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FACULTAD DE DERECHO

AUTORES:

CHANAMÉ VASQUEZ HADELY

DIAZ VEGA FRANK LENNY

ESPIL ARAGON ANDERSON

NIÑO HURTADO ADRIANA

ORDONEZ CARO JUANITA

DOCENTE:

ACEVEDO VILLAR CESAR

TEMA:

NULIDAD, ANULIDAD, CONFIMACION Y CONVALIDACIÓN DE LOS ACTOS


JURIDICOS

AULA:

209

SECCION:

“D”

CICLO:

III

[Fecha] 1
PIMENTEL 01 DE JUNIO DEL 2016

[Fecha] 2
Contenido
NULIDAD, ANULIDAD, CONFIMACION Y CONVALIDACIÓN DE LOS ACTOS
JURIDICOS ....................................................................................................................... 8
1. NULIDAD DEL ACTO JURIDICO ............................................................................... 8
1.1. EVOLUCIÓN DE LA NULIDAD DE Los ACTOS JURÍDICOS. ............................. 8
1.2. La Nulidad del acto juridico ............................................................................ 10
2.EL ACTO JURIDICO ANULABLE .............................................................................. 25
2.1. CAUSALES DE ANULIDAD .............................................................................. 26
2.2. EL EFECTO DE LA SENTENCIA QUE ANULA AL ACTO JURIDICO ............. 28
2.3. EFECTOS ULTERIORES DEL ACTO ANULADO.............................................. 28
2.4. LA ANULABILIDAD EN EL ACTO JURIDICO PLURILATERAL ...................... 29
2.5. LA NULIDAD PARCIAL ..................................................................................... 29
2.6.LA NULIDAD EN LAS DISPOSICIONES SEPARABLES .................................... 30
2.7. LA NULIDAD DE DISPOSICIONES SUSTITUIDAS POR NORMAS
IMPERATIVAS ......................................................................................................... 30
2.8. LOS EFECTOS DE LA NULIDAD DE LA OBLIGACION PRINCIPAL ................ 31
2.9. EL ACTO Y EL DOCUMENTO PROBATORIO .................................................. 31
2.10. ALEGACION DE INCAPACIDAD POR QUIEN COPARTE .............................. 32
2.11.LA AUTORIZACION PARA LA VALIDEZ DEL ACTO DEL INCAPAZ RELATIVO
................................................................................................................................. 32
2.12. ACCION DE REPETICION CONTRA EL INCAPAZ ......................................... 33
2.13. LA NULIDAD CUANDO HAY MALA FE DEL INCAPAZ ................................... 33
2.14. OTRAS CAUSALES QUE CONDUCEN A EXTINGUIR LAS RELACIONES
JURIDICAS............................................................................................................... 34
3.LA CONFIRMACION DEL ACTO JURIDICO............................................................. 35
1.- CONSIDERACIONES GENERALES ................................................................... 35
2.- CLASES DE CONFIRMACIÓN ............................................................................ 36

[Fecha] 3
RESUMEN

La nulidad y anulabilidad, confirmación y convalidación del acto jurídico se desarrollan


dentro de una celebración del acto jurídico para verificar la valides de los actos
desarrollados en el caso de la nulidad el acto es nulo cuando cuando no cumpla con los
presupuestos mencionados en el artículo 140 c.c. a estos a estos actos se les puede llamas
actos solemnes porque si cumplen con los elementos ,pero cabe le caso que no los
cumpliera se le estaría aplicando la sanción de nulidad que se establece en el artículo 219
c.c.

La nulidad obedecería a dos razones la finalista o teleológica orientada a la preservación


del bien común y la razón estructural del negocio en sí. La nulidad es una sanción legal
destinada a privar de sus efectos jurídicos a los negocios que incurren en una de las
causales legalmente establecidas

Mientras que la anulabilidad se encuentra tipificado en el artículo 221 del código civil vigente
dispone que el acto jurídico es anulable: la incapacidad relativa del agente. el vicio
resultante de erro, dolo, violencia e intimidación. la simulación relativa cuando la ley lo
declara anulable.

Un acto jurídico puede ser anulable en su totalidad o en parte en cuyo caso hablamos de la
nulidad parcial, en esta última circunstancia, existen aspectos del acto jurídico que mantiene
su validez y que no es posible impugnarlos

Ser confirmado por la parte a quien corresponde la acción de anulación, mediante un


instrumento que contenga la mención del acto que se requiere confirmar, la causa de
anulabilidad, la manifestación expresa de confirmarlo.

La confirmación es un acto jurídico en virtud del cual se conoce otro acto jurídico anulable
por adolecer de una causal de nulidad retroactiva.

Esto quiere decir, como ya lo hemos visto, que la confirmación si es posible en el acto
anulable, mas no en el acto nulo. y como consecuencia de la confirmación se estaría
finalizando con la convalidación del acto jurídico.

[Fecha] 4
DEDICATORIA

Este presente va dirigido a nuestros señores padres por a vernos apoyado en caya
una de las etapas del presente trabajo desarrollado y a la misma vez al docente
Cesar Acevedo Villar por su gran apoyo continuo en clases académicas.

[Fecha] 5
AGRADECIMIENTO

Primeramente agradecemos a Dios por un día más de vida y agradecemos


infinitamente a nuestros señores padres por su apoyo económico y moral en este
trabajo.

[Fecha] 6
INTRODUCCION

[Fecha] 7
NULIDAD, ANULIDAD, CONFIMACION Y CONVALIDACIÓN DE LOS ACTOS
JURIDICOS

1. NULIDAD DEL ACTO JURIDICO

Para Francisco R.(2003), una gran, cantidad de tratadistas la nulidad absoluta es una
nulidad ipso iure o de pleno derecho y no requiere de juicio alguno; mientras que en la
relativa, ésa necesaria la existencia de una sentencia judicial para que el acto, una vez
hecho, quede sin eficacia jurídica.

De manera que en el acto jurídico nulo no existe acto sino solamente una apariencia de tal,
razón por la que no tiene Vida y por lo tanto no produce efecto jurídico alguno

Un acto inexistente o de nulidad absoluta, no tiene valor ante la ley, se trata de un mero
hecho, no produce ningún efecto, nunca existió jurídicamente porque afecta el orden público

Contrariamente, el acto anulable es provisionalmente válido, aunque puede ser anulado,


produce sus efectos formales desde que se constituye, pero su declaración de nulidad hace
desaparecer el acto desde que se formó.

1.1. EVOLUCIÓN DE LA NULIDAD DE Los ACTOS JURÍDICOS.

La teoría de la nulidad de los actos jurídicos que ha sido incorporada en nuestra legislación,
tiene sus orígenes en el derecho romano. Según éste, el acto nulo no producía efectos.
Según las fuentes romanistas, tal como sostiene Petit3‘“, todo acto jurídico en el que no se
habían observada las formalidades esenciales, ya en cuanto a la forma intenta, ya en cuanto
a la externa, era ipso iure nulo y por tanto no producía ninguno de sus efectos, de modo
que el deudor no debía ni la cosa prometida ni su precio o estimación.

Vidal Ramirez “citando a los profesores argentinos Castex, Llambias y Joaquin sostiene
que durante el derecho pretoriano se aprecia tres etapas para llegar a la nulidad relativa.
En la primera, el Pretor 'n afectar la perfección de acto, concedía a la parte perjudicada por
el vicio interno el derecho de repetir lo que hubiese pagado, es decir, el derecho de obtener
la restitución de lo entregado a causa del acto viciado, En la segunda etapa, aun
respetándose la eficasia de acto viciado, el Pretor, castigaba con una multa a la parte que
quisiera ejecutarlo. En la tercera etapa, el Pretor interpuso su imperium para rescindir el

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acto y desligar a las partes del mismo, con 1o que quedo establecida una nueva nulidad de
origen pretoriano.

El Código vigente del año 1984 ha recogido los lineamientos del Código de 1936, pero
mejora un tanto el tratamiento de las nulidades, Lo cierto es que las dos formas de nulidad
se ensamblan en un sistema que al final su resultado es el mismo: la nulidad del acto
jurídico. En efecto, el acto anulable, una vez que se dicta la sentencia de nulidad, tiene la
misma consideración que el acto con nulidad absoluta.

León Barandiarán que modernamente se reputa que solo hay dos Categorías de actos
imperfectos: actos nulos con nulidad absoluta, y actos anulables con nulidad relativa,
aspectos que se pueden apreciar en los grandes Códigos modernos, tales como el alemán,
suizo, brasileño, italiano de 1865, criterio que ha recogido nuestro Código Civil.

Para el Dr Borja A. “En la dogmática de la nulidad existen vocablos que se emplean muchas
Veces con el mismo significado, sin embargo en el ordenamiento civil los términos nulidad,
ineficacia, invalidez e inexistencia tienen acepción distinta, la misma que es necesario
precisar”.

a) Ineficasia

El negocio jurídico es ineficaz cuando no produce parte o todos sus efectos, asi, Ana
heredera testamentaria de Juan, vende la casa heredada a Luisa. Tres años después
aparece un testamento ológrafo de fecha posterior, en el que Ana nada hereda. El contrato
de compra de la casa es válido, puesto que en él concurren todos los requisitos para la
validez y por eso puede servir de Título para la usucapión.

Pero no le sirve a Luisa para adquirir la propiedad por efecto de la compraventa mediante
la tradición, pues Luisa no será dueña hasta que pasen por lo menos diez años de entrega
de la casa, porque el contrato de compra, que es válido, es ineficaz en orden a transferir el
dominio.

La ineficasia puede derivar de la voluntad de las partes de la ley, o de la oposición tutelada


de un tercero.

En este último caso debe considerarse la oponibilidad.

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b) Invalidez

La invalidez del acto jurídico se produce cuando está privado de tutela jurídica o porque
existe un vicio en la propia estructura del negocio que vulnera los límites que el
ordenamiento jurídico permite.

La invalidez constituye una apreciación de valor jurídico así por ejemplo la compra—venta
dolosa.

c) Inexistencia

Según Borja A. “la jurisprudencia registra hasta tres variedades de invalidez, la inexistencia,
la nulidad absoluta, la anulabilidad”.

La doctrina francesa consideró por ejemplo que el matrimonio entre personas del mismo
sexo no solamente era nulo, sino algo más grave era inexistente.

De acuerdo a la legislación española se considera actos inexistentes cuando están faltos


de un elemento constitutivo y no responden a su propia definición. Actos nulos de pleno
derecho son aquellos que dotados de sus elementos constitutivos, chocan con una regla
de orden público, son actos anulables cuando los actos han sido concluidos bajo uno de los
vicios del consentimiento tomado en consideración por la ley.

1.2. La Nulidad del acto jurídico


Definición y Función

La nulidad es el medio de que el Derecho se vale para evitar males o atenuar los efectos
de los negocios inválidos.

La nulidad obedecería a dos razones la finalista o teleológica orientada a la preservación


del bien común y la razón estructural del negocio en sí. La nulidad es una sanción legal
destinada a privar de sus efectos jurídicos a los negocios que incurren en una de las
causales legalmente establecidas Siempre se ha aceptado que la nulidad en cuanto sanción
emanada de un dispositivo legal obligatorio, no podrá invocarse si el vicio no está previsto
por la ley,‘ en consecuencia no es posible la analogía ni la integración extensiva que
suponga simplemente enumerativos y no taxativos los casos que le dan origen.

Art. 219 C.C. El acto jurídico es nulo:

l) Cuando falta manifestación de voluntad del agente. Esto se puede producir en los
siguientes supuestos:

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- Cuando el negocio se concluye en nombre de un sujeto jurídicamente inexistente. .

- Cuando materialmente falta la manifestación de voluntad.

- Cuando a la manifestación de voluntad le falta juridiccionalidad idónea o completa


para regular intereses y relaciones que el ordenamiento ampare y tutele a plenitud;
así cuando la declaración no corresponde a una decisión realmente querida por los
agentes, o en la reserva mental conocida por la otra parte; cuando hay
disconformidad, cuando no puede deducirse una regulación de intereses o cuando
hay violencia fisica absoluta.

1.2.1. LA NULIDAD ABSOLUTA

Es necesario reiterar que el acto jurídico nulo es el que carece de alguno de los elementos
esenciales, al celebrarse infringiendo normas imperativas o de orden público, que son las
establecidas o de orden público, que están precisadas en el artículo 140 del Código Civil.

Stolfi, Giuseppe “En este caso el acto jurídico no tiene vida en ningún momento, por eso se
dice que no produce efectos ni favorables ni perjudiciales para los interesados ni para los
tercero”.

El Código Civil peruano no contiene ningún artículo que nos dé una definición acerca de lo
que es el acto jurídico nulo, pero si nos habla de las circunstancias que constituyen causales
de nulidad (Art. 219), así como las personas que pueden alegar la acción de nulidad cuando
se ha infringido las normas imperativas o de orden público.

1.2.1.1. LAS CAUSALES DE NULIDAD ABSOLUTA.

Estas causales están contempladas en las ocho circunstancias que contiene el artículo 219
del Código Civil vigente, las mismas que son las siguientes. El acto jurídico es nulo:

a. Cuando falta la manifestación de voluntad del agente.


b. Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto
en el artículo 1358.
c. Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable.
d. Cuando su fin sea ilícito.
e. Cuando adolezca de simulación absoluta.
f. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad.

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g. Cuando la ley lo declara nulo.

h. En el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca sanción
diversa.

Borja A.(2003) “La acción de nulidad es el medio que ofrece la Ley para obtener a través
de un proceso judicial la declaración de nulidad de un negocio que aunque inválido en su
origen y de pleno derecho requiere de sanción judicial ya que nadie puede hacerse justicia
por sí mismo”.

El artículo precisa quienes son los titulares de la acción y esto se halla relacionado con el
interés para accionar que según Alzamora Valdez exige dos requisitos de orden material y
que son interés patrimonial o moral, dos de orden formal que son interés actual y directo, a
esto se añade el requisito de la legitimidad. Pueden accionar las partes los terceros
afectados, el ministerio público, además el juez puede declarar de oficio la nulidad cuando
resulte manifiesta

a. FALTA DE MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD DEL AGENTE.

Cuando nos ocupamos de definir lo que es el acto jurídico, analizamos el contenido del
artículo 140 del Código, el mismo que establece que es la manifestación de voluntad
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas. Lo que hace el artículo
219 en su inciso 1 es declarar que el acto jurídico es nulo cuando falta esa manifestación
de voluntad del agente. Realmente se trata de una declaración de perogrullo, al reiterar que
cuando falta esa manifestación de voluntad que el propio Código exige, no existe el acto
jurídico.

De acuerdo a lo expuesto, se debe concluir que en los casos de inconciencia provocado


por hipnotismo, embriaguez o narcotismo, no existe manifestación de voluntad del agente
y por lo tanto el acto nunca existió, denominándose por esta razón acto nulo.

La casuística que señalan algunos autores como Albadalejo346 o Vidal Ramírez, no nos
parece acertada, porque se señalan situaciones donde en realidad no existe manifestación
de voluntad. El hecho que siendo varios los que deben expresar su voluntad y solamente
lo hacen algunos, definitivamente no constituye una manifestación de voluntad que exige el
Art. 140, salvo que se traten de personas jurídicas u otras entidades, donde por mandato
de la ley, se entienda expresada la voluntad cuando lo hace una mayoría.

b. LA INCAPACIDAD ABSOLUTA.

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El inciso 2 del artículo 219 dispone que el acto jurídico es nulo cuando se haya practicado
por persona absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 1358347. Como se
trata de la celebración de actos jurídicos, la incapacidad a que se refiere este inciso es la
de ejercicio y no la de goce. De conformidad con el artículo 43 del Código Civil, son
absolutamente incapaces: l) Los menores de dieciséis años, salvo para aquellos actos
determinados por a ley. 2) Los que por cualquier causa se encuentren privados de
discernimiento, dentro de los cuales están los privados permanentemente de inconciencia
o de grave perturbación de la conciencia, 3) Los sordomudos, los ciego sordos y los ciego
mudos que no puedan expresar su voluntad de manera indubitable.

Las excepciones a que se refiere el inciso 1 del Art. 43 y que tienen que ver con la validez
de aquellos actos determinados por la ley, son los referidos a situaciones en que la ley
permite al menor de 16 años ejercer por si mismos los derechos de que goza por ser
persona. Tal, por ejemplo, los derechos previstos en el artículo 455 que tienen que ver con
la capacidad de aceptar donaciones, legados y herencias voluntarias siempre que sean
puras y simples, sin intervención de sus padres.

c. CUANDO EL OBJETO ES FÍSICA o JURÍDICAMENTE IMPOSIBLE


OINDETERMINABLE.

Cuando analizamos el artículo 140 del Código vimos que tal precepto exige, para la validez
de acto jurídico, entre otros el objeto física y jurídicamente posible. Es decir, se trata de un
elemento esencial del referido acto. Consecuentemente, en esta oportunidad, el artículo
219, inciso 3 precisa como sanción la nulidad del acto jurídico que no cumpla con la
exigencia del artículo 140, inciso 2.

El artículo 219, inciso 3, dispone que el acto jurídico es nulo cuando su objeto es física o
jurídicamente imposible o cuando sea indeterminable, Como se puede apreciar el presente
artículo se refiere al objeto indeterminable, circunstancia que no aparece explícitamente en
el inciso 2 de artículo 140 del actual Código.

Como sostiene Lohmann (1961) la imposibilidad física por regla genera debe ser absoluta
u objetiva, lo que equivale a decir que no puede ser y salvada por nadie. Tal imposibilidad
se refiere tanto a los bienes como a conductas. La posibilidad física tiene que ver con la

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factibilidad de realización, es decir, se trata de una posibilidad material. Así, por Ejemplo,
nadie puede comprometerse a comprar un bien a una persona muerta, el otorgamiento de
una garantía por un crédito inexistente.

En aquella oportunidad, señalamos algunos ejemplos como el obligarse a producir oro por
procedimientos químicos, la Venta de un caballo que murió con anterioridad sin
conocimiento de los celebrantes, tocar el cielo con las manos.

Pero para la validez del acto jurídico no basta que su objeto sea físicamente posible, sino
también jurídicamente posible. La imposibilidad jurídica es una consecuencia del
ordenamiento legal. El objeto existe físicamente pero la ley prohíbe que pueda figurar en
un acto jurídico. Tal sucede con las cosas que se encuentran fuera del comercio de los
hombres.

Según Romero M.(2003) “Sostenía que no puede cumplirse con la obligación, si alguno
estipulara que se le diere alguna cosa sagrada religiosa, creyendo que era humana, o una
obra pública que permanentemente haya estado destinada a los usos del pueblo, como un
foro, un teatro, o un hombre libre a quien se le creía esclavo”.

Como dijimos en la oportunidad en que analizamos el inciso 2 del artículo 140, los
imposibles no pueden ser objeto de actos jurídicos, o como se decía en el derecho romano:
“impossibilium nula obligatio”, es decir, no hay obligación sobre cosas imposibles. Lo que
está prohibido por la naturaleza de las cosas no está confirmado por ninguna ley. La
imposibilidad es física cuando el objeto no existe en la naturaleza o existiendo no puede
recaer sobre el materialmente relaciones jurídicas.

d. CUANDO SU FIN SEA ILICITO

Cuando abordamos el tema del fin lícito de los actos jurídicos, al que se refiere e inciso 3
de artículo 140, vimos en primer lugar las discusiones doctrinarias acerca de si se debe
hablar del fin lícito o es mejor referirnos a la causa del acto jurídico. Esto implica hablar o
bien de una teoría objetiva, de una teoría subjetiva o de una teoría integral.

Para una idea completa del fin lícito, puede verse el tratamiento amplio que hicimos al
abordar el artículo 140 de Código Civil. De manera que en esta oportunidad reiteramos que
el acto jurídico es nulo cuando no tiene ese requisito esencial. Para que eso no suceda, el

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acto jurídico debe estar dirigido a producir efectos jurídicos que sean objeto de tutela jurídica
por parte del derecho.

e; CUANDO ADOLEZCA DE SIMULACIÓN ABSOLUTA.

El inciso 5 del artículo 219 de Código Civil dispone que el acto jurídico es nulo cuando
adolece de simulación absoluta. El tema de la simulación absoluta lo hemos analizado con
amplitud cuando tratamos la simulación de los actos jurídicos. En esa oportunidad dijimos
que la simulación es la declaración solo aparente que se emite de acuerdo con el otro
celebrante para engañar a terceros. Es decir, estamos ante una falsa declaración de
voluntad con el ánimo de que los terceros crean en lo aparente y no conozcan la realidad.

También dijimos que hay dos clases de simulaciones: la absoluta y la relativa. En la


absoluta, a la que nos referimos nuevamente en esta ocasión, los celebrantes del acto
jurídico simulado no tienen voluntad de realizarlo y sólo en apariencia lo celebran. Es decir,
el acto aparente flota sin una base verdadera y real. La declaración es simplemente una
ficción.

Es por eso, que el artículo 190 del Código Civil establece que por la simulación absoluta se
aparenta celebrar un acto jurídico cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo.

Resulta pues claro que el acto jurídico no existe, esa es la voluntad de los celebrantes. De
manera que el inciso 5 del artículo 219 del Código Civil hace bien en declararlo nulo. Esa
es la sanción que el derecho le aplica a este acuerdo ficticio. En este caso, tal como los
propios celebrantes lo deciden, no nacen efectos jurídicos.

f. LA INOBSERVANCIA DE LA FORMA PRESCRITA BAJO SANCIÓN DE NULIDAD.

Contemplado en el inciso 4 de artículo 140 que se refiere a la observancia de la forma


prescrita bajo sanción de nulidad.

Existen, en consecuencia, actos jurídicos formales que son los que se hacen de la manera
que la ley lo establece. Es decir, su forma está prescrita por la ley tal como sucede, por
ejemplo, con el matrimonio y el testamento. Cuando se incumple esa formalidad, la sanción
que impone el Código es la nulidad del acto jurídico.

Por otro lado, hay que tener presente que la formalidad no sólo lo impone la ley, sino
también la voluntad de los celebrantes, siempre que se respete el interés público. Tal
situación está contemplada por el artículo 1411 del-Código, al establecer que el acuerdo

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previo, en cuanto a la forma es requisito Indispensable para la validez del acto, bajo sanción
de nulidad.

De manera que esta formalidad obligatoria ordenada por la ley o acordada por los
celebrantes, tiene que cumplirse en la celebración de los actos jurídicos. La propia ley se
ha encargado de ordenar que el acto jurídico tiene como sanción la nulidad cuando el mismo
no revista la forma prescrita, (art. 219 inciso 6). Es por eso que a estos actos jurídicos se
les denomina actos jurídicos ad solenmitatem, es decir rodeados de celebridad.

Romero M.(2003) “No todos los actos jurídicos son ad solemnitatem. Esa formalidad la
reserva, el derecho para aquellos actos que tiene especial trascendencia, ya sea en la vida
social o patrimonial”. En todo lo demás las personas son libres de adoptar la forma que
crean conveniente, para la celebración de sus actos jurídicos, incluso pueden recurrir a los
actos caracterizados como ad solemnitatem, si así lo desean.

g. CUANDO LA LEY LO DECLARA NULO

El inciso 7 de artículo 219 dispone que el acto jurídico es nulo cuando la ley lo declare nulo.
Como se trata de una enumeración de causales, lo que el Código hace es dar potestad al
legislador para que pueda ampliar las causales de nulidad absoluta, en los casos que lo
crea conveniente. De manera que al elaborar una ley puede establecer la sanción de
nulidad absoluta, en circunstancias nuevas que sean objeto de regulación.

h. CUANDO EL ACTO JURIDICO ES CONTRARIO A LAS LEYES DE ORDEN PUBLICO


o A LAS BUENAS COSTUMBRES.

En el código civil peruano el artículo V del Título Preliminar del Código Civil dispone que es
nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres. Por su lado, el artículo 219, inciso 8, recoge el enunciado del Título Preliminar
para dar el perfil de la nulidad absoluta.

Esta es una oportunidad para recordar una vez más que los actos jurídicos tienen sus
límites en el derecho. Las personas pueden celebrar dichos actos dentro del ámbito que la
ley les permite. Si se exceden, el propio derecho los sanciona con la nulidad que puede ser
expresada de diferentes maneras, tales como “se consideran no puestas”, que aparece, por
ejemplo, en el artículo 171 del Código, al referirse a la condición resolutoria ilícita o a la

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física o jurídicamente imposible. Lo mismo sucede cuando se dice “no surte efecto , “no
valdrá” , no tendrá validez” o “carece de eficacia”, expresiones que aparecen en diferentes
artículos del Código Civil.

A esta clase de nulidades se le suele denominar nulidades virtuales, para diferenciarlas de


las nulidades textuales que aparecen en los siete primeros incisos del artículo 219.

Sostiene Stolfi, Giuseppe (1959) “de acuerdo a lo establecido en el artículo 1418 del Código
italiano, que dispone que el contrato es nulo cuando es contrario a normas imperativas,
salvo que la ley disponga algo diferente; para que haya nulidadno es necesario que sea
declarado caso por caso”. La ley puede sancionar, en términos generales la inobservancia
de una norma imperativa que pone límite a la voluntad de las personas particulares. De
todo esto concluye el tratadista italiano que la nulidad puede ser expresa o tácita que
equivale a decir textual o virtual.

De manera que el artículo V del Titulo Preliminar contiene la nulidad virtual o tácita, que se
origina cuando los celebrantes del acto jurídico contravienen a una norma imperativa que
tutela al orden público y a las buenas costumbres. De forma que el inciso 8 del artículo 219,
coherente con el rol que se le asigna al derecho, impone la sanción de nulidad cuando se
rompe la prohibición virtual, salvo que la propia ley imponga un correctivo diferente.

Lo que en el fondo dispone el artículo V del Código vigente es que en los casos a que se
refiere su texto, estamos ante un acto jurídico de objeto ilícito. El antecedente de este
dispositivo se encuentra en el artículo III del Título Preliminar del Código de 1936, que
disponía que no se puede pactar contra las leyes que interesan al orden público o a las
buenas costumbres, circunstancia que también contiene el artículo 1418 de Código italiano.

1.2.1.2. LA ACCIÓN DE NULIDAD ABSOLUTA.

Para Barandiarán L. (1954) “Un acto jurídico adolece de nulidad absoluta, los interesados,
atendiendo al estado de invalidez del acto pueden considerar como si éste nunca se hubiera
celebrado. También podría suceder que sus celebrantes ignorando el vicio lo declaren
eficaz y no tener interés en solicitar la declaración de nulidad”

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Pero la necesidad de utilizar la acción surge cuando alguna de las partes considera que es
la única vía para resolver discrepancias, sobre si el negocio en el que intervino está afecto
a la sanción de nulidad, así como a su valor obligatorio y vinculante. En tales circunstancias
entabla la acción de nulidad absoluta a fin de que se certifique y declare judicialmente la
nulidad del negocio.

No existe otra forma como acreditar la invalidez del negocio.

Como se sabe, el derecho de acción es el poder o potestad de un particular para acudir al


poder jurisdiccional a fin de que se declare los derechos y obligaciones. De manera que la
acción de nulidad es el camino que ofrece el derecho para obtener, a través de un proceso
judicial, la declaración de nulidad de un acto jurídico que se estima inválido. Esta acción de
nulidad, no solamente pretende la declaración de nulidad, sino que;

Sostiene Lohmannn L.(1994) “Busca fundamentalmente y básicamente la destrucción de


los efectos con apariencia de valor jurídico de un negocio jurídico que se estima nulo”. En
la medida que la supresión de sus efectos sea mayor o menor, la nulidad será total o parcial.

Si nos referimos a la acción de nulidad destinada a destruir sus efectos, esta puede tener
un carácter preventivo cuando se busca impedir que los efectos se produzcan, evitando
que el acto jurídico se lleve a cabo. Pero la acción puede interponerse cuando el negocio
ya se realizó, en cuyo caso se le suele denominar acción post-factum. La distinción entre la
preventiva y esta última es importante desde el punto de vista de la ejecución de sentencia
correspondiente.

En la acción de nulidad el conflicto tiene un doble ámbito. Por un lado está el conflicto entre
el negocio jurídico inválido y el ordenamiento jurídico que ha sido transgredido. Pero, por
otra parte existe conflicto entre los que celebraron el negocio, o entre éstos y terceros. A
iniciativa de cualquiera de ellos se puede acceder ante el órgano jurisdiccional para que
dirirna y declare la certeza de la nulidad.

Según Lohmannn L. (1994), la acción de nulidad absoluta no se entabla contra las personas
que han celebrado el negocio, sino que el reclamo es contra el negocio y sus
consecuencias. Los sujetos que intervinieron en la formación del negocio o que motivaron
su causal, son en este caso simples medios y no fines de la acción. Cuando la acción es
post factum puede acumular, además de la nulidad, la restitución o reivindicación de lo que
constituye la prestación.

Por eso, es necesario tener en cuenta que no constituye obstáculo para entablar la acción
de nulidad absoluta, la renuncia previa a este derecho por parte de los otorgantes.

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Según Romero M.(2003) “Define en cuanto a su naturaleza, la nulidad absoluta tiene un
carácter ipso jure es decir es nulo de pleno derecho. Esto quiere decir que no requiere de
una sentencia que así lo declare, porque es un acto inexistente que existe solo en
apariencia”. La sentencia judicial tiene como objeto hacer desaparecer la apariencia del
acto.

Como afirma Vidal R.(1999) “Si el acto es nulo, nada se ha creado ni modificado respecto
de la situación jurídica que se pretendía crear o que se pretenda modificar con la
celebración del acto”. La situación es la preexistente, para cuya consagración no es
necesario recurrir al magistrado. Sólo si una de las partes que lo celebró no acepta su
invalidez corresponderá al juez declararla, es decir, se trata de un acto declarativo, antes
que constitutivo.

1.2.1.3. TITULARES DE LA ACCIÓN DE NULIDAD ABSOLUTA.

El artículo 220 del Código Civil dispone que la nulidad a que se refiere el articulo 219 puede
ser alegada por quienes tengan interés o por el Ministerio Publico. Tambien puede ser
declarada de oficio por el Juez cuando resulte manifiesta. Este artículo tiene como
antecedente el texto del artículo 1124 del Código de 1936.

1.2.1.4. LOS QUE TENGAN INTERÉS PARA ACCIONAR.


En primer lugar, para poder alegar la nulidad absoluta, debe reunirse los presupuestos
generales a que se refiere el artículo VI del Título Preliminar del Código Civil y que tiene
que ver con el legítimo interés económico y moral. Por otro lado, el artículo IV del Título
Preliminar del Código Procesal Civil, exige para la promoción de un proceso, tener iniciativa
de parte que les permita invocar interés y legitimidad para obrar. No requieren invocarlos
Ministerio Público, el Procurador oficioso ní quien defiende intereses difusos.

Cumplidas estas potestades que exigen estos dispositivos, el derecho a accionar tiene que
ver con los celebrantes o partes y los terceros.

Como sostiene Vidal R. (1999) “Tratándose de las partes, no cabe hacer distingo alguno, ni
por las causas de la nulidad ni por ninguna razón, pues el acto es nulo ipso iure y la
sentencia que se dicte es meramente declarativa mismo fundamento de orden público que
sustenta la nulidad absoluta justifica que cualquiera de las partes accione en nulidad y que
este derecho a la acción se trasmita a sus sucesores, sean a título universal o a título
singular”. Aunque parezca contradictorio, conferirle es derecho de acción quien se puso
fuera de la ley, no se puede dejar de tener en cuenta, que no se busca castigar sino impedir
el establecimiento de reglas ilícitas.

[Fecha] 19
Lohmannn L. (1994) “Dice que se puede pensar en un arrepentimiento de la parte, por
haber infringido y vulnerado la ley”.

En cuanto a los terceros, si bien no han participado en la celebración de los actos jurídicos
como parte de ellos, pero pueden verse perjudicados por sus efectos ya sea en virtud de
haber contribuido a su ejecución y que de alguna manera puedan ser lesionados económica
o moralmente, aunque el negocio les sea totalmente ajeno. Esa es la razón por la que los
terceros están autorizados para demandar la nulidad absoluta, ya sea mediante una acción
preventiva o la acción post factum.

1.2.1.5. EL INTERÉS DEL MINISTERIO PÚBLICO.

Como ya lo señalamos, la nulidad absoluta puede ser alegada por el Ministerio Público,
aunque la nulidad no sea manifiesta. Al Ministerio Público le corresponde velar por el interés
social y por ende por el cumplimiento de las leyes, sobre todo cuando se atente contra el
orden público y las buenas costumbres, aspectos que están señalados por el artículo 219
de Código Civil.

De ahí que la Constitución peruana en el inciso 1 del artículo 159, dispone que corresponde
al Ministerio Público, promover de oficio o a petición de parte, la acción judicial en defensa
de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por el derecho. De manera, que el
Ministerio Público está facultado para indagar y reunir las pruebas del caso para iniciar la
acción de nulidad absoluta. De esta manera el Ministerio Público se convierte en un
intermediario necesario para solicitar la tutela, frente a un acto jurídico de nulidad absoluta,
ya sea en forma preventiva para impedir que los efectos se consumen, o post factum, si el
acto ya se cumplió.

No obstante, es necesario precisar a Vidal R. (1999)“Consideran que al Ministerio Público


no le corresponde promover la acción de nulidad por todas las causales del artículo 219 de
Código Civil, sino solo por la causal de incapacidad absoluta que aparecen en los incisos
2, 7 y 8 del citado artículo, que tienen que ver con la incapacidad, la textual y la virtual
respectivamente. Nosotros no compartimos este criterio, porque el artículo 220 de Código
Civil no hace tal diferenciación”.

1.2.1.6. LA NULIDAD DECLARADA DE OFICIO.

[Fecha] 20
El segundo párrafo del artículo 220 del Código Civil dispone que la nulidad absoluta puede
ser declarada de oficio por el Juez cuando resulte manifestad.

El interés basado en el orden público justifica una intervención de oficio por parte del Juez
competente Esto quiere decir que si el magistrado que conoce de una litis y constata la
existencia de una causal de nulidad absoluta puede, aunque las partes no la invoquen,
declarar la misma sobre el acto jurídico vinculado a la controversia, sin otro requisito que la
nulidad sea manifiesta.

Se dice que la nulidad es manifiesta cuando en el proceso aparece al descubierto de


manera muy clara la correspondiente causal y el juez se entera sin haber efectuado ninguna
indagación. Es decir, el hecho de ser el juez que conoce la litis lo pone en ese trance. Tal
sucede, por ejemplo, cuando descubre que dos personas que dicen ser casados, lo son
sólo por la religión, más no lo han hecho de acuerdo a las formalidades que establece la
ley. Lo mismo se puede decir de una litis donde los herederos discuten su derecho a la
herencia basados en un testamento, supuestamente ológrafo, pero el juez se percata que
dicho instrumento no es ológrafo, es decir de puño y letra del testador, sino que se hizo en
máquina de escribir.

En circunstancias como las señaladas, el juez declarará la nulidad del matrimonio y del
testamento ológrafo, en vista que se ha enterado, por ser manifiesta.

Un último tema que se discute en esta parte es la naturaleza del mandato, en la parte que
se refiere a: “Puede ser declarada". Esto significa una obligación ineludible para un juez o
se trata de una potestad que simplemente lo faculta al magistrado.

Tanto Lohmannm como Vidal “Sostienen que la palabra “poder” equivale al término “deber”
porque el Juez no puede permanecer impasible ante un negocio inmoral o ilegal”.

En el Código italiano se establece la posibilidad de declarar nulo un contrato que haya sido
aportado al juicio, incluso cuando no haya sido interpuesta por el interesado una demanda
o una excepción en tal sentido (Art. 1421)

1.2.2. EFECTOS ULTERIORES DEL ACTO NULO.

[Fecha] 21
Cuando un acto jurídico incurre en las causales señaladas en el artículo 219, adolece de
nulidad absoluta y por lo tanto se encuentra fuera del ambito amparado por la ley. Hemos
visto también, que la nulidad es una sanción que debe ser impuesta y ejecutada en virtud
de una sentencia Judicial. Pero mientras no se haya declarado la certeza de nulidad
mediante el fallo Judicial, el negocio podrá producir sus consecuencias como si fuera un
acto valido. Esos efectos pueden ser entre las partes celebrantes o pueden recaer en
terceros a los que denominamos ulteriores, y que veremos a continuación.

a. LOS EFECTOS ULTERIORES ENTRE CELEBRANTES.

En primer lugar, hay que considerar la hipótesis de que se hayan generado las obligaciones
o derechos como consecuencia de que el supuesto acto jurídico se haya ejecutado. Esto
significa que la situación que existía antes de la celebración de acto jurídico nulo se ha
alterado de hecho. Quién pretenda una declaración de nulidad absoluta no conseguirá una
nueva situación jurídica, es decir, seguirá existiendo la misma situación imperante
registrada antes de la celebración del acto nulo, toda vez que éste no tuvo ni puede tener
eficacia alguna.

Se trata pues, como afirma Lohmannn L. (1994),“ de un retorno al estado anterior”. Eso es
precisamente lo que expresa la sentencia que declara la nulidad absoluta.

Además de estos alcances, el hecho de volver “al estado anterior” puede también abarcar
la entrega de frutos o de intereses, de acuerdo a la naturaleza de la prestación. De ahí que
sea conveniente acumular, a la acción de nulidad, una acción de restitución de los frutos o
intereses devengados.

La otra hipótesis posible es que los derechos y obligaciones propios de acto jurídico nulo
no se han ejercitado, caso en el que la situación jurídica y de hecho, sigue sin alteración
alguna. Si alguno de los celebrantes quisiera hacer cumplir los efectos del acto jurídico nulo,
la otra parte tendrá derecho a plantear la correspondiente reconvención para que se declare
la nulidad del acto jurídico.

b. EFECTOS ULTERIORES FRENTE A TERCEROS.

Nadie puede trasmitir un derecho que no tiene o derecho mejor que el que tiene. Es por
eso, que el acto nulo tampoco surte efectos en contra ni a favor de terceros,
independientemente de la buena o mala fe de los celebrantes del acto. De ahi’, que se diga

[Fecha] 22
que el acto jurídico nulo carecede energía jurídica traslaticia. El Código Civil vigente no
contiene norma expresa a cerca de los efectos ulteriores frente a terceros.

1.2.3. LOS ACTOS JURÍDICOS NULOS N0 PUEDEN CONFIRMARSE.

La confirmación es un acto unilateral en virtud del cual se convalida un acto jurídico anulable
por adolecer de un vicio o causal de nulidad relativa. Consecuentemente, la confirmación
es un tema que lo trataremos más adelante, después de estudiar la nulidad relativa.

El Código Civil vigente, en la última parte del artículo 220 sostiene que el acto jurídico nulo
no puede subsanarse por la confirmación. Su precedente está en el artículo 1423 del Código
italiano que sostiene, que el contrato nulo no puede ser confirmado.

El único remedio, como sostiene Galgano(1992) “Es la renovación del acto, que supone un
contrato nuevo, el cual sólo producirá efectos desde su fecha”. Este precepto también
aparece en el Código Peruano de 1936, en su artículo 1124.

La imposibilidad de la confirmación del acto jurídico con nulidad absoluta, se debe a que no
se trata solo de los intereses de las partes celebrantes, sino fundamentalmente, en que el
orden jurídico no lo acepta porque atenta intereses sociales.

La imposibilidad antes referida, tiene algunas excepciones en la regulación matrimonial,


donde se permite algunos casos de convalidación, señalados en el artículo 274 del Código
Civil vigente, por ejemplo.

1.2.4. LA PRESCRIPCIÓN DE LA NULIDAD ABSOLUTA.

Si tenemos en cuenta, el concepto de la nulidad absoluta, no debería haber plazo de


prescripción para plantear la correspondiente acción. Al aceptar que esta posibilidad existe,
contradice lo esencial del acto jurídico nulo. Es decir, vencido el plazo de prescripción, el
acto jurídico se convalida sólo en la medida que ya no es posible obtener una declaración
judicial sobre el particular.

Por eso, el derecho romano no permitía que un acto jurídico nulo adquiera validez con el
transcurso del tiempo. Consideraban que lo que no subsistía por el derecho desde el
comienzo no podía existir nunca. De esa manera la nulidad absoluta era perpetua y por
tanto imprescriptible. Para los romanos imperaba la máxima “non firmatur tractu temporis
quod de iure ab initio non subsistit”.

[Fecha] 23
Fueron los franceses, a través del Código de Napoleón, los que impusieron el carácter de
prescriptible a la acción de nulidad. Este criterio fue recogido por nuestro Código de 1852,
que en su artículo 2300 sólo consagró la perpetuidad de la excepción. Posteriormente, el
Código de 1936 señaló un plazo de treinta años para la prescripción de la acción de nulidad,
así como para deducir la excepción.

Sobre estos antecedentes, el Código vigente redujo el plazo de treinta años a sólo diez
años que impera tanto para a acción como para a excepción (artículo 2001).

1.2.5. LA CONVERSIÓN DEL ACTO NULO.

La conversión no está contemplada por el Código Civil peruano. Consiste en la


transformación de un acto nulo en otro acto, al que se le reconoce validez, teniendo en
cuenta la finalidad que fue perseguida por las partes y, siempre que el acto convertido
contenga los requisis de sustancia y forma.

En otras legislaciones, como el Código alemán e italiano si se contempla esta institución.


Enneccerus k. (1981) “Al comentar el Código alemán sostiene que si un negocio es nulo
en el sentido que las partes se habían propuesto, puede no obstante ser mantenido como
negocio distinto, si concurren todos los requisitos de éste, incluso los de forma, y de esa
manera se alcanza el fin económico que los celebrantes se propusieron”. Ejemplo, si una
letra de cambio es nula por defecto de forma, pero puede convertirse en un documento que
acredite una deuda. En otro caso, un testamento nulo puede hacer viable el reconocimiento
de parentesco con el supuesto heredero. Por las razones expuestas, a la conversión se
suele denominar instrumento al servicio de la equidad.

El artículo 1424 del Código italiano se refiere a la conversión. Se considera que tal figura
se produce cuando un contrato, nulo como contrato de un tipo determinado, presenta sin
embargo los requisitos de otro tipo contractual. Eso sucede cuando, teniendo en cuenta el
fin perseguido por las partes, pueda entenderse que éstas también habrían querido el
distinto tipo contractual del cual están presentes sus requisitos de forma y de sustancia, el
contrato nulo producirá los efectos de este tipo contractual. Así, un contrato de subenfiteusis
nulo puede derivar en un contrato de arrendamiento a largo plazo.

Para Lohmannn L. (1994) debe existir, en la conversión, los siguientes requisitos


principales:

[Fecha] 24
 El negocio jurídico nulo, al convertirse en otro debe aportar los elementos
sustanciales que se requieren para el nuevo.
 La conversión debe realizarse entre las mismas partes que celebraron el negocio
nulo.

 Que haya voluntad de conversión manifestada de manera expresa o tácita


indubitable.

 Es necesario que se sepa si la voluntad de las partes habría querido los efectos del
negocio nuevo.

Finalmente, es necesario señalar que la exigencia previa de un acto jurídico nulo, para
conseguirla conversión, no se considera que ésta sea un efecto o consecuencia de la
nulidad absoluta. Es decir, no hay relación de causa efecto entre nulidad y conversión.
Afirmar tal cosa, significaría que todo acto jurídico nulo terminaría en una conversión. No
es así, porque esta tiene sus propias exigencias.

Se trata en realidad de una figura independiente del sistema de nulidad, aunque se


encuentren muy ligadas. La conversión debe ser aceptada por las partes, en tanto que la
nulidad es una sanción impuesta por la ley.

Además de esta conversión que hemos analizado y a la que se le denomina material o


auténtica, también se puede hablar dela conversión formal, a la que se le suele denominar
impropia. En ésta el negocio nulo ya no se convierte en otro de especie distinta, sino que
continúa dentro de la misma y lo único que cambia es la formalidad externa.

Es decir, se trata del mismo negocio pero con formalidad diferente. Así, por ejemplo, si un
testamento cerrado se abre antes de tiempo es nulo, pero si el mismo fue hecho de puño
del testador, tiene valor como un testamento ológrafo. Este es un aspecto que está regulado
en el artículo 703 de nuestro Código Civil.

2. EL ACTO JURIDICO ANULABLE

1.- CONCEPTO:

Para Romero M. (2003) “Las diferencias que existen entre el acto jurídico nulo y el acto
jurídico anulable, ya ha sido materia de explicación al ocuparnos de la nulidad del acto
jurídico”, En el acto jurídico anulable o con nulidad relativa declaración de voluntad existe y

[Fecha] 25
por lo tanto el acto jurídico también pero con un vicio formativo por el que puede ser
anulado. Por lo tanto posee sus diversos elementos esenciales para su existencia, pero en
si un vicio que da lugar a que las personas perjudicadas plantea anulación para subsanar
los intereses privados lesionados.

De ahí que el artículo 222 del Código civil disponga que el acto jurídico anulable es nulo
desde su celebración por efecto de la sentencia que lo declare. También hemos visto que
la nulidad relativa aparece en la época del derecho pretoriano, a través de la restitutio
integrum y exceptio doli.

De manera que la nulidad relativa requiere de una sentencia jurídica previa para convertir
el acto jurídico en nulo. El efecto de la sentencia retroactivo al momento que se celebró el
acto jurídico. De manera que estos actos mientras no sean impugnados y anulados, el
negocio anulado es válido, pero como es impugnable su eficacia definitiva depende que se
invoque su invalidez, ya que transcurrido el tiempo hábil para el ejercicio del derecho, no
hay diferencia con el negocio válido, ya que el acto anulado se convalida y su eficacia es
definitiva.

2.1. CAUSALES DE ANULIDAD


El artículo 221 del Código Civil vigente dispone que el acto jurídico es anulable:

1) Por incapacidad relativa del Agente.

2) Por vicio resultante de error, dolo, violencia, o intimidación.

3) Por simulación, cuando el acto real que lo contiene perjudica el derecho y

4) Cuando la ley lo declare anulable.

a. La Incapacidad Relativa Del Agente.

Cuando el agente que celebra el acto jurídico adolece de incapacidad relativa, el


mismo resulta anulable. De conformidad con el artículo 44 del Código Civil, son
relativamente incapaces:

- Los mayores de 16 y menores de 18 años de edad.


- Los retardados mentales.
- Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su
libre voluntad.
- Los pródigos.
- Los que incurren en mala gestión.
- Los ebrios habituales.

[Fecha] 26
- Los toxicómanos y
- Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

Por ejemplo, si un menor de 17 años edad puede contraer matrimonio si cuenta con
la autorización de sus padres circunstancia que hace desaparecer la causa de
anulabilidad. Lo mismo sucede cuando el menor de 17 años celebra un contrato de
trabajo.

En conclusión, podemos afirmar que las incapaces relativo razones de minoría de


edad pueden contraer obligaciones y derechos, siempre que sus padres que ejercen
la patria potestad los autoricen.

b. El Vicio Resultante De Erro, Dolo, Violencia e Intimidación.

El acto jurídico requiere de la manifestación pura desprovista de cualquier


circunstancia que altera o perturbe lo que los celebrantes desean. Ahora bien,
justamente, el error, dolo, la violencia o intimidación, son elementos que vician la
necesaria correlación entre lo que quiere el sujeto y la voluntad que exterioriza es la
razón por la que el acto jurídico resulta impugnable.

c. La Simulación Relativa
La simulación relativa que se da cuando el declarado no responde a la verdadera
determinación de la voluntad pero esta ultima existe pero no se declara, constituye una
causal de anulabilidad o nulidad relativa.

Si bien el inciso 3 del artículo 221 del Código civil, no habla de simulación relativa, pero
hace referencia a que la misma se da cuando el acto real que lo contiene, perjudica el
derecho de tercero. Por ejemplo: Si Juan, padre de Pedro simula venderle un bien, cuando
en el fondo esta donado. Esta donación, que es el acto real puede perjudicar el derecho de
los demás herederos. De manera que en este caso real oculto y un acto aparente que es el
visible.

De manera que en circunstancias como la propuesta, el tercero podría impugnar el acto si


lo perjudica y puede demostrar que se trata de una simulación relativa. En el fondo, lo que
se consigue con la impugnación es la abolición de lo aparente y dejar como existente el
acto real, que es lo que los celebrantes en el fondo hacen. Es decir, prima la realidad frente
a lo aparente.

[Fecha] 27
d. Cuando la Ley lo Declara Anulable

Esto quiere decir que la ley, al margen de las circunstancias anotadas puede señalar
otras nulidades, tales como las que aparecen por ejemplo, con la anulabilidad de la
representación a que se refieren los artículos 163 y 166. Igualmente, el artículo 277
se refiere a la nulidad del matrimonio; o la comprendida anulabilidad del testamento
considerada en los artículos 808, 809 y 812.

Lo que el Código Civil quiere, en el inciso 4 del artículo 221, es que la norma legal
lo haya previsto con anterioridad a la celebración del acto jurídico.

2.2. EL EFECTO DE LA SENTENCIA QUE ANULA AL ACTO JURIDICO

El artículo 222 del código peruano dispone que el “acto jurídico anulable es nulo desde
su celebración, por efecto de la sentencia que lo declare”. Luego añade: “esta nulidad
se pronunciara a petición de parte y no puede ser delegada por otras personas que
aquella en cuyo beneficio la establece la ley”

El artículo 1126 del Código de 1936 establecía un efecto diferente a lo prescrito por el
código vigente. El código derogado disponía que los actos anulables solo se
consideraban nulos desde el día en que quedaba ejecutoriada la sentencia que los
invalidaba. El actual Código dispone el acto es nulo desde la celebración del mismo. Es
decir, que la sentencia tiene un efecto retroactivo, lo que no sucedía con el Código de
1936 nulidad se iniciaba con la sentencia ejecutoriada

2.3. EFECTOS ULTERIORES DEL ACTO ANULADO

En el artículo 222 del Código vigente, podremos precisar que el citado dispositivo no
señala qué sucede con las obligaciones y derechos que se vinieron cumpliendo hasta
el momento que se dicta la sentencia que declara la nulidad. Esos efectos se dan, tanto
entre celebrantes como entre éstos y terceros, a los mismos que denominamos
ulteriores, porque son una consecuencia de la sentencia de nulidad.

[Fecha] 28
Como ya lo dijimos, el efecto retroactivo de la sentencia lo hace nulo desde su
celebración. Consecuentemente, si el derecho emergido del acto jurídico no ha sido
ejecutado ni se cumplieron las obligaciones y deberes, no existe problema alguno. Pero,
si por el contrario, los mismos se cumplieron y ejecutaron, cada parte debe restituir lo
recibido y reclamar que le devuelvan lo que ha entregado, con sus respectivos frutos e
intereses.

2.4. LA ANULABILIDAD EN EL ACTO JURIDICO PLURILATERAL

Este tema está tratado por el artículo 223 del Código civil, en los siguientes términos:
“En los casos en que intervengan varios agentes y en los que las prestaciones de cada
uno de ellos vayan dirigidas a la consecución de un fin común, con nulidad que afecte
al vínculo de sola de las partes no importará la nulidad del acto, salvo que la
participación de ella deba considerarse como esencial, de acuerdo a las circunstancias”.

De acuerdo a este dispositivo, la anulabilidad de la participación de unas de las partes,


en el acto jurídico donde concurren varias partes, puede lograr un fin común, no supone
la nulidad de todo el negocio si según a las circunstancias su participación no es
esencial y el acto jurídico puede ejecutarse de la misma manera con las partes
restantes. Contrariamente negocio será nulo en su totalidad, si la participación del
agente es esencial en cuya circunstancia el acto jurídico ya no puede ejecutarse.

Este es el mensaje que nos brinda el artículo 223 del Código civil por eso que es muy
acertado hablar del funcionamiento de la anulabilidad en el acto jurídico plurilateral.

2.5. LA NULIDAD PARCIAL

Un acto jurídico puede ser anulable en su totalidad o en parte en cuyo caso hablamos
de la nulidad parcial. En esta última circunstancia, existen aspectos del acto juridico que
mantiene su validez y que no es posible impugnarlos

[Fecha] 29
El artículo 224 del Código civil regulas las diferentes formas de nulidades parciales que
se pueden presentar en la celebración de los actos jurídicos. Sobre el particular, tal
dispositivo dispone que “La nulidad de una o más de las disposiciones de un acto
jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean separables”.

Por otro lado, el párrafo segundo ordena que “la nulidad de disposiciones singulares no
importa la nulidad del acto cuando estas sean sustituidas por normas imperativas”.
Finalmente, el último párrafo dispone que “la nulidad de la obligación principal conlleva
la de las obligaciones accesorias, pero la nulidad de éstas no origina la de la obligación
principal”.

Un acto jurídico contiene diferentes aspectos o estipulaciones. En los actos o negocios


jurídicos existe toda una estructura compleja con aspectos esenciales y secundarios.
De manera que los Códigos regulan el rol que juega cada aspecto y de acuerdo a eso
determinan cuando un acto subsiste parcialmente o cuando pierde su validez.

El artículo 224, sobre el particular, distingue las disposiciones separables que entre ellas
no afectan la integridad o totalidad del acto jurídico. Igualmente, se refiere a las
disposiciones singulares que pueden ser sustituidas por normas imperativas.
Finalmente distingue la obligación principal del o que es una obligación accesoria.

2.6. LA NULIDAD EN LAS DISPOSICIONES SEPARABLES

El primer párrafo del artículo 224 del Código civil dispone que la nulidad de una o más
de las disposiciones de un acto jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean
separables. Esto quiere decir, en primer lugar que se trata de cláusulas no esenciales,
es decir aquellas sin las cuales las partes no habrían celebrado el acto jurídico.

El precepto se refiere a aspectos divisibles o separables que al contener el acto jurídico


y cuya división o separación no afecten la estructura jurídica, al acto, y pueda seguir
subsistiendo no obstante anule una de estas partes separables.

2.7. LA NULIDAD DE DISPOSICIONES SUSTITUIDAS POR NORMAS IMPERATIVAS

El segundo párrafo del artículo 224 del Código civil vigente dispone que “la nulidad de
disposiciones singulares no importa la nulidad del acto cuando estas sean sustituidas
por normas imperativas”.

[Fecha] 30
Esta situación se da cuando una cláusula contractual, querida por las partes, sea
contraria a una norma legal imperativa, es decir a una norma no derogable por la
voluntad de las partes, en tal caso la cláusula contractual o singular es nula y es
automáticamente sustituida por la norma legal imperativa.

Como ejemplo, podemos señalar los contratos modales en el derecho del trabajo
peruano que establece un plazo máximo de cinco años. Esto quiere decir que si las
partes le hubieran puesto una duración de seis años, estamos frente a una cláusula
singular que resulta ser nula y sustituida por el plazo que la ley establece de cinco años.
Lo mismo se puede decir, cuando un trabajador que labora a tiempo completo se le
asigna de común acuerdo, la cantidad de 300 soles, no obstante existir una norma
imperativa que fija en 410 soles. Aquí también se da la sustitución de la cláusula singular
por la norma imperativa legal.

2.8. LOS EFECTOS DE LA NULIDAD DE LA OBLIGACION PRINCIPAL

El párrafo tercero del artículo 224 del Código civil vigente dice que la nulidad de la
obligación principal conlleva la de las obligaciones accesorias, pero la nulidad de éstas
no origina la de la obligación principal.

Por ejemplo, Rosa presta una cantidad a Juana. Para asegurar el pago Manuel se
ofrece como fiador o garante. Si la obligación entre Rosa y Juana es nula, la obligación
de Manuel, como garante, también lo es. Por el contrario, si la obligación de Manuel es
nula, ellos no hace que la obligación entre Rosa y Juana lo sea. Se trata de la obligación
principal

2.9. EL ACTO Y EL DOCUMENTO PROBATORIO

El artículo 225 del Código civil vigente ordena que “no debe confundirse el acto con el
documento que sirve para probarlo. Puede subsistir el acto aunque el documento se
declare nulo”. Este artículo tiene como precedente el artículo 1131 del Código de 1936.

En primer lugar hay que distinguir lo que es el acto jurídico y el documento en el que
consta el mismo. Cuando un acto jurídico es formal o ad solemnitatem, y como tal exige

[Fecha] 31
tal o cual documento para su existencia, de no cumplirse tal precepto, el acto jurídico
es nulo. Simplemente porque no se cumple con su esencialidad que consiste en que el
acto debe constar en tal documento, porque así lo exige la ley. Tal situación se exige
en las letras de cambio.

Diferente es la situación de un acto jurídico ad probationen, en el que la nulidad del


documento no compromete al acto jurídico. Es decir, el acto y el documento no son
consustanciales y no forman una misma entidad jurídica, siendo por tanto separables.
Por eso la segunda parte del párrafo, materia de este comentario, dispone que puede
subsistir el acto aunque el documento se declare nulo.

2.10. ALEGACION DE INCAPACIDAD POR QUIEN COPARTE

El artículo 226 del Código civil vigente dispone que la incapacidad de una de las partes
no puede ser invocada por la otra de su propio beneficio, salvo cuando es indivisible el
objeto del derecho de la obligación común”. El precedente, es nuestra legislación en el
artículo 1078 del Código de 1936.

León Barandiarán nos da la siguiente versión sobre el aspecto que nos interesa. Se
trata de la concurrencia de una persona incapaz junto con otra capaz, integrando ambas
una parte del contrato. Entonces al invocar la anulación del acto por incapacidad, pero
ello debe ser por el objeto u obligación en que interviene el incapaz con su declarar.

2.11. LA AUTORIZACION PARA LA VALIDEZ DEL ACTO DEL INCAPAZ RELATIVO

El artículo 227 del Código civil vigente dispone que “las obligaciones contraídas por los
mayores de dieciséis años y menos de dieciocho son anulables, cuando resultan de
actos practicados sin la autorización necesaria”. El precedente dentro de la legislación
peruana lo constituye el artículo 1128 del Código de 1936.

El artículo 44 del Código civil vigente dice en su inciso 1, que son relativamente
incapaces los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad. Por su lado,
el artículo 221 inciso 1, dispone que el acto jurídico es anulable por incapacidad relativa
del agente.

[Fecha] 32
Por el artículo 227 del Código civil plantea la posibilidad de que los actos del incapaz
relativo tenga validez, si es que se han hecho con la autorización necesaria. La primera
inquietud es quien autoriza. No cabe duda que se refiere a sus representantes legales
como son los padres o el tutor correspondiente.

Lo que el derecho busca es que los menores que cuenten con capacidad relativa,
puedan ser autorizados, por sus padres para dedicarse al ejercicio de una profesión y
oficio, puedan contraer matrimonio, dedicarse a conducir un negocio o industria, en cuyo
caso los acto celebren tengan toda validez y nadie puede impugnarlos.

Consecuentemente, si no existe esta autorización, los actos jurídicos que practique el


incapaz relativo son anulables de conformidad con lo establecido por el artículo 227 del
Código civil.

2.12. ACCION DE REPETICION CONTRA EL INCAPAZ

El artículo 228 del Código Civil dispone que “nadie puede repetir lo que pagó a un
incapaz en virtud de una obligación anulada, sino en la parte que se hubiere convertido
en su provecho”.

Como ya lo vimos anteriormente, cuando se declara que un acto sea nulo o anulable
por incapacidad de una de las partes, el efecto o pronunciamiento, de que las cosas
deban reponerse al estado anterior acto, restituyéndose los declarantes recíprocamente
lo que hubieran recibido por dicho acto.

2.13. LA NULIDAD CUANDO HAY MALA FE DEL INCAPAZ

El artículo 229 del Código civil dispone que “si el incapaz ha procedido de mala fe
ocultando su incapacidad para inducir a la celebración del acto, ni él, ni sus herederos
o cesionarios, pueden alega la nulidad”.

Según el ejemplo que nos propone León Barandiarán: Si A, de edad, falsifica su partida
de nacimiento y se presenta a B como más de edad, celebrando un contrato por el cual
le vende una casa; si A representante pretendiera anular la compra venta por la
circunstancia de minoría de edad de A, la acción no sería aceptable. De esta manera,
castiga la mala fe con que procedió el incapaz, negándole la acción que dé a haber

[Fecha] 33
mediado la mala fe habría podido incoar. La sanción no sólo es para el incapaz sino que
se extiende a los herederos o cesionarios, quienes tampoco podrán hacerlo.

2.14. OTRAS CAUSALES QUE CONDUCEN A EXTINGUIR LAS RELACIONES


JURIDICAS

a. La Rescisión

El artículo 1370 del Código Civil dispone que la rescisión deja si efecto un contracto
por causal existente al momento de celebrarlo. Luego el artículo 1372 agrega, que
la rescisión se declara judicialmente, pero los efectos se la sentencia se retrotraen
al momento de la celebración del contrato

En este casi se considera que el contrato es válido, pero por razón de la rescisión
queda sin efecto, o sea es ineficaz. El contrato rescindido deja de dar lugar a la
creación de la relación jurídica, pero se reconoce su validez.

Según Romero M. (2003) “Esto quiere decir que, la rescisión es dejar sin efecto un
contrato válido mediante un nuevo convenio entre las partes. La rescisión supone la
validez del contrato y opera únicamente sobre su eficacia

Si se tiene en cuenta que la rescisión deja sin efecto un contrato por causales
existentes en el momento de su celebración, la rescisión afecta al contrato mismo
privándolo de su eficacia. Esto quiere decir que el contrato reincidido, si bien es
válido carece de eficacia, o sea que se considera que no ha producido los efectos
que le son propios.

b. La Resolución

La resolución no opera retroactivamente, como sucede con la rescisión. El segundo


párrafo del artículo 1372 ordena que la resolución invoca judicial y
extrajudicialmente. En ambos casos los efectos de la sentencia se retrotraen al
momento en que se produce la causal que la motiva.

Luego el párrafo tres, respecto a la resolución, dispone que las partes deben
restituirse las prestaciones en el estado en que se encontraran al momento indicado

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en el párrafo anterior, y sin ello o fuera posible deben reembolsarse en dinero el
valor que tenían en dicho momento.

c. El Mutuo Disenso

Conocido también, en otras legislaciones como resciliación, es la resolución


convencional de una relación jurídica surgida de un contrato.

Para Vidal R. (1999) “Es un modo voluntario por el que las partes de un acto jurídico
deciden hacerlo cesar en sus efectos. Corresponde a los celebrantes hacer cesar
los efectos”.

El Código Civil Peruano dispone que por el mutuo disenso las partes que han
celebrado el acto jurídico acuerden dejarlo sin efecto. Si perjudica el derecho de
tercero se tiene por no efectuado. Se trata pues de una figura que se sustenta en la
autonomía de la voluntad, salvo que se trate del derecho del tercero al que hay que
proteger. Aquí es necesario hacer presente que no debe confundirse el mutuo
disenso con el disenso, entendido este último como el disentimiento, o sea la falta
de consentimiento contractual. Como se podrá apreciar, era necesario, hacer estas
precisiones muy generales a cerca de la rescisión, resolución y mutuo disenso, para
poder fijar mejor los conceptos de nulidad y anulabilidad, que son totalmente
distintos, pero que en el lenguaje jurídico se utilizan frecuentemente, como si fueran
similares.

3. LA CONFIRMACION DEL ACTO JURIDICO

1.- CONSIDERACIONES GENERALES


Art. 230 del C.C. «Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser confirmado por
la parte a quien corresponde la acción de anulación, mediante un instrumento que contenga
la mención del acto que se requiere confirmar, la causa de anulabilidad, la manifestación
expresa de confirmarlo.

La confirmación es un acto jurídico en virtud del cual se conoce otro acto jurídico anulable
por adolecer de una causal de nulidad retroactiva.

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Esto quiere decir, como ya lo hemos visto, que la confirmación si es posible en el acto
anulable, mas no en el acto nulo.

En otras palabras como lo plante Lohmannn L. (1994), “La confirmación es un acto porque
se sanea a uno anterior que adolece de alguna causal de nulidad retroactiva”.

De esta manera, el acto saneador queda librado de todo riesgo futuro de impugnabilidad,
resultado plenamente válido

2.- CLASES DE CONFIRMACIÓN

a. Confirmación Expresa

Según Dr Borja A.(2005) “Cuando en forma directa y por el medio más adecuado se
manifiesta la voluntad de dar validez al acto jurídico anulable”.

La confirmación se denomina expresa por la forma como se manifiesta la voluntad.


En tal sentido la confirmación es un acto jurídico.

Por lo tanto puede ser expreso cuando se formula oralmente.

El artículo 230 del Código civil, por otra parte, exige la existencia de un instrumento.
Esto significa que la confirmación necesariamente debe ser escrita y por lo tanto ad
solemnitatem. Consideramos que ese no es el camino que nuestro Código exige.
Lo que interesa en este caso es que la confirmación pueda acreditarse, es decir
tiene un carácter ad probationem

Ejemplo:

Si Juan a la edad de 17 años le compra una casa a Pedro y, después de dos años desea
convalidar el acto jurídico que celebró (por cuanto era anulable al ser incapaz relativo) y,
con tal fin de manera escrita, mediante un documento exterioriza tal voluntad, en este
caso estaremos ante una confirmación expresa.

b. Confirmación Tácita

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Borja A.(2005) “Se produce cuando la persona a quién corresponde la acción de anulación,
ejecuta total o parcialmente las prestaciones de la obligación que nacen del acto o negocio”.

En este caso, el acto confirmatorio es exteriorizado por la persona mediante ciertos


comportamientos, actitudes o hechos fácticos que denotan de manera inequívoca su
voluntad de ratificar el acto jurídico. En suma, estamos ante lafacta concludentia como
forma y modo de ratificar el acto anulable.

De acuerdo con el Art. 231 del C.C se dan dos formas de confirmación tácita: y

- La ejecución total o parcial del acto impugnable.

- La realización de hechos que en forma indudable pongan de manifestó la intención de


renunciar a la acción de anulación del acto.

Ejemplo:

Juan teniendo 17 años adquiere una casa a Pedro, la misma que es tomada en posesión
por Juan, sin embargo transcurrido dos años de la celebración del acto jurídico, esta
persona decide tomar la posesión del inmueble, por lo que, esta situación fáctica, estará
indicando que Juan de manera tácita está confirmando el acto jurídico.

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CONCLUSIONES

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BIBLIOGRAFIA

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León Barandiarán, José. El acto jurídico ,gaceta jurídica, lima 1997

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1959.

Vidal Ramirez, Fernando, El acto juridico,4ta edición ,gaceta jurídica, 1992.

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Perú-2005

ROMERO MONTES FRANCISCO, CURSO DEL ACTO JURÍDICO, LIMA PERÚ, 2003.

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