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Amán Rosales Rodríguez

Hans Jonas y el determinismo tecnológico

Summary: Hans lonas is widely knownfor torno al determinismo tecnológico no han tenido
his ethical proposals regarding science and tech- la misma divulgación ni discusión crítica. Esta
nology. Less known and yet of decisive impor- situación no deja de ser extraña, por cuanto se
tance for his theory of responsibility are his opin- puede afirmar que el contexto teórico fundamen-
ions concerning the autonomy of modern tech- tal que justifica esos trabajos, y que es la base pa-
nology. In this paper the following related topics ra evaluar su contenido es el de una creencia ge-
are discussed: basic traits of modern technology neral en la autonomía del desarrollo tecnológico.
according to lonas, the paradoxical character of Aunque al interior de dicha creencia se pueden
the Baconian programme, the new dimension of aglutinar puntos de vista muy heterogéneos,
human power and his dominion over nature, the existe, sin embargo, un núcleo de ideas compar-
technological imperative, gnostic and existen- tidas. G. Ropohl identificó tal núcleo básico del
tialist influences in the shaping of lonas' view determinismo tecnológico afirmando que, para
regarding technological determinism. quienes suscriben dicha creencia, "el desarrollo
técnico no depende de factores externos, sino
Resumen: Hans lonas es ampliamente co- que [éste] determina y domina la situación men-
nocido por sus propuestas éticas en torno a la tal y social de los hombres en tanto que fuerza
ciencia y la tecnología. Menos conocidas, y sin conductora del cambio social." (p. 86)
embargo fundamentales para su teoría de la res- lonas, por su parte, insiste una y otra vez en
ponsabilidad, son sus opiniones respecto de la que el propio impulso dado al progreso tecnológi-
autonomía de la tecnología. En este trabajo se co, el empujón humano inicial o voluntad de do-
discuten los siguientes temas relacionados: ras- minio sobre la naturaleza, se transforma de algu-
gos básicos de la tecnología según lonas, el ca- na manera en una entidad responsable de los mo-
rácter paradójico del programa baconiano, la vimientos y avances posteriores de la tecnología.
nueva dimensión del poder humano y del domi- Según lonas, los últimos avances de la tecnología
nio sobre la naturaleza, el imperativo tecnológi- ya no dependen de la voluntad y deseo humanos,
co, influencias gnósticas y existencialistas en la sino que muestran más bien en su conjunto el ca-
configuración de las ideas de lonas sobre el rácter coercitivo de un proceso incompatible con
determinismo tecnológico. la libertad humana. Para él, la inusitada velocidad
del progreso tecnológico no da tiempo suficiente
para una consideración pausada de sus posibilida-
1. Introducción. des, ni mucho menos para un control eficaz de
sus efectos y secuelas de orden social y psicoló-
Pese a que Hans lonas (1903-1993) es un gico: "De modo que debemos añadir a la primera
filósofo muy conocido por sus trabajos en ética observación -en el sentido de que la velocidad de
de la ciencia y la tecnología, sus opiniones en los desarrollos nutridos por la tecnología no deja

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXVII (93), 313-320, 1999


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tiempo para la autocorrección- la ulterior que espectro, los deterministas 'blandos' comienzan
cualquiera que fuese el tiempo concedido, no obs- recordándonos que la historia de la tecnología es
tante, las correcciones se volverían más y más di- una historia de las acciones del hombre. Para
fíciles, y la libertad para hacerlas más y más res- comprender el origen de un determinado tipo de
tringida." (1980, p.216) poder tecnológico debemos conocer primero a
los actores. ¿Quiénes eran? ¿En qué circunstan-
cias se encontraban? ..¿Por qué fueron estas per-
2. Tipos de determinismo tecnológico. sonas y no otras las que hicieron la innovación?
¿Por qué fue posible en este momento y en este
Puesto que existen, como ya se insinuó, di- lugar y no en otro? ¿Quién se benefició y quién
versas posibilidades de concebir el determinismo resultó perjudicado? ..En lugar de concebir la
tecnológico, conviene tratar de situar la posición 'tecnología' per se como el agente causal histó-
de lonas en alguna de ellas, no con el propósito rico, los deterministas blandos lo sitúan en una
de encasillarla dogmáticamente, sino con el de matriz social, económica, política y cultural mu-
resaltar mejor sus particularidades. En este senti- cho más variada y compleja". (p.15)
do resulta provechosa la distinción propuesta por Con base en las distinciones propuestas por
M. R. Smith y L. Marx entre una forma 'dura' y Smith y Marx, puede decirse que parece clara la
otra 'blanda' de determinismo tecnológico. Se- posición dura de lonas frente al tema del deter-
gún estos autores: "En el extremo 'duro' del es- minismo tecnológico. Ahora bien, no es que lo-
pectro, el poder causal (el poder para provocar un nas ignore el contexto histórico que ha condicio-
cambio) se atribuye a la propia tecnología o a al- nado el surgir de la ciencia y técnica contempo-
gunos de sus atributos intrínsecos; los avances ráneas, pero su visión final de la fuerza tecnoló-
tecnológicos llevan, pues, a una situación dé ine- gica manifiesta en la historia corresponde a la
vitable necesidad." (p.14) Es por ello que se primera variante arriba indicada: el desarrollo de
"considera ... que los inventos, una vez que se in- la tecnología, una vez iniciado, tiende a escapar
troducen en la sociedad, adquieren vida propia, del control humano y adquiere casi de inmediato
Por ejemplo, la continua mejora del ordenador ha su propia "dinámica compulsiva". Se trata de una
seguido una especie de lógica interna (una lógica dinámica que convierte a dicho desarrollo no só-
plasmada en los componentes materiales que lo lo en un proceso irreversible, sino también en
constituyen y en su diseño), por lo que cada 'ge- uno dotado de una fuerza autónoma que desbor-
neración' de aumentos de la sofisticación de los da deseos, intenciones y planes iniciales del pro-
ordenadores ha llevado, en una secuencia aparen- pio diseño tecnológico. Con palabras de lonas:
temente predeterminada, a la siguiente. A medida "Lo que alguna vez fue iniciado, toma la ley de
que se difunde el uso del ordenador, son cada vez acción de nuestras manos, y los hechos consuma-
más numerosas las instituciones que tienen que dos, creados en un comienzo, se convierten acu-
reconfigurar sus actividades para adecuarlas a las mulativamente en la ley de su continuación."
nuevas capacidades y limitaciones que éste (1980, p.216) De hecho, lonas observa cómo "el
crea." (p.13) Dentro de la variante 'dura' del de- elemento tiránico en la tecnología" compele a
terminismo se acepta con frecuencia la reifica- que se multipliquen sus obras y procedimientos,
ción de la tecnología, una maniobra de graves contribuyendo así a la sensación de que los seres
implicaciones ontológicas pues entraña, nada humanos hemos logrado hipostasiar, por medio
menos, que la elevación de un concepto, el de de la tecnología, "nuestros propios modos de po-
'tecnología' o 'desarrollo tecnológico', al rango der en una especie de fuerza independiente en sí
de entidad real o existente junto o por encima de misma", de la que la humanidad se ha convertido
las otras entidades que pueblan la realidad. en su servidora. (Cf. 1982, p.898)
En torno a la segunda variante determinista Una interrogante surge en forma casi natu-
opinan Smith y Marx: "En el otro extremo del ral a partir de lo anterior: ¿cómo se explica la
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fuerte tendencia a reificar o hipostasiar la tecno- trataba de algo particularmente abstruso y mis-
logía, incluso hasta el punto de dotarla casi de terioso." (Cit. por Gould, p.315)
vida propia? Según la interpretación de L. Marx,
el concepto de 'tecnología', a diferencia del de
'artes mecánicas', tiende, por su misma genera- 3. La paradoja del programa baconiano.
lidad o amplitud, a estimular la creencia en su
carácter autónomo o autodeterminado. Según Puede decirse, sin exagerar, que en la frase
Marx, el aspecto propiamente material u obje- que da nombre a este apartado se sintetiza la idea
tual de la tecnología con frecuencia palidece an- rectora fundamental de Jonas respecto del deter-
te la presencia de otro tipo de elementos socia- minismo tecnológico. Dicha expresión (que Jonas
les, culturales o institucionales que ahora son ca- no utiliza textualmente pero que puede armarse a
racterísticos "de los grandes y complejos siste- partir de sus argumentos), se refiere a un estado de
mas tecnológicos ... Cuando nos referimos a es- cosas generado por una civilización científico-tec-
tos sistemas, en comparación, por ejemplo, con nológica que ha llevado el proyecto reformador de
la carpintería, la alfarería, la fabricación de vi- Bacon a sus más peligrosos excesos. Mientras que
drio o el manejo de máquinas-herramienta, el as- el programa original insistía con buenas intencio-
pecto material es una parte relativamente peque- nes en poner el saber (teórico y práctico) al servi-
ña de lo que nos viene a la mente." (p.264-5) No cio del dominio sobre la naturaleza, su manifesta-
es sorprendente, entonces, que en "virtud de su ción contemporánea más bien ha conducido a la
carácter abstracto e inclusivo y de su capacidad humanidad a una "situación apocalíptica", al bor-
para evocar la inextricable interpenetración (por de de "una catástrofe universal" si no se reacciona
ejemplo) de los poderes del ordenador con las a tiempo. (Cf. Jonas 1984, p.251)
prácticas burocráticas de las grandes institucio- Jonas considera que tal ha sido el grado de
nes modernas, 'la tecnología' (sin ningún adjeti- desarrollo del programa baconiano, que éste
vo especificativo) invit[e] a una interminable ahora ha perdido el control sobre sí mismo y so-
reificación. El concepto no se refiere a ninguna bre el inmenso poder de que dispone. En la
institución especificable ni evoca ninguna aso- "cúspide de su triunfo", el programa evidencia
ciación clara de lugares o de personas que perte- su autocontradicción al dejar escapar la posibi-
nezcan a un determinado país, grupo étnico, ra- lidad de movilizar sus propios recursos para
za, clase o género. Por consiguiente, una tenden- proteger a la naturaleza del ser humano y a éste
cia habitual del discurso contemporáneo es in- de sí mismo. Con sus palabras: "La profunda
vestir 'la tecnología' de toda una multitud de paradoja del poder engendrado por el saber, al-
propiedades y potencias metafísicas, haciendo go que Bacon no percibió, consiste en que ese
así que parezca una entidad determinada, un poder ciertamente ha llevado a algo así como
agente causal autónomo incorpóreo del cambio 'dominio' sobre la naturaleza (es decir, su uso
social, de la historia." (p. 265 ) potenciado), pero con éste a la vez al más com-
El caso del concepto de 'tecnología', co- pleto sometimiento a sí mismo." (1984, p.253)
mo ejemplo claro de reificación en nuestros Lo anterior ha generado una "dialéctica del po-
días, no es, sin embargo, único. Ya en el siglo der" que puede explicarse, en breve, del si-
pasado J. S. MilI agudamente hacía notar que: guiente modo: El poder humano inicial sobre la
"Siempre ha sido fuerte la tendencia a creer naturaleza se ha convertido entretanto en un se-
que todo lo que tiene un nombre es una entidad gundo poder amenazador, independiente de su
o un ser dotado de existencia propia indepen- creador original. En vista de la posibtlidad de
diente. Y cuando no se ha logrado hallar una una destrucción planetaria por los excesos de
entidad real que corresponda al nombre, no por este segundo poder, se precisa de un tercer po-
eso han pensado los hombres que esa entidad der, benéfico, que parta nuevamente del creador
no existía; han imaginado, en cambio, que se original. (Cf. Jonas 1984, p.254)
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4. Rasgos de la tecnología: la dimensión La primera máxima expresa la esencia del impe-


del poder y el imperativo tecnológico. rativo tecnológico que Fromm mismo se encarga
de criticar mientras ilustra su contenido: "Si es
Así, Jonas estima que lo auténticamente ca- posible fabricar armas nucleares, deben fabricar-
racterístico de la era tecnológica es su propia co- se aun cuando puedan destruimos a todos. Si es
losal magnitud, la insólita dimensión del poder posible viajar a la Luna o a los planetas, debe ha-
humano: "La técnica moderna es inherentemente cerse aun a costa de dejar insatisfechas numero-
'grande', y quizá demasiado grande para el tama- sas necesidades aquí en la Tierra." A continua-
ño del escenario en que su obra se representa -Ia ción Frornm plantea una observación crítica a la
tierra- y para su mismo intérprete -el hombre-." irracionalidad inherente del imperativo tecnoló-
(1982, p.893) La tecnología ha puesto en manos gico: "Una vez que se acepta este principio de
del ser humano recursos no sólo para transformar que las cosas deben hacerse porque técnicamen-
la realidad de un modo cuantitativo, sino también te son posibles, todos los demás valores caen por
cualitativo. Piénsese por ejemplo, propone Jonas, tierra y el desarrollo tecnológico se convierte en
en ámbitos de ejercicio del poder tecnológico co- el fundamento de la ética." (p.42). En este lugar
mo el de la microelectrónica, la informática y la del texto Fromm reproduce, aprobando la inter-
biología molecular. pretación, un pasaje del muy citado artículo de
La insólita dimensión del poder tecnológico Hasan Ozbekhan, "El triunfo de la tecnología:
en el presente se basa en gran medida en el hecho 'Poder' implica 'Deber'''. Escribe Ozbekhan:
de que la tecnología se concibe dinámicamente "Así, la factibilidad, que es un concepto estraté-
como una "empresa y un proceso"; a diferencia gico, llega a ser elevado a un concepto normati-
de la técnica antigua que consistía más bien en vo, con el resultado de que cualquiera realidad
"una posesión y un estado". (l985b, p.7) Jonas tecnológica indica que el podemos hacerlo se to-
advierte que lo verdaderamente "demoníaco" ma en el sentido de debemos hacerlo".
respecto de la tecnología es que ésta "conduce de Los argumentos de Lionel Rubinoff tam-
poder a poder, y que el poder reside del todo en bién pueden ser ubicados dentro de una vertiente
la ejecución. El verdadero poder sólo se da cuan- crítica de la creencia en un inescapable imperati-
do se le da un uso a la posibilidad abstracta." vo tecnológico. Este autor sitúa el imperativo
(l985a, p.319) tecnológico, sin nombrarlo explícitamente, en el
La idea de una suerte de imperativo tecno- amplio contexto de su crítica a una racionalidad
lógico, segundo rasgo característico del actual funcional. Esta forma de racionalidad, sustentada
desarrollo tecnológico, ha sido estudiada, gene- y nutrida por un deseo "fáustico" de control y do-
ralmente, desde una óptica crítica por diversos minio sobre la realidad, obnubila la capacidad
autores de distintas orientaciones teóricas. Dos crítico-evaluativa del individuo y la sociedad res-
ejemplos bastarán para calibrar mejor la variante pecto de la deseabilidad y bondad finales de una
ofrecida por Jonas, se trata de los puntos de vista determinada meta tecnológica. Subyugados por
de Erich Fromm y Lionel Rubinoff. lo que Rubinoff llama una "ley de lo posible", los
Fromm menciona implícitamente el impera- seres humanos no toman en cuenta sino criterios
tivo tecnológico en el curso de exposición de lo de éxito y eficiencia para la valoración de la tec-
que él llama los principios que guían el "sistema nología: "Si es posible alcanzar un cierto objeti-
tecnológico actual". Es un sistema que Fromm vo, entonces el objetivo mismo debe ser racional
juzga deshumanizante y que es preciso enfrentar y estamos obligados a alcanzarlo." (p.273) En
so pena de sucumbir ante la hecatombe tecnoló- craso contraste con lo que Rubinoff califica de
gica. Así, los dos principios que orientan dicho visión platónica de la realidad, consistente en "la
sistema son los siguientes: "la máxima de que al- unidad de la belleza, la bondad y el conocimien-
go debe hacerse porque resulta posible técnica- to", la cultura occidental muestra "una fascina-
mente hacerlo", el primero, y como segundo el de ción fáustica por la 'posibilidad' en cuanto tal."
"la máxima eficiencia y rendimiento". (p.41-2) (p.278) La sociedad fáustica define el Bien según
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lo que resulte de la aplicación de medios científi- razón de la red internacional de comunicaciones


co-tecnológicos. que posibilitan el contacto comercial, como a
Tanto Fromm como Rubinoff coinciden en causa de la presión por la competencia tecnoló-
constatar un proceso creciente, casi irreversible gica que obliga al consumo acelerado de los pro-
de deshumanización conforme la tecnología esta- ductos de la industria.
blece, mediante la ejecución fiel del imperativo 3. "La relación de medios a fines no es uni-
tecnológico, su propio ritmo de crecimiento al linear sino circular". Con ello Jonas sugiere que
margen de consideraciones morales. Todavía en los avances tecnológicos, ideados para satisfacer
relación con lo anterior, adviértase que el punto ciertas necesidades, generan a su vez otras que
medular consiste, como 10ha destacado por ejem- deben ser colmadas con más y mejores tecnolo-
plo H. Lenk, en que "la viabilidad tecnológica pa- gías, éstas a su vez van a generar otras nuevas ne-
rece haber ganado obviamente una fascinación cesidades que demandarán más tecnología, y así
tal, que llega a asumir una fuerza casi normativa sucesiva e indefinidamente.
-el requerimiento casi automático de que sea apli- 4. La noción de "progreso" resulta ser un
cada y llevada acabo." (1983, p.197). Hans Jonas ingrediente esencial, no meramente accidental ni
coincidiría con las apreciaciones de estos autores opcional del desarrollo tecnológico. Aquí está en
respecto del imperativo tecnológico: cada nueva juego, según Jonas, "la premisa que puede haber
etapa en el desarrollo de la tecnología parece es- progreso indefinido porque siempre hay algo
tar preñada de sus propias condiciones de supera- nuevo y mejor que encontrar." (l985b, p.ll) El
ción, sea por la fascinación de la inventiva estric- desarrollo tecnológico es por naturaleza 'progre-
tamente técnica, sea por las exigencias del merca- sista' yeso 10 distingue de las técnicas del pasa-
do en que los productos tecnológicos se comer- do. Al parecer, Jonas piensa que un impulso ínsi-
cializan y son convertidos en objetos del culto to en su naturaleza ocasiona que 'La' tecnología
consumista. Por supuesto, "intentar todo 10que es procure siempre sobrepasarse a sí misma en nive-
posible no coincide con la afirmación de que todo les cualitativamente superiores.
es posible, ni tampoco con que todo lo que es po-
sible es efectivamente realizable. Significa sólo
que no se reconoce ninguna limitación a priori 5. Influencias religiosas y filosóficas.
para intentar, sin límites, todo 10 posible." (Hot-
tois, p.114) Nuevamente, cuando Jonas califica a El temprano interés de Jonas por el gnosti-
la tecnología como "una empresa y un proceso" cismo y el existencialismo, sendos movimientos
(1985b, p.7), lo que intenta es llamar la atención religioso y filosófico del pasado distante y recien-
sobre un conjunto de características que separan te (un interés en apariencia más bien ajeno a te-
de modo radical al fenómeno tecnológico con- mas de filosofía de la tecnología), marcó profun-
temporáneo de la técnica, su pariente cercana. damente el tono de sus reflexiones posteriores en
Son cuatro los rasgos que circunscriben, para Jo- torno a la actitud del ser humano contemporáneo
nas, la naturaleza de la técnica moderna o tecno- frente a la naturaleza.
logía, impulsada sobre todo desde la Revolución En primer término, Jonas recuerda cómo el
industrial (cf. 1985b, p.8-9. Sobre la transforma- gnosticismo no sólo contradice la idea bíblica
ción 'tecnológica' del concepto de 'teoría' resulta fundamental de un creador inteligente y bueno,
fundamental Jonas 1983): sino también la creencia en una mutua pertenen-
l. El desarrollo tecnológico no conoce pun- cia del ser humano y el mundo: "Por el contrario,
to de saturación o equilibrio, sino que, muy al el gnosticismo afirma que el demiurgo del mun-
contrario, lleva en sí una dinámica incesante de do es ignorante, que por consiguiente el mundo
creatividad que 10 constriñe a la autosuperación es malo, y que el hombre es superior al mundo
futura de sus propios logros. por detentar una chispa de espíritu proveniente
2. El conocimiento tecnológico entraña de del Padre lejano y bueno de las generaciones di-
por sí el éxito de su difusión mundial, tanto en vinas. Evadirse del mundo será, pues, el objetivo
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del gnóstico." (Eliade y Couliano, p.133) Desde que, según la interpretación de lonas, el existen-
ese punto de vista, el gnosticismo plantea una cialismo no sólo ha heredado rasgos básicos del
enajenación básica del ser humano frente al mun- gnosticismo, sino que ha ahondado en la diferen-
do. Irrumpe el dualismo y con ello, afirma lonas, cia ontológica radical entre el ser humano y la na-
"la ilusión panteísta de la antigüedad se resque- turaleza. El ámbito de la ciencia natural, para lo-
braja." (Cit. por Wetz, p.29) El mundo del gnós- nas uno de fundamental importancia para la com-
tico es uno tenebroso, atemorizante y que repre- prensión amplia e integral del ser humano y su en-
senta "no sólo negativamente lo extraño-a-Dios, torno, no parece ofrecer tampoco una solución sa-
sino al mismo tiempo su misma violencia; esto tisfactoria al problema de la relación ser humano-
es, lo extrañado-de-Dios, lo contra-divino." (Cit. /naturaleza. Aunque lonas valora no sólo como
por Wetz, p.30). En un mundo así concebido y mucho más grave, sino incluso como trágica la in-
experimentado, tan diferente en su menosprecia- diferencia existencialista respecto de la naturaleza,
da materialidad de la espiritualidad esencial del comparada con la mera hostilidad o temor ante
ser humano, no es de extrañar que no pueda na- ella, la actitud tecnológicamente agresiva de la
cer un interés genuino por la investigación y co- modernidad representa una nueva y quizá última
nocimiento de la naturaleza. amenaza para la existencia de la vida sobre el pla-
En segundo término, lonas destaca en sus neta. Mientras que el gnosticismo y el existencia-
primeros trabajos la concordancia entre ideas lismo coinciden en mantener la separación del ser
gnósticas, cristianas y más recientemente, exis- humano respecto del mundo, inhospitalario para
tencialistas. En efecto, lonas rastrea el sentimien- uno, indiferente para el otro, la perspectiva cientí-
to gnóstico de desprecio por el mundo y anhelo fica y tecnológica moderna se ha aprovechado de
por una vida en el más allá en ideas dualistas ambos puntos de vista para su propia convenien-
cristianas que valoran, muy por encima del mun- cia. En la medida en que se considera la naturale-
do externo, el factor de la interioridad humana. za como una entidad indiferente para los más ele-
La misma tendencia se repite en los más destaca- vados propósitos del destino humano, así se la
dos autores existencialistas, cuyas motivaciones despoja de cualquier valor intrínseco y derecho
lonas las halla anticipadas en el gnosticismo an- propio que pudiese violarse. Puesto que contra ella
tiguo. Para él algunas ideas gnósticas reviven ca- "no se puede pecar, ante ella toda está permitido y
da cierto tiempo y continúan teniendo vigencia todo puede hacerse sin que se pueda sentir culpa-
gracias a una recurrente atmósfera existencialista ble" (lonas, cit. por Wetz, p.129), así entonces se
general. Ésta se manifiesta en estados de ánimo decreta 'carta blanca' para su sometimiento por
existencialistas como el de estar 'arrojado' en el medio de la tecnología. La libertad y subjetividad
mundo, la presencia del sentimiento fundamental humanas, ingredientes antropológicos de valía in-
de temor o angustia ante el mundo y el reconoci- discutible para lonas, han ido demasiado lejos en
miento de éste como un lugar extraño, hostil, al su relación de dominio de la naturaleza.
que no se pertenece. lonas incluso asevera que el De este modo, lonas ha logrado establecer,
existencialismo (junto con otras tendencias como a lo largo de su trayectoria filosófica, sugerentes
la fenomenología, la hermenéutica y la filosofía vínculos intelectuales entre tendencias religiosas
de la conciencia) va más allá que el gnosticismo del mundo antiguo y actitudes filosóficas típicas
en su consideración peyorativa de la naturaleza o de la modernidad. Resulta inequívoca la posición
mundo externo. De hecho, lonas opina, refirién- crítica que lonas adopta no sólo frente a comen-
dose al existencialismo, que "nunca una filosofía tes que alientan estados de ánimo evasivos, dua-
se ha preocupado tan poco por la naturaleza, pa- listas y nihilistas de la realidad, sino y principal-
ra la cual ésta no ha conservado ninguna digni- mente contra posturas que propagan la indiferen-
dad." (Cit. por Wetz, p. 48) cia frente a la naturaleza. En forma a primera vis-
En tercer y último término es importante ta paradójica, parece que ha sido esa misma acti-
destacar la conexión que lonas establece entre lo tud de indiferencia y despreocupación por el
anterior y la situación contemporánea. Recuérdese mundo natural, la incubadora tanto de la postura
DETERMINISMO TECNOLÓGICO 319

actual de máxima intervención científico-tecnoló- po de la indagación ética a causa de dos factores


gica en los procesos naturales, como de la propia que su misma naturaleza entraña: la nueva di-
creencia en la autonomía total de la tecnología. mensión del poder y el imperativo tecnológico.
Según Jonas, el hiper-desarrollo que presentan
estos dos factores fundamentales del actual
6. Recapitulación y conclusiones. avance tecnológico, sólo se explica en virtud del
carácter autodeterminado que éste ha adquirido
Desde el punto de vista de sus reflexiones paulatinamente.
éticas, Jonas no se cansó de insistir en la relevan- Por desgracia, la misma magnitud del de-
cia decisiva del fenómeno tecnológico para la su- terminismo tecnológico, no sólo identificada
pervivencia de la humanidad, presente y futura. El agudamente por Jonas, sino también aceptada
por qué la tecnología demanda un esfuerzo espe- por él mismo con resignación, parece bloquear
cial de la ética contemporánea trató Jonas de ha- cualquier posibilidad real de autodefensa. El es-
cerla explícito aportando cinco razones básicas. 1 cepticismo y un sentimiento de impotencia inte-
1. La ambivalencia ingénita del desarrollo lectual cunden en Jonas cuando de lo que se tra-
tecnológico. La tecnología es el ejercicio de un po- ta es de presentar estrategias concretas, por
der humano maximizado que, débil en su capaci- ejemplo, con la intención de proteger a las nue-
dad autocrítica, no es capaz de discernir las semi- vas generaciones de los actuales desmanes tec-
llas del mal en medio de los frutos del éxito actual. nológicos en conjunción con malas prácticas
2. La tecnología ha vuelto obsoleta la distin- ambientales. Atiéndase a sus palabras: "¿Qué
ción entre la posesión de un recurso y su ejercicio. hacer, entonces, para salvamos? Sin duda pue-
La tecnología es poder humano en permanente ac- den establecerse programas abstractos, pero
tividad. Apenas se vislumbra alguna posibilidad ¿hay una política concreta que lleve a que los
de acción o producción tecnológica, casi inmedia- electores consientan en hacer pesados sacrifi-
tamente se procura su ejercicio o realización. cios y en aceptar una severa disciplina por el
3. La nueva dimensión espacial y temporal bien de las generaciones futuras? Tomemos el
en que ha irrumpido el progreso tecnológico. Se ejemplo más elemental: la procreación. La ex-
trata del contexto no sólo global, presente, en que plosión demográfica debe ser deternida [sic];
se da el desarrollo de la tecnología, sino también ¡es necesario que lo sea! Incluso el número ac-
su proyección alfuturo con implicaciones eviden- tual de hombres sobre la tierra es demasiado al-
tes (p.e. ecológicas) para las nuevas generaciones. to. Pero los medios de los que dispone una de-
4. La dimensión planetaria de los efectos mocracia para lograrlo son frágiles. ¿Qué hacer
de la intervención tecnológica exige ampliar el entonces? Esto concierne a los dominios más
estrecho CÍrculo antropocéntrico de la ética tra- íntimos, a los dormitorios. ¿Cómo hacer que los
dicional. En vista del colosal poder científico- seres humanos se digan: aquí y ahora tocamos
tecnológico, la biosfera toda debe ser tomada en un límite imposible de superar; no podemos se-
consideración y respetada en su valor intrínseco guir creciendo numéricamente, es necesario que
(fisiocentrismo de Jonas). no haya más de dos hijos por pareja? En este
5. Dado el potencial destructor de la tecno- punto, lo confieso, mi reflexión no puede pro-
logía, la reflexión crítica se ve enfrentada a inte- poner soluciones aceptables para este tipo de si-
rrogantes metafísicos insólitos para las éticas tuaciones. Concluir que se debe hacer algo y sa-
tradicionales. Algunos de ellos son, con palabras ber lo que es necesario hacer, son, ay, dos cosas
de Jonas: "si y por qué debe existir una humani- muy diferentes." (1996, p.55)
dad; por qué debe el ser humano, tal y como lo Se comprende la consternación de Jonas a la
ha producido la evolución, ser conservado y su luz del formidable enemigo que su teoría ha crea-
herencia genética respetada; sí, por qué debe ha- do. Pero, ¡atención!: una cosa es que a Jonas cier-
ber del todo vida." (1987, p.87) En síntesis: Jo- tamente parece que se le va la mano cuando carac-
nas cree que la tecnología ha ensanchado el cam- teriza el poder de una tecnología poderosamente
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autónoma; otra muy distinta es que su perspectiva, Jonas, H. (1980) 'The Heuristics of Fear". En: M.
en efecto, ha puesto en evidencia rasgos estructu- Kranzberg, ed. Ethics in an Age of Pervasive
rales básicos de la racionalidad tecnológica con- Technology. Boulder: Westview Press, 213-21.
temporánea y su modus operandi. Sin duda, aun- Jonas, H. (1982) "Technology as a Subject for Ethics",
Social Research, 49, N.4, 891-8.
que hay que insistir en que estos rasgos no deben
Jonas, H. (1983) "The Practical Uses of Theory". En:
ser reificados (un punto sobre el que tienen razón
C. Mitcham and R. Mackey, eds. Philosophy and
los deterministas 'blandos'), tampoco puede ne-
Technology. Readings in the Philosophical Pro-
garse que poseen, integrados en el contexto global blems of Technology, New York: The Free Press,
de producción, difusión y consumo de tecnologías 335-46.
una especie llamativa de autonomía parcial/, Es Jonas, H. (1984) Das Prinzip Verantwortung. Versuch
necesario tener esto en cuenta para no caer en op- einer Ethik fur die technologische Zivilisation.
timismos ingenuos, o demasiado entusiastas res- FrankfurtlM: Suhrkamp.
pecto de las posibilidades reales del control social Jonas, H. (1985a) Technik, Medizin und Ethik. Zur
de la tecnología. En todo caso, no deja de ser en- Praxis des Primips Verantwortung. Frank-
furtlM: Insel.
comiable la tenacidad con que lonas defiende las
Jonas, H. (1985b) ''Toward a Philosophy of Techno-
posibilidades de la libertad y responsabilidad hu-
logy".En: L. Hickman, ed. Philosophy, Techno-
manas para sobreponerse, siquiera en alguna me-
logy and Human Affairs. Texas: Ibis Press, 6-24.
dida, a un gravísimo estado de cosas resultado, se-
Jonas, H. (1987) "Warum die Technik ein Gegenstand
gún él, de la herencia baconiana.Vista desde esa für die Ethik ist: Fünf Gründe". En: H. Lenk y G.
perspectiva, no es en modo alguno trivial la ense- Ropohl, Hg. Technik und Ethik. Stuttgart: Re-
ñanza que puede aportar un examen crítico de las clam, 81-91.
opiniones de Hans lonas en torno al determinismo Jonas, H. (1992) Philosophische Untersuchungen und
tecnológico. metaphysische Vermutungen. FrankfurtlM: Insel.
Jonas, H. (1996) "De la Gnosis al Principio Responsa-
bilidad", Nombres, NO.7, 45-64.
Lenk, H. (1983) "Notes on Extended Responsibility
Notas
and Increased Technological Power", En: P. T.
Durbin y F. Rapp, eds. Philosophy and Techno-
l. El resumen se basa en Jonas 1982 y sobre todo 1987.
logy. Dordrecht: Reidel, 195-210.
El desarrollo completo se ofrece en Jonas 1984. Cf. ade-
Marx, L. (1996) "La idea de la 'tecnología' y el pesimis-
más sus reflexiones más recientes en Jonas 1992.
mo postrnoderno". En: Smith y Marx, 253-73.
2. Cf. sobre este tema Rosales R., especialmente la Se-
Ropohl, G. (1983) "A Critique ofTechnological Deter-
gunda parte.
rninism." En: Durbin y Rapp, 83-96.
Rosales R., A. (1997) "Críticas recientes al determinis-
Bibliografía mo tecnológico", Revista ComunicaCIón t1TCR).
Primera parte", Vol. 9, No. 2, 5-15. Segunda
Eliade, M. Y 1. P. Couliano (1994). Diccionario de las parte, Vol. 10, No. 1, 111-20.
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Gould, S. J. (1997) La falsa medida del hombre. Bar- Smith, M. R. Y L. Marx (1996). Eds. Historia y deter-
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para la tecnociencia. Barcelona: Anthropos. burg: Junius.

Amán Rosales Rodríguez


Escuela de Filosofía y
Escuela de Estudios Generales
Universidad de Costa Rica

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