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Anécdotas
El cine en color
Antes incluso de la
invención del cine, el
público podía ver imágenes
proyectadas y en color en
los espectáculos de Linterna
mágica. Este procedimiento Recorte de
consistía en proyectar, películas para
sobre una superficie blanca, estarcido
imágenes pintadas a mano
sobre placas de vidrio.
La pintura de estas
placas, que debía respetar la
transparencia de los colores
y una gran precisión en el
dibujo, necesitaba una
increíble minuciosidad y un
verdadero talento artístico.
El color antes del color.
En 1861, el
escocés James Clerk
Maxwell utilizó los tres
colores primarios para
proyectar las primeras
fotografías en color. Se
hacen tres fotografías en
La proyección de Maxwell
blanco y negro de un mismo
tema, tomadas a través de
tres filtros teñidos de un
color primario. A
continuación, proyecta
estas fotografías a través de
los mismos filtros. Cuando
El celuloide de Friese-Green estas tres imágenes teñidas Rive del Nilo,
se superponen sobre la 1911
pantalla, se ve aparecer una
sola imagen toda en colores.
Las primeras
investigaciones que utilizan
esta técnica para aplicarla al
cine son efectuadas en
Inglaterra por William
Friese-Green. Consisten
en teñir las imágenes
alternativamente con cada
color primario. Pero las
demostraciones del
procedimiento resultaron
decepcionantes. A William
Friese-Green, los ingleses
le consideran como padre Ben Hur (Niblo)
de la cinematografía, pues
creó los primerosaparatos
cinematográficos en
Inglaterra en 1882, antes de
los hermanos Lumière. Lo
que inventó Friese Greene
fue un tomavistas que
reproducía 300 imágenes
con un promedio de 10
fotografías por segundo,
convirtiéndose así en el
primero que pudo realizar
un aparato que enseñara
fotografías que se
sucedieran rápidamente.
Arriba
Colores y filtros
sustractivos
El color
Segundo de
Chomón
Precursor de efectos especiales y del cine de
animación, investigador del color en el cine
© Enrique Martínez-Salanova Sánchez
Creó el «paso de
manivela». Según Fernández Cuenca,
«Blackton realizó para la Vitagraph su película ,
en la que se veía a objetos inanimados
desplazándose por sí solos. El filme tuvo mucho
éxito en Estados Unidos y no tardó en llegar a
Francia, en donde produjo sorpresa y Le Scarabée d’or (The Golden Beetle,
entusiasmo. Los productores franceses, al ver la 1907)
película The Haunted Hotel, quedaron atónitos
ante el prodigio, al que en seguida dieron el
nombre de movimiento americano. León Gaumont
movilizó a sus técnicos para que a toda costa
descubriesen el sistema que permitía lograr tales
juegos increíbles. Pathé, sin embargo, no tenía
que preocuparse, pues era Segundo de
Chomón el inventor de aquella maravilla. Lo
que los americanos llamaban one turn, one picture y
los italianos denominarían sin tardanza Les kiriki 1907
como giro ad uno, era el paso de manivela creado
por Chomón».
Se habló siempre de que Chomón inventó
el travelling, que aplicó por primera vez en La
Vie et la Passion de N.S. Jésus-Christ. El historiador
y crítico italiano Lino Lionello Ghirardini, en su
Storia Generale del Cinema (Milán, 1959),
dedica toda una página a la enumeración de los
descubrimientos y hallazgos del ilustre
turolense. «El gran mérito de Pastrone (Piero
Fosco), fue parcialmente compartido -dice
La fée printemps
Ghirardini- por las invenciones del operador del
film, el español Segundo de Chomón, maestro
en efectos especiales, con las siguientes
innovaciones: El travelling, que ensaya el 5 de
agosto de 1912 (ignora Ghirardini que ya había
sido utilizado por Chomón anteriormente), y
sucesivamente perfecciona; la aplicación estética
de la luz artificial, que en Cabiria sirve
principalmente para «modelar» el rostro de los
actores y crear determinado ambiente o ciertos
efectos especiales, como el que procede de la
iluminación desde la base de un decorado de
dimensiones normales; el uso funcional de la
panorámica; el ritmo continuo de las tomas
cinematográficas y la fijeza de la imagen sobre la
pantalla». Resulta grato que sea un italiano quien
haga justicia a Chomón, cuando tantos intentos
hubo de minusvalorar su trabajo o silenciar su
colaboración.
Trabajó en un sistema de cine en color
por bicromía alterna. Desde 1923, asociado
con el ingeniero suizo Ernest Zollinger, trabaja
en un sistema de cine en color por bicromía
alterna, que le supondrá la medalla de oro de la
Exposición Internacional de Fotografía, Óptica
y Cinematografía de Turín. En 1926 se
incorpora a la Societé du Film en Couleurs
Keller-Dorian de París para seguir investigando
la posibilidad del cine en color, y a finales de los
años veinte colabora en algunas producciones
francesas, entre las que destacan La
batalla (Edouard Emile Violet y Sessue
Hayakawa, 1923), la gran
superproducción Napoleón (1927) de Abel Gance
o El negro que tenía el alma blanca (1926), del
director español Benito Perojo, que será su
último trabajo para la gran pantalla.
Practicó e innovó toda clase de efectos
especiales. Fue el primero que realizó cine
científico y el de reconstrucción histórica,
inventó el género cómico de las persecuciones,
utilizó con mucho éxito la unión entre imagen
real y maquetas, las sobreimpresiones sobre
fondos transparentes, construyó cámaras
especializadas, desarrolló la técnica del dibujo
animado, coloreó a mano, fotograma a
fotograma, diseña unas plantillas de celuloide
que facilitaban este trabajo y conseguían mayor
precisión en la delimitación del color. Este
sistema, con ligeros cambios, fue patentado más
tarde por la casa Pathé con el nombre de
«Pathécolor».
El negro que
tenía el alma blanca
España, 1927
Director: Benito
Perojo
Guión: Benito
Perojo
Fotografía: Georg
es Asselin, Segundo
De Chomón
Intérpretes: José
Aguëras, Joaquín
Carrasco, Andrews
Engelmann, Valentín
Parera, Concha
Piquer, Raymond De
Sarka
Narra la historia de
un negro
descendiente de
esclavos que,
procedente de La
Habana, se instala en
Madrid decidido a
hacerse un nombre
entre los bailarines
que animan las
veladas de los
cabarets y teatros en
los que pasan sus
muchas horas de
asueto los señoritos
de la Villa y Corte.
Es la última
colaboración en el
cine de Segundo de
Chomón, con la
secuencia onírica en
la que Concha Piquer
sueña con un
gigantesco simio.
Pionero de la animación (Resumido de Xavier
Berenguer)