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INTRODUCCIÓN

Como bien es sabido, el Derecho presenta diversas clasificaciones, entre


muchas se tiene a la clasificación desde el punto de vista de la especialidad de
las normas y desde la perspectiva de la relevancia de sus consecuencias
jurídicas; teniendo como parte de ésta clasificaciones al derecho internacional,
que por razón de su especialidad: i) Se tiene a un derecho internacional público
que es parte del derecho público, y ii) Un derecho internacional privado que es
parte del derecho privado.

Dentro del derecho internacional público se tienen diversas instituciones


jurídicas que como de inferirse, su aplicación tiene como protagonista a los
estados propiamente dichos.

Así se tienen dos instituciones jurídicas de mucha importancia política, y


que son contradictorias y a la vez complementarias entre sí. Éstos son el Asilo
Político y la Extradición.

Siendo que la misión de los juristas al pensar sobre éstas figuras, se


configura en evitar que la extradición sea aprovechada para perseguir
opositores, para perseguir por hechos atípicos, para perseguir por hechos de
exentos de responsabilidad criminal, para perseguir por hechos proscritos, o
para perseguir con hechos beneficiados por sobreseimientos definitivos o
tutelados por la majestad de la cosa juzgada.
El Asilo Político se encuentra como correlato, como factor perturbador a
la extradición. Es lugar común un tópico en la historia de las constituciones el
recordar como sus actuales perfiles jurídicos datan de fines del siglo XVIII y a
comienzos del siglo XIX.

En consecuencia, en el presenta trabajo se analizarán las dos


instituciones jurídicas de derecho internacional, para poder comprender su
orientación en la actualidad.
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ASILO Y EXTRADICIÓN

1. RELACION ENTRE ASILO Y EXTRADICIÓN

Existe una relación bastante vinculada entre ambas instituciones,


inclusive en algunas oportunidades hay cierta convivencia conflictiva o
contradictoria. Así tenemos, mientras que el Asilo protege al refugiado de
cualquier tipo de persecución por parte de un Estado, la extradición lo que busca
es ubicar y aprehender al sujeto que es buscado y pedido por la justicia de un
determinado país a efectos que rinda cuentas por los delitos cometidos, evitando
con ello la impunidad; sin embargo, esta institución encontrará la renuencia de
la primera en ceder al sujeto pedido, mientras no exista un fuerte y sostenido
fundamento que traiga abajo el amparo del asilo.

La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y


su protocolo de 1967 no protegen del enjuiciamiento a los refugiados, no a los
solicitantes de asilo que hayan incurrido en conductas ilícitas, por ende el mismo
Derecho Internacional no ampara la ilicitud, por ende, no impide la extradición,
siempre que ella se lleve cumpliendo las normativas reguladoras del asilo y la
extradición.

Los tratados internacionales de derechos humanos, inclusive los


convenios contra el terrorismo y otros instrumentos sobre delitos transnacionales
contienen normativas que fijan el deber de extraditar a aquellas personas que se
encuentren bajo la sospecha de ser responsable de los citados delitos; sin
embargo es de tener en cuenta que los Estados partes en este proceso de
extradición aseguren que los actos ilícitos en cuestión esté tipificados como
delitos por el derecho penal.
Que estando al acápite precedente, es de tener en cuenta que existe un
principio internacional sobre la obligación de los Estados que han concedido asilo
de no devolver al asilado, ello en respeto irrestricto al derecho internacional de
los derechos humanos que imponen prohibiciones a la extradición en ciertas
circunstancias.
Uno de los principios internacionales que rigen al derecho internacional
de los derechos humanos es el NON REFOULEMENT, conocido como el
principio de no devolución.
El principio de no devolución, está amparado por el artículo 33 de la
Convención de 1951, la misma que forma parte del derecho consuetudinario
internacional; del tal forma que este principio es vinculante para todos los
Estados, incluso para aquellos que aún no son parte de la Convención o su

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protocolo. Así mismo, ningún Estado por solicitar la derogación de este principio
acogido en la norma ya acotada.
Para una mayor claridad es preciso trascribir el texto expreso del artículo
33(1) de la Convención de 1951, la misma que señala:
"Ningún Estado Contratante podrá, por expulsión o devolución, poner en modo
alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o
su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a
determinado grupo social, o de sus opiniones políticas".
El principio de no devolución es aplicable tanto al país de origen de un
refugiado, como también al de cualquier otro país donde el refugiado tiene un
temor fundado de persecución relacionado con uno o más de los motivos
estipulados en el artículo 1A(2) de la Convención de 1951, o cuando existe
la probabilidad de que la persona pueda ser enviada a un país donde corra
un riesgo de persecución vinculado con alguno de los motivos de la Convención
El derecho internacional de los refugiados permite excepciones al principio de no
devolución únicamente en las circunstancias estipuladas en el artículo 33(2), el
cual establece lo siguiente:
"Sin embargo, no podrá invocar los beneficios de la
presente disposición [artículo 33(1)] el refugiado que sea considerado,
por razones fundadas, como un peligro para la seguridad del país donde
se encuentra o que, habiendo sido objeto de una condena definitiva por
un delito particularmente grave, constituya una amenaza para
la comunidad de tal país".
La aplicación de esta disposición requiere que el país de asilo determine
en forma individualizada, que se cumplan los siguientes criterios respecto a las
excepciones al principio de no devolución:

a) Se aplique la excepción de "seguridad del país", se debe determinar que


el refugiado constituya un peligro actual o futuro para el país de acogida.
El peligro debe ser muy grave, y no de menor grado, y debe constituir una
amenaza para la seguridad nacional del país de acogida.

b) Se aplique la excepción de la amenaza para la comunidad, el refugiado


implicado no sólo tiene que haber sido condenado de un crimen muy
grave, sino que también es preciso determinar que, en vista del crimen y
de la condena, el refugiado constituye un peligro muy grave en el presente
y en el futuro para la comunidad del país de acogida. El hecho de que una
persona haya sido condenada por un delito de particular gravedad, no
necesariamente significa que la persona también reúna el requisito de
"amenaza para la comunidad". Para determinar si éste es el caso, se
deben considerar la naturaleza y las circunstancias del delito en particular
y otros factores relevantes.

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Como excepciones de la protección de la no devolución contemplada en


la Convención de 1951, una aplicación restrictiva requiere la existencia de un
nexo racional y causal entre la expulsión del refugiado y la eliminación del
peligro, tanto así, si el peligro ha desaparecido, ergo, hay la posibilidad de
devolución, por ende, representa su sola presencia para la seguridad o para la
comunidad del país anfitrión. En una aplicación restrictiva también significa que
la devolución debería ser la última razón posible al que se debe recurrir, para
eliminar la amenaza a la seguridad o a la comunidad del país de acogida.
Asimismo, el peligro para el país anfitrión debe tener más peso que el riesgo
de daño que pueda sufrir la persona requerida como resultado de su devolución.
Es más, la determinación de si alguna de las excepciones estipuladas en
el artículo 33(2) es aplicable o no, se debe hacer mediante un procedimiento que
contemple las salvaguardas adecuadas, es decir las medidas necesarias de
protección para el refugiado pedido. Cuando se determina la aplicabilidad del
artículo 33(2) como parte del proceso de extradición, el Estado requerido debe
garantizar que se cumpla a cabalidad tanto con los requisitos sustantivos como
con los procedimentales.
Las disposiciones del artículo 33(2) de la Convención de 1951 no afectan,
sin embargo, las obligaciones de no devolución del Estado requerido en virtud
del derecho internacional de los derechos humanos, el cual no permite
excepciones. De esta manera, tendría prohibido el Estado requerido de extraditar
a un refugiado si la extradición lo expusiera, por ejemplo, a un riesgo sustancial
de tortura. Hay consideraciones similares que se aplican a otras formas de daño
irreparable con respecto a la prohibición de la devolución.
Las obligaciones de no devolución del Estado requerido en virtud del derecho
internacional de los derechos humanos, establecen la prohibición obligatoria de
extradición cuando la entrega de la persona requerida pone al individuo en
riesgo de ser víctima de tortura o de otras violaciones graves de los derechos
humanos.
La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes de 1984, en el artículo 3 estipula, de manera expresa
que:
"Ningún Estado Parte procederá a la expulsión, devolución o
extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas
para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura".
Como parte inherente de la prohibición de la tortura en virtud del derecho
consuetudinario internacional, el cual ha alcanzado el rango de jus cogens, la
prohibición de la devolución que pueda exponer a un individuo al peligro de sufrir
tal trato es vinculante para todos los Estados, incluidos aquellos que aún no son
partes de los tratados pertinentes.
Es de señalar, además que los tratados de diversos continentes como el
nuestro, sobre derechos humanos también contienen obligaciones de no

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devolución, que establecen la prohibición de la extradición en los casos que


implican un riesgo contra la vida o la integridad física de la persona requerida.
En nuestro continente americano, por ejemplo, el artículo 22(8) de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969, dispone que:
"En ningún caso el extranjero puede ser expulsado o
devuelto a otro país, sea o no de origen, donde su derecho a la vida
o a la libertad personal está en riesgo de violación a causa de raza,
nacionalidad, religión, condición social o de sus opiniones
políticas".
Asimismo el artículo 13(4) de la Convención Interamericana para Prevenir
y Sancionar la Tortura expresa:
"No se concederá la extradición ni se procederá a la
devolución de la persona requerida cuando haya presunción
fundada de que corre peligro su vida, de que será sometido a
tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes o de que será
juzgada por tribunales de excepción o ad hoc en el Estado
requirente".
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha mantenido
como jurisprudencia consecuente que la obligación de no devolución está
implícita en la obligación de no someter a ninguna persona a tortura ni a penas
o tratos inhumanos o degradantes conforme al artículo 3 del Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
de 1950, y que estas obligaciones son aplicables cuando existe un riesgo real de
que el individuo sea sometido a dicho trato como resultado de una expulsión
forzada, incluida la extradición.

2. CONFLICTOS ENTRE AMBAS INSTITUCIONES

La extradición y el asilo para muchos autores son consideradas actos


de soberanía, actos de voluntad propios de Estados soberanos, y ambos tienen
su basamento real en el ejercicio territorial de la soberanía.
La extradición nació como contrapunto al derecho de asilo, con el objeto
de hacer efectiva la persecución de los delincuentes comunes, esto es, de los
autores de hecho que ofenden o lesionan bienes jurídicos estimados como tales
por el común de las gente, por ende el derecho de asilo político nace al
producirse la situación contraria, es decir, como garantía contra la injusta, ilegal
y arbitraria persecución de aquellas personas que hayan realizado actos
considerados como delitos por el país de origen o de su residencia habitual, pero
no por el común de las gentes, y que generalmente consisten en el ejercicio de
derechos inherentes a la persona humana, en sus vertientes política, social,
ideológica, cultural o en persecución por razón de su raza, religión u grupo social.

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Por ende, se puede decir que, en una cuestión a priori, que el asilo ha constituido
y constituye un obstáculo para la extradición, ya que es aquella institución que
protege a un individuo que presuntamente ha cometido un delito según la
legislación del país extranjero pero que no lo es para la mayoría de los restantes
Estados, por lo que por medio de esta última institución se busca la entrega a
otro Estado a un sujeto acusado o condenado por la comisión de un delito.
En este orden de ideas, diversos autores han afirmado de forma
categórica que el Asilo y la Extradición constituyen instituciones opuestas, pues
mientras la primera busca proteger de la persecución por hechos antes descritos,
la extradición busca la persecución de los delincuentes que huyen de
la acción de la justicia. Es por eso que si bien ambas instituciones se
contraponen, pero también, con una afirmación aparentemente contradictoria, se
complementan ya que una protege el posible exceso persecutor del Estado, y
por otra, la solidaria universal de ayuda entre Estados para buscar y entregar a
verdaderos delincuentes en aras del bienestar de la Humanidad.
Por otro lado, para determinar si se debe conceder o no la extradición, es
probable que el Estado requerido se encuentre ante un conflicto de obligaciones.
De un lado, el deber de extraditar puede surgir de un acuerdo bilateral o
multilateral del que son partes tanto el Estado requirente como el Estado
requerido, o bien el deber puede surgir en virtud de disposiciones contenidas en
instrumentos regionales o internacionales que establecen la obligación de
extraditar o juzgar a la persona. Por otra parte, el Estado requerido debe cumplir
con sus obligaciones de no devolución conforme al derecho internacional de los
refugiados y de los derechos humanos, el cual prohíbe la extradición de un
refugiado o un solicitante de asilo hacia el Estado requirente bajo las condiciones
ya analizadas. En estas situaciones, las prohibiciones de entrega de un individuo
establecidas por el derecho internacional de los refugiados y de los derechos
humanos deben prevalecer por encima de cualquier otra obligación de
extradición que pueda tener el Estado.
La prioridad de las obligaciones de derechos humanos no depende de
disposiciones específicas, que al efecto existan en el tratado que disponga el
deber de extraditar. Más bien, la primacía de las obligaciones de derechos
humanos sobre las que contienen los tratados de extradición se debe a su
naturaleza, y al lugar que ocupan dentro de las jerarquías del ordenamiento
jurídico internacional. Esta primacía emana del artículo 103 junto con los
artículos 55(c) y 56 de la Carta de las Naciones Unidas. El artículo 103 de
la Carta de las Naciones Unidas establece la primacía de las obligaciones de la
Carta, por encima de aquellas que se derivan de otros acuerdos internacionales.
Además, en virtud de los artículos 55(c) y 56 de la Carta, los Estados Miembros
de las Naciones Unidas están obligados a emprender acciones que contribuyan
a alcanzar los objetivos de las Naciones Unidas, lo cual incluye el respeto
universal y efectivo de los Derechos humanos y de las libertades fundamentales
de todo ser humano sin distinción alguna de raza, sexo, idioma o religión.

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Las obligaciones establecidas en el derecho internacional de los


refugiados y de los derechos humanos también tienen prioridad con respecto a
las que estipulan otros tratados internacionales, en aquellas circunstancias en
que los Estados emprendan esfuerzos para reprimir y prevenir el terrorismo. En
este sentido, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Asamblea
General han reiterado en varias ocasiones que los Estados deben velar por que
cualquier medida adoptada para combatir el terrorismo cumpla con todas las
obligaciones establecidas por el derecho internacional, en particular el derecho
internacional de los derechos humanos, el derecho de los refugiados y el derecho
humanitario internacional33. Ambos órganos se han referido de manera expresa
a las obligaciones que tienen los Estados conforme a la Convención de 1951 y
el Protocolo de 1967, incluido el principio de no devolución (non-refoulement).
La necesidad de que los Estados cumplan a cabalidad con sus
obligaciones del derecho internacional -en particular el derecho internacional de
los derechos humanos, el derecho humanitario y de los refugiados- fue
reafirmado de manera específica respecto a la extradición en el Plan de Acción
anexado a la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo
adoptada por la Asamblea General el 6 de septiembre de 2006.

3. ASILO

El Asilo constituye una institución muy antigua, pues su existencia data


por lo menos 3 500 años A.C. A mitad del segundo milenio A.C., cuando
entidades similares a los países modernos con fronteras claramente delineadas
empezaron a formarse en el Medio Oriente, los líderes de esas zonas acordaron
varios tratados al respecto. Estos acuerdos incluyeron disposiciones para la
protección de fugitivos internacionales. Por ejemplo, un rey hitita firmó un tratado
con el líder de otro país en el cual declaró, "en lo referente a un refugiado, yo
afirmo bajo juramento lo siguiente: cuando un refugiado viene de tu tierra a la
mía él no será enviado de regreso. El expulsar a un refugiado de la tierra de los
hititas no es correcto". En el siglo XIV A.C., otro rey hitita, Urhi-Teshup; quien
había sido depuesto por su tío, recibió refugio del faraón egipcio Ramsés II. En
el siglo VII A.C., un rey asirio, Asurbanipal; se refirió a un refugiado proveniente
de la tierra de Elam como a "alguien que ha tomado posesión de mis pies reales"
queriendo decir que el refugiado había pedido y recibido asilo.
La definición del asilo también aparece en las obras dramáticas de
la Grecia antigua por ejemplo en la tragedia de Sófocles, Edipo, Teseo -el rey
ateniense en Colona- recibe con compasión al exilado Edipo.
Por los años 8 D.C., el poeta romano Ovidio fue expulsado por el emperador
Augusto a la ciudad de Tomis en el Mar Negro (lugar en el que hoy se encuentra
Constanza en Rumania), ubicada en los límites del imperio. Según cuenta Ovidio

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en Tristia (Tristezas), los habitantes de dicha ciudad lo recibieron con simpatía.


A pesar de que él continuó considerándolos "bárbaros," Ovidio se sintió
conmovido por su hospitalidad, aprendió su idioma -el gético- y siguió viviendo
entre ellos hasta su muerte en el año 17 D.C.
Así mismo en la Biblia, en el Libro de los Números del Antiguo Testamento
(35:9-15), Moisés designa seis ciudades como lugares de refugio, "tanto para los
hijos de Israel, como para el extranjero, y para el que more entre ellos". Y en el
Nuevo Testamento, el Evangelio de San Mateo existe el paisaje descrito que al
niño Jesús y su familia como refugiados que vienen huyendo a Egipto

El asilo fue reconocido por primera vez bajo la ley romana en el siglo IV
D.C., y su cobertura geográfica se fue extendiendo gradualmente. En el siglo VI,
el emperador Justiniano-en anticipación a las leyes modernas sobre el asilo-
limitó el privilegio para la gente que no fuese culpable de crímenes graves.

Hoy en día el Asilo es reconocido a nivel mundial, como una institución de


protección y acogida para aquellos desplazados que buscan refugio en un país
ajeno al suyo, pues, al no encontrar seguridad jurídica y ante una amenaza
inminente contra su integridad psico-física-moral, deciden abandonar, ya sea su
país de nacionalidad o de su residencia habitual.

3.1. DEFINICION DEL TÉRMINO


El término asilo se refiere a la práctica de protección y amparo hacia
personas por diferentes motivos y situaciones, puede referirse:

 al asilo humanitario, la práctica de algunas naciones de aceptar en su


territorio a inmigrantes obligados a abandonar su país de origen;
 al asilo político, la protección otorgada a personas perseguidas por
motivos políticos;
 a un asilo (establecimiento), un lugar de acogida, residencia o servicios
para personas mayores, pobres, discapacitados y dependientes en
general;
 a un asilo, un lugar que servía para refugio de huidos o criminales.

3.2. DEFINICIÓN DE ASILO

En su acepción más amplia asilo es aquella garantía de los derechos


humanos consistente en la protección que el Estado presta, dentro de su ámbito
de soberanía, a los extranjeros que hayan penetrado en su territorio para huir de
la persecución política o de las condiciones económicas o medioambientales de
su país de origen.

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3.3. DERECHO DE ASILO

Una de las prerrogativas de los agentes diplomáticos es el "Derecho de


Asilo", consagrado por las prácticas latinoamericanas, pero que todavía no es un
derecho universalmente admitido. En los siglos pasados, debido a la ficción de
extraterritorialidad, las Embajadas o Legaciones servían de refugio a
toda clase de delincuentes, así fueran reos de delitos comunes o de delitos
políticos. Actualmente el asilo solamente se concede a los perseguidos por
delitos políticos.
Se discute si es un derecho o un acto de humanidad y si existe en
ausencia de estipulación contractual.

3.4. GARANTÍAS NORMATIVAS INTERNACIONALES

El Derecho de asilo es un derecho internacional de los derechos


humanos, que puede disfrutar cualquier persona fuera de su país de origen en
caso de persecución política. El artículo 14 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos reconoce este derecho básico:

1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a


disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente
originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas.
Asimismo, el artículo XXVII de la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre (1948):
Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio
extranjero, en caso de persecución que no sea motivada por delitos de derecho
común y de acuerdo con la legislación de cada país y con los convenios
internacionales.
Por otro lado, el artículo 22(7) de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (1969) establece:
Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio
extranjero en caso de persecución por delitos políticos o comunes conexos con
los políticos y de acuerdo con la legislación de cada Estado y los convenios
internacionales.
También la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea
(promulgada en 2007 y de entrada en vigor el 1 de diciembre de 2009), en su
artículo 18 garantiza este derecho

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Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las normas de la


Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 y del Protocolo de 31 de enero de
1967 sobre el Estatuto de los Refugiados y de conformidad con la Constitución.
Y en la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos
(promulgada en 1981 y de entrada en vigor el 21 de octubre de 1986) este
derecho es contemplado en el artículo 12.3:
Todo individuo tendrá derecho, cuando esté perseguido, a buscar y
obtener asilo en otros países de conformidad con las leyes de esos países y los
convenios internacionales.

3.5. CARACTERISTICAS

 Se exige de los países que se reciba en algún lugar a las personas que huyen
de la situación persecutoria. El principio de no devolución, incluido en el
artículo 33 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951,
prohíbe situar al refugiado, ya sea por expulsión o devolución, en las
fronteras de territorios donde su vida o libertad corre peligro por causas de
raza, religión, nacionalidad, etc.

 Implica que cada solicitante tenga acceso a procedimientos justos y efectivos


para la evaluación de las solicitudes. Mientras se tramita una solicitud de asilo
y se toma una decisión, la persona tiene derecho a no ser devuelto al país
donde su vida, libertad o seguridad corran peligro.

 Derecho de las personas a permanecer en el país de nacionalidad,


garantizando los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
La Convención Americana dispone que nadie puede ser expulsado del
territorio del Estado del cual es nacional. Asimismo, toda persona tiene
derecho a no ser desplazado, pero también tiene derecho a desplazarse
libremente y elegir su lugar de residencia.

 Derecho de salir de cualquier país, incluyendo del suyo propio. Este derecho
se vincula con el derecho de buscar asilo. El derecho de salir de cualquier
país no es absoluto, pero la limitación sólo puede ser impuesta en virtud de
una ley para prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad
nacional o el orden público, la moral o la salud públicas o los derechos y
libertades de los demás. Así, las autoridades pueden establecer unos
requisitos legales para el ejercicio de este derecho, los cuales deben ser
razonables. Este derecho no implica que exista la obligación del país
extranjero de dejarle entrar.
Cabe señalar que los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y
políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966, no

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reconocen este derecho al no contener ningún precepto referente al asilo, a


pesar de que ambos recogen el contenido de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y pretenden dar forma jurídica vinculante al este
documento orientativo. Tampoco recoge esta garantía la Convención Europea
de Derechos Humanos, aunque sí en la Carta de los Derechos Fundamentales
de la Unión Europea, como más arriba se ha indicado.

3.6. CLASES DE ASILO

3.6.1. ASILO TERRITORIAL

"Es aquel que se concede dentro de las fronteras de un Estado a un


extranjero perseguido por sus: Creencias, opiniones, o filiación política o por
actos que pueden ser considerados como delitos políticos". Podemos mencionar
a las siguientes garantías normativas:
Libertades reconocidas a los asilados en la Convención de Caracas.
Limitaciones reconocidas a los asilados en la Convención de Caracas.

3.6.2. ASILO DIPLOMATICO

Es una modalidad propia de América Latina. Se concede en la sede de


las Misiones Diplomáticas y en las naves de guerra estacionadas en puertos
extranjeras, a perseguidos cuya vida o libertad estén en inminente peligro.
Convención de la Habana de 1928.
Convención de Montevideo de 1933.
Convención de Caracas de 1954.

3.7. DESCRIPCION TIPICA

3.7.1. SUJETO ACTIVO DEL DERECHO DE ASILO

Es la persona o grupo de personas extranjeras que, siendo perseguidas


por un determinado Estado se ven obligado a solicitar la protección (o asilo) de
otro Estado. Los motivos por las que pueden ser perseguidas esas personas
solicitantes de asilo pueden ser ideológicos o políticos o consistentes en la lucha
contra el colonialismo. No se pueden beneficiar del asilo quienes han cometido
delitos contra la paz, crímenes de guerra o delitos contra la humanidad.

3.7.2. SUJETO PASIVO

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Es el Estado receptor, que -en el supuesto que acepte conceder el asilo-


tiene la obligación de reconocer un status de protección a la persona que lo ha
solicitado. Además es también al Estado a quien corresponde la calificación de
las causas del asilo.

3.7.3. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

"Es esencialmente la vida, la integridad psico-física, la libertad personal y


la seguridad personal de la persona perseguida. En muchos casos quien solicita
asilo es persona que, en el país del que procede, corre grave peligro de ser
asesinada o torturada por fuerzas de "seguridad" del Estado. Y ello porque no es
extraño que en el país del que procede el solicitante del asilo exista una situación
de grave transgresión de las libertades, bien porque está bajo un régimen
totalitario, bien por estar en condiciones excepcionales: guerra civil. En cualquier
caso, quien solicita asilo suele ser un perseguido político y no un delincuente
común. La institución está pensada como medio de protección de aquel y no de
éste"

3.8. CONVENIOS DEL ASILO

Convenios del Asilo, entre los que cabe destacar:

 Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la 183º


Asamblea General de la ONU, 1948.
 Convención sobre el Estatuto de los refugiados, hecha en Ginebra el 28 de julio
de 1951.
 Protocolo sobre el estatuto de los refugiados hecho en Nueva York el 31 de
enero de 1967.
 Estatuto de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados 1950.
 Declaración de las Naciones Unidas sobre el Asilo Territorial 1967.
 Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, 1985.
 Convenio Europeo para la protección de los derechos humaos y las libertades
fundamentales de 1950.
 Acuerdo Europeo Nº 31, sobre exención de visados para los refugiados, hecho
en Estrasburgo el 20 de abril de 1959.
 Acuerdo europeo relativo a la trasferencia de responsabilidad con respecto a los
refugiados, hecho en Estrasburgo el 16 de octubre de 1989.
 Convenio sobre cooperación internacional en materia de asistencia
administrativa a los refugiados.
 Convención de 28 de septiembre de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas.

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4. LA EXTRADICIÓN

4.1. DEFINICIÓN

Se han tenido diversas definiciones acerca de la “Extradición”, a través


del tiempo, sin embargo ha prevalecido de manera consensuada por la doctrina
la del doctor Luis Jiménez de Asúa:

“Es la entrega que un estado hace a otro (o a un


organismo jurisdiccional internacional o supranacional de las
Naciones Unidas) de un individuo, acusado o condenado por un
delito común, que se encuentra en su territorio, para que en éste
país se le enjuicie penalmente o se ejecute la pena, realizada
conforme a las normas preexistentes de validez interna o
internacional”.1
Del cual pasan a desprenderse las siguientes características:

- Es una entrega de carácter internacional.


- Se da entre estados.
- El individuo debe estar acusado o condenado.
- Puede ser solicitada para enjuiciarlo o para ejecutar la pena.
- La legitimación debe ser en virtud a normas preexistentes de validez
interna o externa.

4.2. MARCO CONSTITUCIONAL Y LEGAL VIGENTES

Nuestro marco constitucional suscribe que la extradición sólo se concede


por el Poder Ejecutivo previo informe de la Corte Suprema, en cumplimiento de
la ley y de los tratados, y según el principio de reciprocidad. No se concede
extradición si se considera que ha sido solicitada con el fin de perseguir o
castigar por motivo de religión, nacionalidad, opinión o raza. Quedan excluidos
de la extradición los perseguidos por delitos políticos o por hechos conexos con
ellos. No se consideran tales el genocidio ni el magnicidio ni el terrorismo.2

1
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. Tratado de Derecho Penal. Tomo II. 3ra Edición actualizada. Editorial Losada
S.A. Buenos Aires, 1964.
2
Art. 37 de la Constitución Política de 1993.

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Por su parte el ordenamiento jurídico infra constitucional, lo regula a partir


de la Sección Segunda del Libro Séptimo del Código Procesal Penal. A partir de
su artículo 513.

4.3. EXTRADITURUS

Ante la interrogante de quien puede ser sujeto de extradición, la


legislación ya ha establecido su regulación, señalando que es la persona
procesada, acusada o condenada como autor o partícipe que se encuentra en
otro Estado, puede ser extraditada a fin de ser juzgada o de cumplir la sanción
penal que le haya sido impuesta como acusada presente.3
Asimismo, en los casos donde la extradición, en ausencia de Tratado, se
sustente en el principio de reciprocidad; la Fiscalía de la Nación y el Ministerio
de Relaciones Exteriores informarán al Poder Judicial los casos en que tal
principio ha sido invocado por el Perú y en los que ha sido aceptado por el país
extranjero involucrado en el procedimiento de extradición, así como los casos en
que el país extranjero ha hecho lo propio y el Perú le hubiere dado curso y
aceptado.

4.4. AUTORIDADES INTERVINIENTES

Las autoridades que intervienen, es decir a quienes corresponde decidir


la extradición, pasiva o activa, al Gobierno mediante Resolución Suprema
expedida con acuerdo del Consejo de Ministros, previo informe de una Comisión
Oficial presidida por el Ministerio de Justicia e integrada por el Ministerio de
Relaciones Exteriores.

Asimismo, la decisión del Gobierno requiere la necesaria intervención de


la Sala Penal de la Corte Suprema, que emitirá una resolución consultiva, que la
remitirá juntamente con las actuaciones formadas al efecto al Ministerio de
Justicia, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación.

4.5. EXTRADICIÓN PASIVA

De manera sucinta es definida como la: Correspondiente al Estado del


Refugio4.

3
Art. 513 del Código Procesal Penal – D. L. 957.
4
VALLE-RIESTRA, Javier. “Tratado de Extradición”-En tres volúmenes. Volúmen I. Primera Edición. AFA
Editores Importadores S.A. Lima, 2004.

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

Puede decirse que ésta se aplica a la persona procesada, acusada o


condenada como autor o partícipe de un delito cometido en un país extranjero y
que se encuentre en territorio nacional, sea como residente, como turista o de
paso, puede ser extraditada a fin de ser investigada o juzgada o para que cumpla
la sanción impuesta como reo presente.

Consecuentemente, la concesión de la extradición está condicionada a la


existencia de garantías de una recta impartición de justicia en el Estado
requirente; y, si una extradición anteriormente intentada por el Estado requirente,
ante un tercer Estado, hubiese sido rechazada por haberla considerado con
implicancia política. La Fiscalía de la Nación y el Ministerio de Relaciones
Exteriores podrán informar si el Estado requirente presenta algún
cuestionamiento o existen antecedentes al respecto.

4.5.1. IMPROCEDENCIA

Tenemos que no procede la extradición si el hecho materia del proceso


no constituye delito tanto en el Estado requirente como en el Perú, y si en ambas
legislaciones no tenga prevista una conminación penal, en cualquiera de sus
extremos, igual o superior a una pena privativa de un año. Si se requiere una
extradición por varios delitos, bastará que uno de ellos cumpla con esa condición
para que proceda respecto de los restantes delitos.
La extradición no tendrá lugar, igualmente: a) Si el Estado solicitante no
tuviera jurisdicción o competencia para juzgar el delito; b) Si el extraditado ya
hubiera sido absuelto, condenado, indultado, amnistiado o sujeto a otro derecho
de gracia equivalente; c) Si hubiera transcurrido el término de la prescripción del
delito o de la pena, conforme a la Ley nacional o del Estado requirente, siempre
que no sobrepase el término de la legislación peruana; d) Si el extraditado
hubiere de responder en el Estado requirente ante tribunal de excepción o el
proceso al que se le va a someter no cumple las exigencias internacionales del
debido proceso; e) Si el delito fuere exclusivamente militar, contra la religión,
político o conexo con él, de prensa, o de opinión. La circunstancia de que la
víctima del hecho punible de que se trata ejerciera funciones públicas, no justifica
por sí sola que dicho delito sea calificado como político. Tampoco politiza el
hecho de que el extraditado ejerciere funciones políticas. De igual manera están
fuera de la consideración de delitos políticos, los actos de terrorismo, los delitos
contra la humanidad y los delitos respecto de los cuales el Perú hubiera asumido
una obligación convencional internacional de extraditar o enjuiciar; f) Si el delito
es perseguible a instancia de parte y si se trata de una falta; y, g) Si el delito
fuere tributario, salvo que se cometa por una declaración intencionalmente falsa,
o por una omisión intencional, con el objeto de ocultar ingresos provenientes de
cualquier otro delito.

ASILO Y EXTRADICIÓN 15
UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

4.5.2. DEMANDA

La demanda de extradición debe contener:


- Una descripción del hecho punible, con mención expresa de la fecha,
lugar y circunstancias de su comisión y sobre la identificación de la
víctima, así como la tipificación legal que corresponda al hecho punible;
- Una explicación tanto del fundamento de la competencia del Estado
requirente, cuanto de los motivos por los cuales no se ha extinguido la
acción penal o la pena;
- Copias autenticadas de las resoluciones judiciales que dispusieron el
procesamiento y, en su caso, el enjuiciamiento del extraditado o la
sentencia condenatoria firme dictada cuando el extraditado se encontraba
presente, así como la que ordenó su detención y/o lo declaró reo ausente
o contumaz. Asimismo, copias autenticadas de la resolución que ordenó
el libramiento de la extradición;
- Texto de las normas penales y procesales aplicables al caso, según lo
dispuesto en el literal anterior;
- Todos los datos conocidos que identifiquen al reclamado, tales como
nombre y apellido, sobrenombres, nacionalidad, fecha de nacimiento,
estado civil, profesión u ocupación, señas particulares, fotografías e
impresiones digitales, y la información que se tenga acerca de su domicilio
o paradero en territorio nacional.

4.5.3. CONCURSO

Si varios Estados solicitan la extradición de la misma persona por el


mismo delito, se decidirá la preferencia, según las siguientes circunstancias:
- La existencia de Tratados que vinculen al Perú con el Estado requirente;
- Las fechas de las demandas de extradición y, en especial, el estado de
cada procedimiento;
- El hecho de que el delito se haya cometido en el territorio de alguno de
los Estados requirentes;
- Las facilidades que cada uno de ellos tenga de conseguir las pruebas del
delito;
- El domicilio del extraditado o la sede de sus negocios, en la medida que
en ambos casos le permitan ejercer con mayor consistencia su derecho
de defensa, así como paralelamente el domicilio de la víctima;
- La nacionalidad del extraditado;

ASILO Y EXTRADICIÓN 16
UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

- La gravedad del hecho delictivo en función a la pena conminada y su


coincidencia con la Ley nacional, en especial que no se prevea la pena de
muerte.

4.6. EXTRADICIÓN ACTIVA

De forma sucinta es definida como: La solicitud de entrega del delincuente


por el estado o corte internacional que tenga jurisdicción para juzgar al prófugo5.

Así, tenemos que ésta se inicia cuando el Poder Ejecutivo del Perú, a
instancia de la Sala Penal de la Corte Suprema podrá requerir la extradición de
un procesado, acusado o condenado al Estado en que dicha persona se
encuentra, siempre que lo permitan los Tratados o, en reciprocidad, la Ley del
Estado requerido.

Para dar curso al procedimiento de extradición activa, el Juez de la


Investigación Preparatoria o el Juez Penal, según el caso, de oficio o a solicitud
de parte, y sin trámite alguno, deberá pronunciarse al respecto. La resolución de
requerimiento de extradición activa deberá precisar los hechos objeto de
imputación, su calificación legal, la conminación penal, los fundamentos que
acreditan la realidad de los hechos delictivos y la vinculación del imputado en los
mismos, como autor o partícipe, y, en su caso, la declaración de ausencia o
contumacia, así como la orden de detención con fines de extradición. La
resolución desestimatoria es apelable ante la Sala Penal Superior, que la
resolverá previa audiencia con citación e intervención de las partes que
concurran al acto en el plazo de cinco días.

4.6.1. TRAMITACIÓN

Primero, El Juez, luego de emitir la resolución respectiva, formará el


cuaderno respectivo conteniendo, en lo pertinente, la documentación señalada
en los numerales 1) y 2) del artículo 518°, así como la que acredita que el
procesado ha sido ubicado en el país requerido, y si el Tratado o la legislación
interna de dicho país exige prueba que fundamente la seriedad de los cargos,
los medios de investigación o de prueba que lo justifiquen, sin perjuicio de
adjuntar las normas de derecho interno y, de ser el caso, el Tratado aplicable al
caso.
Segundo, elevado el cuaderno a la Sala Penal de la Corte Suprema, si la
resolución es de requerimiento de extradición activa, procederá en lo pertinente

5
VALLE-RIESTRA, Javier. “Tratado de Extradición”-En tres volúmenes. Volumen I. Primera Edición. AFA
Editores Importadores S.A. Lima, 2004.

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conforme a lo dispuesto en el numeral 4) del artículo 521°.


Tercero, si la resolución consultiva es desfavorable a la extradición activa,
se devolverá lo actuado al órgano jurisdiccional inferior. Si es favorable, se
remitirá el cuaderno íntegro al Ministerio de Justicia, previa legalización de lo
actuado.
Cuarto, el Gobierno se pronunciará mediante Resolución Suprema
aprobada en Consejo de Ministros. Para este efecto, una Comisión presidida por
el Ministerio de Justicia e integrada por el Ministerio de Relaciones Exteriores,
se pronunciará mediante informe motivado. El Consejo de Ministros podrá
acordar si accede o deniega la extradición activa.
Quinto, emitida la Resolución Suprema se dispondrá la traducción del
cuaderno de extradición, respecto de las piezas indicadas por la Comisión de
Extradición. La presentación formal de la extradición corresponderá a la Fiscalía
de la Nación con el concurso del Ministerio de Relaciones Exteriores.

4.7. COOPERACIÓN JUDICIAL INTERNACIONAL

Tenemos acerca de su procedencia, que la solicitud de asistencia judicial


internacional o carta rogatoria sólo procederá cuando la pena privativa de libertad
para el delito investigado o juzgado no sea menor de un año y siempre que no
se trate de delito sujeto exclusivamente a la legislación militar.

4.7.1. REQUISITOS

Las solicitudes de asistencia judicial o cartas rogatorias que se formulen


a las autoridades nacionales se harán por escrito y deberán contener las
siguientes indicaciones:
- El nombre de la autoridad extranjera encargada de la investigación o del
juzgamiento;
- El delito a que se refiere la causa y descripción del asunto, la índole de la
investigación o juzgamiento, y la relación de los hechos a los que se
refiere la solicitud;
- Descripción completa de la asistencia que se solicita;
Cuando no se conozcan las pruebas en particular que se quiere obtener,
basta con la mención de los hechos que se buscan demostrar.

4.7.2. DENEGATORIA

Luego de revisar los requisitos para la procedencia de la presente

ASILO Y EXTRADICIÓN 18
UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

institución, corresponde analizar, en qué casos se denegará, siendo que podrá


denegarse, asimismo, la asistencia cuando:
- El imputado hubiera sido absuelto, condenado, indultado o amnistiado por
el delito que origina dicha solicitud;
- El proceso ha sido iniciado con el objeto de perseguir o de castigar a un
individuo por razones de sexo, raza, religión, nacionalidad, ideología o
condición social;
- La solicitud se formula a petición de un tribunal de excepción o
Comisiones Especiales creadas al efecto;
- Se afecta el orden público, la soberanía, la seguridad o los intereses
fundamentales del Estado; y,
- La solicitud se refiera a un delito tributario, salvo que el delito se comete
por una declaración intencionalmente falsa, o por una omisión intencional,
con el objeto de ocultar ingresos provenientes de cualquier otro delito.

4.7.3. TRÁMITE

Primero, se tiene que la Fiscalía de la Nación cursará las solicitudes de


asistencia de las autoridades extranjeras al Juez de la Investigación Preparatoria
del lugar donde deba realizarse la diligencia, quien en el plazo de dos días,
decidirá acerca de la procedencia de la referida solicitud.
Segundo, que contra la resolución del Juez de la Investigación
Preparatoria procede recurso de apelación sin efecto suspensivo. La Sala Penal
Superior correrá traslado de lo actuado al Fiscal Superior y a los interesados
debidamente apersonados por el plazo común de tres días, y resolverá, previa
vista de la causa, en el plazo de cinco días.
Tercero, que en el trámite de ejecución del acto de asistencia judicial
intervendrá el Ministerio Público y se citará a la Embajada del país solicitante
para que se haga representar por un Abogado. También se aceptará la
intervención de los abogados de quienes resulten ser partes en el proceso del
que derive la carta rogatoria.
Cuarto, que sin perjuicio de lo anterior, en todo lo referente a las
condiciones y formas de realización del acto de asistencia, rige la legislación
nacional.
Quinto, que corresponde actuar la diligencia de asistencia judicial al propio
Juez de la Investigación Preparatoria. Luego de ejecutarla, elevará las
actuaciones a la Fiscalía de la Nación para su remisión a la autoridad requirente
por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores.

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

4.8. PENAS Y MEDIDAS PRIVATIVAS DE LIBERTAD


EFECTIVAS

Tenemos que las sentencias de la justicia penal nacional que imponen


penas privativas de libertad o medidas de seguridad privativas de libertad a
nacionales de otro país podrán ser cumplidas en ese país. Asimismo, las
sentencias de la justicia penal extranjera que impongan penas y medidas de
seguridad privativas de libertad a peruanos podrán ser cumplidas en el Perú.
Corresponde decidir el traslado de condenados, activo o pasivo, al
Gobierno mediante Resolución Suprema expedida con acuerdo del Consejo de
Ministros, previo informe de la Comisión a que hace referencia el artículo 514°.
La decisión del Gobierno requiere la necesaria intervención judicial en los
términos establecidos en esta Sección.
La ejecución de la sanción del trasladado se cumplirá de acuerdo a las
normas de ejecución o del régimen penitenciario del Estado de cumplimiento.

4.8.1. CONDICIONES PARA EL TRASLADO Y


CUMPLIMIENTO DE CONDENA

El traslado de condenados será posible, si se cumplen las siguientes


condiciones:
- Que el hecho que origina la solicitud sea punible en ambos Estados;
- Que el reo no haya sido declarado culpable de un delito exclusivamente
militar;
- Que la parte de la condena del reo que puede cumplirse en el momento
de hacerse la solicitud sea por lo menos de seis meses;
- Que la sentencia se encuentre firme;
- Que las disposiciones de la sentencia, fuera de la privación de libertad,
hayan sido satisfechas o garantizadas, especialmente tratándose de
multa, reparación civil y demás consecuencias accesorias.

Tratándose de Cooperación Judicial Internacional, el condenado que


solicite ser trasladado a su país de origen, al amparo de los tratados o convenios
internacionales sobre la materia o bajo el principio de reciprocidad, podrá solicitar
al órgano jurisdiccional correspondiente la reducción o exoneración del pago de
la reparación civil y multa, siempre que cumpla con los siguientes supuestos:
Que el agraviado sea únicamente el Estado o en su defecto haya satisfecho
completamente la reparación civil fijada expresamente en la sentencia a favor de
otros agraviados.

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

Acredite razones humanitarias debidamente fundadas o carezca de


medios económicos suficientes, previo informe socio-económico del funcionario
competente del Instituto Nacional Penitenciario que corrobore dicha situación.
La autoridad judicial, previa evaluación de los antecedentes y mediante
resolución motivada, podrá aprobar o denegar la solicitud de exoneración y/o
reducción del pago de la reparación civil y multa.
En el caso de que se trate de reparaciones civiles solidarias, se hará
extensivo dicho beneficio a los demás condenados extranjeros, que se
encuentran en la misma condición de insolvencia.
En el caso de condenados con doble nacionalidad, una de las cuales es
la peruana, la pena se cumplirá en el Perú.
Que no exista actuación procesal en curso ni sentencia ejecutoriada de
jueces locales sobre los mismos hechos.

4.9. PENAS NO PRIVATIVAS DE LIBERTAD

El condenado de nacionalidad peruana por un órgano jurisdiccional


extranjero a cumplir una pena de condena condicional o la suspensión del fallo
condenatorio, o de prestación de servicios a la comunidad, o de limitación de
días libres, o una medida de seguridad no privativa de libertad, podrá cumplirla
en el Perú bajo la vigilancia de la autoridad competente.
La aceptación de la solicitud está condicionada al cumplimiento de la
reparación civil y de las demás consecuencias accesorias, y a la aceptación del
condenado prestada con asistencia de su abogado defensor.
La solicitud de la autoridad extranjera requiere copia certificada de la
sentencia firme, información completa de haberse cumplido la reparación civil y
las demás consecuencias accesorias, información sobre la fecha de llegada al
Perú, y explicación de las obligaciones asumidas por el condenado y del control
que se requiere de la autoridad peruana, con determinación de la fecha de
finalización del control. No se aceptará la solicitud cuando las obligaciones
asumidas por el condenado o las medidas de control requeridas contraríen la
legislación nacional.
Si el condenado fuere peruano, podrá presentar la solicitud por sí o a
través de terceros a su nombre.
Resolverá la solicitud el Juez para la Investigación Preparatoria. Rige, en
lo pertinente, los numerales 1) y 2) del artículo 532°. En estos casos se requiere
informe del Instituto Nacional Penitenciario.
Corresponde a la autoridad peruana informar periódicamente al Estado de
condena acerca de la forma en que se lleva a cabo el control. Está obligada a
comunicar de inmediato el incumplimiento por parte del condenado de las

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

obligaciones asumidas, para que el Estado de condena adopte las medidas que
correspondan al caso.

4.10. COOPERACIÓN CON LA CORTE PENAL INTERNACIONAL

Los actos de cooperación del Perú con la Corte Penal Internacional son:
- La detención y entrega de personas;
- La detención provisional;
- Los actos de cooperación previstos en el artículo 93° del Estatuto de la
Corte Penal Internacional.
Asimismo, en cuanto no estén incluidos específicamente en dicha norma
internacional, procede otorgar asistencia en los supuestos previstos en los
literales b) al m) del numeral 1) del artículo 511°, así como en lo relativo a la
ejecución de penas impuestas a nacionales por la Corte Penal Internacional.

4.10.1. TRÁMITE
Primero, las solicitudes de cooperación de un órgano de la Corte Penal
Internacional serán recibidas vía diplomática y remitidas inmediatamente a la
Fiscalía de la Nación, como autoridad central. También pueden cursarse
directamente a la Fiscalía de la Nación.
Segundo, la Fiscalía de la Nación cursará al Juez de la Investigación
Preparatoria las solicitudes de cooperación de detención y entrega, de detención
provisional, y de todas aquellas establecidas en el artículo 511°.
Tercero, si el acto de cooperación consiste en:
- la identificación y búsqueda de personas u objetos;
- la realización de exhumaciones y el examen de cadáveres y fosas
comunes; y,
- la identificación y determinación del paradero de bienes delictivos,
corresponderá su admisión y ejecución al Fiscal Provincial del lugar de la
diligencia. Si la solicitud, a su vez, exige la realización de inspecciones
oculares; el congelamiento o la incautación de bienes delictivos, el Fiscal
Provincial instará al Juez de la Investigación Preparatoria dicte la
resolución autoritativa que corresponda. Salvo que requiera autorización
jurisdiccional, el Fiscal Provincial estará encargado de la conducción de
las labores de protección de víctimas y testigos.
Finalmente, cuando fuera necesario, y el interés de la justicia lo exige, las
autoridades nacionales que intervienen en un acto de cooperación estarán
obligadas a preservar el secreto de las actuaciones en que intervengan. Con
especial énfasis se entenderán secretas las diligencias en tanto ellas puedan

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afectar la seguridad e integridad corporal y psicológica de los investigados, de


las víctimas, de los posibles testigos y de sus familiares.

4.10.2. ACUERDOS CON LA CORTE PENAL


INTERNACIONAL

Si la ejecución de un acto de cooperación con la Corte Penal Internacional


puede vulnerar una norma de orden público y un principio fundamental del
derecho, el órgano que deba decidir su admisión y desarrollo, previamente,
expresará mediante resolución o disposición consultiva –según se trata del Juez
o del Fiscal, respectivamente– los motivos de la probable colisión y,
reservadamente, las pondrá en conocimiento de la Fiscalía de la Nación.
La Fiscalía de la Nación realizará las consultas indispensables con la
Corte Penal Internacional a fin de resolver la cuestión. A su finalización, la
Fiscalía de la Nación se pronunciará, pudiendo fijar en coordinación con la Corte
Penal Internacional el ámbito posible de la cooperación que se le daría a la
misma, aclarar los puntos de cuestionamiento de la decisión fiscal o judicial o
dictar cualquier otra recomendación que considere conveniente. Con esa
respuesta, el Fiscal encargado o el Juez competente decidirán lo que considere
arreglado a derecho, con conocimiento de la Fiscalía de la Nación.
Si la cooperación consiste en la presentación de documentos,
informaciones o divulgación de pruebas que puedan poner en riesgo la seguridad
nacional o se trate de secretos de Estado, se procederá conforme a los
numerales anteriores. En este caso, la Fiscalía de la Nación coordinará con los
Ministerios u Órganos del Estado involucrados e iniciará las consultas con la
Corte Penal Internacional. Si la autoridad judicial acuerda que es imposible
cumplir el acto de cooperación solicitado, comunicará su resolución a la Fiscalía
de la Nación y ésta a la Corte Penal Internacional.
La Fiscalía de la Nación, en sus relaciones con la Corte Penal
Internacional, informará de las normas de derecho interno y de los requisitos
necesarios para el debido cumplimiento de los actos de cooperación solicitados.

4.11. OTROS ACTOS DE COOPERACIÓN

4.11.1. ASISTENCIA JUDICIAL

La Fiscalía de la Nación cursará a la autoridad que corresponda, de


conformidad con el artículo 555°, las solicitudes de cooperación de la Corte Penal
Internacional establecidas en el literal b) del numeral 1) y en el primer extremo

ASILO Y EXTRADICIÓN 23
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del numeral 2) del artículo 554°.


El trámite que seguirán las solicitudes es el previsto, en lo pertinente, en
los artículos 532° a 537°.
El traslado provisional de un detenido a los fines de su identificación o de
que preste testimonio o asistencia de otra índole, requerirá que el detenido preste
su libre consentimiento, con el concurso de un abogado defensor, y que se
asegure al trasladado no ser detenido o enjuiciado con base en la declaración
que preste, salvo el caso de desacato o falso testimonio.
Si existe concurrencia entre solicitudes de asistencia judicial con otro país,
la autoridad judicial inmediatamente dará cuenta a la Fiscalía de la Nación a fin
que establezca las consultas con la Corte Penal Internacional y el Estado
requirente, a fin de dar debido cumplimiento. El trámite se reanudará a las
resultas de la comunicación que curse la Fiscalía de la Nación como
consecuencia de las consultas entabladas al respecto. Se tendrá en
consideración lo dispuesto en el numeral 9) del artículo 93° del Estatuto de la
Corte Penal Internacional.
La solicitud de la Corte Penal Internacional que originara dificultades de
ejecución, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 95° del Estatuto de la Corte
Penal Internacional, será comunicada por la autoridad a cargo de la misma a la
Fiscalía de la Nación a fin de que inicie consultas con la Corte Penal
Internacional, en los siguientes casos:
Si la información fuese insuficiente para la ejecución de la solicitud;
Si fuere imposible ubicara la persona buscada, dentro de la solicitud de
entrega;
Si la ejecución de la solicitud, conforme a sus propios términos, estuviere en
aparente conflicto con una obligación asumida por el Perú con otro Estado, por
medio de un Tratado.

4.11.2. CON EL FISCAL DE LA CORTE PENAL


INTERNACIONAL

El Fiscal de la Corte Penal Internacional, de conformidad con el artículo


54° del Estatuto de la Corte Penal Internacional, podrá solicitar los actos de
cooperación previstos en el artículo anterior, que se tramitarán y ejecutarán
conforme a las reglas establecidas en dicha norma. En todo caso, antes de
solicitar formalmente el acto de coordinación consultará con la Fiscalía de la
Nación, a fin de establecer las condiciones de operatividad y eficacia de la
solicitud que pretenda.
El Fiscal de la Corte Penal Internacional podrá realizar en territorio
nacional las diligencias de investigación que considere conveniente y se

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

encuentren autorizadas en el Estatuto de la Corte Penal Internacional. A este


efecto, cursará la solicitud de cooperación a la Fiscalía de la Nación, la cual
previas coordinaciones con aquélla, la derivará al Juez de la Investigación
Preparatoria del lugar donde debe realizarse la diligencia, la cual previo traslado
al Fiscal y a los interesados debidamente personados, decidirá luego de la vista
de la causa en el plazo de cinco días. La decisión es recurrible con efecto
suspensivo ante la Sala Penal Superior. Rige lo dispuesto en el numeral 2) del
artículo 532°.
Si se acepta la solicitud de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, en
tanto se cumplan los presupuestos y las condiciones establecidas en el Estatuto
de la Corte Penal Internacional, su ejecución está condicionada a que no se
afecten derechos y garantías consagradas por el ordenamiento jurídico peruano.
En caso afirmativo, prestará a la autoridad extranjera el auxilio que requiere para
el cumplimiento de dichas diligencias. El Ministerio Público será citado y
participará activamente en el procedimiento de ejecución.

4.12. EJECUCIÓN DE LA PENA

Tenemos que el Estado Peruano podrá manifestar a la Corte Penal


Internacional su disposición para recibir condenados de nacionalidad peruana.
Esta decisión requiere informe favorable de la Fiscalía de la Nación y Resolución
Suprema del Sector Justicia con aprobación del Consejo de Ministros.
El Estado Peruano iniciará consultas con la Corte Penal Internacional para
determinar el ámbito de la ejecución de las penas y la aplicación del régimen
jurídico de su aplicación, así como las bases de la supervisión que compete a la
Corte Penal Internacional.

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UJCM - DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO Y PRIVADO

CONCLUSIONES

PRIMERA.- Concluimos que hoy en día el Asilo es reconocido a nivel mundial,


como una institución de protección y acogida para aquellos desplazados que
buscan refugio en un país ajeno al suyo, pues, al no encontrar seguridad jurídica
y ante una amenaza inminente contra su integridad psico-física-moral, deciden
abandonar, ya sea su país de nacionalidad o de su residencia habitual.

SEGUNDA.- Las dos instituciones, se encuentran muy bien amparadas bajo un


andamiaje normativo sólido que permite que tanto la una y la otra funciones u
operen de la mejor manera. Allí tenemos la Convención de 1951 y su Protocolo
de 1967, y allí también tenemos las Leyes Internas de Extradición Pasiva que
cuentan la mayoría de países.

TERCERA.- La extradición bajo la perspectiva garantista, tiene como uno de sus


fines más importantes, el evitar que sea aprovechada para perseguir opositores,
para perseguir por hechos atípicos, para perseguir por hechos de exentos de
responsabilidad criminal, para perseguir por hechos proscritos, o para perseguir
con hechos beneficiados por sobreseimientos definitivos o tutelados por la
majestad de la cosa juzgada.

CUARTA.- La cooperación Judicial Internacional, busca que los estados


cooperen entre sí, para finalmente poder desarrollar bajo iure la institución
jurídico internacional de la extradición.

QUINTA.- Concluimos que el Asilo y la Extradición constituyen instituciones


opuestas, pues mientras la primera busca proteger de la persecución por hechos
antes descritos, la extradición busca la persecución de los delincuentes que
huyen de la acción de la justicia. Es por eso que si bien ambas instituciones se
contraponen, pero también, con una afirmación aparentemente contradictoria, se
complementan ya que una protege el posible exceso persecutor del Estado, y
por otra, la solidaria universal de ayuda entre Estados.

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