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- ¿Por qué el Recurso de Agravio Constitucional procede sólo

respecto de resoluciones denegatorias (202.2)?

El recurso de agravio constitucional, es una doble garantía de protección de los derechos


fundamentales; dado que 1. Constituye un recurso más al interior del proceso constitucional, y
2. Sirve “para corregir el error de las resoluciones judiciales”. Además que posibilita una mayor
opción para obtener una resolución ajustada al valor justicia Y una mayor opción de obtener
una resolución justa en la medida que permite la intervención del Tribunal Constitucional,
órgano especializado en la protección de los derechos fundamentales. Esto último se acota
porque dicha especialidad no siempre la encontramos en los magistrados del Poder Judicial
que resuelven en las dos primeras instancias la demanda constitucional.

Dando respuesta a la pregunta iniciaremos diciendo que no toda resolución de segunda


instancia en un proceso constitucional puede ser objeto de un recurso de agravio
constitucional, es necesario que la resolución de segunda instancia declare improcedente o
infundada la demanda constitucional de amparo, hábeas corpus, hábeas data o de
cumplimiento, lo que nos permite colegir que el recurso de agravio constitucional está a
disposición sólo del demandante en un proceso constitucional; según el doctor Luis Castillo
Cordova, nos pone de manifiesto que aunque pudiese sonar inconstitucional y privatista dicha
acepción; en realidad posee más argumentos positivos que negativos

En este sentido, la referida exigencia se condice plenamente con la significación de los procesos
constitucionales. En efecto, el proceso constitucional se inicia por la denunciada existencia de
una situación de vulneración del contenido constitucional de un derecho fundamental (artículos
1, 2 y 5.1 CPConst.), de modo que todo el proceso constitucional se dirige a establecer si
realmente se ha producido una tal vulneración a fin de hacerla cesar. Si la resolución de
segunda instancia judicial ha declarado improcedente o infundada la demanda constitucional,
quien tendrá interés de revertirla será el demandante y no el demandado. Si, por el contrario,
la demanda es declarada fundada en segunda instancia, será el demandado quien tenga
interés en revertir la situación, pero no se le podrá permitir que lo haga a través de un recurso
de agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional, al menos por las dos siguientes
razones. Primera, porque se corre el riesgo cierto de vulnerar el derecho de defensa del
demandante al permitirse que el demandado interponga un recurso en el que se alegaría algo
nuevo y sobre lo cual el demandante no habría podido defenderse: la vulneración del debido
proceso. Y segunda, porque el hecho de que no se permita al demandado en un proceso
constitucional interponer un recurso de agravio constitucional, no significa de ninguna manera
su desprotección debido a que éste cuenta también a su disposición con las garantías
constitucionales en protección de sus derechos fundamentales

Es decir si en un proceso constitucional se llega a obtener una resolución en segunda instancia


favorable al demandante y, por tanto, contraria al demandado, y es una resolución obtenida
con violación de su derecho fundamental al debido proceso o a la tutela procesal efectiva, el
demandado puede interponer la correspondiente demanda de amparo o hábeas corpus
(artículo 4 CPConst.).
- ¿Qué derechos fundamentales se tutela por el proceso de
cumplimiento?

El proceso de cumplimiento posee un carácter teleológico dado que pretende que un proceso
sea rápido y sobre todo, eficaz; es por ello que se dice que tutela “el derecho constitucional de
defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos”

Es decir, se pretende justificar que con la protección constitucional de este derechos “el Estado
social y democrático de derecho que reconoce la Constitución (artículos 3.° y 43.°), el deber de
los peruanos de respetar y cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico (artículo 38.°) y
la jerarquía normativa de nuestro ordenamiento jurídico (artículo 51.°) serán reales, porque,
en caso de la renuencia de las autoridades o funcionarios a acatar una norma legal o un acto
administrativo, los ciudadanos tendrán un mecanismo de protección destinado a lograr su
acatamiento y, por ende, su eficacia”

El doctor Castillo Cordova Luis, propone la visión de que el proceso de cumplimento no es un


proceso constitucional sino mas bien un proceso constitucionalizado (dado que no tiene por
objeto la defensa de un derecho fundamental y tan solo está previsto en la constitución) y es
que para Castillo Cordova el Tribunal Constitucional se ha inventado un derecho constitucional
implícito cuya garantía y defensa está a cargo del proceso de cumplimiento. Cabe recordarse
que ese derecho constitucional implícito, es el derecho a defender la eficacia de las normas
legales y actos administrativos.

Asimismo el profesor Carpio Marcos respecto a este tema aclara que “si la controversia en este
proceso se deriva esencialmente de la inactividad, omisión o renuncia a no cumplir con los
mandatos establecidos en una ley o en un acto administrativo, entonces puede decirse, sin
temor a equivocarse, que se trata de un proceso destinado a controlar la ilegalidad por
omisión de la Administración Pública. No hay, pues, controversia que gire sobre ‘materia
constitucional’, ya que su objeto no se plantea como consecuencia de la aplicación o vigencia
de una norma constitucional, sino de la ley o el acto administrativo”

Incluso la misma Comisión de juristas que redactaron el anteproyecto del CPC, por su parte,
han manifestado que “… esta institución debería ser eliminada, pues no sólo no es clara, sino
que en puridad no es un proceso constitucional”

Debe quedar claro que no se trata de un derecho constitucional sino un principio general del
Derecho; por tanto, se argumenta que el Tribunal Constitucional se equivoca al considerar la
eficacia de las leyes y de los actos administrativos un derecho constitucional. La eficacia de las
leyes y de los actos administrativos es un principio básico y general del Derecho, que está
vigente no porque lo diga o deje de decir la Constitución, sino porque así lo exige la existencia
misma del ordenamiento jurídico. Si no hay eficacia de las normas, sencillamente no puede
afirmarse que exista ordenamiento jurídico, porque es de su esencia ser eficaz
Las idas y vueltas del recurso
de agravio constitucional.
Parte 1
13 marzo, 2014 por Yuliano Quispe Andrade

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1. A manera de introducción.
Es muy cierto que hoy en día es imposible entender y conocer cabalmente el
Derecho Procesal Constitucional apartado de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional (TC)[1]; asimismo, una de las instituciones procesales que creo que
ha sido más desarrollada (interpretada, modificada, y/o redimensionada)
jurisprudencialmente es el Recurso de Agravio Constitucional (RAC), y ahí
subyace el motivo del presente trabajo.
En el presente trabajo intentaremos hacer ver el desarrollo jurisprudencial del RAC
en comparación con su diseño legislativo (constitucional y legal), para así poder
observar las redimensiones hechas por el TC y, sobretodo, para comprender las
actuales y verdaderas dimensiones de RAC.

Entonces empecemos.

2. El diseño legislativo del RAC.


La ciudadanía constitucional del RAC está ubicada en el artículo 200.2 de nuestra
Constitución Política[2] (norma similar a su antecesora[3]), y el reconocimiento
legal del RAC lo hallamos en el artículo 18 del Código Procesal Constitucional
(CPConst.) que a la letra dice:
“Contra la resolución de segundo grado que declara infundada o improcedente la
demanda, procede recurso de agravio constitucional ante el Tribunal
Constitucional, dentro del plazo de diez días contados desde el día siguiente de
notificada la resolución. Concedido el recurso, el Presidente de la Sala remite al
Tribunal Constitucional el expediente dentro del plazo máximo de tres días, más
el término de la distancia, bajo responsabilidad.” (Lo subrayado nos
corresponde).
Adicionalmente a estas normas es importante tomar en cuenta los artículos 19[4],
20[5] del CPConst. y el artículo 11[6] del Reglamento Normativo del Tribunal
Constitucional (RNTC).
De todas estas disposiciones jurídicas desprendemos que las características del
RAC son:

– Está pensado para procesos constitucionales de la libertad. (Ámbito de


aplicación)
– Procede contra resoluciones denegatorias de segundo grado, es decir, sentencias
que declaran infundada o improcedente la demanda. (Objeto de impugnación)
– Es un recurso pensado sólo para el demandante vencido. (Sujeto legitimado)
– Se presenta en el plazo de 10 días hábiles contados desde el día siguiente de
notificada la resolución.[7]
– Se presenta ante el órgano jurisdiccional de segunda instancia, quien calificará
el recurso.

– Frente a la negatoria del RAC, procede el recurso de queja. Y

– Será resuelto exclusivamente por el TC.

3. El RAC para la protección superlativa de los derechos fundamentales.


Luego de haber precisado las dimensiones del diseño legislativo del RAC, cabe
indicar que, el TC a través de su jurisprudencia ha ido precisando y
redimensionando los alcances del RAC; es así que mediante el precedente
vinculante recaído en la STC 02877-2005-PHC/TC[8] señaló que el RAC:
a) Por su naturaleza[9]: es un medio impugnatorio y -en específico- un recurso
extraordinario[10]con efecto evolutivo[11].
b) Por su importancia: permite que vuelva a funcionar de modo armónico el
ordenamiento jurídico constitucional, reponiendo la situación a su estado anterior
a la vulneración o amenaza del orden constitucional.[12]
c) Exige tres requisitos de procedencia adicionales a los requisitos de admisibilidad
y procedencia exigidos por el artículo 18 del CPConst., como son[13]:
– Que esté directamente relacionado con el contenido constitucionalmente
protegido de un derecho fundamental. Debido a que lo regulado en el artículo 5.1.
del CPConst. es un presupuesto procesal que debe ser observable de oficio,
consideramos que éste requisito es redundante.

– Que no sea manifiestamente infundado. Supuesto que se da cuando las


pretensiones no requieran judicialización constitucional, ya sea porque (i) la
controversia carece de relevancia constitucional o (ii) porque el acto denunciado
no resulta lesivo de derechos fundamentales; aunque claro está, que sí puede tener
alguna relevancia legal.[14]
– Que no esté inmerso en una causal negativa de tutela claramente establecida por
el TC. Es decir, el RAC será declarado improcedente cuando se advierta a todas
luces -conforme a los precedentes vinculantes y a la doctrina jurisprudencial
vinculante- que la pretensión será desestimada.

d) Asimismo, (i) buscando una protección superlativa de los derechos


fundamentales, (ii) echando de mano de su autonomía procesal y (iii) amparándose
en los artículos II, III, V, VIII, y 1 del CPConst.[15], el TC creó nuevos supuestos
impugnables mediante el RAC.
Estos nuevos supuestos de RAC tienen varias peculiaridades que desarrollaremos
a continuación:

1) El RAC para la tutela objetiva de los derechos[16].-


– Procede frente a situaciones de sustracción de la materia (ya sea por
irreparabilidad del derecho, o por cese del acto lesivo). (Supuesto)
– Cumple una protección en forma expectaticia de nuevos actos lesivos
semejantes, disuadiendo así las posibles conductas reiterativas del
agresor. (Finalidad)
– En ese sentido, lo resuelto por el TC tendrá un carácter suspensivo mientras no
se produzca un acto lesivo semejante al -hoy- tutelado. En consecuencia, podemos
advertir que lo resuelto por el TC tendrá que ver con pedidos de represión de actos
-lesivos- homogéneos; ahí su utilidad. (Efecto)
2) El RAC para el establecimiento de los efectos de la protección subjetiva de los
derechos[17].-
– Procede cuando existe incongruencia entre la sentencia que declara fundada la
demanda y las consecuencias de la misma; es decir, pese a haber obtenido una
sentencia estimatoria ésta no tutela adecuadamente el derecho fundamental
invocado. (Supuesto)
Podemos ver que éste RAC procede a pesar de que la resolución cuestionada sea
una sentencia estimatoria (fundada), y quien incoaría sería el demandante ganador.
Estos dos aspectos contradicen abiertamente el diseño legislativo del RAC -que
estaba pensado para el demandante vencido, quien impugnaría la resolución
desestimatoria (infundada o improcedente) de segundo grado-. Entonces, aquí
vemos claramente una ampliación del RAC.

En otras palabras, este RAC es posible incoar cuando existe algún vicio de
congruencia procesal por el que no se tutela adecuadamente algún derecho
fundamental; por ejemplo[18]: cuando no se haya emitido pronunciamiento de un
extremo de lo demandado, o cuando la sentencia de segundo grado ampare una
pretensión distinta a la pretendida;
3) El RAC frente a excepciones deducidas[19].-
– Procede para evaluar si una excepción estimada en segunda instancia fue
correctamente analizada y/o valorada. (Supuesto)
Éste RAC cuestiona una resolución (auto de vista que confirma la estimación de
una excepción) distinta a la señalada por el diseño legislativo del RAC, es decir,
distinta a una resolución desestimatoria (infundada o improcedente). Entonces,
nuevamente, estamos frente a una ampliación del RAC.
– Aquí, el TC podría resolver de dos maneras[20]: (i) si la excepción fue estimada
en las dos instancias, revocará las resoluciones y ordenará que el a quo analice la
controversia, o de considerarlo pertinente se pronunciará sobre el fondo; y (ii) si la
excepción fue estimada únicamente en segunda instancia, se pronunciará por el
fondo. (Efecto)
4) El RAC para el reconocimiento de devengados e intereses[21].-
– Procede cuando en sede judicial se ha estimado una pretensión vinculada al
contenido constitucionalmente protegido del derecho a la pensión, y en ésta no se
hubiere ordenando el pago de los montos dejados de percibir (devengados y
reintegros) y/o los intereses generados. (Supuesto)
Vemos que éste RAC podría ser incoado por el demandante ganador, quien
cuestionaría una resolución estimatoria (fundada) de segunda grado. Estos dos
aspectos contradicen el diseño legislativo del RAC -que estaba pensado para el
demandante vencido, quien impugnaría la resolución desestimatoria (infundada o
improcedente) de segundo grado-. Entonces, aquí vemos nuevamente una
ampliación del RAC.

– Asimismo, éste RAC tiene dos causales de improcedencia adicionales:

a) Que el demandante no sea titular del derecho; y

b) Que la pretensión no esté vinculada directamente al contenido


constitucionalmente protegido del derecho a la pensión[22].
4. El RAC a favor del precedente[23].
Como hemos podido advertir, el TC a través de su jurisprudencia ha ido ampliando
el RAC; asimismo, hace un tiempo atrás, mediante el precedente vinculante
recaído en la STC 4853-2004-PA/TC[24] creó un supuesto de RAC con
peculiaridades como:
– Procedía contra las sentencias estimatorias de segunda instancia que inobserven
–en forma manifiesta- algún precedente vinculante del TC. (Supuesto)
– Éste RAC había nacido con la misión de hacer respetar los precedentes
vinculantes del TC (que si son violados, alterarían el orden
constitucional)[25]. (Finalidad)
En ese sentido, éste RAC procedía a pesar de que la resolución cuestionada sea
una sentencia estimatoria (fundada), y no una resolución desestimatoria (infundada
o improcedente) como señala su diseño legislativo. Con ello, estábamos ante una
nueva ampliación del RAC.

– Y podían ser incoados por: la parte interesada -que sería el demandado- o un


tercero afectado.(Sujetos legitimados). Este era otro aspecto que contradecía el
diseño legislativo del RAC, que estaba pensado solo para el demandante vencido.
Sin embargo; El TC ya con una nueva conformación cambió de criterio, el cual se
manifestó en el precedente vinculante recaído en la STC 03908-2007-
PA/TC[26] por la que se dejó sin efecto el RAC a favor del precedente porque éste
no había cumplido con los presupuestos básicos para ser aprobado como
precedente vinculante[27].
En consecuencia, en la actualidad, el RAC a favor del precedente no tiene vigencia.
Y cuando nos encontremos de cara contra una sentencia estimatoria de segunda
instancia que inobserven -en forma manifiesta- algún precedente vinculante del
TC, lo correcto -según el TC- sería iniciar un proceso de amparo contra
amparo[28].
5. El RAC a favor del cumplimiento de sentencias (fundadas e infundadas)
del TC.
Ahora bien, los supuestos de RAC creados por el TC y que describiremos a
continuación tienen su base en el cumplimiento de la sentencia constitucional en
sus propios términos; y éste, a su vez, subyace en: el principio de “identidad total
entre lo ejecutado y lo establecido en la sentencia”[29] y en la exigencia legal del
artículo 22[30] del CPConst.
Estos supuestos de RAC son:

5.1. El RAC a favor del cumplimiento de las sentencias del TC.-

Mediante la STC 0168-2007-Q/TC[31] el TC creó un nuevo supuesto de RAC con


las siguientes peculiaridades:
– Nació de un problema práctico: el incumplimiento o cumplimiento defectuoso
de las sentencias constitucionales, razón por la que el TC no podría quedarse de
brazos cruzados, ni puede ser ciego ante tamaña afrenta al orden jurídico
constitucional. (Fundamento)
– Y para poder restablecer el orden jurídico constitucional (Finalidad), el TC creó
el “RAC a favor del cumplimiento de sentencias del TC” para así poder revisar -y
resolver en última instancia- si efectivamente las sentencias constitucionales se
cumplieron en sus propios términos.(Supuesto)
En ese sentido, vemos que este RAC sería incoado por el demandante ganador,
quien pediría que se revise el cumplimiento la sentencia estimatoria emitida por el
TC. Aquí hay dos aspectos a tener en cuenta: i) la nueva la legitimidad para incoar
el RAC, y ii) el nuevo objeto de impugnación de este RAC (es decir, no una
resolución denegatoria, sino una resolución que resuelve si se cumplió o no una
sentencia estimatoria); y es importante observarlos porque éstos contradicen y
trastocan el diseño legislativo del RAC.
En esta línea, podemos afirmar que el TC: redimensionó el RAC, modifico el
CPConst. de manera jurisprudencial, y amplió su competencia para conocer en
instancia revisora laejecución[32] de las sentencias constitucionales.
– Además, en este caso, el TC dispuso que la Sala Constitucional o el órgano
jurisdiccional correspondiente “ya no califique el RAC y se limite a admitirlo”; es
decir, que admita siempre, trastocando nuevamente su diseño legislativo.

5.2. El recurso de apelación por salto o RAC per saltum.-


Posteriormente, mediante la STC 00004-2009-PA/TC[33], se advirtió que:
i) “En los hechos, la etapa de ejecución de las sentencias de este Tribunal termina
convirtiéndose en muchos casos en un segundo proceso, pues a pesar de que existe
una orden precisa y concreta de la conducta a cumplir con el fin de hacer efectiva
la sentencia, ésta, por la inercia del juez de ejecución o por la conducta
obstruccionista de la parte emplazada, no termina cumpliéndose en forma
inmediata y en sus propios términos”[34];
ii) En la praxis judicial la ejecución de las sentencias constitucionales emitidas por
el TC no son inmediata, oportuna, ni en sus propios términos; y

iii) El trámite en las salas superiores, en vez de contribuir con la realización


efectiva del mandato de las sentencias del TC, generan dilaciones indebidas y
resoluciones denegatorias que, en la mayoría de los casos, terminan siendo
controladas y corregidas por el propio TC[35].(Problema)
Entonces, frente a ello, se optó por “exonerar a las Salas Superiores del Poder
Judicial de conocer el recurso de apelación interpuesto contra la resolución del
Juez de ejecución que declara actuado, ejecutado o cumplido el mandato de la
sentencias del TC, o que declara fundada la contradicción u observación propuesta
por el obligado”[36]. (Solución) Y así nació el “Recurso de apelación por salto” o
“RAC per saltum” con las siguientes características:
– Procede contra resoluciones del Juez de ejecución (es decir, juez de primer
grado) (i) que declara actuado, ejecutado o cumplido la sentencias del TC, o (ii)
que declara fundada la contradicción u observación propuesta por el -demandado-
obligado. (Supuesto)[37]
Vemos que este RAC es muy semejante al descrito anteriormente (RAC a favor
del cumplimiento de las sentencias del TC), con la única diferencia de que el objeto
de impugnación ya no será una resolución de segundo grado sino una de primer
grado (allí radica su peculiaridad). En ese sentido, las observaciones[38] que aquí
debemos hacer son las mismas que señalamos para el “RAC a favor del
cumplimiento de las sentencias del TC”.
– No procede cuando[39]:
a) El cumplimiento de la sentencia conlleve un debate sobre la cuantificación del
monto de la pensión de cesantía, o de los devengados, o de los reintegro, o de los
intereses, o de las costas o de los costos;

b) El mandato de la sentencia constitucional resulte claro y de cumplimiento


progresivo; y

c) Cuando el propio recurrente decida ir al proceso de amparo contra amparo, para


que se controle la ejecución de la sentencia del TC.

Y además, cabe destacar que:

i) La ejecución se la sentencia constitucional en estos supuestos sigue su trámite


en las dos instancias judiciales.
ii) Contra las resoluciones de segundo grado de los supuestos a) y b) procede el
“RAC a favor del cumplimiento de las sentencias del TC”, y
iii) En el supuesto c) el TC tomaría conocimiento y competencia del control de la
ejecución a través del RAC ordinario.
Con lo dicho hasta acá advertimos que el RAC a favor del cumplimiento de las
sentencias del TC no ha sido dejado sin efecto.

– Otra peculiaridad que dijo el TC sobre éste RAC es que la resolución del
RAC per saltum o del recurso de queja -por denegatoria del RAC per saltum– se
realiza sin trámite alguno[40]. Es decir, no existe la obligación de que se convoque
a vista de la causa porque no se está debatiendo una controversia constitucional,
sino se verificará el cumplimiento de la sentencia constitucional que ya fue resuelta
por el TC.
5.3. El recurso de apelación por salto a favor de la ejecución de una sentencia del
TC que declarainfundada la demanda.-
El TC ampliando los alcances del recurso de apelación por salto, emitió la RTC
00322-2011-Q/TC[41] mediante la cual precisó:
– Que no solo la parte resolutiva de las resoluciones del TC son de obligatorio
cumplimiento, sino también los fundamentos que justifican la decisión[42]; y que
no solo de las sentencias o resoluciones estimativas por este Tribunal se derivan
mandatos (dar, hacer, no hacer) u obligaciones que vinculan a los poderes u
órganos constitucionales, sino también de las sentencias o resoluciones
desestimativas[43].
Ahora bien, aquí nace una inquietud: ¿cómo se ejecuta una sentencia que declara
infundada la demanda?[44]; creemos que el TC -al momento de crear éste RAC-
debió responderla pero no lo hizo, y nosotros tampoco tenemos respuesta porque
no logramos entender cómo se ejecutaría una sentencia que declara infundada la
demanda.
– Apreciamos que éste RAC nació para revisar la ejecución de sentencias
desestimatorias, cuestionar lo decidido por el Juez de ejecución (primera
instancia), y para ser incoado por el demandando. Estos tres aspectos trastocan y
contradicen abiertamente el diseño legislativo del RAC, por ende, las
observaciones[45] que deberíamos realizar son semejantes a las señaladas para el
“RAC a favor del cumplimiento de las sentencias del TC” y para el “RAC per
saltum”.
– Además, éste RAC tiene dos diferencias marcadas respecto de su modelo base
(Recurso de apelación por salto ó RAC per saltum): cuestiona el cumplimiento o
ejecución de sentenciadesestimatoria, y el sujeto legitimado para incoarlo es el
demandado. Por ello, si el RAC per saltun es una excepción al diseño legislativo
del RAC, éste RAC resulta ser una excepción de la excepción.
Por estas peculiaridades, podemos decir que el TC se excedió y, además, “ha
cruzado la frontera para permitirse escoger un caso que quiere conocer”[46].
[1]Como señala Samuel Abad “en la actualidad resulta imposible conocer
cabalmente al proceso de amparo al margen de lo dispuesto por la jurisprudencia
del TC”; en: ABAD YUPANQUI, Samuel B. y Pablo PÉREZ TREMPS, “La
reforma del proceso de amparo: La experiencia comprada”, Palestra Editores,
Lima, 2009, pág. 243.
De modo similar Omar Cairo dice que el ordenamiento jurídico del amparo en el
Perú “comprende tanto las disposiciones vigentes como la interpretación realizada
por el Tribunal Constitucional”; CAIRO ROLDAN, Omar, “El panorama general
del proceso de amparo en el Perú”, Primera Parte, en: Palestra del Tribunal
Constitucional, Revista de Doctrina y Jurisprudencia VII, Lima, 2008, pág. 104.
[2]Artículo 200.2 de la Constitución de 1993.- “Corresponde al Tribunal
constitucional: (…) 2. Conocer en última y definitiva instancia, las resoluciones
denegatorias de hábeas corpus, amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento”.
(Lo subrayado nos corresponde).
[3]Artículo 298.2 de la Constitución de 1979.- “El Tribunal de Garantías tiene
jurisdicción en todo el territorio de la República. Es competente para: (…) 2.
Conocer en casación las resoluciones denegatorias de la acción de hábeas corpus
y la acción de amparo agotada la vía judicial.” (Lo subrayado nos corresponde).
[4]“Artículo 19.- Recurso de queja.
Contra la resolución que deniega el recurso de agravio constitucional procede
recurso de queja. Este se interpone ante el Tribunal Constitucional dentro del
plazo de cinco días siguientes a la notificación de la denegatoria. (…). El recurso
será resuelto dentro de los diez días de recibido, sin dar lugar a trámite. Si el
Tribunal Constitucional declara fundada la queja, conoce también el recurso de
agravio constitucional, ordenando al juez superior el envío del expediente dentro
del tercer día de oficiado, bajo responsabilidad.”
[5]“Artículo 20.- Pronunciamiento del Tribunal Constitucional.
Dentro de un plazo máximo de veinte días tratándose de las resoluciones
denegatorias de los procesos de hábeas corpus, y treinta cuando se trata de los
procesos de amparo, hábeas data y de cumplimiento, el Tribunal Constitucional
se pronunciará sobre el recurso interpuesto.
Si el Tribunal considera que la resolución impugnada ha sido expedida
incurriéndose en un vicio del proceso que ha afectado el sentido de la decisión, la
anulará y ordenará se reponga el trámite al estado inmediato anterior a la
ocurrencia del vicio. Sin embargo, si el vicio incurrido sólo alcanza a la
resolución impugnada, el Tribunal la revoca y procede a pronunciarse sobre el
fondo.”
[6]Aquí nos interesa el texto original del éste artículo del Reglamento Normativo
del Tribunal Constitucional, el cual señalaba:
“Artículo 11.- Resoluciones de las Salas. El Tribunal conoce, en última y definitiva
instancia, las resoluciones denegatorias de acciones de hábeas corpus, amparo,
hábeas data y cumplimiento, iniciadas ante los jueces respectivos, mediante dos
Salas integradas por tres Magistrados. La sentencia requiere tres votos
conformes.
En caso de no reunirse el número de votos requeridos, cuando ocurra alguna de
las causas de vacancia que enumera el artículo 16 de la Ley Nº 28301, cuando
alguno de sus miembros esté impedido o para dirimir la discordia, se llama a los
Magistrados de la otra Sala, en orden de antigüedad, empezando del menos
antiguo al más antiguo y, en último caso, al Presidente del Tribunal. En tales
supuestos, el llamado puede usar la grabación de la audiencia realizada o citar a
las partes para un nuevo informe”.
[7]La Comisión de Justicia y Derechos Humanos estimó que el plazo para incoar
el RAC debería contarse desde el día siguiente de notificada la resolución, y no a
partir de la fecha de notificada la resolución. Cfr. ALFARO PINILLOS, Roberto,
“Guía exegética y práctica del Código Procesal Constitucional”, Grijley, Lima,
2008, pág. 281.
[8]Caso: Luis Sánchez Lagomarcino Ramírez; del 27.01.2006.
[9]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 6 y 12.
[10]Porque: i) exige motivos taxativos para su interposición, ii) limita las
facultades del Tribunal ad quem, y iii) procede solo terminado el trámite ordinario
y contra determinadas resoluciones.
[11]Porque: i) corresponde resolver al tribunal jerárquicamente superior del que
dictó la sentencia o resolución, y ii) por lo que el A quo `devuelve` al Ad quem la
facultad de fallo para que, en segunda instancia, se encargue del reexamen y la
decisión final.
[12]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 5.
[13]Cfr. ídem, f.j. 27, 28 y 31.
[14]Cfr. HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, “El Recurso de Agravio
Constitucional a través de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, Revista
de Investigación Jurídica IUS, Año II, Número 04, pág. 5.
[15]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 21.
[16]Cfr. Idem, f.j. 15. a.
[17]Cfr. Idem, f.j. 15. b.
[18]Cfr. HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, Ob. Cit., pág. 9.
[19]Cfr. STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 15. c.
[20]HUANCAHUARI PAUCAR, Carín, Ob. Cit., pág. 10.
[21]Este supuesto de RAC inicialmente fue señalado en el fundamento 15.d. del
precedente vinculante recaído en la STC 02877-2005-PHC/TC y, posteriormente,
fue precisado en el fundamento 14 del precedente vinculante recaído en la STC
05430-2006-PA/TC, Caso: Alfredo De La Cruz Cuaresma, del 24.09.2008.
[22]Hacemos notar que ésta causal de improcedencia reafirma lo dicho por el
precedente vinculante recaído en la STC 02877-2005-PHC/TC, f.j. 27, 28 y 31.
[23]Éste RAC tuvo vigencia cuatro meses aproximadamente, pues fue creado
mediante sentencia del 24.09.2008 y fue dejado sin efecto mediante la sentencia
del 11.02.2009.
[24]Caso: Dirección Regional de Pesquería de la Libertad, del 19.04.2007, en el
que participaron los magistrados: Landa Arroyo, Gonzales Ojeda, Alva Orlandini,
Bardelli Lartirigoyen, García Toma, Vergara Gotelli.
[25]Cfr. STC 4853-2004-PA/TC, f.j. 25.
[26]Caso: PROVIAS NACIONAL, del 11.02.2009, en el que participaron los
magistrados: Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Calle Hayen, Eto Cruz, Álvarez
Miranda, y con voto singular de Landa Arroyo y Beumont Callirgos.
[27]Cfr. STC 03908-2007-PA/TC, f.j. 6.
Aquí es importante señalar que: “En realidad, lo que intenta un sector de los
magistrados del TC es desvincularse de un precedente de forma atípica, sin antes
haberlo cambiado. En efecto, el voto de los cuatro magistrados pretende modificar
un precedente vinculante de manera irregular, dado que solo se puede hacer en
una sentencia que entre a revisar el fondo del asunto, y solo puede ser hecho por
el pleno del TC, cosa que aquí no ocurre. De conformidad con el artículo 13 de su
reglamento, una sala no puede modificar un precedente establecido por el Pleno”
(Lo subrayado nos corresponde); en RUIZ MOLLEDA, Juan Carlos, “El RAC y
el derecho a la ejecución de las sentencias constitucionales: A propósito del recurso
de apelación por salto a favor de la ejecución de sentencias del TC”, Cuaderno de
Trabajo Nº 45, Instituto de Defensa Legal – Justicia Viva, pág. 16.
[28]Cfr. STC 03908-2007-PA/TC, f.j. 8.
[29]FERNANDEZ PACHECO MARTÍNEZ, M. Teresa, citado por Juan Carlos
RUIZ MOLLEDA, Ob. Cit., pág. 7.
[30]Artículo 22 del Código Procesal Constitucional: “Actuación de la sentencia.-
La sentencia que cause ejecutoria en los procesos constitucionales se actúa
conforme a sus propios términos por el juez de la demanda. (…)”
[31]Caso: Banco Continental, del 27.10.2007. Sentencia con calidad de doctrina
jurisprudencial vinculante.
[32]Entiéndase cumplimiento de las sentencias.
[33]Caso: Roberto Allcca Atachahua, del 26.10.2010, sentencia con la calidad de
doctrina jurisprudencial vinculante.
[34]STC 00004-2009-PA/TC, f.j. 13.
[35]Ídem, f.j. 14
[36]Ibídem.
[37]En opinión de Juan Carlos Ruiz, en este caso “(…) dado que se está
introduciendo una modificación al Código Procesal Constitucional, concretamente
al artículo 18, este cambio debió realizarse a través de un precedente vinculante,
que tiene mayor fuerza normativa y que a diferencia de la doctrina jurisprudencial
vincula a todos los poderes públicos.”; en: RUIZ MOLLEDA, Ob. Cit., pág. 19.
[38]Las observaciones a las que hacemos referencia son las siguientes:
“Aquí hay dos aspectos a tener en cuenta: i) la nueva la legitimidad para incoar el
RAC, y ii) el nuevo objeto de impugnación de este RAC (es decir, no una
resolución denegatoria, sino una resolución que resuelve si se cumplió o no una
sentencia estimatoria); y es importante observarlos porque éstos contradicen y
trastocan el diseño legislativo del RAC.

En esta línea, podemos afirmar que el TC: redimensionó el RAC, modifico el


CPConst. de manera jurisprudencial, y amplió su competencia para conocer en
instancia revisora la ejecución de las sentencias constitucionales.” (ítem 5.1 del
presente trabajo).
[39]STC 00004-2009-PA/TC, f.j. 14 y punto 3.c. del fallo.
[40]STC 00004-2009-PA/TC, f.j. 15 y punto 3.b. del fallo.
[41]Caso: Pontifica Universidad Católica del Perú, del 20.12.2011.
[42]Cfr. RTC-00322-2011-Q/TC, f.j. 3.a
[43]Ídem, f.j. 3.b.
[44]ABAD YUPANQUI, Samuel B., “Los excesos de una apelación por salto:
¿discrecionalidad del TC?”, en: Enfoque Derecho, Portal Web producida por la
THEMIS, http://enfoquederecho.com/los-excesos-de-una-apelacion-por-salto-
%C2%BFdiscrecionalidad-del-tc/.
[45]Las observaciones a las que hacemos referencia son las siguientes:
“Aquí hay dos aspectos a tener en cuenta: i) la nueva la legitimidad para incoar el
RAC, y ii) el nuevo objeto de impugnación de este RAC (es decir, no una
resolución denegatoria, sino una resolución que resuelve si se cumplió o no una
sentencia estimatoria); y es importante observarlos porque éstos contradicen y
trastocan el diseño legislativo del RAC.

En esta línea, podemos afirmar que el TC: redimensionó el RAC, modifico el


CPConst. de manera jurisprudencial, y amplió su competencia para conocer en
instancia revisora la ejecución de las sentencias constitucionales.” (ítem 5.1 y 5.2
del presente trabajo).
[46]ABAD YUPANQUI, Samuel B., “Los excesos de una apelación por salto:
¿discrecionalidad del TC?”, en: Enfoque Derecho, Portal Web producida por la
THEMIS,
http://enfoquederecho.com/los-excesos-de-una-apelacion-por-salto-
%C2%BFdiscrecionalidad-del-tc/.

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