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UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS.
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

GESTIÓN CULTURAL
INFORME

BACHILLER,
FABIO DAVID ROLON CARPIO
V-18.541.419

Marzo, 2018
La gestión cultural, en principio, y partiendo del significado de las
palabras que la forman “gestión” y “cultura” se trataría de administrar
determinados recursos, en este caso bien o servicio cultural, con unos
objetivos determinados. Su importancia radica en promover, incentivar,
diseñar y realizar proyectos culturales desde cualquier ámbito. Desde hace
mucho tiempo ha habido personas dedicadas a esta práctica, que la han
llevado a cabo con diversos enfoques y metodologías, a veces por encargo
de una autoridad, otras más de manera voluntaria o como una ocupación
laboral secundaria. La información que se presenta en este trabajo son
resultados de una investigación exploratoria, sobre el proceso de la gestión
cultural y su importancia dentro de la sociedad.

La complejidad de la definición de “gestión cultural” es obvia.


Únicamente sobre la palabra cultura es difícil ponerse de acuerdo.
Depende del país en el que nos encontremos, las connotaciones son
diferentes: en alemán, la palabra KULTUR tiene más bien un sentido de
diferenciación, de especificidad de un pueblo, mientras que en francés el
sentido de CULTURE es más universalista. Cultura apela a lo simbólico, a la
identidad, al patrimonio, a la accesibilidad, a los derechos, a la educación, a
la cooperación internacional, a la multiculturalidad,...

En las últimas décadas, se ha venido dando un proceso de


formalización de la gestión cultural en América Latina a través de una serie
de acciones realizadas por los agentes del campo cultural: Instituciones
gubernamentales, organismos internacionales, gestores, universidades y
organizaciones gremiales (formales y no formales). Esto ha implicado la
institucionalización de una práctica cultural como es la de los gestores
culturales, esto es, se ha desarrollado un proceso de tipificación recíproca de
acciones habituadas de un mismo grupo social (Berger y Luckman, 2005).
En los países de habla inglesa se suele hablar de arts management y
no de cultural management equiparándose la gestión cultural con gestión
artística o de las artes y sería una acepción constreñida de gestión cultural
donde cultura aparece como cualquier manifestación o práctica activa o
pasiva de las artes: música, danza, pintura, escultura, literatura, teatro, cine,
fotografía, cómic y nuevos lenguajes artísticos. En los países latinos la
gestión cultural es mucho más amplia que la gestión de las artes
incluyéndose una acepción de cultura más amplia.

En lo que respecta a la otra palabra, gestión, podría definirse como


administrar recursos con una finalidad concreta. De ahí una primera
definición de gestión cultural como la administración de los recursos de una
organización cultural con el objetivo de ofrecer un producto o servicio que
llegue al mayor número de público o consumidores, procurándoles la máxima
satisfacción.

La gestión cultural como encargo social y ocupación laboral, como un


encargo social ya sea a manera de voluntariado o bien como ocupación
laboral. Es un encargo social, en el sentido que lo menciona Martinell: “De
pronto aparecen en el espectro de una realidad social concreta, casi por
generación espontánea, un conjunto de ofertas y demandas de empleo y
formación que evidencian la emergencia de un nuevo sector profesional. En
estas formaciones se encubre la búsqueda de una identidad de los agentes
que han recibido el encargo de desarrollar e institucionalizar estos nuevos
servicios de la sociedad, como un anhelo a un reconocimiento social de su
función (2001:2).

En general, los objetivos de la gestión cultural varían en función de la


naturaleza jurídica (pública / privada) de la organización de que se trate:
En el sector privado el objetivo predominante será en principio la
rentabilidad (libros, discos,...). Aunque esto no siempre es así, puesto que a
veces forma parte de una estrategia más amplia en la que se mezclan otros
factores (por ejemplo la estrategia sobre la imagen de una entidad: empresas
de ticketing en sus inicios o fundaciones de entidades financieras). Por otro
lado, las organizaciones no gubernamentales (ONG) tienen una gran
variedad de objetivos, y en ningún caso es la rentabilidad.

Para las administraciones públicas el objetivo prioritario debería ser


garantizar la calidad y la accesibilidad de lo que se ofrece (relacionado con
los derechos y deberes culturales). Existen sin embargo empresas cuyo
accionariado es mayoritariamente público y cuyos objetivos combinan tanto
fines sociales como los de empresas privadas.

También existen casos mixtos (rentabilidad y accesibilidad). Por


ejemplo un teatro de titularidad pública gestionado por una sociedad privada.

Aun siendo importante acotar que la gestión cultural tiene que ver con el
fomento y reconocimiento de las prácticas culturales, la creación artística, la
generación de nuevos productos, la divulgación y promoción de los
significados y valores culturales, la preservación de la memoria colectiva y la
conservación de los bienes culturales, en general, los objetivos varían en
función de la naturaleza jurídica (pública/privada) de la organización de que
se trate.
REFERENCIAS

Bernárdez López, J. (2003). La profesión de la gestión cultural: definiciones


y retos. Portal Iberoamericano de Gestión Cultural. Tenerife, España.
http://www.gestioncultural.org/ficheros/BGC_AsocGC_JBernardez.pdf

Mariscal Orozco, J. L. (2015). La triple construcción de la gestión cultural en


Latinoamérica. Guadalajara, México.
http://publicaciones.urbe.edu/index.php/telos/article/viewArticle/3834/4786

(2017). Gestión Cultural: Concepto, Objetivos y Clasificación. Sevilla, España


https://www.divulgaciondinamica.es/blog/gestion-cultural-concepto-objetivos-
clasificacion/

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