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Obras de .Juari David Nasio


Este libro es la versión pro'4Jndamente modificada y aumentada
del primer capítulo dellib~ Grandes Psicoanalistas, Introduc- publicadasen. español
ción a las obras de Freud,',íerenzci, Groddeck, Klein; Winnicott,
Dollo y Lacan, publicado el.'d.•,. ', os volúmenes por Editorial Gedísa,
en 1996. ' . ';'
·1' .1. B· Ai
La voz y a interpretacián: uenos res,
Nueva Visión, ·1980.
Título del original en francü': Le plaisir de lire Freud Presentaciones cunicl, grupos clinicos de
© 1994, :$ditions Rivages 1': ' Buenos Aires. Buenos Aires, Trieb, 1987.
© 1999, Editions Payot & ) 'ages
1

Primera edición, Barcelo -r-.


Traducción: Irene Agoff .',' .

isss
Derechos reservsdos para t;§das las ediciones en castellano
El magnífico niño del psicoanálisis. Barcelona;

-
Gedisa,! 1985.

El dolor de .la histeria.


' -
Bu~nos Aires, Paidós, 1991.
j

La mirada en psicoar¡álisis! Barcelona, Gedisa, 1992.


I . .
Cinco lecciones sobre la teoría de Jacques Lacan,
© by Editorial Gedisa, S ...., Barcelona, Gedisa, 1993.
Muntaner, 460, entlo., 1.. ¡
Te\. 93 201 60 00
08006 Barcelona, España Enseñanza de 7 conceptos fundamentales del
e-mail: gedisa@gedisa.com psicoanálisis. Barcelona, Gedisa, 1994.
http://www.gedisa.com
Los gritos del cuerpo. Bu~nos
,
Aires, Paidós, 1996.
ISBN: 84-7432-758-X ."
Depósito legal: B-34.476/191r
Cómo trabaja un psicoanalista. Buenos Aires, Paidós,
1996.
Impreso por: Liberduplex,S'!L. El libro del dolor y del amo!. Barcelona, Gedisa, 1998.
Constitució, 19, bloc 8, locaID9
08014 Barcelona
- Y F. Dolto: El niño del espljo. Barcelona, Gedisa, 1987.

Impreso en' España - Y otros: Grandes p~icoanalistas, vol. 1.


Printed in Spain Barcelona, Gedísa, 1996.

t ' G
- Y oros: l. u
" ran des p$z,coana istae, ,
,VOl; 2_.
Queda prohibida la reprodición- total o parcial por cualquier me-
dio de impresión, en forma~¡:¡énticaJ extractada o modíficada.en Barcelona, tdisa, 1996.
castellano o cualquier otro ¡¡¡¡oma. .
Lo que me maravilla~uando leo a Freud,
c,)(j,ndo lo comprendo,
es su fuerza, su locura, s~Euerza loca y genial
de querer expli~ar la fuente íntima
que nos anima ano~'6tros los humanos.
Elpl~cer de leer a Freud
es descubrir que, más a,'tlá de las palabras,
de quien h'!bla
.1il'fl'
es de nosotros.
!;

I
I
Las fases de la sexualidad infantil
j ! complejo de Edipo
¿Cómoier a Freud? Comentario sobre ~l Edipo del varón:
ti * el papel primdrdial del padre

Esquema de la lóiJca del funcionamiento


l
1
j

p·I~.qUiCO Pulsiones de vida ypulsiones de muerte.


El deseo activo del pasado
:. * . I
ji:
Definicionetjdel inconsciente
Definición del inconscjnte desde el punto de vista !
La segunda teoría q,el·aparato psíquico:
deg¡riptivo
Definición del inconsciente desde el punto de vista
el Yo, el EllÓ y el Superyó .
sis%ematico í,*
Definición del inconsc~~nte desde el punto de vista I
dWámico El concepto psicoanalitico de identificación
El conceJ!,to de represión
,* .
"'-'"1:"",/ I
Definición del inconscin!e <!"sde el punto de vista
eCiC'0mwo
La transferencia es la puesta en acto
D4i"'"" del punto d••ista ético de una pulsión CUyO 'objeto fantasmatizado

El sentido 1,'" nuestros-actos


es elinconscientb del psicoanalista
I

El concepto psicoanalítico de sexualidad


Neceeid. I
j
Los tres principalest.stinos de las pulsiones I
1
sexuales: represión, sublimación y'[antasma.
El concept~'de narcisismo I
* 1
I
¿Cómo leer ri'Freud?
El propósito de este librJlfls presentar lo esen-
cial de la teoría de Freud,¡~uya obra impregna
todavía hoy nuestra manera'lfepracticar el psicoa-
nálisis,nuestra manera de')Wablar y, en general,
nuestra cultura contempor~a.He concebido este
libro como un instrumento d.l trabajo destinado a
leer y comprender a Freuill. Se divide en tres
parles: una exposición.clara §frigurosade las ideas
fundamentales de la obra fr'udiana, fragmentos
escogidos de esta obra y un~adro cronológico de
los acontecimientos decisivlfs de la vida de Sig-
mund Freud. A través de ~tas páginas intenté
sobre todo suscitar en ustéfies, lectores, la ape-
tencia de consultar directarlfente los escritos ori-
ginales de Freud, leyéndolo.con placer.
Este volumen introduclrio está destinado
igualmente al estudiante d~'eoso de obtener una
clave para ah 'dar a Fre'¡l, como al analista

13
i

confirmado que -alemejanza del creador del



La aceptaci6n de los prpcesos pstquicos inconscientes,
el reconocimiento de la doctrina de la resistencia
psicoanálisis- no ce" de volver alos fundamen-
" ' 1, : , y de la represión;
tos de la teoría. ACCl¡démonos de los numerosos la consideraci6n de 1" sexualidad y del complejo de Edipo
textos en los que Fiud recoge las bases de su son l contenidqs principales del psicoanálisis
doctrina a fin de desljrdar lo esencial de ellas; así ;j los fundamentos de su teorta,

lo hizo, por ejemplo, 1!1 el último, Compendio del


y quien no esté en condicioneJ de adherirse a esos principios
" no debería contarse entre los psicoanalistas.
psicoanálisis, que e¡ribió a los ochenta y dos
años. ¿Qué sucedió iPtonces? Una cosa extraor- 1, , S. Freud
¡
dinaria. Cuando escjibeel Esquema, Freud in-
venta nuevos concepti;>s. Así pues, el retorno a los
1
Un siglo -jy qué siglo,!- nos separa de Freud,
fundamentos sueleolasionar la generación ines- de aquel día en que decidió abrir su consultorio de
¡
perada de lo nuevo. q~ enseñanza se hace investi- Viena y escribir la primera obra fundadora del
I
gación, y el saber aniguo, verdad nueva. psicoanálisis, La inierpretaciáti de los sueños.
El principio que ~6 constantemente mi traba- Un siglo es' mucho; tiempo; mucho tiempo
jo de transmisión del B~icoanálisis puede resumirse para la historia, para la ciencía y para las técnicas.
en una fórmula: intejemos decir lo que ya se dijo Mucho para la vida.. Y, sin embargo,es muy poco
y tendremos la suerte¡quizás, de decir algo nuevo. para nuestra joven ciencia, el psicoanálisis. Re-
Este es el espíritu eD el que escribí el presente conozco que el psicoanálisis no progresa a la ma-
trabajo. nera de las .disciplinas ~ientíficas y sociales. Se
I
ocupa de cosas simples, muy simples, que son'
* también inmensamente ¡complejas. Se ocupa del
* amor y del odio, del deseJy de la ley, del sufrimien-
to y del placer, denuesttas palabras, de nuestros
actos, de nuestros sueñok y fantasmas. El psícoa-,
nálisis se ocupa de
v
cosas kimples y complejas, pero
. · i
eternamente actuales. Se ocupa de estas cuestio-
nes no sólo utilizando urtpensamiento
¡
abstracto,
sino también a través de la experiencia humana de
, !
14 15
'l·,
¡


:":'

I
.;%!
1 deseo que me anima de t~ansmitir y de hacer
una relación concreta en~re dos partenaires, ana-,
lista y analizante, en interacción permanente. ) existir el psicoanálisis .tal._.como existe en este
, Pero un siglo, insisto, ¿s mucho.Yen el curso de instante en que están leyen!o ustedes estas pági-
estos cien años, los problemas tratados por el nas. Lo que más me asombl en Freud, lo que en
psicoanálisis a menudo hÁn sido conceptualizados su obra me remite a mí mismo y lo que, en conse-
desde distintas perspectivas. La experiencia siem- cuencia, infunde en la obra fu vigencia actual, no
. pre singular de cada cufa s
analítica impone, en es su teoría, de laque, empe'o, he de hablarles, ni
efecto, al analista que se adentra
, en ella el compro- siquiera su método, que aplmoen mi práctica. No.:
miso de pensar cada vez de otra manera la teoría Lo que me maravilla cuand! leo a Freud, cuando
que justifica su. práctica!1 Sin embargo, un hilo pienso en él, es su fuerza, still1ocura, su fuerza loca
inalterable entretejido por los principios funda- y genial de querer asir en é~ interior. del otro las
mentales del psicoanalisis atraviesa el siglo, orde- causas de sus actos, el querlencontrar la fuente ..
na la pluralidad de las 'corrientes
f .
analíticas
..
y íntima que anima a un se~ Sin duda, Freud es)
asegura el rigor dela teoría. Ahora bien, ¿qué hilo ante todo una voluntad, unteseo empecinado de
(lS ese que garantiza semejante continuidad? ¿Cuá- saber, pero su genialidad e!ltá en otra parte. La
les son los fundamentos!de la obra freudiana?
Estos fundamentos han sido comentados, resumi-
dos y reafirmados en irlnumerables ocasiones.
e'
genialidad es algo diferentl de la voluntad o el
deseo. El genio de Freud
liY
haber comprendido
que, para captar las causas Secretas que animan a
¿Cómo, entonces, transm'itirlos para ustedes de un ser, que animan a ese otf!llo que sufre y a quien
una manera novedosa? ¿C6mo hablar de Freuden escuchamos, en primer lugaly por encima de todo
el día presente? 1. hay que descubrir esas ceusas en uno mismo, hay
He optado por presentarles
1
mi lectura de la que volver a uno mismo. Réi\acer en sí -canse""
obra freudiana partiendo de una pregunta que me vando al mismo tiempo el co'tl.tacto con el otro que)
ha acosado durante los Ültimos días, mientras tenemos frente a nosotros " el camino que va de
escribía este texto. Me pregunté sin cesar qué era nuestros propios actos a sujausas. La genialidad
lo que me asombraba más ~n Freud, lo que vivía de no reside, pues n el deseo.al develar un enigma,
él en mí, en el trabajo corlmis analizantes, en la sino en presta~el yo proPio~!s~ deseo; en hacer de
reflexión teórica que orieAta mi escucha, y en el nuestro yo un mstrumento,%,!l mstrumento capaz
1
{
¡
16 1 17
¡

"2$"'
de revelar el origen vilado del sufrimiento del que
habla. La voluntad d.'~ saber, tan tenaz en Freud,
conjugada con esa hlFildad excepcional de com-
prometer su yo para¡?nseguirlo, es lo que admiro
tanto y de lo que jamás podré dar cuenta plena-
mente con palabrasl~oncePtos. El genio freudia-
no, como todo geni~'I. . o se explica ni se transmite
y, sin embargo, es~concretamente presente en Esquema }te
t
la lógica
todos los practicanteiquese abren a la escucha de
sus pacientes. El ge¡io freudiano es el salto que del funcionaifiento psíquico
dejad~
todo analista está llamado a realizar dentro de sí
cada vez que prestal~ yo para escuchar verdade- Freudnos ha una obra inmensa - .' fue,
ramente a su analiz~nte. .. como sabemos, un trabajador infatigable-y toda
!h'" su doctrina está marcada por su deseo de descu-
brir el origen del sufríniiento del otro sirviéndose
de su propio yo. Indudablemente,
¡
toda la obra
freudiana es, en este aspecto, una inmensa res-
puesta, una respuesta Inacabada
1
a la pregunta:
¿qué cosa nos anima? ¿C,uáles la causa de nuestros
actos? ¿Cómo funciona nuestra vida psíquica?
Quisierajustamente1hacerles entender lo esen-
cial del funcionamilEmtolmental según lo encarael
psicoanálisis y tal como 1se. confirma en la realidad
concreta de una cura. LaI concepción freudiana de
la vida mental puede formalizarse, en efecto, en
un esquema elementaljque concebí durante mis
sucesivas lecturas de los escritos de Freud. A
medida que intenté ace~carmemás al núcleo de la
¡
19
18

1
1
;'/i;

teoría, la vi transfiguratse.
, Primeramente, se re- que desarrollemos los temífs principales que son
dujo la complejidad. Luego, las diferentes partes el Inconsciente, la Represi~n, la Sexualidad, el
Complejo de Edipo, las.tr~linstancias psíquicas
;
se imbricaron unas en otras para ordenarse final-
mente en un sencillo mapa;
de sus relaciones. Si que son el Yo, el Ello y el SlI:peryó, el concepto de
consigo hacerlescomprénder ese esquema, habré Identificación y, por últiml!l; la Transferencia en
"¡;'

cumplido plenamente mi objetivo de introducirlos la cura analítica.


ala obra de Freud, pues, ese esquema resume en
una síntesis asombrosalla lógica implícita de los *
textos freudianos en su conjunto. Desde el Pro-
yecto de una psicología phra neurólogos, publicado Vayamos a nuestro:esqrtema de base. ¿En qué
en 1895, hasta su última obra, Esquema de psico- consiste? Antes de respo~fter, debo recordarles
análisis, escrita en 1938, Freud no cesa de repro- que nuestra construcción ~~la versión corregida
ducir espontáneamente! a menudo sin saberlo, en de un modelo conceptual ya.~lásicoutilizado por la
un cuasi automatismo d~l pensamiento, el mismo neurofisiología del sigloXIXmara explicar la circu-
esquema de base expresadosegún diversas va- lación del flujo nervioso, y Jlque se bautizó con el)
riantes. Precisamente, 1'0 que procuraré exponer- nombre de arco re!1ejo.Acltro sin tardanza que
les ahora es ese esquema lógico esencial. el modelo del arco reflejo c~:ntinúa siendo un pa-
Pediré al lector que.luna vez cerrado este pe- radigma fundamental de ld'neurología moderna.T
queño libro, se sometaJ la experiencia siguiente: El esquema neurológico~elarco reflejo es mu~
tomar al azar un escrito ~e Freud y leerlo teniendo simple y bienconocido (figJ!a 1). Tiene dos extre-
presente nuestro esquema, Sabrá entonces si su mos: el de la izquierda, p410 sensitivo, donde ell
comprensión del textoie resultó más límpida y sujeto percibe la excitación;.Is decir la inyección de
menos laboriosa. Quisieb que leer a Freud sea un una cantidad "x" de energI\, cuando recibe', por
placer, el placer de pensar y de comprender nues- ejemplo, un liv'rogolpe delhartillo para reflejos
tro funcionamiento psíquico. en la. rodilla, :B,. de laderedi\a, polo motor, donde
Procederemos en la siguiente forma: comenza- [el sujeto libera la energíalCibida mediante un
ré por construir con ustJdes ese esquema elemen- respuesta inmediata del CUl:!fPo. En nuestro ejem\
I '. ...
tal, y lo iré modificando gradualmente a medida plo, la pierna reacciona in!tediatamente con un \..

20 21 )
I
!
I
J
/ movimiento reflejo
extremos se instala
1Irí
extensión. Entre ambos
una tensió~ que aparece
con la excitación y a~saparece con la descarga
motriz. El principio íjue regula este trayecto en
.'"'"o
'1::
al
~ ..•. ~
forma de arco result¡ipues, muy claro: recibir la
energía, transformada en acción y, e14n conse-
cuencia; disminuir l~tensión del circuito.
.
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··[1
e.-lM principio de placer}
es provocado e" cada oportunidad ¡xJ1~'1mo temió" displacentera,)
y que toma Una dire.cción " 1que su resultado final
coincide con una diií .inuci6n de esta tensión,
es decir con u7tfevitamiento de displacer
o conliha producción de placer.

t.
:1· S. Freud

Apliquemos ahora "te ml.\na esquema refleja


al funcionamiento del psiqu~'mo. El movimiento
general del psiquismo tiendl a obedecer a este
principio orientado a la des¿~rga total de la ten-
sión, pero no lo logra. Pues, eftla vida psíquica, la
tensión no se agotajamás.Milrntras vivimos, esta-
mos constantemente bajo te¡f13ión. Este principio
de disminuciónde la tensión qte debemos conside-
rar más bien como una tend'ncia y nunca como
una realización efectiva, 11ey' en psicoanálisis el
nombre de Principio de dispZ't.cer-placer. ¿Por qué
llamarlo así, "displacer-placl"? ¿Y por qué afir-
mar que el psiquismo estási'lmpre bajo tensión?
Para responder, volvamosaIts dos extremos del
arco reflejo, pero esta vez im~'nando que se trata
de dos polos del propio apat-lfto psíquico, que se
encuentra inmerso en larfa.lidad exterior. La
frontera del aparato separa~ltues un adentro de
un afuera que Ir contiene, .

*
25
1
•.¡
··1".1..•'
. ..
.
.

I
Observemos ahor, la figura 2. En el polo iz- Ahora bien, semejante excitación ininterrum-
quierdo, extremo se¡litivo, encontramos dos ca- pida mantiene en el aparato un nivel elevado de
racterísticas proPiasl'.'el psiquismo: tensión que el sujeto vive dolorosamente
í .
comouna
a) La excitación e siempre de origen interno y incitación apremiante a la descarga. Esa tensión,
r jamás externo. Se tr~ede una excitación proce-
dente de una fuente externa, como por ejemplo el
penosa que el aparatopsíquico
,. trata en vano de ,l.
descargar, sin conseguirlo nunca verdaderamen- !
, ~

shock experimentad~ral presenciar un violento te, es lo que Freud de.IJ.0nlina displacer. Tenemos /
accidente automovilírico, o se trate de una excita- así un estado de displacer efectivo e inevitable y,
ción procedente de uia fuente orgánica, como el en el punto opuesto, un ~stado hipotético de pla- .,
i.
, ha~bre, la excitació es.siempre interna al psi-
quismo pues tanto el¡hock externo como la nece-
cer absolutoque se-podría obtener si el aparato ,
lograra descargar 'inmediatamente toda la ener- "
( sidad interna crean tina impronta psíquica com- gía y eliminar la tensión: Establezcamos bien el
parable a un sello im~reso en la cera. De hecho, la
/ fuente de la eXCitaCiÓ~~
• •."..e•. n.dogena situada en el polo
sensitivo del aparatqipsíquíco es una impronta,
una idea, una image4fb, para emplear un término
~
1
I
sentido de cada uno de estq.sdos términos: dis P.lacer \
o
significa mantenimiento aumento de la tensión, J
y placer, supresión de la.tensión. Señalemos, no .;

más adecuado: un repJesentante ideativo cargado obstante, qu.e .el. estado de.:..• . t ensión displacentero y'0'".
penoso es la vida misma, la llama vital de nuestra •
\ de energía, llamado también representante de las actividad mental; displacer y tensión son para ;
pulsiones. Aclaremoslueen lo sucesivo hemos de siempre sinónimos d.e vida.
utilizar indistintame¡te las palabras "represen- En el psiquismo, pues, la tensión no desapa-
tante" y "representación". . rece nunca por completo.ifórmula que puede tra-
, b) Segunda caractifística. Este representante, ducirse por:eIJ. el psiquislflO, el placer absoluto no'-)
cargado una primera;ez, tiene la particularidad se obtiene nunca porque la descarga absoluta no se/,'
de continuar permanwtemente excitado y de fun- realiza jamás. Ahora bien, ¿por qué la descarga.
cionar como una batiría que bulle sin ninguna total no se alcanza jamás y la tensión es siempre'
interrupción, con lacol).secuencia de que el apara- urgente? Por tres razones, Ustedes conocen ya la
to psíquico permaneélconstantemente excitado. primera: la fuente psíquica de la excitación es
Es imposible, pues, suprimir por completo una inagotable hasta tal extremo que la tensión se
ti
\tensión que se realim¡nta sin pausa. reactiva ¡perpetuamente.!La segunda' razón con-

·26
i
2'1;
1

I1
¡
~

II ///

¡
cierne al polo derecho deíruestro esquema. El
1f
11
n
1
1. t .f
¡
psiquismo no puede operar'~omo el sistema ner-
vioso, y resolver la excitacil por .una respuesta

.... ¡ l~:
¡ ,;...~ ~
~
motriz inmediata capaz.de e'ácuar'la tensión. No,
el psiquismo no puede resptfhder a la excitación
..
.".
-e 'S más que por una metáforll.d! la acción, una ima-

~:I. I.~/J/? '"


::> .~ gen, un pensamiento o una Ilabra que represen-
-e I,
:¡¡
I
,s -r,-----.:...<
:
:; ¡ ¡
"il
"I::l
o
'tan a la acción y no por la'fll.cción concreta que
habría permitido la descarg~total de la energía.
1l
~ !,11I ,~
I
.2 f. .\
En el psi~~ismo, toda respue.•. t a e.s inevitablemen-)
'1
~ ~~. ¡ ~~. ; 'M
e
te metafórica.y la descargaitevItablemente par-
cial. Así como hemos situado.'nel polo izquierdo al
"'~
representante psíquico de IMpulsión (excitación
pulsional continua), situamd'en el polo derecho al
o re'
...".
~~ .~~ representante psíquico de ulfla acción. El aparato
psíquico permanece sometid~; por lo tanto, a una
'1- :z¡ r;.."
-r"0<1> 'M

1-0 '" l tensión irreductible: en la i>~erta de entrada el


.1?,
flujo de excitaciones es consl;\nte y excesivo; a la
01- ~
e salida, no hay sino un simuhí~rode respuesta, una
"
~ respuesta virtu-I que impliJl una descarga par-
cial. La energía )síquicaes ~asiva a la entrada Y)
~ apenas se destila a la salidal

1 Pero existe aún ~na te!era razón, la más


importante Y la más intererante para nosotros,
que explica porqué el psiquirlho está siempre bajo
tensión: la intervención de ti! factor decisivo que
Freud denomina represi6n,.~tes de explicar lo
que es la represión necesit~lclararque entre el

29
1
representante-excita¡~ón (polo izquierdo) y el re-
..
por el primer grupo mayqritario de representan-
1'
presentante-acción (¡lo derecho), se extiende una tes. Se instala entonces~mconflicto entre estos
red de otros múltipleifepresentantes que entrete- dos grupos; uno, a la izquierda, ansía de inmedia-
jen la trama de n¡stro aparato psíquico. La to el placer de.: una descarga total: el placer es aquí
energía que afluye Yf,ircula de izquierda a dere-
. . ... ... ..

soberano; el otro grupo, la derecha, se opone a f


~ :

cha, de la excitación ¡la descarga, atraviesa nece- esta locura, recuerda las !lxigencias de la realidad
sariamente esta redliPtermedia.Sin embargo, la e incita a la-moderación: la realidad es aquí sobe- .
energía no circula der~ misma manera entre todos rana. Mientras que el principio que rige el primer
los representantes d~la red (figura 2). grupo mayoritario de representantes se denomina
Si figuramos la r~~resión como una barra ver- Principio de displacer-pldcer, el que rige el segun-
• .. .. j

tical que divide nuesio esquema en dos partes, la do grupo minoritario de representantes se deno-
red intermedia se es'~inde en la siguiente forma: mina Principio de realidad.
ciertos representaniJ~ que reunimos en un grupo El primer grupo constituye el sistema incons-
mayoritario situad0ft la izquierda de la barra, ciente, cuya misión es, por lo tanto, dejar fluir
están muy cargados <l.~ energía y se conectan de tal cuanto antes la tensión: con la expectativa de
manera que constiti'en el camino más corto y lograr la descarga total¿, implícitamente, 'el pla-
rápido para lograr l~~descarga. A veces se organi- cer absoluto. Este sistema tiene las siguientes
zan a la manera de u~facimo y hacen confluir toda características: está compuesto exclusivamente
la energía en un sol representante (condensa- por una multitud de re¡{resentantes de pulsión,
ción); otras veces seiinlazan uno con otro en fila que Freud denomlna.trepreaentaciones incons-
india para dejar qu"la energía fluya más fácil- cientes", Freuddenomina también a estas repre-
mente (desplazamiento).l sentaciones"representablones de cosa", porque
Algunos otros re¡esentantes de la red -que consisten en imágenes (a~ústicas,visuales o tácti-
reunimos en un grUpráS restringido situado a la les) de cosas o de restos ¡de cosas impresas en lo
derecha de la barrail',están igualmente cargados inconsciente: Las representaciones de cosa son de
de energía e intent~ también liberarse de ella, naturaleza principalme~tevisual y suministran
pero en una descarga lenta y controlada. Estos la materia con la que se modelan los sueños y sobre
últimos se oponen a lldescargarápida pretendida todo los fantasmas. Agreguemos que estas imáge-
1
31
30
1
,;
"
¡

I
nes o huellas mnémicL de cosas sólo pueden esfuerzo constante de unaintElbsa actividad inte-
denominarse "represerítaciones" cuando están lectual. Los representantes d~%esta red se llaman
investidas de energía. Uharepresentación psíqui- "representaciones preconscieñtes y representa-
caes, por lo tanto, la corijunción de una huella de ciones conscientes". Las prim~Íl.S son representa-
carácter figurativo (impresa por la inscripción ciones de palabra y abarcan di~rentes aspectos de
o
de fragmentos de cosas acontecimientos reales) esta, tales como su imagenilcústica cuando la
y la energía que motori:la a esta huella. palabra se pronuncia, su imálen gráfica cuando
. Las representacione~inco:nscientesdec osas no la palabra se visualiza, e incl~so su imagenges-
respetan los imperativos de la razón, de la reali- tual de escritura: En cuantollas representacio-
dad o del tiempo, pueslel inconsciente no tiene nes conscientes, cada una de eDas está compuesta
edad. Responden a una única , exigencia: pretender por una representación de cosa anexa a la repre-
instantáneamente el placer absoluto; Con este fin, sentación de palabra quedeslna a esta cosa. La
el sistema inconscientefunciona según los meca- representación acústica de ud\ palabra, "manza-
nismos de condensación' y desplazamiento desti- na" por ejemplo; se asocia illa representación
nados a favorecer una circulación fluida y rápida visual de la cosa J fruto manfana) para darle un
de la energía. Esta energía será denominada libre nombre, marcar su cualidad ~pecífica y volverla
por cuanto circula con entera movilidad y escasos de este modo consciente. Par. ser más claros: la
escollos por. la red. .inconsciente.
.I . . representación de cosa esi~onsciente -tomo
El segundo grupo de representantes conforma
que~esigne
hemos dicho- cuando no hal·.representación de
igualmente un sistema, lIenominadq sistema pre- palabra asociada a ella y a la cosa; y
consciente-cansciente. E§te grupo persigue tam- es consciente cuando, por el cobtrario, se le anexa
o bién el placer pero, a dife~encia del sistema incons- una representación de palabr'- La imagen de una
ciente, tiene la misión de redistribuir la energía manzana puede errar parlo !consciente cuando
'• -.,energía ligada- y de hacerla fluir lentamente no hay ninguna palabra qu.eláIdesigne, pero basta
según las indicaciones dbl Principio de realidad. que la palabra "manzana" apál'ezca para que ten-
A esta energía se IJ llama "ligada" porque gamos una idea consciente dIeste fruto. ¿Qué es
inviste específicamente ¡\na representación cons- la conciencia sino una idea fiJlda, aprehendida y
ciente. Por ejemplo, lalenergía que implica el animada por una palabra? ji

32 33

1
I
1;
!
Debemos subralarlo: los dos sistemas persi- ciente e incestuosa
.. de amor ,t al padre ha cruzado la
guen la descarga, eidecirel placer; pero mientras barrera de la represión, disfrazándose de repre-
que el primero tie¡deal placer absoluto y sólo sentación conscientedeaAgustia a las arañas.
obtiene, como ya v,remos, un placer parcial, el EstasexteriorizációneJdeformadas del incons-
segundo busca y o~~ene un placer atemperado. ciente logran descargar eAtonces
I
una parte de la
energía pulsional, descarga que proporciona un
* placer meramente parcial¡y sustitutivo en compa-
ración con el ideal que se persigue, o sea la satis-
Planteado esto,~podemos preguntarnos: ¿qué facción completa einmedíata que se habría obte-
es la represión? Es ¡cir: ¿qué es esa barra vertical nido con una hipotética descarga total. La otra
que separa a ambosFPos? Entre las definiciones parte de la energía pulsional, aquella que no
posibles, propondré esta: la represión es un franqueó la represión, qu~da confinada en lo in-
1
espesamíento de J!tergía, una capa protectora consciente y realimenta sin descanso la tensión
1
energética que imide el paso de los contenidos penosa. Observemos que este placer debe ser en-
inconscientes hacil,.?·.l preconsciente. Ahora bien, tendido como una descarga aunque dicha descar-
esta barrera no et¡infalible: ciertos contenidos ga presente la formadel suírímíento o de la angus-
inconscientes y rePGmidos hacen caso omiso de tia, como en el.caso. de la fobia a las arañas.
. ,,' ¡. ':

ella, irrumpen brullcamente, disfrazados, en la . Hemos dicho que el aparato psíquico tenía la
conciencia y sorpre!den al sujeto incapaz de iden- función de disminuir la t~nsión y de provocar la
,
tificar su origen inC¡nsciente. Aparecen, pues, en descarga de energía. Sabiendo ahora que la esti-
la conciencia, pero ~~sultan incomprensibles para mulación endógena es ini4terrumpida, que la res-
el sujeto, quien sueivivirlosc?n angustia. To~e­ puesta es siempre incompleta, que la represión
mos el caso de una joven aquejada de una fobia a incrementa latensión yla pbliga a hallar expresio-
las arañas. Conscie~temente,se angustia con sólo nes indirectas, podemos concluir que existen dife-
ver al insecto amenlzador, sin comprender que la rentes tipos de descargas capaces de procurar
araña que la atemoiza tanto es el sustituto defor- placer: !
mado de un aspecto1íJ.el padre deseado: sus manos • Una descarga inmediata
. '~
y total,completa-
mente hipotética, que, si pudiera efectívizarse,
velludas, por ejemRlp.. La representación incons-
~,

. I .
35! .
34
I
t
;.
l.

1 .
produciría un placer absoluto. Esta plena descar- mos que la satisfacción parciáIy sustitutiva vincu-
ga astá calcada sobre lÁ descarga de la tensión lada a las formaciones del incWnsciente(tercer ti po
resultante de una resphesta motriz del cuerpo. de descarga) no es sentida n~esariamentepor el
Esta solución ideal es iniposible,lo sabemos, para sujeto como una sensación 'gradable de placer,
el psiquismo, pero cuando ¡
abordemos el tema de la Incluso suele darseel caso de~ue esta satisfacción
sexualidad veremos hasta qué punto dicho hipoté- sea vivida paradójicamenteWomo un displacer y
tico ideal de placer absoluto sigue siendo la meta hasta como un sufrimiento p'decido
'¡P,'
por el sujeto
inaccesible de las pulsiones sexuales. presa de síntomas neuróticos o de conflictos
• Una descarga mediata y. controlada por la afectivos. Pero entonces, ¿PolqUé emplear el tér-
actividad intelectual (pensamiento, memoria, jui- mino placer para calificar laindole dolorosa de la
cio, atención, etcétera)] que procura un placer manifestación de una pulsiJ't en la conciencia?
atemperado. ¡ . Hemos dado el ejemplo de Ilfobia a las arañas,
. • Y, por último, una!descarga mediata ypar- fobia que, consi 'rada desd¿ll punto de vista del
cial obtenida cuando .la!energía y los contenidos inconsciente, es placer por cuJtto alivia la tensión
del inconsciente cruzan la barrera de la represión. insoportable de un conflictl,·incestuoso, y que
Esta descarga genera-un placer parcial y sustitu- considerada desde el puntod, :vista de la concien-
tivo inherente a las forrñaciones del inconsciente. cia, es una angustia penosa;,fara ser rigurosos,
Estos tres tipos de placer, absoluto, atempera- la noción freudiana deplacei¡¡,l:lebe entenderse en
do y parcial, están repre~entadosen la figura 2 de el sentido económico de "baj~ie la tensión", Es el
la página 28. 1 sistema inconsciente el que, mediante una descar-
f* ga parcial, halla.ría.Place.reIl~
.•. l. aligeramiento de
I su tensión. Por eso, ante un' síntoma que hace
sufrir, debemos discernir clar ente elsufrimien-
Pero, antes de volvet a nuestro esquema del
funcionamiento psíquico y .resumirlo, debemos to experimentado por el pacitnte y el placer no
dejar sentadas algunas' importantes precisiones sentido que obtiene el incons!ente.
en cuanto a la significación
¡
de la palabra
.
"placer" Vayamos ahora al papel d1la represión y for-
y, .por otro lado, en cuanto a la función de la
¡
mulemos el problema siguierill: ¿por qué tiene que
represión. Por lo que sé refiere al placer, señale- haber represión? ¿Por qué el y!tiene que oponerse
I
36 37
¡
i
I
I
I M~
a los requerimientoslle una pulsión que sólo pide energética se resume, para lo esencial, en cuatro
satisfacerse y libera.sila tensióndisplacentera tiempos: 1',
que reina en lo incon¡;¡ciente? ¿Por qué alzar una
1
barrera a la descargi liberadora del empuje in- Primer tiempo; excitación
i .. , continua de la
consciente? ¿Por quj impedir el alivio de una fuente y movimiento d~ la energía en busca
tensiónpenosa? ¿Cui es la finalidad de la repre- de una descargacompleta jamás alcanzada
sión? El objetivo de UlilJepresiónes evitar el riesgo -> Segundo tiempo: lát barrera de la repre-
i
extremo corrido por yo de satisfacer por entero sión se opone almovimiento
I
de energía -,>
y directamente la extgencia pulsional. En efecto, Tercer tiempo: .la pari¡e de energía que no,
la' satisfacción inm!piata y total del empuje cruza la barrera queda confinada en el in-
pulsional destruiría4l.'0r su desmesura, el equili- consciente,y reactiva lafuente de excitación
. .. ',. :1

brio del aparato psíquico. Existen, pues, dos clases -> Cuarto tiempo: la parte de energía que
de satisfacciones pul;onales. Una, total e hipoté- cruza la barrerade la represión se exteriori-
tica, que el yo idealii~ como un placer absoluto, za en forma del placer parcial inherente a las
pero que también evi~¡;¡ -,gracias a la represión- formaciones del inconsciente.
en tanto exceso destJlictivo. 2 La otra satisfacción .
:1:"
es una satisfacción picial, moderada y exenta de Cuatro tiempos, entonces: la presión constante
peligros, que el yo pq~de tolerar. del inconsciente, el obstáculo
I
que se le opone,

la

!~
energía que queda yla energía que pasa. Este es el

esquema que queria proponerles, con el pedido de
que pongan a prueba la lectura que hacen ustedes
I
Ahora podernos <ID una palabra .,¡ de los textos freudianos. pbservarán tal vez que
esquema lógico queai"aviesa entrelíneas la obra Freud razona en,. conformidad
.. ..
... ,,' con esta lógica esen-
de Freud y, al mismo iempo, definir el inconscien- cial de cuatro tiempos: lo que presiona, lo que
te. Observemos la fil1.~ra 3 y preguntémonos ¿có- detiene, lo que queda y que pasa," IJ
mo funciona el psiquígmo?
La lógica del funcitamiento psíquico conside- I
rado desde el puntolpe.vistade la circulación
1
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Ocupémonos ahora del ilnsciente según los
diferentes puntos de vista eJlablecidos por Freud

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te de la excitación (tiempo·l) y las formaciones
~euCl)Q,)Q,)tM
IN .._-~!;;==;;;;;~.I'.....
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¡ ....~Q)'Q,)=ClSCdClS
a- Q,)"tS Jot
.... -e C"1ot _ _
ti)
exteriores del inconsciente~iempo 4). Cada uno
.... o =1
e=,O~'"dQ,)
Q,) ,Q) ce de estos extremos tomarái/f~ nombre diferente
.... =·;](ijal~ según la perspectiva y lat~rminología con las
:= ... ,Jo¡ ~
que Freud define el incons~ente. Pediré al lec-
"'- "'" Q,)1ooc ¡¡
" § p..!l ~ "
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Q,) ... ' - 'c;1
'~ Cd Q,) ~ •.
tor que tenga a la vista el esci'ema de los 4 tiempos
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ifigura 31. para leer nua....... d.• iferentes definicío-
..... s.~ e~ &~
~~~"o"p.
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'" "t:I .~Q,)
1"1 P"4'iXI• """
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nes del inconsciente. ';1..
l .
O Definición del incon.sciente desde el punta de
vista descriptiva. Si considelltmos el inconsciente
desde afuera, es decir des~e el punto de vista
~
='s.
i.
lo!
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1"1"
." descriptivo de un observaddl yo mismo por ejem-
: ~
~._--ll
"'1"1
... plo frentea mis propias'mlifestaciones incons-

41

I
¡
r
1
cientes o frente a maiifestaciones procedentes del máticos parata conciencia del sujeto y del psicoa-
inconsciente del otriL.\.. lo único que..• percibiremos nalista. En base aestaslramificaciones observa-
serán sus derivados'l'l inconsciente mismo sigue bles, suponemos la existencia de un proceso in-
estando supuesto CO¡O un proceso oscuro e incog- consciente oscuro y actiYo que opera en nosotros
noscible que correrítbajo estas manifestaciones. sin que lo sepamos. Nos hallamos
¡ .
frente al incons-
Un sujeto comete uj:). lapsus por ejemplo, y de cíente como ante un fenómeno que se cumple
~: "s. u incons.ciente hab.la."
inmediato concluim.f.ll1! independientemente delnosotros y, no obstante,
Pero no explicamos •. ada sobre el proceso que determina 10 que somos'[ En presencia de un acto
subyace a este acto;¡ inconsciente en cuanto tal no intencional, postulambs w .
la existencia del incons-
sigue siéndonos des¡nocido. ciente no sólo como elproceso que causa este acto
Siendo esto así, {iómo localizar las manifes- sino también como la esencia misma del psiquismo,
taciones del inconsci;nte? Entre lainfinita varie- como el psiquismo en sí.! Lo consciente no sería
dad de las expresiones y los comportamientos entonces sino un epífenómeno,

un efecto
.
secunda-
human~s, ¿cuá~es i. .•. tifi~ar como.manifestacio-
4n rio del proceso psíqu.ico Inconsciente. "Hay que ver
nes del mconsclente~¿Cuando podemos afirmar: en el ínconsciente-c-nosldice Freud- el fondo de
aquí hay inconscien¡~? Las formaciones del in- toda vida psíquica. Lo inconsciente es como un
consciente se nos pre~entan como actos, palabras círculo grande que encerraría a lo consciente como
o imágenes inesperai?s que .surgen bruscamente un círculo más pequeño [...]. Lo inconsciente es lo
y desbordan nuestrasintenciones y nuestro saber psíquico mismo y su.esencial realidad."?
}
consciente. Estos aci pueden ser comportamien- J.
tos corrientes como, i r ejemplo, los actos fallidos, O Definición del inconsciente desde el punto de
los olvidos, los SUeñO¡O incluso la aparición súbita uistasistemático. Hemos'definido ya el inconscien-
de talo cual idea y haita la invención repentina de te como un sistema aÍ1 abordar la: estructura
un poema o de un c<¡cepto abstracto, o también reticular de las representaciones. Desde esta pers-
manifestacio~espatolgica.s ~ue cau~m:~ufrimien­ pectiva, la fuente dee4citaciórt se llama repre-
to, como los smtomasreurohcos o psicóticos. Pero, sentación decosa, y los ~roductos terminales son
normales o patológicas, las ramificaciones del in- manifestaciones deformadas del inconsciente. El
consciente son siemp;' actos sorprendentes y enig- mejor ejemplo es el suelo..
I
42 43

¡
f

i
I1
O Definición del inconsciente desde el punto de el análisis la ramificación coIYsciente y disimula-
[lista dinámico. El concepto de represión. da del amor incestuoso e ltconsciente por su

I La teoría de la represión
es ei pilar sobre el que descansa
madre. La representación iril!'onsciente "amor in-
cestuoso" ha cruzado, pues; llbarrera de la repre-
sión y se ha transformado en:¡~u opuesto, es decir:
j el edificio del psicoanálisis
¡ una idea. obsesiva de impulslasesino contra una
1 S. Freud
~ madre encarnada en la reali~ad por una anciana
l Si ahora definimos el inconsciente desde el cruzando la calle. ·!I
punto de vista dinámico, ds decir desde el punto de Señalemos que estasap~ciones conscientes
vista de la lucha entre la moción que presiona y la de lo reprimidc tlconscient' estos retornos dis-
represión que resiste, lalruente .de excitación se frazados de lo reprimido puelfen concebirse igual-
denomina representanteJ reprimidos, y los pro- mente como soluciones de c<lnpromiso en el con-
ductos terminales son escapes velados del incons- flicto que opone el empujed~lt'o reprimido hacia la
ciento sustraídos a la accíon de la represión. 5 concienci~y,~a ~ep~esiónquéJesiste."Solución -
Estos derivados de lo repbmüJ.o, bajo sus másca- co~promIso 'sI~IficaqUee!retorno de lo repn-
ras, Se llaman retornos dJ lo reprimido o también mido es un mixto compuesto en parte por lo
ramificaciones de lo reprimido oincluso ramifica- reprimido inconsciente que!a pasado la barrera
ciones del inconsciente. Rámífícaciones,
l
en el sen- de la represión y en parte pi! un elemento cons-
tido de jóvenes brotes de inconsciente que, pese a ciente que lo enmascara. Dicno de otra manera, el
la capa protectora de la répresión,
¡
afloran disfra- retorno de lo reprimido inco~cienteque ha pasa-
zados a la superficie de la conciencia. Los ejem- do es un disfraz consciente'lfe lo reprimido, pero
plos más frecuentes de estas ramificaciones defor- sin embargo incapaz deenltascararlo por como
madas de lo reprimido sontos¡
siíntomas neuróticos. pleto. En nuestro ejemplo, l¡figura de la víctima
Pienso en aquel analizan'te que, al volante de su encarnada por la anciana dejll traslucir, bajo los
coche; es repetidamente dresa de la imagenobse- rasgos de una mujer deedlil, la figura reprimi-
siva de una escena en lalque se ve atropellando da de la madre. OtrailustAción de las huellas
adrede a una anciana que 'cruza la calle. Estaidea visibles de lo reprimido entel retorno de dicho
fija, repetitiva, que lo habe sufrir y a menudo le material nos la propone F~lUd comentando un
P!~
impide utilizar su vehículo, revelará ser durante célebre grabado de Félicien llQPs. El artista repre-
J ., 45

I1f',
1
//
I.. .
senta en este grai?o a un asceta que, ~ar~ 1 .
ca a consiid erar 1a represion como unjuego comp1e-
jo de movimientosde ene~gía. Juego destinado por
ahuyentar la tenta!.\.10 n.de la carne (lo reprirm-
do), se refugia al p \dela Cruz (represión) y ve una parte a . contener
.
~ fijar' en el' . recinto del
': , . ' i
surgir, horrorizado, .a imagen de una mujer des- . ,
inconsciente las repres!lntaciones reprimidas, y
nuda crucificada (retorno de lo reprimido) en el por otra a llevar de nuevo a lo inconsciente las
lugar de Cristo. El r¡orno de lo reprimido es aquí representaciones fugiti~asque habían llegado al
un compromiso eni;e la mujer desnuda (parte preconsciente o a la conciencia tras haber burlado
visible de lo reprim~r .•. o) y la cruz que la sostiene
: ¡
la vigilancia de la ropreaíón. Así, Freud distingue
(represión). l· dos tipos de represión; uparepresión primera que
Digamos tambiéi que las ramificaciones del contiene y fija al.suelo del inconsciente las repre-
inconsciente puede~¡ una vez llegadas a la con- sentaciones reprimidas,ly una represión secunda-
ciencia, sufrir una ¡fueva contraofensiva de la ria Que
- reprime --en
' '
el
~
sentido literal de ha-
represión, que las envía de nuevo al inconsciente cer retroceder- én eLsistema inconsciente las ra-
(represión llamada sZcundaria o represión aposte- mificaciones preconsciétites o eonscientes de lo
riori). Puede observ¡rrse aquí la plasticidad con reprimido.· .1· \ .
que interviene la balera de la represión, capaz no La represión primera, la más primitiva, es no
sólo de impedir ma~,~.amenteel paso global de los te
sólo una fijación dé las , presentaciones reprimi-
elementos provenielW's del inconsciente, sino tam- das al suelo del inconsciente, sino un tabique
bién capaz de ir a interpelar uno por uno a los energético que elprec6nsciente , Y el consciente
elementos fugitivos ltslados que ya han forzado la levantan contra la presión de la energía libre
-t
barrera.. r ' .
ta de su carga energética,q bien (y esto es lo que Freud
Unas palabras to.'!1avíaparajustifi.i car la defini- privilegia) la carga sola, ssparada de la representación. Más
ción de la represiótquehemos planteado más adelante examinaremos' la ¡primera eventualidad, la del
arriba, como capa en~rgética protectora que impi- Paso a lo consciente deja ~epresentación investida de su
carga. En cuanto a la segunda, la del pasaje de la carga sola,
de el paso de los conténidos inconscientes hacia el Freud tiene en cuenta cuatrq destinos posibles: permanecer
preconsciente. *Frel' en efecto, no renunció nun-. enteramente reprimida; pasar la barrera de la represión y

.'r
1
mutarse en angustia fól>ica~pasarla barrera y convertirse
* Los "elementos reIli+midos" que pasan a través de la en trastornos somáticos erija. histeria; o incluso, pasar la
barrera y transformarse lln1angustia moral en la obsesión.
barrera de la represión p.•. j '" lo re""entaeión provis- J
: 46
,.,¿,;~:: ' .
\47
i'
¡
!
I
emanada del inconscient.Este tabique es llama- neas sostenidos en fantasmlfs, Dentro de un ins-
%!l.
do "contrainvestidura", és decirinvestidura que el tante explicarela naturalez~fdeestos fantasmas,
sistema Preconsciente-donsdente opone a las ten- pero previamente necesito á~ortar una precisión
tativas de investidura d~l empuje inconsciente. referida a su loc Jización enrfúestro esquema, que
El segundo modo delrepresión, cuya meta es plantea el problema sigui~l1ftte. Los fantasmas
devolver la ramificación a su lugar de origen, pueden no sóloaparecerenil conciencia yen los
es también un movimiehto , de energía, pero más comportamientoscotidiano~l--como acabamos de
complejo. Se resume f~damentalmente en las decir- e.n fi.orm:;t, por ejem.Plo.l.J:le vínculos afectivos
operaciones que siguen.ifocalizadasen la ramifi- espontáneos. o incluso,. elpecíficamente, de
cación consciente o preconscíente de.lo reprimido: ensoñaciones diurnas y deformaciones deliran-
. ·111
• En primer lugar, retiro de la carga de energía tes; también. pueden permanecer :'11')
enterrados y
ligada adquirida por lalramificación durante su reprimidos en el inconscienttPero asimismo pue-
estada en el preconsciente o en el consciente. den desempeñ~rsecomo defensas del yo contra la
• Una vez libre de su Jarga,yviendo reactivada presión inconsciente. Es·de.!r que un fantasma
su antigua carga inconsciente, la ramificación se puede cumplir simultánekmltte el papel de rami-
ve entonces atraída, imanada, por las otras repre- ficación de lo reprimido, de co!tenido inconsciente
sentaciones que la represión
, primaria había fijado reprimido o incluso de defensltrepresora. En nues-
en el sistema inconsciente., La ramificación fugiti- tro esquema, localizamos el.fantasma tanto a un
va vuelve entonces al redil del inconsciente. lado de la barrera de la repretión (tiempo 1) como
1 a nivel de la ba.•. r.rer.a (tiempl
.·I ), o incluso al otro
O Definicióndel incohsciente desde el punto de lado de esta (tiempo 4 ) . ; •
vista económico. Si defiÍlimos esta vez el incons-
ciente desde el punto d~ vista económico, el que O Definición del inconsci' te desde el punto de
habíamos adoptado para desarrollar nuestro es- vista ético. Si, por último, defi'ümos el inconscien-
. quema del funcionamieAto psíquico; la fuente de te desde el punto de vista ético, lo llamaremos
excitación se llama representante de pulsiones, deseo. ¿ Qué es el deseo? El defeo es elinconsciente
y las producciones terth.inales del. inconsciente considerado desde el punto al
vista de la sexuali-
son fantasmas o, para sJr más exactos, comporta- dad, es. decir desde del pu.n.~m de vista del placer
mientos afectivos y elec6iones amorosas espontá- sexual. Más adelante he de. YAlver sobre el deseo,
. 1·· . ...
·8 49

II:

!
I
1
1
la sexualidad y el plaier sexual, pero me es preciso Después de "
exponerles
' I
el funcionamiento del
avanzar una primeidefinición del deseo para aparato psíquico según la.lógica de un esquema
hacerles comprende,el estatuto ético del incons- . espacial, les propuse una!visión descriptiva, siste-
ciente. ¿Qué es, entoic.• e.s,.. el deseo? E.s una pulsión mática, dinámica, económica y ética del incons-
de la que no tenemo¡conciencia, que tendría por ciente. Pero todos e:stoslabordajes serían insufi-
meta ideal el placej absoluto en. una relación cientes si noinscribiéramos este funcionamiento
incestuosa. El deseo es lo inconsciente en busca del si
en la línea del tiempo y no lo incluyéramos en el
incesto. Insisto en d~ir que este incesto constitu- universo del otro. Dos f~etores enmarcan la vida
ye una meta ideal, p~amente mítica y carente de psíquica: el tiempo y Iosotros (figura 4). El tiempo
toda relación con laslelaciones incestuosas pato- primeramente, pues el funcionamiento psíquico
lógicas y prohibidas ior la ley que pueden darse en no cesa de renovarse a lo largo de la historia de un
una familia. No, el in~esto al que nos referimos es, sujeto hasta el punto de!escapar a la medida del
por el contrario, la Iheta última y. universal del tiempo. El inconsciente está fuera del tiempo; en el
deseo humano. Muc~o antes del psicoanálisis se tiempo histórico es, por-lo tanto, perpetuo. Silen-
sabía que las sociedaaes humanas estaban organi- cioso aquí, reaparece allí'y no decae nunca. Inten-
zadas en torno a la m.·.r.•.ohibición del incesto, pero ten hacerlo callar yreviVirá de inmediato, resur-
con el psicoanálisisaremos comprendido que la giendo en nuevas manifeétaciones.
, Por eso, a cual-
prohibición del ince~toes el reverso· indisociable quier edad, el inconsciente es siempre un proceso
del deseo inconsciente de incesto. Esto es lo que irrepresiblemente activo; e inagotable en sus pro-
quisiera transmitirl~s: visto desde el ángulo del ducciones. Tengan ustedes dos días de vida u
inconsciente, el ince~to es la cosa más deseada, el ochenta y tres años, él persevera en su impulso y
valor supremo de un¡;oberano Bien que orienta y siempre logra hacerse oír. *
decide la vida de cadl'.pno.de n.osotro.s como sujetos Pero aún debemos ~omprender que la vida
deseantes. Así pues el estatuto ético del incons- ¡
ciente se resume en,l hecho de que es un deseo • El movimiento del inconsciente excitación -; descarga
puede concebirse tambiénco~o la tendencia del inconscien-
motorizado por el g9,Ee incestuoso en tanto Sobe- te a hacerse oír con el carác~er. de un Otro que habla en
rano Bien. nosotros y nos sorprende.tdacquea Lacan resumió esta par"
ticularidad deLinconscienté en una célebre fórmula: "Eso
habla". I
*

*
50
1
•.:1
'{
:1
¡
.1
psíquica está inmersa en!el mundo del otro, en el .r!l
mundo de aquellos a quienes estamos ligados por a
><
d lenguaje, por nuestro~ fantasmas y nuestros ,•· ol
afectos. Nuestro psiquismo prolonga necesaria- ,, §
, • "
,,
.~
mente el psiquismo de esb otro con quien estamos ~::
relacionados. De ahí queinosexcite elimpacto del ~
~
"="
deseo de ese otro que nds , ,, "
.S " "C
, tiene por objeto de su .~ "
,,
.
deseo. Como si la flechaldel tiempoAdel esque- s~
, Q.l.~

,,
ma del aparato psíquico del otro estimulara la I 'O"
~ ~

fuente de excitación de nuestro propio aparato. Y , "=


-=8
como si, recíprocamentei .nuestras producciones ,,, §
ce::=
"
estimularan a su vez la ¡fuente de excitación del
, ~
",'O "
otro. En realidad, hay una única corriente de deseo •• -~
="
circulando y ella enlaza á ambos partenaires de la
',Y -=
",'"

, ...",a.a
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relación deseante'*1 ,, ~ ,,-
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¡ 1 ~.~

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1
1
* Vuelve a aparecer aquf en términos energéticos mi 1 ee ="
tesis de la existencia, en el seno d" la relación analítica, de , ~
~'O
"
un inconsciente que enlaza y envuelve a ambos partenai-
resanalíticos. No hay un inconsciente que fuera propio del
l

.
• .. .~
"Wa
'O~
l
'e" 'e"
".~
analista y otro que fuera propiodel analizante, sino un
solo y único inconsciente producido en el mismo momen- ".. .
, ~ ~
.~ ~

1~
l
to en que sobreviene en la sesión un acontecimiento trans- •
ferencia!. Esta tesis, que dafu de 1977, fue expuesta en mi .... ", I~__JljI!!Il \lo 1f
obra titulada Les yeux de Ladre. Transfert.objet a ettopolo-
gie dans la théorie de J. Lacan, Champs-Flammarion, 1996. -, '................ .. -....1,/'
~..
. 1 ': 3
. f· .
52
i

I
'1¡

¡
I
. I
El sentido!1 sexual ,5

de nuestros actos
1
Estamos ahora en condiciones de formular la
premisa fundante del pSicYanálisis. Nuestros ac-
, no podemos expli-
tos involuntarios, aquellos'que
car, no sólo están determinados por un proceso
inconsciente sino que, sobr~r todo,
.
tienen un senti-
do. Significan otra cosa, no Jo que expresan a
.
primera vista. Antes de Freud, . los actos fallidos
eran tenidos por actos anodinos e irrelevantes, en
tanto que hoy, encontrarl un sentido para las
conductas y verbalizaciones que nos superan pasó
a ser una reacción comúny:corriente. Basta come-
ter un lapsus para sonreír¡ de inmediato, rubori-
zarse a veces, creyéndose ttaicionado
i
por la reve-
lación de un deseo oscuro, por el descubrimiento de
un sentido hasta entoncesvelado,
Pero ¿qué es un sentido? ¿Cuál es el sentido
de un acto invol .tario? La significación de un
1
¡
551
¡j.

I
¡
i
acto involuntario estriba en el hecho de que di- dos y, más allá, a un hiPlltético acontecimiento
cho acto es el sustituto de un acto ideal, de una Inicial que nunca se produjo,lkl sentido del acto
,
kcción imposible que, en lb, absoluto, habría tenido que realizamos inconscientenlnte se funda en el
que producirse, pero que no se produjo. Cuando el hecho de que este acto sustit!e a todos los actos
psicoanalista interpreta ~ revela La significación pasa~os de nu~stra histori.a ol.para ser r!gurosos,
oculta de un sueño, por ejémplo, qué otra cosa hace al primer acto Ideal desde el qlle arranco nuestra
sino mostrar que el sueño¡ entanto acto espontá- historia. Aclaremos que este d.tto ideal puede ser
neo constituye el sustituto de otro acto que no ha tenido no sólo por el punto málremoto de nuestra
visto la luz; que lo que esl es el sustituto de lo que historia, sino también como el ~unto más distante,
no se cumplió. Avancemok. en el horizonte. Sea el más ant'guo en el pasado o
, Un acto espontáneo es
un acontecimiento que encierra un sentido. Pero el más esperado en eLfuturdlel acontecimiento
¿qué debe hacerse para revelar este sentido ocul- ideal constituye el acto incurr('!>Udo del que todos
to? Pues bien, es preciso que eL analista, o el nuestros actos involuntarios ~n sustitutos.

I.
analizante inclusive, enláce dicho acontecimiento Así pues, nuestros actos ¡"voluntarios tienen
a otros acontecimientos ántíguos, que lo inscriba un sentid
I o pro ducid
UCI o por su sus I UClDn a un I'd ea I
!!\t't"
en una historia y lo tratelcomo el sustituto actual que .no se cumplió. pero..¿cómo.• , alificar este senti-
de un acontecimiento pasado incumplido y hasta do? ¿Cuál es el contenido de 'sentidooculto de
inexistente, imposible detsituar en el tiempo. Pre- nuestros actos? La respuest . a esta pregunta
. cisamente, es la historia la que confiere al aconte- constituye el gran descu.brimf'nto del psicoanáli-
!¡¡¡
cimiento actual su condición de acto portador de un siso ¿Qué dice? Que la eignifiéacíén de nuestros
sentido. Aclaremos que esta remisión de lo actual actos fallidos es una significaci~nsexual. ¿Por qué
a lo antiguo sólo tiene valor en el marco de una sexual? Vayamos a la figura~y veamos de qué
relación humana dondeuho de los participantes- naturaleza es la fuente de la t'ildencia pulsional,
elanalizante- habla a otro -'el analista- que a.'.•.• l.•í.• leal a la que dicha
y de qué.naturalezaes la met'¡
escucha e inscribe' esta p~labra en una historia. tendencia aspira; me refiero • esa acción ideal e
Planteemos ahora ia cuestión del sentido. 'imposible que no tuvo lugar :He la que nuestros
¿Qué es, entonces, el sentido? Es referir el aconte- actos son sustitutos. Localic os, entonces, el
cimiento de hoya todos lds acontecimientos pasa- punto de partida y el punto d~Jlegada ideal de la
I .
5~ 57

'i~

~"
I

línea pulsional. ¿QUI. V..:••. •.• p.O•.d•. . em.os obs.erVar? Que el El c0f1;cepto p~icoanalítico
sentido de nuestros .•• ctos es un sentido sexual
porque la fuente ya meta de l~s tendencias #e sexu¡lidad
pulsionales son sexljles. La fuente es un repre-
sentante pulsional cuyo contenido corresponde a Estas tendencias, nacidas en una zona erógena
una región del cuerpruy sensible y sexualmente del cuerpo, aspiran al idral inaccesible de una
excitable, llamada zfJlI-a erágena. En cuanto a la satisfacción sexual absoluta, tropiezan con la re-
meta, siempre ideal sería -recordémoslo- el presión y se IOlxte.riorizai finalmente en actos
placer perfecto de uniperfecta unión entre los dos sustitutivos del imposible¡acto incestuoso:* estas
sexos, cuya figura mli~ca y universal es el incesto. tendencias se llaman pu,lsiones sexuales. Las
pulsiones sexuales son múltiples, ellas pueblan el
territorio delinconscientJ ysu existencia se re-
* monta muyatrás ennue;stra historia, desde el
estado embrionario, y sólo cesan con la muerte.
Sus manifestaciones máslnotorias aparecen du-
rante los primeros cincoaftos de nuestra infancia.
Freud separa la pulsióh sexual en cuatro ele-
" 't,' "
mentos: aparte de la fuente de donde brota (zona
erógena), de la fuerza: queha mueve y de la meta
l
que la atrae, la pulsión sfi, sirve de un objeto por
medio del cual intenta alcanzar su meta ideal.
Este objeto puéd« ser unJ. cosa o una persona, a
veces es uno mísi.zo.a veces una persona distinta,
¡.
* El lector de Lacan rE,cordárá aquí el célebre aforismo:
"La relación sexual es imposible" o incluso "No hay relación
.sexual". De acuerdo con nuestrds comentarios, dicho aforis-
mo podrá completar la fórmula1de la manera siguiente: No
hay relación sexual incestuosa, ~ólo hay relaciones sexuales
sustitutivas. 1 .
58 59
1
í
¡
pero se trata siempre belin objeto fantasmati- te de ese otro placer procuradb por la satisfacción
zado, más que real. EstÓ es importantepara com- de una necesidad fisiológica <1!tmer, eliminar, dor-
prender que los actos $ustitutivosmediante los mir, etc.), El placer.de maml en el lactante, por
f
cuales las pulsiones sexuales
{ ,
se expresan (una ejemplo, su placer de succiórilfr, corresponde, des-
palabra inesperada, un gestoinvoluntario o víncu- de el punto de vista psicoaNalítico, a un placer
los afectivos que no decidimos) son actos moldea- sexual que no se confunde callel alivio de saciar el
t - _ -.
dos sobre fantasmas y organizados alrededor de hambre. Alivio y placer p~!manecen sin duda
un objeto fantasmatizado. asociados, pero el placersex\al de la succión se
Pero debo agregar trldavía un elemento esen- convertirá rápidamente en ~a satisfacción bus-
cial que caracteriza a e¿taspulsiones: el singular cada por sí misma al marln de la necesidad
. placer que procuran. No el placer absoluto que natural. La mamada es,sinfliuda, una absorción
pretenden, sino el placér limitado que obtienen: de alimento, pero el niño pt!ueño querrá conti-
un placer parcialcalífícado de sexual. Ahora bien, nuar chupando aun estandolaciado, al descubrir
¿qué es el placer sexual? Y, en términos más que mamar es en sí una fuente de placer. Segundo
generales: ¿qué es la seiual:idad? Desde el punto aspecto: el placer sexual -,:luy distinto, por lo
de vista del psicoanálisis, la sexualidad humana tanto, del placer orgánico-,ftolarizado en torno a
no se reduce al contacto cíe los órganos genitales de una zona erógena, obtenido gracias a la mediación
dos individuos ni a la estimulación de sensaciones de un objeto fantasmatizad~ (y no de un objeto
genitales. No, en psicoanálisis, el concepto de
i _
real), participará de los difelntes placeres preli-
minares al coito (placer de m~ar, de mostrarse, de
- o '

."sexual" reviste una acepción mucho más amplia


queja de "genital". Fueron los niños y los perver- acariciar, de sentir el olor delftro, etc.). Siguiendo
sos quienes mostraron aiFreudla vasta extensión con nuestro ejemplo, elplaher de la succión del
.
de la idea de sexualidad! Llamamos sexual .
conducta que, a partir de una región erógena del
atoda lactante se prolongará en'lt. vida adulta como
placer preliminar de besar ~Jcuerpo del ser ama-
cuerpo (boca, ano, ojos, ioz,
I
piel,
-
etc.),- y asentán-
. do. Si tuviéramos que resuMir el paso del placer
dosesobre un fantasma, procura cierto tipo de , orgánico al placer sexual, dit'famos: placer orgáni-
placer. ¿Qué placer? Unlplace: q?e presenta dos co de beber la lechematernf.,..,> placer sexual de
aspectos. En primer lugar, se distingue claramen- mamar el pecho s-c- plac~r,lI.sexual de chupar el

6t 61

I
1
I
// 1

pulgar o el chupete;} pl.. acer sexual de besar el


cuerpo del amado. Se,ntiende ahora por qué los
1.
un otro deseante. El apego 41 otro deseado equiva-
le, pues, al apego a un opjeto fantasmatizado,
psicoanalistas conde¡san todas estas etapas, y
polarizado alrededor de una zona erógena situada
concluyen simplemeite diciendo que el pecho
en el cuerpo del otro (bod" pecho, ano, vagina,
materno es nuestro Pimer objeto sexual.
pene, piel, mirada,
.
olfato,
·1.
etc.). El amor; por últí,
mo, es también.un apego al ¡otro, pero de carácter
O Necesidad, dese&y amor. Para señalar aún
mejor la diferencia entre placer orgánico y placer global y sin el soporte. de un~ zona erógena defini-
da. Estos tres estados se i~brican, por supuesto,
sexual, hagamos un'ito y definamos claramente
entre sí y se confunden en tpda relación amorosa
las nociones de necesidad, deseo Yamor. La nece- (figura 5). 1
sidad es la exigenciale un órgano cuya satisfac-
ción se cumple realm¡nte con un objeto concreto
(el alimento, por ejeIllp-10), Yno con un fantasma. 1,¡
El placer de bienes;ai¡así obteni~o no es en modo
alguno sexual. El de$iP' encambio.ies una expre- ·1

sión de la pulsión se~al o, para decirlo mejor, es 1


la pulsión sexual miSIP:a cuando esta respeta dos
~ondiciones: prim~rolila meta es el absoluto del 1
mcesto, y el medio ¡¡ara alcanzarla, el cuerpo ¡
excitado de un otro i:he desea. Precisemos: una
pulsión puede ser considerada como un deseo
I
cuando el objeto del cl:e se sirve para satisfacerse
es el cuerpo de una p,rsona que, a suvez, desea.
I
Digamos entonces qtle, a diferencia de la necesi-
dad, el deseo nace d't una zona erógena de mi 1
cuerpo, y que, a dif~lencia de los otros tipos de ¡!
pulsiones, el deseo slsatisface parcialmente con ¡
un fantasma cuyo obj,~toes el cuerpo excitado de

.62
63
11
1 l

1I
I, /~

I
!
.

NECESIDAD
,
DESEO
.,

AMOR
.
I¡ .
'\
TENDENCIA
¡ Tendencia orgánica Tendencia cuya meta
es el incesto y cuyo
'" endencia cuya meta
: s la fusión con el
: amado
1I objeto es el fantasma
del cuerpo descante
del otro

I .
1 .'
.'

j
ZONA CORPORAL Zona orgánica Zona erógena definida " .: ona erógena
1
1 ) Indefínída
:1
EXCITACION Excitación puntual Excitación continua : ~os excitantes son
CORPORAL ..
símbolos e imágenes
.> t .

. META Autoconservación Meta ideal: el incesto Meta ideal: fusionarse


, con el amado

MEDIO .
Objeto real Objeto: fantasma del Objeto imaginario: mi
(OBJETO) (alimento, por ej.) cuerpo deseante del emejante idealizado
otro

PLACER Placer del saciado . Placer sexual limitado :blacer sex ...al
OBTENIDO -. ublimado

Unejemplo del Otro de Un ejemplo del Otro . .' .


Un ejemplo del Otro
EL OTRO la necesidad: del deseo: la madre del amor: la madre
la madre .nutricia deseante y deseada Ideal

I
i
Figura 5
Diferencia entre Necesidad, Deseo y Amor
.. '

164 65 i.

..'

..
/

J .~ L os tres,' d '
estinos J. .
prtnctpa1es
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de las pulBion~s sexuales:
represion; sublimación
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y fantasma.
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.g El concepto delnarcisismo
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Habíamos dicho que el placer obtenido por las
1J3itdlH'a~"
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l;tI • ....
< [ pulsiones sexuales era uJ.placer limitado. De
acuerdo. Pero ¿porqué "limitado"? Y asimismo,
o ,•.J .
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;¡ ¿por qué se contentan las Ilulsiones sexuales con
o 1f oS < '"
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•17
1, •

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i ¡í -
.~"" N

.. ~"'.~e
objetos fantasmatizados yn'o con objetos concretos
!

~ oS:
,'i y reales? Para responder, '[ayamos a la figura 6.
",,~

!2
.'
-------------~---w: 1 ¡
! 0"" Observamos que las pulsíones sexuales obtienen
r.. ~ ~
. :.......... : " .' " . ¡

~~ PH.l~t.:MIIl_OZ 1<1Jl:;)~~...;¡¡<9';ozl¡.,<z.f.o~Q'):EI<Q')1 j 'él ~


tan sólo un placer limitado porque es el único

ca. II ~
.s6.»'" placer que pudieron alcanzar, en reñida lucha,
tras escapar alar, .efensas del yo. ¿Qué defensas?
~ En primer lugar, ·l!!. repr~sión. Ahora bien, la
.~ 1 ~ represión es también, a su manera, una fuerza o,
(iL o '"
r% ~ t mejor aún, unapulsión del yo. ¿Querrá esto decir
f· ~ ~
."< ] que hay dos gru.pos de pu.
ílaioneaopuestas:
.' ¡ .
el. grupo
.
de las pulsiones que tienden! a la descarga, llama-
¡¡j
\ '"~
e
.~
das pulsiones sexuales, y elgrupo de las pulsiones
que se oponenaestas.Ilamadas pulsiones del yo?
'"
~
J -=J:>.
j
Sí, .esta es justamente la primera teoría de las
pulsiones que Freud propone al comienzo de su

r
! '.
b-,-'--~.s I

67

¡
¡
1
//

x
¡
obra, antes de introducirlel concepto de narcisismo sexual ideal (incesto) por otraineta no sexual pero
en 1914. Veremos muy ~ronto cuál es la segunda valorada socialmente. Las remizaciones cultura-
teoría -complementaria de la primera- formu- les y artísticas; las relaciori's de cariño entre
lada a partir de esafecha, pero por ahora distinga- padres e hijos, los sentimieni~s de amistad y los
mos dos tendencias pulsionalesantagónicas: las vínculos sentimentales en .1á'. pareja, son todos
pulsiones sexuales repri'midasy laspulsiones del ellos expresiones sociales de l's pulsiones sexua-
yo represoras. Las primeras persiguen el placer les desviadas de. su meta virj;Jfal. La amistad, por
sexual absoluto, mientras que las segundas se le ejemplo, es alimentada por~nil. pulsión sexual
oponen. El resultado dk, este conflicto consiste desviada hacia una meta socí~l.

es~'l1o
precisamente en aquel placer derivado y parcial
que hemos denominado rplacer sexual, O El Fantasma. El otro impuesto por el

t,
1.....,
yo es más complicado, pero co'prender su meca-
nismo nos permitirá explicaJ:'~a razón por la que
los objetos con los que la pul!ión obtiene placer
Si se pliegan ustedes, a la lógica del funciona- sexual son objetos fantasmat~ados y no objetos
miento psíquico en cuatro tiemposvadmitirán fá- reales. Este otro obstáculo qtl el yo opone a las
cilmente que el destino ~e las pulsiones sexuales pulsiones sexuales consiste, Aten un cambio de
es. siempre el mismo: esbncondenadas a encon- meta como sucedía con la sublrmación, sino en un
trar en el camino de su rheta ideal elescollo de las cambio de objeto. En el lugar ¡fe un objeto real, el
pulsiones del yo, es decii· el obstáculo de la repre-
,
yo instala un objeto fantasmat!t\ado, C0r.10 si, para
detener el impulso de lapu~ión sexual, el yo
{

sión..Pero, además de la represión; el yo opone


otros dos escollos a la.~ pulsiones sexuales: la contentara a la pulsión engañándola con la ilusión
sublimación y el fantasIha. de un objeto fantasmatfzado.!i
I
O La Sublimación. El primero de estos esco-
Ahora bien, ¿cómo logra el • semejante núme-
ro de escamoteádorfPues biln, para trocar el

sublimacióny consiste tJ
llos consiste en desviarleUrayectode la pulsión
cambiando su meta: Jsta maniobra se llama
reemplazo d' la meta
objeto real por un objeto fanta"matizado, primero
I
debe incorporar dentro de sí objeto real hasta
transformarlo en fantasma. Tg.IIlemos un ejemplo

69

I
¡
*~
1.
:~i¡

//
i
1
f
y dividamos artificiálmente en seis etapas esta sobre un fantasma que aplaca;
la sed de la pulsión
treta del y o . . y procura un placer parcialque hemos calificado
1. Imaginemos u¡a relación afectiva con al- de "sexual" ensentidoam~lio.
guien que nos atrae.iSup~ngamosque esta perso- 6. Amaremos ..
u odiaremos
I
a nuestro prójimo
na sea el objeto real JI..cia,·el que la pulsión sexual según el modo que tenernos de querer o de odiar a
se orienta. '1: su doble fantasmatízado ert el interior de nosotros.
2. Nosotros (es deir el yo) frecuentamos a esta Todas nuestrasrelaciones~fectivas,y en particu-
• . 1 .

persona hasta incorIfrarla poco a poco dentro de lar la relación que se establece entre el paciente y

mismos.
I,.'
n~sotros y transform. r.,.la en una partoe de nosotros
..
su psicoanalista -amor de¡transferencia-, todas
estas relaciones se ajustan estrechamente a los
3. Ahora que elll?er amado está en nuestro moldes del fantasma; fantasmaj
que moviliza la
interior, lo tratamolcon un amor más poderoso actividad de las pulsiones sexuales y proporciona
aún que el que le deC¡:ábamos cuando era real. ¿Y placer. I
esto, por qué? porqlll". co.nvertido en una parte de . I
mí, lo quiero como mí mismo. Amar al otro es O El concepto de NarciJismo. Sin embargo, en
siempre amarse a sí¡¡nismo. las secuencias que acabambs de indicar no hemos
4. En este mome~lo la. persona amada cesa de subrayado lo suficiente el gesto esencial del yo que
hallarse. en ~l exteior de .nosotros y vi~e en le permite transformar al! amado real en objeto
nuestro interior c01r un objeto fantasmatizado fantasmatizado.¿De qué gesto se trata? Se trata
que sustenta nuestras pulsiones sexuales, reavi- de una torsión del yo )l~mada
·1
narcisismo, El
vándolas constante¡ente. La persona real ya no narcisismo es el stado singular del yo cuando
existe para nosotroslinobajo la forma de un fan- -para incorporar al otro real y transformarlo en
tasma, aunque por ira parte continuemos reco- fantasma- toma el lugar! de objeto sexual y se
nociéndole una exist¡p.cia autónoma en el mundo. hace amar y desear porla pulsión
,~
sexual. Antes de
Por consiguiente, cUllP-do amamos, amamos siem- hacer del amado un objeto fantasmatizado, se
pre a un ser mixto iechoa la vez del paño del hace él mismoobjetofantdsmatizado. Como si el
fantasma y de la pelona real existente afuera. yo, paradomara la pulsiénj la desviara de su meta
5. Así pues, la relación amorosa se asienta ideal y la sedujera, diciéndole: "¡Ya que buscas un

70 71'
,
¡
I
¡

I
¡ 1
objeto para alcanzar tus fines sexuáles.ven, sírve-
te de mí!" La díñcultadjteoríea delconcepto de
harcisismo está en comprender debidamente que Las fases de la s~kualidad
las pulsiones sexuales y el yo --identificado con el
objeto fantasmatizado-Iconstituyen dos partes
infantil y el compll¡jo de Edipo
de nosotros mismos. El yo-pulsión-sexual ama al
Yo-objeto-fantasmatizadd. Podemos formular en- Pero las pulsiones sexualll se remontan muy
tonces: el yo-pulsión se ama a sí mismo como objeto atrás en nuestrainfancia. Tie'm una historia que
sexual. El narcisismo no se define en absoluto va puntuando el desarrollo'l~e nuestro cuerpo
por un simple retorno sobre sí en un "amarse a sí infantil. Su evolución comienzldesde el nacimien-
mismo", sino en un "amarse a sí mismo como ob- to y culmina entre los tres y l~s cinco años con la
jeto sexual": el yo-pulsión-sexual amaal yo-objeto- aparici6n del complejo de :E~ipo, que, señala el
fantasmatizado-sexual. Hemos de precisar que el apego del niño al progenitor d~l sexo opuesto y su
yo es un objeto fantasIÍlatizado por su propia hostilidad hacia el progenitorlel mismo sexo. La
naturaleza ilusoria, y es'unobjeto sexual por el mayoría de los acontecimientos sobrevenidos du-
placer que suscita al satisfacer parcialmente la rante estos primeros años de l~vida quedan sella-
pulsión. De hecho, el amÓr narcisístícodel yo por dos por un olvid,o que Freud'l.,lIhenomina amnesia
sí mismo en tanto objeto éexual y fantasmatizado infantil." .
está en la base de la forniacíón de todos nuestros Podemos despejar brevemente tres fases en la
fantasmas. Podemos deducir de ello, .en cense- historia de laspulsiones sexulñes infantiles. Tres
cuencia, que en todo fantasma, más exactamente fases que se distinguen segúrila dominancia de la
en cada personaje fantasmátieo, el clínico debe zona erógena: la fase oral/'n la cual la zona
descubrir la presencia d¿l yo. .' dominante es la boca, la fasianal donde el que
Para resumir este capítulo sobre los diferentes prevalece es el ano, y la faser1fica con la primacía
destinos de las pulsíones sexuales,, .digamos que del fantasma del órgano genit~lmasculino(Falo).
.; ""

estas, pueden ser reprimidas, sublimadas, o inclu-


so engañadas por el fantAsma. ' *
I ',j:
1
72 73
J
¡¡

1
!
I

La fase oral abar~ los seis primeros meses del do- un intenso placer sexual. No olvidemos que la
lactante; la boca es l¡zona erógena preeminente y afición a los objetos realJs es ante todo afición a
esta procura al belié no sólo la satisfacción de objetos fantasmatizados, y que estos objetos
alimentarse, sino solbre todo el placer de chupar, fantasmatizados son el yd mismo. De este modo, el
. ·1
es decir de poner wmovimiento los labios, la pulgar real que el niño fhupa es en verdad un
lengua y.el palada~ln una alternancia ritmada. objeto fantasmatizado que él acaricia, es decir: él
Cuando se utiliza !ji expresión "pulsión oral" o mismo (narcisí '10). Pa~a
• ¡
concluir, agreguemos
"placer oral", es prJiso descartar toda relación que existe además una fase oral tardía que co-
excluyente con el al~ento: El placer.~ral es fun- mienza en el sexto mes de vida con la aparición de
damentalmente pla~r de ejercer SUCClon sobre un los primeros dientes. El placer sexual de morder,
objeto que se tiene 9P la boca o que se lleva a la a veces con rabia, completa el placer de la succión.
ir
,\i;j;¡; .

boca, y que obliga a cavidad bucal a contraerse I


y aflojarse sucesiva¡pente. Para el lactante -lo
hemos visto-, esta linancia de placer, que está al
margen de la sacíédad, debe ser calificada de
1
La fase anal se desarrolla durante los dos y
sexual. El objeto d1ta pulsión oral no es, por lo tres años. Elorificio anales la zona erógena domi-
tanto, la leche que él niño ingiere en carácter de nante y las deposicioneseonstituyen el objetoreal

I.·•.
alimento, sino el flU de.. leche calie.nte que excita
la mucosa, o inclus¡el pezón del pecho materno,
qJle materializa el objeto fantasmatizado de las
pulsiones anales, De .lal misma manera en que
el chupete, y luego, ~~empo después, una parte del distinguíamos placer de comer y placer sexual de
cuerpo propio, casi s'iElmpre los dedos y sobre todo la succión, debemos separar aquí el placer orgáni-
el pulgar, todos ell; objetos reales que susten- co de defecar, alivíandojuna necesidad corporal,
tan el movimiento cil1enciado de la succión. Y que del placer sexual consist~rite en retener las heces
son todos ellos objeti'pretexto a los que se engan- para después expJllsarla~bmscamente.La excita-
chan los fantasmas. ~uandoobservamos a un niño ción sexual de.lamucosáanal es provocada ante
chupándose el pulglf metido contra el hueco del todo por mi especial rit~o del esfínter cuando se
paladar, con la mirada soñadora, podemos deducir contrae, para retenervy.se dilata, para evacuar,
que experimenta !;sicoanalíticamente hablan- - " I
1
7:5
74-
¡
1
'(
s

1
j
¡
I
Originariamente, s610 hémoe conocido 'objetos sexuales:
el psicoanálisis ndsmUf.~stra que ciertas personas
las partes genitales, tan ritni.'hdos como lo habían
estado los movimientos alte1\.ados de la succión
a las que creemos_simplementerespetary estimar,
para el placer oraly de la rete!ciónlexpulsión para

I
.j" ,para. nuestro inconsciente
pueden continuar siendo objetos sexuales.
' , S. Freud
el placer anal., ':1 '
Al comienzo de la fase fálIca, nena y varoncito
, creen que todos los seres hll!anos tienen o debe-
,' J rían tener "un falo". Ladifelncia de sexos hom-
La fase fálica precede ál estado final del desarro-
llo sexual, es decir alaorganizacióngenital definitiva. bre/mujer es percibida entoAtes por el niño como
Entre la fase fálica, que se extiende de los tres a los la oposición entre, quienes pq'een el falo y quienes
cinco años, y la organización genital propiamente están privados del falo(ci~rados). Más tarde,
dicha, que aparece en la pubertad, se intercala un niña y varón seguirán sendfs divergentes hasta
período llamado "de latencia" durante el cual las adquirir su identidad sexuallefinit~vaen la edad
pulsiones sexuales se encuentraninhibidas. de la pubertad. Estas sendaa' son diferentes por-
En el transcurso de 'la fase fálica, el órgano que el objeto fantasmatizací~(falo) con el que se
genital masculino -perle-desempéña el papel satisface la pulsión fálica, ¡Jquiere valores dis-
dominante. En lo que se tefiere a la niña, el clítoris tintos en uno y en otro. Pál:'a el varón el objeto
.es considerado por Freud como un atributo fálico, de la pulsión, es decir el fal3t es la madre, o más
fuente de excitación. AIsemejanza de las otras bien la madre fantasma~iza<it,y a veces, curiosa-
fases, un objeto real da b.siento al objeto fantas- mente -lo veremos-c-el PI'1~re fantasmatizado.
matizado. Aquí, el pene ~, elclítoris no son sino los Para la niña.vel ob,detoe~¡llnte todo la madre
soportes concretos y reales de un objeto fantas- fantasmatizada y en un se~do tiempo el padre.
matizado denominado fálo. 6 En realidad, lo que El varoncito ent,~a en el EdiPI~y se pone a manipu-
I " " lar su pene, al tiempo que s abandona a fantas-
.prevalece en esta fase no ¡ea el órganopeniano
, " ..
sino
el fantasma de este órgano, mas ligados a su madre, D .pués, bajo el efecto
, es decir su sobreva- combinado de la amenaza d~t:astraciónproferida
luación en cuanto símbolo del poder.En cuanto al
placer sexual, resulta erÍ, esta fase de las caricias por el padre y la angustia pro'Jocada por la percep-
masturbatorias y de los tocmnientosritmados de ciónde~ cuerpo femeni~opr~ladode falo, el varón
, ¡ '" ', renuncia a poseer el obJeto-úfadre. Elafecto alre-
o • ;"".~

7~ ¡
77
¡
¡
I
1
¡
'~i~

//

dedor del cual se orgañj.za, culmina y se disuelve el


I
t.

ese otro "falo" ine ·timable~ue es el amor proce-


Edipo masculino, es¡ angustia; la angustia así dente del amado. ua angus}ia de castración en la
llamada de castraci¡', es decir el temor de ser mujer no es otra cosa que l~ angustia de perder el
privado de aquella pajj;e del cuerpo. que el varón amor del ser amado. En ,una palabra, los dos
considera, a esta eda&.l.·.•. .c omoel objet.o más precia- afectos primordiales que .decidirán el desenlace
do: su pene/falo. I del Edipo femenino sonla!envidia
, celosa del pe-
En la niña peque~,el tránsito de la madre al ne / falo y la angustia de perder el amor.
padre es más compl¡j? El acontecimiento capi-
tal del Edipo femeni) .•o., es la decepcto.'n que siente - . '.. ,. . l'
. .... ,.: I '..

la niña al cornprobasjla falta de un falo del que Comentario sobre . • el .


creía haber sido dota a. Este sentimiento de de-
cepción en el que se¡ezclan rencor y nostalgia,
el Edipo d~l varón:
. , 1

adquirirá la forma ac¡bada de un afecto de envi- el papel esencial-del padre


dia: la envidia del ~~ne/falo. El afecto en cuyo }
I
derredor gravita elE.jipo femenino no es, por lo Quisiera disipar aquíun frecuente malenten-
tanto, la angustia caja en el caso del varón, sino dido enlo que concierne a\Edipo del varón, y en
la envidia. Envidia c<~losa del pene que rápida- particular al papel que desempeña en él el padre,
mente pasará a serleseo de tener un hijo del Habitualmente, tal como nosotros mismos acaba-
padre, y más tarde, ,na vez que la niña se haya mos de hacerlo, ponemos el acento en el apego del
convertido en mujer!ldeseo de tener un hijo del varón a su madre como objeto sexual y en el odio
hombre elegido. Preciiemos no obstante que Freud hacia
.
el padre. Ahora
. .
bien,
t
sin renegar de esta
completó mucho después la teoría de la castración configuraciónclásica del Edípo; Freud privilegió
en la ~iñ.a, reconocielIoque la e~;idia celosa no hasta tal extremo la relación del varón con su
era la umca respuestlllla castración que ella cree padre que no vacilaremos~n hacer del padre-y
definitivamente cumiida a causa de su falta de no de la madre-- el persortajeprincipaldel Edipo
pene. Existe además ~ la mujer otro afecto edípico masculino. El argumentales el siguiente. En la
aparte de la envidia,i' ~se: de la an~stia, no de primera etapa de la formación
1
del Edipo, recono-
perder el pene/falo qU~Jamas tuvo, SInO de perder cernas los dos tipos devínculación afectiva del
¡
1

78 79'¡ .
\
1
t
1
varón: un apego deseante hacia la madre conside- ta de curiosa manera. El verda:'l1ero Edipo inver-
rada como objeto Sexual, y:sobre todo una inclina- tido -expresión harto utilizadl y rara vez com-
ción ,hacia el padre tomado-como modelo para prendida- consiste en el cam6'b radical de esta-
imitar. El varón hace de Su padre unideal en el tuto del objeto-padre: el padrer~parece a los ojos
que él mismo quisiera corlvertirse.Mientras que del varón como un deseable ob/l,.!'.o sexual. Todo se
el vínculo con la madre ---.1objeto sexual- se ali-
menta del impulso del dkseo, el vínculo con el
padre -,-objeto ideal- deshansa en un sentimien-
i
ha trastocado. De objeto idear que despertaba
admiración, ternura y amor, el ,adre ha pasado a
ser un objeto sexual que excita~l deseo. Antes, el
to de amor nacido de la identíficacián con un ideal. padre era lo que uno quería se" un ideal; ahora,
Estos dos sentimientos, de~eo por la madre y amor el padre es lo que uno querríltener, un objeto
por el padre, nos dice Frerld, se acercan el unoal sexual. En 'síntesisvel padre s~fpresenta para el
otro, "[...] terminan por ~ncoIltrarse,y de esta var6n bajo tres figuras diferenjes: amado como
confluencia nace el complejo de Edipo nozmal".7 un. ideal, odiado como un rival (deseado como un
Ahora bien, ¿qué sucede ~l producirse este en- objeto sexual. Esto es10 que nosámportaba subra-
cuentro? El chiquillo se ve!turbado parla presen- yar: lo esencial del Edipo mascdrino son las vicisi-
cia del padre, que obstaculiza su impulso desean- tudes de la relaci6n del var61' respecto de su
te hacia la madre. La identificaci6n amorosa con el padre, y no -como generalmel!te se cree- res-
padre ideal se transforma brimero en una actitud pecto de su madre'ipues la causlfuás frecuente de
hostil y acaba luego en una .identífícación con el la neurosis del hombre adu1tor~'ideen el vínculo
',~

padreen cuanto hombre Ide la madre. El niño perturbado con el padre.


quiere en realidad reemplazar a su padre junto a
la madre, considerada comÓ o~jeto sexual, y pasar
a Ser el compañero elegidotpdrella.D~aeluego,
todos estos afectos para contl padre se entrecruzan
t, '* ¡IJt
""
Unas pocas pa,.•bras mIs' ara subrayar las
ysecombinan en una mezela de ternura hacia el particularidades de la fase fáli~, crucial si se la
ideal, de animosidad hacíajel intruso yde apetito compara con las fases precede~es por cuanto de
de poseerlos atributos del hombre. , ' ' su desenlace dependerá la ídenjldad sexual en la
Con todo, puede ocurrir~ueelEdipose invier-
'\lll
edad adulta. Veamos los aspec~s que habrá que
I
80 I¡ 81
¡

I
j:,

~
,%!

I
II
retener. Señalemosipmeramente que en esta cuerpo de la amenaza de castración, es decir pre-
fase, el objeto fantasl•.a.ti..z ado de la pulsión ya no servar el pene, o bien conservar el objeto de su
se asienta únicamen .. sobre una parte del cuerpo pulsión, es decir la madre.Debe elegir entre salvar
del individuo, como elpulgar o los excrementos (y
ahora el pene o el clít¡is), sino sobre una persona.
..,
su pene y renunciar asu rriadre, o no renunciar
.
su madre peroentonces.saerífícar su pene. Indu-
a

El objeto fantasmatij¡ado de la pulsión (falo) ad- dablemente, el desenlaceb.ormal consiste en re-


quiere ahora la figuride una madre o de un padre nunciar a la madre y salfar la integridad de la
presa ellos mismos dé.. sus deseos y pulsiones. La persona. El amor n~lrcisikta prevalece sobre el
madre es percibida pir el varón de la fase fálica a amor objetal. Estaalterdativa que yo presento
través del fantasma¡~ una madredeseante; y lo como el drama que.habría'vívido un niño Edípico 1
mismo, sin duda, enlluanto al padre. es, en verdad, la
,
misma
. 'que
, atravesamos. todos en
Señalemos tambi~p que durante esta fase el ciertos momentos de nuestra existencia, cuando .i
niño hace por Primerivez la experiencia de perder nos vemos forzados a tornar decisiones en las que
el objeto de la pulsión, no a consecuencia de una se juega la pérdida de lo que
I
nos es más preciado.
evolución natural, J'ómo había ocurrido en los Entonces, para preservar nuestro
I
ser, a menudo 10
estadios precedentel<destete, por ejemplo), sino que abandonamos es el objeto. Está en la natura-
I
en respuesta a una ¡\¡¡~mminación. El varón elige Ieza del ser humano .el ser gobernado por su

perder su objeto-malre y someterse a la ley uni- tendencia egoísta a la autoconservación.
.versal de prohibicióyel incesto. Ley que el padre I
ordena a su hijo resPj.~.arbajO pena de privarlo del !i
pene/falo. 1I
Señalemos finah¡ente que la fase fálica es la
.única que concluye c~ la resolución de una opción
I
!
decisiva: el varón dierá optar entre salvar una
parte de su cuerpo o il¡llvar el objeto de su pulsión.
Esta alternativa eq.ivale, en definitiva, a elegir
una forma ~ otra delalo: o. b~en el pene, o bien la
madre. El niño deb~l\á decidir entre preservar su
1
82 83
1
I
1
//

Pulsiones detida
y pulsiones delJJ:uerte.
El deseo activod! pasado
Les anuncié que Freud m'ificó su primera
teoría de las pulsiones, que oplfinía las pulsiones
represoras del yo a las pulsj~Íles sexuales. La
razón principal de esta modific'lción fue el descu-
brimiento del narcisismo. Enrfecto, recordemos
que, para engañar a las pulsi()~es, el yo se había
convertido en un objeto sexual f1ntasmatizado: ya
no hay por qué distinguir entre}!nsupuesto objeto
sexual exterior hacia el que se}lclinaría la libido
pulsional, y el yo mismo.'El obj;lo sexual exterior,
el objeto sexual fantasmatizadf> y el yo son una
sola y misma cosa que llam¡ffuos objeto de la
pulsión, Adoptado este punto~'vista, habíamos
concluido: el yo se desea a sí JIlsmo como objeto
•. ,·,'·;''Mi'" •

pulsional.

85
¡
1

i
Pero si la libido las pulsiones sexuales puede
¡
¡
do la tensión intenta aliviarse sobre el mundo
dirigirse a ese ob~eTnico que es el yo, entonces ya exterior, pero ene! casolen que estas pulsiones '
no h~y por que r¡;onocer al yo una vol~ntad permanecen en el iIlterior¡ de nosotros, son profun-
consciente de censura respecto de la pulsiones damente benéficas y regeneradoras,
sexuales. Por consriente, las pulsiones del yo Observemos que.estos'dosgrupos de pulsiones
desaparecen de la ¡~oría de Freud, y con ellas el actúan no solamente de consuno, sino que compar-
par antagónico pul¡¡.iones del yo/pulsiones sexua- ten un rasgo' com ún. Qiüsiera detenerme aquí i
les. Freud proponlentonces agrupar. los movi-
, '

porque este rasgo constituye un concepto absolu-


mientos libidinale~ dirigidos tanto sobre el yo t
tamente nuevo, un verdadero salto en el pensa-
como sobre los objels sexuales, bajo la expresión
única de pulsionesle vida, que él opone a la de
fS
miento freudiano. ¿Cuál ese rasgo común a las
pulsiones de vida yde.muerte? ¿Cuál.es ese con"
pulsiones de muertif'La meta de las pulsiones de cepto nuevo? Más allá desu diferencia, las pulsiones
vida es la ligazón ipidinal, es decir el estableci- de vida y de muerte-aspiran a restablecer un
miento de lazos -li!:lido mediante-e- entre nuestro estado anterior en el tiempo. Sea la pulsión de vida
psiquismo, nuestrolbuerpo, los seres y las cosas. la que, anudando seres y cosas, aumenta la ten-
~a~ ?ulsiones de 'ida tienden a in:~stirlo todo sión, o la pulsíón de muerte que aspira a la calma
Iibídinalmente y a~segurar la cohesión entre las y al retorno acero, amba~ tienden a reproducir, a '
diferentes partes dlW,<'mundo vivo. Las pulsiones de repetir una situaciónpasada, haya sido esta agra-
muerte, en cambio ,rse orientan a desprender la' dable o desagradable, placentera o displacentera,
libido de los objet0ita su desligazén y al retorno
, '

serena o agitada. Aquellos que nos hablan, nues-


~nelu~ta.ble del ser ¡vo aja tensió~ cero, al estado tros pacientes, suelen mostrar una tendencia a
morgamco, En estj. aspecto, señalemos que la repetir sus fracasos y s~frimientos con un vigor
"muerte" que presiir estas pulsiones no es siem- más poderoso aún que el que los conduce a reco-
pre sinónimo de d.¡trucción, guerra o agresión. brar los acontecimientos gratos del pasado. Así el
Las pulsiones de mifrte representan la tendencia caso de aquel director de empresa siempre creativo,
del ser vivo a encoIi:lirar la calma .de la muerte, el queno puede evitar que ~usproyectos,sederrum-
reposo y el silencio.ts verdad que pueden ocasio- ben indefectiblemente apenas realizados, como si
nar también las acciones más criminales, cuando
."""[,
estuviesen com. mados por la fatalidad.
l' ",
¡
86
87
1,

1
1
I
En síntesis, el nuevo concepto introducido por tensión. De ahí que Freud collsidere la compulsión
Freud con la segunda tboríadelas pulsiones es el a la repetición como una fulza que desborda los
dela compulsión a la repeticián.
, enel
.
tiempo." La límites del principio de plac;rr, que va más allá de
la búsqueda del acer, Sin erri~argo, el par pulsiones
. . . .

exigencia de repetir el pasado doloroso es más


fuerte que la búsqueda del placer en el aconteci- de vida y de muerte se rigeliempre por la acción
,
miento futuro. La compulsión a repetir es una conjugada de estos dos pn1cipios capitales del
pulsión primera y fundamental, pulsión de funcionamiento mental:reé~contrar el pasado y
• 'diMl\

pulsiones; no es ya un principio que orienta, sino reencontrar el placer.


una tendencia que exige volver atrás para reen-
contrar lo que. ya tuvo ¡lugar. El deseo activo del
pasado, aun SI el pasado fue malo para el yo, se
explica por esta compulsióna retomar lo que no
había sido terminado, Con la voluntad de comple-
l· . .
tarlo. Habíamos demostrado que nuestros actos
involuntarios eran loslsustítutos de una acción
ideal e incumplida. La compulsión a la repetición
sería, pues, este deseo de retornar al pasado para
perfeccionar sin escollds y sin demoras la acción
que había quedado en suspenso, como si las pul-
siones inconscientes no'se resignaran nunca a ser
condenadas a la represión.
,
Podemos afirmar entonces
, . que la compulsión a
repetir en el tiempoes más irresistible todavía que
la pulsión a reencontrár el placer. La tendencia
conservadora -la de v6Iveratrás-.. propia de las
pulsiones de vida y de nmerte, prima sobre la otra
tendencia, igualmente ~onservadora.·.regida por el
l ' -

principio de placer, la de recuperar un estado sin


1
188 89
1.

I!
La segunda teoría
del aparato psíquico:
el Yo, el Ello y ~t Superyó
I
El aparato psiquico se divide en un "ello»
que es el portador de las mocionespulsionales,
un 'yo" que canstituye la partemás superficial del t'ello",
modificada por la influencia del mundo exterior,
y un "superyo" que. surgido.del "ello". domina al yo
y representa las: inhibiciones de la puleián,
earactertsticas del hombre.
t
i
S. Freud
¡
\'

La dificultad teórica que conduce a Freud a


establecer una nueva concepción de psiquismo es
. . . ,
el problema de . la represión. Su experiencia de
terapeuta le ha hecho comprender que la repre-
, sión no se expresa en la clínica como una censura
,j

que el paciente . eiercería c¡mstantemente sobre


sus pulsiones. No, .a represión
1
no es una repulsa
consciente deldeseo y de Iaspulsiones inconscien-
tes, sino una barrera de regulacíón automática
¡

911
1
11
11
¡1
¡
que opera a espaldas liel sujeto. Las resistencias componentes del aparato psfquico pueden ser in-
del analizante, por ejemplo, al progreso de la cura conscientes, eLinconsci~nt~lesade ser ~na enti-
0"0 son de ningún mod6 intencionales: el paciente dad autónoma y se convíertéísn una propiedad de
resiste, pero no sabe por qué ni cómo resiste. El cada una de esas instancial Hagamos memoria.
malestar de los analízantes durante sus sesiones, Hasta aquí habíamos disfinguido el sistema
sus quejas frecuentes Óel empobrecimiento de sus preconsciente!consciente de¡sistema inconscien-
asociaciones de ideas;! mostraron a Freud que la te, considerado este último,jomo sin6nimo de lo
represión, y más generalmente el conjunto de los reprimido. Pues bien, a partIrdel momento en que
mecanismos de defensk del yo, trabajan al servicio se comprueba que la represi~n es también incons-
del inconsciente. Frebd , deduce entonces que la ciente, ya no es posible áslfhilar inconsciente y
represi6n es un gesto del yo tan inconsciente como reprimido. El inconsciente «1 a un tiempo repre-
las representaciones irl.conscientes que él reprime. sión y reprimido. Freudrerlfrncia asíhacia 1920,
Con esta hipótesis, sé hace imposible continuar en mitad de su obra, a cori'!ebir el inconsciente
pensando que habría Jn yo consciente que reprime como un sistemaautónomOil' privilegia la acep-
y un reprimido incons¿iente
\.
que
.
presiona. De aquí ci6n descriptiva del térmi.nJ .inconsciente, que él
en más tenemos que reconocer que el yo es una define como cualidad atribui 'le a cada una de las
instancia mixta en la que coexisten partes y fun- instancias del aparato psíqJi!co.
ciones a la vez conscientes, preconscientes e in- Sin embargo, de las tresftstancias psíquicas,
conscientes. Desde esile momento, ya no podemos es el El.lo el que, en la nu.evaJ~arta geográfica del
identificar el yo con la cAncienciay
I .
so.stener q.ueel yo.
.". .
psiquismo, pasa a ser la región más fácilmente
sería la conciencia de sí. No, el yo es una de las tres identificable con eLinconscii!tte. Lo inconsciente
instancias del aparato psíquíc«
, cuya parteconsciente es sin duda un atributo dlll:l as tres instancias
es más bien reducida. Observemos queotrainstancia, psíquicas, pero quien está. .ás marcado por el
el supery6, puede también no sólo hacerse oír en la rasgo específico del inconsciElte es el Ello. Escu-
conciencia, sino adJmás inducir insidiosa e chemos a Freud: "Ya no utirl.zaremos, pues, 'in-
inconscientemente lasconductas del sujeto," consciente' en el sentido sistrmático y daremos a
Con estas rectificdciones teóricas, elincons- lo que hasta ahora se desig!aba así un nombre
I .'
ciente adopta un n""vl:~tuto'Dado
.
que loo tres mejor que no se prestará ;ilmalentendido [oo.]:

93

I
I!
I

i' '
Ello. Este pronombl7" impersonal parece particu- sa, ello vive'. Ello, es decir el gran misterio del
larmente aproPiado.' •,. ara.· expresar la característi- mundo."ll. . I.
ca principal de esta rovincia psíquica [el incons- Pero si es verdad que ~l inconsciente en tanto
ciente], su caracte1itica de ser extraño al yo. »io sistema es intrínsecamente asimilable al Ello,
Lo que es importani; subrayar en estas frases es existen sin embargo algunas diferencias que pode-
la ide~ de que en ¡lnódulodelyo palpita sin mos resumir así: 1. j

embargo la cosa mil;s extraña al yo. Tanto si se • En el Ello encontramos no solamente repre-
llama al inconscienG"sistema" como en la prime- sentaciones inConscientesldecosas grabadas en el
ra teoría, o "Ello" como en la segunda, es siempre psiquismo bajo el impactó¡ del deseo de los otros,
el núcleo central de ¡\.lestro ser.y al mismo tiempo sino tambiénrepresentaciones innatas, propias
lo 'más impersonal ~ heterogéneo que existe. Se de la especie humana, inscriptas y transmitidas
comprende entonce¡.hasta qué punto el prono~­ filogenéticamente·1
bre "ello" es perfect~ente adecuado para desig- • A diferencia.del inconsciente, el Ello se pre-
nar esa cosa nuestrítan íntima que nos hace ac- senta como el gran raservorio de la libido narcisis-
tuar, y paradójical . . e.n te tan oscura, primitiva e ta y objetal donde el yor el superyó toman su
inapresable. •. energía para alimentar slfs acciones respectivas.
¿Qué es el Ello? fEs un concepto inventado por • Pero la distinción másimportante entre el
Groddeck y recogil". por Freud para expresar la Ello y el inconsciente es la capacidad asombrosa
sobredeterminaciór . que ejerce sobre el yo una del Ello de percibir enel interior de' sí mismo las
fuerza desconocida e íntima a la vez. "Yo afirmo variaciones de t msión pulsíonal,
:)
Freud califica
-escribe GroddeCk; que el hombre está animado este curioso fenóiaenode autopercepciáti endopsi-
por lo Desconocidoilluna fuerza maravillosa que quica. Agreguemos que las¡ modificaciones de ten-
gobierna lo que hac¡y lo que le sucede. La propo- sión pulsional autopercibídas por el Ello serán
sición 'yo vivo' es sói parcialmente correcta, pues traducidas en la conciencia en forma de senti-

no expresa más q'i!;un aspecto de lo vivido. En mientos de placer o dedi~placer.
¡
realidad: 'El hombries vivido por el Ello' ". Y más 1
adelante: "Decir 'yo,ienso, yo vivo' es una menti- *
ra y una deformaciqp. Habría que decir 'Ello píen-
(~.

94 95:
I
i
1

I, •
1
1,
J
1

1
¡
Un último comentario sobre elyo.En psicoaná- proyección mental de la sup~jlficie del cuerpo pro-
lisis, el yo no designa.al individuo o a la persona, pio; más exactamente, como1\ proyección mental
sino una instancia deljaparato psíquico afectada de los contornos de nuestro :<lerpa.
. 1os rasgos srguien
por . . ties: Ahora bien,'. para compr~!der aún mejor ese
• una organización muy estructurada de concepto abstracto que es ~. yo, nos es preciso
las representaciones mayoritariamente incons- imaginarlo bajo la doble figlfra de un personaje
cientes, pero igualmente preconscientes y tan ~ronto activo,tan prontc!angustiado. Act~vo,
conscientes; .! realiza no solamente funcíónes perceptuales,
• una localización ~spacial excepcional entre adaptativas y de síntesis, sin~ue principalmente
,
dos mundos que le son intrínsecamente extraños: toma en el Ello la parte más!ande de su libido e
. . .' l····
el del adentro, el Ello, y el del afuera, la realidad incluso, como Freud lo repitió.1í:t menudo, ambicio-
exterior; ¡ na apropiarse del reino oscu;!del Ello, civilizar al
Ello. "Ahí donde era el Ello, 3cribía Freud, el yo
• una sensibilidad que 10 constituye en la
antena del psiquismo, ~n el órgano de percepción i.l
debe advenir";" o. incluso: .".E. .p. sicoanálisis es un
procedimiento que facilita allyo la conquista pro-
de todas las excitaciodes, provengan del adentro
(variaciones de. la tensión pulsional) o del afuera. gresiva del E l l o . " . 1 .
Esta función de radar se completa con otra función La otra figura del yo,pasiv'yangustiada, es la
que es la de integrar ~.' adaptar la vida pulsional que este adopta .para defendl'se de las excitacio-
interna a las exigenciJs del mundo externo; nes peligrosas provenientes <11 Ello y del mundo
• una génesis particular, porqueel yo ha nacido exterior. Las excitaciones pftlsionales internas
del Ello, como un pedazo de él que se habría estimulan al yo de manera dilcta o indirecta. La
desprendido; I ., . vía directa es la de las exi~ncias pulsionales
apremiantes y desconsíderadjís, mientras que la
• un desarrollo cuyo camino está jalonado por
las identificaciones subesivas con los diversos ob- indirecta pasa por la mediacigh del superyó para
jetos pulsionales tenidbs , en mira por el Ello (obje- hacer oír las exigenciasdel'[Ello. A la célebre
tos sexuales y fantasniatizados); * Recordemos que Lacan sustitl-e la palabra yo por la
• y, por último, un~relación exclusiva con el palabra je. Así, tenemos en españÓI: Allí donde estaba el
cuerpo, por lo mismo que el yo se define como la ello, el sujeto (je) del inconsciente ~éadvenir. [T.]
o 1 .
l.
;'11

196 97

1
¡
I
,~: X0f
1
1

fórmula de Lacan:IEIEllo habla", convendría
añadir: El Ello haia con la boca, la voz y las
palabras del supeI1lI' porque es el superyó el que I

x~.
le vocifera al yo las xigenciasdeLEllo. Pero, sea 1
cual fuere .el tipo del•. it.'ci?"" percibidas P"' '1

l..
yo, este SIente las IXlgencIas del Ello como un
peligro amenazad0i}¡ que lo angustia. El yo se 1¡
angustia porque rea o nder a exci~.• aciones tan in- El concepto p~icoanalítico
tensas equivaldría .• desaparecer, y se angustia
también por temor•.deser castigado por haber de identificación j

desobedecido las óri . · ~e. n .es del super.yó. Queda aún I .


un tercer motivo dejf.ngustia del yo: los apremios La obra de Freud está atravesada por la proble-
inherentes a la reiidad exterior. Enumeramos mática de la Identificación', de ahí que nos veamos
así tres variedades~eangustia yoica: la angustia precisados de presentar 81 , lector estas páginas
frente al Ello, ser aIjquilado; la angustia frente al acerca de dicho concepto psicoanalítico.P
i .
Superyó, ser castig~do; y por último, la angustia Para comenzar, recordemos las dos acepciones
frente a lo real, serEmpotente. que tiene la palabra "identificación" en el lenguaje
corriente. Se la"
ttiliza ,eA
¡
su primera acepción
para decir que encontramoe ¡
o reconocemos una
cosa. Por ejemplo-un experto en pintura identifi-
ca, es decir reconoce.vel [origen de un cuadro.
Asimismo el empleo de la sigla OVNI para indicar
quehemos creído ver en el bielo un "objeto volador
no identificado". La segunda acepción es la que
nos interesa más en psicoaháÍisis, y corresponde a
la forma reflexiva del "erb,o "identificar", es decir
"identificarse". Diremos qu~ un sujeto se identifica
con alguien o con algo cuando se confunde con él o
. . 1j .

98 991
1
I
t

~:
//

i'
con esa cosa, cuando se dirige al otro para asimi- asemejarse a su ídolo enlaJihanera de hablar,
larlo y asimilarse a él hasta hacerse idéntico a él; en la vestimenta o el peinlldo!Qbsérvese que es-
siendo el ejemplo más impactante eldel mimetis- ta identificación.con una star í!:uede dar lugar a la
mo. Un animal como el camaleón se vuelve seme- creación de un club de "fans~ e incluso al naci-
miento de una verdadera com~nidad, de una ver-
¡

jante -en apariencia-e-ra su mediocircundante.


Para escapar a sus predadores se confunde, es dadera familia organizada erí)~orno a una identi-
decir se identifica, con laarocas olos vegetales que ficación colectiva con una únic~figuraideal. Pero,
lo rodean. O bien, este otro ejemplo de un pez cuyo se trate de un niño que quiere'er como su padre o
f
parecido con las piedras corales que lo rodean es del joven que quiere parecersla su cantante pre-
de tal magnitud, que sóld recientemente pudo ser ferido, estamos e,n pres,encia. d,l.,I,un deseo conscien-
descubierto por los zoólbgos.Quisiera remarcar te de ser como el.otro. ", ,
que identificarse con es! una acción, un acto, el Sin embargo, hay una segun!1a manera de iden-
movimiento activo de un 'sujeto que quiere volver- tificarse con otro, en la que ellW>roceso no es cons-
se idéntico a otrodifererlte de él. ciente. Ciertamente, nos vemd'!arrastrados por el
Llegamos así al psicoanálisis. ¡Pues bíenl: el mi.s~o movimi~nto acti~o~eilha~ia el otro para
concepto psicoanalítico de identificación corres- asimilarlo y dejarnos asimilar'[ior el, pero se trata
.
¡

ponde a esta segunda definición según la cual


'
de un impulso espontáneo e iril"fleXivo de identifi-
"identificarse" es un movimiento hacia el otro, una cación. "Quiero ser el otro y qjJ:iero ser en el otro,
necesidad de absorberlo, de comerlo y hasta de pero no tengo conciencia de est~deseo." En psicoa-
devorarlo. Ahora bien, una persona tiene dos ma- nálisis, a este deseo no lo llam¿lhos así, ni tampoco
neras diferentes de identificarse con alguien o con envidia, sino deseo. Más exa~lamente: deseo in-
algo. Tomemos el caso rAás ¡
simple, elde un hijo consciente de ser el,otro.Este;leseo inconsciente
que se identifica con su 'padre. Puede hacerlo de puede ser llamado también "id.1'htificación incons-
. . , ' t"
dos maneras. La primera es, un deseo consciente ciente". Tomando el ejemplo 411 hijo y del padre,
de ser como su padre; a~í sucede con el varón de diremos que el hijo se identific~nconscientemente
siete años que sueña conlser '
tan fuerte
','
como su con su padre. Siendo así, ¿con~ué parte del padre
papá y que trata de imitarlo en todo. Esta es se identifica el hijo? El hijo pu~i%.e identificarse, es
también la actitud deJosl'fans" que se empeñan en decir incorporar dos aspectosáistintos del padre:
t' ".'''''

100
I 101
~

¡¡
,
en primer término piede identificarse con los ras- otro. Esta definición, que.tal vez les parezca dema-

l.
gos visibles de su pate, adoptar su porte, reprodu- siado abstracta, traduce, bien sin embargo las
cir sus mímicas y a v~ces, una vez adulto, ejercer la turbulencias y vivas agi,taciones de las fuerzas
profesión paterna. n•.. . tod.os estos ejemplos el hijo íntimas que circulan entre dos seres y los aproxi-
se parece a su padr . sinhabérselo propuesto y sin man sin que ellos lo sepan, Un hijo, por ejemplo,
t
tener conciencia de •110. Diremos entonces que el puede identificarse de manera tan inconsciente e
hijo se ha identificfoinconscientemente con los intensa con la falta que ~u padre cometió alguna
rasgos visibles del i~dre. Lejos de ser una imita- vez o creyó cometer, que Se sentirá culpable como
ción consciente, la s¡mejanza resulta de una iden- si él mismo la hubiera cometido. Tomemos otro
"

tificación inconsciente. ejemplo, el del hijo de unkgricultor que comunica


Ahora bien, el s~jeto puede identificarse ade- a su padre la decisión..• d~, abandonar definitiva-
más -siempre siníab(')rlo- no ya con talo cual mente el campo para hacerse marino. En medio de
particularidad ext~fory visible del otro, sino con su pesar, el pa .e recue~da súbitamente haber
emociones, sentim\tlntos, afectos, deseos y hasta soñado también él, dejovén, con navegar y unir su
fantasmas sepultallos en la vida interior de ese destino al mar. Sin sospecharlo, un hijo puede
¡
otro. Tan sepulta~s que, en ocasiones, el otro realizar treinta años después un viejo deseo olvi-
ignora albergar estas emociones, deseos o fantas- dado de su padre. I
mas. y se da el casmde que el sujeto -en nuestro Quisiera concluir mediante dos observaciones
ejemplo, el hijo- slidentifica inconscientemente que son tal vez lo esencial de lo que . tenía que
I
con sentimientos, tseos y fantasmas que el pro- decirles. Han comprendidn ustedes seguramente
pio padre desconoce. Quisiera repetir esta idea que hablar de.laídentíñcacíon de.una persona con
porque hace al nóilo del concepto psicoanalítico otra equivale pura y sirJplemente a hablar del
de identificación. S'tmepiden ustedes una defini- amor. Porque yo no puedo ~dentificarmecon otro si
ción de la identifi~ción desde el punto de vista este otro no es mi elegido. 0, para decirlo más
analítico, les diré eme la identificación es el movi- exactamente: identificarrrie con el otro, asimilarlo
j
miento activo e inc~nsciente de un sujeto, es decir y dejarme asimilar por é,l es, ni más ni menos,
el deseo inconscien¡' de un sujeto de apropiarse de amarlo. La identificacíónles, la palabra que nom-
los sentimientos y (Qs fantasmas inconscientes del bra el proceso dell'lmor.¡ .
!
102 103
1
¡
I
¡
¡
¡
Pero la identificación designa también un pro-
ceso tan esencial como elldel amor: el proceso de
formación del yo. Me e*plicaré·. planteando un
último interrogante. ¿Qufén
, somos, desde el punto
de vista de nuestro psiquismo? ¿Qué es el yo?
Quiero decir, ¿de qué sustancia
¡
está hecho nuestro
yo? Pues bien, la respuesta delpsicóanálisia es La transferJ1:tcia
es la puesta e! acto
muy clara: estamos hechos de todas las improntas
que dejan en nosotros lds seres y las cosas que
amamos intensamente o 4ue hemos amado inten- de una pulsión c~¡)'o objeto
samente y que, en ocasiones, hemos perdido. Es
decir.Jos seres y las cosas-con los que nos hemos
fantasmatil!do
identificado. Entonces, ¿huién soy yo? Yo soy la es el inconsciente del !sicoanalista
memoria viva de los sere§ a quienes amo hoy y de
los que amé antaño y luegb perdí. La.identificación Para concluir este libro,Ie~ledtré que entren
es lo que me hace amar ~. ser lo que soy. en el consultorio del psicoanaÍÍsta. Podrán com-

I probar allí hasta qué punto la i-11ación del pacien-


te con su terapeuta puedeen~ndersecomo una
expresión clínica de la vida d~las pulsiones, La
relación analítica se entabla e*!el nivel elemental
de las pulsiones, aun cuando estas no se expresen
sino a través de los fantasma. Del apego más
fervoroso a la hostilidad más!atente, el vínculo
1 analista/paciente toma todas.us particularida-
des de los fantasmas que alim~ttaronlas relacio-
nes afectivas vividas en leja~s tiempos por el
analizante. He aquí el fenóni'no de la transfe-
rencia. ¿Qué es la transferencillLa transferencia

104 105

I•
es una repetición mi especial: en vez de recordar nalista. Dicho de otra manera,1
la transferencia es
el pasado, el analiz\ftel0 repite como una expe- la puesta en acto, de una pulsión cuyo objeto fantas-
riencia vivida en el ies~nte de la cura, ignorando matizado es el ínconscíentejdel psicoanalista.
que se trata de unaífpetición. El paciente trans- La disponibilidad.del analista
\!
para la escucha,
fiere sus emociones ifantiles: del pasa~o hacia el que le permite no sólo operar con su inconsciente
presente y de sus Pldres hacia el analista, Debe sino también ofrecer su incoJsciente a las pulsíones
aclararse, no obstante, que el vínculo transferencial del paciente, ex], ea quellas producciones del
con el analista no ella simple reproducción en el inconsciente surgidas durante la cura se manifies-
presente de los lazos afectivos y deseantes del ten, por turno, en uno o en 0&0 de los participantes
pasado. La transfer~Ílcia es ante todo la puesta en del análisis. El reconoc:imie~tode esta alternancia
acto en el presente dlloSfantasmas que alimenta- me indujo justamente a pt,oponer la tesis de un
ron en otro tiempo l<iprimeros vínculos afectivos. inconsciente único. No, hay idos inconscientes que
Preciso es compreTerque la transferencia no pertenezcan, uno al analisti, y el otro al analizante,
es la simple repetición de una relación antigua sino un solo y único inconsciente. Las formaciones
concreta, sino la al,t,uali,za,ción de un fantasma del inconsciente, cuyaaparlción se alterna unas
1
1
permanente. veces en el analista y. otras en el analizante,
Ahora bien, el manejo de la transferencia re- pueden ser consideradas ,l~gítimamente como la
quiere por parte d~l analista no sólo una gran doble expresión de un único inconsciente, el de la
destreza, y experieiia, sino una constante activi- relación analítica. I¡
dad de autopercepión de los fantasmas que lo
atraviesan cuandoiscucha. El instrumento del * II '
psicoanalista no eS'iolamente su saber, sino ante
todo su propio inconsciente, único medio del que '
El psicoana ,1
'1'1SlS no es un SlS
1
istema cerra d o, a 1a
dispone para captaiel inconsciente del paciente. manera de una construcción abstracta. Está obli-
Si en el complejo diEdipo, el objeto de la pulsión gado a abrirse de manera chnstante y a avanzar a
fálica es la madre, ,i0sotros postularemos que, en tientas, porque debe tenet en cuenta incesante-
la transferencia, etbjeto de la pulsión analítica mente las enseñanzas que bl psicoanalista extrae
-llamémoslo así-les el inconsciente del psícoa- de su práctica. Este hechÓ, el solo hecho de que

106 , 1071 '

1
1
¡
1
1
r
¡
.
I
j
haya pacientes que expresan su dolor, incita al
psicoanalista a volver una y otra vez a los funda-
mentos del psicoanálisísjpara retomarlos y actua-
lizarlos como acabo de hacerlo yo en este libro. A
diferencia de otras disciplinas del espíritu, el psi-
coanálisis está necesariamente abierto, por cuan-
tose encuentra sometido incesantemente a la
prueba de esa verdad qiie es la escucha de quien
sufre y dice su sufrimieJto.
Extract<J's de la obra
1
* * de Sigifiund Freud

I . . , Biografía
de SigIpl'und Freud
I
I ¡. Selección
. l::hbliográfica
,11l:'Ii

I¡.

I
108
I
1
t
¡ .¡
1//
, I

¡ ,
I
Extractos de la obra
de Sigmund,Freud
,,' . 1 las ei
' L os t extos en negrzta1uepresentan as citas
pertenecen a J. D. Nasio., ,

El pSlCoana
. 'loo 1 proce dicmtento,
zszs es un

un método y la teoría que se deriva de él
¡
«Psicoanálisis es el nombre: 1) De un método de
investigación de proce,sosahímicos
¡
inaccesibles de
otro modo.
, 2) De un método
. t terapéutico de pertur-
baciones neuróticas basado en tal investigación; y
3) De una serie de conociniientos psicológicos así
adquiridos [... ].,,1 I
'.!

* I
!

El conocimiento favor'ec~ la cura, y la cura


nos hace conocer
,
lo nuevo
I

«[.oo] pero hay otra cosl que puedo afirmar


decididamente. En el psico~nálisis reinó desde el
principio una unión índísoluble entre curar e in-
1
111 1
¡
!,
t «"
! I
II
í
vestigar; el conocimienÍo
, trajo consigo el éxito E'l tiempo 4 y eltiempo 3de'fluestro esquema
terapéutico; fue imposible tratar a un paciente sin
aprender al mismo tiedJ.po algo nuevo; ninguna «Una parte [de las mocioneslulsionales sexua-
nueva información pudo adquirirse sin experi- les] presenta la.preciosapr~Biedad de dejarse
mentar simultáneamedte sus resultados bené- desviar de sus finalidades innl~diatas y así, como
ficos. Nuestro procedimfentoanaHtico es el único ten?~~cias "sublima~~s", pon~1 su energía .a dís-
conjunción.vé l
en el cual permanece hsegurada esta preciosa posicion de la evolución cultural [nuestro tiempo
4]. Pero otra parte permaneceln el inconsciente
como moción de deseo insatisfe~ha e impulsa a la
satisfacción, cualquiera sea,au!deformada [nues-
tro tiempo 3].,,4
¿Cuáles son los coJtenidoS de la teoría
psicoanalítica? ¡ *
«Una vez más he de Jeagrupar los factores que Lo que es, es el sustituto de l,~ que no ha sido
constituyen el contenido de esta teoría. Ellos son:
el acento puesto en la vida pulsionallafectividad), « [Los ] sin ..1
íntomas se originaren en SIituaci
uaciones
en la dinámica psíquica, en la significación y el que contenían unimpulso a~'l acción, impulso
determinismo generales, aun de los fenómenos .1.
[. ..] que había sido reprimído [. Es en el lugar de
psíquicos aparentemente más oscuros y más arbi- estas acciones que no han te~ido lugar donde
trarios, la doctrina del bonflicto psíquico y de la justamente los Síntoma: habí1surgido.,,5
naturaleza patógena dJ la represión, la concep-
ción de los síntomas m¿rbidos como satisfacción
sustitutiva, el reconoci:JÜento. de la significación
La represián. originaria o Laria es una
etiológica de la vida sexual, en particular la de los
albores de la sexualidad ínfantíl.s" .
del inconsciente . .\1 .
fijación del representante p'íquico al suelo

t Tenemos, pues, fundamentoslpara suponer una

12 113
1
I
1
f
¡
primera fase de la riresión, una represión primi-
!
Lo reprimido ..es solamente una parte del in.
, " ~

tiva, consistente en ire a la representación psíqui- consciente, estando


. . .la .otra
, parte constituida'
ca [representante-riPresentación] del instinto se por 1a represton misma 1
le ve negado el acceso a la conciencia. Esta nega- " 1"
t~~a produce una fijlión,.o s.ea que la represe.nta- «Todo lo reprimido tien~ que permanecer in-
cion de que se trateierdura inmutable a partir de
es momento, qU'dfO,'¡ instinto ligado a ella."
consciente; pero queremos dejar sentado desde un
principio que no forma po~ sí solo todo el conte-
nido de lo inconsciente. Lo !inconsciente tiene-un
alcance más amplio; lo reprimido es, por tanto,
una parte de lo inconscient~.»8
Luego que lo repimido ha llegado a la con-
ciencia bajo la (oima de ramificaciones, la
represión secundaria es la represión que lle- *1I¡ .'

va estas ramifica:¡jones a su lugar de origen, Lo reprimido dicta nuestros actos


es decir al inconsciente. La represión secun- y determina nuestras elecciones afectivas
daria puede llaml;'se también "propiamente , 1
dicha o "a posteri'fJri" «No es preciso, salvo ensueños, que los niños

«L~ ,segund.a fa'? de. la represión, o sea. la


represion prop¿ameite dicha, recae sobre ramifi-
recuerden jamás cuantoyjvenciaron, sin com-
prenderlo, a la edad de dos a~o¡j. [...] Pero, en todo
caso, esos recuerdos invaderl¡ alguna vez su vida en
"
caciones psíquicas dila representación reprimida. una época posterior bajo la¡ forma de impulsos
[... ] Así, pues, la represión propiamente dicha es obsesivos que dirigen 8US actos, que les imponen
una fuerza opresiv4(nachdrangen) posteríor.»? simpatías y antipatías, que deciden muchas veces
su elección amorosa, tanfrecuentemente.ínexplí,
cable por el racíocínío.s'' 1
!

*
* I¡
t

114 115

J
1
*
I
¡ ;~
Los niños y los perv~rsos han enseñado a satisfacción buscada. [... ] Diríáse que los labios
Freud que la sexualidad humana supera del niño se han conducidocOIh't una zona eróge-
ampliamente los límites de lo genital na, siendo, sin duda, la excitaciJ~ producida por la
I
«Seha llegado a hablar del "pansexualismo" en
cálida corriente de la leche la c'usa de la primera
sensación de placer. En unpri~cipio la satisfac-
el psicoanálisis, lanzándole el reproche absurdo de ción de la zona erógena aparece'sociada con la del
que pretendería explicarlo "todo" a partir de la hambre, La actividad sexual!lt apoya primera-
sexualidad. [.. .l En lo qhe se refiere ala "amplia- mente en una de las funciones truestas al servicio
ción" del concepto de la 'sexualidad, impuesta por de la conservación de lavida,~ero luego se hace
el análisis de los niñJs y de los denominados independiente deella."ll'
perversos, recordaré a cuantos
t .
contemplan
. ,.
desde-
ñosamente el psicoanálisis desde su encumbrado *
punto de vista cuáneétrechamente coincide la
sexualidad ampliada del psicoanális;s con el Eros En el Edipo masculino, elpaiJre se presenta a
del divino Platón."lO ¡, los ojos del varón bajo/res fi¡)\ras diferentes:
I amado como unideal,odiaJ3 como un rival
;* y deseado como un objetofexual. En este
t
último caso, el varón no sólo,:considera a su
El placer sexual de Jucdonar el pecho y el padre como a un objeto sex~al, sino que se
placer orgánico de calmar el hambre son dos ofrece a él, a la manera c9mo lo hace la
,
satisfacciones inicialmente asociadas que madre, como objeto sexual ,1
luego se separan 1,
«La relación del niño con su'adre es [...] una
«Se ve claramente q~e el acto dela succión es relación ambivalente. Además d~1 odio que quisie-
determinado en la niñel por la busca de un placer ra suprimir al padre como a ~. enfadoso rival,
ya experimentado Y rJcordado. Con la succión existe, regularmente, cierta malrntud de cariño
rítmica de una parte de! su piel o de sus mucosas hacia él. [....] Y así, por miedo a flt\castración, esto
encuentra el niño, porbl medio más sencillo, la es, por interés de conservar suvi!lidad, abandona
.;~

1 117
li16

I
il
I
el deseo de poseer a¡k madre y suprimir al padre.
I
«En la mujer parece ser EH peligro de la pérdi-
[...] el sujeto compjnde que también habrá de da del objeto la situación d~ mayor eficacia. En
someterse a la castración si quiere ser amado, la correspondiente condición de angustia hemos
lií¡,
de tener en cuenta una peq~eña modificación: de
como una mvj'<,¡'OI
. •. ,•.•. I p adre.»" t·
.que no se trata ya del sentimiento de necesidad
..

'. i * de la ausencia, ola pérdida r~al del objeto, sino de


la pérdida de suamor.»14j
En el Edipo femell.' ¡no, el afecto que domina
no es, como par'f¡el varón, la angustia de *1
castración, sino la envidia del pene '1
¡
' 1 Lo propio del psicoanálisis no es
1
· tim t a
e D lS 11 ión de 1a pequena
es 1a r~acl - mna,
' - Al la transferencia, sino et develamiento
instante adopta su jjiício y hace sudecisión. Lo ha •
de la transferencia, su dei;trucción
visto, sabe que no lomiene y quiere tenerlo [...] Así, y su renacimiento 1
la niña rehúsa aceptar el hecho de su castración,
1
empecinándose en l!convicción de que sí posee un «No hay que creer que el fenómeno de latrans-
pene, de modo qu~¡ en su consecuencia, se ve I
ferencia sea un producto de l~ influenciación psi-
obligada a conducir¡~ como si fuera un hombre. coanalítica. La transferencia surge espontánea-
Las consecuencias psíquicas de la envidia fálica mente en todas las relac:ione~humanas,lo mismo
[...] son muy diverJts y trascendentes.v'< que la del enfermo y el médico; es, en general, el

qaL~
verdadero vehículo de la ínñuencíacíon terapéuti-
ca y actúa con tanta mayor e~ergía cuanto menos
se sospecha su existencia. Así, pues, no es el
El otro afecto ina .a ,1 complejo de psicoanálisis el que la c:rea,~ino·que se limita a
castración de la mujer no es la angustia de revelarla ala con ciencia.»lS!
ser castrada, pue¡o que ya lo está fantasma- ¡
ticamente, sino lailingustia de perder el amor La cura analítica no crea la transferencia, no
del ser amado hace más que dellEmmascaraYla.como a los otros
J
118 119
1
i
¡
1

I
1

1
fenómenos psíquicos ocultos. [... ] Enel tratamien-
to psicoanalítico [... ] tod!s las tendencias, aun las
hostiles, deben ser despertadas, utilizadas para el Referencias de los extractq"Q citados
análisis al volverse conscientes; así se destruye
sin cesar una vez más l~ transferencia. La trans- 1. Psicoanálisis y teorta de la libiit (dos articulos de
Enciclopedia), Obras completasJMadrid, Bibliote-
ferencia, destinada a sér el mayor obstáculo al
psicoanálisis, se vuelve Ju más poderoso auxiliar, il
ca r:r~e.va, 1981, t; IIl, p. 2661. ...
2. Análisis profano" ras completas, Madnd, Biblio-
si se logra adivinarla en dada ocasión y traducir su
sentido al enfermo.v'f ¡ teca Nueva, 1981, t. IIl, p. 29511
3. "Petit abregé de psychanalysé", en Résultats,
1 pi.•. .
id~es, problemes, t. n, op. Ci.t., 104.
* i'1 * 4. Ibid., p. 115. {• '
*¡ 5. Ibid., p. 100. ..

I
6. La represión, Obras completas, l\í[adrid, Biblioteca
Nueva, 1981, t. n, p. 2054.';
7. Ibid., p. 2 0 M ' ! 1

I 8. Lo inconsciente, Obras completas, Madrid, Biblio-


teca Nueva, 1981, t. Il, p. 206111
9. Moisés y la religiónmonoteista. Tiesensayos, Obras

I
completas, Madrid, Biblioteca Nheva, 1981, t. IIl,

! p.3317.
10. Tres ensayos para una teoria s ual, Obras com-

1171. ' "Ii '


pletas, Madrid, )3iblioteca Nu~'a, 1981, t. Il, p.

11. Ibid., p. 1 2 0 0 . . " '


12. Dostoievski y el parricidio.Db . s completas, Ma-
drid, Biblioteca Nueva, 1981, ti~II, p. 3008.
I
I
13. Algunas consecuencias psiquid! de la diferencia
sexual anatómica, Obras comitltas, Madrid, Bi-
1 blioteca Nueva, 1981, t. IIl, p. 2~96.
¡
120 121
// 1
I
I
14. Inhibición, síntoi y angustia, Obras completas,
1
Madrid, Bibliotec¡Nueva, 1981, t. I1I, p. 2866.
15. Psicoanálisis. Ci'j,f conferencias pronunciadas en
la Clark UniversitS! (Estados Unidos), Obras como
I
Biografía
,.o>:' de Sigmund Freud
pletas, Madrid, Bdl. .·?HQteca Nueva.' 1981, t. n, p.
1561. ~. • ..
16. Cinq psychanalys~!I, PUF, 1954, pp. 87·88. 1
1
\'

1856 Nacimiento de Sigiamund F'reud* en


6 de Friburgo, Moravia, en un ambiente de
mayo pequeños comerciantes judíos. Cuan-
do F'reud nace,l tiene ya dos medio
hermanos de ~einte y veinticuatro
años, fruto del primer matrimonio del
padre. Estos medio hermanos tienen
más o menos lá1 misma edad que la
madre de Freud,
1
1860 Residencia en Viena de toda la fa-
mília, l
1
1873 Ingreso en la Universidad
1
y descubrí-
miento del antisemitismo.
1

Lectura de Goethe.
¡
Asistencia al curso
1;
de
.
filosofía de
Brentano (teórico del concepto de con-
ciencia). 1
1
. "Bn un momento dado, Freud decidió supri-
mir 1& 'sílaba is 'de su hombre, dejándolo .convertído
en Sigmund, [Bol 1
122 12.3 ¡
1!,
!
I
I lI
1
...
•'. •.'•..•
1876
!
Ingreso en ~l laboratorio de Brüke 1893
·

..·:.1 •.
•··•.·I

. ~
.•....
· ·····

Redacción, con Breú~r, de losEstudios


.'

para estudüir el sistema nervioso de sobre le. isteria. PulJlicación del Estu- .
las anguilas] di~ comp~r~tivo dJlas ~arálisis mo-
trices orgarucas e ht'$téncas.
1878 Encuentro Jn Breuer. Descubrimientotre los conceptos
[lIiI
Estudios deheuropsiquíatría. de defensa y represión.

1885-86
1
Estadía en París. Beca de estudios 1894 Ruptura con Breue1'Descubrimien.
para trabajar con Charcot, to del concepto dI
transferencia.
'ii'&

1886 Freud estaJlece su consultorio en 1895 Concepción del pro'ecto de una psi-
Viena. TradJce las Lecons du Mardi cología para neuról~gos.
[Lecciones dél martes] de Charcot. Nacimiento de su ~'Uinta hija, Anna
Estudios de rÍeuropsiquiatría infantil. Freud, quien serádlia célebre psicoa-
Casamiento ¿on Martha Bernays. nalista de niños. <1
1887 Encuentro Jn Fliess. 1896- Durante estos once)lños, Freud gusta
Practica la hipnosis.
;
1907 de viajar a menudo~halia, para pasar
Reside en Francia, en Naney, para allí sus vacacionesJfe verano.
trabajar juntb a Bernheím,
1896
. '°1'
Emplea por primera vez el vocablo
1890 · con 1
P.ractica · · · le é
sus pacientes mdto o "psicoanálisis". Mti'rte del padre de
! ".
catártico.,
Freud. ··1.···

1891 Instalación le su consultorio en la


calle Berggas~e enViena;Allí residirá
1897 Descubrimiento ¡\ el concepto del
Edipo..
casi cincuenta años, hasta su partida Comienzo de suaulanálisis.
a Inglatsrra.] Redacción de La. irilrpretaciÓn de los

12l 125

1
I
í·
{'
;
i
1

sueños. I>¡fmera teoría del aparato 1908


r
Encuentro conSándor Ferenczi y Ernst
psíquico~fomoun aparato reflejo. J ones, Primer CÓngreso Internacional
Descubllimiento del inconsciente de Psícoanéliaislen Salzburgo.

1900
como ujistema.

Análisis i """
.

histérica " "


castración. ¡ .
Descubr-imiento del complejo de

1909 Viaje a los Estados Unidos con Jung y


1902 Steckel, iI. discípulo de Freud, empie- Ferenczi. Cinco bonferencias de intro-
za a practicar el psicoanálisis.
11 .
ducciónaI psicÓanálisis
.
en Úl Clark
University. (Psicoanálisis. Cinco con-
1903 I
.. d el urí
F un d acion primer grupo dee osi
PSI- [erencias pronJnciadas en la Clark
coanalist~kla "Sociedad Psicológica Uniuer: 'ty, Est4dos Unidos.) .
de los miltcoles". t
!
Descub1hIiento de la primera teo- 1911 Descubrimiento del concepto de
ría de 1111 pulsiones: pulsión se- narcicismo ~acias al estudio de
xual y pIDsión del Yo..
~. -
la psícosispaéanoíca.
Publicaci;2n de la Psicopatología de la
vida cotiíana. 1913 Ruptura con Juk g.
I
1904 Viaje a ¡recia. Descubrimiento de 1920 Fundación de IJpoliclínica de Berlín y
Atenas Yie la Acrópolis. dellnternQrtion&l Journal of Psycho-
analysis. 1
1905 EncuentriconJung. Descubrimien- Segunda
.
teoría
I
del aparato psi.
to de los~stadiosde desarrollo de quico: Ello, Y~, Superyó.
la sexualidad infantil. Segunda teoría de las pulsiones:
PublicaciiP de Tres ensayos para una pulsíónde vidi.,, pulsíón de muerte.
teoría se~~al y de El chiste y su rela- Publicación deNásallá del principio
ción con lOiinconsciente. del placer. !
'126 , 127 1 . .
I¡ . .1
o •

t· · •·• · •· · ...
1···.'.·.····.···.··
· ·•

Descubrimilnto del concepto de exilia en Londres, a;lmpañado de su


compulsión!a la repetición. esposa y de su hija1fnna. Allí recibe
pacientes prácticam~ttehasta el final
1923 organizacióL 't
del concepto de falo. de su vida. Escribe stfs últimos libros:
Diagnóstico de cáncer de mandíbula. Compendio del psico'nálisis y Moisés
Primera operáción.Muorte de su nieto y la religión monotelita: tres ensayos.
"más querído'[, Heinz.
ImportanciJ del concepto del Ello 1939 23 de septiembre: mlrte de Sigmund

~eud.
como eldon:l.inio, más impersonal Freud a los 83 años:1
y más extraño alYo. Publicación de
El yo yel ello.! 1951 Muerte de Martha
!
1926 Publicación
. d~, Inhibición, síntoma y :';~

angustia, 1
Año de la fundación de la Sociedad
Psicoanalítica! de París.
1
1929 Ruptura con Ferenczi.

1931 AgraVamientJ del cáncer de mandí-

1936
bUla'
l
Freud cumpleBü años y celebra sus
bodas de oro. I

1938 El Anschluss [Le~:ión de Austria por


la Alemania názi]: Roosevelt y Musso-
lini intervienJn a favor de Freud. Se
I
12~ 129
Selección
bibliográfica

I
TEXTOS EN LOS QUE: FREUD SINTETIZA
LO ESENCIAL DElsu
1
OBRA

FREUD, Sigmund 1
- Psicoanálisis. Cinco conferencias pronunciadas en
la Clark Uniuersity, Estado4 Unidos, Obras com-
pletas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1981, t. I1, p.
1533·1
- Compendio del psicoanálisis, Obras completas,
Madrid, Biblioteca Nueva, 1981, t. III, p. 3379.
- Lecciones introductoriasazlpsicoanálisis, Obras
completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1981, t. I1,
pág. 2123. . I.1
- Nuevas lecciones introductorias al psicoanálisis,
Obras completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1981,
t. III, p. 3101. . .1
-Autobiografía, Obras completas, Madrid, Biblioteca
Nueva, 1981, t. IlI, p. 2761. ¡ .
- Conclusiones, ideas, problemas, Obras completas,
Madrid, Biblioteca Nueva,I~81, t. rn, p. 3431.
i
131 1
I

- Análisis profano, Obras completas, Madrid, Bi- - Enseignement de 7 nouveauxcoifllepts cruciaux de la


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- Sur la psychanalyse, cihq eonférences, Gallimard,
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j VANJER, A., Élements d'introd zzc?Ion.


. " . .,~.
a la psychana-
ASSOUN, P.-L., Psychanalyse,.PUF, 1998. lyse, Nathan, 1996.
,1 . .
AZOURI, C., La Psychandlyse ú l'écoute de l'incons-
cient, Marabout, 1993. ¡[El psicoanálisis, Madrid,
Acento Editorial, 1995.]
1
I . ...
DELBARY, F.,La Psychanalyse. Un.e anthologie. Les
con.cepts psychanalytiqJ.es. L'expérience psychana-

,
lytique, (tomos 1 y II), "?\gorll" Pocket, 1996.

LANDMAN, P., Freud, Les Belles Lettres, 1996.

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,
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- Enseignement de 7 concepts cruciaux de la psycha-


nalyse, Rivages, 1988, ~,Petite Biblíotheque Payot,
1992. [Enseñanza de7e conceptos fundamentales
del psicoanálisis. Barcelona, Gedisá, 1994.]
l· .. . .
132 133
t
¡

I
.:

Notasi .
1. Esta visión "económica" del1movimiento de la energía
. puede traducirse en una visión "s~miótica" según la cual la
energía que inviste una-representación corresponde a la
significación de la representación! Decir que una represen-
tación está cargada de energía ~quivale a decir que una
representación es significante, portadora de significación.
Así el mecanismo de la condensacion de la energía
corresponde a la figura retórica de la metonimia en la cual
una sola representación concentrlltodas las significaciones;
y el mecanismo del desplazamiento, a la figura retórica de la
metáfora en la -cual-las representacíones reciben -una por
una, sucesivamente, toda la significación. Observemos ade-
más que, para Lacan, esta relación;está invertida: la conden-
sación corresponde a la metáfora; y el desplazamiento co-
rresponde a la metonimia. . ,,'
2. Esta tesis que considera el ,placer absoluto como un
peligro nunca fue formulada po~ Freud de un modo tan
explícito. Nosotros la hemos desarrollado en base a las
proposiciones freudianas sobre l~ represión, a la luz del
concepto lacaniano de goce. A este respecto, véanse nues-
tras propuestas de L'Hystérie ou ~'enfant magnifique de la
psychanalyse, Petite BibliothequePayot, 1995, págs. 18-21;
y "L'inconscient et)a .jouisaance" in Cinq lecone sur la

135

~
.t

1
1
I
"

théorie de Jacques Lacan, PetiJ Bibliotheque Payot, 1994, 10. S. Freud, Nouvelles conférení!rf; d'introduction d la
págs. 33-63. 1 . psychanalyse, Gallimard, 1984, págsloo-101.
,
3. Esta lógica en cuatro tiempos nos ha sido muy útil pa- 11. G. Groddeck, La Maladie, ¡'Jt et le symbole, Ga-
ra pensar los conceptos lacaníános de goce yde objeto a. llimard, 1969, pág. 2 4 5 . : 1 1 .
Véase 'nuestra obra Cinq lecone sur la théorie de Jacques
L<;can, op. cit., págs. 13-63.1 12. Para profundizar el estudio d~'concePto de identifi-
cación, el lector podrá remitirse al~apítulo "Le concept
, 4. S. Freud, L'Interprétation des reves, PUF, 1967, pá- d'Identification" en Enr 'ignement de,lconcepts cruciaux de
gina 520.
. j
I la psychanalyse, op. cÚ,. págs. 149-1~;j.
5. Las fuentes de los conceptos freudianos de represión
yde representación provienenlen parte de la obra de un
filósofo y psicólogo alemán del siglo XIX, Joan Friedrich
Herbart. Es posible acceder a¡su obra, que se encuentra
inédita en francés, por la lectura de un antiguo libro de
Marcel Mauxion, La Métaphysique.de Herbart et la critique
de Kant, Hachette, 1894. ¡
6. Para profundizar nuestrol desarrollos sobre el estadio
fálico, el lector podrá remitirse á los capítulos "Le concept de
castration" y "Le concept de phállus", in Enseignement de 7
concepts cruciaux de la peychanalyse, Petite Bibliotheque
Payot, 1992, págs. 23-69, asíjcomo a nuestros extensos
desarrollos sobre el Edipo d~l varón y de la niña en
Enseignement de 7 nouveaux doncepts cruciaux de la psy-
chanalyse (de próxima publicación).
7. "L'identification", in EssLis de psychanalyse, Payot,
1981, págs. 167-168. 1
8. Véase el capítulo tituladJ "Le concept de Compulsion
de répétitíon", en nuestro E~eignement de 7 nouveaux

I
concepts cruciaux de la psychahalyse (de próxima publica,
ción).·
9. Véase nuestro estudio sobre "Le concept de Surmoi" en
Eneeignement de 7 concepts eruhiaux de la psychanalyse, op.
cit., págs. 189-220.

136 137
I
¡

i.
¡
;
1
..¡
lndl~e.

¿Cómo leer a Freud? , J 1 .


. 13

Esquema de lalógica 1"


del funcionamiento PSíqUiCr ; . 19

Definiciones del inconsciente . 41


Definición del inconsciente desde el punto
de vista descriptivo! .
Definición del inconsciente desde el punto
de vista aistemétíco.": I
Definición del inconsciente desde el punto
de viste dinámico. El concepto de represión
Definición del inconsciente d~sde el punto
de vista económico . 1
Definición del inconsciente desde el punto
de vista ético .1 .
El sentido sexual d -iuestros .actos . 55

El concepto pSicoanalíticodJ
Necesidad, deseo y amor. 1~exualidad. . 59

1391
¡
I,

,
Los tres destinos principalés de las pulsiones
sexuales: represión, sublimación
y fantasma. I
"El concepto de narcisismo ¡............................... 67
Las fases de la sexualidad infantil
\
y el complejo de Edipo .... !,.............................. 73
Comentario sobre el Edipo del varón:
i .
el papel esencial del padre ;............... 79

Pulsiones de vida y pulsionJs de muerte;


El deseo activo del pasadd , ;......... 85
I
La segunda teoría del aparato psíquico: .
el Yo, el Ello y el Superyó!............................... 91

El concepto psicoanalítico dJ, identificación ...... 99


¡
La transferencia es la puesta en acto de
. una pulsión cuyo objeto fJntasmatizado
es el inconsciente del psicbanalista 105
. l'
Extractos de la obra de S. Fí'eud 109
Biografía de S. Freud .J................................... 123
Selección bibliográfica
,
L................................
I
131
Notas 1 ,......................... 135

lJ
I ¡
·1
Il ,

I
(Ilironk pdg. 4) PSICOANÁLISIStACANIANO
1
¡
PSICOANÁI~iSISLACANIANO JACQUES SÉDAT y OTROS
.
¿Retorno a Lacan?
I
El.enigma de la mujer
F. DOLTO ••'
JUAN DAVID NASI<L.
r• El niño del espejo. El trabajo
psicoterapéutico
SARAH KOFMAN

OSCAR MASOTTA
¡
4ccwnes de introducción al
psicoanálisis
MARe AUGÉ y OTRO,''' El objeto en psicoanálisis ·1 .'
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MAUDMANNO

JOELDo
Un saber que no se sabe

Introducción a la lectura de
J. LAPLANCmg
J.-B.PONTALIS
L, originaria,
. ¡a"tasía de los orígenes,
Lacan, vol. l. El inconsciente orlgenes de la fantasia
estructurado como lenguaje 1
ARMANDO VERDIGLIONE Psicoanálisis
I '. y. semiótica .
FRANl;OIS PERRIEJ!) Viajes extraordinarios por y OTROS
Translacania

STUART SCHNEIDERMANI¡

JULIA K!uSTEVA y OTROS


I
l'..
~can: la muerte de un héroe
intelectual

(El) Trabajo de la metáfora


Il·
"1
OCTAVE MANNONI y OTROS l' La crisis de la adolescencia l
D_ v""::' El.peso delo real.el sufrimiento
JUAN DAVID NASIOI El magnifico niño del
psicoanálisis •
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MARIO FRANCIONIII Psicoanálisis, lingüística y


epiStemología

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