Sunteți pe pagina 1din 4

¿Qué es el ayuno? ¿Cómo se ayuna?

Publicado el febrero 3, 2014 por Verdad y Fe.com

Una de las prácticas importantes de la vida Cristiana es el ayuno. Tal vez muchos
saben algunas cosas que se hacen (o se dejan de hacer), pero no necesariamente es
evidente el por qué se hace o cómo.

______

¿Qué es Ayuno?
Esta es la forma más sencilla de definir el ayuno: una disciplina espiritual.

Ayunar, en el sentido clásico, es dejar de comer y utilizar el tiempo que tardarías en


preparar y/o comer una comida en oración y lectura bíblica – no sólo acercándote
más a Dios y pasando tiempo con Él, sino dejando que Dios moldee tu corazón y tu
carácter al Suyo.

Los dolores del hambre que llegan deben ser recordatorios de nuestra necesidad de
conocer más a Jesús y de que “la gente no vive sólo de pan, sino de cada palabra
que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

_____
¿Cuál es el propósito de ayunar?
Bíblicamente, los propósitos del ayuno son:

 Ser como Jesús (Mateo 4:1–17; Lucas 4:1–13)


 Aumentar la fe (Mateo 17:20–21)
 Para adquirir pureza espiritual (Isaías 58:5–7)
 Arrepentimiento de pecados (Jonás 3:8; Nehemías 1:4, 9:1–
3; 1 Samuel 14:24)
 Pedir ayuda de Dios en tiempos de crisis (Esdras 8:21–
23; Nehemías 1:4–11)
 Fortalecer la oración (Marcos 9:17–29; Hechos 10:30; 1
Corintios 7:5)
 Para unirse a la tristeza de alguien que tuvo un ser querido que
falleció (1 Sam. 31:13; 2 Sam. 1:12)
Adicional a éstos, el autor Donald S. Whitney menciona algunas buenas razones
adicionales para ayunar:
 Buscar dirección de Dios
 Ministrar a la necesidades de los demás
 Sobrellevar la tentación y separarte para Dios
 Para expresar amor, gratitud y adoración a Dios
Nota que ninguno de estos propósitos o peticiones del ayuno tienen que ver con
manipular a Dios para conseguir lo que queremos. Ayunar por una pareja, un carro
nuevo o un millón de dólares es inútil. Ayunamos como acto de humildad. Al negar
nuestras necesidades físicas temporeramente, provocamos que dependamos más
de Dios.

No se trata de cambiar a Dios – es para que Él nos cambie a nosotros.

Es importante entender que ayunar no impresiona a Dios para que nos conteste de
una forma mejor y más rápida. Entender la diferencia entre alinear nuestro
corazón a la voluntad de Dios y acercarnos a Dios es crucial:
Acercarnos a Dios lo hacemos con nuestras oraciones y lecturas bíblicas diarias. En
el ayuno, buscamos eso y más: que nuestros corazones sean más parecidos al de Él.
______

¿Cómo se ayuna?
La realidad es que no hay una fórmula mágica de ayunar – es algo personal.
Recuerda que el ayuno es sacrificar el tiempo de otra cosa (por lo general, comida y
comer) para que Dios tenga el tiempo de afinar tu corazón al Suyo. Hay quienes
ayunan medio día, 24 horas, varios días, un mes o más.
No obstante, el cómo ayunas, cuánto tiempo ayunas y de qué ayunas no es tan
importante como el por qué detrás del ayuno.

Dicho esto, el ayuno más común es el de la comida. Hay varios tipos de ayuno en la
Biblia. El de Daniel, por ejemplo, fue un ayuno parcial – donde sólo comió
legumbres y agua y se abstuvo de las mejores comidas (Daniel 1:8-16). Otro
ejemplo es Pablo, que ayunó absolutamente (sin NADA de comida ni agua) por tres
días (Hechos 9:9). Por lo general, los ayunos de comida sólo incluyen agua y/o jugo
100% natural (cafeína y azúcar tienen un efecto más dramático en un cuerpo sin
comida sólida).
Es una excelente idea que consultes a tu médico antes de ayunar. Hay quienes
tienen condiciones de salud que no les permiten ayunar de comida (por ejemplo,
diabetes, anemia, et cétera; también mujeres embarazadas, et cétera). Lo bueno es
que, como el propósito del ayuno es sacrificar el tiempo que le dedicas a otra cosa
para que Dios vaya transformando tu corazón, puedes escoger alguna otra actividad
de la cual ayunar. Hay quiénes escogen tecnología o algún deporte. Un ayuno de las
redes sociales nunca es una mala idea (y se puede incluir con muchos otros tipos de
ayuno, como el de comida…)

_____

Algunos consejos prácticos


Planifica de antemano
No es una buena idea comer todo lo que te encanta hasta saciarte antes de un
ayuno. Varios días antes del ayuno, ve comiendo menos porciones y con menos
frecuencia. Así mismo, el día que termines el ayuno, empieza con porciones
pequeñas y bajas en grasa. Entra y sal del ayuno lentamente.

Separa tu tiempo
El propósito del ayuno es darle tiempo a que Dios moldee tu corazón y tu carácter.
Por lo tanto, se sabio/a escogiendo un momento para ayunar. Por ejemplo, si es un
día que tienes muchos quehaceres, orar mientras guías tu auto no es tan efectivo
para el ayuno; o ayunar durante la época navideña, que hay comida por todas
partes y personas que quieren compartir su mesa contigo. No sería muy productivo
(ni amoroso) sentarte a la mesa con cara triste por no poder comer. Así que, escoge
un día en el que puedas sacar tiempos para estar con Dios y trabajar uno de los
propósitos antes mencionados.

Presenta tu ayuno delante de Dios


Cuando llegue el día, saca un tiempo para presentarte delante de Dios y presentar
el por qué del ayuno. Pídele a Dios que te de fuerzas para completar el periodo de
ayuno, que sea un tiempo de crecimiento espiritual para tí y que sea un tiempo de
agrado para Él. Disfruta de Su presencia y permite que Dios te transforme.
Ve poco a poco
Si nunca has ayunado o has ayunado muy pocas veces, empieza con algo sencillo.
Intenta un ayuno de medio día, sólo de agua y 100% jugo. Empieza por la mañana y
termina tu ayuno con una leve cena, utilizando el tiempo de desayuno y almuerzo
para Dios. Recuerda, Dios no se va a impresionar si el ayuno es más difícil – no
ganamos el favor de Dios a través de nuestra miseria. ¡Ya ganamos el favor de Dios
a través de la obra redentora de Jesús!

Misión secreta
Dejemos que Jesús explique esta:

“Pero tú, cuando ayunes, lávate la cara y péinate. Así, nadie se dará cuenta de
que estás ayunando, excepto tu Padre, quien sabe lo que haces en privado; y tu
Padre, quien todo lo ve, te recompensará.” (Mateo 6:17-18)

Entrega tu ayuno con gratitud


Antes de terminar tu ayuno, separa un último tiempo para agradecerle a Dios la
oportunidad de crecer en Él y ser moldeado por Él. Pídele que te recuerde siempre
lo que aprendiste durante este tiempo y que te ayude a no deshacer lo que Él hizo
en ti. Luego, ¡come y deléitate en la provisión física de Dios!

_____

El ayuno no es una carga ni un castigo, es una disciplina espiritual que nos ayuda a
conocer y ser más como nuestro Padre Celestial. El dolor de estar sin comida es un
recordatorio que nuestra necesidad más básica va más allá de lo físico, y una vez
esa necesidad se sacie primero, todo lo demás encontrará su prioridad correcta en
cada aspecto de nuestras vidas.

_____

S-ar putea să vă placă și