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Artículo de revisión 07-04-2018

Elaborado por: José Natán Navarro Carrasco.

RUIDO EN EMBARAZADAS.

1. RESUMEN.

El sentido del oído es uno de los primeros que desarrollan los fetos. Así, hacia la semana
24 ya son capaces de oír sonidos del exterior que le llegan a través del útero, por lo que
conviene evitar ruidos por encima de los 85 dB para prevenir posibles riesgos en el
desarrollo del feto; en principio, un sonido repentino, como una alarma de incendios, no
tiene por qué generar daños en el bebé. Pero si, durante el embarazo, existe una exposición
constante a diferentes y elevados niveles de ruidos, es cuando las afectaciones aparecen en
los recién nacidos (Paola López, 2017).

2. INTRODUCCIÓN.

Los ruidos que oye el bebé en el útero son de varios tipos: Los que provienen del cuerpo
de la madre como los ruidos del corazón, respiración y aparato digestivo; así como los
ruidos cardiacos del propio feto, del cordón umbilical, su aparato digestivo, las degluciones,
la cabeza fetal está muy cerca del estómago, colon y vejiga de la madre. Los que llegan del
exterior como voces, música y sonidos de la vida cotidiana que llegan como filtrados.
Ruidos demasiados intensos pueden llegar a perturbarle, incluso se han llevado a cabo
experimentos que demuestra que una exposición prolongada a ruidos demasiado intensos
en determinados momentos críticos de la formación de la función auditiva puede provocar
déficit auditivos notables, e incluso un sufrimiento cardiaco severo. (1) La mayor parte de
las investigaciones nos muestran a un niño por nacer activo, sensible, emotivo y sociable
con capacidad de aprendizaje.
Artículo de revisión 07-04-2018

3. Base legal
La Ley General de Salud N° 26842, en el capítulo VII “De la Higiene y Seguridad en los
Ambientes de Trabajo”, estipula, que quienes conduzcan o administren actividades de
extracción, producción, transporte y comercio de bienes y servicios, cualesquiera que éstos
sean, tienen la obligación de adoptar las medidas necesarias para garantizar la protección
de la salud y la seguridad de los trabajadores y terceras personas en sus instalaciones o
ambientes de trabajo (Art. 100°), quedando claro que la protección de la salud y seguridad
de los trabajadores es responsabilidad del titular de la actividad económica. Asimismo, esta
ley, buscando eliminar discriminaciones en razón del rango de los trabajadores, su edad o
sexo, señala que las condiciones sanitarias de todo centro de trabajo deben ser uniformes y
acordes con la naturaleza de la actividad (Art. 101°). Debe señalarse que por mandato
expreso de esta misma ley corresponde a la Autoridad de Salud la regulación de las
condiciones de higiene y seguridad de las instalaciones, máquinas y cualquier otro elemento
relacionado con el desempeño de actividades económicas (Art. 102°).

Según ala RM N°375 – TR – 2008 Norma Básica De Ergonomía, en el TÍTULO VII


CONDICIONES AMBIENTALES DE TRABAJO; hace mención, en cuanto a los trabajos
o las tareas, debe tomarse en cuenta que el tiempo de exposición al ruido industrial
observará de forma obligatoria el siguiente criterio:
Valores Límites de Exposición a ruido por tiempo (Nivel de Ruido):

DURACIÓN (HORAS) NIVEL DE RUIDO DB

24 80

16 82

12 83

8 85

4 88

2 91

1 94

Fuente: RM N°375 – TR – 2008 Norma Básica De Ergonomía.


Artículo de revisión 07-04-2018

Según el D.S.-N°-085-2003-PCM-Reglamento-de-Estándares-Nacionales-de-Calidad-
Ambiental-para-Ruido, anexo 1, Estándares Nacionales de Calidad Ambiental para Ruido.

Fuente: D.S.-N°-085-2003-PCM

4. DESARROLLO.
El ruido es un sonido estridente y carente de articulación que, por lo general, resulta molesto
al oído; y ala vez, es aquello vinculado con el trabajo (el esfuerzo físico o intelectual que
es remunerado).
Se conoce como ruido laboral a la contaminación acústica que se genera en un sector de
trabajo y que afecta principalmente a los trabajadores del lugar. Se trata de uno de los
motivos más frecuentes de discapacidad.
Hay personas que, por las características de su trabajo, se encuentran expuestas a ruidos
estridentes durante varias horas al día. Este ruido laboral puede provocarle problemas de
salud en el corto y en el largo plazo, desde daños en la capacidad auditiva hasta un
incremento del estrés, pasando por trastornos para dormir e inconvenientes en el sistema
circulatorio.
El ruido laboral puede lesionar las células ciliadas que se hallan en el oído y cuya función
es convertir el sonido en una señal eléctrica que pueda interpretar el cerebro. Cuando estas
células se dañan por la exposición a ruidos estridentes durante mucho tiempo, el individuo
puede sufrir una reducción en su capacidad audición que se conoce como hipoacusia
sensorioneural.
Según (Julián Perez, 2014) dice, para las mujeres embarazadas existe un inconveniente
más: el feto también puede verse perjudicado por la exposición constante a altos niveles de
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ruido laboral, ya que la presión sanguínea aumenta a niveles anómalos. Según diversos
estudios, soportar estas condiciones durante el embarazo acarrea un cansancio mayor y el
riesgo de sufrir daños en el oído a causa de las bajas frecuencias. Es inevitable tomar
medidas especiales para estos casos, en los cuales la mera protección de los oídos de la
madre no resuelve el problema.

La estimulación prenatal auditiva se desarrolla partir de las 18-20 semanas cuando el oído
ya alcanzó su desarrollo funcional (2); según los últimos trabajos de investigación; esta
transmisión de sonido al ambiente intrauterino se realizan por dos rutas: una por la
transmisión del sonido a través del sistema óseo de la madre y la otra por vía abdominal
misma (2).
La estructura del aparato auditivo fetal está conformado por: el oído externo, compuesto
por la oreja y el canal auditivo; el oído medio, compuesto por tres pequeños huesos
(martillo, yunque y estribo) y el tubo de Eustaquio y por último el oído interno compuesto
por el aparato vestibular (formado por tres canales entrelazados, encargados de controlar el
balance y equilibrio) y la cóclea (convierte los sonidos en señales eléctricas que luego son
enviadas al cerebro) (4).
Abrams y Gerhardt, contribuyeron a mostrar que la voz de la madre y los ruidos producidos
por sus órganos (intestinos, ruidos cardiacos maternos, respiración) se trasmiten al
ambiente intrauterino a unos 24 dB y 70-84 dB respectivamente, ocupando un lugar
importante en el paisaje sonoro fetal; pero que no se han de subestimar los sonidos
provenientes del ambiente externo que llegan al ambiente intrauterino pero en menor
intensidad. Un trabajo realizado con ayuda de hidrófonos demostró que la matriz es un
lugar relativamente tranquilo, pues la intensidad de los ruidos que rodean al feto va de 30
a 96 dB. A comparación de los sonidos externos a los cuales estamos expuestos: un
cuchicheo es del orden de 30 dB, una conversación normal supone unos 60 dB, el tráfico
de una carretera unos 70 dB, las palabras "gritadas" y las motos alcanzan unos 100 dB y la
música rock llega los 115 dB. El umbral del dolor auditivo se sitúa en aproximadamente
125 dB. (Deliege y Sloboda, 1996).
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5. CONCLUSIONES.
Según Paloma López, Si la mujer embarazada se encuentra ante una exposición continua a
un ruido de más de 100dB, el bebé se encuentra ante el riesgo de padecer problemas
auditivos, presentando déficits, auditivos o atencionales e incluso hiperactividad. Pueden
aumentar también las posibilidades de que se produzca el parto y el bebé nazca con menos
peso del que corresponde.
Si la exposición es ocasional, a sonidos entre 150 – 155 dB, por ejemplo, cuando despega
un avión, las consecuencias pueden ser similares.
Ante un fuerte ruido repentino, ‘un susto’, los mismos que se asusta la madre, se asusta el
bebé, generando un aumento de su actividad justo después de haber percibido el sonido y
un aumento de la presión.
Por lo tanto, es imprescindible que tengamos en cuenta todos estos datos en nuestro trabajo
o en otro entorno, puesto que el ruido fuera de los límites normales puede afectar a nuestra
salud, y en el caso de las mujeres embarazadas también puede afectar al feto.

6. RECOMENDACIONES.

 Hacer un monitoreo de ruido ocupacional.


 Si se tiene trabajadoras en estado de gestación, se recomienda hacer una avaluación
previa al área para deslindar afecciones a la salud del feto.
 Implementar a los trabajadores con orejeras y/o vincha auditiva.

7. REFERENCIAS.

1. Audición fetal: http://www.oupmex.com.mx/downloads/Michnick-01.pdf. 2002.


2. Tomatis, Alfred. Método musical:http//www.tomatis.cl/efecto_mozart.htm.Año 2002
3. Sohmer H, Perez R, Sichel Jy, Priner R, Freeman S. The pathway enabling external sounds to reach
and excite the fetal inner ear. Audiol Neurootol. 2001 May-Jun;6(3):109-16.
4. Federico Gabriel. El embarazo musical. 2º Edición. Argentina. 2002. Pag. 40-45.

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