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sexualidad
Buen amante =
¿buen sexo?
¿El buen amante es quien mejor se desempeña en la cama o
influyen otros factores? Aunque muchas personas hablan sin
tapujos del sexo y del amor, son pocas las que verdaderamen-
te tienen una idea real del vínculo entre estas cuestiones.
Por: Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya
Foto: Archivo Siglo Nuevo
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uchas parejas es-
tán fuertemente
unidas porque a-
demás de disfrutar de su mu-
tua compañía gozan en la ca-
ma. Otras en cambio se sien-
ten apoyadas y amadas, pero
no deseadas. Cada hombre o
mujer llega a un punto en el
que se pregunta si está o no
cumpliendo totalmente con
su otra mitad. ¿Está usted dis-
puesto a evaluar su capacidad
como amante?
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te puede quebrantar la con- pareja precisa llevar su vida EDUCACIÓN AMATORIA previas al coito que les exciten
fianza mutua. amándose y prodigándose to- Generalmente, para el comien- y les hagan anhelar la pene-
No existe en el ser huma- dos los cuidados, para tener zo de cada historia de pareja tración. Desde luego, cada pa-
no una capacidad más pode- una real consciencia de su mu- la primera impresión fue vi- reja necesita encontrar su pro-
rosa que la de su mente. Den- tua necesidad. sual; el intercambio de mira- pio ritmo de excitación y or-
tro del cerebro se acumulan, Concederse tiempo para das dio pie a que un hombre gasmo, no existe un patrón ú-
unos junto a otros, los pensa- platicar -aunque sea a las tres y una mujer supieran que se nico. Hace falta entonces que
mientos que el individuo ha de la madrugada- es imperio- gustaban, y a partir de ahí vi- los amantes tengan una co-
sostenido a lo largo de su vida. so para cubrir los huecos que no la conversación, el cortejo, municación fluida, para que
En esa pequeña bóveda cra- el diario vivir impone. Los a- y finalmente los besos y cari- a la hora del sexo ambos es-
neana se cobija la seguridad, mantes deben crear espacios cias dieron cauce a la pasión. Y tén en el mismo canal y sepan
la autoaceptación, la percep- para contemplarse, sentirse, si el eslabón inicial de la cade- lo que el otro quiere sentir y
ción del propio valor. Esas y escucharse. Si estos periodos na es la atracción, la continua- escuchar.
otras circunstancias de la exis- se van haciendo cada vez más ción de la unión está influida Por otro lado, somos el fru-
tencia se ponen a prueba de lejanos, entonces la relación por el entusiasmo físico que to de una educación que nos
manera altamente efectiva du- irá perdiendo claridad y caerá compartan. ha moldeado en todo ámbito,
rante el encuentro amoroso. en una satisfacción meramen- La sexualidad abarca mu- incluyendo la capacidad que
“Amor, dinero y cuidado no te física, donde falta el indis- chos factores. La queja más co- tengamos para aceptar o re-
pueden ser disimulados”, di- pensable contacto íntimo de es- mún de las mujeres señala la chazar nuestros impulsos e-
ce el refrán. Es por ello que la píritu a espíritu. falta de caricias, de palabras róticos. En algunas culturas
la mujer más valiosa es aque-
lla que ya ha tenido hijos y se
sabe que es fértil; en otras, se
le exige ser ignorante de cual-
quier cuestión sexual. Estos
requisitos sociales condicio-
nan la conducta de los espo-
sos. En México se pondera y
valora en exceso que el varón
vaya sexualmente alecciona-
do al matrimonio, mientras
que la mujer debe llegar inex-
perta. Tales factores dificultan
la espontaneidad del erotis-
mo en la pareja, y traen como
consecuencia la frustración.
Es mediante la solidez de la
relación -que se establece con
el diálogo y la confianza- que
podrán superar con éxito sus
encuentros; esa fortaleza es la
que facilitará la satisfacción
sexual, sin la cual el matrimo-
nio terminará fracasando.
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