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La Obsidiana, esa bella y misteriosa piedra de color oscuro (Gris /negro brillante), de origen
volcánico. Es lava que se ha enfriado a una rapidísima velocidad y que los minerales que la
componen no han tenido tiempo de formarse. Surge desde el interior de la tierra a través de los
volcanes y ha sido considerada una piedra de protección y de justicia.
Desde entonces se usa como piedra sanadora.
Como vidrio magmático, compuesto por silicatos, ya los romanos la utilizaban como herramienta de
supervivencia y por las propiedades que se decía tenía: Capacidad de ordenar pensamientos y alejar
de la cabeza ideas destructivas.
Los Olmecas
en su inicio
y los
Aztecas
después,
fueron los
que las
usaron para
rituales
sagrados o
como destino de sanación. En documentos de los
Archivos de Indias, varios monjes ya confirmaron en sus
escritos, que eran utilizados para: “Curar enfermedades,
purgar, sangrar, cerrar heridas y evitar así la aparición
de infecciones.
Hablar de Obsidiana es hablar de Ana Silvia Serrano, que practica este arte y acumula mucha ciencia
a través de múltiples años de trabajo con ella, por su fuerza curativa, regeneradora y
transformadora, en su país: Méjico.
Nos ayudará a adentrarnos en nuestro Yo interior, donde la alquimia y la tradición chamánica se
unen para resolver patologías concretas en los vericuetos mas escondidos de la enfermedad.
Químicamente está compuesta por vesículas, cristalitas, microlitas y fenocristales, lo que le da un
atributo de efectos polarizantes.
La obsidiana de uso sanador debe de tener bajo contenido de inclusiones y no deben estar
excesivamente hidratadas. Su contenido ferro-magnético la hace idónea para actuar a nivel del
campo magnético humano, amplificando la energía del paciente.
Si la materia del espacio-tiempo negativo es de naturaleza magnética, su resultado es que se puede
llegar a la curación y al equilibrio energético mas rápido, que a través del tratamiento físico de la
enfermedad. La energía del campo magnético es buena para la salud, ya que en casos de su
privación puede ocasionar, por ejemplo”El mal de los astronautas: La osteoporosis”.
La hemoglobina en sangre tiene hierro ferroso (Poco oxidado) que al circular por nuestras células, si
está sometido a un campo magnético, aumentará nuestro nivel energético, reforzará el sistema
inmunitario y aumentará la conductividad nerviosa (Sobretodo la periférica).
Además, la obsidiana tiene la capacidad de absorber energía de su entorno de baja densidad. (En el
estudio de su frecuencia nos da alrededor de 4000 unidades Bovis.)
El recorrido de la patología será el siguiente:
Pero en la “Sombra“ no todo es negativo, ya que los apegos emocionales, las fases infantiles, las
virtudes y otras aptitudes, también están englobadas aquí, estando conectadas con el alma, la vida y
la profundidad de nuestro ser mas interno. En un entorno más seguro, liberamos nuestros impulsos
negativos con la proyección hacia los demás, siendo más fácil ver los defectos en otros que en uno
mismo.
Aceptar la existencia de nuestra sombra es un primer paso para resolver problemas muy ocultos,
aflorándolos desde el sub-consciente. Conocerlos desde el consciente es ganar la batalla de la
realidad emocional.
Ana S. Serrano dice que: “La enfermedad es el grito del alma, por no haber dejado emerger las
emociones y vivencias, porque han quedado atrapadas en el cuerpo.
Hay que escuchar a la enfermedad y reconocer a que órganos ha afectado, para poder sanarla. La
obsidiana absorbe esta energía densa desde el cuerpo sutil (los chakras), trayendo como
consecuencia la toma de conciencia de aquello que ha quedado oculto.
La colocación de la piedra en la zona afectada permite aflorar lo que no nos hemos permitido sentir,
cristalizando como enfermedad. Debajo de la máscara del Yo descansan ocultas todo tipo de
emociones negativas, porque no podemos proyectarlas hacia afuera“.
No entender a nuestra sombra, nos acerca a nuestra propia destrucción, siendo importante traerla a
la luz. A través de las emociones nos vemos como somos en realidad y aceptar nuestra vulnerabilidad
nos humaniza.
Trabajar con los arquetipos nos ayuda a descifrar nuestro contenido mental, ya que son estructuras
innatas heredadas como huellas dactilares psicológicas.
La obsidiana va a polarizar la energía mas intensa hacia un polo concreto, facilitada por su calidad
neutra y tiene su método ya que es importante que el paciente se pregunte ante de empezar el
tratamiento ”un como y un para qué” siendo responsable de sus actos y pensamientos, explicando
que todo lo que se ve desde fuera es el resultado de lo que se genera dentro. Vibraciones negativas
también pueden llegar de nuestro interior.
Hay que establecer un equilibrio entre la luz y la oscuridad, para hacer desaparecer la enfermedad.
De no ser así, el resultado puede ser insano o incongruente.
La obsidiana nos enseña como somos en realidad y no como nos vemos.
El hombre tiene un sistema energético (Aura), compuesto por campos de fuerza que se divide en 7
capas que interactúan entre sí, vibrando a varias frecuencias. Son el cuerpo etérico, emocional y
mental. (Yo inferior)
El cuerpo intuitivo y espiritual sería el yo Superior.
Estos cuerpos se conectan al cuerpo físico a través de lo chacras, que significa “Círculo y
movimiento”.
Los bloqueos en el sistema energético humano suceden como una interrupción que genera una
disminución del flujo energético. Se congestionan los canales y meridianos, hasta llegar a los chacras,
que se cierran y dejan de ser permeables a la energía, enquistando enfermedades y siendo el origen
de enfermedades.
Ocurrirá lo mismo que en el agua: Si está estancada y no corre, genera microbios y estos
enfermedades.
Algunas emociones negativas se almacenan en los cuerpos sutiles (Etéreo, emocional, mental y
astral) y pueden transmitirse a generaciones posteriores por inclusión en los genes, ya que se
introducen a nivel molecular pudiendo alterar el código genético. Por el momento, estas emociones
negativas, no son todavía una enfermedad pero lo puede ser potencialmente: serían patrones
karmicos ya cristalizados.
Penetrarán a través de los campos magnéticos hacia el cuerpo físico, adentrándose a nivel molecular
y celular.
Con anterioridad ya hemos hablado de las poluciones electromagnéticas, sus consecuencias y la
forma de tratarlas.
En este caso la obsidiana es eficaz en los tratamientos de poluciones por radiación, intoxicación por
metales y de origen petroquímico, por su accesibilidad en el tipo de vibración que emite.
Así pues, los productos químicos y los derivados del petróleo pueden ocasionar:
El tratamiento de los chakras superiores (del 4º al 7º) se consigue integrando el cuerpo espiritual o
sutil al cuerpo físico. En ellos, el individuo conecta consigo mismo, con su vida existencial, a través de
la conciencia.
Los chakras inferiores realizarán un trabajo con la “sombra”, generando una espiral desde el corazón
hacia abajo para intentar reconocer nuestras limitaciones.
Si tenemos un diagnóstico claro del origen de la enfermedad que sufre el paciente que vamos a
tratar, nos dirigiremos al chacra con el cual este relacionada su patología y los trataremos con la
obsidiana.
Pero si por el momento, no tenemos claro el origen o el tipo de patología a sanar, hemos de realizar
una P.U.L.E:
O procedimiento universal de limpieza energética.
Consiste en que al no identificar unas emociones de baja frecuencia, podemos extraerlas hacia el
cuerpo energético para que sean absorbidas por la obsidiana. (Hacia el exterior). De esta forma serán
fácilmente catalogadas por el paciente y liberadas desde su conciencia.
Se confirma de esta manera, que las emociones bloqueadas ocasionan las enfermedades físicas y
emocionales. Se alteran los vínculos con el cuerpo físico y emocional y pueden manifestarse por los
sueños.
A medida que transcurre el tratamiento con obsidiana, el paciente tiene conciencia de su avance
hacia la mejoría, disminuyendo la intensidad de su cuadro clínico. Inclusive sus sueños tortuosos se
dulcifican y aparece una visión nueva de su enfermedad, que le muestra el camino para sanarse. Se
limpian los meridianos, chakras y canales consiguiendo mayor permeabilidad energética del paciente.
Según la Ley de la similitud (Semejantes curan a semejantes), la obsidiana es un instrumento
energético que modifica los campos energéticos del paciente, liberando energía densa de la
enfermedad: se absorbe, permeabiliza y libera para obtener la salud.
Si contemplamos al ser humano como energía, podremos entender con facilidad este tipo de
tratamientos y consideraciones, ya que el fundamento de la sanación energética es la medicina
vibracional.
El cuerpo actuará como una rejilla de campos de energía conectados , formando una red compleja en
la que están conectados otros sistemas energéticos y los órganos físicos, coordinando la fuerza vital
del individuo, a través de las funciones electrofisiológicas y hormonales. Las emociones afectan a
cualquier parte del recorrido que hemos mencionado, pudiendo mermar la salud.
El resultado es que las energías sutiles pueden modificar los códigos de reproducción celular, a mejor
o a peor. Son conexiones invisibles para la ciencia médica pero no por ello, menos ciertas.
Técnicamente para trabajar con obsidiana, hay que seguir unas pautas precisas, valorando
escrupulosamente los tiempos de actuación y considerando las contraindicaciones.
Antes de empezar el sanador se encomienda al Arcángel S. Miguel como protección, solicitando que
le envíe un rayo de color azul en forma esférica, para que englobe el instrumento que usa.
La obsidiana abre las memorias emocionales y se removerán, por lo que es importante que el sujeto
a tratar conozca la dimensión de los efectos colaterales.
Hay que respetar los tiempos de aplicación, la limpieza de la piedra después de los tratamientos y los
medios de conservación de la misma.
La obsidiana:
La aplicación de otros tipos de obsidiana como “El Ixtli”,( un disco de 5cm) actúa como navaja de
corte de patologías enquistadas.
Pero el tratamiento con esta piedra sanadora también tiene sus contraindicaciones:
Explicaremos el procedimiento para sanar la cabeza, como ejemplo para mostrar las pautas de
actuación, que en cada órgano tendrá unas connotaciones precisas.
Se coloca la piedra en la parte posterior, incluyendo cuello y la base de este, durante 5 minutos, con
un máximo de 15 m.
Se coloca el Ixtli en la mano izquierda, sobre la zona de dolor y un cuarzo blanco con la punta hacia
los dedos, en la mano derecha.
En el tratamiento con obsidiana a nivel de los chakras, mencionaremos su comportamiento
psicodinámico como resultado de la permeabilidad.
Situado en el corazón.
Glándula que lo rige: Timo
Órganos afectados: Corazón, manos, pulmones, caja torácica, sistema circulatorio.
Función energética: expresa el amor hacia si mismo y los demás.
Patología : Enfermedades autoinmunes, presión arterial, corazón, alergias, tumores. Fibromas,
patologías circulatorias.
Le corresponde el chakra 2.
Tratamiento : Puede provocar diarreas, dolor intestinal, copiosa menstruación, coágulos, heces
oscuras,
Situado en la garganta.
Glándula que lo rige: tiroides y paratiroides. (Cuerpo físico)
Órganos afectados: Bronquios, cuerdas vocales, oído, pulmones, tubo digestivo alto, cuelo,
mandíbula, brazos, oxidación, metabolismo del calcio.
Función energética: Baja la temperatura del cuerpo, relaja, Procesos de madurez personal.
Patología : Depresión, tiroides, vértigo, anemia, bronquitos, asma, anorexia, patologías de la
garganta.
Tratamiento: Puede provocar dolor en el ano, periné coxis, sangrado del intestino grueso.
La metodología para sanar con la aplicación del disco de obsidiana Ixtli, tiene como objetivo realizar
el primer nivel de limpieza del cuerpo energético en los chakras 2, 5 y 3, en este orden concreto. Se
liberarán estas emociones desde los cuerpos sutiles que teníamos guardadas y desconocíamos. Luego
podremos reconocerlas para poder trabajar con ellas y sanarnos: les llamaremos represiones
internas.
Están detenidas en calidad de energías en el cuerpo sutil: son los bloqueos emocionales.
Los síntomas del paciente pueden ser:
Se sienten incómodos, inconformes, inestables, indecisos, inadaptados, desconcertados, confusos.
La sanadora comprobaba con el péndulo la localización y el estado de los chakras, para situar a
posteriori las piedras sanadoras:
La obsidiana actúa como un imán que atrae las malas energías. Con la ayuda de otros cristales se
abren otras ventanas para conseguir la entrada de energía para obtener la sanación.
En los vídeos siguientes veremos unos casos de pacientes en los que se sitúa la obsidiana, en la zona
de la espalda, donde están los receptores inmunológicos.
En una primera parte se efectúa un masaje caliente en la espalda en la zona dorso-lumbar.
Frotaremos las manos con fuerza y rapidez para generar energía y realizaremos el masaje.
( video masaje)
Luego, apretaremos las manos, para romper la energía del chakra y no trasladar las energías que
emergen (negativas) hacia otro chakra. Posteriormente, colocamos las piedras frías sobre la espalda,
en varias sesiones.
En resumen, se colocan varios cuarzos y una obsidiana en la espalda que será la que absorbe la
energía negativa. Aun en casos que existan varios bloqueos, solo podremos utilizarla en un chakra
debiendo escoger el que esté peor. (Si hay varios).
( Tratamiento con piedras )
Recogemos las piedras y tocamos la campana, para señalar al paciente que hemos finalizado el
tratamiento (En muchas ocasiones, es posible que haya viajado astralmente…y que no sea fácil
reconducirlo hasta el lugar, ya que no encuentra el camino de vuelta, porque ha pasado a otra
dimensión con una vibración distinta).
Al no reconocer la vibración de vuelta, esta como perdido en un especie de limbo.
El sonido de la campana, facilita su vuelta.