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Summary: Hans lonas is widely knownfor torno al determinismo tecnológico no han tenido
his ethical proposals regarding science and tech- la misma divulgación ni discusión crítica. Esta
nology. Less known and yet of decisive impor- situación no deja de ser extraña, por cuanto se
tance for his theory of responsibility are his opin- puede afirmar que el contexto teórico fundamen-
ions concerning the autonomy of modern tech- tal que justifica esos trabajos, y que es la base pa-
nology. In this paper the following related topics ra evaluar su contenido es el de una creencia ge-
are discussed: basic traits of modern technology neral en la autonomía del desarrollo tecnológico.
according to lonas, the paradoxical character of Aunque al interior de dicha creencia se pueden
the Baconian programme, the new dimension of aglutinar puntos de vista muy heterogéneos,
human power and his dominion over nature, the existe, sin embargo, un núcleo de ideas compar-
technological imperative, gnostic and existen- tidas. G. Ropohl identificó tal núcleo básico del
tialist influences in the shaping of lonas' view determinismo tecnológico afirmando que, para
regarding technological determinism. quienes suscriben dicha creencia, "el desarrollo
técnico no depende de factores externos, sino
Resumen: Hans lonas es ampliamente co- que [éste] determina y domina la situación men-
nocido por sus propuestas éticas en torno a la tal y social de los hombres en tanto que fuerza
ciencia y la tecnología. Menos conocidas, y sin conductora del cambio social." (p. 86)
embargo fundamentales para su teoría de la res- lonas, por su parte, insiste una y otra vez en
ponsabilidad, son sus opiniones respecto de la que el propio impulso dado al progreso tecnológi-
autonomía de la tecnología. En este trabajo se co, el empujón humano inicial o voluntad de do-
discuten los siguientes temas relacionados: ras- minio sobre la naturaleza, se transforma de algu-
gos básicos de la tecnología según lonas, el ca- na manera en una entidad responsable de los mo-
rácter paradójico del programa baconiano, la vimientos y avances posteriores de la tecnología.
nueva dimensión del poder humano y del domi- Según lonas, los últimos avances de la tecnología
nio sobre la naturaleza, el imperativo tecnológi- ya no dependen de la voluntad y deseo humanos,
co, influencias gnósticas y existencialistas en la sino que muestran más bien en su conjunto el ca-
configuración de las ideas de lonas sobre el rácter coercitivo de un proceso incompatible con
determinismo tecnológico. la libertad humana. Para él, la inusitada velocidad
del progreso tecnológico no da tiempo suficiente
para una consideración pausada de sus posibilida-
1. Introducción. des, ni mucho menos para un control eficaz de
sus efectos y secuelas de orden social y psicoló-
Pese a que Hans lonas (1903-1993) es un gico: "De modo que debemos añadir a la primera
filósofo muy conocido por sus trabajos en ética observación -en el sentido de que la velocidad de
de la ciencia y la tecnología, sus opiniones en los desarrollos nutridos por la tecnología no deja
tiempo para la autocorrección- la ulterior que espectro, los deterministas 'blandos' comienzan
cualquiera que fuese el tiempo concedido, no obs- recordándonos que la historia de la tecnología es
tante, las correcciones se volverían más y más di- una historia de las acciones del hombre. Para
fíciles, y la libertad para hacerlas más y más res- comprender el origen de un determinado tipo de
tringida." (1980, p.216) poder tecnológico debemos conocer primero a
los actores. ¿Quiénes eran? ¿En qué circunstan-
cias se encontraban? ..¿Por qué fueron estas per-
2. Tipos de determinismo tecnológico. sonas y no otras las que hicieron la innovación?
¿Por qué fue posible en este momento y en este
Puesto que existen, como ya se insinuó, di- lugar y no en otro? ¿Quién se benefició y quién
versas posibilidades de concebir el determinismo resultó perjudicado? ..En lugar de concebir la
tecnológico, conviene tratar de situar la posición 'tecnología' per se como el agente causal histó-
de lonas en alguna de ellas, no con el propósito rico, los deterministas blandos lo sitúan en una
de encasillarla dogmáticamente, sino con el de matriz social, económica, política y cultural mu-
resaltar mejor sus particularidades. En este senti- cho más variada y compleja". (p.15)
do resulta provechosa la distinción propuesta por Con base en las distinciones propuestas por
M. R. Smith y L. Marx entre una forma 'dura' y Smith y Marx, puede decirse que parece clara la
otra 'blanda' de determinismo tecnológico. Se- posición dura de lonas frente al tema del deter-
gún estos autores: "En el extremo 'duro' del es- minismo tecnológico. Ahora bien, no es que lo-
pectro, el poder causal (el poder para provocar un nas ignore el contexto histórico que ha condicio-
cambio) se atribuye a la propia tecnología o a al- nado el surgir de la ciencia y técnica contempo-
gunos de sus atributos intrínsecos; los avances ráneas, pero su visión final de la fuerza tecnoló-
tecnológicos llevan, pues, a una situación dé ine- gica manifiesta en la historia corresponde a la
vitable necesidad." (p.14) Es por ello que se primera variante arriba indicada: el desarrollo de
"considera ... que los inventos, una vez que se in- la tecnología, una vez iniciado, tiende a escapar
troducen en la sociedad, adquieren vida propia, del control humano y adquiere casi de inmediato
Por ejemplo, la continua mejora del ordenador ha su propia "dinámica compulsiva". Se trata de una
seguido una especie de lógica interna (una lógica dinámica que convierte a dicho desarrollo no só-
plasmada en los componentes materiales que lo lo en un proceso irreversible, sino también en
constituyen y en su diseño), por lo que cada 'ge- uno dotado de una fuerza autónoma que desbor-
neración' de aumentos de la sofisticación de los da deseos, intenciones y planes iniciales del pro-
ordenadores ha llevado, en una secuencia aparen- pio diseño tecnológico. Con palabras de lonas:
temente predeterminada, a la siguiente. A medida "Lo que alguna vez fue iniciado, toma la ley de
que se difunde el uso del ordenador, son cada vez acción de nuestras manos, y los hechos consuma-
más numerosas las instituciones que tienen que dos, creados en un comienzo, se convierten acu-
reconfigurar sus actividades para adecuarlas a las mulativamente en la ley de su continuación."
nuevas capacidades y limitaciones que éste (1980, p.216) De hecho, lonas observa cómo "el
crea." (p.13) Dentro de la variante 'dura' del de- elemento tiránico en la tecnología" compele a
terminismo se acepta con frecuencia la reifica- que se multipliquen sus obras y procedimientos,
ción de la tecnología, una maniobra de graves contribuyendo así a la sensación de que los seres
implicaciones ontológicas pues entraña, nada humanos hemos logrado hipostasiar, por medio
menos, que la elevación de un concepto, el de de la tecnología, "nuestros propios modos de po-
'tecnología' o 'desarrollo tecnológico', al rango der en una especie de fuerza independiente en sí
de entidad real o existente junto o por encima de misma", de la que la humanidad se ha convertido
las otras entidades que pueblan la realidad. en su servidora. (Cf. 1982, p.898)
En torno a la segunda variante determinista Una interrogante surge en forma casi natu-
opinan Smith y Marx: "En el otro extremo del ral a partir de lo anterior: ¿cómo se explica la
DETERMINISMO TECNOLóGICO 315
fuerte tendencia a reificar o hipostasiar la tecno- trataba de algo particularmente abstruso y mis-
logía, incluso hasta el punto de dotarla casi de terioso." (Cit. por Gould, p.315)
vida propia? Según la interpretación de L. Marx,
el concepto de 'tecnología', a diferencia del de
'artes mecánicas', tiende, por su misma genera- 3. La paradoja del programa baconiano.
lidad o amplitud, a estimular la creencia en su
carácter autónomo o autodeterminado. Según Puede decirse, sin exagerar, que en la frase
Marx, el aspecto propiamente material u obje- que da nombre a este apartado se sintetiza la idea
tual de la tecnología con frecuencia palidece an- rectora fundamental de Jonas respecto del deter-
te la presencia de otro tipo de elementos socia- minismo tecnológico. Dicha expresión (que Jonas
les, culturales o institucionales que ahora son ca- no utiliza textualmente pero que puede armarse a
racterísticos "de los grandes y complejos siste- partir de sus argumentos), se refiere a un estado de
mas tecnológicos ... Cuando nos referimos a es- cosas generado por una civilización científico-tec-
tos sistemas, en comparación, por ejemplo, con nológica que ha llevado el proyecto reformador de
la carpintería, la alfarería, la fabricación de vi- Bacon a sus más peligrosos excesos. Mientras que
drio o el manejo de máquinas-herramienta, el as- el programa original insistía con buenas intencio-
pecto material es una parte relativamente peque- nes en poner el saber (teórico y práctico) al servi-
ña de lo que nos viene a la mente." (p.264-5) No cio del dominio sobre la naturaleza, su manifesta-
es sorprendente, entonces, que en "virtud de su ción contemporánea más bien ha conducido a la
carácter abstracto e inclusivo y de su capacidad humanidad a una "situación apocalíptica", al bor-
para evocar la inextricable interpenetración (por de de "una catástrofe universal" si no se reacciona
ejemplo) de los poderes del ordenador con las a tiempo. (Cf. Jonas 1984, p.251)
prácticas burocráticas de las grandes institucio- Jonas considera que tal ha sido el grado de
nes modernas, 'la tecnología' (sin ningún adjeti- desarrollo del programa baconiano, que éste
vo especificativo) invit[e] a una interminable ahora ha perdido el control sobre sí mismo y so-
reificación. El concepto no se refiere a ninguna bre el inmenso poder de que dispone. En la
institución especificable ni evoca ninguna aso- "cúspide de su triunfo", el programa evidencia
ciación clara de lugares o de personas que perte- su autocontradicción al dejar escapar la posibi-
nezcan a un determinado país, grupo étnico, ra- lidad de movilizar sus propios recursos para
za, clase o género. Por consiguiente, una tenden- proteger a la naturaleza del ser humano y a éste
cia habitual del discurso contemporáneo es in- de sí mismo. Con sus palabras: "La profunda
vestir 'la tecnología' de toda una multitud de paradoja del poder engendrado por el saber, al-
propiedades y potencias metafísicas, haciendo go que Bacon no percibió, consiste en que ese
así que parezca una entidad determinada, un poder ciertamente ha llevado a algo así como
agente causal autónomo incorpóreo del cambio 'dominio' sobre la naturaleza (es decir, su uso
social, de la historia." (p. 265 ) potenciado), pero con éste a la vez al más com-
El caso del concepto de 'tecnología', co- pleto sometimiento a sí mismo." (1984, p.253)
mo ejemplo claro de reificación en nuestros Lo anterior ha generado una "dialéctica del po-
días, no es, sin embargo, único. Ya en el siglo der" que puede explicarse, en breve, del si-
pasado J. S. MilI agudamente hacía notar que: guiente modo: El poder humano inicial sobre la
"Siempre ha sido fuerte la tendencia a creer naturaleza se ha convertido entretanto en un se-
que todo lo que tiene un nombre es una entidad gundo poder amenazador, independiente de su
o un ser dotado de existencia propia indepen- creador original. En vista de la posibtlidad de
diente. Y cuando no se ha logrado hallar una una destrucción planetaria por los excesos de
entidad real que corresponda al nombre, no por este segundo poder, se precisa de un tercer po-
eso han pensado los hombres que esa entidad der, benéfico, que parta nuevamente del creador
no existía; han imaginado, en cambio, que se original. (Cf. Jonas 1984, p.254)
316 AMÁN ROSALES RODRÍGUEZ
del gnóstico." (Eliade y Couliano, p.133) Desde que, según la interpretación de lonas, el existen-
ese punto de vista, el gnosticismo plantea una cialismo no sólo ha heredado rasgos básicos del
enajenación básica del ser humano frente al mun- gnosticismo, sino que ha ahondado en la diferen-
do. Irrumpe el dualismo y con ello, afirma lonas, cia ontológica radical entre el ser humano y la na-
"la ilusión panteísta de la antigüedad se resque- turaleza. El ámbito de la ciencia natural, para lo-
braja." (Cit. por Wetz, p.29) El mundo del gnós- nas uno de fundamental importancia para la com-
tico es uno tenebroso, atemorizante y que repre- prensión amplia e integral del ser humano y su en-
senta "no sólo negativamente lo extraño-a-Dios, torno, no parece ofrecer tampoco una solución sa-
sino al mismo tiempo su misma violencia; esto tisfactoria al problema de la relación ser humano-
es, lo extrañado-de-Dios, lo contra-divino." (Cit. /naturaleza. Aunque lonas valora no sólo como
por Wetz, p.30). En un mundo así concebido y mucho más grave, sino incluso como trágica la in-
experimentado, tan diferente en su menosprecia- diferencia existencialista respecto de la naturaleza,
da materialidad de la espiritualidad esencial del comparada con la mera hostilidad o temor ante
ser humano, no es de extrañar que no pueda na- ella, la actitud tecnológicamente agresiva de la
cer un interés genuino por la investigación y co- modernidad representa una nueva y quizá última
nocimiento de la naturaleza. amenaza para la existencia de la vida sobre el pla-
En segundo término, lonas destaca en sus neta. Mientras que el gnosticismo y el existencia-
primeros trabajos la concordancia entre ideas lismo coinciden en mantener la separación del ser
gnósticas, cristianas y más recientemente, exis- humano respecto del mundo, inhospitalario para
tencialistas. En efecto, lonas rastrea el sentimien- uno, indiferente para el otro, la perspectiva cientí-
to gnóstico de desprecio por el mundo y anhelo fica y tecnológica moderna se ha aprovechado de
por una vida en el más allá en ideas dualistas ambos puntos de vista para su propia convenien-
cristianas que valoran, muy por encima del mun- cia. En la medida en que se considera la naturale-
do externo, el factor de la interioridad humana. za como una entidad indiferente para los más ele-
La misma tendencia se repite en los más destaca- vados propósitos del destino humano, así se la
dos autores existencialistas, cuyas motivaciones despoja de cualquier valor intrínseco y derecho
lonas las halla anticipadas en el gnosticismo an- propio que pudiese violarse. Puesto que contra ella
tiguo. Para él algunas ideas gnósticas reviven ca- "no se puede pecar, ante ella toda está permitido y
da cierto tiempo y continúan teniendo vigencia todo puede hacerse sin que se pueda sentir culpa-
gracias a una recurrente atmósfera existencialista ble" (lonas, cit. por Wetz, p.129), así entonces se
general. Ésta se manifiesta en estados de ánimo decreta 'carta blanca' para su sometimiento por
existencialistas como el de estar 'arrojado' en el medio de la tecnología. La libertad y subjetividad
mundo, la presencia del sentimiento fundamental humanas, ingredientes antropológicos de valía in-
de temor o angustia ante el mundo y el reconoci- discutible para lonas, han ido demasiado lejos en
miento de éste como un lugar extraño, hostil, al su relación de dominio de la naturaleza.
que no se pertenece. lonas incluso asevera que el De este modo, lonas ha logrado establecer,
existencialismo (junto con otras tendencias como a lo largo de su trayectoria filosófica, sugerentes
la fenomenología, la hermenéutica y la filosofía vínculos intelectuales entre tendencias religiosas
de la conciencia) va más allá que el gnosticismo del mundo antiguo y actitudes filosóficas típicas
en su consideración peyorativa de la naturaleza o de la modernidad. Resulta inequívoca la posición
mundo externo. De hecho, lonas opina, refirién- crítica que lonas adopta no sólo frente a comen-
dose al existencialismo, que "nunca una filosofía tes que alientan estados de ánimo evasivos, dua-
se ha preocupado tan poco por la naturaleza, pa- listas y nihilistas de la realidad, sino y principal-
ra la cual ésta no ha conservado ninguna digni- mente contra posturas que propagan la indiferen-
dad." (Cit. por Wetz, p. 48) cia frente a la naturaleza. En forma a primera vis-
En tercer y último término es importante ta paradójica, parece que ha sido esa misma acti-
destacar la conexión que lonas establece entre lo tud de indiferencia y despreocupación por el
anterior y la situación contemporánea. Recuérdese mundo natural, la incubadora tanto de la postura
DETERMINISMO TECNOLÓGICO 319
autónoma; otra muy distinta es que su perspectiva, Jonas, H. (1980) 'The Heuristics of Fear". En: M.
en efecto, ha puesto en evidencia rasgos estructu- Kranzberg, ed. Ethics in an Age of Pervasive
rales básicos de la racionalidad tecnológica con- Technology. Boulder: Westview Press, 213-21.
temporánea y su modus operandi. Sin duda, aun- Jonas, H. (1982) "Technology as a Subject for Ethics",
Social Research, 49, N.4, 891-8.
que hay que insistir en que estos rasgos no deben
Jonas, H. (1983) "The Practical Uses of Theory". En:
ser reificados (un punto sobre el que tienen razón
C. Mitcham and R. Mackey, eds. Philosophy and
los deterministas 'blandos'), tampoco puede ne-
Technology. Readings in the Philosophical Pro-
garse que poseen, integrados en el contexto global blems of Technology, New York: The Free Press,
de producción, difusión y consumo de tecnologías 335-46.
una especie llamativa de autonomía parcial/, Es Jonas, H. (1984) Das Prinzip Verantwortung. Versuch
necesario tener esto en cuenta para no caer en op- einer Ethik fur die technologische Zivilisation.
timismos ingenuos, o demasiado entusiastas res- FrankfurtlM: Suhrkamp.
pecto de las posibilidades reales del control social Jonas, H. (1985a) Technik, Medizin und Ethik. Zur
de la tecnología. En todo caso, no deja de ser en- Praxis des Primips Verantwortung. Frank-
furtlM: Insel.
comiable la tenacidad con que lonas defiende las
Jonas, H. (1985b) ''Toward a Philosophy of Techno-
posibilidades de la libertad y responsabilidad hu-
logy".En: L. Hickman, ed. Philosophy, Techno-
manas para sobreponerse, siquiera en alguna me-
logy and Human Affairs. Texas: Ibis Press, 6-24.
dida, a un gravísimo estado de cosas resultado, se-
Jonas, H. (1987) "Warum die Technik ein Gegenstand
gún él, de la herencia baconiana.Vista desde esa für die Ethik ist: Fünf Gründe". En: H. Lenk y G.
perspectiva, no es en modo alguno trivial la ense- Ropohl, Hg. Technik und Ethik. Stuttgart: Re-
ñanza que puede aportar un examen crítico de las clam, 81-91.
opiniones de Hans lonas en torno al determinismo Jonas, H. (1992) Philosophische Untersuchungen und
tecnológico. metaphysische Vermutungen. FrankfurtlM: Insel.
Jonas, H. (1996) "De la Gnosis al Principio Responsa-
bilidad", Nombres, NO.7, 45-64.
Lenk, H. (1983) "Notes on Extended Responsibility
Notas
and Increased Technological Power", En: P. T.
Durbin y F. Rapp, eds. Philosophy and Techno-
l. El resumen se basa en Jonas 1982 y sobre todo 1987.
logy. Dordrecht: Reidel, 195-210.
El desarrollo completo se ofrece en Jonas 1984. Cf. ade-
Marx, L. (1996) "La idea de la 'tecnología' y el pesimis-
más sus reflexiones más recientes en Jonas 1992.
mo postrnoderno". En: Smith y Marx, 253-73.
2. Cf. sobre este tema Rosales R., especialmente la Se-
Ropohl, G. (1983) "A Critique ofTechnological Deter-
gunda parte.
rninism." En: Durbin y Rapp, 83-96.
Rosales R., A. (1997) "Críticas recientes al determinis-
Bibliografía mo tecnológico", Revista ComunicaCIón t1TCR).
Primera parte", Vol. 9, No. 2, 5-15. Segunda
Eliade, M. Y 1. P. Couliano (1994). Diccionario de las parte, Vol. 10, No. 1, 111-20.
religiones. Barcelona: Paidós, segunda edición. Rubinoff, L. (1977) "Technology and the Crisis of Ratio-
Fromm, E. (1970). La revolución de la esperanza. Ha- nality: Reflections on the Death and Rebirth of Dia-
cia una tecnología humanizada. México: FCE. logue", The Philosophy Forum, 15, N.3/4, 261-87.
Gould, S. J. (1997) La falsa medida del hombre. Bar- Smith, M. R. Y L. Marx (1996). Eds. Historia y deter-
celona: Crítica, edición revisada. minismo tecnológico. Madrid: Alianza.
Hottois, G. (1991) El paradigma bioético. Una ética Wetz, F. J. (1994) Hans lonas zur Einführung. Ham-
para la tecnociencia. Barcelona: Anthropos. burg: Junius.