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La ciencia y el yoga
¿Dónde encaja entonces la ciencia? La ciencia actual es un tema en permanente desarrollo. El yoga, el cual
ha existido durante miles de años, es una ciencia antigua, una ciencia desarrollada. La ciencia debe tener
dos componentes sin los cuales no puede estar completa: Un componente racional y un componente
intuitivo, los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, el lineal y lógico, y el artístico e intuitivo. Quien
desee ver el mundo como un objeto bidimensional, lineal y lógico solamente verá una parte de él. Quien
desee ver el mundo en tres dimensiones, artística, creativa y bella, necesita el aspecto intuitivo.
Por lo tanto, la ciencia es un tema en evolución. Con el tiempo a través de sus propios descubrimientos
y estudios, la ciencia también llegará a reconocer el aspecto intuitivo, también desarrollará en su interior
un componente intuitivo y entonces estará completa y podrá validar el espíritu. No solo las hormonas,
las glándulas, la química sanguínea, las ondas cerebrales, etc. Ese es el primer paso. El segundo paso de la
ciencia será validar la integralidad de la conciencia. El tercer paso será validar la existencia del espíritu. Una
vez culminados todos esos pasos, la ciencia será un tema completo en sí mismo.
El yoga y la ciencia se complementan entre sí. Para mí, el yoga es como el abuelo que ha visto transcurrir
los decenios y ha adquirido experiencia y sabiduría del pasado, mientras que la ciencia es el niño lleno de
curiosidad que apenas comienza a crecer. También él necesita tomar la experiencia de la figura del abuelo,
en este caso el yoga. No pretendo decir que no puedan prescindir el uno de la otra. Pueden. Pero si hay
un apoyo mutuo, entonces la ciencia y el yoga juntos podrán ser un medio muy poderoso para acelerar
el proceso de integración, el paso de la diversidad a la unidad.
Este es el movimiento hacia el cual debemos orientarnos en el futuro, con el fin de poder comprender
la integración del ser individual con el mundo y el universo y así cumplir con la visión de los antiguos
clarividentes cuando decían, “Conócete a ti mismo, sé la luz para ti mismo”. Esas no son elucubraciones
filosóficas son indicaciones claras del camino de progreso que debemos emprender, de ese viaje que
debemos realizar durante el transcurso de nuestra existencia.
Armonizar la mente
Pratyahara y dharana son la tercera y la cuarta etapas de la práctica del yoga, de acuerdo con los Yoga
Sutras de Swami Niranjan. Lo importante no es sentarse con los ojos cerrados para practicar pratyahara
y dharana. Recuerden que el propósito de pratyahara y dharana es aquietar la actividad de la mente. Los
guijarros que arrojamos a las aguas tranquilas de la mente se conocen como pratyayas y las ondas a las
cuales dan lugar se conocen como vrittis. Pratyaya es el guijarro y vrittis son las ondas. Pratyaya es una
impresión que se asienta en las profundidades de la mente y de la psique, creando un reacción o vritti. Es
imposible impedir que las vrittis alteren el estado natural de la mente. No obstante es posible hacer un
esfuerzo para liberar algunas de las impresiones que se fijan en la mente.
La meditación no es la única forma de practicar pratyahara o dharana.También es importante reducir la
interacción con los objetos de la vida. Permítaseme explicarlo de otra manera. En la mañana, después de
dormir durante la noche, se levantan frescos y relajados. Pero, en general, ¿qué hace la gente después de
despertar y beber la primera taza de té o de café? Leen el periódico, encienden el televisor o la radio para
enterarse de las noticias. ¿Y de qué tratan esas noticias? Escándalos, homicidios, accidentes, robos, críticas.
Esos pratyayas negativos son los primeros en inundar la mente tranquila y relajada. Son las primeras
impresiones que recibe la mente en la mañana. ¡Eviten eso al menos durante dos horas, hasta
tanto la mente entre naturalmente en estado de actividad y extroversión!
Este es un punto muy importante. Denle tiempo a su mente para entrar en su estado natural
de vitalidad. No siembren las semillas de la discordia como primer aporte de la mañana. Pueden
leer o ver lo que deseen después de dos horas, pero dense tiempo para despertar. Ese tipo de
afirmación personal es el inicio de pratyahara y dharana. No se trata de sentarse con las piernas
cruzadas en posición de meditación. Disciplinar la mente y el estilo de vida es el comienzo de
pratyahara y dharana.
Yoga integral
Por consiguiente, el yoga no es solamente la práctica de asanas, pranayamas pratyahara o dharana;
no es cuestión de descubrimientos científicos. Es conocimiento y una vida de unidad y armonía.
Sin embargo, para poder expresar unidad y armonía externamente, es preciso sentirlas en el
interior. Un pintor, para poder plasmar una pintura en el lienzo, debe tener una imagen en la
mente. Cuando la imagen está en la mente, la pintura brota de manera natural y espontánea. Para
que un arquitecto pueda diseñar el plano de una casa o un edificio, debe tener un concepto de lo
que desea construir. Asimismo, antes de pensar en la iluminación, la armonía y la unidad, debemos
desarrollar un concepto de esa armonía, unidad e iluminación. Es dentro de ese contexto que
tratamos de traerles el tema no solamente del yoga físico o mental, sino del yoga integral y
completo para todos. No vean en el yoga una práctica para hacer durante una hora o media
todos los días, sino como un proceso que forma parte integral de sus vidas.