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En este sentido, la referida exigencia se condice plenamente con la significación de los procesos
constitucionales. En efecto, el proceso constitucional se inicia por la denunciada existencia de
una situación de vulneración del contenido constitucional de un derecho fundamental (artículos
1, 2 y 5.1 CPConst.), de modo que todo el proceso constitucional se dirige a establecer si
realmente se ha producido una tal vulneración a fin de hacerla cesar. Si la resolución de
segunda instancia judicial ha declarado improcedente o infundada la demanda constitucional,
quien tendrá interés de revertirla será el demandante y no el demandado. Si, por el contrario,
la demanda es declarada fundada en segunda instancia, será el demandado quien tenga
interés en revertir la situación, pero no se le podrá permitir que lo haga a través de un recurso
de agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional, al menos por las dos siguientes
razones. Primera, porque se corre el riesgo cierto de vulnerar el derecho de defensa del
demandante al permitirse que el demandado interponga un recurso en el que se alegaría algo
nuevo y sobre lo cual el demandante no habría podido defenderse: la vulneración del debido
proceso. Y segunda, porque el hecho de que no se permita al demandado en un proceso
constitucional interponer un recurso de agravio constitucional, no significa de ninguna manera
su desprotección debido a que éste cuenta también a su disposición con las garantías
constitucionales en protección de sus derechos fundamentales
El proceso de cumplimiento posee un carácter teleológico dado que pretende que un proceso
sea rápido y sobre todo, eficaz; es por ello que se dice que tutela “el derecho constitucional de
defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos”
Es decir, se pretende justificar que con la protección constitucional de este derechos “el Estado
social y democrático de derecho que reconoce la Constitución (artículos 3.° y 43.°), el deber de
los peruanos de respetar y cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico (artículo 38.°) y
la jerarquía normativa de nuestro ordenamiento jurídico (artículo 51.°) serán reales, porque,
en caso de la renuencia de las autoridades o funcionarios a acatar una norma legal o un acto
administrativo, los ciudadanos tendrán un mecanismo de protección destinado a lograr su
acatamiento y, por ende, su eficacia”
Asimismo el profesor Carpio Marcos respecto a este tema aclara que “si la controversia en este
proceso se deriva esencialmente de la inactividad, omisión o renuncia a no cumplir con los
mandatos establecidos en una ley o en un acto administrativo, entonces puede decirse, sin
temor a equivocarse, que se trata de un proceso destinado a controlar la ilegalidad por
omisión de la Administración Pública. No hay, pues, controversia que gire sobre ‘materia
constitucional’, ya que su objeto no se plantea como consecuencia de la aplicación o vigencia
de una norma constitucional, sino de la ley o el acto administrativo”
Incluso la misma Comisión de juristas que redactaron el anteproyecto del CPC, por su parte,
han manifestado que “… esta institución debería ser eliminada, pues no sólo no es clara, sino
que en puridad no es un proceso constitucional”
Debe quedar claro que no se trata de un derecho constitucional sino un principio general del
Derecho; por tanto, se argumenta que el Tribunal Constitucional se equivoca al considerar la
eficacia de las leyes y de los actos administrativos un derecho constitucional. La eficacia de las
leyes y de los actos administrativos es un principio básico y general del Derecho, que está
vigente no porque lo diga o deje de decir la Constitución, sino porque así lo exige la existencia
misma del ordenamiento jurídico. Si no hay eficacia de las normas, sencillamente no puede
afirmarse que exista ordenamiento jurídico, porque es de su esencia ser eficaz
Las idas y vueltas del recurso
de agravio constitucional.
Parte 1
13 marzo, 2014 por Yuliano Quispe Andrade
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1. A manera de introducción.
Es muy cierto que hoy en día es imposible entender y conocer cabalmente el
Derecho Procesal Constitucional apartado de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional (TC)[1]; asimismo, una de las instituciones procesales que creo que
ha sido más desarrollada (interpretada, modificada, y/o redimensionada)
jurisprudencialmente es el Recurso de Agravio Constitucional (RAC), y ahí
subyace el motivo del presente trabajo.
En el presente trabajo intentaremos hacer ver el desarrollo jurisprudencial del RAC
en comparación con su diseño legislativo (constitucional y legal), para así poder
observar las redimensiones hechas por el TC y, sobretodo, para comprender las
actuales y verdaderas dimensiones de RAC.
Entonces empecemos.
En otras palabras, este RAC es posible incoar cuando existe algún vicio de
congruencia procesal por el que no se tutela adecuadamente algún derecho
fundamental; por ejemplo[18]: cuando no se haya emitido pronunciamiento de un
extremo de lo demandado, o cuando la sentencia de segundo grado ampare una
pretensión distinta a la pretendida;
3) El RAC frente a excepciones deducidas[19].-
– Procede para evaluar si una excepción estimada en segunda instancia fue
correctamente analizada y/o valorada. (Supuesto)
Éste RAC cuestiona una resolución (auto de vista que confirma la estimación de
una excepción) distinta a la señalada por el diseño legislativo del RAC, es decir,
distinta a una resolución desestimatoria (infundada o improcedente). Entonces,
nuevamente, estamos frente a una ampliación del RAC.
– Aquí, el TC podría resolver de dos maneras[20]: (i) si la excepción fue estimada
en las dos instancias, revocará las resoluciones y ordenará que el a quo analice la
controversia, o de considerarlo pertinente se pronunciará sobre el fondo; y (ii) si la
excepción fue estimada únicamente en segunda instancia, se pronunciará por el
fondo. (Efecto)
4) El RAC para el reconocimiento de devengados e intereses[21].-
– Procede cuando en sede judicial se ha estimado una pretensión vinculada al
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la pensión, y en ésta no se
hubiere ordenando el pago de los montos dejados de percibir (devengados y
reintegros) y/o los intereses generados. (Supuesto)
Vemos que éste RAC podría ser incoado por el demandante ganador, quien
cuestionaría una resolución estimatoria (fundada) de segunda grado. Estos dos
aspectos contradicen el diseño legislativo del RAC -que estaba pensado para el
demandante vencido, quien impugnaría la resolución desestimatoria (infundada o
improcedente) de segundo grado-. Entonces, aquí vemos nuevamente una
ampliación del RAC.
– Otra peculiaridad que dijo el TC sobre éste RAC es que la resolución del
RAC per saltum o del recurso de queja -por denegatoria del RAC per saltum– se
realiza sin trámite alguno[40]. Es decir, no existe la obligación de que se convoque
a vista de la causa porque no se está debatiendo una controversia constitucional,
sino se verificará el cumplimiento de la sentencia constitucional que ya fue resuelta
por el TC.
5.3. El recurso de apelación por salto a favor de la ejecución de una sentencia del
TC que declarainfundada la demanda.-
El TC ampliando los alcances del recurso de apelación por salto, emitió la RTC
00322-2011-Q/TC[41] mediante la cual precisó:
– Que no solo la parte resolutiva de las resoluciones del TC son de obligatorio
cumplimiento, sino también los fundamentos que justifican la decisión[42]; y que
no solo de las sentencias o resoluciones estimativas por este Tribunal se derivan
mandatos (dar, hacer, no hacer) u obligaciones que vinculan a los poderes u
órganos constitucionales, sino también de las sentencias o resoluciones
desestimativas[43].
Ahora bien, aquí nace una inquietud: ¿cómo se ejecuta una sentencia que declara
infundada la demanda?[44]; creemos que el TC -al momento de crear éste RAC-
debió responderla pero no lo hizo, y nosotros tampoco tenemos respuesta porque
no logramos entender cómo se ejecutaría una sentencia que declara infundada la
demanda.
– Apreciamos que éste RAC nació para revisar la ejecución de sentencias
desestimatorias, cuestionar lo decidido por el Juez de ejecución (primera
instancia), y para ser incoado por el demandando. Estos tres aspectos trastocan y
contradicen abiertamente el diseño legislativo del RAC, por ende, las
observaciones[45] que deberíamos realizar son semejantes a las señaladas para el
“RAC a favor del cumplimiento de las sentencias del TC” y para el “RAC per
saltum”.
– Además, éste RAC tiene dos diferencias marcadas respecto de su modelo base
(Recurso de apelación por salto ó RAC per saltum): cuestiona el cumplimiento o
ejecución de sentenciadesestimatoria, y el sujeto legitimado para incoarlo es el
demandado. Por ello, si el RAC per saltun es una excepción al diseño legislativo
del RAC, éste RAC resulta ser una excepción de la excepción.
Por estas peculiaridades, podemos decir que el TC se excedió y, además, “ha
cruzado la frontera para permitirse escoger un caso que quiere conocer”[46].
[1]Como señala Samuel Abad “en la actualidad resulta imposible conocer
cabalmente al proceso de amparo al margen de lo dispuesto por la jurisprudencia
del TC”; en: ABAD YUPANQUI, Samuel B. y Pablo PÉREZ TREMPS, “La
reforma del proceso de amparo: La experiencia comprada”, Palestra Editores,
Lima, 2009, pág. 243.
De modo similar Omar Cairo dice que el ordenamiento jurídico del amparo en el
Perú “comprende tanto las disposiciones vigentes como la interpretación realizada
por el Tribunal Constitucional”; CAIRO ROLDAN, Omar, “El panorama general
del proceso de amparo en el Perú”, Primera Parte, en: Palestra del Tribunal
Constitucional, Revista de Doctrina y Jurisprudencia VII, Lima, 2008, pág. 104.
[2]Artículo 200.2 de la Constitución de 1993.- “Corresponde al Tribunal
constitucional: (…) 2. Conocer en última y definitiva instancia, las resoluciones
denegatorias de hábeas corpus, amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento”.
(Lo subrayado nos corresponde).
[3]Artículo 298.2 de la Constitución de 1979.- “El Tribunal de Garantías tiene
jurisdicción en todo el territorio de la República. Es competente para: (…) 2.
Conocer en casación las resoluciones denegatorias de la acción de hábeas corpus
y la acción de amparo agotada la vía judicial.” (Lo subrayado nos corresponde).
[4]“Artículo 19.- Recurso de queja.
Contra la resolución que deniega el recurso de agravio constitucional procede
recurso de queja. Este se interpone ante el Tribunal Constitucional dentro del
plazo de cinco días siguientes a la notificación de la denegatoria. (…). El recurso
será resuelto dentro de los diez días de recibido, sin dar lugar a trámite. Si el
Tribunal Constitucional declara fundada la queja, conoce también el recurso de
agravio constitucional, ordenando al juez superior el envío del expediente dentro
del tercer día de oficiado, bajo responsabilidad.”
[5]“Artículo 20.- Pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
Dentro de un plazo máximo de veinte días tratándose de las resoluciones
denegatorias de los procesos de hábeas corpus, y treinta cuando se trata de los
procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento, el Tribunal Constitucional
se pronunciará sobre el recurso interpuesto.
Si el Tribunal considera que la resolución impugnada ha sido expedida
incurriéndose en un vicio del proceso que ha afectado el sentido de la decisión, la
anulará y ordenará se reponga el trámite al estado inmediato anterior a la
ocurrencia del vicio. Sin embargo, si el vicio incurrido sólo alcanza a la
resolución impugnada, el Tribunal la revoca y procede a pronunciarse sobre el
fondo.”
[6]Aquí nos interesa el texto original del éste artículo del Reglamento Normativo
del Tribunal Constitucional, el cual señalaba:
“Artículo 11.- Resoluciones de las Salas. El Tribunal conoce, en última y definitiva
instancia, las resoluciones denegatorias de acciones de hábeas corpus, amparo,
hábeas data y cumplimiento, iniciadas ante los jueces respectivos, mediante dos
Salas integradas por tres Magistrados. La sentencia requiere tres votos
conformes.
En caso de no reunirse el número de votos requeridos, cuando ocurra alguna de
las causas de vacancia que enumera el artículo 16 de la Ley Nº 28301, cuando
alguno de sus miembros esté impedido o para dirimir la discordia, se llama a los
Magistrados de la otra Sala, en orden de antigüedad, empezando del menos
antiguo al más antiguo y, en último caso, al Presidente del Tribunal. En tales
supuestos, el llamado puede usar la grabación de la audiencia realizada o citar a
las partes para un nuevo informe”.
[7]La Comisión de Justicia y Derechos Humanos estimó que el plazo para incoar
el RAC debería contarse desde el día siguiente de notificada la resolución, y no a
partir de la fecha de notificada la resolución. Cfr. ALFARO PINILLOS, Roberto,
“Guía exegética y práctica del Código Procesal Constitucional”, Grijley, Lima,
2008, pág. 281.
[8]Caso: Luis Sánchez Lagomarcino Ramírez; del 27.01.2006.
[9]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 6 y 12.
[10]Porque: i) exige motivos taxativos para su interposición, ii) limita las
facultades del Tribunal ad quem, y iii) procede solo terminado el trámite ordinario
y contra determinadas resoluciones.
[11]Porque: i) corresponde resolver al tribunal jerárquicamente superior del que
dictó la sentencia o resolución, y ii) por lo que el A quo `devuelve` al Ad quem la
facultad de fallo para que, en segunda instancia, se encargue del reexamen y la
decisión final.
[12]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 5.
[13]Cfr. ídem, f.j. 27, 28 y 31.
[14]Cfr. HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, “El Recurso de Agravio
Constitucional a través de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, Revista
de Investigación Jurídica IUS, Año II, Número 04, pág. 5.
[15]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 21.
[16]Cfr. Idem, f.j. 15. a.
[17]Cfr. Idem, f.j. 15. b.
[18]Cfr. HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, Ob. Cit., pág. 9.
[19]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 15. c.
[20]HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, Ob. Cit., pág. 10.
[21]Este supuesto de RAC inicialmente fue señalado en el fundamento 15.d. del
precedente vinculante recaído en la STC 02877-2005-PHC/TC y, posteriormente,
fue precisado en el fundamento 14 del precedente vinculante recaído en la STC
05430-2006-PA/TC, Caso: Alfredo De La Cruz Cuaresma, del 24.09.2008.
[22]Hacemos notar que ésta causal de improcedencia reafirma lo dicho por el
precedente vinculante recaído en la STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 27, 28 y 31.
[23]Éste RAC tuvo vigencia cuatro meses aproximadamente, pues fue creado
mediante sentencia del 24.09.2008 y fue dejado sin efecto mediante la sentencia
del 11.02.2009.
[24]Caso: Dirección Regional de Pesquería de la Libertad, del 19.04.2007, en el
que participaron los magistrados: Landa Arroyo, Gonzales Ojeda, Alva Orlandini,
Bardelli Lartirigoyen, García Toma, Vergara Gotelli.
[25]Cfr. STC 4853-2004-PA/TC, f.j. 25.
[26]Caso: PROVIAS NACIONAL, del 11.02.2009, en el que participaron los
magistrados: Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Calle Hayen, Eto Cruz, Álvarez
Miranda, y con voto singular de Landa Arroyo y Beumont Callirgos.
[27]Cfr. STC 03908-2007-PA/TC, f.j. 6.
Aquí es importante señalar que: “En realidad, lo que intenta un sector de los
magistrados del TC es desvincularse de un precedente de forma atípica, sin antes
haberlo cambiado. En efecto, el voto de los cuatro magistrados pretende modificar
un precedente vinculante de manera irregular, dado que solo se puede hacer en
una sentencia que entre a revisar el fondo del asunto, y solo puede ser hecho por
el pleno del TC, cosa que aquí no ocurre. De conformidad con el artículo 13 de su
reglamento, una sala no puede modificar un precedente establecido por el Pleno”
(Lo subrayado nos corresponde); en RUIZ MOLLEDA, Juan Carlos, “El RAC y
el derecho a la ejecución de las sentencias constitucionales: A propósito del recurso
de apelación por salto a favor de la ejecución de sentencias del TC”, Cuaderno de
Trabajo Nº 45, Instituto de Defensa Legal – Justicia Viva, pág. 16.
[28]Cfr. STC 03908-2007-PA/TC, f.j. 8.
[29]FERNANDEZ PACHECO MARTÍNEZ, M. Teresa, citado por Juan Carlos
RUIZ MOLLEDA, Ob. Cit., pág. 7.
[30]Artículo 22 del Código Procesal Constitucional: “Actuación de la sentencia.-
La sentencia que cause ejecutoria en los procesos constitucionales se actúa
conforme a sus propios términos por el juez de la demanda. (…)”
[31]Caso: Banco Continental, del 27.10.2007. Sentencia con calidad de doctrina
jurisprudencial vinculante.
[32]Entiéndase cumplimiento de las sentencias.
[33]Caso: Roberto Allcca Atachahua, del 26.10.2010, sentencia con la calidad de
doctrina jurisprudencial vinculante.
[34]STC 00004-2009-PA/TC, f.j. 13.
[35]Ídem, f.j. 14
[36]Ibídem.
[37]En opinión de Juan Carlos Ruiz, en este caso “(…) dado que se está
introduciendo una modificación al Código Procesal Constitucional, concretamente
al artículo 18, este cambio debió realizarse a través de un precedente vinculante,
que tiene mayor fuerza normativa y que a diferencia de la doctrina jurisprudencial
vincula a todos los poderes públicos.”; en: RUIZ MOLLEDA, Ob. Cit., pág. 19.
[38]Las observaciones a las que hacemos referencia son las siguientes:
“Aquí hay dos aspectos a tener en cuenta: i) la nueva la legitimidad para incoar el
RAC, y ii) el nuevo objeto de impugnación de este RAC (es decir, no una
resolución denegatoria, sino una resolución que resuelve si se cumplió o no una
sentencia estimatoria); y es importante observarlos porque éstos contradicen y
trastocan el diseño legislativo del RAC.