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Los mecanismos de defensa como formas o estilos de contacto

• El mecanismo es el “cómo” de la resistencia. 


• Al provenir del modelo clínico focalizado en la lógica de la enfermedad, la Psicología


quedó atrapada en las contradicciones del modelo médico y no hablan lo positivo de
los mecanismos. Éstos son una serie de recursos que utilizamos para preservar la vida
y no oponentes a ser vencidos para lograr la salud organísmica. 


• Los mecanismos no son ni buenos ni malos por sí mismos, para evaluarlos debemos
comprender primero al servicio de qué estructura de personalidad están y qué
consecuencias traen a la vida de la persona. 


• Originalmente los mecanismos se describían como “evitación” del contacto, este hecho
fue corregido por la escuela de Cleveland. 


Proyección

Es el acto por el cual “colocamos” en el entorno algo que originalmente nos pertenece.

Positivo: Producimos una obra artística, elaboramos una teoría, planificamos un viaje o la casa
de nuestros sueños.

Negativo: Desposeemos o alienamos una parte de nuestro ser depositándola o atribuyéndola


al entorno.

Trabajo: Devolver lo proyectado al lugar donde se originó, o sea la psiquis del paciente.

El lugar que ocupe este mecanismo en la personalidad del sujeto nos puede aproximar para
decir si es prevalente (personalidad proyectiva) o secundario. Esta distinción es importante
para el diagnóstico y la estrategia de tratamiento.

Introyección

Es el acto por el cual tomamos algo que originalmente pertenecía al medio y lo introducimos a
nuestro ser.

Positivo: Nos alimentamos en el plano físico, emocional, psicológico y espiritual del medio.
Luego lo asimilamos para crecer.

Negativo: Lo introducido no se asimila o digiere, con lo cual el material permanece “autónomo”


en nuestro interior, ocupando un espacio en nuestra identidad que disminuye nuestra
conciencia y nuestra libertad.

El material introducido entra en conflicto con nuestros impulsos y necesidades generándose


un conflicto intrapsíquico. La persona discute con sus voces internas sin saber a quién
obedecer.

Trabajo: Devolver al medio de origen o “internamente” confrontados y agredidos para su


posterior digestión.

La proyección y la introyección están en realidad muy asociados pues muchas veces el


contenido de una introyección es proyectado, como en el caso de los prejuicios raciales, o el
de las fobias, o cuando un niño se confronta con el mandato de ser bueno a causa de los
celos con su hermanito y proyecta su rabia sobre un perro.

El lugar que ocupe este mecanismo en la personalidad del sujeto nos puede aproximar para
decir si es prevalente (personalidad introyectiva) o secundario. Esta distinción es importante
para el diagnóstico y la estrategia de tratamiento.

Retroflexión

Es el acto por el cual dirijo la energía de una acción hacia mí mismo, cuando debería realizarse
en y hacia el medio.

Positivo: Es la capacidad de autoobservación, de consciencia de sí, que nos permite volvernos


responsables y maduros. También nos permite postergar alguna necesidad para el bien de los
demás, como el caso de las madres o padres.

Negativo: Nos impide dirigir y expresar nuestros sentimientos hacia el mundo y los demás para
pedir aquello que necesitamos y deseamos.

Trabajo: Ayudar al paciente a culminar la acción en su resolución en el medio, tanto sea volcar
su energía o manifestar una necesidad.

Distinguimos dos tipos:

+ Hacerme a mí mismo lo que me gustaría hacerle a los demás. Por ejemplo: la rabia hacia
otro la convierto en culpa hacia mí. El contenido -que se intuye fácilmente- es: no es seguro -
posiblemente represalia, abandono, rechazo, etc.- expresar nuestras emociones fuertes con
los demás. La persona no se siente segura de su valor en relación a las personas que la
rodean (baja autoestima), lo cual la sitúa en una espiral de autopostergación.

+ Hacerme a mí mismo lo que me gustaría que los demás me hicieran. Por ejemplo: mi
necesidad de cariño, atención, ayuda, etc., la vuelvo hacia mí en forma de autosuficiencia. El
contenido parece ser la desconfianza en que los demás puedan proveernos de lo que
necesitamos, lo que ha sido resuelto en un argumento de autosuficiencia.

El lugar que ocupe este mecanismo en la personalidad del sujeto nos puede aproximar para
decir si es prevalente (personalidad retroflectiva) o secundario. Esta distinción es importante
para el diagnóstico y la estrategia de tratamiento.

Deflexión

Es el acto por el cual impido el contacto con experiencias -relaciones, sentimientos,


demandas, necesidades, etc.- tanto externas como internas.

Positivo: Es la capacidad de descartar información para concentrarse en algo de nuestro


interés o urgente de atención.

Negativo: Nos impide estar presentes en contacto con lo que sucede aquí y ahora. Es el
mecanismo excitativo por excelencia y en casos extremos conduce a una vida centrífuga y
ansiosa.

Trabajo: Focalizar la experiencia presente.

El lugar que ocupe este mecanismo en la personalidad del sujeto nos puede aproximar para
decir si es prevalente (personalidad deflectiva) o secundario. Esta distinción es importante para
el diagnóstico y la estrategia de tratamiento.

Confluencia

Es el acto por el cual diluyo las fronteras o límites de mi personalidad para fundirme con los
límites del otro, otros, o el medio.

Positivo: Nos permite ser parte de un grupo, una familia o la naturaleza en general. Nos
permite amar, fundirnos con otro.

Negativo: Nuestra integridad se diluye al servicio del ambiente, el grupo, una ideología, una
relación, etc.

La evitación de los conflictos, la responsabilidad, la intensidad de las relaciones, los


desacuerdos, la discriminación o la manifestación de nuestra individualidad, parecen ser
algunos de los temas centrales en la aplicación de la confluencia como mecanismo.

Trabajo: Arriesgarse a la exposición.

Egotismo

Es la capacidad de sostener las fronteras de nuestra identidad frente a las circunstancias de


nuestra vida.

Positivo: Es la autoafirmación y la autoestima.

Negativo: Incapacidad de reconocer nuestras limitaciones y errores, por sostener nuestras


razones aún frente a toda evidencia contraria.

Representa el individualismo a ultranza de nuestra sociedad.

Trabajo: Entregarse y soltar el control.

Alejandro Spanenberg

Terapia Gestalt: un camino de vuelta a casa

pp. 56-68

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