las
instituciones familiares, gubernamentales, académicas y endémicas de
los espacios todos de la vida cotidiana, el advenimiento de mi hija
significaba la promesa y la esperanza de rejuntar lo disyunto en la
búsqueda de la redención del ánima en pena.

Sería un largo, muy largo camino de mayor hondura en el descenso a


los infiernos, en el cual ella ha oficiado con su amor y afecto como faro
en medio de tantas tinieblas y tempestades.

El poemario recibió, junto con otros dos distintos, la distinción


agridulce de quedar en cada turno como uno de los doce finalistas entre
cerca de 300 remitidos de todo el mundo al concurso anual de la Poesía
Mística organizado por la Fundación Fernando Rielo de Madrid,
España: años 1987, 1989 y 1991. Antes y después la poesía ha sido
vocación permanente concebida como reserva y constancia del espíritu,
aún si no ha sido publicada: pues basta como plegaria.

S-ar putea să vă placă și