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Universidad Abierta para Adultos

uapa

Nombre
Solina Florián Recio

Matricula
13-6332

Asignatura
Terapia de juego

Tema
Facilitador
Marcelina Rodriguez

Fecha
12-07-17
Santo Domingo Este
Distinguido participante, para el logro de la competencia de la unidad,
debes realizar las siguientes actividades.
1-Elabora un mapa mental sobre las técnicas fundamentales de la terapia
psicoanalítica aplicadas a la terapia de juego.

Juego en la arena crea tu mándala

Técnica de la
terapia
psicoanalítica

Cuento de hada en la arena juego seriales


2- Realiza un resumen sobre la terapia psicoanalítica y la terapia centrada
en el niño considerando los siguientes elementos de la T. J.
Terapia psicoanalítica
El proceso de la terapia de juego El proceso de la terapia de juego jungiana se
parece al proceso metafórico emprendido por los antiguos alquimistas en que
se respetan los aspectos interpersonales e intrapersonales de la terapia
(Samuels, 2006). Los alquimistas (1400-1700) proyectaban sus procesos
internos en la mezcla de objetos de poco valor para convertirlos en algo
precioso, como el hierro en oro (“la piedra filosofal”). Además, los alquimistas
creían que al convertir elementos básicos en espíritu, el alma sería liberada de
su prisión corporal. Los alquimistas siempre trabajaban en relación con alguien
más para completar sus transformaciones minerales y espirituales, refiriéndose
a este “otro” como soror mystica (hermana mística). Esto es similar al hecho de
que no hay terapia de juego sin un analista y un niño. Las etapas del proceso
alquimista estructuran los aspectos terapéuticos en el curso de la terapia de
juego:

• Fermentatio es cuando algo se está preparando a medida que se ponen en


marcha las reacciones químicas de la terapia. Esto implica cambios en el
analista y en el niño, y a menudo se considera como el inicio de la psicoterapia.

• Nigredo es un oscurecimiento debido a que uno se percata de los peligros


inminentes. En ocasiones lo vemos en los niños cuando empiezan a exhibir
conductas sumamente reactivas durante la terapia antes de que comiencen a
estabilizarse.

• Mortificato es algo que debe extinguirse y morir. Antes de que comiencen la


curación y la contención, debe ocurrir un cambio o variación tanto en el cliente
como en el terapeuta.

El plan de tratamiento de la terapia de juego analítica jungiana incluye tres


pasos: 1) consejería del niño 50 minutos a la semana en un ambiente
emocional y físicamente seguro, 2) realizar una sesión familiar de terapia de
juego con los cuidadores aproximadamente cada dos semanas, y 3) consulta
con un equipo multidisciplinario de profesionales escolares y comunitarios para
proporcionar una atención holística.
- Rol del terapeuta

PAPEL DEL TERAPEUTA El terapeuta de juego cumple un papel de


observador participante que utiliza un enfoque integrador que abarca como
punto de partida una filosofía no directiva entremezclada con la capacidad para
incorporar técnicas que aprovechen la creatividad del niño en dibujos
espontáneos, interpretación de sueños, colorear mándalas o juego en la arena.
El terapeuta puede emplear técnicas directivas para determinar el complejo
arquetípico (o universal) en que está cautiva la psique del niño, lo cual a
menudo ocasiona polaridades (Alan, 1997; Green, 2009)o y en última instancia
a internalizar el potencial curativo.

El rol del terapeuta de juego jungiano incluye lo siguiente:

• Dar sentido a los símbolos a través de un proceso exhaustivo de análisis


personal con un analista jungiano.

• Conceptualizar la ira de manera sintónica con el yo (es decir, un apego roto


se convierte en ira y, si no es remediado, en depresión y al final en
retraimiento) y ayudar a los niños a simbolizarla.

• Mantener una actitud analítica que es a la vez involucrada y distanciada.

• Poseer la habilidad para dirigir el material desagradable del niño reteniendo


parte de su veneno psicológico

• Usar el juego en la arena, el trabajo artístico y el análisis de sueños para


ampliar los símbolos y seguir al sí mismo del niño a donde sea que conduzca
(Green, 2009, p. 91).

- Rol de los padres

Los padres o cuidadores cumplen un papel fundamental en el proceso de


psicoterapia con niños. El terapeuta de juego necesita conocer qué tipo de
transferencia está presente y qué es probable que desarrolle en los padres
(Fordham, 1988), y también requiere la participación de éstos durante todo el
proceso de terapia. Dependiendo de la psicopatología de los padres, el
terapeuta puede recomendar que la madre o el padre reciban consejería
individual con otro terapeuta. Los padres son necesarios para controlar
cualquier regresión transitoria que pueda aparecer en el niño durante la terapia,
por lo que es menester reafirmar la fortaleza de su yo para afrontar esta tarea.
Por ende, muchos terapeutas incorporan a los padres en el proceso de la
terapia de juego ya sea a través de la terapia familiar o de la terapia de juego
familiar. Por lo general, las consultas con los padres o de la terapia de juego
familiar se entrelazan durante el proceso clínico, tal vez cada dos o tres
semanas (pero sólo después de un periodo inicial en que el analista y el niño
se reúnen de manera individual en el cuarto de juego para desarrollar rapport
terapéutico).

Aplicaciones clínicas

Tanto Allan (1988) como Green (2007) identificaron a la terapia de juego


analítica jungiana como una modalidad de tratamiento que resulta útil en la
consejería de niños en edad escolar. Además, varias investigaciones
cualitativas y datos anecdóticos obtenidos mediante el análisis de estudio de
casos demuestran que la TJAJ es una modalidad terapéutica benéfica en niños
pequeños con dificultades emocionales y de conducta (Allan; Allan y Bertoia,
1992; Green, 2008, 2009). En las publicaciones actuales de la psicoterapia
infantil se hace mucho énfasis en los tratamientos conductuales basados en la
evidencia, los cuales son censurados por muchos clínicos que los consideran
remedios fríos y estandarizados. Los enfoques de tratamiento basados y
estructurados por la evidencia a menudo son validados por estudios de
riguroso control y utilizan una aproximación basada en manuales para tratar a
individuos con síntomas específicos a intervalos específicos. De manera
notable, en años pasados el curso de la terapia cognitivo-conductual (TCC)
recibió mucha atención en el campo de la salud mental como el “criterio de
referencia” en psicoterapia para múltiples trastornos y problemas de la niñez.
En un meta análisis publicado recientemente en American Psychologist,
Jonathan Shedler (2010) afirmó que, en comparación con las terapias
cognitivo-conductuales, las terapias psicodinámicas, enfoques que no sólo
incluyen la remisión de los síntomas (que es el propósito principal de muchas
de las aproximaciones conductuales basadas en la evidencia) sino también el
rasgo distintivo de fomentar capacidades psicológicas positivas (como la
creación de relaciones significativas, la relación de los símbolos en las
fantasías y sueños del individuo, la curación de las cicatrices emocionales
complejas de la niñez para alentar la resiliencia y la autoestima positiva,
etcétera), demuestran grandes efectos en el tratamiento de los trastornos de la
salud mental. Shedler identificó múltiples factores específicos de los enfoques
psicodinámicos (o modalidades que usan principios y son derivadas de la
escuela psicodinámica como la psicología “profunda” o “analítica”) que pueden
ser anómalos para las nuevas aproximaciones, principalmente conductuales y
basadas en la evidencia: a) énfasis en los afectos y la expresión de la emoción,
b) identificación de temas y patrones recurrentes, c) hincapié en la relación
terapéutica, y d) exploración de la vida de fantasía. Existen muchos estudios
recientes que demuestran apoyo de aproximaciones psicodinámicas y
analíticas a la salud mental que ofrecen validación científica (Shedler, 2010).

Algunos ejemplos de técnicas básicas usados en la terapia

Juego en la arena

Implica que el niño juegue en una caja de arena y elija miniaturas para crear un
mundo, sin dirección u orientación y con poco o ningún procesamiento
(resolución) posterior. Los terapeutas permiten que los niños dibujen, pinten o
creen cualquier mundo que decidan. El terapeuta puede decir “Crea un mundo
de arena. No hay forma correcta o equivocada de hacerlo. Depende de ti.
Después de que termines, podemos hablar un poco acerca de tu mundo de
arena. Estaré callado mientras tú juegas”. Después de que los niños terminan
de crear sus mundos de arena, los terapeutas pueden preguntar el nombre o
título de los mismos. En segundo lugar, los terapeutas pueden preguntar “¿Qué
sentirías si te encontraras en este mundo?” En tercer lugar, los terapeutas
pueden explorar más preguntando a los niños cómo se sintieron mientras
formaban el mundo. Algunas preguntas muestra para procesar los mundos en
el juego de arena podrían incluir a) ¿Qué sentías cuando colocaste ese castillo
ahí? y b) Si este símbolo (objeto o persona) hablara, ¿qué le estaría diciendo a
quién? Un terapeuta puede emplear las técnicas jungianas de juego en la
arena para facilitar la contención del afecto del niño en la caja de arena.
Además, algunos niños pedirán al terapeuta que invente un nuevo juego o
actividad para jugar en la arena, lo cual podría significar para el terapeuta una
necesidad específica de contención emocional.

En Crea tu Mándala

El terapeuta de juego jungiano pide primero al niño que se relaje durante un par
de minutos. El niño se mantiene con los ojos cerrados y sentado en una
posición cómoda, y por medio de una técnica de imaginería guiada es ayudado
por el terapeuta a utilizar la respiración profunda para liberarse de cualquier
frustración o ansiedad acumuladas durante el día escolar. Los terapeutas
también pueden pedir al niño que manipule plastilina como una técnica de
liberación de la ansiedad mientras respira profundamente. Después de un par
de minutos, el terapeuta le pide que dibuje un círculo grande en la arena y
luego le da instrucciones de pintar, dibujar o crear un mundo dentro de ese
círculo. Una vez que el niño termina, el terapeuta y el niño contemplan las
imágenes en silencio.

Cuentos de hadas en la arena

El proceso de los cuentos de hadas en la arena empieza cuando el terapeuta le


lee un cuento de hadas al niño. El terapeuta puede traer de 8 a 10 cuentos de
hadas seleccionados de antemano con una variedad de temas acordes a los
problemas psicosociales actuales del niño. Los jungianos creen que el sí
mismo lleva al niño en la dirección correcta para la curación. Después de que el
niño elige uno de los cuentos, el terapeuta lo lee y le pide que identifique un
componente particularmente importante del cuento de hadas (una imagen, un
tema, una trama o un personaje). Después de que el niño ha identificado una
parte del cuento de hadas, describe en la arena la imagen o sentimiento
asociados con ese símbolo. El terapeuta observa en silencio mientras el niño
crea un mundo en la arena. Después de que el niño termina la creación del
cuento de hadas en la arena, el terapeuta procesa la creación con el pequeño
haciendo preguntas similares a las mencionadas antes en este capítulo. Los
cuentos de hadas en la arena permiten que el niño se identifique (a través de la
imaginación activa) con mitos y realidades
La técnica de dibujos seriales

Implica la reunión regular de un terapeuta con un niño al que se le pide “haz un


dibujo mientras hablamos”. Jung (1964) creía que en momentos de crisis
importantes, los niños pueden volcarse al interior, hacia el inconsciente, en
busca de sueños e imágenes que llevaban consigo el potencial de curación.

. En los dibujos seriales, el terapeuta de juego jungiano hace lo siguiente:

• Anima al niño a hacer las imágenes de manera independiente ofreciéndole


poca o ninguna instrucción.

• Permite al niño observar la imagen por completo de modo que el sí mismo


pueda llevarlo a donde será necesario para buscar la auto curación.

• Relaciona el significado de los símbolos con el mundo externo del niño en el


punto en que su yo puede aceptar e integrar el puente entre los “espacios
transicionales

Terapia centrada en el niño

La terapia de juego centrada en el niño implica emprender un viaje con el niño


para involucrarse en el autodescubrimiento y la autoexploración.

Los objetivos generales de la terapia de juego centrada en el niño son


consistentes con el esfuerzo interno y auto dirigido del niño hacia la
autorrealización. Una premisa primordial es proporcionarle una experiencia de
crecimiento positivo en presencia de un adulto comprensivo que le ofrece
apoyo a fin de que pueda descubrir sus fortalezas internas. Dado que la terapia
de juego centrada en el niño se enfoca en la persona del niño más que en su
problema, se hace hincapié en facilitar sus esfuerzos por convertirse en una
persona más adecuada y afrontar los problemas actuales y futuros que pueden
tener impacto en su vida.

Con ese fin, los objetivos de la terapia de juego centrada en el niño consisten
en ayudarlo a

1. Desarrollar un autoconcepto más positivo


2. Asumir una mayor responsabilidad consigo mismo

3. Volverse más autodirigido

4. Llegar a aceptarse más

5. Lograr ser más independiente

6. Mostrar autodeterminación en la toma de decisiones

7. Experimentar un sentimiento de control

8. Volverse sensible al proceso de afrontamiento

9. Desarrollar una fuente interna de evaluación

10. Llegar a confiar más en sí mismo (pp. 87-88)

EL ROL DEL TERAPEUTA

La función del terapeuta de juego centrado en el niño es sencilla pero muy


importante. Debe facilitar, alentar y ser compañero del niño en la exploración
del cuarto de juego. Aunque es importante revisar cuál es el papel del
terapeuta, es igualmente importante identificar lo que no debe ser. El terapeuta
de juego centrado en el niño no es un director, maestro, predicador, par, figura
paterna, oficial de policía, niñera, investigador o compañero de juego. El
terapeuta de juego centrado en el niño no es un solucionador de problemas,
rescatista, intérprete, inquisidor o alguien que explica. Para adoptar esos roles
tendría que privar al niño de la ocasión de la exploración, creatividad,
evaluación y descubrimiento de sí mismo.

El papel del terapeuta se resume en los ocho principios básicos de Axline


(1947) que fueron revisados y ampliados por Landreth (2002):

1. El terapeuta tiene un interés genuino en el niño y desarrolla una relación


cálida y afectuosa.

2. El terapeuta experimenta una aceptación incondicional del niño y no quiere


que éste sea distinto en algún sentido.
3. El terapeuta crea un sentimiento de seguridad y permisividad en la relación,
por lo que el niño se siente libre de explorarse y expresarse por completo.

4. El terapeuta siempre es sensible a los sentimientos del niño y refleja con


delicadeza esos sentimientos, de manera que el niño desarrolle la comprensión
de sí mismo.

5. El terapeuta cree de manera profunda en la capacidad del niño para actuar


de modo responsable, muestra un respeto inquebrantable en su capacidad
para resolver problemas personales y le permite hacerlo.

6. El terapeuta confía en la dirección interna del niño, le permite tomar la


iniciativa en todas las áreas de la relación y resiste cualquier impulso por dirigir
el juego o la conversación del niño.

7. El terapeuta aprecia la naturaleza gradual del proceso terapéutico y no


intenta apresurarlo.

8. El terapeuta establece sólo los límites terapéuticos que son necesarios para
anclar la sesión a la realidad y para ayudar al niño a aceptar la responsabilidad
personal y apropiada de la relación.

EL ROL DE LOS PADRES

Los tutores legales y cuidadores primarios de la mayoría de los niños son los
padres. Muchos terapeutas de juego se concentran exclusivamente en los
niños y excluyen en buena medida la participación de sus padres. Esta
participación es imperativa porque “cualquier esfuerzo del terapeuta para
ayudar a los niños debe empezar por la consideración de los parámetros de la
relación que debe establecerse con el padre” (Landreth, 2002). La pregunta no
es si debe involucrarse a los padres en el proceso terapéutico sino la forma en
que deben ser incluidos. Cuando los padres llevan a sus hijos a terapia, por lo
general se sienten abrumados y sin control. Después de haber hecho intentos
por resolver el problema que se presenta, los padres experimentan esta
sensación angustiante mezclada con la decisión de llevar a sus hijos a terapia,
lo que se suma a los sentimientos de pérdida de control. Es crucial que los
terapeutas se mantengan al tanto de esta dinámica y que empleen con los
padres las mismas habilidades de empatía que se necesitan en el cuarto de
juego.

Esto no sólo ayuda a los padres a un nivel emocional, sino que también modela
las respuestas terapéuticas que a la larga deberán aprender a emplear con sus
hijos.

-. Aplicaciones clínicas de las técnicas

APLICACIONES CLÍNICAS La aplicación clínica de terapia de juego centrada


en el niño no se limita a los menores. Dado que el modelo de dicha terapia no
se enfoca en el diagnóstico o la inadaptación, se considera que tiene gran
aplicabilidad. Existe la creencia filosófica de que los niños tienen la tendencia
inherente a avanzar por trayectorias sutiles o evidentes hacia la adaptación, la
salud emocional, el desarrollo, la independencia, la autonomía y la
personalidad. En este modelo el terapeuta no concentra su atención
únicamente en la persona del niño, sino también en lo que éste es capaz de
convertirse. La etiología del problema, el problema en sí o los síntomas que lo
ponen de manifiesto no son limitaciones, y de hecho no son pertinentes para el
desarrollo de una relación terapéutica con el niño.

- Juguetes y materiales usados en la terapia según cada enfoque.

JUGUETES Y MATERIALES Dado que se considera que los juguetes son las
palabras de los niños y que el juego es su lenguaje, debe hacerse una
selección cuidadosa y deliberada de los juguetes y materiales que faciliten la
relación y el proceso de la terapia de juego centrada en el niño. Los materiales
deben fomentar la actividad autodirigida del niño y facilitar una amplia variedad
de sentimientos y actividades lúdicas. No todos los juguetes y materiales
animan la expresión o exploración de los sentimientos, necesidades y
experiencias de los niños. Por ejemplo, usar un mazo de cartas o un juego de
mesa no garantiza una experiencia de juego que promueva el crecimiento. De
hecho, puede argumentarse que es más probable que esos juegos promuevan
la competencia, lo que contradice el desarrollo de la relación.
Los materiales de juego que son mecánicos, complejos, muy estructurados o
que requieran la ayuda del terapeuta de juego para ser manipulados por lo
general no facilitan la expresión de los sentimientos o experiencias de los
niños. Pueden ser frustrantes para los pequeños y fomentar la dependencia en
niños que ya se sienten impotentes o inadecuados. Los materiales
recomendados por Landreth (2002) para una “bolsa de juguetes” constituyen el
núcleo de los materiales de juego en el cuarto de juego: crayones, papel
periódico, tijeras sin punta, plastilina, palitos de paleta, cinta adhesiva,
biberones, muñecos, platos y tazas de plástico, (una figura sin clasificación)
flexible, figuras de familias de muñecos, muebles para una casa de muñecos,
una casa de muñecos (del tipo que es abierta en el techo y reposa sobre el
piso), -máscara, navaja de plástico, pistola de dardos, esposas, soldados de
juguete, carros, aviones, marionetas, teléfonos (dos), cuerda de algodón y
joyería para disfraz. Obviamente, es importante que el terapeuta de juego sea
sensible a cuestiones de cultura y diversidad en el proceso de selección de
juguetes.

3- Entrevista un psicólogo de tu comunidad, acerca de los beneficios de la


aplicación de terapia de juego, a partir de su experiencia profesional. Presenta
resultados a través de un informe.

Nombre: Lic. Carlines Joseph

Algunos de los beneficios específicos que los niños pueden obtener de la


Terapia de Juego son:

 Reducción de la ansiedad sobre los eventos traumáticos


 Mejora de la confianza y un sentido de competencia.
 Mayor capacidad de formar enlaces saludables en las relaciones.
 Mayor capacidad de confiar en sí mismos y en los otros.
 Mayor nivel de creatividad.
En mi experiencia en la aplicación de la terapia de juego en niños he notado
mejorías significativas en pacientes con problema de expresión, sociabilización,
déficit de atención entre otros. Esta terapia ayuda entre otras cosas a que el
niño use su imaginación y abra su mente haciendo así mas fácil la obtención de
las información pertinente para un diagnóstico certero y una buena aplicación
de otras terapia. Los niños presentan además mejoras en el habla, la
concentración, coordinación psico-motor entre otros.

Bibliografía

 Schaefer, C. (2005). Fundamentos de terapia de juego. México. Manual


Moderno

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