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Se basa en una alteración genética que se desarrolla por la separación incorrecta de los
cromosomas homólogos durante las meiosis que dan lugar a los gametos de uno de los
progenitores, aunque también puede darse en las primeras divisiones del cigoto.
El sexo de las personas está determinado por los cromosomas X e Y. Los hombres tienen los
cromosomas sexuales XY (46, XY) y las mujeres, los cromosomas sexuales XX (46, XX). En el
síndrome de Klinefelter, el hombre cuenta, como mínimo, con un cromosoma X extra, dando lugar
en el 75 % de los casos a un cariotipo (47, XXY). No obstante, aproximadamente un 20 % de los
casos son mosaicos cromosómicos, con variantes como (48, XXXY), y (49, XXXXY) en el 5 % de los
casos.3
Se cree que Carlos II de España sufrió este síndrome, debido fundamentalmente a los sucesivos
matrimonios endogámicos de sus antepasados.4
Historia[editar]
El primer diagnóstico del síndrome no está del todo claro. Una teoría postula que los primeros
casos se reportaron en el Egipto predinástico, ya que algunos huesos encontrados presentan
algunos de los síntomas de la enfermedad; pero debido a que es fácil confundir otras
enfermedades, este hecho no se toma como definitivo.
Fue descrito en 1942 por Harry Klinefelter y colaboradores, que estudiaron nueve pacientes
con: ginecomastia, testículos pequeños, azoospermia y elevada concentración de gonadotropinas.
Ellos sugirieron que el defecto primario estaba en las células de Sertoli y propusieron que, además,
en estos pacientes había una deficiencia en una hormona testicular que regulaba la concentración
de gonadotropinas hipofisiarias, a la que llamaron "hormona X" o inhibina.
En 1956 se demostró la presencia del corpúsculo de Barr en pacientes con síndrome de Klinefelter
y tres años más tarde se identifica que el cariotipo de un sujeto con la enfermedad era (47, XXY).
De esta manera se estableció que la presencia de un cromosoma X extra era el
factor etiológico fundamental para desarrollar las características de dicho síndrome (véase
apartado Manifestaciones).
Etiología[editar]
El síndrome de Klinefelter también es conocido como 47- XXY o disgenesia de los túbulos
seminíferos, se considera la anomalía cromosómica más común en los humanos, presentándose
con una incidencia de 1 en 1000 en los varones recién nacidos vivos. Los afectados presentan un
cromosoma X supernumerario, lo que conduce a un fallo testicular primario cuyas consecuencias
primarias son infertilidad e hipoandrogenismo. A pesar de la relativa frecuencia del padecimiento
en recién nacidos vivos, se estima que la mitad de las gestaciones (47, XXY) acaban con un aborto
espontáneo.5 El síndrome de Klinefelter es considerado la causa más frecuente en hombres
de hipogonadismo.6 El cromosoma X adicional en los pacientes con síndrome de Klinefelter a
menudo es adquirido por un error en la disyunción durante la meiosis I (gametogénesis). El error
en el proceso de separación de cromosomas durante la división celular se da cuando cromosomas
homólogos (en este caso, los cromosomas sexuales X e Y) fallan al separarse, originando gametos
(masculinos o femeninos) con 24 cromosomas, debido a dicho cromosoma adicional.
Según las estadísticas, un 56 % de individuos (47, XXY) tienen como causa del síndrome la no
disyunción materna durante la meiosis I o la meiosis II. En esta última, las cromátidas hermanas de
ambos cromosoma X no se separan correctamente, produciéndose un óvulo XX que al ser
fertilizado por el esperma, portador del cromosoma Y, da lugar a un embrión XXY. El 44 % restante
de los casos tienen su origen en errores durante la meiosis I paterna, tal y como ocurre en las
trisomías autosómicas. Estos fallos durante meiosis suelen ser aislados, si bien se ha comprobado
que la probabilidad de errores durante la meiosis I materna aumenta con la edad de la madre.3
Los estudios en sujetos prepuberales (47, XXY) no muestran deficiencias en las concentraciones de
las hormonas LH, FSH o testosterona, comparados con sujetos prepúberes (46, XY) y la respuesta a
la gonadoliberina (LHRH, hormona hipotalámicaliberadora de gonadotropinas) es normal en
ambos grupos. Sin embargo, entre los 12 y 14 años de edad en los sujetos (47, XXY) las
concentraciones de gonadotropinas se incrementan y la testosterona permanece en límites
inferiores para la edad.
Patogenia[editar]
La pérdida de túbulos seminíferos y células de Sertoli produce una disminución en las cifras
de inhibina B, el factor regulador de FSH, y de AMH u hormona antimülleriana, lo que disminuye la
retroalimentación negativa sobre la FSH, aumentando ésta.9 La ausencia de espermatogénesis es
secundaria a la presencia de cromosomas supernumerarios, que se mantienen activos durante la
gametogénesis.
A pesar de la generalidad extendida de que los varones que presentan síndrome Klinefelter van a
desarrollar un determinado fenotipo, muchos de ellos no lo hacen, pudiendo llevar una vida
normal. En estos casos, el síndrome se hará evidente en la edad adulta, cuando el individuo acuda
al especialista por problemas de fertilidad, siendo entonces cuando se detecta el cromosoma extra
y se diagnostica la causa de la esterilidad. Debido a estos casos, muchos médicos e investigadores
están empezando a dejar en desuso el término "síndrome de Klinefelter", usando en su lugar la
descripción de "varones XXY".10
Cuadro clínico[editar]
Paciente con Síndrome de Klinefelter (46,XY)/(47,XXY).
A continuación, se listan las características más comunes en los varones XXY. No obstante, no
todas ellas aparecen en un mismo individuo:11
En edad temprana, cuando el varón XXY es un bebé, suele presentar una musculatura
menos desarrollada y fuerza reducida. Suelen gatear y comenzar a andar de forma más
torpe y tardía que los demás niños.
Talla elevada en la edad adulta.
Mayor acumulación de grasa subcutánea y mayor tendencia al sobrepeso. Los varones XXY
poseen un cuerpo más redondeado, en forma de pera, característico de la mujer. Esto se
debe a que desarrollan caracteres femeninos, siendo uno de ellos el poseer caderas más
anchas o acumular grasa en zonas características de la mujer.
Retraso en el área del lenguaje, lectura y comprensión. Los niños XXY por lo general
aprenden a hablar mucho más tarde que los otros niños, y pueden tener ciertas
dificultades para leer y escribir. Muchos de ellos suelen tener algún grado de dificultad con
el lenguaje de por vida. Sin embargo, los varones XXY presentan un cociente intelectual
normal.
Lentitud, apatía.
Diagnóstico[editar]
El diagnóstico de este síndrome es extremadamente difícil ya que suele confundirse con otras
enfermedades e infecciones sobre todo en la etapa infantil. En algunos casos se puede notar
algunas malformaciones antes del nacimiento, pero es más frecuente que éstas se presenten una
vez que el individuo haya nacido y necesite usar sus reservas de grasa y almacenar nuevas, la grasa
acumulada durante el rápido crecimiento del niño tendrá parte de la grasa formada por el gen
defectuoso y una vez que llegue a la adolescencia y ésta comienza a ser consumida se dispararan
los síntomas por lo que la edad de 14 a 21 años puede resultar fatal. Los signos más evidentes son
las formaciones de tumores adiposos en diversas regiones del cuerpo que comienzan en la
epidermis luego pasan a la dermis y finalmente después de los 14 años se comienzan a producir en
los órganos y huesos produciendo fallas masivas en los diversos sistemas orgánicos hasta que se
produce la muerte.
Otra forma de diagnosticar un Klinefelter de forma prenatal es por amniocentesis o por la muestra
del villus coriónico (CVS).12 Ambos son tests en los que se extrae tejido del feto para examinar
su ADN en busca de anomalías genéticas. En 2002, se hizo un estudio sobre la tasa de aborto como
consecuencia de un diagnóstico genético. En él se indica que el 58% de las embarazadas en EEUU
decidieron abortar debido a un diagnóstico positivo de Klinefelter.13
Tratamiento [editar]
Afortunadamente, la mayor parte de estos síntomas se pueden tratar, de modo que el varón XXY
pueda evitar los numerosos problemas físicos y psicológicos asociados al síndrome de Klinefelter.
Por ejemplo, con una cirugía se puede reducir el tamaño de los pechos.14 A su vez, una
hormonoterapia de sustitución de la testosterona, comenzada desde la pubertad, puede
promover el crecimiento de vello en la cara y una complexión más musculosa.[cita requerida]
Otras manifestaciones más preocupantes en la edad adulta, como la infertilidad, permanecían sin
solución. Sin embargo, en 2010 se habían registrado hasta 100 embarazos satisfactorios llevados a
cabo por fecundación in vitro utilizando material espermático extraído quirúrgicamente de
hombres XXY.15