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Esta frase, dicha por una persona millonaria, famoso, si de esos a los que admiran
hoy por hoy el futuro de nuestro planeta, Will Smith.
Así es nuestra sociedad, una en la cual se le da más valor a lo que cuesta más o a
lo que más bonito se ve.
Si naces con algún defecto físico, pobre de ti, porque desgraciadamente padecerás
la burla y el rechazo de las personas con las que te encuentres en el camino. Como
es el caso de Rachel Fransworth, una food blogger que actualmente goza de fama
y prestigio, pero no siempre fue así. Ella nació con una deformidad en la mandíbula
que le provocó que durante toda su infancia y adolescencia fuera víctima de burlas
y malos tratos, fue hasta que llegó a la edad adulta y sus huesos terminaron de
desarrollarse, que ella pudo realizarse una operación que la convirtió en una
persona “normal”. La blogger de 31 años ha declarado en un video que se viralizó,
y que se titula ¨Be that person”, que además padece una enfermedad autoinmune
por la cual es seguro que no vivirá el mismo tiempo que las personas promedio,
entonces, en este video nos invita a reflexionar en el valor que le damos a lo que
para nosotros es belleza, “Cada señal de envejecimiento que poseo, me recuerda
que sigo viva, (…) no tengo tiempo para desperdiciar criticando mi apariencia física
o la de las demás personas”, sin duda debido a sus padecimientos, Rachel ha
aprendido a valorar mucho más su interior que su apariencia física.
Y tú, ¿te has puesto a analizar a que le das más valor? Fíjate bien en tu cantante
favorito, te gusta su música… ¿no?... Y, ¿qué pasaría si tuviera un defecto físico?,
¿crees que tu gusto sería el mismo?, tus amigas o amigos… ¿serían tus amigas si
tuvieran labio leporino o alguna cicatriz gigante en la cara? Y es que hoy por hoy el
bombardeo mediático es de tal magnitud, que es muy difícil permanecer al margen,
internet, televisión, radio, revistas, redes sociales, canales de YouTube, todos
compartiendo mensajes con una misma premisa: “Como te ves, te tratan”, “Eres lo
que comes”, “La belleza cuesta”, y el mensaje implícito de que si no eres guapo o
guapo, estas “out”.
¿Por qué nuestra sociedad le da más valor a lo que conocemos como belleza?,
¿Quién decide qué es bello y qué no lo es?, ¿Por qué somos tan crueles con
nuestros semejantes?, ¿cómo ha cambiado el estándar de belleza a lo largo del
tiempo?, ¿Cuanto se gasta en belleza?. Estas y otras preguntas serán respondidas
en este reportaje.
Es increíble que los mexicanos con todos los problemas sociales que tenemos,
ocupemos el 12 lugar en compra de estos productos, los cuales realmente no son
para nada parte de nuestras necesidades básicas.
“No hay mujeres feas, sólo perezosas”, podría ser un eslogan poco feliz de una
marca que apunta al universo femenino, y puede prestarse a debates interminables.
La frase le pertenece a Helena Rubinstein, una de las primeras empresarias y
visionarias de la industria de la cosmética, que hace más de 110 años creó un
imperio que lleva su nombre, y no le fue nada mal.
Para mi tu eres bello, pero para ella eres feo: La belleza, algo muy subjetivo
Dentro de la filosofía, determinar qué es bello y que no consiste en uno de los
problemas centrales de la estética y diversos pensadores a lo largo de los siglos
han abordado esta problemática. Una de las primeras discusiones de este tema
data del siglo V a.C. en Jenofonte, donde se establecieron tres conceptos de
belleza que diferían entre sí: la belleza ideal (que se basaba en la composición de
las partes), la belleza espiritual (el reflejo del alma y que puede verse a través de
la mirada) y la belleza funcional (de acuerdo a su funcionalidad las cosas pueden
ser o no bellas).
Platón fue el primero en elaborar un tratado sobre el concepto de belleza que
tendría un gran impacto en occidente, tomando ciertas ideas plasmadas por
Pitágoras sobre el sentido de la belleza como armonía y proporción y fusionándolo
con la idea de esplendor. Para él la belleza proviene de una realidad ajena al
mundo que el ser humano no es capaz de percibir completamente. Dijo:
“De la justicia, pues, y de la sensatez y de cuanto hay valioso en las almas no
queda resplandor alguno en las imitación de aquí abajo, y solo con esfuerzo y a
través de órganos poco claros, les es dado a unos pocos, apoyándose en las
imágenes, intuir el género de lo representado.”
Posiblemente al día de hoy una de las teorías más aceptadas respecto a este
tema es la propuesta por el relativismo, que dice que las cosas son bellas o feas
según el fin que persigan.
Las revistas, los anuncios de televisión, las películas… muestran ideales de belleza
prácticamente inalcanzables para la mayoría de las personas. Varios estudios
demuestran que la imagen corporal, el autoestima, y los patrones de alimentación
se ven afectados negativamente por lo que se ve y se escucha en los medios.
La mayoría de las revistas insisten en que las personas deben centrarse en sus
atributos físicos, es decir, la forma del cuerpo, el tono muscular, el cabello, el
maquillaje, la ropa… para encontrar la felicidad, y rara vez mencionan la importancia
de ser inteligente, sofisticado, divertido y/o poseer muchos otros atributos positivos
que nada tienen que ver con el físico. Por ejemplo, las personas con sobrepeso
experimentan una importante presión social, incluyendo burlas acerca de su peso,
discriminación.
El ideal de delgadez ha sido construido por la sociedad y por los medios, y parece
que todos debemos ajustarnos a él. Esta conexión es muy grave ya que una imagen
corporal baja puede conducir a trastornos de la alimentación como la anorexia o la
bulimia que pueden desembocar en finales trágicos. En Estados Unidos, por
ejemplo, mueren cada año 1000 mujeres debido a trastornos alimentarios, la
segunda tasa de mortalidad más alta relacionada con trastornos psicológicos. Una
muestra clara de que la exposición de las personas a las imágenes de los medios
de comunicación afecta negativamente a la percepción de la imagen corporal.
Las mujeres no pueden alejarse del ideal de belleza que venden los medios. De
acuerdo con un estudio realizado por Silverstein, Perdue, Peterson, y Kelly, las
mujeres están más expuestas a los mensajes de los medios sobre sus cuerpos que
los hombres. En su investigación analizaron cuarenta y ocho números de revistas
encontrando sesenta y tres anuncios relacionados con la belleza y la alimentación
de las mujeres y solo uno para hombres. Las mujeres delgadas son vistas como
gente glamurosa, que consigue ventajas tanto sociales como laborales, mientras
que las personas con un físico diferente a los estándares marcados son vistas como
gente infeliz, perezosa, que no es digna o capaz de llevar una vida de glamour.
Es importante analizar el valor que le damos a las cosas, valorar mucho màs todas
aquellas que no se pueden ver y tocar, dejar de juzgar la apariencia física y abiri
más nuestra mente y corazón hacia todas las personas. Como sociedad
necesitamos de estereotipos acordados entre todos los miembros de la misma,
como modelo de referencia para categorizar actitudes, comportamientos. Pero en
el caso de los estereotipos de belleza deberíamos replantearnos el modelo que
estamos aceptando y proponer un canon de belleza más amplio, saludable,
tolerante y democrático. Estereotipos basados en la belleza real de las personas, a
los cuales todos podamos acceder respetando y aceptando nuestros cuerpos, sin
la necesidad de acudir a dietas, cirugías ni al consumo de productos innecesarios.
Así como también evitando todas las consecuencias negativas que estos producen
como la autodegradación, la baja de autoestima, inseguridad personal,
discriminación, trastornos alimenticios; factores que evitan que la persona se
desarrolle en toda su potencialidad.
Para cerrar, los invito que se analicen y piensen en que están invirtiendo sus
pensamientos.