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PRODUCCIÓN Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

Una política alimentaria nacional debe ser parte de una estrategia general de nutrición con
seguridad alimentaria para los hogares de todas las personas como un objetivo central.
Lograr la seguridad alimentaria incluye garantizar:

 un suministro alimentario seguro y nutricionalmente adecuado a nivel nacional y de


los hogares;
 un grado razonable de estabilidad en el suministro alimentario durante el año y en
todos los años;
 acceso a suficientes alimentos en cada hogar para satisfacer las necesidades de
todos.

Para que todos los hogares tengan seguridad alimentaria, cada uno debe tener acceso físico
y económico a alimentos adecuados. Cada hogar debe contar siempre con la capacidad,
conocimiento y recursos para producir o para obtener los alimentos que requiere. Los
nutricionistas enfatizan además la necesidad de que los alimentos suministren todos los
requerimientos nutricionales de los miembros del hogar, lo que significa una dieta
equilibrada, que suministre todas las proteínas, energía y micronutrientes necesarios.

Más allá de la seguridad alimentaria en el hogar está la necesidad de alentar una


distribución de los alimentos que garantice un buen estado nutricional para todos los
miembros del núcleo familiar. El derecho a un nivel de vida adecuado, donde se incluyen
los alimentos, se ha reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Las
políticas de desarrollo nacional deben incluir la seguridad alimentaria como objetivo, y
lograr la seguridad alimentaria para todos es un indicador de éxito.

En nutrición existe la paradoja de que mientras la desnutrición ocasiona una serie de


problemas graves de salud, el consumo excesivo de alimentos y de ciertos componentes
dietéticos conlleva otros riesgos para la salud. Esta publicación se refiere particularmente
de la desnutrición. Este capítulo considera la seguridad alimentaria a nivel nacional y de los
hogares, y la política alimentaria.

SEGURIDAD ALIMENTARIA NACIONAL

Por lo general se define la seguridad alimentaria como el acceso de todas las personas, en
todo momento, a los alimentos que se requieren para llevar una vida saludable y activa. Se
acepta ahora ampliamente que la mayor parte de la malnutrición en los países en desarrollo
se debe al consumo insuficiente de proteína y energía, que a menudo se asocia con
enfermedades infecciosas.

En el pasado, la carencia de proteína se enfatizó como el mayor problema de nutrición del


mundo en desarrollo. La producción comercial de alimentos ricos en proteína relativamente
costosos, la fortificación de cereales con aminoácidos, la producción de proteínas
unicelulares y otros enfoques, se ofrecieron como panacea para los problemas mundiales de
nutrición. Estos intentos únicamente disminuyeron en un grado muy reducido el problema
de la malnutrición proteinoenergética. Por lo tanto, en el contexto de combatir la
malnutrición, los esfuerzos para lograr pequeños cambios en el patrón de aminoácidos de
los cereales por medio de la manipulación genética, son menos útiles que aumentar el
rendimiento por hectárea de cereales y otras cosechas de alimentos, o lograr que las
personas puedan comprar los alimentos que necesitan.

Satisfacer las necesidades de energía de una población, que debe ser la meta fundamental
de una buena política alimentaria, ha sido un asunto relativamente descuidado. En casi
todas las poblaciones donde los alimentos básicos son cereales como el arroz, el trigo, el
maíz o el mijo, rara vez existen carencias serias de proteína, excepto donde también existe
una carencia de energía o de alimentos en general. Esto se debe a que la mayoría de los
cereales contienen del 8 al 12 por ciento de proteínas y se consumen frecuentemente con
moderadas cantidades de legumbres y hortalizas. Las carencias de proteína en personas que
consumen estas dietas se presentan sobre todo en niños muy jóvenes que sufren de mayores
pérdidas de nitrógeno por infecciones frecuentes. Sin embargo, en poblaciones cuyos
alimentos básicos son plátano, yuca, o algún otro alimento con bajo contenido proteico, el
consumo de proteína puede ser un serio problema para amplios sectores de la población.

Venezuela tiene un gran potencial


agrícola para impulsar la producción durante todo el año en vista de sus condiciones
geográficas y climáticas, lo que favorece la actividad agrícola del país, sostuvo este
domingo el vicepresidente para el Área Económica, Luis Salas, durante la celebración de
un encuentro con productores agrícolas y agroindustriales, en la parroquia El Jarillo, estado
Miranda, región central del país.

“Somos un país con ventajas desde el punto de vista climático y geográfico. Además con
capacidad para atender temas de exportación por la condiciones de nuestro país, pues
existen productos que no responden a temas estacionarios como sí ocurre en otros países
del mundo y esto es una ventaja para nosotros”, enfatizó el también ministro de Economía
Productiva.

TENDENCIAS DEL COSUMIDOR: GUSTOS, HABITOS Y PREFERENCIAS


EL COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR ANTE LOS NUEVOS PRODUCTOS. HÁBITOS Y
TENDENCIAS DE LOS CONSUMIDORES.
Cada vez más se valoran positivamente los nuevos productos de consumo que aparecen
en el mercado, si bien los consumidores reconocen que la mayoría de los productos que
se presentan como auténticas novedades sólo aportan cambios en la presentación o en el
formato. Los consumidores perciben que es el sector de higiene personal el que más
novedades lanza cada año al mercado seguido de leche y derivados, congelados y
precocinados, detergentes y bollería, dentro de un sector importante como es el de
productos de alimentación y bebidas.
Los consumidores exigen que para ser considerados los productos en general realmente
novedosos, sean saludables, duraderos, que no se estropeen, cómodos de utilizar y, sobre
todo, claros en la información sobre el producto (etiquetado) y sobre todo que estén
realizados con aditivos que aporten beneficios para la salud.
El consumidor valora mucho la presentación de ofertas, si bien se siente influenciado por
los consejos de un amigo/amiga (el boca a boca) e incluso por las ganas de probar algo
nuevo. En todo ello la publicidad juega un papel importante.
En este nuevo siglo el consumidor está mejor y más informado, tienen más mecanismos
de protección y es más consciente de sus derechos, lo que le permite elegir calidad y
garantizar su seguridad. La tendencia es a gastar más dinero en telefonía, nuevas
tecnologías, viajes y ocio. Todos los servicios que supongan ahorro de tiempo tienen
posibilidades de éxito. Gastar con racionalidad, ya sea ahorrando tiempo o dinero, es el
estilo de vida actual de nuestra sociedad.
En cuanto a los factores que más valora el consumidor destaca la importancia que da a la
limpieza y cuidado de los establecimientos comerciales, la calidad de los productos o al
trato personalizado de las tiendas. Los consumidores están adquiriendo una actitud cada
vez mas crítica y valoran mucho el escaso tiempo del que disponen y son más conscientes
de lo que compran. Buscan una buena relación calidad-precio.
Los consumidores actuales son más reflexivos, más expertos y su nivel de educación y
formación más elevado, lo que les lleva a adoptar conductas más racionales en su
consumo y a reclamar una información clara y completa de los productos que van a
consumir.

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