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Cuando leí esta historia no pude menos que pensar en la cantidad de veces que reaccionamos a partir de
escuchar solamente nuestros pensamientos.
Mi hija diría: Ma.. que saltas?, si no hay charquito.
Pero así somos nosotros, escuchamos lo que nadie dijo y frente a eso reaccionamos.
Considero que este concepto de “escuchar lo que nadie dijo” es fundamental cuando tratamos de tener una
escucha mas efectiva.
¿Cuantas relaciones aun mantendrías si en algunas ocasiones no hubieras supuesto cosas que nunca te
dijeron y que seguramente sólo pertenecieron a tu imaginación?
¿Cuántos dolores de cabeza podrías haberte evitado si hubieras aprendido a chequear tu escucha?
¿Cuantas decisiones hubieran sido diferentes?
¿Cuantas posibilidades no se hubieran perdido?
¿Cuanto sufrimiento podrías haber evitado?
¿Qué diferente podría ser tu comunicación si tuvieras en cuenta este concepto?
En lugar de escuchar
lo que le dicen,
muchos gerentes solo escuchan
lo que ellos quieren escuchar.
Considero que esto podría disminuir si podemos evitar el automatismo de no detenernos a pensar acerca
de lo qué estamos pensando.
En términos ontológicos estamos hablando de desarrollar mi capacidad de observar al observador que
estoy siendo en cada oportunidad.
Siglos y siglos
y sólo en el presente ocurren los hechos.
Todas las cosas le suceden a uno,
precisamente ahora.
Es la enfermedad de no escuchar
y el mal de no prestar atención,
lo que mas me aflige.
William Shakespeare.
.
Tenemos dos oídos y una boca; la Naturaleza nos muestra que estamos más capacitados para escuchar que
para hablar.
Sostenemos que la escucha efectiva tiene que ver con acercarnos a escuchar lo que el otro está realmente
diciendo. Para eso encontramos algunas claves que pueden favorecerte en tu camino de transformación
hacia una escucha mas efectiva:
Escuchar se relaciona con la atención, con estar presente con lo que está sucediendo con todos nuestros
sentidos.
¿Intentaste parar de hablar? Resulta difícil escuchar y hablar al mismo tiempo. Hay personas que tienen
tanto para decir que pareciera que no les queda tiempo para escuchar o se fascinan interrumpiendo
mientras otro intenta cerrar una idea.
¿Te parece que al lado tuyo las personas sienten que tienen permiso para hablar? ¿Generas un espacio de
confianza para que el otro sienta que puede hablar con tranquilidad de que no va a ser enjuiciado?
¿Te muestras presente en la conversación mirando y asintiendo cuando estás de acuerdo o pidiendo que te
expliquen con más detalles si no comprendiste?:
¿Qué mas me puedes contar acerca de eso?
¿Podrías decir que escuchas mostrando un claro interés o esperando tu turno para hablar?
¿Pones tus cinco sentidos presentes para escuchar o pretendes hacerlo mientras miras la televisión o lees
tu correspondencia o estás atento a lo que pasa en otra habitación? ¿Has pensado cómo podrías dejar de
distraerte?
¿Has probado ponerte en los zapatos de la otra persona, mientras te está contando algo personal o
doloroso. Podrías mirar la situación desde su punto de vista?
La sabiduría es la recompensa
por pasar la vida escuchando
cuando uno hubiera preferido hablar.
Anónimo.
¿Consideras que eres una persona suficientemente paciente como para darle tiempo al otro para encontrar
la palabra justa para expresar exactamente lo que quiere sin lanzarte a responderle?
¿Cuándo participas en la conversación hablas de lo que estás escuchando o refieres aquello a tu propia
experiencia y en lugar de hablar de lo que estás escuchando comienzas a hablar de ti mismo?
¿Mientras estás escuchando te enganchas con los mensajes de manera que dejas de escuchar? Cuando nos
encontramos enojados, asustados o molestos, a menudo se nos escapan partes importantes de lo que nos
dicen.
¿Le permites al otro tener su propio punto de vista o lo criticas o juzgas en medio de la conversación?
Ponerlo a la defensiva quizás pueda “hacerte ganar” la discusión, sin embargo podrías perder algo mucho
más importante que es su relación y la confianza que el deposita en ti.
Aprende a escuchar.
La oportunidad puede estar llamando
a tu puerta muy bajito
Frank Tyger
¿Chequeas tu escucha con preguntas como : Me podrías decir si entendí bien o corrígeme si me equivoco?
Llevaban a la guillotina a tres hombres. Le preguntaron al primero si quería estar boca arriba o boca abajo
cuando le llegara el momento final.
El contestó que quería estar boca arriba, para estar mirando al cielo al morir. La hoja cayó velozmente y de
repente se detuvo, a unos cuantos centímetros de su cuello. Las autoridades consideraron esto como una
señal y lo liberaron.
Llegó el turno del segundo, quien también decidió morir mirando al cielo, esperando tener la misma
suerte. Y en este caso también la cuchilla se detuvo antes de llegar por lo que también fue puesto en
libertad.
El tercero, era ingeniero mecánico de profesión, y también optó por morir boca arriba.
Al levantar lentamente la hoja de la guillotina, el
ingeniero vió un desperfecto en el mecanismo de la guillotina y dijo: “Hey, ya sé porqué no cae la hoja de
la guillotina…”
Los verdugos, arreglaron el mecanismo, y esta vez la guillotina funcionó perfectamente.
Aun cuando podamos estar ansiosos de compartir con otros todo lo que sabemos.
¡A veces es mejor callar!
Muchas veces como Coach sólo observo conversaciones entre las personas y veo como les cuesta callar y
escuchar. Hablamos todos a la vez, contestamos antes que el otro termine, hablamos de nosotros mismos y
no preguntamos por el otro.
Es interesante este punto.
Observaste que pocas preguntas hay en las conversaciones que hoy tenemos?
¿Pensaste alguna vez por que no hacemos preguntas?
Considero que las preguntas nos llevan a averiguar por el otro y sostengo que estamos mas interesados en
hablar de nosotros mismos.
De reconocer si lo que vamos a decir suma a la conversación y al resultado que queremos obtener con ella.
¿Qué hacemos mas importante : nuestro punto de vista o la relación?
¿Qué te parece que le pasa al otro con vos cuando no se siente escuchado?
¿Es realmente eso lo que quieres que le pase?
Hay un cuento que puede ilustrarte muy bien el mensaje de esta newsletter: escuchar antes de hablar.
Cuentan que un día un gerente general sale a almorzar con dos de sus subgerentes.
Camino al restaurante se encuentran con un mago que les dice : Yo tengo el poder de concederles un deseo
inmediatamente a cada uno.
Casi sin creerle y como para seguirle el juego uno de los subgerentes dijo:
Yo quisiera estar en este momento en las playas de Hawai con una hermosa morocha, y sin dejar que
terminara la frase el mago hizo que desapareciera.
Inmediatamente el otro subgerente dijo: Entonces yo quisiera estar en la Costa Azul tomando sol en mi
yate personal con una rubia despampanante y también desapareció.
Entonces el mago le preguntó al gerente general: Cuál es su deseo? y éste contestó: Que estos dos vuelvan
dentro de una hora a seguir trabajando.
Posted in 2011.
.
Muchas veces nos sentimos mal y nos cuesta identificar el hecho que nos hace sentir así. Es mas, no lo
relacionamos con nada en especial y solo pensamos que no es un buen día. Es como una sensación interna
de malestar que no tiene explicación.
Para muchos estas sensaciones aparecen y desaparecen intermitentemente.
Podemos nos prestarles atención , sin embargo considero que las mismas nos traen información
importante, que si la atendemos y comprendemos podemos hacer un buen proceso personal con ellas.
Escuchar su mensaje y tener el aprendizaje que las mismas nos muestran.
Todo conocimiento
comienza por los sentimientos.
Leonardo da Vinci
Vemos a los sentimientos como la antesala de nuestro estado emocional y este de alguna manera
consideramos que es lo que nos predispone a la acción.
Todos queremos sentirnos motivados y sostener estados de ánimo positivos y ni nos damos cuenta que a
veces somos tomados por estados de ánimo que no elegimos y permanecemos en ellos en forma
totalmente transparente para nosotros.
Decimos que estos sentimientos ocurren a partir de nuestra conversación interna que vive en nosotros en
forma de pensamientos.
Todo esto es un proceso que tiene tal automatismo que nos es absolutamente transparente y justamente
consideramos que parte de nuestra maestría en la vida es sacarlos de la transparencia, identificarlos,
conocer cuál es la conversación interna que los alimenta y poder darla vuelta si la misma, no nos apoya en
nuestros objetivos.
Observemos las preguntas del principio y busquemos identificar cual de ellas mejor representa lo que
estamos sintiendo en cada momento.
Entonces nos podemos preguntar cuál es el mensaje que cada uno de ellos nos trae y cuál su aprendizaje.
El otro día mientras manejaba me di cuenta que no estaba de buen humor, que sentía un cierto grado de
angustia, que me veía diferente y empecé a observarme a mi misma por medio de preguntas.
Primero pensé que todo estaba bien en mi vida, que no había motivos para sentirme así pero dado que así
me estaba sintiendo pensé que los motivos debían vivir muy profundamente y me seguí preguntando hasta
encontrarlos.
Al poder distinguirlos, pude darme cuenta que hechos los ocasionaban, pude encontrar la oportunidad en
los mismos y así cambiar la forma en que me sentía. Y de estar triste y apagada pude pasar un hermoso fin
de semana.
A veces me veo a mi misma como reiterativa con este tema. Sucede que cada vez que conozco gente
nueva veo desde mi ser Coach lo pocos entrenados que estamos en la escucha.
Hacemos mas importante lo que tenemos que decir y nuestro hablar y la escucha de lo que el otro está
diciendo se pierde detrás de diferentes opciones, como las que mencioné al principio.
Yo pienso que en nuestra educación no ha habido un espacio para hablar de la importancia que tiene la
escucha pero hoy no podemos vivir como víctimas de lo que no nos han enseñado y necesitamos
reconocer que la escucha es la parte activa de la comunicación.
Considero que nos comunicamos bien con alguien cuando tenemos la paciencia de escucharlo de la
manera que es y con el ritmo que tiene para comunicarse.
Hablar es comunicarse,
escuchar es interesarse.
Cuando no podemos escuchar siento que es como si surgiera dentro nuestro una fuerza que es mas
poderosa que nosotros mismos, que no nos da tiempo para escuchar, que quiere hablar, que quiere
aparecer y necesitamos aprender a domarla.
Considero que la mejor práctica es el silencio mientras el otro habla y la atención puesta no solo en lo que
está diciendo sino en lo que dice su cuerpo sin hablar. Estando presente en cada detalle que nos pueda dar
información.
¿Puedes reconocer que los grandes líderes han sido personas que escucharon antes de hablar para que el
mismo tenga sentido?
Ayer estaba en una reunión de gente americana y todos hablaban inglés y aunque entiendo el idioma me
costaba seguir la conversación porque hablaban todos juntos.
¿Como podemos escuchar así?
¿Cómo podemos saber que es lo que el otro está buscando comunicar?
¿Podemos escuchar sus inquietudes y sus preocupaciones?
¿Podemos escuchar lo que al otro le concierne?
¿Estamos abiertos a lo nuevo que el otro aporta?
¿Puede nuestro hablar sumar, a lo que el otro está diciendo?
Un hombre, que regularmente asistía a una reunión de amigos, sin ningún aviso dejó de participar en sus
actividades.
Después de algunas semanas, un amigo de aquel grupo decidió visitarlo. Era una noche muy fría.
El amigo lo encontró en la casa, solo, sentado delante de la chimenea, donde ardía un fuego brillante y
acogedor.
Adivinando la razón de la visita de su amigo, le dio la bienvenida, lo condujo a una silla grande cerca de
la chimenea y se quedó quieto, callado, esperando.
Se hizo un grave silencio. Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno a los
troncos de leña que ardían. Al cabo de algunos minutos, el amigo examinó las brasas que se formaron y
cuidadosamente seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, empujándola hacia un lado.
Volvió entonces a sentarse, permaneciendo silencioso e inmóvil. El anfitrión prestaba atención a todo,
fascinado y quieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo
momentáneo y su fuego se apagó.
En poco tiempo, lo que antes era una fiesta de calor y luz, ahora no pasaba de ser un negro, frío y muerto
pedazo de carbón recubierto de una espesa capa de ceniza grisácea.
Ninguna palabra había sido dicha desde el saludo inicial entre los dos amigos.
Antes de prepararse para salir, puso nuevamente el carbón apagado en medio del fuego.
Casi inmediatamente se volvió a encender, alimentado por la luz y el calor de los carbones ardientes.
Cuando llegó a la puerta para partir, su anfitrión le dijo: Gracias por tu visita y por el aprendizaje de tu
silencioso mensaje.
Regresaré al grupo de amigos que me hace tan bien.
#306 Escuchando lo que nadie dijo
Posted on julio 1, 2007 by PatHashuel
Cuando leí esta historia no pude menos que pensar en la cantidad de veces que reaccionamos a partir de
escuchar solamente nuestros pensamientos.
Mi hija diría: Ma.. que saltas?, si no hay charquito.
Pero así somos nosotros, escuchamos lo que nadie dijo y frente a eso reaccionamos.
Considero que este concepto de “escuchar lo que nadie dijo” es fundamental cuando tratamos de tener una
escucha mas efectiva.
¿Cuantas relaciones aun mantendrías si en algunas ocasiones no hubieras supuesto cosas que nunca te
dijeron y que seguramente solo pertenecieron a tu imaginación?
¿Cuantos dolores de cabeza podrías haberte evitado si hubieras aprendido a chequear tu escucha?
¿Cuantas decisiones hubieran sido diferentes?
¿Cuantas posibilidades no se hubieran perdido?
¿Cuanto sufrimiento podrías haber evitado?
¿Que diferente podría ser tu comunicación si tuvieras en cuenta este concepto?
No nos damos cuenta de
que ser maravillosos con las personas
significa chequear nuestra escucha.
Peter Drucker
De todas maneras esto es valido solo en el caso en que el otro nos haya hablado pero que podemos hacer
cuando entramos en esa cadena de inferencias frente a lo que el otro no dijo.
Cuando suponemos y no nos detenemos a corroborar nuestros pensamientos o nuestras interpretaciones .
Considero que esto podría disminuir si podemos evitar el automatismo de no detenernos a pensar acerca
de lo que estamos pensando
En términos ontológicos estamos hablando de desarrollar mi capacidad de observar al observador que
estoy siendo en cada oportunidad.
Siglos y siglos
y solo en el presente ocurren los hechos.
Todas las cosas le suceden a uno,
precisamente ahora.
Es la enfermedad de no escuchar
y el mal de no prestar atención,
lo que mas me aflige.
William Shakespeare
#5 Escuchar, el lado oculto del lenguaje
Posted on noviembre 1, 1999 by PatHashuel
Una mujer excedida en peso maneja un auto junto con su hija por un camino de cornisa en Córdoba. De
repente de la mano contraria aparece otro auto manejado por un señor que al pasar al lado de ella le grita.
Vacas!!!
La señora se indigna al escucharlo, comienza a insultarlo como mirando para atrás y mientras tanto
desarrolla toda una conversación interna de lo gorda que debe estar para generar que este señor le haya
gritado eso.
De repente da una vuelta cerrada y encuentra que su camino está lleno de vacas.
Ya es demasiado tarde. No hace a tiempo a frenar.
Si tan solo hubiera podido escuchar el aviso que le dieron del otro auto.
¿Cuántas veces mientras el otro te habla te vas a tu conversación interna y dejas de escuchar lo que te
dicen?
¿ Cuántas veces crees que ya sabes de lo que te están hablando?
¿Cuántas veces escuchas solo el principio de la conversación suponiendo lo que te van a terminar
diciendo?
La visión tradicional del lenguaje ha dado prioridad al hablar por sobre el escuchar, bajo la suposición que
basta estar presente y atento en la conversación para comprenderla.
Sostenemos que la parte del escuchar que implica la comprensión o interpretación de lo que oímos es un
fenómeno lingüístico que se origina en el tipo de observadores que somos más que en lo que oímos.
“No vemos las cosas tal como son, sino tal como somos”
Del Talmud
El escuchar le da validez al hablar porque es el escuchar y no el hablar lo que da sentido a lo que decimos.
Pensemos cuantas veces hacemos un pedido y nos traen otra cosa. ¿qué fue lo produjo resultados, el hablar
o el escuchar?
En el cuento del principio lo que precipitó el accidente fue la escucha que no existió
Lo decimos para convalidar que la clave del “escuchar” no está en el contenido del mensaje del que habla,
sino en la interpretación que hace el oyente sobre lo dicho y cómo esto modifica su ámbito de acciones y
posibilidades futuras .
· NUESTRA BIOLOGÍA. Escuchamos diferente de los perros. Un hombre de 85 años escucha diferente
que un muchacho de 20 años. Nuestra biología nos produce diferentes escuchares
· CONTEXTO DONDE NACIMOS: Nuestra escucha es diferente a la que tienen los nacidos en Borneo,
ellos tienen un contexto social diferente al nuestro. También varía de acuerdo con la época en que
nacimos. Nuestra escucha no es la misma que tenían nuestros próceres de la Independencia. Pensemos en
nuestro himno nacional, lo escuchamos de la misma manera nosotros que un habitante de EE.UU.
· NUESTRA HISTORIA PERSONAL: interpretamos diferente las cosas de acuerdo con la historia que
cada uno tiene y las experiencia vividas. Pensá en una música que te recuerde algún momento romántico
de tu vida. No la vas a escuchar de la misma manera si estas con esa persona o si ya no la ves mas porque
te engañó
· NUESTRAS DISTINCIONES: Si yo no sé nada de música mi escucha de un concierto es diferente a la
que tiene alguien avezado en ese tema. Lo mismo me sucede frente a una conferencia, si entiendo del tema
que estan tratando es algo muy diferente a que si no tengo distinciones de lo que estan hablando
· LA EMOCIONALIDAD: no escucho lo mismo si estoy en un buen día a si estoy transitando un día
negro donde todo me sale mal. Mi estado de animo me predispone a diferentes escuchares
· LAS INTERPRETACIONES :