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INTRODUCCIÓN 2
La vejez es una etapa de la vida, la última así como la niñez es la primera. Por la
comunicación en la etapa de la vejez es más importante porque hay muchos cuidados,
como saben cada vez que pasan los años ya no es igual y la comunicación es diferente
porque ya no se comunican como lo hacían antes, ya no hablan fluidamente, ya no
escuchan bien, ya no hacen las cosas que hacían de jóvenes.
La afasia es la principal causa del deterioro del lenguaje en los ancianos, afecta el
lenguaje hablado y escrito, causa accidente cerebrovascular pero también aparecen
infecciones, tumores cerebrales, etc...
Las personas de adulto mayor, se alejan de la sociedad por ello debemos de estar con
ellos en todo momento y hacer que se unan de nueva a la sociedad, interactuando, y
crear un ambiente amigable en la comunicación efectiva.
1. ESTILO DE COMUNICACIÓN EN LA ETAPA DE LA
VEJEZ
El anciano no debería tener una problemática social mayor a la de cualquier otro
ciudadano, pero la situación actual española ha cambiado mucho y en pocos años se ha
alcanzado un importante grado de desarrollo industrial, de las instituciones, los grupos
sociales, etc. ; todo ello ha incidido en el campo de la educación, en las formas de
comportamiento ;en definitiva, en la escala de valores culturales y sociales donde el perfil
de los mayores y su situación social ha experimentado grandes cambios en las últimas
décadas y hasta se podría decir que han perdido su estatus y rol social.
La vejez viene acompañada de una serie de pérdidas, tanto endógenas, como exógenas,
que dejan cada vez más sólo al mayor; pierden el trabajo, el estatus social, parte de los
recursos porque la pensión supone un deterioro progresivo de los ingresos, las fuerzas
disminuyen, la salud se quebranta; en definitiva, esta etapa se caracteriza por los cambios
tan importantes que se producen en las capacidades físicas, sociales y emocionales de
los mayores.
El ser humano es social por naturaleza, pero es verdad que al ir envejeciendo las
personas experimentan una cierta tendencia a desprenderse paulatinamente de
los compromisos sociales, a desinteresarse por las relaciones con la gente y a
desligarse de asuntos y actividades que venían realizando; esto suele ir
acompañado de una disminución de sus capacidades que les induce a la soledad
y al aislamiento.
Por otra parte los cambios tan espectaculares que se han producido en la
sociedad en los últimos años dejan al mayor en una situación de inferioridad y
marginación al no poder integrarse al mundo futuro que los cambios obligan.
Estos factores a grandes rasgos se pueden encuadrar en tecnología avanzada,
cambios estructurales en la vida familiar, trabajo de la mujer fuera de casa, las
diferencias socio-culturales, el factor económico, la vivienda, etc. que ponen al
mayor en una situación difícil y delicada ante los demás. La inhibición de los
mayores a comunicarse con los demás, les conduce, no sólo a la auto
marginación, sino que puede acelerar el proceso degenerativo de sus capacidades
psicofísicas y a una dependencia total.
1.4. LA CULTURA
2. El sexo. Hombres, mujeres. Las mujeres de edad muy avanzada, por diversas
circunstancias de cotización, viudedad; en consecuencia, por serias deficiencias
en el sistema de pensiones, son más pobres que los demás grupos sociales, y
socialmente más marginadas.
Para las personas mayores que sufren algún tipo de discapacidad es fundamental
adecuar el alojamiento a sus necesidades básicas, instalar ayudas técnicas que
faciliten la vida diaria, contar con equipos domésticos bien diseñados, etc. para
poder reducir las dificultades y riesgos, continuar viviendo en su casa y que la vida
en su domicilio se desarrolle satisfactoriamente.
Las comodidades de la vivienda están en función del nivel de ingresos y éstos, en
la mayoría de los casos, se puede decir que se encuentran en la línea de ingresos
mínimos, lo que hace que las ayudas técnicas y equipamiento adecuado queden
para los grupos de más alto nivel.
La alternativa que tienen estos mayores para paliar estas carencias es el ingreso
en un centro residencial, donde, además de cubrir su déficit de vivienda, cuentan
con servicios adecuados, a pesar de que, muchas veces tengan que aislarse de su
entorno y de una realidad social largamente compartida.
Por otra parte, con todo lo inespecífico que la institucionalización supone para el
mayor, con frecuencia se ha relacionado con un aceleramiento de todos los
procesos degenerativos implícitos al envejecimiento y una regresión psicológica
significativa que se refleja en diferentes síntomas que, a veces, se presentan de
forma encubierta con enfermedades somáticas.
1.7. LA FAMILIA
El problema puede tener una génesis patológica, propia de la demencia, como puedan ser
las ideas de perjuicio, incluso ya rayando con lo delirante que puedan tener muchos
ancianos. Entonces se sienten relegados al último espacio de la casa, sin que realmente
sea así, o puede ser que realmente sea así, que exista un rechazo de la familia ; o puede
ocurrir que sin ser un problema delirante de perjuicio de los que hablábamos antes ni un
tal rechazo de la familia, sea sólo un aspecto de la esclerosis de la personalidad que se
produce en el anciano y se caracteriza por una serie de hechos como es el apego al
pasado, las dificultades para el cambio, la dificultad de adaptación a los tiempos
modernos, etc. Cualquiera que sea la génesis que conduce a esos comportamientos, se
van a corregir perfectamente. Únicamente cuando esas conductas sean comportamientos
consecuentes a unos delirios de prejuicio sobre las actitudes de los familiares que rodean
al anciano, posiblemente haya que añadir una acción psicoterapéutica y probablemente
una acción de tratamiento farmacológico. En estas “manías” de los ancianos hay un
componente muy importante de queja, de queja social. En cualquier caso lo que están
denotando es que el anciano no está contento con su situación. De alguna manera al no
estar contento y no saber decirlo de otra forma se enquista. Lo importante es preguntarse,
no al anciano, sino su entorno, qué hacer o que está haciendo con sus actitudes vitales
que provocan esas manías en los ancianos.
Es importante que ante las manías, más que preguntarnos por qué las tiene el viejo, que
también habrá que hacerlo, sobre todo habrá que preguntarnos los que estamos en su
entorno ¿Qué hacemos ¿, ¿qué pasa para que provoquemos en él ciertas actitudes
maniacas ¿. Entonces quizás empiece a nacer el afecto, la corriente de relación personal
y eso empiece a resultar más positivo.
Debemos tener en cuenta si eso que llamamos “manías” que surgen con la edad, no es
que surjan con la edad, sino que son costumbres que todos tenemos desde otras edades
y que mantenemos cuando llegamos a esa edad. La cuestión está en que si las tenemos
en nuestra casa, por ejemplo, la costumbre de leer el periódico a determinada hora o
quedarnos cinco minutos tomando el café después de comer , eso es una costumbre.
Cuando somos los hijos los que estamos en la casa de nuestros mayores lo aceptamos
como algo determinado por ellos o como una costumbre que ya viene de atrás. Cuando
esa misma costumbre los mayores tratan de tenerla en una casa que ya no es la suya,
esas costumbres de siempre se convierten en manías y entonces se tacha de manía a
algo porque incomoda en las normas que se tienen dentro de otra casa, de otra familia.
Por ello, lo que nos teníamos que preguntar es si son manías adquiridas al llegar a una
determinada edad o costumbres que se perpetúan en el tiempo y que se han tenido desde
edades más tempranas.
3. DEFICIENCIAS SENSORIALES MÁS FRECUENTES EN
LOS ANCIANOS
Dos cambios relacionados con la edad que ocurren en la mayoría de los ancianos
contribuyen en gran medida a tornar difícil la comunicación con ellos: los cambios en la
visión y los cambios en la audición. Si una persona no puede ver muy bien o no puede oír
muy bien, la mayoría de las señales sensoriales que transmiten interés (una mirada de
alerta en sus ojos, el contacto visual, el cuerpo en atención), el respeto, el afecto, calidez,
la preocupación, la confianza, etc., nunca se perciben.
La afasia, generalmente causada por una lesión focal, puede afectar al lenguaje
hablado y escrito, la comprensión auditiva y la capacidad de lectura, pero por sí
misma no afecta a las capacidades intelectuales o cognitivas.
El deterioro conjunto tanto cognitivo como de la comunicación está relacionado con
los déficits cognitivos subyacentes en la memoria, atención o percepción visual y se
puede ver en traumatismos cerebrales y demencias no tratables. Los trastornos de la
voz y el habla tales como la disartria y la apraxia del habla pueden conducir a un
aislamiento social autoimpuesto y a la depresión.
La afasia es la principal causa del deterioro del lenguaje en los ancianos. Es casi
siempre el resultado de un accidente cerebrovascular pero existe otras causas como
infecciones bacterianas o víricas (por ejemplo meningitis), tumores
cerebrales, traumatismo craneoencefálico, hipoxia o hidrocefalia obstructiva.
La afasia es generalmente el resultado de una lesión focal en áreas de la corteza del
hemisferio dominante (característicamente el izquierdo), que es donde se asientan la
mayor parte de las funciones normales del lenguaje. La afasia puede ser también el
resultado de una lesión focal en áreas subcorticales izquierdas tales como el tálamo
y los ganglios basales. La afasia afecta al lenguaje hablado y escrito, la comprensión
auditiva y la capacidad de la lectura, dependiendo de la localización neuroanatomía y
extensión de la lesión focal.
La disartria puede ser el resultado del daño producido a los sistemas neurológicos
motores, periféricos o centrales, implicados en el habla, provocando debilidad, lentitud,
pérdida de coordinación o alteración del tono de los músculos de la voz y el habla. Las
causas pueden ser un daño neurológico (por ejemplo, ictus, tumor o traumatismo),
enfermedad neuromotora progresiva (por ejemplo, esclerosis lateral amiotrofia (ELA),
corea de Huntington, esclerosis múltiple, parkinsonismo, enfermedad de Wilson) y los
últimos estadios de las formas progresivas de demencia (por ejemplo Alzheimer,
multiinfarto o HIV).
La voz disártrica puede estar deteriorada en su calidad, su volumen (demasiado baja), o
el tono (anormalmente alto). Dependiendo de la localización y gravedad del daño el habla
puede aparecer de levemente imprecisa a gravemente inteligible.
El daño específico del área de Broca y la corteza frontal izquierda que la rodea puede dar
como resultado otro tipo de deterioro neurogénico del habla como la apraxia del lenguaje.
Las personas con este deterioro son incapaces de planear, iniciar y secuenciar con
precisión los movimientos del lenguaje, aunque la fuerza y movimiento de los músculos
del habla permanece inalterada. Por ejemplo puede pedir una taza de “tafé” por “café”.
Por todos estos motivos el terapeuta ocupacional debe estar alerta qué es lo que está
afectando la comunicación en el anciano que trata e intentar facilitarle los medios para
poder conseguir una cálida relación.
5. COMUNICACIÓN EFECTIVA CON EL ADULTO MAYOR
No olvidar los problemas de salud de la persona, los adultos mayores pueden tener
problemas de salud que les dificultan hablar y entender.
Hablar claramente y articuladamente y establecer contacto visual.
Ajustar el volumen apropiadamente.
Reducir el ruido que pueda causar distracciones por ejemplo, apagar la radio o la
televisión o instalarse en un lugar más silencioso.
Iniciar la conversación con temas generales como el estado del tiempo o lo que la
persona haya almorzado, temas familiares, etc
Emplear ayuda visual, si es posible.
Dar tiempo adicional a la persona para contestar.
Dar alternativas y así facilitarles la toma de decisiones por ejemplo, “¿Quieres té o
café?” en vez de: “¿Qué quieres tomar?”.
Para lograr una comunicación efectiva con un adulto mayor, hay que tomarlo con calma,
ser paciente, y sonreír. Una sonrisa sincera nos ayuda a crear un ambiente amigable. No
olvide hacer pausas entre oraciones y preguntas, ya que cuando se realiza una pausa, se
está mostrando paciencia y respeto.
6. CONCLUSIONES
La comunicación es muy importante y más para los de etapa de la vejez porque ellos
necesitan nuestra ayuda , ya que cada vez no pronuncian bien, tienen dificultad en la
comprensión de palabras y necesitan nuestro apoyo para que ellos sepan que aunque
cada vez ya no puedan hablar saben que tienen familiares que están apoyándolos
para que se puedan adaptar al ambiente en el que se encuentran , e interactuar con
los demás no importa si no hablen bien , o no hagan las cosas que hacían antes pero
igual saben que pueden contar con personas que los aprecian y que los van a tratar
con amor preguntando si necesitan algo o en que podemos ayudar para que no se
sientan solos .
7. BIBLIOGRAFÍA
http://www.oiryhablar.com/index.php/en/50-salud-habla-y-lenguaje/tu-habla-y-
lenguaje/adulto/87-consejos-que-mejoran-la-comunicacion