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-Conflict Resolution, Political Inclusion, and Party Systems: The Cases of Colombia (M-19),
El Salvador (FML%), and Uruguay (Tupamaros) in Compared Perspective-
Resumen
Tema
Estos grupos han llegado a ser considerados entre los actores políticos más importantes
en tiempos recientes de sus naciones; por ejemplo el M-19 liderando el movimiento
insurgente con mayor apoyo a nivel urbano logrado por guerrilla alguna en Colombia, y
tras su ingreso a la vida política legal siendo protagonista del proceso constitucional de
1991. Por su parte el FMLN, luego de participar en una cruenta guerra civil en la década
de 1980 que dejó cerca de 75.000 muertos, pasó a ser desde 1992 uno de los dos
partidos políticos más importantes de El Salvador, transformando el panorama político
de una revolución truncada a un acuerdo de paz y el reto de construir una transición a la
1
El concepto de inclusión de actores en la esfera pública deliberativa, que aborda la arena política, se
extrae del filósofo alemán Jürgen Habermas quien considera importante la incorporación de fracciones
sociales a los procesos de formación de intereses y transformación política dentro de un contexto
democrático (Habermas: 1996).
2
En adelante se referirán estos grupos principalmente por medio de sus siglas cuyos significados son: (M-
19) Movimiento 19-de Abril; (FMLN) Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional; (MLN-T):
Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros.
democracia. Por último el MLN-Tupamaros uruguayos, que de haber sido uno de los
grupos rebeldes de izquierda armada con mayor tradición en el continente vivió un
acercamiento a la vida política partidista para, después de una dura represión en tiempos
de dictadura, llegar a ser parte vital de una de las principales coaliciones que han
gobernado su país desde 1990 dentro del denominado Frente Amplio.
Problemática
Operacionalización
El Salvador: FML!
Colombia: M-19
Uruguay: ML!-T
C O ! T E X TO
Justificación
Contexto general
Hipótesis
Se plantea que dependiendo del tipo de estrategia de integración política seguida por los
grupos, acorde al contexto de cada país, se produce determinado cambio en el sistema
de partidos condicionado por su grado de éxito y mantenimiento en el tiempo. Dicho
éxito, además del nivel de coalición o autonomía partidista alcanzada, depende de la
continuidad de una nueva identidad política de izquierda que logre trascender la
experiencia armada (ilegal) a la partidista (legal), desarrollando una coherencia interna
que supere los condicionamientos exteriores de la fase inicial de un proceso de paz e
integración a uno de normal competitividad.
3
Este comportamiento ha sido abordado dentro de los procesos de transición política hacia la democracia
por reconocidos autores como Samuel Huntington en su obra The Third Wave: Democratization in the
Late Twentieth Century, donde describe la experiencia de más de 60 países desde 1974 (Huntington:
1991).
participación y representación. Esta tendencia se ha revertido debido a que los partidos
nuevamente han vuelto a ser focos de interés (Gutiérrez: 2007, 14).
Por otra parte, hay investigaciones que se han concentrado en examinar específicamente
la evolución de los sistemas de partidos en países de la región donde han existido
contextos de crisis y violencia (Bendel: 1996; Krennerich: 1995). Estos trabajos invitan
a profundizar una perspectiva comparada necesaria, que permita contrastar las variables
y su peso específico para la comprobación teórica según los casos desde una
metodología correcta para la ciencia política (Nohlen: 1998, 35). Se hace conveniente
estudiar las estructuras partidistas y los sistemas de partidos no solo comparativamente,
sino de acuerdo a sus contextos (Von Beyme: 1984, Sartori: 1994, Nohlen: 2007, 233).
Conceptos
4
Este concepto y el de Partido citados son traducción libre del autor del alemán al castellano.
5
Para un recuento histórico del término, véase Shmitt, Carl (1963): Theorie des Partisanen.
Zwischenbemerkung zum Begriff des Politischen (Teoría del partisano: acotación al concepto de lo
político), Duncker und Humblot, Berlin / Castellano: Instituto de Estudios Políticos Madrid, 1966.
Método
Variables
Las variables pueden ser intervinientes, es decir, aunque se marca una relación general
en torno a la problemática central del tipo variables independiente y dependiente, se
pueden contener efectos recíprocos o circulares. Igualmente se da importancia a los
contextos generales -regionales e internacionales- y a los domésticos particulares. Se
toma por variable independiente la inclusión política de los grupos armados como
partidos políticos, y como variable dependiente, el desarrollo del sistema de partidos.
En su contexto se asumen las siguientes variables: A. Tipo de conflicto/proceso de paz;
B. Estrategia partidista de inserción, entendibles como integración, partido nuevo o
multicoalición; C. Contexto Regional/Internacional; D. Comportamiento ideológico y
polarización; E. Desempeño partidista.
Fundamento teórico
6
La perspectiva histórico-empírica en torno al método comparado se puede entender como el análisis de
relaciones entre variables de manera comparativa guardando la precaución de examinar los elementos
particulares de contexto de los casos. Para mayor información, véase: Ortiz (2004).
Caso 1 : El Salvador (FML!)
Los intentos de forjar una oposición frente al autoritarismo a lo largo del siglo XX se
neutralizaron por la manipulación compartida entre poder político y militares en
prácticas de fraude electoral, haciendo que el país forjara dos polos principales: uno en
torno a la defensa del régimen autoritario en favor de los intereses de los Estados
Unidos -contando con su ayuda económica y militar-, y el segundo teniendo como meta
concretar un proceso de cambio revolucionario de inspiración marxista. Un lamentable
ejemplo de la violencia estatal producida fue La Matanza, en la cual como reacción a
que líderes del Partido Comunista como Farabundo Martí y Miguel Mármol movilizaran
campesinos y mestizos en tiempos del golpe militar de 1931 (Maximiliano Hernández
1931-1944) intentando sembrar una semilla revolucionara, cerca de 25.000 personas
fueron asesinadas, encarceladas o exiliadas. Aunque en 1948 se llevó a cabo una serie
de reformas liberales progresistas, el carácter pretoriano del gobierno se mantuvo desde
1932 hasta la década de 1980 (Alcántara, 2003d: 132-136), cuando la confrontación
social desembocó en una guerra antirégimen y un intento por mantener el status quo
pro-norteamericano dejando cerca de 75.000 muertos. Para esta época en medio del
conflicto dos actores políticos, la Democracia Cristiana en busca de un reformismo
democrático y el grupo revolucionario Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional
(FMLN) se hicieron las dos cabezas visibles de una confrontación que en la actualidad
sigue modelando el bipartidismo ideológico nuclear de la política salvadoreña.
El marco político sobreviviente a esta guerra civil en la última década de la Guerra Fría
es el funcionamiento de un sistema presidencialista con preponderancia del ejecutivo y
un parlamento unicameralista. Curiosamente desde los años ochenta hubo esfuerzos por
mejorar técnicamente los comicios electorales hasta permitir el relevo presidencial y
despejar el camino para un escenario de paz concretado en 1992. Tras él, la derecha se
fortaleció desde los años noventa, pero con la novedosa incorporación de la izquierda al
panorama formal de la vida partidista y democrática, llegando ésta a la cabeza del poder
ejecutivo recientemente en 2009 tras un proceso de 17 años de persistencia.
Cuando parecía no había marco sino para la confrontación la derrota electoral del
gobierno sandinista en Nicaragua tras un proceso de paz en 1990 abrió un nuevo ciclo
de cambio regional, sumado al fin de la Guerra Fría que restó apoyos a la coalición
guerrillera del FDR-FMLN. Para entonces, la ofensiva de noviembre de 1989 sobre San
Salvador se había manifestado como el clímax del proyecto revolucionario, llegando a
ocupar zonas urbanas en una situación en que la guerrilla no pudo completar su lucha
pero tampoco las fuerzas armadas desmembrarla por completo. Como salida a estas
tablas bélicas, ARENA y el FRD-FMLN se vieron forzados a abrir negociaciones en
Ginebra en abril de 1990 bajo el auspicio de Naciones Unidas, a lo que siguieron
acuerdos en materia de protección a los derechos humanos, ajustes al sistema electoral y
aspectos judiciales que sirvieron para sustentar el Acuerdo de San José en julio de 1990.
Por último, se firmaron los Acuerdos de Paz en Ciudad de México en enero de 1992.
7
El Grupo de Contadora fue una iniciativa realizada en 1983 por los gobiernos de Colombia, México,
Panamá y Venezuela para promover una salida pacífica a los conflictos en la región centroamericana, con
énfasis en los casos de El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Con el auspicio del primer ministro sueco
Olof Palme y los premios Nóbel Gabriel García Márquez, Alfonso García Robles y Alva Myrdal se invitó
a los presidentes regionales a que sirvieran de mediadores. A partir de 1985 tras una reunión en Lima
(Perú) se creó el Grupo de los Ocho como apoyo a la cusa, deviniendo en el Grupo de Río desde 1990.
8
Este concepto proviene del politólogo brasileño Bolívar Lamounier, quien refiere el tipo de elecciones
que sirven para relegitimar o dar un nuevo punto de partida el sistema y su competitividad democrática.
Véase: López Pintor, Rafael/Nohlen, Dieter (1993).
temas de paz Vicenç Fisas (2004: 17), advirtiendo como lo hace el autor y se anotó, que
el desarrollo de los conflictos y su resolución no es un proceso lineal, con comienzo y
fin determinado, sino que incluso se trata de comportamientos cíclicos.
Tensión, Fracaso 6
Violencia Prevención + Negociación 5
Estructural, Provención Salida 10
Autismo... 1 Proceso de Paz 7
Continuación de
la Violencia por Acuerdos de Paz 8
otros medios
o expresiones 9
Fuente: Elaboración Propia–Adaptación: Fisas (2004)
Características
• El proceso de paz del FMLN se da luego del desarrollarse la escalada violenta más alta
posible por parte del grupo guerrillero y las fuerzas contrainsurgentes.
• El proceso de paz es fuertemente influenciado por el contexto regional de pacificación
centroamericano y el fin de la Guerra Fría.
• La inclusión política del FMLN a la vida legal y la democratización de El Salvador ha
sido uno de los procesos mayor observados por la Comunidad Internacional.
• La incorporación del FMLN a la vida partidista significó tanto la apertura del sistema
político y partidista, así como la consolidación de una transición democrática.
Debido al contexto de polarización política, ARENA asumió desde 1988 las banderas
de un anticomunismo que paulatinamente fue convergiendo en una lectura de derecha
post Guerra Fría (neoliberalismo y oposición a políticas redistributivas), al ceder
protagonismo figuras beligerantes como Roberto D´Aubisson frente a posiciones más
civilistas y negociables en el marco internacional como la de Alfredo Cristiani. Así el
Partido Demócrata Cristiano a la cabeza de José Napoleón Duarte se vio superado
definitivamente, incuso sufriendo la salida de uno de sus miembros, Rubén Zamora. De
esta forma la relación entre ARENA y el FMLN está mediada por las fuerzas partidistas
menores descritas, arrojando uno de los grados de mayor polarización política en todo el
continente. A pesar de esto, las lecturas tradicionales de extrema derecha y de extrema
izquierda han cedido en el terreno pragmático y han podido llegar a convivir, como lo
probó el que el FMLN haya seguido adelante desde 1994. En cambio el FDR, parte de
su formula durante años, fue quedando relegado en la experiencia violenta de la
oposición a la estrategia electoral y tras el asesinato de líderes disidentes como Héctor
Oquelí. Aunque el FMLN también sufrió escisiones como la de Joaquín Villalobos y
otros líderes de izquierda en el llamado Partido Demócrata que llegó a colaborar con el
gobierno de ARENA de Armando Calderón, ha sabido mantenerse como la principal
fuerza de izquierda de su país admitiendo para la última campaña presidencial de 2009
un discurso más conciliador y logrando el triunfo del antiguo periodista Mauricio Funes.
A continuación se presenta una evolución del sistema de partidos antes y después del
proceso de inclusión política en el caso salvadoreño, una adaptación de la tipología del
sistema de partidos para El Salvador según lo propone Bendel (1993: 326-329) a partir
de los criterios de Giovanni Sartori (1976) que consideran elementos cualitativos como
cuantitativos, pero adicionando la categoría de semi-competitividad9 que el investigador
italiano omite (solo considera la competitividad o la no competitividad). Esto para
explicar el contexto característico de democracias en transición o desarrollo como
sucede en el caso latinoamericano, donde no siempre se corresponde la teoría de los
sistemas de partidos en otras naciones occidentales como el caso europeo donde suele
tener origen, ya sea por diferencias en la forma de gobierno como el sistema
presidencial frente al parlamentario, o por la estabilidad gubernamental lograda tras la
Segunda Guerra Mundial, el desempeño económico o la clase y la cultura política. Es
imposible hacer aproximaciones rígidas a los sistemas de partidos resultantes, pero lo
que destaca es la existencia de lo que podría denominarse antes de 1992 en El Salvador
de un autoritarismo no competitivo, enmarcado en un sistema de partidos hegemónico
dominante que ofrece rasgos de atomización (controlada) y semi competitividad.
9
Dieter Nohlen (1994: 11-14), examinando los aspectos de Importancia para el proceso político,
Posibilidad y Libertad de elegir, Posibilidad de cambiar el gobierno y Legitimación del sistema político,
realiza una clara diferenciación de estas categorías a partir de la importancia que tienen las elecciones
para el funcionamiento del sistema político. Así (a) las Elecciones Competitivas se encuadran para los
Sistemas Democráticos; (b) las Elecciones Semicompetitivas para los Sistemas Autoritarios; y (c) las
elecciones o Competitivas para los Sistemas Totalitarios.
Party polities: El Salvador antes (*) y después (+) de 1992
*
One-party Hegemonic * Predom Two Moderate Polar
Semi Competitivo +
1980’s
Totalitar. Autohorit Prag partism Pluralism Multipart
* +
El SALVADOR */+
Monocentrism Pluralism
Colombia es un Estado caracterizado por una relativa estabilidad institucional que parte
de los intentos de establecer una independencia constitucional desde 1810 y su
concreción con la lucha de separación definitiva de España en 1819, hasta su reflejo en
un desempeño económico histórico sin excesivos sobresaltos. Se trata de un orden
constitucional que se inició vinculando los principios de los valores clásicos de los
derechos heredados de la Revolución Francesa y la influencia del pragmatismo de la
Revolución Norteamericana, sin desconocerse la herencia de 300 años de presencia
colonial española. El resultado ha sido una República donde se instalaron -en medio de
luchas entre perspectivas centralistas y federalistas, librecambistas y proteccionistas,
nacionalistas e integracionistas- los principios de Separación de Poderes y de Estado de
Derecho, bajo una forma de gobierno de régimen presidencialista. La contradicción
central del Estado colombiano es contar con un orden formal que no logra irrigar todo
su territorio e incluir bajo su protección a toda la población. Sin embargo, el desarrollo
democrático se ha caracterizado claramente (destacando así en la región por ser un
sistema mayormente institucionalizado) por una competencia partidista recurrente entre
dos vertientes que dan cuerpo al sistema de partidos: liberal y conservadora.
Una de los causales del conflicto previo al Frente acional más señalado fue el intento
de los conservadores de instaurar un régimen reaccionario bajo el gobierno de Laureano
Gómez (1950-1953), proclive a un corporativismo de derecha bajo la influencia de la
iglesia católica y valores tradicionales. Una de las reacciones luego de reprimirse a los
liberales fue la irrupción de grupos campesinos de autodefensa que terminaron mutando
en la insurgencia guerrillera de izquierda a la que los dos partidos han enfrentado sin
poder acabarla. Aunque venía de antes, como detonante de La Violencia10 se considera
el asesinato del candidato Liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 194811 que
provocó una revuelta popular de grandes características en Bogotá -el día que sesionaba
la Novena Conferencia Panamericana que daba origen a la Carta de la Organización
Americana de Estados (OEA)-. Sucedería el temido y fracasado gobierno de Gómez y
luego una corta dictadura respaldada por el bipartidismo bajo el General Rojas Pinilla
(1953-1957), que creó una paz artificial luego depuesta por los mismos partidos.
El M-19 es la guerrilla más popular a nivel urbano en las décadas de 1970 y 1980,
haciendo alusión a las elecciones del 19 de abril 1970 en las que el partido Anapo
(Alianza Nacional Popular) de Rojas Pinilla perdió la presidencia por un margen
pequeño y supuesto fraude en la última candidatura conjunta del Frente Nacional a
10
La Violencia es el periodo clásico de radicalización política bipartidista desarrollado entre 1949 y 1957,
que enfrentó al gobierno conservador con guerrillas liberales y coaliciones comunistas y campesinas, en
una Guerra Antirégimen sin participación extranjera (A2) costando la vida de cerca de 200 mil vidas
humanas (véase la clasificación de conflictos presentada en este capítulo y los datos en: www.AKUF.de
vigentes en junio de 2005).
11
Sobre los hechos del 9 de Abril de 1948 y la figura del político de corte popular Jorge Eliécer Gaitán,
véase la obra de Herbert Braun (1987): Mataron a Gaitán. Bogotá. Universidad Nacional.
nombre del conservador Misael Pastrana Borrero, ganador entonces por el periodo
1970-1974 y padre del futuro presidente Andrés Pastrana Arango (1998-2002).
Compuesta principalmente por antiguos anapistas convencidos de que no había
posibilidad de introducir cambios en Colombia diferentes a la acción revolucionaria
violenta (Bushnell: 1996, 334), así como por renegados miembros de las FARC. La
propuesta programática del M-19 era dispersa, pasando por la ausencia del reclamo de
socialización de los medios de producción pero caracterizable por su línea pragmática:
Tras una negociación en España en 1984 donde se planteó reinserción y amnistía para
delitos políticos con el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) condicionadas por
un alto al fuego, se pasó a un fracaso. Estructurada más con buena intención que como
acuerdo óptimo y limitado a ser un pacto con el grupo, pero no con y para la sociedad,
tras un incidente con el Ejército en pleno proceso -que no respaldaba al gobierno - el M-
19 llevaría a cabo la operación más violenta y desastrosa de su historia y del país. Sería
el punto de inflexión que marcaría su desmembración, el 6 de noviembre de 1985
cuando un comando del M-19 con 28 guerrilleros tomó el Palacio de Justicia de Bogotá
en pleno centro político e histórico de Bogotá con el fin de enjuiciar la política de paz
de la administración Betancur. Sumada a una represiva respuesta del Ejército mediante
una caótica operación militar, murieron tras 28 horas de combate y la búsqueda de
control sobre la situación cerca de 300 rehenes y desaparecieron un centenar de
personas12. Era la sede de la Corte Suprema de Justicia y otras dependencias judiciales,
situada en el costado norte de la Plaza de Bolívar frente al Capitolio Nacional.
12
Este episodio es uno de los actos de terrorismo más espectaculares padecidos por la sociedad
colombiana, no solo por su dimensión sino por alcanzar un despliegue en prensa, radio y televisión
simultáneo que derivó en un amplio debate sobre la información de los contenidos de guerra, la
responsabilidad de los medios y la libertad de prensa. Sin embargo, el terrorismo como adjetivo de las
acciones insurgentes no era aún utilizado como denominador común, sino que el gobierno -pero
especialmente las Fuerzas Armadas- prefería hablar de bandoleros o delincuentes, en aras de un lenguaje
que desconociera cualquier estatus político. Aunque el debate sobre los contenidos terroristas y políticos
de las acciones guerrilleras está abierto, solo tras el ataque del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York
se utiliza abiertamente en Colombia el término terrorismo o el adjetivo de terroristas.
El establecimiento de cambios en la política de paz de Betancur por medio de
negociaciones basadas en treguas fue duramente cuestionada, aunque no del todo las
intenciones del presidente a pesar de sus errores. Para muchos sectores del
establecimiento, a pesar de una larga violencia, costaba aceptar el que se asumiera por
primera vez la existencia de un conflicto como tal en Colombia. Aunque muchos
desconfiaran de las intenciones del gobierno también se consideró que “los guerrilleros
habían desperdiciado su mejor oportunidad para ganar aceptación como protagonistas
legítimos” (Bushnell: 1996, 353). Así el M-19, admitiendo que la insurgencia había
perdido terreno buscó salida al desastre de la toma del Palacio de Justicia mientras sus
operaciones militares no eran ya tan efectivas en las áreas rurales ni en las urbanas. Tras
secuestrar a Álvaro Gómez Hurtado (hijo del antiguo líder conservador Laureano
Gómez), quien llegaría a ser el representante de la fracción conservadora Movimiento
De Salvación Nacional en el proceso constitucional de 1991, a comienzos de 1990 -al
final del gobierno de Virgilio Barco- decidió entregar las armas y anunció su
transformación en partido político para participar de la política legal. El anterior proceso
dialéctico se puede visualizar en el siguiente cuadro, donde los puntos de inflexión de la
Escalada al Conflicto en el caso del M-19 son ejemplificables en los hechos de la Toma
del Palacio de Justicia; o como Salida, la negociación del Proceso de Paz y,
finalmente, la Participación en la Asamblea Constituyente:
Tensión, Fracaso 6
Violencia Prevención + Negociación 5
Estructural, Provención Salida 10
Autismo... 1 Proceso de Paz 7
Continuación de
la Violencia por Acuerdos de Paz 8
otros medios
o expresiones 9
Fuente: Elaboración Propia–Adaptación: Fisas (2004)
Ya instalados como fuerzas electorales desde la segunda mitad del siglo XIX, a pesar de
la inexistencia entonces del Sufragio Universal y el ejercicio de una democracia
patrimonialista y restringida, liberales y conservadores han dominado la escena política
controlando y luchando por lograr la representación de sectores sociales como los
comerciantes, terratenientes o artesanos, y la influencia sobre zonas del país como
Bogotá, Popayán y Cartagena (en principio conservadora) o las periferias (inicialmente
liberales). De esta forma los dos partidos, a pesar de los intentos de terceras fuerzas por
establecerse, han encontrado poco a poco una identificación multiclasista que ha llegado
a cubrir todo el territorio nacional, “una de las pocas fuerzas unificadoras en una
nación dolorosamente fragmentada geográfica y culturalmente” (Bushnell: 1996, 137),
atravesando sus clases sociales e imponiendo relaciones de dominación y control. La
defensa de intereses compartidos por los dos partidos encontró estabilidad en torno a las
directrices económicas generales y la política internacional, existiendo hoy divergencias
ideológicas del tipo centro/derecha pero no mayor polarización (Alcántara, 2003c: 372)
*
One-party Hegemonic * Predom Two Moderate Polar
Semi Competitivo
Frente !acional +
Totalitar. Autohorit Prag (1958-1974/1991) partism Pluralism Multipart
*
COLOMBIA */+
Monocentrism Pluralism
Uruguay mantuvo durante largo tiempo la reputación de ser un país con una sociedad
estable en el Cono Sur, atípica a América Latina debido a la homogeneidad cultural, los
valores participativos, la estabilidad institucional y el bienestar logrados. Estas
cualidades, a pesar de las crisis y los embates sufridos, aún persisten en los indicadores
regionales cuando destaca la capacidad de reestructuración comparativamente en la
región. Su origen es el mantenimiento de una independencia en el área del Río de la
Plata, condicionada más allá de la monarquía española por otros actores como
Inglaterra, Brasil o Argentina, aunque alcanzando una soberanía plena y la instauración
de una primera constitución política en 1830 bajo un modelo presidencial.
13
Véase al respecto de esta primera fase La Izquierda Revolucionaria Uruguaya, 1955-1973 (Rey: 2005).
14
Este concepto se debe al politólogo argentino Guillermo O´Donell, quien tras analizar las fases
autoritarias de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile señaló que se trató de regímenes especializados en
anular los componentes participativos y democráticos para la defensa de un modelo político y económico
vertical donde priman sectores como los militares. Véase: El Estado Burocrático Autoritario (1982).
• La confianza institucional previa durante largos períodos
• El Ejército ha sido en términos generales más dependiente de los grupos políticos y el
statu quo.
• El autoritarismo surgió más desde el propio gobierno legal que de fuerzas antisistema.
Tensión, Fracaso 6
Violencia Prevención + Negociación 5
Estructural, Provención Salida 10
Autismo... 1 Proceso de Paz 7
Continuación de
la Violencia por Acuerdos de Paz 8
otros medios
o expresiones 9
Fuente: Elaboración Propia–Adaptación: Fisas (2004)
* Equivalencias al Proceso del ML%-T: 1. (Fase 1960-1970) 2. a. (… Asesinato Dan Mitrone, 1970)
b. (… Secuestro Geoffrey Jackson, 1971) 3. (Periodo 1970-1971) 4. (Consolidación dictadura/ Conflicto
Urbano 1973-1984) 5. (Negociación Fase 1981-1984) 6. (Ruptura Fase 1982-1985) 7. (Negociación 1985
Debate Ley de Caducidad) 8. (Desmovilización/Transformación/Incorporación en Partido Político 1989)
9. (Ausente) 10. (Participación comicios y reformas institucionales desde 1989 –Ej. R. Const./Elec. 1996)
Características
• El proceso de paz/inclusión política con el MLN-Tupamaros, se hace posible bajo la
premisa de acceder a la vida política tras el fin del a dictadura.
• El proceso de paz/inclusión política con el MLN-Tupamaros hace parte de un proceso
de cambio global del escenario político uruguayo, que permitió la reconfiguración y el
restablecimiento del sistema de partidos en un marco democratizador regional.
• El MLN-Tupamaros, al tiempo que se había desgastado la opción de lucha
revolucionaria, encontró en el momento transicional el lugar ideal para pasar de
movimiento insurgente a uno político como una de las facciones del Frente Amplio.
• La incorporación del MLN-Tupamaros como Movimiento de Participación Popular y
Espacio 609 ha servido para que sin perder la antigua identidad de sus miembros de
izquierda pudiera participar a la vez renovadamente dentro de la múltiple coalición del
Frente Amplio logrando un papel importante en el quiebre definitivo del bipartidismo.
1971 constituyó un año de inflexión fundamental: por una parte para las elecciones una
tercera fuerza coalicional ubicada a la izquierda y denominada Frente Amplio –
representada por el general retirado Líber Seregni- emergió atrayendo al 18.3 % del
electorado presidencial. Por otro, el triunfo blanco de Wilson Ferreira Aldunete no fue
otorgado y en cambió subió al poder irregularmente el colorado Juan María Bordaberry,
quien terminaría en 1973 un crítico gobierno pactando con los militares una junta
cívico-militar que abrió las puertas de la dictadura. Los continuos errores de la clase
política que tienen en los excesos de Bordaberry su mayor ejemplo -además de haber
cerrado el parlamento intentó suspender los partidos y crear un régimen corporativista
de extrema derecha- permitieron paulatinamente que las Fuerzas Armadas adquirieran
una autonomía respeto a la institucionalidad en un régimen de carácter autoritario.
Tras el fin del a dictadura (1973-1984) se inicia el proceso transicional que reconfigura
y restaura el sistema de partidos previo, es decir, retoma el caracterizado por el
bipartidismo tradicional incluyendo a los minoritarios Unión Cívica o Nuevo Espacio y
la emergencia del Frente Amplio –esta vez definitiva- que vendría a ofrecer unas
banderas progresistas de izquierda cercanas a la socialdemocracia. Hay que señalar que
el Frente Amplio hasta la normalización de la democracia en 1989, e incluso después,
ha tendido a esconder o destacar su propio nombre, dependiendo de las circunstancias.
Así en 1984 compitió a la presidencia con el candidato Crottoggini bajo el
nombre/lema15 de Partido Demócrata Cristiano. Tras la fase de normalización
democrática iniciada en 1989, el Frente Amplio se configuró como un paraguas de
múltiples fuerzas concurriendo para las elecciones de 1989 con su nombre y la
candidatura del veterano Seregni, ganando en esa ocasión el blanco Luis Alberto
Lacalle. Sin embargo el Frente Amplio comenzaría a consolidar su espacio, triunfando
primero en la alcaldía de Montevideo (Vásquez en 1990) y enfrentando la tendencia
neoliberal y privatizadora de blancos y colorados que en el marco de “Coincidencia
Nacional” llegaron a gobernar sin ejercer oposición directa y con gabinetes conjuntos.
Daría un salto definitivo logrando casi un empate con la figura civil de Tabaré Vásquez
que para las elecciones de 1994 (ganadas por el ex presidente Sanguinetti) se presentó
bajo el lema de Encuentro Progresista que operaba en torno al Frente Amplio. Para los
comicios de 1999, el Encuentro Progresista retomó el apellido de Frente Amplio
acercándose en la instaurada segunda vuelta al ganador Jorge Batlle del partido
Colorado, coronándose ganador de los comicios presidenciales de 2006 con Vásquez.
15
El sistema de lemas constituye un caso extremo de fraccionalismo organizado, donde las corrientes
centrífugas del partido se obligan a constituir los articuladores de representación (Alcántara, 2003c: 262)
Party polities: Uruguay antes (*) y después (+) de 1984-1989
Monocentrism Pluralism
Colombia: Se puede hablar de una influencia baja regional para la instauración del
conflicto, compartiendo los problemas típicos de redistribución y aislamiento político de
fuerzas de izquierda, pero aparte del auspicio e inspiración de la revolución cubana los
proyectos revolucionarios se consolidaron mientras en sus vecinos inmediatos las
guerrillas no alcanzaron asentamientos semejantes o fueron reprimidas con éxito. Como
se anotó, el caso del M-19 ofrece un comportamiento de guerrilla tanto rural como
urbana con notables influencias de los métodos del MLN-T que era previo a su
fundación (1974). De igual forma, existe una influencia baja regional para su solución,
siendo los pactos de inclusión política de final de los años 80 y comienzos de los 90 un
proceso interno. De igual forma en lo que compete al M-19 y en general al conflicto
colombiano (salvo desde final de la década de los 90 y de 2000 con respecto a las Farc),
la influencia y efectos internacionales para su solución han sido también bajos, tanto a
nivel de observación o de argumentación del propio fin de la Guerra Fría. No deja de
contrastar con los otros dos casos el que tanto la instauración del conflicto como la
búsqueda de la paz y su tendiente fracaso a largo plazo se den en un contexto de mayor
relativa estabilidad democrática o al menos menor interrupción o directo autoritarismo.
Uruguay: Este caso posee una influencia media regional para la instauración del
conflicto, pues las democracias sufrieron retrocesos importantes en el Cono Sur siendo
destacable para un país que como Colombia ofrecía un bipartidismo estable pero aún
más un contexto competitivo previo al que se denominó “Suiza latinoamericana”. De
igual forma, la recuperación de la democracia a nivel regional ofrece una influencia
media para su solución, afectando especialmente las transiciones del Brasil y Argentina,
adelantándose al caso chileno y dejando atrás a Paraguay. La Influencia externa
internacional para la búsqueda de la paz se puede considerar baja, más allá del marco
del fin de la Guerra Fría sin comportamientos directos fuera del cese de la intervención
norteamericana directa o la menguada influencia de la revolución cubana.
El Salvador: A igual que en los otros casos, la estrategia central de mayor o menor
coalición es percibible como una manera de disminuir la polarización en las fases
transicionales y acuerdos de paz e inclusión política. Se trata de un comportamiento
inicial despolarizante al haber los grupos insurgentes cambiado sus nombres como
partidos bajo otras denominaciones o lemas, y accediendo a acuerdos más o menos
estables para tanto seducir como no provocar al electorado tradicional y nuevo.
Sin embargo El Salvador proyectó una identidad mucho más nuclear en torno al FMLN
como la alternativa de izquierda tras la fase transicional, que solo en tiempos recientes
ha comenzado a abrirse a profundidad. El comportamiento ideológico del FMLN se ha
orientado a la socialdemocracia con momentos de mayor o menor confrontación, pero
sobre todo crítica hacia la inclinación neoliberal, privatizadora y aperturista económica
seguida por la derecha salvadoreña. No obstante el compromiso por la paz ha decantado
una contención a la radicalización, contraria a lo observado en el vecino sandinismo
nicaragüense. Es más, el FMLN ha demostrado que puede ejercer la representación
como antiguo grupo guerrillero dentro de una lógica partidista, pero a diferencia del
caso del M-19 retrasando la utilización de personajes externos simbólicos o
conciliadores –por ejemplo el periodista Gilberto Funes con quien ha llegado al poder-
acercándose a las posiciones mantenidas por otras fuerzas de izquierda dialógica como
Lula en Brasil y limitando la influencia radical mantenida por Chávez desde Venezuela.
Colombia: A diferencia de una lectura sobre polarización típica, en este caso se da más
una apertura del registro ideológico con la presencia del M-19 hacia la izquierda, pero
no de una radicalización del sistema partidista, que por el contrario tras la exitosa
incorporación del antiguo grupo guerrillero al proceso constitucional de 1990 y 1991
logró que tanto el bipartidismo como la propia vieja insurgencia se acercaran al centro.
Paradójicamene en Colombia se mantuvo el comportamiento de un sistema de partidos
predominante bajo una baja polarización pero también de baja representatividad, dando
continuidad en algunos a la idea extremista de que la verdadera oposición es la que se
ejerce extralegalmente. La efectiva separación de la izquierda en Colombia de la
“combinación de las fuerzas de lucha” es un debate que aún acompaña a la izquierda y
que ha tendido a dividirla, como se refleja en el actual Polo Democrático Alternativo
donde los ex militantes del M-19 han tenido cabida una vez que como partido no
pudieron sobrevivir en la segunda mitad de los años 90. Se observa que mientras existan
grupos guerrilleros operando, la izquierda democrática encuentra difícil contener una
polarización más amplia que no se salga de los cauces institucionales democráticos. El
M-19 al mismo tiempo de su fracaso como partido político logró por lo menos salvar su
herencia principal que fue su participación en la Constitución de 1991, asumiendo sus
ex componentes y las tendencias actuales del centro a la izquierda posturas en su
defensa ante el posicionamiento derechista ejercido por los gobiernos de Álvaro Uribe.
E. Desempeño partidista:
Uruguay: En el país del Cono Sur se presenta al igual que en El Salvador un éxito
progresivo, pasando por el ámbito local y parlamentario teniendo como punto de
inflexión el triunfo renovado en la alcaldía de Montevideo, fortín político del Frente
Amplio donde ha logrado como el FMLN –a diferencia del M-19- poder presentar
gestiones completas y rendición de cuentas ante sus electores. Es importante señalar que
tras la reforma constitucional de 1996 que implicó cambios profundos en el sistema
electoral que favorecía al bipartidismo tradicional, el Frente Amplio pudo presionar con
la renovada figura de Tabaré Vásquez un comportamiento civilista moderno que lo llevó
gracias al nuevo sistema de doble vuelta (ballotage) pelear contra blancos y colorados
obligándolos incluso a coalicionarse, perdiendo en 1999 pero logando el triunfo en
2005. Por su parte el MLN-T sigue siendo una de las fuerzas líderes y más fuertes
dentro de la compleja coalición del Frente Amplio, con figuras importantes en la
Alcaldía, ministerios y el congreso como los antiguos tupamaros Nora Castro y José
Mujica, habiendo cerrado un ciclo de largo aliento.
Se puede considerar que tanto el proceso del FMLN aunque en mayor medida el del
MLN-T dentro del Frente Amplio son desarrollos a largo plazo que demuestran que los
resultados de la inclusión política en contextos transicionales, de sistemas de partidos
fluidos y nueva institucionalización partidista no son inmediatos, sino implican ciclos
electorales y representativos de varios lustros que pueden llegar a ser exitosos, sin que
esto asegure que en el futuro habrán resuelto las problemáticas de sus países y
asegurado intacta su continuidad como fuerzas partidistas de izquierda.
Conclusiones
- Los tres casos demuestran que durante el marco regional autoritario sumado al externo
de la Guerra Fría, se simplificó y limitó la representación ideológica. Pero que tras las
fases de transición, la paz y la vinculación a la democracia liberal, representativa y
constitucional, se ofrecen resultados más eficaces que la persistencia del conflicto.
Cambio
Sistema : Medio (Dispersión/
Partidos Fragmentación)
Cambio
Sistema : Alto (Refundación)
Partidos
Cambio
Sistema : Medio (Reconfiguración/
Partidos Restauración)
jac/2008
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